MOVILIZACIÓN Y TRASLADO DE
PACIENTES. TÉCNICAS DE
MOVILIZACIÓN. TRASLADO DE
PACIENTE ENCAMADO, EN CAMILLA Y
EN SILLA DE RUEDAS. POSICIONES
ANATÓMICAS BÁSICAS.
1.1. INTRODUCCION.
Dentro de las principales funciones del celador de Instituciones Sanitarias, en
este tema vamos a desarrollar dos funciones muy importantes como son el
traslado de los pacientes en camilla o en silla de ruedas, a las consultas o
dependencias de la institución (incluyendo el traslado a las ambulancias) y la
participación como parte del equipo de profesionales dedicados a la atención al
paciente colaborar en la movilización de pacientes. Para llevar a cabo estas
funciones el celador debe conocer una serie de conceptos, que le ayudarán a
realizar su tarea correctamente.
3.- Eje Sagital: es aquel perpendicular a los dos anteriores, y se dirige de delante
a atrás (anterior /posterior)
Las articulaciones hacen posible los movimientos de las partes del cuerpo. Los
movimientos que permiten las articulaciones contribuyen en gran medida a la
conservación de la homeostasis (equilibrio fisiológico del cuerpo) y, por tanto, a
la supervivencia. Sin articulaciones entre los huesos, no podríamos movernos
puesto que nuestros cuerpos serían rígidos e inmóviles.
La alteración del equilibrio y temor a las caídas son de las mayores causas de
inmovilidad. El desequilibrio puede ser el resultado de debilidad general, causas
neurológicas (ejemplo: pérdida de reflejos posturales, neuropatía periférica,
debida a diabetes, alcohol o mal nutrición; anormalidades vestibulococleares),
ansiedad, hipotensión ortostática o hipotensión postprandial, o drogas (ejemplo:
diuréticos, hipertensivos, neurolépticos, y antidepresivos) o puede ocurrir
siguiendo a un encamamiento prolongado.
El anciano que lleva un tipo de vida autónoma y activa con la realización regular
de ejercicio tiene disminuido estadísticamente su riesgo de mortalidad. Los
mayores que han hecho ejercicio desde siempre envejecen mejor y presentan
menor incapacidad funcional. Según diversos estudios la población que realiza
menos ejercicio físico son los ancianos muy mayores y de sexo femenino.
1. TIPOS DE MOVIMIENTOS.
• Reflejo o involuntario: son los que se realizan de forma inconsciente.
Garantizan en muchos casos la supervivencia, por ello, su exploración es
muy importante.
• Movimiento voluntario: son aquellos que se regulan por la voluntad, pero
también por la experiencia anterior del sujeto y las informaciones del
mundo exterior.
• Movimiento natural: es un tipo de movimiento que no se ajusta a un patrón
determinado, únicamente está condicionado por las limitaciones del
cuerpo.
• Movimiento espontáneo: está muy determinado por los estados afectivos
del sujeto.
4. CAMBIOS POSTURALES.
Los cambios posturales son las medidas que tienen por objetivo alterar las
áreas de presión, evitar contracturas, deformidades, lesiones en la piel y tejidos
subyacentes y favorecer la comodidad y bienestar del paciente. Para realizar
estos cambios se deben seguir unas normas generales:
• Preparar el área en que se va a trabajar quitando todos los elementos que
puedan entorpecer.
• Procurar realizar el esfuerzo con los músculos mayores y más fuertes,
muslos y piernas.
• Acercarse lo máximo posible a la cama del enfermo para que el esfuerzo
sea menor.
• Mantener recta la columna vertebral.
• Evitar en lo posible apoyar directamente al paciente sobre sus lesiones.
• Mantener el alineamiento corporal, la distribución del peso y el equilibrio.
• Evitar el contacto de las prominencias óseas entre sí.
• Evitar el arrastre.
• Si fuera necesario, elevar la cabecera de la cama lo mínimo posible y el
mínimo tiempo.
• No utilizar flotadores.
Posición sedente.
Es la posición sentada, con los miembros inferiores formando un ángulo más o
menos recto con la espalda, la columna vertebral recta y la cabeza mirando al
frente. Dentro de esta posición distinguimos tres tipos:
Los pasos a seguir para la colocación en posición de sedente son los siguientes:
1. El profesional se situará a un lado de la cama y debe explicar al paciente
el procedimiento.
2. El brazo del paciente más cercano al profesional se debe apoyar en el
hombro de éste.
3. El profesional asirá al paciente por la espalda y cuello con una mano y
por el hombro con la otra.
4. Se incorporará lentamente y se ayudará en su acomodo usando cojines
o almohadas si es preciso.
Posición bipedente.
Es la posición cuando estamos de pie, erguidos. El profesional debe seguir los
siguientes pasos:
1. Colocar al enfermo en el borde de la cama y sentarlo lentamente.
Observar signos de un posible mareo y si éste se produce volver a
acostar rápidamente.
2. Bajar la cama hasta que los pies del
paciente toquen el suelo, colocar
bata y zapatillas.
3. Colocarse frente al enfermo y poner
sus manos sobre los hombros del
profesional o agarradas por detrás de
la cabeza.
4. Doblar las rodillas y coger al enfermo
por la parte posterior de la cadera situando un pie entre medias de los
suyos y el otro más atrás.
3.1. CONCEPTO.
La mecánica corporal estudia el equilibrio y movimiento de los cuerpos aplicado
a los seres humanos y se conceptualiza como la disciplina que trata del
funcionamiento correcto y armónico del aparato músculo-esquelético en
coordinación con el sistema nervioso. Entre sus objetivos destacan:
• Disminuir el gasto de energía muscular.
• Mantener una actitud funcional y nerviosa
• Prevenir complicaciones músculo-esqueléticas
Estos objetivos se basan en los efectos que la mecánica corporal tiene en:
• La piel (liberación de desechos, secreción sebácea y sudorípara,
excitación nerviosa, estimulación del mecanismo vasomotor cutáneo)
• Aparato respiratorio (intercambio gaseoso, ventilación y rendimiento
pulmonar).
• Circulación sanguínea (transporte de oxígeno y dióxido de carbono,
hormonas, enzimas, vitaminas y productos de desecho).
• Generación de calor y nutrición celular, sistema músculo-esquelético
(crecimiento, volumen, fuerza muscular y ósea, recuperación de
elasticidad y contractibilidad, evitar la formación de adherencias y falsos
tejidos en caso de lesiones o fracturas).
• Tejido nervioso (efectos vigorizante y sedante) y tejido adiposo
(reabsorción de grasas).
• Aumentar o restablecer la capacidad corporal de un individuo o de
cualquier parte de su cuerpo para realizar actividades funcionales,
mejorar su aspecto físico, evitar o disminuir desequilibrios.
• Ejercicios con fines deportivos, de diagnóstico o terapéuticos.
• Movilización para lograr descanso y efectos biológicos o psicológicos
progresivos.
• Transferencia o desplazamiento de un lugar a otro.
• Uso de elementos o dispositivos de apoyo y seguridad.
▪Para empujar
o apoyar las manos sobre la carga
flexionando los codos.
o Inclinarse sobre la carga cambiando el
peso de la pierna trasera a la delantera y
empujar suavemente.
▪Para tirar
o Agarrar la carga, flexionar los codos e inclinarse en
sentido contrario a ésta.
o Cambiar el peso de la pierna delantera a la trasera
y tirar suavemente.
1. Personas independientes.
✓ Se precisa de una sola persona que revise y ayude al paciente.
✓ Se explica el proceso, se sitúa la camilla junto a la cama sin dejar
ningún espacio entre ellas. Las ruedas de ambas deben estar
frenadas.
✓ Comprobar que el enfermo no tiene colocada ninguna sonda
(nasogástrica, vesical,…), drenaje o sistema de suero que dificulte
el traslado.
✓ Animar a que el enfermo se deslice y se cambie de ubicación.
2. Personas dependientes.
✓ Un paciente dependiente o no colaborador no se puede trasladar por
sí mismo, e incluso puede que ni preste ayuda, lo que conlleva una
mayor dificultad en la transferencia.
✓ Cubrir la silla con una sábana y prepara cojines y/o almohadas para
cuando lo sentemos.
✓ La cama debe tener una altura que permita al paciente pisar de
forma natural el suelo.
✓ La cabecera debe estar levantada unos 20-30º.
✓ Sentar al paciente en el borde de la cama y situarse enfrente con las
rodillas ligeramente flexionadas.
✓ Poner las zapatillas en los pies y ofrecerle una bata o pijama.
✓ El profesional sujeta al paciente por la espalda, y éste por los
hombros al profesional. Si presenta signos de mareo hay que volver
a acostarlo.
✓ Ir girando cuando el paciente comienza a sentarse y doblar las
rodillas a medida que se sienta.
✓ Acomodar al enfermo, colocar pies y brazos en soportes de apoyos
y colocar cojines para prevenir edemas si fuese necesario.
✓ Enseñar el manejo de la silla de ruedas si fuese necesario.
c. Traslado silla de ruedas/sillón a cama
✓ Inmovilizar cama y silla frenando las ruedas si disponen de ellas,
colocando la silla en paralelo a la cama por el lado que lo vayamos
a subir.
✓ Retirar las almohadas y la ropa que cubre al paciente.
✓ Coger al paciente por la cintura y ayudarlo para que se ponga en pie
a un lado de la cama.
✓ Si disponemos de banquito que nos proporcione un poco más de
altura ayudarle a subir en él.
✓ Sentarlo en el borde de la cama.
✓ Colocar un brazo en la espalda del paciente a la altura de los
hombros y el otro debajo de las rodillas y ayudarlo a acostarse.
✓ Si el paciente no colabora, este proceso requiere de dos o más
personas.
B. Prevención primaria.-
• Seguridad personal.
✓ Acceso a ayudas mecánicas (andadores, bastones, etc.…) para
enfermos con limitaciones en la deambulación.
✓ Enseñar al paciente y familiares la incorporación de la cama y
asientos.
✓ Instruir al enfermo para pedir ayuda cuando la necesite.
✓ Orientar en la elección de ropa y calzado adecuado.
C. Prevención secundaria.-
Son aquellas medidas a adoptar después de producirse la caída.
✓ Atención preferente e inmediata a la situación clínica del enfermo.
✓ Notificación al personal sanitario y/o la familia.
✓ Notificación al médico responsable o de guardia.
✓ Diagnóstico y tratamiento de las lesiones.
✓ Registro de la caída.
✓ Inclusión en el protocolo de paciente de alto riesgo, si no estaba
considerado como tal.
✓ Aplicación de las medidas preventivas para los pacientes de alto
riesgo o revisión de éstas si ya se estaban aplicando.
a) Inmovilización cervical.-
Es la más importante y la primera a realizar. Inicialmente se realiza con las dos
manos colocando la cabeza del paciente en posición neutra y posteriormente se
coloca el collarín cervical.
I. Collarín cervical.
El collarín ideal debe cumplir una serie de requisitos que garantice la
inmovilidad de la columna cervical casi en su
totalidad:
✓ Ser rígido.
✓ Tener un apoyo en la barbilla.
✓ Tener un orificio anterior que permita el
acceso al cuello para valorar el pulso
carotideo, realizar una traqueotomía,
intubación,….
b) Inmovilización toraco-lumbar.-
Para realizar una inmovilización de la columna vertebral completa, además de
colocar los dispositivos cervicales anteriores se utilizan los siguientes elementos:
Técnica de colocación.
✓ Es ideal colocarla entre cuatro personas e indispensable hacerlo entre
tres.
✓ Antes de su colocación es necesario medir de forma precisa, colocando
la camilla al lado del paciente.
✓ Se separan las dos mitades situando la parte más ancha a nivel de cabeza
y tronco y la extensible en las piernas.
✓ Se puede colocar al enfermo en la camilla cogiendo al enfermo en bloque
o mediante un volteo lateral.
✓ En caso de tener que realizar un desplazamiento con el paciente sobre la
camilla habrá que fijarlo mediante cinturones a lo largo de todo el cuerpo
para evitar caídas.
Este tipo de camilla no debe utilizarse en el traslado definitivo, pues aumenta las
vibraciones que se producen en el vehículo al circular por carretera.
Técnica de colocación.
Se coloca al paciente en la camilla mediante volteo o movilización en bloque,
sujetándolo mediante cinturones a lo largo de todo el cuerpo para evitar caídas.
III. Férula espinal, corsé de extricación o dispositivo de salvamento de
Kendrick.
Es un dispositivo indicado en la extracción de un
paciente atrapado con inmovilización en bloque de
cabeza, cuello y tronco. En estas situaciones está más
recomendado que la tabla espinal corta. Es un chaleco
semirrígido que consta de bandas rígidas metálicas
paralelas en posición vertical sobre una funda plástica.
Permite suficiente flexibilidad horizontal para abarcar
cabeza y tronco, manteniendo la rigidez vertical necesaria que asegure la
columna vertebral. La fijación del chaleco se realiza mediante tres cinturones de
distinto color y cintas de velcro.
Tras la extracción del paciente con el chaleco se colocará éste sobre un tablero
espinal o camilla de cuchara sin tener que retirarlo .Es de colocación compleja
requiriendo personal especializado para su correcto uso.
Se debe utilizar de forma conjunta con un collarín cervical y una vez liberado el
paciente, debe retirarse ya que entorpece la evaluación y el traslado. Otra
indicación es la inmovilización de una posible fractura de cadera colocándolo al
revés, la zona empleada para la cabeza se coloca entre la rodilla y el tobillo y la
parte que inmoviliza normalmente el tórax alrededor de la cadera.
Las cintas de sujeción no deben coincidir con las fracturas por lo que se
colocarán entre las caderas y las axilas.
c) Inmovilización de extremidades.-
Se realiza mediante férulas que permiten la correcta inmovilización de fracturas
evitando lesiones secundarias y disminuyendo el dolor, facilitando así el traslado.
Antes de la colocación se debe comprobar temperatura, sensibilidad y pulso
En caso de traslado aéreo hay que tener en cuenta que con la altura pierde
consistencia no inmovilizando lo suficiente.
IV. Férulas rígidas.
Son férulas no moldeables, por lo que la
extremidad afectada debe ajustarse al contorno y
forma de la misma. Son de varios tipos (cartón,
PVC, poliuretano,…). Las de PVC y poliuretano
son lavables y reutilizables.
V. Férula de tracción.
Permite realizar una tracción mecánica y lineal sin el uso de pesos.
Especialmente indicadas en fracturas distales de fémur y proximales de tibia, no
siendo adecuadas en las de cadera, rodilla, tobillo y pie. Su colocación la efectúa
personal cualificado para ello. Debe colocarse con cuidado en pelvis e ingles
para evitar la presión en los genitales y comprobar pulsos periféricos y
sensibilidad.
1. TIPOS DE CAMILLAS.
Podemos definir una camilla como un accesorio de gran utilidad dentro y fuera
de un centro sanitario. Se utilizan para el traslado de pacientes incapacitados
para movilizar una o más partes de su cuerpo. Es un instrumento indispensable
para el equipamiento de las ambulancias que deben trasladar a los enfermos a
los centros sanitarios. Existen diferentes tipos de camillas:
a) Camilla de hospital.
Poseen ruedas para facilitar el transporte del enfermo
y algunas incluso poseen un sistema de fijación del
paciente evitando las caídas durante el traslado. Este
tipo de camillas se utiliza con frecuencia para el
traslado de pacientes a las unidades de
hospitalización.
b) Camilla de reconocimiento.
No puede ser utilizada para el transporte de enfermos,
pues no poseen ruedas. Es muy frecuente en consultas
médicas, servicios médicos de empresas, botiquines de
piscinas, etc.
d) Camilla de tijeras.
Son ligeras, rápidas de usar, seguras, confortables y resisten los esfuerzos a los
que se somete durante un rescate. La placa dorsal de deslizamiento debe ser
lisa para evitar que se enganche durante el rescate. La extracción de los listones
longitudinales y transversales permite plegar la camilla para pasarla por lugares
estrechos.
✓ Arnés acolchado.
✓ Cintas de fijación a nivel de muslos y de piernas.
✓ Estribos rígidos para los píes.
✓ Arnés de torso con cintas para tracción cervical.
g) Camilla nido.
Idóneas para el rescate en terrenos de difícil acceso.
El casco debe ser de alta densidad y el interior
tapizado con espuma no absorbente
h) Camilla de masaje.
Son utilizadas para tareas de rehabilitación y no
para el traslado por lo que poseen base fija. La
mayoría suelen ser plegables. Algunas poseen
una esfera en uno de los extremos donde el
paciente coloca su rostro de modo que la
posición sea más cómoda y permita mayor relajación de la zona cervical. Pueden
tener una serie de anexos para mantener el material de fisioterapia.
2. TIPOS DE SILLAS.
Existen en el mercado una amplia gama de sillas que facilitan el traslado de
enfermos. Algunas indicadas expresamente para realizar algunas acciones
concretas o en determinadas situaciones.
c) Silla de ascensor.
Plegables y extraordinariamente estrechas para acceder
por puertas y pasos no accesibles a las sillas
convencionales.
d) Silla activa.
Combina diseño y tecnología portando un sistema de
amortiguación que permite minimizar las presiones sobre
la columna vertebral en usuarios muy activos que
frecuentan numerosos obstáculos.
e) Silla pasiva.
De elección idónea para usuarios moderadamente activos, así como los más
pasivos. Posee un asiento fácilmente ajustable y un respaldo reclinable, manual
o eléctricamente. Estas características permiten mantener la estabilidad durante
su conducción.
f) Silla de evacuación.
Diseñada para actuar en zonas de difícil acceso. De
dimensiones reducidas, permite un almacenaje cómodo y rápido.
Posee reposabrazos abatibles con dos empuñaduras traseras y
dos delanteras para facilitar el transporte de pacientes en
escaleras. Imprescindibles en ambulancias y edificios públicos.
g) Silla deportiva.
De bajo peso y gran resistencia permite ajustar el
centro de gravedad así como apoyar el peso en la
parte trasera gracias a su sistema antivuelco. La
angulación de las ruedas asegura gran estabilidad
y facilidad de giro. Posee un sistema de sujeción
muy precisa del jugador a la silla. Indicadas para
deportes como baloncesto, tenis, carrera, etc.
h) Silla de bipedestación.
Son sillas verticalizables eléctricas o semieléctricas que
integran la posibilidad de estar de pie al igual que sentado,
mejorando el equilibrio y el bienestar físico y psíquico. Mejora
la tonalidad muscular y reduce el riesgo de escaras.Mantiene
una correcta alineación corporal de rodillas caderas y
hombros.
3. TIPOS DE CAMAS.
Las camas se usan en cualquier ambiente, tanto dentro del medio hospitalario
como fuera. Sus características generales deben estar adaptadas a las de los
usuarios. Ello nos proporciona varios tipos básicos de camas cada una con
distintas prestaciones:
Los materiales y acabados de todos estos tipos de cama deben ser fáciles de
limpiar y resistentes a las manchas y al deterioro. La cama debe ser modular, es
decir, debe permitir añadir accesorios que aumenten sus prestaciones, pues las
necesidades del usuario pueden cambiar con el tiempo, o bien, distintos usuarios
pueden presentar distintas necesidades.
4. TIPOS DE GRÚAS.
La grúa se define como un elemento auxiliar que está a disposición del cuidador
para movilizar al enfermo dependiente con mayor seguridad y menor riesgo de
lesiones para él y los profesionales. Con su utilización se pretende movilizar los
pacientes más dependientes con menor esfuerzo de los cuidadores. En función
de su uso nos encontramos diversos tipos:
a) Grúa de bipedestación.
Está especialmente diseñada para realizar transferencias de
una manera sencilla, segura y rápida. Puede utilizarse para
distintos niveles de dependencia, desde usuarios que precisan
ayuda total hasta aquellos que precisan ayuda solo para
rehabilitación.
b) Grúa de domicilio.
Suele tener una base con ruedas que facilita los desplazamientos en todo tipo
de suelos. Tiene una apertura de las patas ajustables para facilitar el acceso bajo
d) Grúa especiales.
Distinguimos dos tipos:
I. Grúa de bañera.
Mediante una palanca manual eleva y desciende un
asiento dentro de la bañera de forma segura. El asiento
en su posición más alta gira permitiendo la entrada y
salida de la bañera de forma cómoda y fácil. Carga en
torno a los 125 kg.
1. Accesorios de fijación.
I. Disco giratorio.
Facilita el giro para transferencias a la cama, el coche o la silla de ruedas.
Soporta un peso máximo de 125 kg.
V. Bolsa auxiliar.
De material impermeable se puede colgar de los puños en la parte trasera de la
silla. Posee cremallera y compartimentos múltiples así como bandas reflectantes
para la seguridad vial. Otra modalidad es la bolsa situada bajo el asiento. Supone
una alternativa más segura pues no altera el centro de gravedad de la silla.
II. Barandillas.
Es un elemento de seguridad fundamental en aquellos usuarios que lo precisen.
IV. Portasueros.
Dispositivos con ganchos que son necesarios si el paciente porta algún tipo de
sistema que precise de la ayuda de la fuerza de la gravedad para su correcto
funcionamiento. También puede ser utilizado en la silla de ruedas.
V. Conos de elevación.
Elevan las camas corrientes para que resulte más fácil entrar o salir
especialmente en las transferencias.
IV. Bancada.
Plataforma para la instalación de la camilla. Está dotada de anclaje trasero y
cable tirador. Dispone de una rampa abatible para facilitar el acceso de la camilla.
V. Portacamilla.
Permite el desplazamiento lateral y el movimiento de elevación y descenso para
facilitar la carga de la camilla en la ambulancia. El sistema se acciona
manualmente de forma mecánica e incluye anclaje trasero para la camilla.
a) Muñequeras y tobilleras.
En función del sistema de cierre distinguimos:
• Con velcro.
✓ Suelen estar acolchadas con lo que
absorben mejor la presión.
✓ Sus materiales suelen ser
hipoalergénicos.
✓ Permite un fácil y buen ajuste, así como
una apertura rápida.
✓ Permite liberar al paciente sin desatar las
cintas del bastidor de la cama.
✓ Se colocan en las muñecas y tobillos del
paciente dejando caer las cintas a ambos lados de la cama.
✓ Se ajusta y se fija bien con el cierre de velcro, y se tensa y anudan las
cintas a ambos lados del bastidor de la cama.
• Con anillas.
b) Musleras.
Las musleras están indicadas para pacientes
extremadamente agitados. Se aplican en el muslo
pero lo más cerca posible de la rodilla para obtener
una mejor contención del paciente.
controlar los giros y mantener los cambios posturales a voluntad. Para ello el
cinturón posee unas anillas laterales de enganche.
5. CIRCUITOS DE TRASLADOS.
El traslado de un enfermo siempre tiene un punto de inicio u origen y otro de
final. Todo el recorrido existente entre ambos puntos constituye el circuito del
traslado. Podemos distinguir varios circuitos de traslados en función de su
procedencia y de su fin:
• Circuito primario, es aquel que se desarrolla desde el lugar donde se
produce una emergencia hasta el centro sanitario más próximo. Tiene
distintas modalidades en función del medio de transporte empleado para
la ocasión (aéreo, marítimo, terrestre,…) Suele ser un circuito de
traslado complicado, pues es imprevisto y normalmente con carácter
urgente.
a) Tipos de transporte.
Existen distintas clasificaciones según:
I. El tipo de enfermo:
✓ críticos. Enfermos con riesgo actual o potencial para la vida de
forma inmediata o prolongada por compromiso de las funciones
vitales.
Vamos a exponer de forma individual los efectos del transporte terrestre y los del
aéreo:
I. Transporte terrestre.
1. Aceleraciones positivas y negativas.
La posición habitual del paciente en la ambulancia es el decúbito supino con la
cabeza en el sentido de la marcha con lo que las aceleraciones pueden provocar:
hipotensión, taquicardia y cambios en el EKG. Las deceleraciones pueden
provocar: aumento de TA, bradicardia y aumento de la PIC. Para minimizar estos
efectos se recomienda una conducción prudente, evitando maniobras bruscas,
fijar el material, administrar fármacos con bomba de infusión, sujetar la camilla y
al paciente.
2. Vibraciones.
Producen resonancias en órganos internos pudiendo llegar a romper pequeños
vasos. Pueden evitarse manteniendo las suspensiones en perfecto estado y con
el uso del colchón de vacío.
3. Ruidos.
Se considera nocivo si supera los 85 decibelios. Produce taquicardia,
vasoconstricción, disconfort, ansiedad y dificultad en la comunicación. Se
recomienda utilizar las señales acústicas sólo cuando sea imprescindible.
4. Temperatura.
Si es muy baja produce: disconfort, colapso vascular, escalofríos, tiritona y
aumenta el consumo de oxígeno. Si es muy alta: disconfort, sudoración,
vasodilatación e hipotensión. Para evitarlo el vehículo debe disponer de sistemas
de regulación de la temperatura, no estar expuesto al sol ni a la intemperie por
tiempo prolongado y cubrir al paciente con mantas isotérmicas.
2. Ruidos.
Produce: taquicardia, vasoconstricción, disconfort, fatiga auditiva, ansiedad y
dificultad en la comunicación verbal. La intensidad es superior a la del transporte
terrestre. Por ello, deben utilizarse dispositivos de protección acústica para
personal y paciente, siendo imprescindibles los métodos de diagnóstico digitales.
3. Temperatura.
El helicóptero debe disponer de sistemas de regulación de la temperatura, no
estar expuesto al sol ni a la intemperie por tiempo prolongado y se debe cubrir
al paciente con mantas isotérmicas.
4. Turbulencias.
Son sacudidas bruscas que pueden desplazar objetos y personas, los pasajeros
deben usar los cinturones de seguridad y el material debe estar fijado de forma
segura.
5. Altura.
Al aumentar la altitud disminuye la concentración de oxígeno. En los
helicópteros, que no vuelan a alturas muy superiores, este efecto apenas es
significativo. La disminución de la concentración de oxígeno puede producir:
hiperventilación, tetania, inconsciencia e hipoxemia en determinadas patologías.
Por otra parte, la menor presión atmosférica puede dar lugar a una mayor
expansión de los gases pudiendo afectar a las personas (agudización de
neumotórax, neumomediastino, dilatación gástrica, aumento de la presión en
tímpanos, etc.), así como al material sanitario (tubo endotraqueal, sondas,
sistemas de infusión, drenajes, etc). Las férulas hinchables pueden comprimir y
el colchón de vacío perder rigidez. Se aconsejan sueros en recipientes plásticos
y bombas de infusión y se desaconseja el uso de férulas hinchables, así como
revisión continua de las de vacío.
realización del transporte por un equipo cualificado y entrenado junto con una
buena monitorización, reduce las posibles complicaciones que puedan aparecer
durante el mismo.
3.- COMPLICACIONES.
Todo traslado de pacientes está expuesto a posibles complicaciones e
imprevistos durante el mismo, al igual que conlleva una serie de riesgos que
deben de ser valorados antes de tomar la decisión del transporte. Los riesgos a
los que se somete el paciente durante su traslado pueden ser minimizados
gracias a la planificación, el uso de un equipo cualificado y la utilización de
material adecuado en cada circunstancia. Si la monitorización es la adecuada y
el soporte ventilatorio está garantizado de manera correcta durante su traslado,
la aparición de incidencias graves es menor.
Por otra parte los efectos del movimiento que implica todo transporte sobre el
paciente pueden ser directos o indirectos: el dolor, el disconfort y el propio
estimulo del movimiento pueden afectar directamente de manera negativa en las
condiciones del paciente, mientras que la rapidez del movimiento y la limitación
del mismo probablemente reducen las necesidades del paciente para
mantenerse estable durante el traslado.
Debe ser muy preciso llevar en el traslado una mochila de transporte para
transportar el material y la medicación necesaria en caso de complicaciones
durante el traslado (extubación, neumotórax, canalización de vía, parada
cardiorespiratorias, etc.).
PRINCIPALES COMPLICACIONES:
Cardiovasculares: Arritmias, alteraciones de la presión arterial por
discontinuidad en la infusión de forma accidental o por cambios en la frecuencia
cardiaca y respiratoria como resultado de la ansiedad, dolor o mala sedación.
CONSIDERACIONES ESPECIALES.
Por citar algunos de los imprevistos y consideraciones especiales que el
personal de enfermería debe de tener en cuenta a la hora de realizar un traslado,
sería por ejemplo:
- Resonancia Magnética, en la que se debe de evitar la entrada de metales
en la sala (pulseras, anillos, relojes, gafas, etc.), tanto del paciente como
del propio personal, y tener en cuenta de que no sean portadores de
marcapasos transcutáneos o válvulas cardiacas metálicas. En pacientes
cabeza se mantiene erecta y los pies dirigidos hacia delante. Las rodillas y los
dedos en ligera flexión. El enfermo se encuentra acostado sobre su espalda con
las extremidades en extensión, las superiores pegadas al cuerpo y las inferiores
juntas.
Si el paciente no tiene apoyo para los muslos estos tienden hacia la rotación
externa, dos toallas enrolladas apretadas contra las caras externas de los
mismos por debajo del trocánter femoral, conservarán alineados los miembros
inferiores. Las rodillas deberán estar en ligera flexión para lograr la máxima
comodidad; esto se consigue colocando una almohada debajo de los muslos,
inmediatamente por encima del hueco poplíteo.
En el decúbito supino o dorsal los pies tienden a la flexión plantar, esta flexión
de ser prolongada puede ocasionar caída del pie (pie péndulo) con contracción
involuntaria de gemelos y sóleo.
Es la posición con o sin almohadas más usual, al menos inicialmente hasta que
se tenga establecido el diagnóstico. También se utiliza en la exploración del
abdomen, piernas y pies así como para la palpación de las mamas en mujeres.
Indicaciones:
- Examen de tórax, abdomen, miembros superiores e inferiores.
- Postoperatorio.
- Estancia en la cama.
- Cambios de posición.
- Palpación de las mamas.
Contraindicaciones:
- Ancianos.
Pueden colocarse almohadas en distintas zonas del cuerpo del paciente para
favorecer su alineamiento:
• Debajo del cuello y hombros,
para evitar la hiperextensión del cuello.
• Debajo de la zona lumbar (un
pequeño cojín), para mantener la
curvatura anatómica.
• Colocar una toalla enrollada lateralmente bajo las caderas y
muslos, evitando la rotación externa del fémur.
• Debajo del tercio inferior del muslo, para elevar el hueco poplíteo.
• Debajo de la parte inferior de las piernas, para elevar los talones.
Para conseguir la relajación de las paredes musculares abdominales,
también se usa esta posición de DECÚBITO DORSAL:
Indicaciones:
✓ Exploraciones de espalda (aunque para exploraciones se usan poco) y
glúteos.
✓ Postura de colocación en enfermos comatosos o inconscientes.
✓ Enfermos anestesiados con anestesia general para prevenir el vómito.
✓ Cirugía de la columna vertebral.
✓ Estancia en la cama (cambios posturales)
Pueden colocarse almohadas en distintas zonas del cuerpo del paciente para
favorecer su alineamiento:
• Debajo de la cabeza.
• Colocación de un pequeño cojín bajo el diafragma, para evitar la
hiperextensión de la curvatura lumbar, la presión excesiva en las mamas
y facilitar la respiración.
• Debajo del tercio inferior de las piernas, para disminuir el
rozamiento en los dedos de los pies.
las axilas y otros dos a nivel de las palas ilíacas (estos últimos no
deben comprimir los vasos femorales). El rodete debería formarse
doblando paños no arrugados. Los requisitos de un buen rodete axilar
serían:
- Suficientemente grueso y no debe ser compresible, de
forma que el tórax quede separado suficientemente y el
hombro completamente descargado.
- Suficientemente largo para servir de soporte a la anchura
anteroposterior del tórax.
- Suficientemente ancho para repartir la presión sobre varias
costillas.
- Colocarse ligeramente caudal a la axila, para evitar la
compresión de las estructuras neurovasculares axilares.
Indicaciones:
• Para hacer la cama ocupada con un paciente encamado.
• Para administrar tratamiento por vía rectal (por ejemplo supositorios).
• Administración de inyectables intramusculares.
• Para prevenir las úlceras por decúbito(cambio postural)
• Administración de enemas.
• Higiene y masajes.
• Efectos respiratorios: son importantes. Hay que tener en cuenta que por
el peso del tórax, menor capacidad de movimiento de las costillas que apoyan
y por la presión de las vísceras abdominales que desplazan al diafragma hacia
arriba, disminuye la capacidad vital del pulmón yacente. Estos cambios no son
significativos en un paciente despierto con respiración espontánea, ya que
consigue una contracción más eficaz y por lo tanto, un mayor volumen
ventilatorio. Sin embargo, en el enfermo anestesiado sometido a ventilación
mecánica podría ser más problemático, al tener el yacente una mejor perfusión
y el superior una mejor ventilación, con la consecuente desproporción en la
relación ventilación/perfusión; tanto es así, que a veces y dependiendo del caso,
es necesario el uso de ventilación a presión positiva.
Indicaciones:
• Posición de seguridad, por lo que es ideal para el transporte
de accidentados.
• Exámenes rectales.
• Administración de enemas y medicamentos vía rectal.
• Colocación de sondas rectales.
• En pacientes inconscientes para facilitar la eliminación de
secreciones.
• En el Postoperatorio.
• Facilita la relajación muscular.
• Facilita el drenaje de secreciones.
Pueden colocarse almohadas en distintas zonas del cuerpo del paciente para
favorecer su alineamiento:
- Debajo la cabeza.
- Debajo el hombro y brazo superior.
- Debajo el muslo y pierna superior.
- El cuerpo se apoya en hombro y cadera.
En esta posición los principales puntos de apoyo están en los talones, sacro y
parte del hueso coxal. La posición de Fowler está indicada en pacientes o con
trastornos respiratorios o cardiacos, puesto que con ella se logra la máxima
expansión torácica.
Indicaciones:
• Posición muy empleada en las exploraciones de otorrinolaringología.
• Pacientes con problemas respiratorios (asma, EPOC, enfisema, etc.).
• Para relajar los músculos abdominales.
• Pacientes con problemas cardíacos.
• Exploraciones de cabeza, ojos, cuello, oído, nariz, garganta y pecho
Pueden colocarse almohadas en distintas zonas del cuerpo del paciente para
favorecer su alineamiento:
Indicaciones:
• Mejora de la circulación cerebral sanguínea.
• Lipotimias o síncopes.
• Conmoción o shock.
• Para el drenaje de secreciones bronquiales.
• Evitar las cefaleas después de una punción lumbar.
• Hemorragias.
• Cirugía de los órganos pélvicos
Indicaciones:
• Exploración radiográfica.
• Facilita la circulación sanguínea a nivel de las extremidades.
• En algunas intervenciones quirúrgicas (bocio).
• En caso de problemas respiratorios.
• En caso de hernia de hiato.
posición, hay que prestar especial atención al paciente, por resultar una posición
bastante humillante para el.
La enferma se encuentra en
decúbito supino, con la pelvis
borde de la mesa. Las
extremidades inferiores están
separadas, con los muslos y
piernas flexionadas. Para sostener estas extremidades existen unos soportes o
estribos (perneras) en los que se pueden colocar las rodillas o los pies.
Indicaciones:
• Exámenes ginecológicos (vaginal), rectales y vesicales.
• Partos.
• Intervenciones ginecológicas.
• Lavado genital.
• Sondaje vesical en la mujer.
• Examen manual o instrumental de la pelvis.
• Exploración de las embarazadas.
1. COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS:
• Del sistema nervioso central:
- Cefalea occipital (secundarias a vasculitis isquémicas).
- Lesión del tronco cerebral (de origen isquémico).
- Hemorragia cerebral (hipercapnia).
Las complicaciones neurológicas son las que aparecen con mayor frecuencia.
Su diagnóstico último necesitaría de estudios electromiográficos y neurográficos.
2. COMPLICACIONES NO NEUROLÓGICAS:
• Traumatológicas:
- Traumatismos por pellizcamiento de zonas
sacras (personal inexperto).
- Distensión ligamentosa.
- Fracturas óseas en patología ósea.
• Dermatológicas:
- Alopecia postcompresiva (de origen isquémico).
- Ulceraciones postcompresivas (de origen isquémico).
• Oftalmológicas.
• Cardiocirculatorias
- Enfermedad tromboembólica.
- Oclusión arterial (arteriopatía previa).
- Hipotensión arterial.
- Descompensación cardiaca aguda.