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1. S. [Petróleo pesado]
Método de recuperación térmica por el cual el vapor generado en la superficie se
inyecta en el yacimiento a través de pozos de inyección distribuidos especialmente.
Cuando el vapor entra al yacimiento, calienta el petróleo crudo y reduce su
viscosidad. El calor también destila los componentes ligeros del petróleo crudo, que
se condensan en el banco de petróleo por delante del frente de vapor y reduce aún
más la viscosidad del petróleo. El agua caliente que se condensa a partir del vapor y
el vapor mismo generan un empuje artificial que barre el petróleo hacia los pozos
de producción. Otro factor contribuyente que aumenta la producción de petróleo
durante la inyección de vapor se relaciona con la limpieza cercana al pozo. En este
caso, el vapor reduce la tensión de la interfaz que vincula las parafinas y los
asfaltenos a las superficies de la roca, mientras que la destilación con vapor de las
fracciones ligeras del petróleo crudo crea un pequeño banco de solvente que puede
retirar de manera miscible el petróleo atrapado. La inundación con vapor también
se denomina inyección continua de vapor o empuje de vapor.
El petróleo pesado se define como un aceite que tiene una viscosidad de petróleo muerto
(dead oil viscosity), a la temperatura original del yacimiento, mayor a 100 centipoise
(cP), o (a falta de datos de viscosidad) una gravedad API menor a 22,3°. Cotiza a un
menor precio que los crudos livianos, especialmente cuando presenta un alto contenido
de azufre y metales pesados. Así mismo, la productividad de los pozos es menor y
puede dificultar el transporte para su comercialización. Por lo tanto, la explotación
exitosa del petróleo pesado requiere planeación y ejecución cuidadosas.
Los elementos clave para una operación exitosa con crudo pesado son varios. Se debe
considerar la cadena de valor completa desde el campo productor hasta el transporte, la
comercialización, el mejoramiento y la refinación de este petróleo. Para lograr una
recuperación óptima y éxito económico, el operador debe tener la experiencia
organizacional y la capacidad para implementar y dirigir la operación eficientemente,
además de mejorar y optimizar las operaciones de manera constante. Todas estas tareas
deben ser dirigidas en una forma tal que cumplan con los estándares y expectativas
ambientales.
Una caracterización fidedigna de los recursos de crudo pesado es vital, sin importar la
opción de desarrollo que se escoja. Un buen conocimiento geológico resulta esencial.
Tratándose de petróleo pesado se deben estimar cuidadosamente los parámetros
importantes de roca y roca/fluido, que afectan la productividad –especialmente la
viscosidad del petróleo y su permeabilidad relativa–. Las mediciones adecuadas son
difíciles y por ello los laboratorios donde estas se lleven a cabo deben tener experiencia
con crudos pesados y deben ser seleccionados meticulosamente.
Recuperación primaria
La recuperación primaria se puede aplicar para petróleo de gravedad API muy baja. Por
lo general, es el método preferido, si resulta económico. Los factores clave para tener
una producción primaria exitosa son la energía del reservorio (presión del reservorio y
cantidad de gas disuelto) y la movilidad del petróleo (permeabilidad/viscosidad del
aceite). Un ejemplo de producción primaria exitosa es el campo gigante Boscán en la
región occidental de Venezuela. Este campo ha producido más de 1300 millones de
barriles de petróleo de 10 °API en más de 50 años de operación.
La inyección de agua puede ser aplicada en algunos yacimientos de crudo pesado donde
los procesos de recuperación mejorada de petróleo no son técnica o económicamente
posibles. Sin embargo, la inyección de agua para la extracción de crudo pesado mejora
marginalmente la recuperación final (de 2% a 20%, con respecto a la recuperación
primaria) en comparación con la recuperación mejorada. Para considerar su aplicación,
los factores clave son la viscosidad del crudo, la heterogeneidad de la permeabilidad, así
como la continuidad de estratos de alta permeabilidad dentro del yacimiento. La
viscosidad afecta fuertemente el escape de burbujas de agua (water fingering) por causa
de inestabilidades viscosas y, a su vez, la recuperación final. De forma similar, si un
yacimiento tiene un alto grado de variación en la permeabilidad, así como continuidad
de estratos de alta permeabilidad entre pozos, la recuperación será afectada de forma
adversa y la inyección de agua podría no ser factible.
El vapor que se inyecta en los campos petroleros es saturado (húmedo) y tiene dos fases
–líquido y vapor–, lo que lo hace difícil de medir y controlar. Además, los sistemas de
distribución de vapor regularmente lo suministran a cientos de pozos de inyección.
Cuatro problemas interrelacionados se asocian con esta distribución.
Monitoreo en el yacimiento
En el campo Kern River, Chevron tiene aproximadamente 8000 pozos activos y 660
pozos de observación. La identificación del vapor, la saturación de crudo y los registros
de temperatura provenientes de pozos de observación se utilizan para desarrollar
geomodelos de variaciones temporales de saturación de petróleo y temperatura. Esta
información se utiliza posteriormente para identificar las áreas que necesitan vapor
adicional o las que han alcanzado un estado de maduración de la inyección de vapor. En
otros campos, donde resulta apropiado, se han utilizado métodos de monitoreo
indirecto. Estos incluyen medidores de inclinación, sensores remotos por satélite y
monitoreo de sísmica 4D.
Conclusiones
* La recuperación primaria puede ser una opción, incluso para crudos muy pesados, si
en el yacimiento existen condiciones que lo permitan.
* La inyección de agua y el mantenimiento de presión puede ser aplicable en algunos
tipos de crudos pesados menos viscosos, pero la mayor parte de la recuperación ocurre
con altos cortes de agua y el incremento en la recuperación es usualmente marginal en
comparación con la recuperación mejorada con vapor.
* Las innovaciones tecnológicas han incrementado las aplicaciones de recuperación
primaria e inyección de agua en yacimientos de crudo pesado.
* La aplicación efectiva de innovaciones tecnológicas en operaciones de recuperación
mejorada por inyección de vapor provee beneficios económicos significativos.
Reservas
Todas las reservas de crudo y gas natural situadas en el territorio venezolano son
propiedad de la República, estimadas por PDVSA y oficializadas por el
Ministerio del Poder Popular de Petróleo (MPetro), siguiendo el manual de
definiciones y normas de reservas de hidrocarburos establecidas por este ente
oficial, cuyas normas no sólo incluyen procedimientos específicos para el
cálculo de reservas, sino también aquellos necesarios para el debido control de la
información requerida por la Nación. Estos procedimientos son los mismos que
se utilizan a escala mundial, de manera que los valores declarados son
comparables con diferentes países.
De acuerdo con los niveles de producción del año 2015, las reservas probadas de
crudo, incluyendo las reservas de crudo pesado y extrapesado, tienen un tiempo
de agotamiento de 301 años aproximadamente.
Reservas de Crudo
Los niveles de las reservas probadas de crudo, durante el año 2015, se ubicaron
en 300.878 MMBLS. La distribución de reservas por cuencas es la siguiente:
20.330 MMBLS Maracaibo - Falcón; 1.088 MMBLS Barinas - Apure; 279.117
MMBLS Oriental y 343 MMBLS Carúpano. La FPO Hugo Chávez forma parte
de la cuenca Oriental y sus reservas son 270.703 MMBLS de crudo, de las
cuales 2 MMBLS corresponde a gas húmedo, 76 MMBLS corresponde a crudo
condesado, 1.609 MMBLS corresponde a crudo liviano, 1.202 MMBLS
corresponde a crudo mediano, 8.299 MMBLS a crudo pesado y 259.515
MMBLS a crudo extrapesado.