Anda di halaman 1dari 2

RESEÑA

Paul Ricœur, «Relato histórico y relato de ficción», en Historia y narratividad. Traducción de


Gabriel Aranzueque Sahuquillo. Ediciones Paidós. Barcelona, 1999, pp. 157-182.

Relato histórico y relato de ficción es una crítica metódica a la propuesta de Claude Bremond
en La logique du récit sobre el punto en que se entrecruzan la ficción y el relato verdadero,
que, reconociendo el alcance de la propuesta de Bremond, termina por concluir que es en el
nivel de la trama y no en la lógica del relato en que esta situación se da.

En Relato histórico y relato de ficción, Paul Ricoeur tiene como finalidad tratar de «señalar
los puntos de intersección y las líneas de divergencia que existen entre el relato de ficción y
el relato histórico», para lo que el mismo autor plantea como posibilidad, una imbricación de
estos dos en el nivel de la trama.

Para llevar a cabo su análisis, Ricoeur se propone examinar La logique du recit de Claude
Bremond, considerando si cualquier trama estaría inmersa en la lógica del relato de este,
siendo entonces esta lógica el último nivel en que se encuentran ambos tipos de relato. Para
conducir su ensayo, el autor plantea la pregunta: «¿Puede decirse que la lógica del relato es
más formal que la estructura de la trama y, al mismo tiempo, de una extensión menor?», lo
cual el mismo Ricoeur considera paradójico y, al mismo tiempo, plausible. La respuesta a
esta interrogante, la podrá adivinar el lector a lo largo del ensayo, sin embargo, en la última
parte del mismo, Ricoeur sintetizará su respuesta de forma explícita.

A partir de esta pregunta se inicia un primer apartado que el autor llama Un modelo «lógico»,
en el que explica cómo Bremond construye su lógica del relato, a partir de una lectura crítico-
correctiva del modelo formal de Vladimir Propp, dividida en cuatro momentos: el
encadenamiento de las funciones, que para Propp es bastante rígido, pero que Bremond trata
de flexibilizar; la secuencia elemental, más corta que la serie de Propp, que se desarrolla en
tres fases: posibilidad, actualización de esta y desenlace; el paso de la secuencia elemental a
la compleja, en la que cobra gran importancia la posibilidad de devolver la flexibilidad
perdida de los sintagmas estereotipados en el cuento ruso; y la restructuración de la propia
noción de «función», en la que entra a jugar un nuevo término, el de «papel», y,
principalmente, el de «disposición de papeles».

Con respecto a esta última división, dice Ricoeur que es precisamente en lo que consiste la
lógica del relato, la que, según él, no es más que un intento por definir una lógica reguladora
de todas las relaciones existentes en el desarrollo de los distintos papeles, lo que es mucho
más formal que todo lo que configura la trama.
No obstante, Ricoeur pone en duda que un papel sea algo estrictamente narrativo, lo que
encuentra respuesta en el hecho de que Bremond creara un «inventario sistemático de los
papeles narrativos principales», que se configura como una gramática narrativa o lógica del
relato, al ser esta una clasificación de papeles en la que se encuentran todos los papeles
posibles.

Pero, con respecto al tema de los papeles, Ricoeur concluirá que estos y su orden no son
seleccionados, precisamente, por la trama, de modo que esta no surge de los papeles, sino por
el contrario, es ella el principio selectivo. Así, la síntesis de los papeles en la trama no
depende de la lógica del relato, y no es posible conocer una trama por el hecho de conocer los
papeles, pues estos son solo posiciones que se ocupan a lo largo de la acción, en tanto la
trama es movimiento. En este sentido, Ricoeur muestra al lector que la trama depende más de
la praxis, de la pragmática del habla, que de la gramática de la lengua, es decir, de los papeles
narrativos.

En este punto, abre el autor un nuevo apartado intitulado La limitación «antropomórfica» de


la lógica del relato, en el que responde explícitamente su pregunta conductora, al tiempo que
afirma que la lógica del relato se encuentra precodificada en el lenguaje ordinario, lo que la
limita y restringe su extensión versus la de las tramas.

Ricoeur va a concluir su ensayo con algunas hipótesis que, según él, pueden resolver la
aparente contradicción de que la lógica del relato sea más formal y menos extensa que la
trama. Para lo que es necesario entender, por un lado, que la lógica del relato desempeña el
papel de gramática versus praxis narrativa; por otro, que debido a que se asienta en el
lenguaje ordinario, define un mínimo narrativo, una base de narración, respecto a la que
pueden medirse las «separaciones» de la creación cultural de las tramas. Así pues, el autor
considera que hay relatos que transgreden el mínimo de narratividad, lo que mostraría el
carácter mucho más formal y menos extenso de la lógica; además, que tanto la ficción como
la historia pueden sobrepasar el inventario léxico narrativo; la ficción, jugando con el tiempo,
con el modo o con la voz; y la historia, por medio de la indagación, pues, al necesitar papeles
inauditos para la ficción, papeles reales, rompe el inventario de papeles, que se consideraba
completo, y hace necesario replantearlo.

Su ensayo lo termina Ricoeur afirmando que, como ya se había sugerido, historia y ficción se
entrecruzan en el nivel de elaboración de la trama, y dando crédito a lo que el presente
análisis aporta a dicha tesis, por ejemplo, poder entender las complejas relaciones que se tejen
entre el relato de ficción y el relato histórico.

De este modo, Relato histórico y relato de ficción se presenta como un ensayo de suma
utilidad para cualquier estudioso de la literatura, interesado en profundizar en esa intricada
relación entre la ficción y la historia.

Anda mungkin juga menyukai