CLASIFICACIÓN
Aguda
Inflamación de las amígdalas palatinas que puede durar alrededor de una semana,
a lo sumo 10 días.
Amigdalitis viral.
Las faringitis agudas no complicadas tienen un origen vírico que se ha cifrado entre
un 50 % y un 70 % de los casos.
3. Mixovirus
4. Enterovirus
4. Hemophilus Influenzae.
5. Estafilococo aureus.
Amigdalitis ulceronecrotica.
Amigdalitis pseudomembranosa.
Amigdalitis vesiculosa.
Estos cuadros tienen una etiología vírica y en sujetos sanos tienen una evolución
muy favorable. El motivo de consulta suele ser, más que la odinofagia como en el
resto de las amigdalitis, el dolor difuso de la mucosa orofaríngea debido a lo
disperso de las lesiones por la misma, por lo que se pueden considerar cuadros más
puramente orofaríngeos que amigdalares. A la exploración se aprecian vesículas y
ulceraciones poco profundas, resultado de la ruptura de las vesículas, más o menos
dispersas por la mucosa oral y faríngea según la etiología, y más o menos aisladas.
Signos y síntomas
1. Crónicas
Signos y síntomas
Molestias faríngeas que va desde ardor leve frecuente, hasta dolor localizado a la
proyección cervical de una o ambas amígdalas. Con frecuencia se refiere la
sensación de cuerpo extraño faríngeo que sigue a cualquier exceso de actividad
física, enfriamiento o actividades intercurrentes, que rápidamente es causa de
faringitis poco intensas, también se señala dolores musculares de localización
variable, astenia, adinamia, cierto malestar general y en ocasiones dolor
retrofaringeo y nasofaríngeo. Además el paciente puede referir: Dolor sobre todo al
tragar. Hiperemia en la región periamigdalina. Material gaseoso fétido. Al presionar
la amígdala palatina es frecuente observar la salida de exudado purulento.
DIAGNOSTICO
TRATAMIENTO QUIRURGICO
COMPLICACIONES
2. otitis: es una inflamación del oído causada, generalmente, por una infección. El
tipo más común de esta afección es la denominada otitis media y está provocada
por la inflamación del oído medio, que se encuentra en la parte posterior del
tímpano.
4. Deshidratación
7. Convulsiones
ADENOIDITIS
La adenoiditis es una inflamación del adenoides, que son masas de tejido linfático
que ayudan al organismo a combatir las infecciones.
Los adenoides están situadas por detrás de las fosas nasales, su función se limita
a los primeros años de la vida, hasta que el niño desarrolla su sistema de defensas
y sirven principalmente como un filtro para defender las vías respiratorias superiores
de las agresiones externas: virus, bacterias, gérmenes
•ADENOIDITIS CATARRAL VIRAL: Consiste en que, tras un cuadro febril poco
importante (38 a 38.5 °C) con un cuadro general poco afectado, aparece secreción
nasal anterior y posterior clara.
•ADENOIDITIS PURULENTA: Infección bacteriana primaria o secundaria por
sobreinfección de la forma catarral. La afectación general y el cuadro febril suelen
ser importantes (40 °C) y la rinorrea es francamente purulenta
CLASIFICACION
• ADENOIDITIS AGUDA: Se entiende por adenoiditis aguda la inflamación
infecciosa transitoria de la amígdala faríngea. Se trata de un proceso típicamente
pediátrico que además afecta con frecuencia la trompa de Eustaquio y al oído medio
en forma de otitis medias agudas y agudas de repetición.
• ADENOIDITIS CRONICA E HIPERTROFICA: Se entiende por adenoiditis
crónica la infección inflamatoria de la amígdala faríngea que se caracteriza por una
serie de cambios tisulares irreversibles en forma de fibrosis, necrosis,
desestructuración de la trama linfoide y epitelial, como consecuencia de la
proliferación bacteriana en el estroma de la amígdala faríngea. Tiene una evolución
larga e insidiosa.
La inflamación crónica y la hiperplasia adenoidea se manifiesta por los siguientes
datos:
1. Obstrucción nasal progresiva unilateral o bilateral, parcial por lo regular pero
que no cede por completo al terminar las exacerbaciones inflamatorias
agudas. Puede suceder que:
6. Con esta base el médico debe relacionar la aparición de otitis media aguda
repetitiva o el hallazgo de otitis media serosa-secretora con adenoiditis en
todo niño menor de 10 años.
11. Sin embargo cada caso debe analizarse de manera individual realizando los
exámenes de la nasofaringe con el nasofaringoscopio o el espejo, y de
realizarle a todos los pacientes radiografía lateral para demostrar el
crecimiento adenoideo.
12. Conviene relacionar otros brotes inflamatorios agudos con posible origen
adenoideo como: glomerulonefritis, bronquitis y bronquiectasia, carditis, etc.
La adenoamigdalectomia constituye como una medida terapéutica
indispensable, cuya omisión permite recidivas y las complicaciones.
Se basa en un estudio de la historia clínica del niño o Anamnesis, que incluirá una
serie de preguntas dirigidas a los padres sobre los síntomas, como pueden ser:
inicio y duración de los síntomas, Intensidad de dichos síntomas, Presencia de otros
síntomas, Afectan o no al desarrollo de la vida cotidiana del niño, etc.
TRATAMIENTO QUIRURGICO
Esta cirugía se realiza bajo anestesia general, de forma ambulatoria o sea que la
gran mayoría de los pacientes pueden volver al hogar unas horas más tarde y, su
recuperación completa tan solo dura unos días después de la intervención pudiendo
realizar sus actividades cotidianas.
COMPLICACIONES
1. OTITIS
Puede presentar una infección de las vías respiratorias, tal como neumonía o
bronquitis, si la infección del adenoides es grave debido a un virus o una bacteria.
La infección puede extenderse a los pulmones, los bronquiolos y otras estructuras
del sistema respiratorio.
5. VÓMITOS: Esto sucede cuando el niño traga sin darse cuenta una gran
cantidad de pus, principalmente durante el sueño en la noche en el pecho.
6. SEPTICEMIA: se produce por bacteriemia o envío de microbios sépticos a
otros órganos pueden aparecer en situaciones de inmunodepresión o de
enfermedad sistémica grave. La septicemia puede comenzar con:
escalofríos, fiebre alta, respiración acelerada, frecuencia cardíaca rápida, la
persona luce muy enferma.
CLASIFICACIÓN
Las fracturas nasales pueden afectar huesos propios, cartílagos nasales o ambos,
además de lesionar partes blandas y cornetes o producir desgarros de la mucosa
nasal. Esto depender á de varios factores: Edad del paciente (flexibilidad de los
tejidos), Dirección e intensidad de fuerza aplicada (fuerza lateral o frontal),
Naturaleza del objeto traumatizante, Tiempo de evolución, Tejidos involucrados.
El traumatismo nasal en niños es muy frecuente y causa lesiones cartilaginosas la
mayoría de las ocasiones con la consiguiente desviación del tabique posterior.
Algunas de estas lesiones pueden alterar el crecimiento normal nasal o craneofacial.
Fuerza lateral
1. Primer grado: involucra hueso nasal ipsolateral a dicha fuerza, con depresión
del hueso, sin alterar el tabique y la función nasal.
2. Segundo grado: se presenta con una fuerza lateral de mayor intensidad,
causando lesión del hueso nasal ipsolateral y contralateral, que se impacta en la
apófisis frontal del maxilar, provocando desplazamiento del tabique nasal.
3. Tercer grado: debido a la presencia de una fuerza de mayor intensidad se
fractura la apófisis frontal del maxilar, el hueso lagrimal y puede presentar fracturas
conminutas de los huesos nasales y del tabique, sien; éstas son las más frecuentes
en los accidentes automovilísticos.
En Fuerza frontal
1. Primer grado: es la de menor intensidad en la fuerza del golpe y se presentan
lesiones de la bóveda cartila- ginosa, con o sin fractura de la espina nasal anterior,
con o sin pequeños desplazamientos del tabique.
2. Segundo grado: en este nivel la fuerza del traumatismo es mayor, provocando
hundimiento de los huesos nasales, movilización importante del tabique y de bóveda
cartilaginosa.
3. Tercer grado: traumatismo de mayor intensidad y hace que la nariz se hunda,
involucrando daño del tabique importante, desgarros de mucosa nasal, orbitaria y
etmoidal. Éstos son los que más se asocian con traumatismos craneoencefálicos.
Tipos de reducción de fracturas
1.Cerrada: esta técnica se utiliza en fracturas nasales donde está fracturado un solo
hueso nasal, con anestesia local adecuada y la disminución del edema permita
evaluar toda la estructura nasal. Se coloca un instrumento romo debajo de los
huesos deprimidos o lateralizados, reduciendo mediante presión con movimientos
laterales o de elevación, en forma digital y bimanual. Debe tomarse en cuenta que
este tipo de instrumentos pueden lacerar la mucosa provocando epistaxis. La
reducción debe ser valorada antes de terminar la alineación de la fractura. Por
último, se colocan taponamientos anteriores nasales y férula rígida externa.
Prescripción de antibióticos, analgésicos. Retiro de taponamientos nasales entre 3
a 6 días posteriores, y la férula externa a los 14 días.
2. Abierta: es la más apropiada cuando la fractura es multifragmentada y desplaza
al tabique o tabique nasal. Permite visualizar los huesos y cartílagos nasales en
forma más directa para una colocación adecuada de cada fragmento en su lugar.
Se deben realizar en quirófano y con anestesia general, usando incisiones
convencionales de cirugía del tabique. Colocando tapones nasales, férula,
vestidura. Debe haber una mínima manipulación de tejidos blandos y periostio. Es
importante hacer notar al paciente que dependiendo de la magnitud de la lesión,
puede requerir una segunda intervención quirúrgica, ya que cada caso es diferente
y muchas veces no es posible obtener un resultado satisfactorio en la primera
cirugía.
COMPLICACIONES
Hemorragia, hemorragia intraorbitaria a tensión debe ser drenada de urgencia para
evitar la lesión del nervio óptico y de la retina, Obstrucción respiratoria por edema,
infección, extrusión de las placas de osteosíntesis, pseudoartrosis o retardo en la
consolidación, molestias sobre la placa o placa palpable. Es frecuente la aparición
de hematoma en la incisión coronal debido al gran despegamiento efectuado,
obstrucción crónica de la vía aérea, apneas del sueño, roncopatía, problemas
cardiovasculares, exacerbación de los trastornos de vías respiratorias bajas, cefalea
anterior, dolor facial atípico, anosmia-ageusia, trastornos orbitarios, visuales o
ambos. Compromiso del sistema nervioso central, meningitis, craneorrinolicuorrea,
papiloma invertido de nariz y senos paranasales (premaligno), tumores malignos,
problemas odontológicos, exposición ósea: cuando es pequeña se puede seguir
una conducta expectante con tratamiento antibiótico. Si es grande o si no cierra por
segunda intención se deben realizar colgajos locales, asimetría y hundimientos.