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AMIGDALITIS

La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas que son los ganglios linfáticos


presentes en la garganta que actúan para defender esta región de virus y bacterias.

CLASIFICACIÓN

Aguda

Inflamación de las amígdalas palatinas que puede durar alrededor de una semana,
a lo sumo 10 días.

Se distinguen dos formas clínicas:

Amigdalitis viral.

Las faringitis agudas no complicadas tienen un origen vírico que se ha cifrado entre
un 50 % y un 70 % de los casos.

1. Rinovirus30-50% de los casos.

2. Adenovirus, los tipos 1, 2, 3, 5 y 6

3. Mixovirus

4. Enterovirus

5. El coronavirus causa el 7-18 %..

6. Epstein-Barr, responsable del 7 % de los casos.

Amigdalitis bacteriana o supurativa.

Además del aumento de volumen y del intenso enrojecimiento, aparece un exudado


concretado en puntos blanquecinos lo que hace que se denominen pultáceas: es
decir, puntáceas que se suele iniciar en la boca de las criptas y que puede ser
confluyente hasta formar extensiones más o menos amplias. las bacterias
procedentes de las vías respiratorias superiores o inferiores en el caso de infección,
las bacterias procedentes de la boca, las que pueblan saprófitamente la faringe, o
aquellas que son vehiculadas desde el exterior. Se calcula que las infecciones
bacterianas corresponden a un 30-50 % del total de las infecciones faríngeas.

1. El Streptococcus hemolítico del grupo A 50 %.

2. Estreptococo piógeno beta-hemolítico del grupo A de Lancefield

3. Estreptococo beta-hemolítico B,C,G,F

4. Hemophilus Influenzae.

5. Estafilococo aureus.

6. Moraxella (Branhamella) catarrhalis.

Amigdalitis eritematosa o catarral.

Es la que en la exploración se encuentra un enrojecimiento difuso de las amígdalas


que se pueden extender al resto de la mucosa faríngea. No hay exudado amigdalar.

Amigdalitis ulceronecrotica.

En este tipo de amigdalitis el motivo de consulta es el mismo que en la amigdalitis


clásica: la odinofagia. A la exploración se caracteriza por la presencia de unas
amígdalas edematosas, congestivas, que presentan una ulceración, uni o bilateral,
que se ve como una solución de continuidad que puede delimitarse a la amígdala
como tal o bien invadir los territorios circundantes, abarcando los pilares
amigdalinos, la faringe posterior o el paladar blando, y que característicamente está
recubierta por un exudado blanquecino-grisaceo.

Amigdalitis pseudomembranosa.

El motivo de consulta será el mismo que para el resto de las formas de


faringoamigdalitis aguda, por lo que en los siguientes tipos de amígdalas no lo
reseñaremos de nuevo: la odinofagia intensa. A la exploración orofaríngea, las
amígdalas estarán recubiertas por un exudado blanquecino espeso, homogéneo,
de coloración grisácea, que puede confinarse a las amígdalas o bien cubrir de forma
variable las estructuras circundantes como pilares amigdalinos, velo del paladar o
mesofaringe. A la palpación cervical, las adenopatías aparecerán de forma variable
en cuanto a localización y tamaño en función de la etiología.

Amigdalitis vesiculosa.

Estos cuadros tienen una etiología vírica y en sujetos sanos tienen una evolución
muy favorable. El motivo de consulta suele ser, más que la odinofagia como en el
resto de las amigdalitis, el dolor difuso de la mucosa orofaríngea debido a lo
disperso de las lesiones por la misma, por lo que se pueden considerar cuadros más
puramente orofaríngeos que amigdalares. A la exploración se aprecian vesículas y
ulceraciones poco profundas, resultado de la ruptura de las vesículas, más o menos
dispersas por la mucosa oral y faríngea según la etiología, y más o menos aisladas.

Signos y síntomas

El inicio de la amigdalitis aguda es brusco, con el desarrollo de síntomas generales:


Escalofrió, Fiebre de 38 a 39, durante 24 a 72 horas, Disfagia, Adinofagia, Otolgia
refleja, Ganglios linfáticos disgàstricos y yugulares se encuentran crecidos y
dolorosos a la palpación, La voz se torna más gruesa, hiponasalidad, Halitosis,
Artralgia.

1. Crónicas

La amigdalitis crónica presenta una inflamación persistente amigdalar como


resultado de infecciones agudas recurrentes o infecciones subclínicas.

Se distinguen tres formas clínicas:

1. Forma hiperplásica: Es solo la consecuencia de la infección Se manifiesta


por un aumento de tamaño de una o varias de las estructuras amigdalinas
anteriormente descritas. La hipertrofia de estas estructuras es, pues, la forma
más elemental e inmediata de inflamación crónica de las amígdalas.

2. Forma críptica o caseosa: Se produce como consecuencia de la alteración


de la estructura de la cripta amigdalar acaecida tras el padecimiento de
numerosos procesos infecciosos agudos. Estos estenosan y fibrosan las
criptas dificultando su biología y retrasando la curación de cada uno de los
procesos infecciosos sufridos.

3. Forma quística. Es una consecuencia de la involución de la amígdala que,


al disminuir de tamaño y fibrosarse, puede atrapar en su interior acúmulos de
cáseum de tamaño variable, lo que facilita la aparición de quistes de esta
sustancia.

Signos y síntomas

Molestias faríngeas que va desde ardor leve frecuente, hasta dolor localizado a la
proyección cervical de una o ambas amígdalas. Con frecuencia se refiere la
sensación de cuerpo extraño faríngeo que sigue a cualquier exceso de actividad
física, enfriamiento o actividades intercurrentes, que rápidamente es causa de
faringitis poco intensas, también se señala dolores musculares de localización
variable, astenia, adinamia, cierto malestar general y en ocasiones dolor
retrofaringeo y nasofaríngeo. Además el paciente puede referir: Dolor sobre todo al
tragar. Hiperemia en la región periamigdalina. Material gaseoso fétido. Al presionar
la amígdala palatina es frecuente observar la salida de exudado purulento.

DIAGNOSTICO

TRATAMIENTO QUIRURGICO
COMPLICACIONES

1. absceso retrofaríngeo: es una acumulación de pus en los ganglios linfáticos


localizados en la parte posterior de la garganta. El absceso retrofaríngeo está
causado por una infección bacteriana. Los síntomas incluyen dificultad y
dolor al tragar, fiebre, rigidez de nuca y respiración ruidosa

2. otitis: es una inflamación del oído causada, generalmente, por una infección. El
tipo más común de esta afección es la denominada otitis media y está provocada
por la inflamación del oído medio, que se encuentra en la parte posterior del
tímpano.

3. Sinusitis: consiste en la infección e inflamación de la membrana mucosa que


reviste la nariz y los senos paranasales. Como explicamos en el contenido
general de Cuidado de la nariz, estos son unas cavidades de aire situadas
en los huesos del rostro, conocidas como senos frontales, etmoidales,
maxilares y esfenoidales.

4. Deshidratación

5. Traqueítis: corresponde a una inflamación de la tráquea. Benigna,


desaparece muy a menudo al cabo de unas semanas y no necesita
tratamiento intensivo. Es contagiosa si es de origen infecciosa.

6. Bronquitis: es una inflamación del revestimiento de los bronquios que llevan


el aire hacia adentro y fuera de los pulmones.

7. Convulsiones

8. La septicemia o sepsis estreptocócica: se manifiesta por fiebre,


taquicardia con tendencia a la hipotensión y la posible aparición de focos
sépticos en otros territorios.

9. La fiebre reumática: es una afección autoinmune debido a analogías de


estructuras entre el estreptococo betahemolítico A y los tejidos diana. Se
manifiesta como un cuadro febril al que se le pueden añadir artritis de
grandes articulaciones, síntomas de carditis o valvulitis, rash eritematoso
cutáneo, nódulos subcutáneos.

ADENOIDITIS

La adenoiditis es una inflamación del adenoides, que son masas de tejido linfático
que ayudan al organismo a combatir las infecciones.
Los adenoides están situadas por detrás de las fosas nasales, su función se limita
a los primeros años de la vida, hasta que el niño desarrolla su sistema de defensas
y sirven principalmente como un filtro para defender las vías respiratorias superiores
de las agresiones externas: virus, bacterias, gérmenes
•ADENOIDITIS CATARRAL VIRAL: Consiste en que, tras un cuadro febril poco
importante (38 a 38.5 °C) con un cuadro general poco afectado, aparece secreción
nasal anterior y posterior clara.
•ADENOIDITIS PURULENTA: Infección bacteriana primaria o secundaria por
sobreinfección de la forma catarral. La afectación general y el cuadro febril suelen
ser importantes (40 °C) y la rinorrea es francamente purulenta
CLASIFICACION
• ADENOIDITIS AGUDA: Se entiende por adenoiditis aguda la inflamación
infecciosa transitoria de la amígdala faríngea. Se trata de un proceso típicamente
pediátrico que además afecta con frecuencia la trompa de Eustaquio y al oído medio
en forma de otitis medias agudas y agudas de repetición.
• ADENOIDITIS CRONICA E HIPERTROFICA: Se entiende por adenoiditis
crónica la infección inflamatoria de la amígdala faríngea que se caracteriza por una
serie de cambios tisulares irreversibles en forma de fibrosis, necrosis,
desestructuración de la trama linfoide y epitelial, como consecuencia de la
proliferación bacteriana en el estroma de la amígdala faríngea. Tiene una evolución
larga e insidiosa.
La inflamación crónica y la hiperplasia adenoidea se manifiesta por los siguientes
datos:
1. Obstrucción nasal progresiva unilateral o bilateral, parcial por lo regular pero
que no cede por completo al terminar las exacerbaciones inflamatorias
agudas. Puede suceder que:

2. El niño suple la respiración nasal por la bucal y desarrolla un aspecto facial


característico, con impresión de desinterés y boca entreabierta que se
designa como facies adenoidea.

3. Cuando se hace se vuelve persistente e intensa, la obstrucción hace que el


paciente ronque durante el sueño.

4. en algunos casos se aprecia también cierto afilamiento de facciones y mal


desarrollo torácico.

5. El crecimiento adenoideo causa alteraciones de la movilidad tubarica que


parecen ser consecutivas a estasis linfática y sanguínea. Esto origina menor
tolerancia a la inflamación agua y al desarrollo consecutivo de otitis media.

6. Con esta base el médico debe relacionar la aparición de otitis media aguda
repetitiva o el hallazgo de otitis media serosa-secretora con adenoiditis en
todo niño menor de 10 años.

7. Investigar la función auditiva en los pacientes en quienes se sospecha


adenoiditis hipertrófica crónica, ya que puede ser conducción es constante y
las timpanometrias anormales, en casos de otitis media aguda o crónica
serosa secretora.

8. posteriormente Al realizar la adenoamigdalectomia se corrige el


funcionamiento tubario y se propicia la recuperación auditiva cuando se
elimina quirúrgicamente el obstáculo nasofaríngeo.

9. Cuando el crecimiento adenoideo es principalmente en sentido


anteroposterior, puede alterarse el drenaje normal del moco nasal y facilitar
la aparición de estados persistentes de rinitis, que son causa de sinusitis. En
todos los niños afectados, debe investigarse esta posibilidad en los menores
con estas manifestaciones, ya que de no hacerse así y eliminarse el foco
adenoideo puede haber mejoría temporal con tratamiento médico adecuado,
pero no se produce el alivio definitivo de los enfermos.

10. Es muy frecuente que en niños se de la asociación de adenoiditis y


amigdalitis hiperplasica crónica, aunque la primera pueda ser origen de la
segunda. Se puede ver e lactantes y preescolares, en quienes la
adenoamigdalectomia es el único procedimiento terapéutico necesario para
eliminar la obstrucción nasofaríngea. Sin embargo dada a la mayor
frecuencia de adenoiditis y amigdalitis simultanea de tipo crónico, la
experiencia justifica la decisión de eliminar quirúrgicamente ambas
estructuras en el mismo tiempo operatorio si hay obstrucción bucofaríngea
importante.

11. Sin embargo cada caso debe analizarse de manera individual realizando los
exámenes de la nasofaringe con el nasofaringoscopio o el espejo, y de
realizarle a todos los pacientes radiografía lateral para demostrar el
crecimiento adenoideo.

12. Conviene relacionar otros brotes inflamatorios agudos con posible origen
adenoideo como: glomerulonefritis, bronquitis y bronquiectasia, carditis, etc.
La adenoamigdalectomia constituye como una medida terapéutica
indispensable, cuya omisión permite recidivas y las complicaciones.

MANIFESTACIONES CLINICAS : Algunos de los síntomas que se manifiestan son


leves, pero cuando las adenoides alcanzan un tamaño significativo pueden influir en
el correcto funcionamiento de las vías respiratorias superiores, provocando una
sintomatología mucho más grave que puede comprometer la salud del niño. Los
síntomas más habituales pueden ser: Obstrucción nasal. Llanto, Fiebre, Dolor
nasofaríngeo, Secreción nasal, secreción nasal posterior (por dentro de la nariz,
hacia la garganta), Deglución de secreciones, Dolor en oído (otalgia), Obstrucción
nasal, Cefalea, Hipoacusia conductiva, Alteraciones del sueño, Derrames del oído
medio con pérdida auditiva, Rinitis persistente, Sinusitis, Adenopatía en los ganglios
cervicales, Respiración bucal principalmente durante la noche, Garganta reseca y
labios agrietados, debido a que se mantiene la boca abierta *durante la noche, Boca
abierta durante el día, cuando la obstrucción es mucho más severa, Mal aliento,
Congestión nasal permanente, Infecciones de oído muy frecuentes, Ronquido,
Apnea Obstructiva del Sueño Infantil.
DIAGNOSTICO:

Se basa en un estudio de la historia clínica del niño o Anamnesis, que incluirá una
serie de preguntas dirigidas a los padres sobre los síntomas, como pueden ser:
inicio y duración de los síntomas, Intensidad de dichos síntomas, Presencia de otros
síntomas, Afectan o no al desarrollo de la vida cotidiana del niño, etc.

Dicho estudio se acompañará de un examen físico de la garganta, para confirmar el


aumento de tamaño del tejido amigdalino.

TRATAMIENTO QUIRURGICO

Es la extirpación o extracción quirúrgica de las glándulas adenoides, de esta forma


evita y cura, si ya existen, las complicaciones relacionadas con la obstrucción nasal
crónica de las vías respiratorias muchas de las cuales se han mencionado con
anterioridad.

Esta cirugía se realiza bajo anestesia general, de forma ambulatoria o sea que la
gran mayoría de los pacientes pueden volver al hogar unas horas más tarde y, su
recuperación completa tan solo dura unos días después de la intervención pudiendo
realizar sus actividades cotidianas.

Se pueden establecer las siguientes indicaciones para realizar la


adenoamigdalectomia que pueden representar consecuencias de adenoiditis
crónica.: Obstrucción nasal progresiva por crecimiento adenoideo, Otitis media
aguda que se repite con cada exacerbación aguda de adenoiditis, Otitis media
serosa-secretora, Hipoacusia conductiva en que se demuestra hipertrofia
adenoidea, Foco de infección adenoideo en presencia de otras infecciones como:
rinosinusitis, amigdalitis, faringitis, bronquitis, glomerulonefritis entre otros siempre
y cuando haya secuencia entre la infección adenoidea y la infección vecina, Foco
de infección adenoamigdalino crónico.
TRATAMIENTO MEDICO

La limpieza de las secreciones de la rinofaringe por medio de lavados nasales con


suero fisiológico isotónico, puede ser muy útil. En caso de obstrucción nasal y sobre
todo en los lactantes, si aquélla compromete la alimentación, pueden ser útiles las
gotas nasales con vasoconstrictores, asociados o no a un antibiótico.

COMPLICACIONES

Puede presentar varias complicaciones debido a la adenoiditis, que pueden producir


inflamación crónica o grave de los tejidos adenoides que se extiende a otras áreas
de la cabeza y el cuello.

1. OTITIS

Puede padecer infecciones en el oído medio. Las adenoides se ubican al lado de


las trompas de Eustaquio del oído medio. A medida que aumentan los síntomas de
la adenoiditis, la inflamación puede obstruir la abertura de las trompas que conducen
al oído medio y provocar una infección y dificultad para escuchar.

2. OTITIS MEDIA ADHESIVA

Esta complicación se produce cuando se acumula mucosidad que obstruye el oído


medio, lo cual afecta la audición. Generalmente, comienza como una obstrucción
de las trompas de Eustaquio, que son los conductos que permiten el drenaje de
líquido de los oídos.

3. PROBLEMAS EN LOS SENOS PARANASALES (SINUSITIS)

Las cavidades paranasales pueden llenarse de líquido e infectarse. Los senos


paranasales son las áreas huecas dentro de los huesos faciales que contienen
depósitos de aire.

4. INFECCIONES DE LAS VÍAS RESPIRATORIAS

Puede presentar una infección de las vías respiratorias, tal como neumonía o
bronquitis, si la infección del adenoides es grave debido a un virus o una bacteria.
La infección puede extenderse a los pulmones, los bronquiolos y otras estructuras
del sistema respiratorio.

5. VÓMITOS: Esto sucede cuando el niño traga sin darse cuenta una gran
cantidad de pus, principalmente durante el sueño en la noche en el pecho.
6. SEPTICEMIA: se produce por bacteriemia o envío de microbios sépticos a
otros órganos pueden aparecer en situaciones de inmunodepresión o de
enfermedad sistémica grave. La septicemia puede comenzar con:
escalofríos, fiebre alta, respiración acelerada, frecuencia cardíaca rápida, la
persona luce muy enferma.

Los síntomas progresan rápidamente a: confusión u otros cambios en el estado


mental, manchas rojas en la piel (petequias y equimosis), Shock. Puede haber
disminución o ausencia del gasto urinario.

FRACTURA NASAL: Por su localización anatómica, la nariz es la porción de la cara


que se encuentra más expuesta a los traumatismos. La piel nasal es delgada y poco
adherida a los dos tercios nasales superiores; sin embargo, en su porción inferior la
adherencia es mayor y tiene gran cantidad de glándulas sebáceas. Su gran
irrigación produce sangrado con facilidad en cualquier traumatismo o laceración. La
estructura ósea comprende dos huesos nasales rectangulares y el proceso frontal
del maxilar. Los cartílagos de la porción externa nasal son complejos y más
importantes que la porción ósea en términos de apariencia, función y lesión. Los
cartílagos laterales superiores se articulan con el cartílago cuadrangular del septum
(tabique) y con los cartílagos laterales inferiores o alares. Esta articulación entre el
cartílago lateral superior y cuadrangular o tabique constituye un complejo fibroso
esencial para el funcionamiento nasal, a esta área se le denomina válvula nasal por
funcionar como tal, una región crítica que modula el flujo del aire inspirado,
contribuyendo a la fisiología respiratoria. Hay dos regiones en el cartílago
cuadrangular que deben ser consideradas en las fracturas nasales. En la porción
inferior, la articulación fibrosa del margen caudal del cartílago cuadrangular puede
romperse y desplazarse hacia un lado. En la parte superior, una fractura en forma
de “C” puede ocurrir al involucrar el tabique óseo y cartilaginoso. La irrigación está
dada por las arterias etmoidales anterior y posterior, proveniente de la carótida
interna. También por la esfeno palatina, proveniente de la carótida externa. Debido
a su anatomía, el tercio superior de la nariz es rígido y estático, y los dos tercios
inferiores son móviles. Si la espina nasal se desplaza de forma lateral, da como
resultado una deformidad importante.

CLASIFICACIÓN
Las fracturas nasales pueden afectar huesos propios, cartílagos nasales o ambos,
además de lesionar partes blandas y cornetes o producir desgarros de la mucosa
nasal. Esto depender á de varios factores: Edad del paciente (flexibilidad de los
tejidos), Dirección e intensidad de fuerza aplicada (fuerza lateral o frontal),
Naturaleza del objeto traumatizante, Tiempo de evolución, Tejidos involucrados.
El traumatismo nasal en niños es muy frecuente y causa lesiones cartilaginosas la
mayoría de las ocasiones con la consiguiente desviación del tabique posterior.
Algunas de estas lesiones pueden alterar el crecimiento normal nasal o craneofacial.
Fuerza lateral
1. Primer grado: involucra hueso nasal ipsolateral a dicha fuerza, con depresión
del hueso, sin alterar el tabique y la función nasal.
2. Segundo grado: se presenta con una fuerza lateral de mayor intensidad,
causando lesión del hueso nasal ipsolateral y contralateral, que se impacta en la
apófisis frontal del maxilar, provocando desplazamiento del tabique nasal.
3. Tercer grado: debido a la presencia de una fuerza de mayor intensidad se
fractura la apófisis frontal del maxilar, el hueso lagrimal y puede presentar fracturas
conminutas de los huesos nasales y del tabique, sien; éstas son las más frecuentes
en los accidentes automovilísticos.

En Fuerza frontal
1. Primer grado: es la de menor intensidad en la fuerza del golpe y se presentan
lesiones de la bóveda cartila- ginosa, con o sin fractura de la espina nasal anterior,
con o sin pequeños desplazamientos del tabique.
2. Segundo grado: en este nivel la fuerza del traumatismo es mayor, provocando
hundimiento de los huesos nasales, movilización importante del tabique y de bóveda
cartilaginosa.
3. Tercer grado: traumatismo de mayor intensidad y hace que la nariz se hunda,
involucrando daño del tabique importante, desgarros de mucosa nasal, orbitaria y
etmoidal. Éstos son los que más se asocian con traumatismos craneoencefálicos.
Tipos de reducción de fracturas
1.Cerrada: esta técnica se utiliza en fracturas nasales donde está fracturado un solo
hueso nasal, con anestesia local adecuada y la disminución del edema permita
evaluar toda la estructura nasal. Se coloca un instrumento romo debajo de los
huesos deprimidos o lateralizados, reduciendo mediante presión con movimientos
laterales o de elevación, en forma digital y bimanual. Debe tomarse en cuenta que
este tipo de instrumentos pueden lacerar la mucosa provocando epistaxis. La
reducción debe ser valorada antes de terminar la alineación de la fractura. Por
último, se colocan taponamientos anteriores nasales y férula rígida externa.
Prescripción de antibióticos, analgésicos. Retiro de taponamientos nasales entre 3
a 6 días posteriores, y la férula externa a los 14 días.
2. Abierta: es la más apropiada cuando la fractura es multifragmentada y desplaza
al tabique o tabique nasal. Permite visualizar los huesos y cartílagos nasales en
forma más directa para una colocación adecuada de cada fragmento en su lugar.
Se deben realizar en quirófano y con anestesia general, usando incisiones
convencionales de cirugía del tabique. Colocando tapones nasales, férula,
vestidura. Debe haber una mínima manipulación de tejidos blandos y periostio. Es
importante hacer notar al paciente que dependiendo de la magnitud de la lesión,
puede requerir una segunda intervención quirúrgica, ya que cada caso es diferente
y muchas veces no es posible obtener un resultado satisfactorio en la primera
cirugía.

COMPLICACIONES
Hemorragia, hemorragia intraorbitaria a tensión debe ser drenada de urgencia para
evitar la lesión del nervio óptico y de la retina, Obstrucción respiratoria por edema,
infección, extrusión de las placas de osteosíntesis, pseudoartrosis o retardo en la
consolidación, molestias sobre la placa o placa palpable. Es frecuente la aparición
de hematoma en la incisión coronal debido al gran despegamiento efectuado,
obstrucción crónica de la vía aérea, apneas del sueño, roncopatía, problemas
cardiovasculares, exacerbación de los trastornos de vías respiratorias bajas, cefalea
anterior, dolor facial atípico, anosmia-ageusia, trastornos orbitarios, visuales o
ambos. Compromiso del sistema nervioso central, meningitis, craneorrinolicuorrea,
papiloma invertido de nariz y senos paranasales (premaligno), tumores malignos,
problemas odontológicos, exposición ósea: cuando es pequeña se puede seguir
una conducta expectante con tratamiento antibiótico. Si es grande o si no cierra por
segunda intención se deben realizar colgajos locales, asimetría y hundimientos.

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