Los valores
estaban inculcados por la religión.
La madre de Jesús, contaron los niños, se les aparició todos los días 13
durante seis meses, empezando desde mayo.
Lucía dos Santos, de diez años, y sus primos, Jacinta y Francisco Marto, de
seis y nueve años, recibieron los llamados “Tres secretos de Fátima”, junto a
varias profecías e indicaciones de la Virgen.
El primero fue una visión del infierno, mostrada a Lucía; la segunda hablaba de
cómo convertir el mundo al cristianismo y el tercero solo le fue revelado al Papa
Juan Pablo II el 26 de junio del 2000. A la fecha, el contenido del mensaje
sigue siendo materia de especulaciones.