Facultad de Ciencias Curso de Historia y Filosofia de las Ciencias Segundo Semestre, 2007. Modulo Introductorio Profesor: Miguel Orellana Benado, D.Phil (Oxon.) et al.
Javiera Videla Contreras. Licenciatura en Biología
Examen Final
¿Tiene sentido incluir un curso de historia y filosofía de las
ciencias en programas conducentes a grados de licenciados en ciencias naturales y exactas? Si su respuesta es afirmativa, argumente de forma cuidada y que exhiba su dominio del módulo común por qué lo es. Haga lo mismo si su respuesta es negativa .
Al momento de enseñar las ciencias, y en especial con un enfoque en la
investigación, no basta con transmitir, únicamente, datos o productos de experimentos previos. Resulta fundamental incluir en la explicación las observaciones que llevaron a la pregunta inicial acerca del fenómeno, los métodos utilizados, y las posibles interpretaciones de lo registrado. Esto, ya que la ciencia nace en base a preguntas, y el hacer ciencia implica, a su vez, ingeniar el modo de acceder a las respuestas. Por lo tanto, enseñar a observar y plantear un experimento es esencial. En este contexto, parece necesario saber de historia de las ciencias, tanto los grandes avances y revoluciones como los aspectos que hoy pueden considerarse negativos o errados.
Sin embargo, incluso más importante que los métodos utilizados, es
que las interpretaciones de lo observado sean fuertemente influenciadas por el contexto histórico. Claramente, esto es un punto que no puede obviarse, porque si se busca una (única) explicación a un fenómeno, parece inconsistente que ésta cambie continuamente, según la línea de pensamiento vigente. Este punto, a mi parecer, es de mayor relevancia al momento de analizar la historia de las ciencias, porque nos invita a cuestionar la influencia de lo recibido en nuestras interpretaciones actuales; es por eso que me hace sentido incluir un curso de historia y filosofía de las ciencias en carreras de este tipo.
Retomando el punto antes mencionado, sabemos que, al igual que en
la mayoría de las disciplinas, la ciencia ha pasado por épocas en donde predomina un pensamiento por sobre otro. Esto implica énfasis en un tipo de preguntas e interpretaciones con claras tendencias. Ejemplos de esto hay muchos, que van desde (1)períodos acotados y estrechamente relacionados con grandes descubrimientos y revoluciones, hasta (2)líneas del pensamientos que, a pesar de ser modeladas por el contexto histórico, trascienden en su esencia hasta nuestros días. El primer caso fue tratado ampliamente en el módulo introductorio del curso. Por ejemplo, en la Edad Media la influencia del cristianismo en todas las áreas llegó a la ciencia en distintos aspectos. Por un lado, las interpretaciones debían ser consecuentes con el pensamiento religioso y la idea del hombre como creación de Dios, conduciendo a la censura de quienes divergían de las ideologías predominantes. Por otro, la concepción de saber para interpretar textos sagrados y obedecer. Fue así como, en conjunto con el descubrimiento de América, se amplían expectativas, nacen nuevas preguntas y ocurren revoluciones como la encabezada por Galileo Galilei y su apoyo al copernisismo (“mordiendo la mano que le dio de comer”). Más adelante, las ciudades se expanden, crece la población, aumentan las construcciones y los avances tecnológicos facilitan la producción de lo más demandado. Con esto, la actividad científica adquiere importancia en la construcción del mundo.
En lo referente a la biología, los conceptos de ser vivo, y de origen de la
vida son controversiales, hasta el día de hoy. La idea de la evolución de los organismos, se ha enfrentado a una enorme variedad posturas: religiosas, naturalistas, genéticas, reduccionistas, etc. Estas últimas más recientes, dado los avances tecnológicos, pero no por eso más válidas.
Ahora, y retomando el segundo caso mencionado en el tercer párrafo,
existen ciertas tendencias en la ciencia que permanecen a pesar de estos cambios, y que tienen relación con los planteamientos y las formas de explicar los fenómenos estudiados, independientes de sus resultados. Por ejemplo, las clasificaciones hechas por Aristóteles en su momento, a pesar de sufrir todo tipo de modificaciones, continúan con un principio similar. Aristóteles hablaba de distintas causas, material, formal, eficiente y final. Todas ellas se han conservado, de una u otra forma, con otro nombre quizás, pero esencialmente las mismas. Incluso la última, referente una finalidad o intención tras la sustancia, aun cuando no es mencionada, permanece “oculta” tras las explicaciones de cada fenómeno. Por ejemplo, y continuando con el tópico evolutivo, nos enseñan que las aves desarrollaron alas para poder volar y colonizar nuevos hábitat, así como los peces los pulmones para salir del agua.
Definitivamente, esto último influye las interpretaciones de cualquier
trabajo científico, y extrañamente, pasa con facilidad de esa percibida, por lo que es necesario hacer hincapié el ello.
Quizás, y a modo de conclusión, un único curso de historia y filosofía de
las ciencias no es suficiente. Quizás se requeriría que cada disciplina estudiada diera énfasis a estos aspectos, al menos sutilmente. Sin embargo, y considerando lo complicado o casi imposible que esto puede llegar a ser (básicamente porque hay tantas posturas como docentes en la facultad) basta con dejar la inquietud sobre la mesa, en el cuaderno o, mejor aun, en la cabeza de cada auditor.