La radio plantear el trabajo con estas nueva audiencia y este nuevo formato, es capaz de
plantea temas constructivos en la sociedad y que generan mayor participación del oyente en
el proceso de comunicación, lo que lleva a generar un impacto cultural positivo en la
sociedad.
Desde esta perspectiva y analizando esta serie de radioteatros, podemos afirmar que
la radio tiene características propias, y que son éstas las que le han dado y continúan dando
potencialidades infinitas. “La especificidad del lenguaje radiofónico se da en su carácter
auditivo” (E. Meditsch, 1996:140) debido a que se trata de una diferenciación importante
donde la radio asume características del lenguaje oral y escrito, para que estos adquieran una
postura distinta, aunque en esta línea la demarcación de los límites es un poco compleja.
La radio en su afán de desarrollar un trabajo específicamente vinculado a lo aditivo
se ha preocupado de rescatar del lenguaje escrito todos los factores favorables y por
supuesto del lenguaje oral ha rescatado toda su riqueza y llegada en el auditor.
Debido a esto, el oyente al escuchar radio, desarrolla un proceso de visualización de
lo que está escuchando. De esta manera y de una forma casi sutil, en el auditor “operan
mecanismos psicológicos que estimulan la imaginación y en ese sentido el oyente completa
lo escuchado con una imagen” (Brunaud - González, 1996:12). Y por supuesto esta imagen
ha sido evocada por la radio a través de los diferentes recursos de transmisión que le
pertenecen a este medio de comunicación.
Como lo afirma Eduardo Meditsch, el sonido de la radio, al ser diferente al sonido
natural, debido a que es producido por el mismo hombre y transmitido a través de ondas
electromagnéticas, de esta manera sus posibilidades y límites son diferentes a las del sonido
natural. Ahora “el estudio del sonido está aún en ciernes, debido a que se privilegia lo visual
frente a lo auditivo” (Meditsch, 1996, Pág.140).
Así para que se desarrolle la radio, tiene que adaptarse el lenguaje escrito,
generalmente mas desarrollado, a una forma sonora, por lo que las técnicas desarrolladas a
partir del papel como soporte, se descartan frente a la aparición del sonido. La forma
relativamente lineal de trabajar en los soportes escritos, es superada por un lenguaje distinto,
generado por la propia lógica radial.
“Quizá el rasgo más característico de la radio consiste en que no absorbe totalmente
la atención del oyente... y que tiene la posibilidad de que en cualquier momento puede
penetrar al oyente sin pedir permiso y casi sin que nos demos cuenta” (López, 1991:296).
Así además de ser un elemento que desarrolla la imaginación de quien la escucha, es un
medio que no es agresivo en lo relativo a su manera de captar al auditor, sino que por el
contrario, es capaz de satisfacer de manera sutil, pero efectiva, diversas necesidades del
oyente.
Al asumir el hecho que a las personas es trascendente satisfacerles las necesidades
de entretenimiento, educación e información. Este medio de comunicación se enfrascó en
una búsqueda de nuevas formas y contenidos de difusión. Por esta razón el lenguaje
radiofónico lentamente se amplía, lo que lo lleva a desarrollar subsistemas que lo componen,
estos son: “la palabra hablada, la música, los efectos de sonido y el silencio” (Barbosa,
1999).
La palabra como herramienta vital del comunicador, que es contenido del mensaje
que se quiere transmitir y que permite concretizar los objetivos de este proyecto, que implica
desarrollar una valoración de la producción científica desde la perspectiva que es una
creación que surge de factores de personalidad específicos -motivación, capacidad de
concretar sueños, valoración de la imaginación, constancia, etc.- de quienes los inventaron.
Ya que la palabra hablada, permite que el auditor se conecte con su intelecto y racionalidad,
y a pesar pero que como lo afirma André Barbosa no constituye la totalidad de la persona
humana, ya que se encuentra vacía si no está acompañada de otros tres elementos.
La música como primer elementos complementario, se presenta como generadora de
ambiente y elemento que transmite sentimientos, poniendo contacto a la persona con su
sensibilidad y afectividad, lo que permite que sea cual sea la información entregada, esta
pase a formar parte del aprendizaje significativo del oyente. Para el proyecto es una de las
formas de rescatar el uso de la imaginación como factor de aprendizaje de la ciencia.
Los efectos de sonido, como generadores de ambiente y de atmósferas, en las que se
sitúan los personajes de la dramatización radial, y que permiten continuar profundizando el
desarrollo de la imaginación. Y finalmente el silencio, que si bien es cierto es considerado
como problemático en la programación radial, en los radioteatros es vital para generar
emociones y apelar a la afectividad de los oyentes.
Estos elementos le entregan a la radio una riqueza insospechada. Y es, por supuesto,
a través de los radioteatros donde se puede apreciar con mayor detalle estos subsistemas,
debido a que el radioteatro por su naturaleza, tiene la necesidad de reflejar la realidad en
forma fiel, es por eso, que requiere de todos los elementos que estos subsistemas le pueden
entregar para su enriquecimiento.
El potencial expresivo de la radio, va más allá de ser un mero medio electrónico,
inserto en la estructura de los medios de comunicación masivos, sino que por el contrario
establece, debido a ese potencial, una relación específica y cercana con los auditores. La
sensación de intimidad que puede provocar la radio a sus oyentes, se desprende del estímulo
que a través del oído se hace a las imágenes y recuerdos. Se trata de las capacidades
naturales-expresivas que tiene la radio como factor de aprendizaje.
En este sentido, el Radioteatro a pesar de ser un género más bien abandonado por
los países latinoamericanos -a pesar de que aún se desarrollan algunas experiencias, como lo
es esta serie de programas-, pasa a ser un elemento importante en el desarrollo de la
radiofonía en función de objetivos educacionales. Como lo afirma Ricardo Haye(1995, Pág.
182-187), estas dramatizaciones radiales, pueden ser utilizadas como herramientas
culturales, por supuesto esto depende de los objetivos que éstas tengan, el sentido de su
producción.
El desafío de los radioteatros es ser realmente un aporte a la vida de quienes los
escuchan, convertirse en un desafío para la audiencia. En este sentido se abandona el
utilitarismo con que en algunas ocasiones se desarrollaban las dramatizaciones, sino que por
el contrario se le da un nuevo rol, mucho más constructivo, vinculado con el servicio que la
radiofonía le presta al país.
De esta forma el radioteatro se transforma en una potencialidad, “este recurso resulta
ser motivador, ya que predetermina un planteamiento humanizado y por ende genera una
comunicación más cálida, personal y afectiva” (Haye, 1995, Pág.207). En esta mismo
enfoque se refiere Mario Kaplún, al hablar de “comunicación efectiva, cuando se refiere a un
lenguaje que contempla tanto la apelación racional como a lo sensitivo y emocional.
Se cambia entonces desde una perspectiva de despreocupación del oyente, por una
que refleja un interés en el componente emotivo-sensitivo del auditor. De esta forma se
modifica el estado de las personas desde una cosa a un individuo, en la que la radio juega un
rol fundamental, entregándole herramientas para problematizar diversos contenidos y
temáticas.
Lo trascendente al tratar temáticas interesantes, es el lenguaje, ya que tenemos que
considerar el hecho de que se está jugando el éxito del radioteatro en la forma en que éste es
producido. La utilización de recursos dentro de la trama es trascendente, pero por supuesto
no vale la pena ponerlos, si es que no van a encontrar “una natural justificación dentro de la
trama”(Haye, 1995, Pág 204)
Ahora las producciones educativas siempre presentan problemas al momento de ser
desarrolladas, debido a que se pueden transformar en programas que carecen de matices
-elemento central del lenguaje radiofónico-. Desde la perspectiva desarrollada en este
proyecto, tal como lo afirma Ricardo Haye(1995, Pág.186), el mensaje se juega en la forma,
ya que el atractivo de un producto comunicacional de este tipo radica en la posibilidad de
entregar el contenido educacional, en este caso la ciencia, desde una propuesta estética que
permita transmitir en forma adecuada el contenido.
1
En este caso serían entregar valoración de la ciencia a los niños.
Bibliografía
ARNHEIM, Adolf. 1936. En: MEDITSCH, Eduardo. A radio na era da informacao. 1996.
HAYE, Ricardo. Hacia una nueva radio. Buenos Aires, Paidós, 1995.
LOPEZ F., Luis. Introducción a los Medios de Comunicación Social. Bogotá, Universidad
Santo Tomás, 1991.