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MANEJO CLÍNICO DE CONEJOS

EN ESTADO CRÍTICO
Andrés Montesinos Barceló
Centro Veterinario Los Sauces
Madrid

INTRODUCCIÓN

Aunque los principios de atención clínica de urgencia son aplicables a todas las
especies, el pequeño tamaño y la predisposición al estrés, crea un conjunto de desafíos
único cuando se trata a conejos, hurones u otros mamíferos pequeños. Este artículo
proporciona información básica sobre nutrición, contención, examen físico, toma de
muestras, diagnóstico y procedimientos terapéuticos para conejos y hurones. Se discutirán
recomendaciones para monitorización y tratamiento del shock hipovolémico en pequeños
mamíferos.

NUTRICIÓN

Los conejos críticamente enfermos pueden no tolerar exceso de manejo y deben ser
observados en su medio de transporte antes de la exploración física. De esta forma es
posible valorar la actitud general, el patrón respiratorio y la producción de heces y/u orina.
El veterinario puede determinar la frecuencia respiratoria observando los movimientos de la
nariz. El conejo es una especie depredada por lo que disimulará todo signo de enfermedad
ante la presencia de potenciales predadores.

Examine al conejo sobre una superficie que no resbale, coloque una toalla bajo el
cuerpo o envuelva en ella a los conejos que muestren reacción de pánico. Mantenga una
mano bajo el cuerpo del conejo en todo momento, incluso si éste está tumbado. La
temperatura corporal normal es de (38-40ºC). Evite utilizar lámparas caloríficas, la piel de
los conejos es muy fina. Los conejos hipotérmicos deben ser mantenidos en una
incubadora. La frecuencia cardiaca normal es de 180-325 ppm. Conejos pequeños suelen
tener frecuencias más altas. La presión arterial sistólica (TAS) normal es de 90-120mmHg.
La perfusión tisular en un paciente crítico puede ser determinada mediante tiempo de
relleno capilar (TRC), color de las mucosas, frecuencia cardiaca, TAS y temperatura. El
estado de hidratación es valorado por la humedad de las mucosas, elasticidad del pliegue
cutáneo y turgencia del párpado.

Debemos auscultar el corazón y los pulmones para detectar cualquier posible


anomalía al igual que en perros y gatos. El abdomen se palpa para detectar posibles
distensiones, dolor o presencia de masas.

Los dientes y las muelas se examinan siempre usando otoscopio


o espéculo oral.
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TÉCNICAS CLÍNICAS

1. Venopunción

Aunque hay varios sitios adecuados para venopunción (p.ej. venas aural, yugular,
cefálica y safena lateral), la autora prefiere el uso de la safena lateral. Los vasos del
pabellón auricular son fácilmente visibles pero colapsan y presentan riesgo elevado de
trombosis y necrosis cutánea en conejos pequeños. La punción yugular puede ser difícil
en conejos obesos o que presentan grandes papadas. La vena cefálica se reserva para
colocación de catéteres. La safena lateral es la más usada para toma de muestra de
sangre. El conejo puede ser reducido en decúbito lateral sujetando su pata trasera
alrededor del tarso. Para extraer la sangre se usan una aguja de 25G y una jeringa de
1cc.

2. Colocación de catéteres

Podemos usar catéteres de 24 –26G en la mayoría de conejos pequeños y de 22G


en conejos por encima de 3kg de peso. Tanto la vena cefálica como la safena son
apropiadas para colocación de catéteres.

Si las venas son muy pequeñas o frágiles y es imposible colocar un catéter


intravenoso, podemos optar por uno intraóseo. El trocánter mayor del fémur o el extremo
proximal de la tibia son los sitios recomendados para la colocación de catéter IO de 20G y
38 mm de longitud.

3. Intubación traqueal

a. Método ciego.
Use un tubo sin balón e 1-2,5mm de diámetro para conejos menores de 3 kg.
Estos conejos pequeños pueden ser intubados por el método ciego tanto por
vía oral como nasal. El conejo es colocado en decúbito esternal con la cabeza
extendida de forma que la tráquea queda perpendicular a la superficie de la
mesa. Avance el tubo endotraqueal hacia la porción proximal de la laringe
hasta que escuche o perciba la salida del aire por el adaptador del tubo.
Entonces introduzca el tubo dentro de la tráquea durante la inspiración. El
tubo endotraqueal también puede ser introducido a través del meato nasal
medial hacia la laringe y de ahí a la tráquea.
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b. Laringoscopio con hoja Miller 1


La glotis puede ser visualizada en conejos mayores de 3 kg con ayuda de una
hoja Miller 1. Un catéter urinario de polipropileno de 5-8 francés puede ser
introducido en la tráquea a modo de guía. El tubo endotraqueal se avanza
sobre la guía hacia la tráquea.

3. Traqueotomía

La traqueotomía es utilizada frecuentemente durante la resucitación cardiopulmonar.


La dificultad de asegurar la vía aérea del paciente se ve mezclada con la urgencia de la
necesidad. Si un tubo endotraqueal no puede ser colocado en el primer minuto, la autora
prefiere la práctica de traqueotomía en resucitación cardiopulmonar. Este procedimiento es
realizado de la misma manera que en perros o gatos.

5. Tratamiento del dolor

a. Butorfanol es el analgésico más frecuentemente usado en conejos a 0,1-0,5


mg/kg cada 4h SC, IM o IV.

b. Buprenorfina a 0,01-0,05 mg/kg cada 6-12 h SC, IM o IV.

c. AINES como meloxicam 0,3 mg/kg sc bid ó carprofeno (2,2 mg/kg cada 12 h
PO) o ketoprofeno (1,0 mg/kg cada 12-24 h IV o SC) se usan con cautela en
un paciente crítico. El autor generalmente usa estos medicamentos para tratar
dolor dental u óseo.
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MONITORIZACIÓN Y TRATAMIENTO DEL SHOCK HIPOVOLÉMICO EN CONEJOS.

Monitorización de presión sanguínea

Aunque existen varios métodos indirectos no invasivos (p.ej. oscilométrico, Doppler)


disponibles, es en algunas ocasiones imposible de obtener una lectura en pacientes
exóticos. El método Doppler es más versátil que el oscilométrico y es el método de elección
en nuestra clinica para todos los pacientes exóticos.

El detector de flujo ultrasónico Doppler utiliza ondas ultrasónicas para detectar y


convertir en audible el flujo sanguíneo en una arteria distal al manguito de presión. El
conejo es colocado en decúbito lateral. El manguito de presión neumática se coloca por
encima del carpo, tarso o en la base de la cola. El pelo es rasurado entre la articulación
carpiana/tarsiana y las almohadillas. El cristal transductor es colocado sobre el área
depilada (rama digital de la arteria radial) sobre un lecho de gel para ultrasonidos y pegado
con esparadrapo o sujetado en el sitio. El manguito es inflado hasta la presión
suprasistólica cuando deja de oírse la señal del Doppler. Entonces es desinflado hasta que
el primer sonido marque la presión sistólica.

Fluidoterapia

El volumen de sangre de un conejo es de 50-60 ml/kg en contraste con los 90ml/kg


de un perro. Cuando la disminución del volumen intravascular da lugar a la pobre perfusión
tisular, en el pasado solía recomendarse rápida administración de cristaloides en volumen
equivalente al volumen sanguíneo del animal. Sin embargo la resucitación con cristaloides
solamente puede dar lugar a una significativa acumulación de líquido en parénquima
pulmonar y espacio pleural. La hipoxemia resultante contribuye a la fisiopatogenia del
shock.

Conejos, hurones y otros mamíferos pequeños son difíciles de recuperar de


episodios de hipotensión. En el conejo se ha descubierto que, una vez que los
barorreceptores han detectado distensión arterial inadecuada, se estimulan
simultáneamente las fibras vagales y las simpáticas. Como resultado, la frecuencia
cardiaca puede ser normal o baja, en vez de la típica taquicardia que muestran los perros.
Este tipo de respuesta de los barorreceptores puede ser similar en hurones y otros
pequeños mamíferos. En experiencia del autor la frecuencia cardiaca normal en conejos
está entre 180 y 240 ppm, la presión arterial sistólica entre 90 y 120 mmHg y la
temperatura entre 37,7 y 38,8ºC. La mayoría de conejos y otros pequeños mamíferos que
presentan shock hipovolémico muestran frecuencias cardiacas por debajo
de 200 ppm, presión sistólica por debajo de 90 mmHg e hipotermia
(Tª<36,6ºC).
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Debido a que el gasto cardiaco depende de la fuerza y la frecuencia de contracción,


la respuesta compensatoria al shock, observada normalmente en perros y aves, es
probablemente debilitada en conejos. Los signos hiperdinámicos del shock, observados en
perros y aves, generalmente no se ven en gatos y conejos. El shock en estos animales es
con mayor frecuencia descompensatorio, manifestándose con una frecuencia cardiaca
normal o disminuida, severa hipotermia (< 36,6ºC), pulso débil o no palpable y una
profunda depresión mental. Las membranas mucosas aparecen grisáceas o blanquecinas y
el relleno capilar no es apreciable. La bradicardia y el gasto cardiaco disminuido
contribuyen a la hipotermia y la hipotermia acentúa la bradicardia.

Es muy probable que la hipotermia juegue un papel significativo en la pobre


respuesta compensatoria y la dificultad en proporcionar una adecuada fluidoterapia sin
causar edema pulmonar. Una teoría para este fenómeno sostiene que cuando la
temperatura rectal baja, los receptores adrenérgicos se vuelven refractarios a
catecolaminas. Esto conduce a una frecuencia cardiaca normal o reducida y probablemente
también a una deficiente respuesta de vasoconstricción compensatoria, a pesar de la
presencia de norepinefrina y epinefrina. Un plan de reanimación en un conejo debe incluir
calentamiento. Una vez que la temperatura rectal alcanza los 37,7ºC, los receptores
adrenérgicos comienzan a responder a catecolaminas. La temperatura debe ser
monitorizada frecuentemente durante el calentamiento en todas las especies exóticas para
evitar la hipertermia.

La reanimación del shock hipovolémico puede ser realizada de forma segura


mediante el uso de la combinación de cristaloides, coloides y aporte de calor. Un animal en
este estado debe ser manejado lo mínimo imprescindible. La colocación de un catéter
intraóseo o intravenoso facilitará la administración de fluidos. Un análisis de sangre inicial
permite determinar el hematocrito, niveles de proteínas totales, glucosa y urea. En
animales hipovolémicos se administra una rápida infusión de fluidos cristaloides isotónicos
a dosis de 10-15 ml/kg. Una solución de coloide (Isohes®) se administrada a 5 ml/kg
durante 5-10 min. La presión sanguínea es controlada y una vez que la presión sistólica
esté por encima de 40 mmHg, el animal se mantiene sólo con cristaloides, mientras es
calentado de forma agresiva. Si la presión no aumenta podemos usar 5 ml/Kg de solucion
hipertonica de sodio y repetir el procedimiento. El procedimiento de aporte de calor debe
mantenerse durante los siguientes 30-60 min. mediante el uso de botellas de agua caliente
y fluidos intravenosos calentados.
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Un calentamiento activo es requerido para todos los pacientes con hipotermia


moderada a severa y temperatura corporal por debajo de 35ºC. Este calentamiento puede
ser conseguido mediante el uso de botellas de agua caliente, esterillas calefactoras o
mantas de aire caliente forzado. Para animales pequeños se puede utilizar además
incubadoras atemperadas. La eficacia del sistema de aire caliente forzado ha sido
demostrada en humanos. En Animal Emergency Center se ha obtenido aumento de la
temperatura corporal desde 33,3ºC hasta 37.2ºC en una hora mediante el uso de sistema
de aire forzado (Thermacare®, Gaymar Industries Inc., Oakland Park, NY), compuesto de
fundas de papel y plástico desechables y una fuente de calor que envía el aire caliente
hacia la piel. Este sistema proporciona a la vez una transferencia de calor por convección y
una protección frente a la pérdida de calor por radiación. Un secador de pelo es la opción
más asequible y barata.

En casos de shock refractario en los que la función cardiaca es normal y los niveles
de glucosa, equilibrios ácido-base y electrolítico restablecidos el tratamiento debe
continuar. Oxiglobina® no ha sido aprobada para uso en gatos, hurones, conejos u otros
pequeños mamíferos, pero ha sido utilizada con éxito en nuestro hospital administrada en
forma de bolus de pequeño volumen. Estos animales no toleran una administración rápida
en bolus de gran volumen, como suele hacerse en perros o aves. Los gatos y los conejos
parecen tener una mayor predisposición al edema pulmonar cuando reciben grandes
volúmenes de líquido (presumiblemente esto ocurre también en otros animales pequeños).
En Animal Emergency Center usan bolus de 2 ml/kg administrados durante 10-15 minutos
hasta que se normalizan la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea (presión sistólica
mayor de 90 mmHg). Este procedimiento es seguido por administración de Oxiglobina®
mediante infusión continua a 0,2-0,4 ml/kg/h.
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PARADA DIGESTIVA EN HERBÍVOROS

Los trastornos en la motilidad gastrointestinal representan un gran porcentaje de las


consultas en la clínica de pequeños mamíferos, afectando exclusivamente a tres de las
especies más frecuentes: conejos, chinchillas y cobayas. El principal componente etiológico
de este síndrome es el déficit de fibra en la alimentación, sin embargo el dolor o el estrés
también pueden reducir significativamente la funcionalidad del sistema digestivo de modo
que en el manejo de cualquier enfermedad o en la anestesia debemos incluir el cuidado de
estómago e intestino.

FISIOLOGÍA DIGESTIVA

Los conejos, las chinchillas y las cobayas comparten ciertas peculiaridades que los
diferencian de otros herbívoros domésticos. Los alimentos que componen su dieta en
estado salvaje son de naturaleza fibrosa, hecho que se traduce en dientes de crecimiento
continuo a lo largo de la vida del animal para compensar el desgaste. El pequeño tamaño
de estas especies les confiere una elevada tasa metabólica, por lo que necesitan una gran
capacidad de ingesta: su estómago es proporcionalmente mayor al de otros fermentadores
no rumiantes como el caballo. Por último, son animales considerados presa para multitud
de predadores, de modo que necesitan minimizar el peso del contenido digestivo para
aumentar su velocidad y agilidad. La estrategia que utilizan se basa en eliminar
rápidamente los componentes fibrosos de fermentación lenta o indigeribles y dirigir el
material fermentable hacia el ciego. Por un lado, la flora microbiana cecal produce ácidos
grasos volátiles que servirán como fuente de energía, por otro, genera una pasta
constituida por material alimentario semidigerido y los propios microorganismos que dará
lugar a los cecotrofos, los cuales serán reingeridos optimizando el aprovechamiento de la
dieta. El consumo de fibra indigestible es imprescindible para una correcta funcionalidad
digestiva. Un exceso de carbohidratos o grasas en la dieta produce hipomotilidad y
alteraciones en el equilibrio microbiano con proliferación de bacterias productoras de
toxinas y gas.
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HIPOMOTILIDAD GASTROINTESTINAL

Las especies predispuestas a sufrir éstasis digestivo son los conejos, las cobayas y
las chinchillas. La etiología es variada y con frecuencia multifactorial. En la mayoría de
ocasiones la dieta del animal es deficitaria en fibra o contiene excesivos carbohidratos; el
estrés, la inactividad, la anorexia o el dolor por otras afecciones, la enterotoxemia
secundaria a antibioterapia inadecuada y en ocasiones la ingesta excesiva de pelo también
pueden desencadenar el problema. La reducción en la motilidad gastrointestinal resulta en
la presencia de material impactado en estómago o ciego, alteración en la absorción de
glucosa y reducción en el aporte de nutrientes y fluidos a la microflora cecal. El animal
entra en una situación potencialmente fatal debido a desequilibrios hídricos y electrolíticos,
enterotoxemia, lipidosis hepática y riesgo de ruptura gástrica o intestinal, por este motivo la
instauración temprana de tratamiento es fundamental.

DIAGNÓSTICO

La anamnesis debe ser detallada y incluir siempre la dieta del animal (es importante
diferenciar qué le ofrecen de qué se come) y cualquier cambio en su conducta de
alimentación, así como si ha recibido antibioterapia y de qué tipo. La auscultación
abdominal puede ser de utilidad para la evaluación del estado del sistema gastrointestinal,
teniendo en cuenta que pueden producirse contracciones intestinales aisladas sin
movimientos peristálticos efectivos.
El animal suele presentar anorexia o hiporexia de algunos días de duración, disminución o
ausencia de producción de heces, reducción del tamaño de las heces, deshidratación y
apatía en grado variable y un estómago agrandado y lleno de contenido pastoso. En
función de la intensidad y cronicidad del problema el paciente puede mostrar una pérdida
de peso notable, acumulo de gas en estómago y intestino y presencia de una masa dura a
nivel gástrico.

La realización de una analítica sanguínea es de gran ayuda en el diagnóstico de


causas subyacentes, la elección de fluidos, la evaluación del estado de hígado y riñón y la
obtención de indicadores de pronóstico. El síndrome de parada gastrointestinal no tiene un
cuadro hematológico y bioquímico propio a excepción de los incrementos de hematocrito y
sólidos totales debido a la deshidratación.
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Las técnicas de diagnóstico por imagen son especialmente útiles puesto que ayudan
a diferenciar un estado de éstasis digestivo de una verdadera obstrucción y contribuyen a
la detección de alteraciones en otros órganos. Los animales con hipomotilidad
gastrointestinal acostumbran a presentar gas en estómago y ciego, y en ocasiones se
puede distinguir una masa rodeada de aire a nivel gástrico que corresponde a un acumulo
de comida y pelo reseco. Las obstrucciones de tramo gastrointestinal superior generan
marcada distensión gástrica y dilatación intestinal cranealmente al punto de obstrucción. En
los casos de íleo intestinal suele haber abundante gas en ciego y contenido digestivo en
estómago. En enterotoxemias graves puede haber distensión por gas en todo el tracto
gastrointestinal. La toma de radiografías seriadas es una herramienta de monitorización de
la evolución del animal.

TRATAMIENTO

El reconocimiento y tratamiento de las causas predisponentes a la hipomotilidad


gastrointestinal es una parte imprescindible del manejo de la parada digestiva. El
tratamiento específico sobre el sistema digestivo incluye protectores de estómago,
procinéticos (siempre que se haya descartado previamente la presencia de una
obstrucción), analgésicos, antibióticos, reducción del gas, fluidoterapia y soporte nutricional.
En general es más seguro utilizar la vía parenteral debido al posible compromiso de la
absorción de fármacos a nivel digestivo.

PROTECTORES DE ESTÓMAGO

Antagonistas de receptores H2: inhiben competitivamente la secreción de HCl por


las células gástricas parietales inducida por histamina. También inhiben la secreción ácida
estimulada por acetilcolina y gastrina. Ranitidina, famotidina, cimetidina, nizatidina. El más
utilizado es la ranitidina debido a sus propiedades procinéticas. Está indicada en casos de
úlceras, gastritis urémica, gastritis erosiva por estrés, reflujo gastroesofágico, esofagitis,
reflujo duodenogástrico, condiciones de hipersecreción (gastrinomas, mastocitosis
sistémicas). Estimula la motilidad gastrointestinal mediante inhibición de la
acetilcolinesterasa (aumentando la concentración de acetilcolina en los receptores
muscarínicos) y potenciación del sistema nervioso parasimpático sobre el vaciado gástrico
y la motilidad de intestino delgado y colon. Efectos secundarios mínimos. Interfiere con
pocos fármacos. Su absorción puede verse alterada por el uso de sucralfato.
4 mg/kg PO/SC/IV q12h.
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PROCINÉTICOS

Metoclopramida: actividad muscarínica (aumenta la liberación de acetilcolina),


antagonista de receptores D2 de dopamina y agonista de receptores 5-HT4. Aumenta la
motilidad en estómago y duodeno (básicamente en la parte proximal), relaja el esfínter
pilórico. Contraindicada en casos de obstrucción gastrointestinal.
0.2 – 0,5 mg/kg PO/SC q6-12h.

Cinitaprida: agonista de receptores de 5-HT4 (como la tradicionalmente usada


cisaprida, retirada del mercado) y antagonista de receptores D2 de dopamina. Efecto
gastroprotector por disminución del infiltrado neutrofílico, inhibición de receptores 5-HT2,
activación de receptores 5-HT1.
0.2 – 0,5 mg/kg PO q8h.

Domperidona: In vivo da resultados muy prometedores. De forma empirica la


usamos a 0,3-0,5 mg/kg PO BID.

REDUCCIÓN DEL GAS

Dimeticona: antiespumante, reduce la tensión superficial de las burbujas de gas


disminuyendo su tamaño y facilitando su eliminación.
40-80 mg/kg PO q8h

Descompresión gástrica: la incapacidad física de conejos, cobayas y chinchillas para


vomitar o eructar junto a su elevada producción de saliva y secreciones gástricas hace que
ante un estado de hipomotilidad u obstrucción el estómago se distienda rápidamente,
llevando al animal a una situación de riesgo de muerte en pocas horas. El exceso de
presión sobre el diafragma dificulta la respiración, y la propia distensión gástrica perpetúa la
situación debido a la compresión del ángulo de salida del píloro.

La descompresión del estómago se puede llevar a cabo mediante el uso de una


sonda por vía nasogástrica o incluso orogástrica. La longitud de tubo a introducir se debe
marcar previamente tomando la medida desde la nariz (o la boca) hasta la última costilla.
Para colocar el tubo nasogástrico se depositan unas gotas de anestésico local en las
narinas y se esperan unos minutos. El animal se posiciona en decúbito esternal
manteniendo su cabeza flexionada ventralmente y se introduce el tubo ventromedialmente
por el meato nasal ventral, haciéndolo avanzar con suavidad. Para confirmar que el tubo
está bien colocado se pueden realizar radiografías o aspiración del contenido digestivo;
estos animales raramente tosen si el tubo se introduce por la tráquea.
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ANTIBIOTERAPIA

La disminución del tránsito gastrointestinal puede conllevar desequilibrios de la flora


microbiana con aumento de bacterias gram negativas y productoras de toxinas. Se
recomienda el uso de antibióticos de amplio espectro principalmente gram negativo y
eficaces contra anaerobios. En estas especies podemos utilizar de forma relativamente
segura fluoroquinolonas, trimetroprim-sulfa y metronidazol.

Enrofloxacina: 10 mg/kg PO/SC q12h


Trimetroprim-sulfa: 30-40 mg/kg PO/SC q12h
Metronidazol: 25 mg/kg PO/SC/IV q12h

ANALGESIA

El control del dolor es fundamental para el tránsito gastrointestinal. La distensión de


estómago y ciego por acumulo de gas produce dolor que deriva en un incremento de la
liberación de catecolaminas, aumentando la inhibición de la motilidad intestinal y el riesgo
de úlceras gástricas. Como en otras especies, la analgesia multimodal proporciona mejores
resultados. En pequeños mamíferos se utiliza frecuentemente el AINE meloxicam si no hay
sospecha de lesión renal. Para el dolor visceral agudo o crónico los opioides se consideran
los fármacos más potentes y efectivos, sin embargo entre sus efectos adversos se
encuentra la hipomotilidad a nivel digestivo. El agonista-antagonista buprenorfina parece
ser el menos propenso a inducir íleo o éstasis gástrico.

Meloxicam: 0.5 mg/kg PO/SC q12h (en conejos 0.3 mg/kg PO/SC q12h)
Buprenorfina: 0.05-0.1 mg/kg SC/IV q8h

FLUIDOTERAPIA

Los animales con alteraciones gastrointestinales presentan con gran frecuencia


desequilibrios en el estado hídrico. La tendencia del organismo delante de un cuadro de
deshidratación es dirigir líquido del sistema digestivo hacia órganos vitales, aumentando el
riesgo de obstrucción gástrica o intestinal por masas deshidratadas de alimento o pelo. El
establecimiento de fluidoterapia agresiva combinando las vías enteral y parenteral mejora
la motilidad gastrointestinal y reduce el riesgo de obstrucción.
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SOPORTE NUTRICIONAL

Al igual que otras especies, los pequeños mamíferos pueden desarrollar


rápidamente cuadros de lipidosis hepática ante un episodio de anorexia. La nutrición
enteral estimula la motilidad y disminuye la translocación bacteriana. Siempre debemos
proporcionar al animal heno y alimento fresco; si no quiere ingerir comida de forma
voluntaria se puede administrar papilla mediante jeringuillas (lentamente para evitar el
riesgo de aspiración). En individuos muy estresables ante el manejo o en aquellos que
rechazan la papilla resultan útil el uso de una sonda nasogástrica fijada permanentemente
a la cabeza mediante esparadrapo, puntos de sutura o pegamento. Evidentemente, la
frecuencia y cantidad de alimentación forzada siempre debe adaptarse a la funcionalidad
del sistema digestivo.

Las dietas enterales para carnívoros están totalmente contraindicadas en cobayas,


conejos y chinchillas. La preparación en polvo Critical Care Enteral de Oxbow Pet Products
ha sido diseñada específicamente para la nutrición de pequeños mamíferos herbívoros y es
probablemente una de las mejores opciones disponibles en España; sin embargo su
elevado contenido fibroso dificulta el paso de la papilla a través de las sondas
nasogástricas por lo que en estos casos a veces debemos recurrir al uso de potitos de
verduras para bebés.

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