apurarlos.
23. LA LEY DEL SEGUIMIENTO
En el manejo del bovino, la primera ley a cumplir es la manada, tema que por ahora dejo
aquí.
La segunda ley es el seguimiento. Es consecuencia la primera: una vez iniciado un
movimiento, los bovinos tienden a seguirse mutuamente para no quedar solos. La reacción
de seguimiento tiene muchas variantes, pero se reconoce fácilmente.
José Hernández decía en 1882, y lo comparto, que “arreando hacienda es donde se prueba
el conocimiento del hombre de campo”. Agrego en 2018 que la idoneidad en el trabajo de
corrales y embarque se prueba en la habilidad para aprovechar el instinto de seguimiento
del vacuno.
Hay que hacer que los animales inicien el movimiento deseado, y luego, hacer que los de
atrás sigan a los de adelante. De esta forma, los animales hacen el trabajo por nosotros.
¡Viva el mínimo esfuerzo!
Una imagen vale por mil palabras, y los invito a mirar con atención, en las siguientes fotos,
la ley del seguimiento en acción.
24. EL SEGUIMIENTO EN EL EMBARQUE (I)
Empezaré por el final, que es el embarque.
Los dos animales difíciles son el primero y el último.
El primero, porque no sigue a nadie y debe entrar en un lugar extraño al que se le mueve el
piso. El último, porque no encuentra lugar y queda solo, sin uno atrás que lo haga sentir
acompañado.
En medio de ambos, sólo se necesita aprovechar el instinto de seguimiento y administrar el
ingreso al camión, porque es difícil meter a todos juntos en un solo movimiento.
Mi experiencia es que es cuesta embarcar más de 6 o 7 animales juntos. Si las instalaciones
son muy buenas, a veces entran más Pero es mejor no tratar de embarcar más que esa
cantidad por tanda, porque se pueden atascar, y cuando se frenan, aprenden a volver atrás.
Al final, se trabaja más.
El ganado no quiere subir por el maltrato, no porque sepa que va al matadero. Eso lo
sabemos nosotros, ellos sólo piensan en lo que tienen a la vista. No conocen el frigorífico, y
a veces, ni el camión.
25. EL SEGUIMIENTO EN EL EMBARQUE (II)
El orden de la manada (punteros-jefes-cola) puede cambiar en el movimiento en corrales,
manga y embarque. A veces, el animal de adelante es un puntero, y lleva a los otros, y otras
veces queda en punta un animal cola, que se frena o se atraviesa porque no quiere entrar
solo. O un animal dominante al cual no se le da la gana de salir primero, porque le gusta ir al
medio, y pega la vuelta y deja que otro corra el riesgo de ir a la cabeza. Si el primer animal
que no quiere hacer punta, hay que hacer que los siguientes lo empujen o lo pasen.
Las banderas largas sirven para hacerse ver por los delanteros cuando uno queda atrás.
Porque los punteros, que en espacios cerrados ya no son tan valientes para ir al frente,
suelen frenarse. Hay que presionarlos desde atrás para que no se den vuelta, porque son
los que arrean al resto. Para eso, las banderas y bien altas. O un jinete, pero a la distancia,
no empujando ni azotando ni gritando a los de la cola.
26. EL SEGUIMIENTO AL CARGAR LA MANGA (I)
Bud Williams (1932-2012) me enseñó que cargar la manga no es un problema. Si uno les
muestra a los animales del toril que la manga es la salida que están buscando para alejarse
de uno, van a entrar con tantas ganas que nuestro trabajo va a ser atajarlos para que no
entren demasiados. Yo creía que los vacunos “le tenían idea” a la manga, y que por eso
nunca querían entrar. “Los que le tenemos idea a la manga somos nosotros, por eso
losmaltratamos tanto pensando que no quieren entrar”, me dijo Bud, y tenía razón.
Sólo agrego que la “auto-carga” de la manga se debe a la ley del seguimiento de los
bovinos, y que el trabajo de uno es ayudarlos a cumplirla.
Hay que enfilar a los animales, para que no se atoren al entrar. No deben ir en estampida, a
lo sumo al trote, y hay que afinarlos desde el flanco.
Si uno quedó atrás, como suele suceder, hay que ganar altura y presionar desde lejos a los
delanteros para que avancen y arreen al resto.
27. EL SEGUIMIENTO AL CARGAR LA MANGA (II)
Para usar el seguimiento en el toril hay dos variantes, que se pueden combinar.
Una ya la vimos: es el arreo desde atrás, sin empujar a los de la cola sino guiando a los
delanteros desde la altura y a la distancia (montados, subidos a la tranquera o al cerco, o
con una bandera larga). Al avanzar los de adelante, los de atrás los siguen. Es muy distinto
de empujar a los de atrás para que empujen a los del medio, y éstos, a los delanteros,
porque los de atrás no se nos darán vuelta sistemáticamente.
La otra variante es el arreo desde adelante: se mandan los animales hacia atrás, donde no
hay salida, para que se nos den vuelta y se refuguen hacia nuestras espaldas, a la manga.
Pienso que este es uno de los descubrimientos más geniales de Bud Williams, que
revoluciona las ideas y prácticas del manejo del bovino.
“Ellos hacen lo que quieren, que es apartarse de uno, y uno hace lo que quiere, que es
cargar la manga o el camión. Es un win-win”, decía.
28. EL TORIL DEL SEGUIMIENTO: LA BUD BOX O “TORIL CAJÓN”
Bud Williams inventó un toril basado en el seguimiento, llamado “Bud box” (el cajón de Bud)
en su homenaje. Él nunca quiso patentarlo ni registrarlo como marca.
El principio es simple: los animales entran a un lugar donde no tienen salida (“un cajón”), y
naturalmente vuelven hacia atrás, donde está instalada una salida lateral a la manga. Uno
tiene que pararse adelante del lote, del lado de la manga, para que los animales se enfilen,
nos rodeen y salgan.
Cuando uno lo ve por primera vez, piensa “eso no puede andar” o cosas peores. Sin
embargo, anda tan bien que está reemplazando al último gran invento de difusión mundial,
que fue el toril circular con “puerta reloj”. Es excelente como toril de embarque o de manga
de faena. Los animales buscan solos irse en fila por donde uno quiere que vayan.
El toril cajón, que es rectangular, demuestra además que se puede conducir muy bien al
vacuno sin necesidad de hacer corrales curvos.
29. LA LEY DEL SEGUIMIENTO EN EL TRABAJO DIARIO
El manejo del seguimiento es el secreto de la felicidad en el trabajo con el ganado. Se lo
hace arreando de atrás para adelante, de adelante para atrás, y de las dos maneras en
sucesión. Y también dejando que los animales se arreen solos.
Los videos son de anteayer (descarga en un feedlot) y ayer (trabajo de manga en un
establecimiento de recría). En los comentarios describo y analizo lo que se observa,
poniendo énfasis en el comportamiento de seguimiento.
Los antiguos ganaderos conocían y usaban a la perfección la ley del seguimiento. Con el
tiempo, lamentablemente, ha sido reemplazada por la “ley del tubo de pasta de dientes” (o
“de la manga de repostería”), para darle un nombre, que consiste en empujar y apretar al
ganado desde la cola para que adelante salga un chorro afinado de animales. Por ejemplo,
en los toriles redondos con puerta-topadora, también llamada “puerta reloj”, que trabajan
para el anti-seguimiento.
30. EL SEGUIMIENTO EN LA MANGA (I)
La invención de la manga cambió el trabajo ganadero, porque permitió atender a muchos
animales a la vez sin necesidad de enlazarlos y voltearlos de a uno. Y si había que tratarlos
de a uno, se contaba con el cepo. Sin embargo, cuando llegó al país, hacia 1890, el
consenso ganadero era que “eso aquí no va a andar” (lo mismo se dijo del alambrado).
Y la manga “anduvo”, porque mejora el manejo y ahorra trabajo, pero sobre todo porque usa
la ley del seguimiento. Si se trabaja bien, los animales entran solos, y al estar tranquilos, se
los procesa sin problemas.
El movimiento de seguimiento se corta al cerrar la manga y aplicar los tratamientos. Si los
animales se sienten atrapados sin salida, van a esconder la cabeza, echarse o saltar afuera
o atrás. Por eso, no hay que sobrecargar la manga y hay que hacer el trabajo sin demoras.
Esto es más fácil de lograr con animales tranquilos, que entran confiados porque esperan
salir de allí rápidamente.
31. EL SEGUIMIENTO EN LA MANGA (II)
Una vez que el primer animal puntea hacia la manga, es cuestión de no frenarlo y dejar que
los otros lo sigan. Hay que moverse atrás y adelante, y no pararse en un lugar con algo para
pegarles.
Si uno está adelante (sin mirarlos, recordar) y el avance se frena, hay que caminar hacia
atrás. Si uno está atrás (a la distancia y desde la altura, también recordar) no hay que
apurarlos, porque en vez de enfilarse, se van a atorar en la entrada de la manga.
El mayor freno al seguimiento es la persona parada a la entrada de la manga para “meter” a
los animales, porque los hará frenarse y recular. Debe caminar hacia atrás hasta pasar la
altura de la cruz del primer animal, para dejarlo pasar adelante. Luego, debe ayudar a los
otros a seguirlo, que es lo que quieren hacer.
Lo mismo debe hacer quien esté en el andén de la manga: moverse hacia atrás o hacia
adelante para mantener el seguimiento, y al final, cerrar la tranca.
32. ADELANTO SOBRE MANGAS
Hay mangas que ayudan al seguimiento, y otras que no.
1. Ayuda que el lado derecho del toril y la manga estén alineados, porque los animales ven
bien la salida. No ayuda que la entrada sea en embudo.
2. Ayuda que las trancas sean abiertas. No ayuda que sean ciegas.
3. Ayuda que haya trancas intermedias, para que los punteros no reculen. No ayuda que la
manga no tenga divisiones.
4. Ayuda que sea curva, siempre que estemos del lado interno, porque los animales nos
verán menos y se concentrarán en el de adelante. Si se trabaja bien, la manga recta
también ayuda, porque siempre se ve la salida.
5. Ayuda la manga del ancho adecuado. No ayuda la manga que permite darse vuelta o
trabarse.
6. Ayuda la manga mediana (10 m), que se carga y descarga rápido. No ayuda la manga
larga, que tarda en llenarse y vaciarse, y los animales se impacientan. Ni ayuda la corta,
porque frena el seguimiento.
Habrá más sobre mangas, pero adelanto esto para explicar mejor el seguimiento.
33. LA LEY DE LA DISTANCIA
La 3a. ley del bovino es la distancia (la 1a. es la manada y la 2a., el seguimiento, como
expuse en mi nota 10, del 11/9/18).
Es la ley más obvia y a la vez la más difícil de cumplir: ante nuestra presencia, los animales
se mueven para mantener una distancia que consideran segura. Si nos seguimos
acercando, siguen alejándose. Si no pueden alejarse, o se cansan de nuestro acoso, se dan
vuelta y nos enfrentan (y según el caso, nos atacan).
Esto fue formulado hace más de 80 años por Heini Hediger (1908-1992), un notable etólogo
suizo: hay dos distancias entre nosotros y los animales, la de seguridad (o fuga) y la de
defensa.
La mayoría de los problemas en el trabajo con los bovinos surgen de no entender estas dos
distancias: tendemos a trabajar demasiado cerca de los animales, y terminamos
enfrentados, cuando lo único que ellos quieren es mantenerse a cierta distancia. Es la
madre de todos los malentendidos, que son culpa nuestra, porque somos los que dirigimos.
34. LA DISTANCIA DE SEGURIDAD (I)
Todos los animales, nosotros incluidos, tenemos distancias de seguridad y de defensa.
Nuestra distancia de seguridad varía según el contexto: es corta si estamos en una reunión
familiar, y aumenta frente a desconocidos o si estamos solos en un descampado. Lo mismo
pasa con los vacunos. Para las vacas de un tambo frente al tambero tienden a cero. Frente al
vacunador o al técnico de control lechero, ya no son cero. En un feedlot donde el ganado es
bien manejado, los animales comienzan el ciclo con una distancia de seguridad de 30 metros o
más y deberían terminar con no más de 1 metro. Si no pasa eso, se debe al manejo agresivo de
los recorredores y al maltrato en el trabajo de manga.
En las partes prácticas de mis presentaciones, los animales comienzan con una distancia de
seguridad de 20 a 30 metros (o más, por la presencia del público) y terminan, una hora u media
más tarde, con 5 metros o menos, porque los hemos tratado bien y nos aceptan más cerca.