Debemos reconocer que el trabajo social es uno de los instrumentos al servicio del
poder dominante y que desde su creación ha sido utilizado como medio de control
social, la reflexión teórica sobre el trabajo social en el movimiento de la
reproducción de la sociedad no identifica con la defensa de la tesis intelectual que
entiende a aceptar a prioritariamente el carácter conservador de la profesión como
refuerzo y apoyo al poder vigente.
En este sentido se debe partir del hecho que los trabajadores sociales entren en la
lógica del mercado por su condición de asalariado de la cual depende para
acceder a los medios de vida por tanto se debe reconocer que el proceso de
transformación de la realidad no es una responsabilidad directa de la profesión
sino que compete más al conjunto de la sociedad y particular mente a las
organizaciones políticas de las clases sociales en tanto al sujeto de la historia.