Tutor:
DOCTOR EDGAR HERNANDO TOLEDO CÁCERES
NOTA DE ACEPTACIÓN
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iv
AGRADECIMIENTOS
Primero que todo le agradezco a Dios por haberme dado la oportunidad de estar
culminando mi carrera, de acompañarme en todos los momentos difíciles y poder salir
adelante de cada uno de ellos.
Al doctor Edgar Hernando Toledo Cáceres, quien fue mi tutor, asesor y guía en la
realización de este análisis sistemático de literatura, y a cada uno de los docentes, que tuve el
honor y orgullo de conocer, de igualmente de tratar en el transcurso de toda mi carrera
universitaria en mi formación profesional, ya que en este momento se puede ver que cada una
de sus enseñanzas y experiencias aportadas, quienes fueron son muy necesarias en esta nueva
vida de profesional que ahora empiezo.
v
DEDICATORIA
Dedico este trabajo y la culminación del mismo a todas aquellas personas que siempre
confiaron y vieron en mí, la vocación y las ganas de ser desde siempre un médico veterinario
zootecnista.
Dedico todos mis logros y metas alcanzadas, a mi madre; Nubia Celis Chinchilla, a mi
hermano Fabio Augusto Jiménez, a mi abuelo Israel Celis Márquez, quienes fueron aquellas
personas, que estuvieron ahí presentes en aquellos momentos difíciles, en los cuales casi
desfallezco en mi cometido, pero siempre me brindaron fuerza y fortaleza para continuar
adelante y poder lograr mi meta.
Dedico este logro a mis dos hijos; Jhoset Fabián Jiménez Osorio y William Andrés
Jiménez Osorio como ejemplo de esfuerzo, constancia, ganas de salir adelante y hacer posible
los sueños y metas trazadas desde pequeño, para que les quede presente y nunca se rindan en
el cometido y en la búsqueda de sus metas.
vi
Tabla de Contenido
pp
AGRADECIMIENTOS iv
DEDICATORIA v
LISTA DE TABLAS ix
LISTA DE FIGURAS x
RESUMEN xi
ABSTRACT xii
Introducción 1
1. Planteamiento del Problema 3
2. Objetivos 4
2.1. Objetivo Genral 4
2.2. Objetivos Específicos 4
3. Justificación 4
4.2. Anaplasmosis 12
4.2.1. Anaplasma Platys 13
4.2.1.1. Transmisión 13
4.2.1.2. Patogenia y Presentación Clínica 14
4.2.2. Anaplasma Phagocytophilum 15
4.2.2.1. Transmisión 15
4.2.2.2. Patogenia y Presentación Clínica 16
4.2.2.3. Diagnóstico 17
4.2.2.4. Tratamiento 18
4.4. Hepatozoonosis 23
4.4.1. Hepatozoon Canis 24
4.4.1.1. Ciclo Biológico y Transmisión 24
4.4.1.2. Patogenia y Presentación Clínica 25
4.4.1.3. Diagnóstico 26
4.4.1.4. Tratamiento 27
4.4.2. Hepatozoon Americanum 27
4.4.2.1. Ciclo Biológico y Transmisión 27
4.4.2.2. Patogenia y Presentación Clínica 27
4.4.2.3. Diagnóstico 28
4.4.2.4. Tratamiento 28
4.5. Dirofilariasis canina 29
4.5.1. Ciclo Biológico y Transmisión 30
4.5.2. Patogenia y Presentación Clínica 32
4.5.3. Diagnóstico 33
4.5.4. Tratamiento 34
4.5.5. Evaluación y clasificación de los animales con Dirofilariosis. 35
4.5.6. Prevención 36
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 36
5.1. Conclusines 36
5.2. Recomendaciones 38
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 39
ANEXOS 42
viii
LISTA DE TABLAS
TABLA pp.
Anaplasmosis en caninos
LISTA DE FIGURAS
FIGURA p
pág
1 Cuadro hemático de paciente canino, se realizó por medio de 2
extendido de sangre periférica, el cual arroja como resultado, 43
presencia de mórulas intraleucocitarias de Ehrlichia canis.
RESUMEN
Los hemoparásitos que tomamos como referencia y los cuales podemos encontrar con
peculiaridad en estos animales son: Anaplasma, Ehrlichia, Babesia, Hepatozon y Dirofilaria,
esta referencia es dada por la zona tropical y ubicación donde nos encontramos, ya que este
factor es el que predispone y favorece el hábitat y reproducción de sus principales agentes
trasmisores o vectores como garrapatas y los mosquitos.
sintomatología y signos que afectan la salud del animal a tal punto que puede llevarlos a la
muerte.
Estas enfermedades son de gran importancia tanto por el impacto generado en la salud
animal, como varias de ellas que pueden llegar a ser de presentación y afectación también en
humanos, considerándose en tal medida una amenaza para el control y la salud pública.
Con respecto a los avances tecnológicos y en este caso los medios de diagnóstico y
nuevos tratamientos que pueden controlar o eliminar este tipo de enfermedades, han
evolucionado hasta tal punto que ya existen test rápidos a fin de identificar ciertos agentes
infecciosos causantes de éstas enfermedades, dando soporte y confianza a profesionales para
el correcto y práctico y tratamiento de las patologías presentes.
ABSTRACT
Hemoparasites are the cause of major problems and diseases in various species of
animals, in this case in pets such as dogs, which by reference and proximity are the ones we
have most in contact.
The hemoparasites that we take as reference and which we can find with peculiarity in
these animals are: Anaplasma, Ehrlichia, Babesia, Hepatozon and Dirofilaria, this reference is
given by the tropical zone and location where we are, since this factor is what predisposes and
favors the habitat and reproduction of its main transmitting agents or vectors such as ticks and
mosquitoes.
Hemoparasitosis is a disease caused by any of these infectious agents that attack and
invade the body of an animal, causing a number of symptoms and signs that affect the
animal's health to such an extent that it can lead to death.
xii
These diseases are of great importance both for the impact generated in animal health
and in several of them that may become of presentation and affectation also in humans, to
such an extent being taken as a threat to control and public health.
With regard to technological advances and in this case the means of diagnosis and new
treatments that can control or eliminate this type of disease, these have evolved to such an
extent that there are already rapid tests to identify certain infectious agents that cause these
diseases, giving support and confidence to professionals for the correct and practical and
treatment of the present pathologies.
Introducción
Los hemoparásitos son organismos que pueden ser transmitidos a los animales
domésticos por vectores mecánicos y biológicos. Su presencia en los animales domésticos
produce cuadros hemáticos que afectan y van deteriorando la salud animal, los hemoparásitos
son parásitos microscópicos que viven y se reproducen a nivel de los vasos sanguíneos, por
fuera o dentro de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Estos microorganismos se encuentran
ampliamente distribuidos en todo el mundo, al igual que las garrapatas y mosquitos, causando
un sin número de efectos negativos en la salud de los animales. (1)
2. Objetivos
3. Justificación
El análisis y estudio que se efectuará en este trabajo tiene la finalidad de suplir y aportar
información de fuentes que puedan sustentar con evidencia información, que ayude al campo
de la medicina veterinaria, en su caso a los profesionales que en ella trabajan, a despejar
dudas y o reafirmar conocimientos previamente adquiridos tanto en su vida de formación
académica, como de formación profesional.
4.1. Ehrlichia
Tabla 1.
Especies de Ehrlichia, su hospedador y vector trasmisor
HOSPEDADOR
ESPECIE CÉLULAS INFECTADAS VECTOR
NATURAL
Perros, zorros,
Ehrlichia canis Monocitos/ macrófagos. Rhipicephalus S.
chacales
Neutrófilos
Ehrlichia ewingii Humanos, perros Amblyoma A
(inmunodeprimidos)
Neorickettsia risticii Caballos Monocitos Trematódo.
Son varias las especies de Ehrlichia capaces de infectar al perro, aunque desde un punto
de vista clínico la Ehrlichia canis es la que más importancia tiene, teniendo en cuenta que la
Ehrlichiosis monocítica canina (EMC), producida por Ehrlichia canis, fue la enfermedad
Ehrlichia descrita por primera vez, en 1935, por Donatien y Lestoquard, donde recibió como
primer nombre Rickettsia canis, la Ehrlichia canis, ha sido descrita en países de todo el
mundo, siendo endémica en zonas tropicales y subtropicales, ya que estos son los climas
predilectos para su agente trasmisor la garrapata. (6)
Como se menciona anteriormente la Ehrlichia canis, es una bacteria Gram negativa, pero
no presentan lipopolisacárido (LPS) ni capa de peptidoglicanos. Contrario a lo que ocurre con
el género Rickettsia, estas bacterias permanecen en la vacuola del leucocito, hecho que facilita
la formación de mórulas visibles al microscopio (5), que se comporta como un parásito
obligado intracelular obligada, parasitan el citoplasma de leucocitos, monocitos, macrófagos y
granulocitos, circulan en grupos denominados mórulas (3), siendo el interior de estas células
donde se desarrolla su ciclo vital a partir de unas formas cocoides o elipsoides que tienen un
diámetro entre 0,5 y 0,9 micras y que reciben el nombre de cuerpos elementales (1).
En la mayoría de los casos, casi que en su totalidad se puede afirmar y reportar que los
animales que padecen Ehrlichiosis monocítica canina, es causada por Ehrlichia canis, pero
ocasionalmente se han encontrado reportes por Ehrlichia chaffeensis en gatos donde se ha
comprobado la presencia de inclusiones en monocitos, linfocitos y granulocitos, en animales
que presentan fiebre y trombocitopenia, comprobándose por técnicas moleculares la presencia
de Ehrlichia canis. (7)
Las células que han sido infectadas la replicación se produce por fisión binaria; a los 3-5
días de post-infección, aparece un pequeño número de cuerpos elementales agrupados, en
forma de inclusiones pleomórficas con un tamaño aproximado de 1,4 a 2 micras y que reciben
el nombre de cuerpos iniciales. Durante los 7-12 días siguientes continúa el crecimiento y la
replicación de estos microorganismos dando lugar a las mórulas. (1, 6).
en 12-28 días, todo dependiendo del estado inmunológico del animal infectado. (1). De esta
manera, se puede encontrar en los reportes de diagnósticos de laboratorio que hay tres formas
intracitoplasmáticas: el cuerpo inicial, el cuerpo elemental y la mórula que aparece como una
inclusión basofílica en monocitos y granulocitos (7).
1.1.5. Transmisión.
También puede ser transmitida por medio de transfusiones sanguíneas a partir de donantes
infectados con Ehrlichiosis (5). Existen estudios que indica que la transfusión con sangre de
perros con infección crónica, que se habían tratado y habían contraído la infección hace 5
años, provoco la presencia de la enfermedad en los perros receptores. (1, 6). Se conoce que
una vez la garrapata ingiere sangre infectada, tiene la capacidad y puede transmitir la
infección 155 días después tras infectarse. (6)
1.2.5. Patogenia y Presentación Clínica.
8
Estudios han descrito una gran variación en los signos clínicos y esto puede ser debido a
muchos factores, incluyendo diferencias en la patogenicidad entre las cepas de Ehrlichia. Se
ha demostrado que la Ehrlichiosis canina no hay predilección sexual ni de edad, todas las
razas pueden ser infectadas, sin embargo el Ovejero Alemán o Pastor alemán suele ser el
perro más predispuesto a desarrollar Ehrlichiosis. La Ehrlichiosis monocítica canina, en el
curso de su enfermedad presenta tres fases; aguda, subclínica y crónica. (23)
Fase Aguda. En esta fase podemos encontrar garrapatas en el perro, los signos clínicos
pueden ser leves y no específicos casi imperceptibles, aunque en algunos casos son severos y
llegan a comprometer la vida del animal. Tras el inicio he incubación de la Ehrlichiosis en un
periodo aproximado de 8 a 20 días, se encuentra un sin número de alteraciones, las cuales
siempre dependerán del estado inmunológico del animal. En la parte hematológica se pueden
encontrar alteraciones tales como; trombocitopenia, leucopenia, anemia leve y variables, las
cuales están acompañadas de otros tipos de alteraciones más visibles al análisis clínico del
médico veterinario, como lo son: pérdida de peso, anorexia, letargia, hipertermia, (41º C),
linfoadenomegalia, exudado óculo-nasal seroso o purulento, hemorragias, disnea. (3)
En esta fase la ehrlichiosis se replica en las células mononucleares, sobre todo del sistema
mononuclear fagocitario, como ganglios, bazo, hígado y médula ósea, provocando en ellos
9
Fase Sub-Clínica. En esta fase el animal presenta un estado de convalecencia donde suele
recuperar el peso perdido y eliminar la hipertermia llegando a su temperatura corporal normal
(1), hasta tal punto que se han presentados casos de animales que han eliminado el parásito,
convirtiéndose en portadores sanos hasta por periodos de 3 años (4), siempre teniendo en
cuenta el sistema inmune del animal y su excelente funcionamiento. Esta fase también recibe
el nombre de asintomática (5), cabe aclarar que en la mayoría de los casos persiste la
infección pasando de fase subclínica a crónica. Es de resaltar y entender que un animal que se
le diagnostique con presencia de este tipo de hemoparasito, quedara como portador, el cual
podrá presentar este tipo de sintomatología en cualquier momento, siempre dependiendo de su
estado inmunitario; es caracterizada por presentar trombocitopenia, leucopenia variable y
anemia sin la presentación de signos clínicos, donde la respuesta inmunitaria predominante en
esta fase es de tipo humoral. (6)
Fase Crónica. Se conoce que los animales llegan a esta fase de la enfermedad por su
sistema inmune ineficaz de poder eliminar el agente agresor, normalmente los pacientes que
llegan a este estado de la enfermedad, se encuentran en la mayoría de los casos en un estado
avanzado y de pronóstico grave, teniendo en cuenta que su nivel o estado de gravedad
siempre se ve influenciado por ciertos factores, tales como la raza, la edad, el estado
inmunitario y el contacto con el vector transmisor. (6). Es común que en esta fase los
pacientes puedan manifestarse en presencia de una enfermedad leve con alteraciones
hematológicas y de peso casi irrelevantes (1), pero también pueden desarrollar cuadros
clínicos mucho más complejos donde también se conoce como la fase más grave y letal, el
cuadro se caracteriza por la reducción de la producción de elementos sanguíneos de la medula
ósea (5), presentando diferentes alteraciones tales como:
Trombocitopenia, presenta síntomas tales como palidez de mucosas, petequias,
equimosis en mucosas, y/o hemorragias nasales (epixtasis).
10
1.3.5. Diagnóstico.
El rigor y la importancia de establecer una valoración médica por parte del médico
veterinario, analizando su presentación clínica y sintomatológica, analizando los antecedentes
de infestación por garrapatas junto con la presentación de una sintomatología caracterizada
desde un primer momento bajo la sospecha y un correcto apoyo de analices indicados donde
se reflejen la presencia del agente agresor, como lo son (1):
11
Serología. Es una de las técnicas más comúnmente empleadas para el diagnóstico de estas
enfermedades. Consiste en detectar la presencia del agente mediante la valoración de la
respuesta inmunitaria humoral del hospedador, midiendo la producción de anticuerpos. Se
puede observar un título elevado de anticuerpos tras la exposición al agente, en cualquier fase
de la enfermedad, e incluso tras el tratamiento. Entre las técnicas utilizadas se distinguen:
1.4.5. Tratamiento.
4.2. Anaplasmosis
Enfermedad causada por especies del género Anaplasma, afecta a bovinos, ovinos,
caprinos, canidos, búfalos y algunos rumiantes salvajes, caracterizada por un aumento en la
temperatura, ictericia, hemorragias y anemia. El género Anaplasma está constituido por
Anaplasma phagocytophilum (anteriormente Ehrlichia equi, Ehrlichia phagoyitophila o
erliquia granulocítica humana), Anaplasma bovis y Anaplasma platys. (1, 13).
Sus células diana son exclusivamente las plaquetas, puesto que por medio de
microorganismos cooideos o elípticos, Gram-negativos, parásitos intracelulares obligatorios,
que se presentan aisladamente o en colonias en el interior de las plaquetas, principalmente en
perros, siendo responsable del desarrollo de un cuadro clínico denominado trombocitopenia
cíclica canina. (6). Se observar inclusiones en cuyo interior puede haber de 1 a 8
microorganismos formando mórulas azuladas similares a las mórulas de Ehrlichia canis,
asimismo, el principal vector transmisor es la garrapata Rhipicephalus sanguineus, dado que
se ha detectado ADN de Anaplasma platys en esta especie de garrapata y en animales
positivos a este agente estaban parasitados por Rhipicephalus sanguineus, por este motivo, es
frecuente que coexista la infección por Ehrlichia canis y anaplasma platys en el mismo
hospedador. (2, 6, 19)
1.1.5. Transmisión.
Luego de ser infectado el hospeador desarrolla una infección aguda por anaplasma platys
que inicia después de un período de incubación de 8 a 15 días, y se caracteriza por ciclos de
parasitemia y trombocitopenia que ocurren periódicamente en intervalos de 10 a 14 días. En la
primera fase parasitémica, la trombocitopenia tiende a ser más grave presentando en su punto
más bajo 20.000 a 50.000 plaquetas por μL de sangre, y el número de plaquetas parasitadas
tiende a ser mayor cada vez. (2). Tras el período de incubación y superior a los quince días, y
al haberse producido la parasitemia de las plaquetas y con ello el desarrollo de una
trombocitopenia y una linfadenomegalia generalizada, donde se hacen visibles otros signos
clínicos como son: anorexia, depresión, fiebre, letargia, mucosas pálidas, pérdida de peso,
secreción nasal, letargia, hemorragias petequiales y en ciertos casos presencia de uveítis. (2,
18)
Esta especie engloba a las especies anteriormente conocidas como Ehrlichia equi
(denominada así por su presencia en caballos, e igualmente causante de la Ehrlichiosis
granulocítica canina), HGE (agente de la ehrlichiosis granulocítica humana) y Ehrlichia
phagocytophila que causa la enfermedad en el ganado. Esta unificación taxonómica se realizó
ya que tras el análisis de su RNA ribosómico, se determinó que estos agentes resultaban ser la
misma especie, donde se considera una especie granulocítica, junto con Ehrlichia ewingii,
por su tropismo por neutrófilos y eosinófilos. (1, 6)
2.1.5. Transmisión.
Tabla 2.
Diferenciación de patógenos, agentes y vectores que producen Anaplasmosis en caninos
Garrapata
Agente Causal Enfermedad Huésped Reservorio
VECTOR
perro, gato,
Anaplasmosis humanos, Corzo, ciervo
Anaplasma Ixodes ricinus,
granulocitica caballo, oveja, rojo, pequeños
phagocytophilum (I. trianguliceps)
canina (aGC) cabra, bóvidos, roedores, lince
llama
Trombocitopenia Rhipicephalus
Anaplasma platys perros desconocido
cíclica canina (tCC) sanguineus
Tabla 3.
Manifestaciones clínicas y alteraciones clínico-patológicas de las infecciones por Anaplasmosis en
caninos
Agente Causal
Signos Clínicos Alteraciones de Laboratorio
Enfermedad
2.3.5. Diagnóstico.
Serología.
2.4.5. Tratamiento.
Tabla 4.
19
Ixodes hexagonus
B. (Theileria) annae Pequeño perro
Ixodes ricinus
Rhipicephalus sanguineus
B. gibsoni Pequeño perro Haemaphysalis spp.
Dermacentor spp
En la actualidad se conocen más de 100 especies del parásito pero la Babesia canis y
Babesia gibsoni han sido identificadas las más frecuentes e identificadas en infectar caninos,
causando la babesiosis canina. Las babesias son parásitos intraeritrocitarios clasificados
morfológicamente en grandes o pequeñas, de acuerdo con el tamaño de los merozoítos, en el
caso de las especies que afectan a los perros, la babesia canis es considerada una babesia
grande (2,4 - 5μm), casi el doble del tamaño de la babesia gibsoni (1 - 3,2μm), considerada
pequeña, los merozoítos de este parásito se observan en el interior de los glóbulos rojos con
diferentes formas (redondeada, o elíptica) (10, 21, 22).
Tras la llegada de las ayudas moleculares y el manejo de estudios filogenéticos donde la
babesia canis se reclasifico en tres tipos de subespecies, (Babesia canis canis, Babesia canis
rossi y Babesia canis vogeli) basados en inmunidad cruzada, las pruebas serológicas, la
especificidad de vectores y la filogenia molecular, estos parásitos son considerados especies
separadas. (1, 8).
glándulas salivales, permitiendo de esta forma que su hospedador intermedio que es el canino
donde las babesias se reproducen en forma asexual. (1, 18, 24)
Al ser picado el hospedador por garrapatas infectadas, este comienza con una
hemoparsitosis transitoria que dura aproximadamente cuatro días. Luego se presenta una
parasitemia más intensa, donde el microorganismo se replica a nivel endocelular en los
eritrocitos, y puede localizarse también en macrófagos y células endoteliales de pulmón e
hígado. (1, 8). Su principal medio de trasmisión es dado por la picadura de una garrapata
infectada, pero se ha demostrado que existen otras formas de infección que pueden
presentarse como lo son: por la mordida de un perro en la que haya transferencia de sangre, en
una transfusión de sangre de un animal infectado, en la placenta de una perra que infecta a sus
cachorros. En esta enfermedad, también se dan casos de perros sanos portadores del parásito.
Son fuentes de infección, pero no presentan cuadro clínico. (20).
Tras análisis apoyados por exámenes de laboratorio se confirma que los síntomas clínicos
incluyen insuficiencia renal aguda, disfunción neurológica, coagulopatías, disfunción
hepática, síndrome de dificultad respiratoria aguda, miocarditis, hipotensión y pancreatitis. Se
evidencia alteraciones hematológicas primarias como anemia, trombocitopenia y leucocitosis,
de igual manera en análisis químicos sanguíneos, puede detectarse un aumento de la actividad
de las enzimas hepáticas, hipopotasemia, y en casos más graves aumento del nitrógeno ureico
sanguíneo (BUN) con valores normales de creatina sérica. (1, 18, 27)
3.3.6. Diagnóstico.
Por medio de una adecuada y exhaustiva valoración médica por parte del médico
veterinario, analizando su presentación clínica y sintomatología, donde se pueda apoyar en
pruebas o análisis indicados donde reflejen su presencia en el animal, como los son:
Por medio de una muestra de sangre periférica al realizar un frotis sanguíneo con (tinción
de Giemsa, Wright o diff-Quick) en el que se pueden observan los merozoítos de Babesia, de
tamaño grande o pequeño, observándose intraeritrocitarios en forma de coma, anillo o
tétradas (cruz de malta) que son patognomónicas de babesiosis. (1, 18, 27)
3.2.5. Serología .
3.4.6. Tratamiento.
4.4.Hepatozoonosis
El Hepatozoon canis fue descrito por primera vez en sangre de un perro en la India en 1905
(24). Es un protozoario transmitido por garrapatas como la Ripicephalus sanguíneus, es más
frecuente y está asociada su presencia a animales de Europa, Asia, África, y América del sur,
presentándose infecciones de inaparentes a severas, en general, asociadas a enfermedades
inmunosupresoras y a coinfecciones con otros hemoparásitos, persistente e identificado en todas
estas zonas donde de clima trópico o de predilección para esta garrapata. (24).
ezquisontes, dentro de los monocitos y neutrófilos, afectando órganos como bazo, médula
ósea, pulmones, hígado y músculo, donde el organismo se divide asexualmente a través de la
fase de merogonia o anteriormente llamada esquizogonia, los cuales se pueden observar por
medio de estudios histopatológicos de estos tejidos a partir del día 13 post-infección.
Por medio de una adecuada y exhaustiva valoración médica por parte del médico
veterinario, analizando su presentación clínica y sintomatología, donde se pueda apoyar en
pruebas o análisis indicados donde reflejen su presencia en el animal, como los son:
Con este estudio se detecta por microscopía la presencia de gamontes en forma elipsoidal u
oval intraleuocitaria, elongados y con extremos redondeados, siendo sus dimensiones alrededor
de 11 x 4 μm, se detectan en el citoplasma de los neutrófilos y rara vez en el de monocitos; se
colorean de azul pálido.
Están envueltos por una membrana gruesa, ocupan el centro de los neutrófilos
comprimiendo y desplazando su núcleo lobulado hacia la membrana celular, con un citoplasma
escasamente coloreado y un núcleo generalmente desplazado hacia uno de los polos, compacto
y basófilo. (24, 36, 37) Estos extendidos se deben realizar en forma inmediata una vez extraída
la sangre porque a medida que pasa el tiempo el gametocito desaparece dejando una cápsula sin
teñir dentro de los leucocitos, y de esta forma si no se realiza adecuadamente en los tiempos
estipulados puede no ser visible y arrojar un falso reporte negativo. (27)
26
El ciclo biológico y/o método de transmisión del Hepatozoon Americanum es muy similar
al del Hepatozoon Canis, tomando como principal diferencia que el vector trasmisor, es la
garrapata Amblyoma Maculatum, de igual manera es la portadora e inféctate, que se trasmite
mediante la ingesta de la misma, que infecta al huésped por medio de los ooquistes
esporulados del Hepatozoon, que se han desarrollado dentro de ella y que debido a la acción
de la bilis en el intestino distal del huésped, los esporoquistes sufren ruptura de su pared y se
liberan los esporozoitos, estos a su vez penetran la mucosa del intestino y por vía linfática o
27
del torrente sanguíneo se diseminan a varios órganos y tejidos. (24, 7) Una diferencia
principal entre los dos tipos de Hepatozoon el que el Hepatozoon Americanum se aloja y en
cuentra principalmente en los monocitos y presenta afinidad por los tejidos musculo
esqueléticos, caracterizada por una inflamación severa. (7)
2.3.5. Diagnóstico.
Biopsia. Las biopsias de tejidos que ponen en evidencia las lesiones y a los esquizontes
que se alojan en tejidos tales como pulmones, musco esquelético, bazo hígado. (24)
2.4.5. Tratamiento.
Estudios indican que se requiere una temperatura superior a 18°C para la madurez y que
por debajo de 14°C no se produce el desarrollo. Si la temperatura promedio del día es
superior a 18°C el desarrollo dentro del mosquito dura aproximadamente un mes, si la
temperatura promedio es de 27°C el desarrollo se producirá en 10 a 14 días que favorecen la
reproducción y presencia del mosquito vector y además, depende de la densidad de los
mismos y de la presencia de los huéspedes definitivos como los mamíferos, en los que el
30
parásito completa su desarrollo, se conoce que las larvas cuando no están con su temperatura
adecuada no logran madurar, pero si se mantienen y pueden sobrevivir en el mosquito
hibernante y completar su desarrollo cuando la temperatura sea la adecuada. (26)
Cuando el mamífero en este caso el canino es infectado por los mosquitos con las larvas
L3, de aproximadamente 1mm de largo, estas penetran a través de la piel por el canal hecho
por la picadura del mosquito, donde luego migran por los tejidos a localizaciones intermedias
como membranas submusculares, tejido subcutáneo, subserosas, tejido adiposo y
ocasionalmente a los músculos. Posterior a la inoculación se presenta la muda a L4 en un
periodo entre 2 y 12 días, el cual puede durar hasta 70 días, donde llega a medir cerca de 1,5
mm de largo. Las L4 pueden encontrarse y mantenerse en los tejidos misionados hasta por 4
meses, antes de mudar a adultos juveniles y posteriormente entrar en la circulación venosa
El paso de L4 a L5, ocurre 50 a 70 días post inoculación este estado larval L5 de adulto
inmaduro, posee una gran movilidad y capacidad de penetración en los tejidos, lo que permite
se pueda localizar en tejidos nos tan comunes a su presencia. Entre los 70 a 120 días post
inoculación puede penetrar en una vena y ser transportada por el torrente sanguíneo hasta las
arterias pulmonares, de esta forma ingresa al sistema cardiopulmonar. Cuando los gusanos
alcanzan las arterias pulmonares miden de 20 a 40 mm, de largo, entre los 85 a 120 días
31
Si ambos sexos están presentes en las arterias pulmonares, se favorece a que aparezcan
las hembras ya fertilizadas cerca de los 120 días después de la infección y pueden continuar
reproduciéndose hasta por más de cinco años. (28, 32) Este proceso y al estar presente las
hembras fertilizadas y los adultos en circulación, dan origen a que se presenten las
microfilmaras y reinicie el ciclo evolutivo de la Dirofilariosis (32).
5.2.6. Patogenia y Presentación Clínica.
Tras la infestación por los parásitos de Dirofilaria immitis, este parasito en su estadío de
adulto ejerce importante acción mecánica por obstrucción, principalmente en la arteria
pulmonar, donde afecta el paso normal de la sangre y el correcto cierre de las válvulas, se
presentan problemas como embolia en pulmón, cerebro y otros tejidos por las obstruccionas
causadas por estos parásitos adultos. Por los movimientos continuos de estos parásitos y su
acción irritativa sobre el endotelio de los vasos da lugar a que se presente endoarteritis y
endocarditis y lesiones vasculares de consideración. En general las presencia de estos vermes
causan un sin número de problemas vasculares dados por la obstrucción, y por la congestión
generada en la parte pulmonar. (30).
La presentación clínica de la Dirofilariosis es muy escasa, hay pacientes que pueden pasar
desapercibidos ya que al principio, el animal afectado muestra pocos signos de infestación.
Los signos dependen de la severidad de la infestación, la ubicación de la filaria, el tiempo que
ha estado presente, y la cantidad de daños causados al corazón, así como a los pulmones, el
hígado y otros órganos, pero siempre, el animal afectado mostrará cada vez menos tolerancia
al ejercicio. (25, 31)
generalizada, puede causar disfunción renal severa con glomerulonefritis menbranosa debido
al depósito de complejos inmunes y puede presentar falla hepática aguda y coagulación
intravascular diseminada, esto a su vez conlleva a una proteinuria severa, hemoglobinuria,
ictericia y disnea. (26, 30)
5.3.6. Diagnóstico.
Inicia con el examen físico, muchas veces los pacientes llegan a la consulta con
inapetencia, decaimiento e intolerancia al ejercicio, sobre todo en perros muy activos. Es muy
importante realizar una buena anamnesis porque ella nos indicara si el paciente procede de
zonas endémicas al mosquito o si realizo un viaje a lugares endémicos. El diagnóstico se basa
por lo general en identificación de microfilarias de D.immitis en una muestra de sangre o en
la detección de antígenos del parásito adulto en sangre, suero o plasma. También podemos
detectar cambios radiográficos típicos o la identificación de las filarias en la ecografía,
especialmente en síndrome de la vena cava.
Debemos tomar en cuenta que muchas veces los resultados no dan positivos porque no
hay suficientes Examen físico: en animales de más de dos años de edad que vivan o procedan
de zonas endémicas, con alteraciones del aparato respiratorio como tos crónica, alérgica,
disnea de esfuerzo o intolerancia al ejercicio, estertores, hemoptisis y alteraciones
33
cardiovasculares como arritmias, soplos. Microfiarias circulando en sangre ya sea porque son
infecciones prepatentes, ocultas o sean vermes de un solo sexo, supresión químico profiláctico
o filarias cardiacas infértiles.
la arteria pulmonar o el corazón derecho. Esta técnica puede estimar la carga parasitaria, la
presencia de regurgitación de la válvula tricúspide, severidad de la hipertensión pulmonar; el
síndrome de la vena cava caudal puede ser confirmado o descartado por este método. (25)
3.1.5. Tratamiento.
No se debe comenzar sin antes realizar una buena valoración de la condición física y
funcionamiento del corazón, pulmones, hígado y riñón. Antes de iniciar el tratamiento es
importante hacer una valoración cardiopulmonar completa (radiografía, ultrasonido y
electrocardiografía) y mediante el uso de clasificación de la enfermedad, que permita al
clínico conocer mejor la severidad de la enfermedad, el manejo, la expectativa de tratamiento
y pronóstico.
Para que junte al propietario de la mascota puedan tomar la decisión más asertiva con
respecto al tratamiento y la esperanza de vida de la mascota. Porque una muerte masiva de
parásitos en un corto periodo puede producir enfermedad trombo embolica pulmonar y
coagulopatía intravascular diseminada con la consecuente muerte del paciente. En este
sentido, el plan terapéutico general debe ser:
Uso de fármacos que eliminan el parasito adulto (adulticidas).
Fármacos que eliminan las microfilarias (microfilaricidas), tres semanas después del
tratamiento adulticida.
Chequeo de microfilaremia a las dos semanas.
Iniciación de la profilaxis.
Prueba de antígeno 4 a 6 meses post adulticida para evaluar la eficacia del adulticida.
Evaluación del nivel de infección 6 meses a 1 año después.
En animales con infecciones patentes, se procede generalmente eliminando los vermes
adultos y posteriormente las microfilarias circulantes, pero se ha demostrado que los efectos
tóxicos de los fármacos son más severos en animales con alta microfilaremia, lo que se
previene invirtiendo el orden. (28)
5.4.6. Prevención.
5. Conclusiones y Recomendaciones
5.1. Conclusiones
36
Es importante recalcar que se debe tomar muy en cuenta la cantidad de personas con
mascotas que están transitando por el país debido a la migración; esto ha contribuido al
aumento de casos clínicos por hemoparásitos en nuestro país.
Un pronto diagnóstico, basado en un buen examen clínico y valoración por parte del
médico veterinario acompañado de un diagnóstico de laboratorio, son la mejor forma de poder
implementar el correcto protocolo terapéutico de tratamiento para el control de la enfermedad
por hemoparásitos que se detecte en el animal.
La forma más adecuada e indicada para tratar de disminuir los casos que cada vez son
más frecuentes de hemoparásitos en los animales de compañía, es la concientización del
manejo adecuado y control de los ectoparásitos en los animales, que son los principales
trasmisores de estas enfermedades.
Reforzar la parte preventiva por parte de los profesionales, como los médicos
veterinarios, incentivando un control periódico a los animales por medio de la
implementación de métodos de diagnósticos donde cada vez sea más fácil y asequible la
identificación de este tipo de hemoparásitos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Anaplasmosis. Revista de Investigaciones Veterinarias del Perú [Documento en
línea]. Disponible en http://www.scielo.org.pe/pdf/rivep/v26n1/a13v26n1.pdf
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LÓPEZ, M. (1993) Hepatozoonosis cania. Revista Clínica Veterinaria de Pequeños
Amimales. Vol. 13. Nro. 4 [Documento en línea]. Disponible en:
https://ddd.uab.cat/pub/clivetpeqani/11307.pdf
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Dirofilaria immitis en perros callejeros de la ciudad de Mérida, Yucatán, México.
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Universidad Austral de Chile [Documento en línea]. Disponible en:
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presente en el mundo. [Documento en línea]. Disponible en:
http://www.scielo.org.co/pdf/rmv/n22/n22a07.pdf Revista Médica Veterinaria. Bogotá
(Colombia) N° 22: 57-68, julio-diciembre del 2011
41
ANEXOS
42
intraleucocitarios de Hepatozoon Canis. Tomado del centro Médico Mundo Animal Flórez,
El Zulia / Norte Santander.
intraplaquetarias. Tomado del centro Médico Mundo Animal Flórez, El Zulia / Norte
Santander.