Centramiento Simple: Hacia la Conquista de tu centro

El centramiento o estar centrado es una competencia básica del Coach y es una herramienta práctica
para servir efectivamente a su Coachee.

Para estar centrado en el cuerpo se requiere estar conectado emocionalmente con un espacio de
quietud y de silencio lingüístico, de manera que se logre la coherencia esperada

La experiencia del centrado corporal es muy sencilla. La puedes practicar ya sea sentado o de pie en un
lugar cómodo.

Centramiento: disposición corporal que se traduce en estar conectado conscientemente con mí ser y
sentirme integrado, en silencio y en paz, en el momento que estoy viviendo. El centramiento también
puede expresarse como el alineamiento del eje vertical del cuerpo es decir, estar conectado con mi ser,
en contacto con la tierra y con el Universo, permitiendo de esta manera que fluya la energía. Desde el
centramiento escucho, converso y sirvo en forma más efectiva, ya que todo mi ser es un todo conectado
con el otro.

Declaración: estoy en mí, ahora y aquí, disponible para servir, para escuchar y me abro para acogerte

Durante el taller, participaste en un conjunto de ejercicios corporales que te llevaron a formas distintas
de observar y de sentir tu cuerpo. Entre ellos hicimos, centramiento simple y alineamiento chakras LAM
VAM RAM HAM….
Lo que requieres para tu práctica es lo siguiente:
Un espacio cómodo y libre de interrupciones, una silla y una alarma, ojalá con una música suave, que te
avise cuando el tiempo disponible haya terminado, así no necesitarás estar mirando el reloj.
Los pasos son los siguientes:
1. Siéntate en la silla, sin zapatos y colocando los pies sobre el suelo. Coloca tu espalda recta, el
torso derecho soltando toda tensión innecesaria. Permite que todo el peso de tu cuerpo repose
sobre la silla.
2. Cierra tus ojos y entra en contacto con tu cuerpo. Siente tu cuerpo ocupando el espacio y solo
cuando te sientas en contacto con tu cuerpo, sigues adelante.
3. Lleva la atención a tus pies. Muévelos un poco. Colócalos firmemente sobre el suelo. Suelta la
tensión innecesaria que pueda haber en ellos.
4. Recorre, soltando la tensión innecesaria, las piernas y las caderas. Lleva ahora la atención a tus
manos. Muévelas un poco. Suelta la tensión innecesaria que pueda haber en ellas. Recorre,
soltando la tensión innecesaria, los brazos y los hombros. Ahora, lleva la atención a la cabeza.
Mueve tu cuello un poco. Suelta la tensión innecesaria que pueda haber en el cuello, la
mandíbula, la frente, los párpados. Lleva ahora la atención a la respiración. Nota cómo tu cuerpo
participa en ella: tu nariz, tu cuello, tu pecho, tu abdomen. Observa cómo estás respirando ahora.
Permite que más aire entre en tu cuerpo. Expande tu cuerpo para darle más espacio al aire.