TRIBUNAL ECLESIASTICO DE BARRQUILLA

REF. MONTERIA – MONTERIA

NUL. MATR. IMENEZ RODELO.
PROT. N.

VOTODEL JUEZ ASESOR. Pbro. John Jairo Soto Osorio

PARETE ACRORA: NANCY VIOLETA JIMENEZ

PARTE CONVENIDA: EDWIN JOSE RODELO TAPIA.

Matrimonio celebrado en la parroquia inmaculada concepción de montería, el día o6 de diciembre

de 1997

CAUSAL: Incapacidad para contraer matrimonio por “grave defecto de discreción de juicio
acerca de los derechos y deberes esenciales del matrimonio que mutuamente han de dar y
aceptar” C 1095. 2. Por parte de uno u otro o ambos contrayentes.

COLEGIADO: R.P. JUAN RAFAEL BARRIOS BALDOVINO Juez instructor.

JUEZ ASESOR: R.P. JHON JAIRO SOTO OSORIO.

HECHOS

La actora NANCY VIOLETA, nació dentro de un hogar constituido por matrimonio católico y fue
bautizada en la iglesia en la misma confesión de fe, según la narración de la actora se deduce que
el matrimonio de sus progenitores duro poco tiempo, ante esta situación el debido responsable de
su crianza y educación fue su padre que lo hizo con un amor ferviente y paternal. La educación
escolar de Nancy fue de carácter católico.

El convenido Edwin José un hombre que a sus 27 años de edad ya había tenido un hijo que aparece
registrado como hijo de sus padres, al parecer su mama ejercía sobre el cierta dominio de su actuar,
que siempre lo maneja todo.

Se conocieron en un paseo que realizaron a la finca de una amiga que tenían en común por la carrera
que estudiaba, fue un encuentro de compañeros universitarios, Nancy fue acompañada de su mamá
quien en ese integración dialogo con Edwin quien fue quien los presento, todo sucedió en la
cordialidad y tranquilidad, posterior al encuentro Edwin y Nancy entablaron una amistad que se
llevaba a cabo a través de llamadas y visitas, al poco tiempo de esto él le pidió que fueran novios y
este modo comenzaron la relación de noviazgo que se vio influenciado por el control que ejercía la
mamá de Edwin, una relación muy dependiente esto para Edwin era muy normal que su mamá se
metiera en la relación de ellos como novio. A la relación de noviazgo llegaron las relaciones sexuales
y con ellas un embarazo no esperado un hijo no deseado un hijo no planificado ni planead, esta
realidad apresuro una decisión como la del matrimonio puesto que Nancy provenía de un hogar
católico donde sus padres se habían casado por la iglesia, pues ella como toda mujer deseaba con
el matrimonio por la iglesia, en primer momento Edwin tiene una respuesta positiva, que luego
cambia de parecer por influencia de su madre y él le propone a Nancy contraer el vínculo civil, que
ella no le gustaba por sus creencias religiosas, estos hechos ocasionan ciertos problemas y
discusiones; ante las dificultades entre los novios, la hermana de Nancy le dice que no se case que
ellas no está de acuerdo, las razones para el matrimonio ya no era solo el embarazo si no también
el que dirán de la sociedad cuando ya las invitaciones estaban hechas y debidamente repartidas ya
se habían hecho la proclamas por parte de los novios a todas las amistades, en medio de la
preparación de la boda llego la primera cita al ginecólogo para el control prenatal, en esta se llevan
un gran sorpresa y es que él bebe esta sin vida procedan a practicar el legrado, este hecho doloroso
no rompe el compromiso matrimonial y siguen con el deseo de contraer matrimonio, de esta
relación que duro 6 meses de noviazgo solo se recuerdan reproches, chisme, discordias, pero aun
así se llegó a la realización del matrimonio.

La convivencia desde el noviazgo y el matrimonio siempre fue tormentosa, y asediada por la mama
del novio doña Ruby, una vez casados siempre compartían en familia de Edwin y el pedir compartir
y participar de la vida familiar de Nancy siempre generaba una disputa entre los esposos. Las
motivaciones para contraer nupcias matrimoniales fue el embarazo prematuro dentro de su
relación de noviazgo vivida también bajo el peso de los conflictos por celos enfermizos.

EN DERECHO.

La vida matrimonial está orientada al bien de los cónyuges, a la procreación de la prole (c. 1055, 1),
mediante autentica relación de solidaridad y reciproca participación en la circunstancias vitales de
cada cónyuge respecto del otro, por eso en la entrega marital nunca puede faltar el derecho a la
comunidad de vida, porque sin la capacidad de realizar la vida en común, no puede entenderse que
alguien entregue o acepte un derecho o un deber conyugal.
“El derecho a la comunidad de vida y amor marital como elemento jurídico constitutivo de la alianza
matrimonial es un derecho-deber esencial que hace relación directa a la perfección, desarrollo y
progreso integral de los esposos, tomado en su totalidad e individualidad o unidad y diversidad”. (c.
Anné, 4 de dic de 1975, Ephem. can 33, 1977, p.173).

Partiendo de esta consideración canónica, establezco la falta de discreción de juicio, de la se

menciona el canon 1095-2 del CIC, que hay que entenderla en relación con los derechos y
obligaciones esenciales de la institución matrimonial, que los contrayentes han de darse
mutuamente, porque lo que interesa a la ley, es la capacidad del contrayente para juzgar y asumir
adecuadamente las exigencias de su nuevo estado de vida. La incapacidad matrimonial solo puede
ser el resultado de un defecto tal que haga a la persona incapaz de una elección libre de asumir sus
obligaciones esenciales en particular los tres bienes del matrimonio.
Quienes tiene grave defecto de discreción de juicio, lo que tiene es una incapacidad que no le
permite a los contrayentes consentir válidamente, este capacidad psicológica y antropológica de la
persona es el punto mínimo de partida de la validez del matrimonio, la discreción de juicio también
implica la capacidad crítica por parte de los contrayentes, para ejercerla de forma adecuada de tal
manera que le sea posible valorar las responsabilidades que adquiere con en la vida matrimonial, se
puede decir y concluir que no hay la suficiente madures en el orden emocional y afectivo para
contraer una responsabilidad en la capacidad oblativa como lo es la vida conyugal.

CONSIDERACIONES.

Considero que hay suficiente certeza moral para afirmar que en el comportamiento y en el proceder
de los contrayentes, no hubo un verdadero proyecto de vida en común, no asumieron la decisión
de casarse bajo el máximo fundamento del matrimonio como lo es el amor oblativo en la vida
matrimonial, sino que lo hicieron bajo el peso de un error como lo fue el embarazo prematuro en
su relación de novios, que contrajeron matrimonio por conveniencia social, y no como una
verdadera alianza sagrada, sino bajo la presión de la sociedad.

Hubo desconocimiento de las obligaciones esenciales del matrimonio como proyecto de vida donde
el hombre y la mujer se entregan y se aceptan mutuamente para construir y vivir la alianza
matrimonial para desarrollarse y multiplicarse en la proyección del amor mutuo y de la prole.