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DERECHOS DE LOS ANIMALES.

Declaración universal de los derechos del animal Londres, 23 de septiembre de 1977


Adoptada por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y las Ligas Nacionales
afiliadas en la Tercera reunión sobre los derechos del animal, celebrada en Londres del 21
al 23 de septiembre de 1977. Proclamada el 15 de octubre de 1978 por la Liga
Internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas que se asocian a ellas. Desde 1998
en esta página figuraba esta afirmación: “Aprobada por la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU)”,

Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos a la existencia.
Todo animal tiene derecho al respeto. El hombre, en tanto que especie animal, no puede
atribuirse el derecho de exterminar a los otros animales o de explotarlos violando ese
derecho. Tiene la obligación de poner sus conocimientos al servicio de los animales. Todos
los animales tienen derecho a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre.
Ningún animal será sometido a malos tratos ni actos crueles. Si es necesaria la muerte de un
animal, ésta debe ser instantánea, indolora y no generadora de angustia. Todo animal
perteneciente a una especie salvaje, tiene derecho a vivir libre en su propio ambiente
natural, terrestre, aéreo o acuático y a reproducirse. Toda privación de libertad, incluso
aquella que tenga fines educativos, es contraria a este derecho. Todo animal perteneciente a
una especie que viva tradicionalmente en el entorno del hombre, tiene derecho a vivir y
crecer al ritmo y en las condiciones de vida y de libertad que sean propias de su especie.
Toda modificación de dicho ritmo o dichas condiciones que fuera impuesta por el hombre
con fines mercantiles, es contraria a dicho derecho Todo animal que el hombre ha escogido
como compañero tiene derecho a que la duración de su vida sea conforme a su longevidad
natural. El abandono de un animal es un acto cruel y degradante.

Todo animal de trabajo tiene derecho a una limitación razonable del tiempo e intensidad del
trabajo, a una alimentación reparadora y al reposo. La experimentación animal que
implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los derechos del animal,
tanto si se trata de experimentos médicos, científicos, comerciales, como toda otra forma de
experimentación. Las técnicas alternativas deben ser utilizadas y desarrolladas. Cuando un
animal es criado para la alimentación debe ser nutrido, instalado y transportado, así como
sacrificado, sin que de ello resulte para él motivo de ansiedad o dolor. Ningún animal debe
ser explotado para esparcimiento del hombre. Las exhibiciones de animales y los
espectáculos que se sirvan de animales son incompatibles con la dignidad del animal.

Todo acto que implique la muerte de un animal sin necesidad es un biocidio, es decir, un
crimen contra la vida. Todo acto que implique la muerte de un gran número de animales
salvajes es un genocidio, es decir, un crimen contra la especie. La contaminación y la
destrucción del ambiente natural conducen al genocidio. Un animal muerto debe ser tratado
con respeto. Las escenas de violencia en las cuales los animales son víctimas, deben ser
prohibidas en el cine y en la televisión, salvo si ellas tienen como fin el dar muestra de los
atentados contra los derechos del animal. Los organismos de protección y salvaguarda de
los animales deben ser representados a nivel gubernamental. Los derechos del animal deben
ser defendidos por la ley, como lo son los derechos del hombre.

“Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en


beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y
colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente
equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, los recursos
genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás
áreas de especial importancia ecológica Mediante la gaceta oficial 39338 de fecha 4 de
Enero de 2010, la ASAMBLEA NACIONAL DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA, dictó la LEY PARA LA PROTECCIÓN DE LA FAUNA DOMÉSTICA
LIBRE Y EN CAUTIVERIO, ley que garantiza en el artículo 3 la integridad física y
psicológica de los animales domésticos de acuerdo con sus requerimientos, en condiciones
que no extrañen maltrato, abandono, daños, crueldad o sufrimiento, asimismo establece que
toda persona que ejerza la propiedad o tenencia de animales domésticos está obligada a
brindarle protección en términos de su cuido, alimentación y prestación de medidas
profilácticas e higiénico-sanitarias, Corresponde a los Municipios en el ámbito de su
competencia, la obligación de constituir medidas preventivas y de control sobre la fauna
doméstica que se encuentre en estado de abandono o bajo el cuidado personal o
institucional, aplicando acciones que garanticen la debida protección a la procreación, a las
enfermedades y eviten en lo posible el padecimiento y sufrimiento del animal. Para ello, los
entes Municipales están en la obligación de fomentar y gestionar incentivos que permitan el
control de la fauna doméstica que se localice dentro de su jurisdicción, creando espacios
aptos para que se realice su atención, recuperación y rescate, tal como se establece en los
artículos 34 y 35 de Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio:

Los citados artículos establecen la competencia y organización que tienen los entes del
Estado, en este caso la autoridad Municipal, para la creación de una unidad de gestión la
cual procurará la creación de un centro de rescate para la fauna doméstica en abandono,
Igualmente el control, registro, permanencia y circulación en lugares de uso público y
privado de las especies animales, garantizando la adecuada protección, seguridad y el buen
trato a los animales , sancionando el maltrato y los actos de crueldad contra los mismos.

Es una obligación legal del dueño, tenedor o responsable del animal atenderlo, alimentarlo
y cumplir con todas las medidas profilácticas e higiénicas-sanitarias que las autoridades
nacionales, estatales o municipales dicten. A los fines legales Se entiende por animales
domésticos, todos aquellos que puedan convivir con el hombre o que mediante proceso de
enseñanzas o de entrenamientos puedan lograr esta convivencia sin poner en peligro la
salud ni la integridad física de las personas, animales de compañía: perros, gatos,
determinadas aves y pájaros.- animales que proporcionan ayuda especializada: perro guía y
de vigilancia de obras y empresas, -animales de acuario o terrario.

la aplicabilidad del ámbito normativo que rige la materia, tenemos que la Ley Orgánica del
Ambiente nos establece lo siguiente: “…Artículo 1 .-Esta Ley tiene por objeto establecer
las disposiciones y los principios rectores para la gestión del ambiente, en el marco del
desarrollo sustentable como derecho y deber fundamental del Estado y de la sociedad, para
contribuir a la seguridad y al logro del máximo bienestar de la población y al sostenimiento
del planeta, en interés de la humanidad. De igual forma, establece las normas que
desarrollan las garantías y derechos constitucionales a un ambiente seguro, sano y
ecológicamente equilibrado. y equitativo Artículo 2. A los efectos de la presente Ley, se
entiende por gestión del ambiente el proceso constituido por un conjunto de acciones o
medidas orientadas a diagnosticar, inventariar, restablecer, restaurar, mejorar, preservar,
proteger, controlar, vigilar y aprovechar los ecosistemas, la diversidad biológica y demás
recursos naturales y elementos del ambiente, en garantía del desarrollo sustentable. en la
LEY PARA LA PROTECCIÓN DE LA FAUNA DOMÉSTICA LIBRE Y EN
CAUTIVERIO: Artículo 71. Las infracciones leves serán sancionadas con multas que
oscilan entre veinte unidades tributarias (20 U.T.) a treinta y nueve unidades tributarias (39
U.T.), Artículo 72. Las infracciones graves serán sancionadas con multas que van desde
cuarenta unidades tributarias (40 U.T.) a setenta unidades tributarias (70 U.T). Artículo 73.
Las infracciones muy graves acarrearán multas que van desde setenta y un unidades
tributarias (71 U.T.) a cien unidades tributarias (100 U.T.).

RESPONSABILIDAD DEL DUEÑO. La responsabilidad se atribuye al poseedor cuando el


animal cause perjuicios, cualesquiera sean las circunstancias e incluso en supuestos en los
que se escape o extravíe. La sola excepción es la culpa de un tercero o la del perjudicado.
Asimismo, el artículo 526 del Código Penal, señala: “Cualquiera que faltando a las
precauciones, que imponen las ordenanzas, hubiere dejado libres y sin custodia bestias
feroces o animales peligrosos, propios o encomendados a su guardia, y todo individuos que
en el caso de estar dichos animales atacados de hidrofobia, no prevenga el peligro o no lo
hubiere participado inmediatamente a la autoridad, será penado con arresto hasta por un
mes”. Pues bien, como se evidencia la sanción es exigua, no obstante, la parte agraviada
puede demandar civilmente mediante la acción de INDEMNIZACION DE DAÑOS
MORALES Y MATERIALES por el daño sufrido por el ataque de los animales causantes
del daño, de conformidad al contenido de los artículos 1185, 1192 y 1196 del Código Civil.
El régimen especial de la Responsabilidad por Daño está contemplado en el artículo 1185
del Código Civil, el cual establece: “Artículo 1.185. El que con intención, o por negligencia
o por imprudencia, ha causado un daño a otro, está obligado a repararlo... “Artículo 1.192.
El dueño de un animal o el que lo tiene a su cuidado, debe reparar el daño que éste cause,
aunque se hubiese perdido o extraviado, a no ser que pruebe que el accidente ocurrió por
falta de la víctima o por el hecho de un tercero”.

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