el aspecto hinchado y abotagado, sobre todo por lo que respecta a la cara y las
piernas.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de la causa. Si la causa es otra enfermedad, ésta deberá
tratarse primero. Si se desconoce la causa, se pueden utilizar an-tinflamatorios para
reducir la inflamación de los riñones, diuréticos para aminorar el edema y
antibióticos para combatir las infecciones. Tal vez se recomiende una dieta
hipolipídica e hiposódica y restricción de líquidos. Los que sufren de nefrosis a
menudo se recuperan cuando se trata la enfermedad de la cual proviene. Ahora
bien, los nefróticos pueden correr mayor riesgo de contraer otras enfermedades
renales. Y en casos de insuficiencia renal puede ser necesaria la hemodiálisis.
IRA
IRA pre-renal
existe una respuesta fisiopatológica mediada por reacciones hormonales y estímulos nerviosos,
que condiciona la disminución del flujo de orina y de la eliminación de cloro y sodio por los
riñones. Esta orina, sin embargo, se encuentra más concentrada en solutos de desecho (urea,
creatinina, fosfatos, amonio) por lo que tiene una osmolalidad elevada. La necesidad diaria de
eliminando una orina muy concentrada (hasta 1.200 mOsm/kg) o muy diluida (hasta 100
mOsm/kg), según convenga ahorrar agua (el osmostato hipotalámico habrá disparado la secreción
de vasopresina, la cual abrirá los canales del agua, acuaporina-2, en el túbulo colector renal) o
Es por todo ello que si el volumen de orina baja de 500 mL en 24 horas, aunque el riñón funcione
este caso hablaremos de insuficiencia renal aguda funcional o pre-renal, por cuanto la respuesta
del riñón se desarrolla con fines compensadores y al revertir la causa éste vuelve a la situación de
normalidad. Por lo general, este tipo de fracaso renal se asocia a oliguria, generalmente
muy severa puede desencadenar un daño hipóxico y oxidativo en las células tubulares renales, con
pérdida de polaridad, necrosis y apoptosis celular, que abocarían a un fracaso renal establecido.
Las porciones más susceptibles a este daño son las células de la parte recta del túbulo proximal
(S3), ricas en peroxisomas, y las del túbulo colector. Una vez reinstaurada la adecuada perfusión
renal, el fallo puede requerir días o semanas para recuperarse. Dicha lesión se conoce como
Necrosis Tubular Aguda (NTA) que, aunque en origen es un término anatomo-patológico, se utiliza
con criterio clínico y se apoya en la exclusión de otras causas. Por otro lado, a la IRA intrínseca se
puede llegar por otras causas que no son directamente la hipo-perfusión renal, como por ejemplo:
causas inmunológicas sistémicas o locales, como pueden ser las vasculitis o la nefritis intersticial
aguda inmuno-alérgica por fármacos; agentes nefrotóxicos directos, como los aminoglucósidos o
embolismos o las trombosis en las arterias o las venas renales. En muchos casos son varios los
mecanismos que conducen al fallo renal sumándose compromisos en la perfusión y una lesión
renal directa por tóxicos, como puede ocurrir en la rabdomiolisis. La IRA intrínseca (con daño
parenquimatoso) puede ser oligúrica, anúrica o con diuresis conservada. En este último caso la
secretar, una obstrucción al flujo urinario acaba repercutiendo en estas funciones y puede llegar,
si es bilateral (o unilateral sobre un único riñón que funcione) a provocar anuria (definida como la
emisión de orina menor de 100 mL en 24 horas). En este caso, se habla de fracaso renal agudo
obstructivo o post-renal. El grado de reversibilidad es alto y la función renal retorna con rapidez a
sus valores iníciales al corregirse la causa o facilitar simplemente que la orina salga (mediante
1. INTRODUCCIÓN
La hemodiálisis (HD), como tratamiento de la Insuficiencia Renal Crónica (IRC), sustituye las
principales funciones del riñón, aunque no es capaz de sustituir totalmente al órgano. Como
consecuencia, es frecuente la afectación de múltiples sistemas del organismo, entre las que
destacan el sistema cardiovascular y el músculo-esquelético. También son frecuentes las
alteraciones psicosociales (ansiedad, depresión y baja calidad de vida). Con todo ello la capacidad
Las complicaciones cardiovasculares suponen hasta un 50% de las causas de mortalidad en los
metabolismo lipídico 2.
El segundo gran grupo de alteraciones presentes en los pacientes con IRC terminal son las
alteraciones musculares, siendo éstas los factores limitantes más importantes de su capacidad
de las mitocondrias, etc.), que explican la alta frecuencia de aparición de debilidad muscular,
En tercer y último lugar, las alteraciones psicosociales que aparecen con frecuencia en los
pacientes con IRC terminal son la depresión, la ansiedad y la baja calidad de vida. Según la
hemodiálisis 8-9
. Respecto a la calidad de vida, se ha visto que estos pacientes tienen una
El ejercicio físico se viene utilizando como herramienta terapéutica desde principios de los años
80 11. Tres son las posibles modalidades: ejercicio en casa, ejercicio supervisado en días de no
diálisis o ejercicio durante la sesión de HD 12. Esta última ha demostrado ser la modalidad más
conveniente por el control de constantes del paciente durante el ejercicio y por favorecer la
adhesión al programa.
tanto a nivel de parámetros medidos en la prueba de esfuerzo (consumo pico de oxígeno, METS
alcanzados y duración), como a nivel del la calidad de vida, salud general, depresión y ansiedad
muscular, aumento de capacidad funcional y aumento en la calidad de vida de los pacientes 17.
Que tengamos constancia, hasta la fecha, sólo dos estudios han investigado sobre los efectos del
entrenamiento de fuerza de forma aislada, y en ambos casos el programa fue supervisado en días
de no diálisis 18-19
, observándose una mejora en la fuerza y en la capacidad funcional de los
pacientes.
fuerza durante la hemodiálisis, ningún trabajo lo ha estudiado hasta el momento. Nuestro objetivo
fue analizar los efectos de un programa de entrenamiento de fuerza resistencia para pacientes
2. MATERIAL Y MÉTODOS
en el estudio entre Octubre y Diciembre de 2005. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética, y
encontrarse estable médicamente. Los pacientes fueron excluidos en caso de presentar infarto de
miembros inferiores sin prótesis, enfermedad vascular cerebral (ictus, isquemias transitorias), o
ejercicio. De éstos, a lo largo del estudio se produjo una baja, debido a las complicaciones sufridas
(4 hombres y 4 mujeres) integraron el grupo control, aunque antes de la finalización del estudio
dos de ellos murieron. 3 pacientes fueron excluidos por trasplante, exitus o empeoramiento del
estado general.
Se tomaron los siguientes datos clínicos al inicio del estudio: edad, peso seco, índice de masa
marcha, fue el test elegido. El cardiólogo supervisó la prueba, que finalizó en caso de fatiga,
disnea, agotamiento, depresión o elevación del segmento ST, arritmia, descenso o incremento de
tensión arterial. Se registró el tiempo de ejercicio, el número de METS, la frecuencia cardiaca pico
Las pruebas funcionales encaminadas a evaluar la condición física de los pacientes fueron el test
de 6 minutos marcha (6MWT) y la prueba de sentado a de pie y de nuevo a sentado (¿sit to stand
El test de 6MWT 20
se realizó previamente a la 3ª sesión semanal de hemodiálisis, en el pasillo de
continuación se le indicó al paciente que, durante 6 minutos, debía recorrer el mayor número de
veces posible la distancia de 20 metros que señalaban unas marcas en el suelo, girando sin parar
cada vez que recorría dicha distancia. La orden dada al paciente fue la siguiente: ¿camine tan
rápidamente como pueda, sin correr pero a un ritmo que note que no hubiese podido caminar más
deprisa¿. Se permitió realizar el test con ayudas para la deambulación si el paciente las utilizaba
en su vida diaria o con la asistencia de otra persona, o parar y reiniciar la marcha en caso de
que describiera en la escala de esfuerzo percibido- EEP (Figura 1) cuál había sido el grado de
dificultad de la prueba.
En un día distinto a la realización del test 6MWT se realizaron las pruebas del STS-10 y STS-60, tal
y como describen Csüka y McCarty 21. La primera consiste en medir los segundos que necesita el
paciente para, desde una posición de sentado, levantarse y volver a sentarse 10 veces
consecutivas lo más rápidamente posible. El paciente utilizó un calzado sin tacones. Se le permitió
un intento de prueba, indicándole que los brazos debían permanecer cruzados frente al pecho.
Tras realizar las 10 repeticiones se registró el tiempo empleado, así como el grado de dificultad en
STS-60. Se explicó al paciente que el test consistía en realizar el máximo número de repeticiones