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¿Qué es ser una buena persona?

14/8/2010
por Rav Noaj Weinberg zt"l

El deseo humano de "ser bueno" guía prácticamente todo lo que hacemos. Debes aprender
a distinguir entre "bien material" y "bien espiritual".

Todos queremos ser buenos, pero no es fácil. Si le preguntas a una persona


malvada y a una persona buena: "¿Eres una buena persona?", ¿quién responderá
más probablemente: "¡Claro que soy bueno!"? ¿La persona malvada o la buena?

¡La persona malvada! El malvado puede golpear a su propia madre en el estómago


y aún así pensar que es bueno. Si le dices: "¡Eso es terrible! ¿Cómo puedes hacer
algo así?", él te responderá: "Tú no entiendes. Ella me pidió que saque la basura. Si
yo saco la basura, ¿quién sabe qué otra cosa me pedirá hacer después? ¡Esto
podría seguir así eternamente!".

El hombre bueno saca la basura, pero si tú le dijeras "veo que eres una buena
persona", él te respondería: "En realidad no soy tan bueno. ¿No te diste cuenta que
mientras sacaba la basura golpeé a mi madre en el estómago?".

"¿De qué estás hablando? Yo estaba mirándote todo el tiempo y no golpeaste a tu


madre en el estómago".

"Bueno, no la pateé realmente. Pero gruñí mientras sacaba la basura. Quería que mi
madre se sintiera mal. Estaba en el medio de un buen libro y si no expreso mi
molestia, quién sabe... ¡podría pedirme que lo haga de nuevo mañana!".

¿Ves la diferencia? La persona malvada siempre dirá que está en lo correcto. No se


molesta con tratar de ser bueno, por lo que nunca tiene un conflicto interno.
Simplemente asume que es bueno.

Por otro lado, la persona que realmente intenta ser "buena" sabe cuán duro hay
que trabajar para lograrlo. Y siempre está luchando por alcanzar un nivel mayor
que el anterior.

Pero hay un tercer tipo: La persona completamente recta, el tzadik. Él saca la


basura y dice: "Es un placer mamá. Tú trabajas muy duro por nosotros. ¡Te
agradezco por la oportunidad para expresar mi aprecio!".
Dos corazones: lo que quiero y lo que deseo.
Existen dos inclinaciones que se encuentran en conflicto en todo ser humano y es
por eso que debemos librar una lucha cada vez que queremos hacer el bien. Una
persona tiene dos corazones: uno que ama hacer lo correcto y uno que prefiere ser
egoísta. Tienes que ser capaz de tomar consciencia y reconocer la lucha que se
desarrolla en tu interior. Por ejemplo:

 Quieres usar tu tiempo de forma efectiva, pero deseas perder el tiempo.

 Quieres comer más sano, pero deseas comer torta de chocolate.

 Quieres sabiduría, pero deseas ver televisión.

Un corazón ama hacer lo correcto. El otro prefiere ser egoísta.


"Querer" es permanente, se basa en la realidad. "Desear" es momentáneo, no
importan las consecuencias futuras. Es un escape.

Este conflicto es entre tu cuerpo y tu alma. Tu alma eterna busca permanencia.


Quiere hacer todas las cosas correctas: amar a la humanidad, buscar justicia, ser
altruista, sensible, honorable y responsable. Tu alma lucha por alcanzar su
potencial.

Tu cuerpo, en cambio, el cual está destinado a la tumba, busca satisfacciones


momentáneas. Se siente atraído por la comodidad y por la falta de esfuerzo, y todo
lo que quiere es comer, dormir y satisfacer sus deseos sexuales.

Sabes que no está bien rehusarse a sacar la basura, y tu corazón realmente quiere
ser bueno. Pero tu otro corazón, el corazón del deseo, preferiría quedarse adentro
leyendo cómodamente un libro.

Incluso mientras lees esto, tu alma te está diciendo: "Presta atención, ¡esto me va a
ayudar a ser genial!". Pero tu cuerpo te dice: "Todo este trabajo duro y esfuerzo es
demasiado doloroso. ¡Yo estaba bien antes de esto!".

En cada decisión, los dos corazones se enfrentan y crean un dilema.


En cada decisión, los dos corazones se enfrentan y crean un dilema. Para salir
victorioso de la batalla, tienes que enfocarte en tu deseo innato de ser bueno.
Recuerda cada mañana que quieres ser bueno y no dejes que esa consciencia se
disipe. Hazla parte de ti y verás un notorio efecto en tu día. Tomarás decisiones
más maduras y efectivas.
Aprende a distinguir entre tus dos corazones
Puede ser muy confuso discernir entre lo que queremos y lo que deseamos:

Pregúntale a alguien: “¿Qué es más importante para ti, la felicidad o el


dinero?”.

“Preferiría ser feliz”, te responderá. “Tan sólo dame comida básica, ropa y un
techo, ¡y estaría encantado de tomar un montón de felicidad! Después de
todo, ¿qué tipo de tonto quiere ser un millonario miserable?”.

“Ok, dame una semana de tu tiempo y te garantizo que te mostraré cómo ser
feliz”.

“Bueno, esa es una oferta interesante... quizás algún día la considere”.

“Ok, te haré una oferta: Después de un mes, si has mejorado tu nivel de


felicidad, te daré un bono de 10.000 dólares”.

¡Mira como el tipo corre hacia ti!

¿Por qué? ¿Qué es más importante para él, la felicidad o el dinero?

Obviamente la felicidad es más importante. Pero eso es sólo el entendimiento


intelectual del alma. Por otro lado, ¡el cuerpo desea esos fajos de billetes!

Los deseos físicos confunden nuestro pensamiento. El materialismo puede verse


tan atractivo que nos engañamos y pensamos que eso es lo que realmente
queremos.

A menos que hagas el esfuerzo de distinguir entre lo que quieres y lo que deseas, y
que trates de clarificar cuál de estos aspectos está influenciando tus acciones, es
muy probable que pierdas valiosas oportunidades de lograr tus metas.

Identifica cuál es el conflicto a través de dos simples preguntas:


¿Qué quiero hacer? versus ¿Qué deseohacer? Lo que quieres hacer es por lo
general lo correcto, mientras que lo que deseas hacer suele ser lo más cómodo.

Suena la alarma por la mañana. Quieres levantarte y comenzar tu día,


pero deseas postergar la alarma y dormir hasta tarde. Es una guerra. ¡Salir de
la cama se vuelve un dilema moral!
Ganar o perder dependerá de qué voz sea la más fuerte al momento de la
decisión: la voz de lo que quieres o la voz de lo que deseas.

Una vez que estés consciente del conflicto y recuerdes que estás luchando, serás
capaz de escuchar con más cuidado la voz del buen corazón y de desechar la voz
del corazón egoísta.

Define "bueno"
Una definición apropiada de qué significa ser "bueno" es el punto de partida para
todo lo que hagas en la vida. Obviamente no puedes simplemente inventar tu
propia definición de qué significa ser "bueno". Tienes que investigar en fuentes
confiables, y luego analizar cuál describe de mejor manera la condición humana y
la realidad.

¡Ten cuidado! Si no aclaras la definición por ti mismo, ¡terminarás aceptando la


definición de alguien más! Y no quieres darte cuenta después de 20 años que
tenías la definición incorrecta.

Si no aclaras por ti mismo qué significa ser “bueno”, ¡terminarás aceptando la


definición de alguien más!
En Gaza, la definición de "bueno" podría ser alguien que está dispuesto a atarse
una bomba a la cintura y explotarse en un concurrido mercado israelí.

Una definición común entre el mundo occidental sobre qué es ser "bueno" es el
éxito financiero. La gente se deprime porque no son exitosos. "¿Qué hay de malo
conmigo que no puedo conseguir un trabajo? ¡Consíganme un terapeuta!".

Este sentimiento se traduce en la forma en que consumimos bienes. Nuestra


colección de música, nuestras alfombras, nuestros lujosos automóviles son una
parte comodidad y dos partes estatus. Queremos mostrar que calzamos con la
definición de la sociedad de "bueno". (Obviamente queremos hacerlo de forma
políticamente correcta, ¡para que la gente no crea que somos unos bárbaros!).

Siempre debes preguntarte: ¿Estoy definiendo "bueno" según como lo define la


sociedad de la comida rápida-internet-Hollywood, o estoy definiendo "bueno"
como aquello que tiene sentido, un mensaje profundo y que hace un aporte
valioso a la sociedad?

Si no mantenemos nuestra guardia en alto, terminaremos como aquellos ricos y


famosos que se encuentran atrapados por las drogas y la depresión. ¿Por qué la
típica imagen de una estrella de cine es la de alguien que está envuelto en disputas
legales, que no puede mantener un matrimonio funcional y que pasa gran cantidad
de horas en psicoanálisis?

Para el judaísmo, la definición de “bueno” aparece en la Torá. La Torá define cómo


debe actuar una persona “buena” con sus amigos, su familia y la sociedad como un
todo.

Mantén tus definiciones claras y ten cuidado. La definición de la sociedad podría


terminar siendo tu sentencia de muerte.

Sé fiel a tu definición
Una vez que tengas tu definición clara, tienes que aferrarte a ella dondequiera que
vayas, sin importar lo que tengas que hacer. Los demás siempre tratarán de
cambiar tu definición de "bueno", especialmente cuando los hace sentir mal sobre
sí mismos. Pero tienes que ser fiel a tu definición, incluso cuando otros se burlen de
ti por hacerlo.

¿Por qué la gente juega a la ruleta rusa? Porque tienen miedo que se burlen de
ellos, que los llamen cobardes. ¿Pero quién es el verdadero cobarde? ¡Aquel que no
tiene el coraje para enfrentar a esos necios! Al final, en lugar de vivir como un
cobarde, ¡muere como un cobarde! La mayor ironía de todas: ¡la percepción vence
a la realidad!

No deseches lo que ya sabes.

Ser bueno es más importante que la vida misma


Imagina que eres un exitoso cirujano. Eres famoso, rico, tienes una hermosa esposa
y maravillosos hijos. Eres el presidente de tu sinagoga y acaban de nominarte para
recibir un doctorado honorario de la Universidad de Harvard. ¡La vida es grandiosa!

Ahora vas viajando por el lejano oriente con algunos amigos. Una noche, mientras
tus amigos fueron al cine, la policía secreta va a tu habitación en el hotel y te dice:
“Tus amigos han sido identificados como peligrosos espías. ¡Dinos dónde están o
te mataremos!”.

Uh-oh, ¿qué harías?


Obviamente entregar a tus amigos sería algo terrible. Pero por el otro lado, no
quieres morir, y nunca nadie se enteraría que delataste a tus amigos (¡la policía
secreta no publicará el asunto!). Todavía puedes seguir siendo un exitoso cirujano y
todavía puedes tener a tu hermosa familia y ser rico y famoso... ¡e incluso podrías
llegar a casa a tiempo para tu graduación de Harvard!

Nadie se enteraría que delataste a tus amigos.


¿Qué harías?

Subamos la apuesta. ¿Qué pasaría si la policía secreta te pidiera que mates a 1.000
niños? "Mata a 1.000 niños y podrás regresar a tu hermosa vida". ¿Crees que
podrías hacer algo como eso?

No. Simplemente no tenemos lo que se necesita para ser malvados. (E incluso si


pudieras matar a los niños, probablemente te suicidarías luego de regresar a casa).

Este escenario revela algo sumamente profundo de la composición de todos los


seres humanos: ser buenos es tan importante que incluso estamos dispuestos a
morir por ello.

A pesar de que este escenario es un poco extremo, nos ayuda a clarificar un


principio fundamental: Si estás dispuesto a sacrificar tu vida por ser "bueno",
¡entonces no debe haber una meta más alta por la cual vivir que ser bueno!

¡Ahora ve y vive por ello! ¡Utiliza la fuerza que hay en tu interior!

Busca sabiduría para entender cómo ser bueno. Haz que la bondad sea tu meta de
vida. Debes estar dispuesto a sacrificarlo todo. Puede que otros te llamen tonto,
pero siempre sales ganando cuando haces lo correcto. No le estás haciendo un
favor a nadie al ser bueno, sino que simplemente estás haciendo lo que quiere tu
"yo" interior.

Todo ser humano quiere ser grandioso


Nuestro deseo de ser buenos no es más que la punta del iceberg. En realidad
todos queremos ser más que buenos, queremos ser "grandiosos".

Nadie quiere ser una persona promedio. Intenta decir: "Quiero ser un mediocre".
¡No puedes ni siquiera pronunciar las palabras! Queremos ser geniales y no
solamente buenos.
¿Te gustaría ser la persona que descubra la cura para el cáncer o que elimine la
amenaza de una guerra nuclear? ¡Obvio! A todos nos gustaría liberar al mundo de
sus problemas y unir a la humanidad en paz y armonía. Ese es el concepto judío de
Mesías. Él reparará el mundo.

Una vez le pregunté a una clase: “Díganme honestamente. En la parte más interna y
secreta de sus corazones, ¿alguno de ustedes alberga el deseo de ser el Mesías?”.

Toda la clase levantó la mano.

Aquí hay un profundo secreto espiritual: El alma, la chispa Divina que hay en cada
uno de nosotros, desea fervientemente unirse con la fuente de toda la vida, con
Dios. Y por esta razón, todo ser humano ni siquiera se sentiría satisfecho siendo el
Mesías. Nuestra alma desea ser como Dios Mismo.

¿Entonces por qué no lo intentamos?

No es porque no queramos cambiar el mundo, sino que es porque el esfuerzo


parece demasiado grande.

La Torá, nuestras instrucciones para la vida, nos proveen una forma de trabajar para
lograr esto. Una de las 613 mitzvot es ser como Dios, emular Sus caminos.

Cada uno de nosotros tiene el potencial de hacer una contribución significativa a la


sociedad. Nuestros Sabios nos enseñan que todos debemos decir "¡El mundo fue
creado para mí!". Esto no significa que puedas saquear la propiedad de otros, sino
que significa que cada individuo es responsable por el mundo entero. Actúa
acordemente: estás aquí para enderezarlo.

Es un trabajo duro. Pero eso es lo que realmente estamos buscando. Y en el


proceso, te convertirás no sólo en alguien bueno, ¡sino en alguien grandioso!

¿Qué podemos hacer nosotros?


Pregúntale a cualquier joven:

"¿Cuáles son las posibilidades de una guerra atómica en los próximos 20


años?".

Obtendrás un gran rango de respuestas. Algunos dirán 90%, otros dirán 20%.

¡Qué horripilante! ¿Qué planeas hacer al respecto?


"¿Yo? ¿Qué podría hacer yo al respecto? ¡El presidente está a cargo! Yo sólo
soy una persona. ¿Quién soy yo para hacer algo?".

En el judaísmo decimos: Si supieras que Dios te está ayudando, ¿qué harías al


respecto?

¡Todo!

Bueno, tengo buenas noticias para ti: Dios te apoya. Dios dice: "Si lo intentas, Yo te
ayudaré. Quiero enderezar el mundo".

El judaísmo dice que es una obligación volverse grandioso. Esta es nuestra misión
nacional de Tikún Olam, de reparar el mundo. Si eludimos nuestra responsabilidad,
algún día tendremos que rendir cuentas por ello.

En el judaísmo no existe rendirse. Quieres ser grandioso, puedes ser grandioso y


tienes que ser grandioso. Así que sal allí afuera y hazlo. Utiliza tu poderoso deseo
de obtener grandeza, ya que de todas formas este deseo es el que guía tu vida.

Haz el esfuerzo apropiado y Dios te ayudará a lograrlo

El Yetzer Hará
Publicado en septiembre 15, 2017

 El Yetzer Hará – (los malos instintos)


En el judaísmo , yetzer hara (hebreo : ַ‫הררע‬ ‫ י יצצר ר‬, para el definido “la
inclinación al mal”),o yetzer ra (hebreo : ַ‫ י יצצר ררע‬, para el indefinido “una
inclinación al mal”) se refiere a la inclinación congénita a hacer mal ,
violando la voluntad de Dios. El término se extrae de la siguiente frase del
Tanaj (Biblia Hebrea)
“La imaginación del corazón del hombre es malvada – ַ‫האָדדםָ ררע‬ ‫י יצצר ילבֵ ד‬, yetzer
lev-ha-adam ra”
Esta declaración que ocurre dos veces en la Biblia hebrea, aparece en
Génesis 6:5 y 8:21.

Los Sabios del Talmud (Berakhot 32.a) han hablado de la “inclinación al


mal” en términos conmovedores, haciendo una comparación con lo que es
como:
“¿A qué es, la inclinación del mal en el hombre? Es como un padre que
toma a su pequeño hijo, lo baña, lo duela con perfume, se peina el pelo, lo
viste con sus mejores vestidos, lo alimenta, le da de beber, le pone una
bolsa de dinero en el cuello y luego va y pone a su hijo en la puerta de un
burdel. ¿Qué puede hacer el niño para que no peque?”
La inclinación del mal en el hombre, o lo que a menudo se llama la
inclinación natural del hombre, ha sido objeto de debate desde tiempos
inmemoriales. La opinión judía tradicional sobre este complejo tema está
bien definida en la literatura rabínica.

El yetzer hara no es una fuerza demoníaca, sino más bien el mal uso de las
cosas que el cuerpo físico necesita para sobrevivir. Por lo tanto, la
necesidad de alimento se convierte en glotonería debido al yetzer hara . La
necesidad de procreación se convierte en abuso sexual, y así
sucesivamente. La idea de que los seres humanos nacen con un yetzer
ra (necesidades físicas que pueden convertirse en “mal”), pero que los
seres humanos no adquieren un yetzer tov (“una buena inclinación”) hasta
una edad de madurez -12 para las niñas y 13 para muchachos- tiene su
fuente en el capítulo 16 del tratado traumático talmúdico Avot de-Rabbi
Natan.

 La inclinación del mal en la tradición judía:


El principio subyacente en el pensamiento judío establece que cada hombre
nace con una inclinación tanto buena como mala. Esto, en sí mismo, no se
considera malo ni anormal. El problema, sin embargo, surge cuando uno
hace una elección deliberada de “cruzar la línea“, y busca satisfacer su
“inclinación al mal“, basado en los modelos prototípicos del bien y del mal
en la Biblia hebrea.
Lo central de la creencia judía es la idea de que todo hombre, tanto judío
como gentil, nace con dos inclinaciones opuestas que lo llevan a actuar de
mala o de mala manera, pero que, en última instancia, es el hombre quien
decide cómo debe actuar. Esta noción está expresada sucintamente en
el Talmud de Babilonia (Niddah 16.b):
“Todo es entregado en manos del cielo, excepto el temor del cielo”, lo cual
significa que todo en la vida del hombre está predeterminado por Dios,
elegir ser bueno o malo; justos o malvados. Sólo en este asunto, el hombre
debe decidir por sí mismo si va a elegir lo bueno o lo malo, o lo que a
menudo se clasifica como libre albedrío de un hombre. Tradicionalmente,
una persona”
La mayoría de los hombres, en algún momento de su vida, sucumbirán a su
maligna inclinación, como está escrito:

Eclesiastés 7:20 – “Porque no hay justo en la tierra que haga el bien y no


peque”
Por esta razón, se dice que el arrepentimiento (y en algunos casos la
aflicción) expie la mayoría de los pecados, mientras que la preponderancia
de las buenas obras lo mantiene dentro de la clase general de los hombres
buenos. El rabino y filósofo medieval, Maimónides , ha dado instrucción
sobre cómo el hombre es ver la inclinación del mal y las dificultades que se
derivan de ello:
“…Por lo tanto, que el hombre prepare su propia mente y pida a Dios que
todo lo que le suceda en este mundo, sea de las cosas que son por la
providencia de Dios buenas o de las cosas que son por Él mal, la razón [de
su ocurrencia] es para que pueda alcanzar la verdadera felicidad.
Ahora esto se dijo con respecto a la Buena Inclinación [en el hombre] y con
respecto a su Inclinación Maligna, es decir, que podría poner en su corazón
el amor de Dios y su fe en Él, incluso a una hora de rebelión o de la ira o de
desagrado, al ver que todo esto gira en torno inclinación al mal [del
hombre], al igual que han dicho: ‘en todos tus caminos reconocer él’ (Prov.
3: 6) , [es decir] , incluso en un asunto que implica transgresión…”
Moshe Chaim Luzzatto escribió en Derech Hashem (“El Camino de Dios”):
“El hombre es la criatura creada con el propósito de acercarse a Dios, se
coloca entre la perfección y la deficiencia, con el poder de obtener la
perfección. esta perfección, sin embargo, por su propio libre albedrío…
Las inclinaciones del hombre son, por tanto, equilibradas entre el bien
(Yetzer HaTov) y el mal (Yetzer HaRa), y no se ve obligado a ninguno de
ellos. a elegir a ambos lados a sabiendas y voluntariamente…”
Vamos a analizar bien este tema interesante para poder entender su
manera de trabajar y así adquirir consejos para luchas contra el Yetzer
Hará.

 Es el Yetzer Hará, es el Satán y es el Malaj Hamavet:


La Guemará dice que el Yetzer Hará, es el Satán y es el Malaj Hamavet.
Vamos a entender qué nos quieren decir con esto la Guemará.

Cuentan que un niño le aconsejó a su amigo que rompiera un espejo que


estaba en la escuela ya que era algo muy divertido y lo iba a disfrutar
mucho; aunque el amigo no quería mucho, éste le insistía mucho hasta que
el amigo lo hizo. Mientras estaba rompiendo el espejo, fue este niño con el
director para acusar al amigo que estaba rompiendo el espejo. Cuando llegó
el director, vio al niño cómo estaba rompiendo el espejo con todas sus
ganas y por supuesto que el niño que lo acusó no le comentó al director que
él había sido quien lo había incitado, sino al contrario, este niño le
recomendó al director que lo expulse de la escuela.

Así mismo se comporta el Yetzer Hará.

El Yetzer Hará nos incita a pecar, luego va como acusador con Hashem y
luego le recomienda a Hashem que nos castigue.

Es lo que se refieren los sabios (Jajamim):


 Yetzer Hará: Es el instinto que nos incita a pecar.
 Satán: Es quien nos acusa con Hashem.
 Malaj Hamavet: Es quien le aconseja a Hashem que seamos
castigados hasta la muerte.
¿Para qué fue creado el Yetzer Hará?
Pregunta Rab Jonatan Aishbitz:

¿Para qué fue creado el Yetzer Hará?

Él mismo contesta lo siguiente:

Si el Yetzer Hará no se hubiera creado, todos los actos del hombre hubieran
sido íntegros, así como los ángeles celestiales, por eso quiso Hashem
probarnos y analizar nuestros actos, hasta dónde estamos dispuestos y
hasta cuánto nos esforzamos para apegarnos a Hashem.

 El Yetzer Hará vive con nosotros todo el tiempo:


Cuando Rab Itzjak Hutner era un joven y estudiante en la Yeshibá; se sentó
en su mesa para estudiar y empezó a hablar sólo.

El Rosh Yeshibá se acercó a él y lo vio muy extraño, ya que estaba hablando


sólo. Y le preguntó con quién estaba hablando, ya que no hay nadie frente a
él.

Rab Itzjak le contestó que estaba estudiando con su pareja de estudio


(Jabrutá) que era el Yetzer Hará.
El Rosh Yeshibá se sorprendió más todavía y le preguntó por qué no había
escogido a una mejor pareja de estudio, como el Yetzer Hatov.

Rab Itzjak Hutner contestó así: Ayer escuché en su conferencia que dio, que
debemos escoger una pareja de estudio que nunca llegue tarde al estudio;
así que escogí al Yetzer Hará, ya que él nunca llega tarde; llega a tiempo
todos los días.

¿Cómo pudiste luchar contra el Yetzer Hará sin ninguna arma?


Desde edad muy temprana, Israel que se transformaría en el famoso Rabi
Israel de Ruzin, demostró tener cosas buenas y excepcionales. En el festejo
de su bar mitzva uno de los invitados pregunto:
“Dime Israel, si tu Yetzer Hatob llego para ayudarte apenas hoy, que tienes
la obligación de cumplir con las Mitzvot ¿Cómo pudiste luchar contra el
Yetzer hara sin ninguna arma todos estos años”?
“Pues cada vez que venia a hacer que hiciera algún pecado, le decía algo
que siempre me funcionaba”
“¿Que le decías?”, pregunto el hombre, lleno de curiosidad.
“Le decía que la halaja exige que el juez considere un caso recién cuando
estén las 2 partes. Y si el Yetzer hara quería que yo hiciera todas sus cosas
que el me pedía, debía de esperar a que entrara a la escena el Yetzer Hatob
y pudiera dar su propia versión de la historia”

 El Yetzer Hará tiene sus maneras de luchar:


Se cuenta de un Yehudí (Judio) comerciante en Manhattan que hacía
muchos negocios con un Goy (Gentil, “no judío”) y tenían mucho éxito Baruj
Hashem, pero repentinamente empezó a decaer el negocio de este gentil.
Fue tanto el aprieto, que necesitaba de varios millones de dólares para
poder afrontar la crisis en la que se encontraba. Fue a ver al Yehudí y le
dijo:
—Estoy en serios apuros económicos. Ayúdame.

—Con mucho gusto —contestó el Yehudí—. ¿Cuánto necesitas?

—Se trata de varios millones de dólares.

El Yehudí se los prestó y, al paso del tiempo, este Goy se los pagó en su
totalidad.

La vida da muchas vueltas (que siempre tengamos éxito) y ahora fue el


Yehudí quien necesitaba dinero. Trató de conseguirlo y nadie le prestaba.
Recordó a su amigo el gentil. Fue a verlo, le pidió y él sí se los prestó.
Con tantos altibajos en lo material, este Yehudí también experimentaba
altibajos a nivel religioso (que nadie sepa). En su grupo de comerciantes
hubo una fiesta muy importante. Todos fueron y el Yehudí también asistió.
La cena fue a todo lujo y, como platillo principal, ¡un stake (New York Cut),
100% no Kosher!
El Yehudí tomó el cuchillo y cortó un pedazo. Lo metió en su boca y se lo
comió… El Goy, su amigo, al darse cuenta de lo que el judío estaba
haciendo, se le acercó diciéndole:

—¡No vuelvo a prestarte un solo centavo nunca más! Yo creía en ti porque


pensé que eras temeroso de tu Di-s, pero ahora que sé que no le temes y
no respetas Sus leyes, no tengo ninguna garantía de que eres pagador.
 El Yetzer Hará convence a la persona en hacer lo que uno no
quiere hacer:
Una persona llega a una tienda de telas, y le pide al vendedor un metro de
tela de seda color azul.

Ya que en la tienda no tenían ese tipo de tela; el vendedor, que era muy
inteligente, estaba convenciendo al cliente que se lleve otro tipo de tela y le
enseñó otra tela diferente color negro.

El vendedor le dice al cliente: Mire señor, esta tela es mucho mejor que lo
que usted quiere; esta tela es más resistente, tiene más durabilidad, y no
sólo eso, sino que el negro es lo que se está usando ahora, ya que el azul
que usted quiere está fuera de moda.

El cliente, después de tanto escuchar, le repitió al vendedor: Quiero un


metro de tela se seda color azul, y si no tienes, me voy.

Dice el Saba De Nobardok: Así exactamente se comporta el Yetzer Hará:


Muchas veces llega el Yetzer Hará con la persona y lo trata de convencer
que no haga esta Mitzvá exactamente así, o que le cambie un poco o que lo
haga diferente, etc.

Debemos saber que lo que Hashem pide, es exactamente lo que debemos


de darle y no debemos de cambiarle el tipo o calidad de Mitzvá que nos
ordenó.

¿Cómo ver al Yetzer Hará?


Los Tzadikim verán al Yetzer Hará como una enorme montaña y se
preguntarán: ― ¿Cómo lo logramos? Los Reshaim lo verán como un pelo
finito y dirán: ― ¿Cómo no pudimos?

– Lo tenía que vencer así y así:


Cuando venga la persona a su juicio celestial a juzgarlo por algún pecado
que haya hecho, le van a enseñar el mismo pecado pero en otra persona
después de que ya haya hecho el pecado.

Si la persona se asombra y se enoja y dice:

“Pero tenía que hacer así y así para no caer en el pecado”; lo juzgarán que
él también hubiera tenido que pasar la prueba y no haber caído en el
pecado.
Si analizamos esto, seguramente si viéramos los pecados de otra gente,
nos hubiéramos sorprendido cómo no pasó la prueba; pero lo malo es que
nosotros tampoco las pasamos.

No es bueno que la persona tenga 2 corazones:


Está escrito en la Torá:

“Vayomer Hashem Elokim: Lo Tob Eyot Haadam Lebado” – “Y dijo Hashem:


No es bueno que la persona se quede sola”
Escribió el Ben Ish Jay: El Yetzer Hará es conocido como “corazón”, ya que
los deseos vienen directamente del corazón.
Así mismo explica la Guemará, lo que leemos en el Kriat Shema:

“Bejol Lebabeja” – “Con todo tu corazón”, esto viene a enseñarnos, que


debemos amar a Hashem con nuestros 2 instintos: El Yetzer Hará y el Yetzer
Hatob.
El trabajo de la persona en este mundo, es vencer al Yetzer Hará con
nuestro Yetzer Hatob; y si lo vence, ya sólo tendríamos 1 sólo instinto para
trabajarle a Hashem.

Y es lo que dice el Pasuk:

“No es bueno que la persona se quede sola”, en hebreo, la palabra “sola”


se dice: “Lebado” ‫לבדו‬, que quiere decir: ‫לב‬-‫דו‬, es decir, 2 corazones.
No es bueno que la persona tenga 2 corazones, sino únicamente el instinto
bueno – Yetzer Hatob”, para que esté gobierne siempre al malo.

 El Yetzer Hará , el instinto del mal por Rab Eli Mansur.


En el libro de Bereshit (4,7) nos relata la Torá lo que Di-S le dice a Kain al
verlo bravo y desganado por no haber recibido su ofrenda y le dice: Si no
vas a hacer el bien, el Yetzer hara (instinto del mal) te esperara en la
puerta, y esta en tu búsqueda, pero si quieres puedes dominarlo.
El Kli Yakar explica este pasuk de acuerdo a lo que dicen Jazal, los que
comparan al instinto del mal con una mosca. El explica que una mosca no
tiene la fuerza de crear un hueco fresco en la carne, pero ¿Que es lo que
hace?, se para en donde existe ya una herida abierta y trata de
engrandecerla, esta es precisamente la manera en que el instinto del mal
trabaja.

El no tiene el poder de dañar a un Tzadik, que no le da oportunidad de


entrar. Es solo cuando el viene hacia gente que ya ha pecado, que el puede
entrar y le causa pecar aun mas y esto es a lo que HaShem se refería
cuando le dijo a Kain que si el seguía con su pecado el instinto del mal lo
estará esperando a la puerta, el va a esperar por ti solo a que peques una
vez y va a tener el ímpetus para hacerte pecar otra vez, ya que un pecado
lleva a otro.

Si la persona se aparta del primer pecado, no abriendo la puerta, el Yetzer


hara queda fuera del juego.

El Gaon de Vilna explica también este concepto de de una forma similar, el


Yetzer no tiene ninguna fuerza sobre la persona si no se le abre la puerta.

Para entender la idea del Gaon tenemos que introducir que hay 3 niveles a
los que la persona se enfrenta: uno debajo de el, uno por encima y el otro, a
su nivel.

El nivel debajo de el lo componen esas cosas que lleva en el subconsciente


como prohibidas o obligatorias, que nada le hará transgredir o cumplir con
su obligación. El nivel que esta por encima de el se compone de las cosas
que están fuera de su alcance, no las sabe o no las quiere saber que están
prohibidas o que son obligatorias, como resultado las transgrede
indiscriminadamente sin remordimiento de conciencia.

En estos dos niveles que podemos llamar el área blanca y el área negra de
la vida de la persona, en estas 2 áreas explica el Gaon el Yetzer no tiene
entrada en el corazón de la persona, en una porque no puede entrar y en la
otra porque no necesita (viendo que la persona peca por su propia
voluntad).
Pero es cuando la persona opera en el nivel en el que esta -donde tiene
duda si pecar o no- es cuando la puerta se abre y se le permite entrar (al
instinto del mal) para “ayudarlo“ a tranquilizarse y a tomar la decisión
sobre la cual esta pensando. Es en estas áreas grises de la vida de la
persona que el Yetzer toma un rol activo.
Esto es lo que Di-S le dijo a Kain, que no creyera que no tenia ayuda del
todo y estaba en manos del Yetzer hará, todo lo contrario el tenia la fuerza
de tomar la iniciativa y detenerlo a distancia, manteniendo la puerta
cerrada.

Si hacia esto iba a encontrar al Yetzer Hará volviéndose cada vez mas débil
al pasar del tiempo.

No lo has vencido:
Una persona llego al Bet Midrash del Admor de Gur, en la noche de Shabat,
y se sentó en el Tish (su comida sabática con los jasidim), cerca del Rebe.
Mientras seguía con devoción cada movimiento de su Rebe, bebiendo cada
una de sus palabras con fervor, apareció – de la nada – una mosca que
empezó a fastidiarlo danzando a su alrededor… la espantó con su mano…
pero la mosca volvió y se posó en su frente… volvió a espantarla, pero
parecía que la mosca se había encariñado con él… Insistía
caprichosamente… la espantaba y volvía… la espantaba y volvía… de
repente le zumbaba en la oreja, de repente aparecía en la punta de su
nariz… Hasta que finalmente terminó con su paciencia… y con un certero
golpe la aplastó contra la mesa y la mató!

El hombre se sorprendió por su reacción. Una gota de sudor corrió por su


frente. ¡Es Shabat, y esto está prohibido por la Torá!

No sabía hacia donde mirar, por donde escaparse, sintió que en su interior
subía el fuego de la vergüenza. Todos a su alrededor habían presenciado su
tropiezo, quien sabe también el Rebe había visto todo…

Pero en unos instantes comprobó que el suyo no había sido un golpe


mortal… la mosca se debatió entre la vida y la muerte durante unos
instantes, pero poco a poco se fue rehabilitando hasta que finalmente
desplegó sus alas y salió volando. Un suspiro de alivio…

De pronto un silencio absoluto inundó el Bet Hamidrash, todos se


aprestaron a escuchar las palabras del Admor.
Se escuchó la voz del Rebe: Dijeron los Jajamim, al final del Masejet Berajot,
que el instinto malo se compara a una mosca… ¿En qué se parecen uno a la
otra? Si te parece que levantaste tu mano y le diste un certero golpe, estás
equivocado.
¡No! No está muerto. Está vivo. Probablemente algo golpeado y confundido,
pero pronto se rehabilitará y volverá a levantarse como si nada hubiera
pasado…

La enseñanza del partido de fútbol:


Nuestra Torá nos cuenta de un formidable enemigo que nos acompaña cada
dia en cada acción a lo largo de nuestra vida. Este enemigo es conocido
como el “Yetzer Hará“, la inclinacion/tendencia al mal. Después de que
Kayin trae una ofrenda no muy “eleborada” Di-s le habla:
Génesis 4:7 – “Seguramente, si tratas de superarte, serás perdonado. Pero
si no te arrepientes, entonces el pecado estara en la puerta de vuestra
casa. Tienes un deseo dentro tuyo, pero puedes conquistarlo”
Con esta breve introduccion al concepto del “Yetzer Harah” quiero
compartir una historia que recientemente escuche, que tal vez sea especial
para esta epoca en que termina en Estados Unidos las grandes ligas de
beisbol que atrapan a tantas personas.
El Rab Sholom Schwadron había notado como uno de los estudiantes de la
yeshiva habia faltado el domingo y lunes. En la mañana del martes se
acercó al joven para preguntarle por que no habia ido a estudiar esos dos
días.
“Te conozco desde hace dos años, y nunca has faltado un solo día a la
yeshiva. Estoy seguro que algo importante ocurre. Por favor dime si ocurre
algo serio”
El joven al principio no quiso hablar, pero después de vacilar unos segundos
logro decirle:

“contaría todo, pero, Rebbe, usted no entendería”. “Prueba a ver si


entiendo o no”
Rab Sholom le respondió.

“Haré todo lo posible para tratar de entender y apreciar lo que me cuentes”


“Vamos a ver”, respondido el estudiante, confiado sin importar qué
explicación daría, sería incomprensible para el Rab que probablemente
nunca haya visto en su vida una pelota de fútbol.
“Falte a la yeshiva porque estaba viendo las finales de fútbol del Maccabi
Tel Aviv. De hecho, probablemente tambien falte a la yeshiva mañana”, dijo
el alumno con verguenza.
“Pasa que es la final del campeonato”.
El Rab Schwadron no se mostro enojado, todo lo contrario, parecio
interesarse mucho.

“Estoy seguro que este juego de fútbol debe ser realmente excitante.
Cuenteme, ¿cómo se juega al fútbol? ¿Cual es el objetivo? ¿Quien gana?.

“Hay once jugadores, y el objetivo es patear una pelota dentro del arco.
Solo el portero puede tocar la pelota con la mano”, le respondio el
estudiante lleno de entusiasmo, mientras que la cara de Rab Schwadron se
iluminaba con el relato del joven.
El Rab Schwadron sabia que este joven era un buen estudiante y quiso que
este comodo.

“Asi que hay que meter la pelota en el arco para ganar…Si es asi, vaya
ahora, patea la pelota en el arco, y regresa a yeshiva”, sugirio el Rab.
El estudiante se rió.

¡”Rebbe, usted no entiende! ¡El equipo contrario también tiene once


hombres y un portero, y ellos tratan de detener al adversario para que no
metan la pelota en el arco”.
“Dígame,” le dijo el Rab Schwadron. Estos otros hombres del otro equipo,
¿están allí las 24 horas del dia?”. “Claro que no!” dijo el estudiante
riendose.
“Se van a casa a la noche” ¿Hacia donde estaba yendo el Rab con todas
estas preguntas?, se cuestiono el joven.
El Rab Schwadron se le acerco al oido y en secreto le dijo su brillante plan.
“Por qué no nos metemos en el estadio esta la noche mientras los
contrarios no estan y pateamos la pelota en el arco cuándo nadie mira?
¡Entonces despues, podemos regresar a la yeshiva!”.

El joven se dio por vencido frustrado de ver que el Rab no habia entendido.
¡ Oy! ¡Rebbe! Usted no entiende. ¡No se hacen goles si el otro equipo no
trata de detenerte! ¡No tiene ningun sentido patear la pelota dentro de un
arco vacio y sin adversario que este del otro lado!

” Ah!” grito el Rab Sholom con tono de victoria. ¡Ahora escucha por un
momento lo que acabas de decir: No tiene ningun sentido patear la pelota
dentro de un arco vacio si no hay adversarios del otro lado. Lo mismo
sucede con el estudio de la Tora: justamente cuando hay adversarios,
cuando hay un deseo de faltar a clase, cuándo el Yetzer Harah trata de
desviarnos del camino es cuando realmente se acumulan puntos. ¡Ven
mañana, y jamas podra imaginar cuántos goles marcaras para el equipo de
Hashem”.

¡No hace falta decir ni que el joven entendió el mensaje y estaba al día
siguiente estudiando en la yeshiva.

La Tora nos enseña sobre la naturaleza del Yetzer Harah y como este nos
desafia en cada momento. El Yetzer Harah siempre esta listo para bloquear
nuestras intenciones de cumplir mitzvot. Nuestro trabajo es darnos cuenta
de que debemos vencerlo cuando el deseo es mayor. Porque cuando es más
difícil hacer lo correcto, ahí es cuando realmente acumulamos puntos.

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