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Responsabilidad de los padres por los hechos de los hijos en el código civil y

comercial

I. Introducción

En los últimos años se han producido varios cambios en la realidad tanto familiar
como en la de responsabilidad contractual y extracontractual, a partir de los
cuales se vio necesaria la introducción de una regulación especial en el Código
Civil y Comercial, en los arts. 1754 y 1755.

En el presente trabajo se analizarán los distintos temas que fuimos viendo a lo


largo del curso, reflejados en este supuesto especial, como así también un
desarrollo de los diferentes aspectos sobre los que se produjeron cambios, tales
como: el factor de atribución que justifica la obligación de los padres, eximentes
de responsabilidad, legitimados pasivos o personas responsables y requisitos.

Al referirnos a este tema, tanto en el código civil derogado, como en el Código


Civil y Comercial unificado estamos hablando de menores que ocasionan daños,

Es imposible separar este aspecto del derecho de daños con el derecho de


familia. No es sencillo acoplar estos dos ámbitos del derecho, que han recibido
grandes modificaciones; por un lado, la disminución de la severa autoridad
paterna y nuevas composiciones familiares (como por ejemplo el antiguo rol de
la mujer ama de casa que ha quedado atrás) lo que conlleva a mayor autonomía
en el desenvolvimiento del niño y la disminución del control parental respecto del
mismo en los diferentes ámbitos que frecuenta. Esto incrementa las acciones
por daños y perjuicios, que intentan reparar un daño injusto causado a las
víctimas.

La cuestión presenta la necesidad de asumirlo desde un punto de vista


interdisciplinario, es decir, no solo desde una perspectiva jurídica, sino
psicológica, educativa, sociológica y médica, esto seria, un tratamiento que
comprenda todas estas áreas.

Esto conlleva a una difícil tarea por parte del juez para decidir en qué medida
deben responder los padres por un daño que personalmente no generaron, y
asimismo estar conscientes de que alguien ha sufrido un daño injustamente
causado.

II. Desarrollo:

El Código Civil argentino, en su art. 1114 determinaba que: “El padre y la madre
son solidariamente responsables de los daños causados por sus hijos menores
que habiten con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad de los hijos si fueran
mayores de diez años. En caso de que los padres no convivan, será
responsable el que ejerza la tenencia del menor, salvo que al producirse el
evento dañoso el hijo estuviere al cuidado del otro progenitor”.

Este artículo establece una obligación solidaria a cargo de ambos padres. Los
diferentes doctrinarios discutían sobre su fundamento. Así, en un principio, los
intérpretes, partidarios del principio de la culpa, sostuvieron que los padres eran
responsables por un factor subjetivo. Esta culpa podía ser in vigilando, por no
cuidar a los menores, o bien, in educando, ya que si habían causado un daño,
era porque no estaban bien educados. En ambos supuestos se trataba de faltas
personales de los padres.

El problema de estas teorías radicaba en que una vez que el menor causaba el
daño, no había manera de demostrar la “no culpa”. Por ejemplo, más allá del
esfuerzo de los padres en la crianza y de la transmisión de valores hacia sus
hijos, se veía corrompido por la ocurrencia del daño. Asimismo, si el menor había
sido mal educado, no se entendía porque la responsabilidad de los padres no
era propia sino por el hecho de otro, y además porque cesaba llegando el menor
a la mayoría de edad.

Otro sector de la doctrina, consideraba que se trataba de un supuesto de


responsabilidad objetiva, que podía fundarse tanto en el factor de atribución
garantía como en el riesgo que se origina del ejercicio de la patria potestad.
En el art. 1115, había posibilidad de eximirse si se acredita la transferencia de la
guarda, y en el art. 1116 si había imposibilidad de evitar el hecho, lo que se
entendía como acreditar la no culpa.

En el régimen de patria potestad modificado por ley 23.264 en el año 1985, se


estableció la responsabilidad solidaria de uno y de otro progenitor,
disponiéndose que en caso de divorcio o separación personal, resultare
responsable el que este ejerciendo la tenencia, salvo que el hecho dañoso se
produjera mientras el menor se encontrase bajo el cuidado del otro.

En relación a la patria potestad, el art. 264 del Código Civil de Velez en su primer
párrafo dice: “La patria potestad es el conjunto de deberes y derechos que
corresponden a los padres sobre las personas y bienes de los hijos, para su
protección y formación integral, desde la concepción de éstos y mientras sean
menores de edad y no se hayan emancipado”.

Codigo Civil y Comercial Unificado: Varia el factor de atribución de los padres


por los hechos dañosos de los hijos que se encuentran bajo responsabilidad
parental, denominación que reemplaza a la anterior patria potestad (Arts. 638 a
704 en el CCyC).

Dicha responsabilidad la encontramos en el Titulo V, sección 6° del libro III, que


se titula “Responsabilidad por el hecho de terceros”, donde el art. 1754 dispone:
“Hecho de los hijos. Los padres son solidariamente responsables por los daños
causados por los hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que
habitan con ellos, sin perjuicio de la responsabilidad personal y concurrente que
pueda caber a los hijos”.

Analisis del articulo. Deben concurrir tres supuestos:

 Minoridad: Para que nazca la responsabilidad de los padres por los


hechos de sus hijos, no debe haber cumplido los 18 años (art. 25 CCyC).
En dicha franja etaria se comprenden por un lado los niños menores de
10 años, en donde responden los padres directamente y no hay forma de
eximirse, ya que se supone que el menor carece de discernimiento en
esta etapa; por el otro, los mayores de 10 años, quienes tienen capacidad
de discernimiento, y responden concurrentemente junto con sus padres.
 Que el menor se encuentre bajo responsabilidad parental del
responsable: Este articulo impone que además de tratarse de un hijo
menor de edad, este debe encontrarse bajo la responsabilidad parental
de sus progenitores. En principio la responsabilidad parental compete a
ambos progenitores, ya sean convivientes como cuando cesa la
convivencia o se produce el divorcio de la pareja. La responsabilidad
únicamente cesa en el supuesto del art. 699 CCyC (causales de extinción
de la titularidad de la responsabilidad parental) o por el caso del art. 700
CCyC (supuestos de privación de responsabilidad parental).
 Convivencia: Es necesario que el hijo menor habite con sus padres para
que nazca el deber de resarcir. MACHADO, TRIGO REPRESAS Y
LOPEZ MESA entienden que no es exigible la cotidianeidad en la
cohabitación. Es decir, que igualmente hay responsabilidad aunque
padres e hijos no habiten en el mismo inmueble o no residan juntos, ya
que el término “convivencia” debe ser interpretado en un sentido amplio.

En cuanto a la denominación del título “Responsabilidad por el hecho de


terceros”, López Herrera realiza una objeción, ya que no sería el más adecuado
para referirse a los hijos, y que hubiese sido más adecuada la expresión
“responsabilidad por el hecho ajeno” o “responsabilidad por el hecho de otro”
opinión que comparto.

Respecto de la naturaleza del deber de responder de los padres por el accionar


de sus hijos, se mantiene la solidaridad de ambos progenitores que se
encuentran cumpliendo la responsabilidad parental del menor.

Se establece un factor de atribución objetivo conforme lo establece el art. 1755


del CCyC: “Cesación de la responsabilidad paterna. La responsabilidad de los
padres es objetiva, y cesa si el hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia
de otra persona, transitoria o permanentemente. No cesa en el supuesto previsto
en el artículo 643.

Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si
esta circunstancia deriva de una causa que les es atribuible.

Los padres no responden por los daños causados por sus hijos en tareas
inherentes al ejercicio de su profesión o de funciones subordinadas
encomendadas por terceros. Tampoco responden por el incumplimiento de
obligaciones contractuales válidamente contraídas por sus hijos”.

Eximentes de responsabilidad: Los padres se eximen de responsabilidad en los


siguientes supuestos:

 Si el niño es puesto bajo la vigilancia de otra persona, permanente o


transitoriamente: El legislador al crear este eximente, ha querido
referirse al menor cuando se encuentre bajo la vigilancia de otra persona,
ya sea física o jurídica. Se interpreta que lo que se ha querido aludir es al
menor escolarizado que causa daño mientras se encuentra bajo una
autoridad ya sea de carácter educativo, de formación, de rehabilitación o
de seguridad. En estos casos la responsabilidad se traslada a la
institución a cargo. Es importante aclarar que todo siempre depende del
caso en concreto, ya que podrían darse situaciones en las que los
progenitores no pueden quedar exentos de responsabilidad, en especial
cuando se trata de menores cercanos a la mayoría de edad, o donde la
personalidad del niño influye notoriamente.
El establecimiento educativo debe obligatoriamente contar con un seguro,
ya que en la práctica resulta más sencillo para la victima exigir el pago de
la indemnización.
 Falta de convivencia del menor con sus progenitores y extinción de
la responsabilidad parental: Anteriormente, en el presente trabajo, se
enumeraron los presupuestos de la responsabilidad, donde uno de ellos
era la convivencia y el otro que los padres ejerzan la responsabilidad
parental.

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