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JUICIO: CELIA ANTONIA ARRIOLA DE MARKOVICH C/ GERTULIO TOMAS

FALCON GARCETE Y OTROS S/ ACCION AUTONOMA DE NULIDAD

OBJETO: CONTESTAR TRASLADO.-

EXCELENTISIMO TRIBUNAL DE APELACION EN LO CIVIL PRIMERA SALA.-

MARIA LUZ DEL CARMEN CABRERA, Abogada con Matricula Nº


22579, por la personería que tengo reconocida en estos autos a VV.EE. respetuosamente
digo:---------------------------------------------------------------------------------------------------------

QUE, en tiempo y forma, vengo a contestar el traslado que me corriera


VV. EE, por proveído de fecha 09 de diciembre del año 2013,y del que fui Notificada en
fecha 12 de Febrero del año 20014 de la fundamentación de los Recursos deducido por la
parte demandada, en contra de la S.D. Nº 2122/11/05 de fecha 11 de noviembre de 2012
obrante a fs. 139/145 de autos, QUE desde ya Solicito el rechazo de la Apelación deducida
y la confirmación de la Sentencia Apelada en atención a las consideraciones que paso a
exponer:----------------------------------------------------------------------------------------------------

FUNDAMENTOS ESGRIMIDOS

Si comenzamos a Leer la Demanda de Reivindicación desde la


Carátula del Expediente vemos que va dirigida única y exclusivamente contra EDUARDO
MARCOVICH y no contra Celia Antonia Arriola de Marcovich. Que es un despropósito
del Apelante que por Vía Recursiva pretenda asimilar a la hoy accionante como Parte en el
Juicio de Reivindicación. La Sra Celia Antonia Arriola de Marcovich al verse
perjudicada en sus derechos se levanta esgrimiendo el remedio procesal establecido en el
Codigo Procesal Civil (Art.409) a efectos de reparar los Agravios sufridos en la Sentencia
recaída en el Juicio de Reivindicación en el que no fue Parte, en el que se cernía como
consecuencia un enormísimo daños y perjuicio sobre sus Legítimos Derechos (un tremendo
agravio).----------------------------------------------------------------------------------------------------

QUE, el Aquo en el Considerando de la Resolución de la S.D. Nº


2122/11/05 de fecha 11 de noviembre del año 2011 Fundó sobre tres puntos principales
(Art 409 C.P.P): -----------------------------------------------------------------------------------------

1.- La existencia de una causa con Sentencia Firme, que resulta ser :
“GERTULIO TOMAS FALCON GARCETE C/ EDUARDO MARCOVICH S/
REIVINDICACION DE INMUEBLE”, en el que recayó la Sentencia Defenitiva Nº
1708/08/04 dictada en fecha 14 de agosto de 2008, Confirmada por el Acuerdo y Sentencia
Nº 031/09/03 de fecha 11 de marzo del año 2009.---------------------------------------------------

2.- La Calidad de Tercero que se desprende de las Circunstancias obrantes


en autos y de la propia Sentencia promovida por el Sr GERTULIO TOMAS FALCON
GARCETE C/ EDUARDO MARCOVICH , y

3.- Finalmente en tercer termino, el perjuicio, que consiste en el


desconocimiento del derecho de la hoy demandante por falta de Intervención en el Proceso
señalado, se remite al Art. 409 del C.P.C que dispone: “Las resoluciones judiciales no
hacen cosa juzgada respecto de los terceros a quienes perjudiquen. En caso de indefensión,
ellos dispondrán de la acción autónoma de nulidad, cuando la excepción de falsedad de la
ejecutoria o la de inhabilidad de título fuese insuficiente para reparar los agravios que
aquellas resoluciones pudiesen haberles ocasionado”.

Ampliando sobre el primer punto: la existencia de una


causa: En el Juicio “GERTULIO TOMAS FALCON GARCETE C/ EDUARDO
MARCOVICH S/ REIVINDICACION DE INMUEBLE” como se podrá observar la
Demanda fue únicamente dirigida contra Eduardo Marcovich y nunca contra la Sra Celia
Antonia Arriola de Marcovich. QUE la contraparte teniendo oportunidad de Ampliar o
modificar la demanda antes de notificar la misma de conformidad al Art. 217 del C.P.C no
lo hizo, por lo que entonces DEVIENE TAN IMPROCEDENTE LA APELACIÓN
DEDUCIDA POR LA PARTE DEMANDADA, pretendiendo así; confundir al
Tribunal por la vía recursiva con la afirmación equivocada de que la Sra. Celia
Antonia Arriola de Marcovich tenía conocimiento de la promoción de la Demanda del
Juicio de Reivindicación, y ubicarlo en CALIDAD DE PARTE, SIMPLEMENTE
POR EL HECHO DE HABER RECIBIDO LAS NOTIFICACIONES DIRIGIDAS AL
MARIDO, sabido es; que la Acción no fue dirigida contra
ella, por lo que “jamás puede ser considerada parte” de
aquel proceso por el mero conocimiento, en el que
necesariamente , como mínimo se le debió dar oportunidad de
ejercer su Defensa citándola y emplazándola a que tome
Intervención en aquel
JUICIO------------------------------------------------------------

QUE, el A quo en otro pasaje del Considerando de la Sentencia Apelada


había señalado con mucha precisión: “Que es imposible asimilar “el simple conocimiento”
de la acción instaurada en contra del Señor Eduardo Marcovich, con la “calidad de parte”
en un proceso ordinario, en el que necesariamente, como mínimo se le debió dar la
oportunidad de ejercer su defensa. Y remitiéndonos un poco mas arriba: “de acuerdo a las
constancias mencionadas se configura definitivamente en la HOY demandante (Sra. Celia
Antonia Arriola de Marcovich) la calidad invocada por la misma, aun cuando recibió en
propias manos las notificaciones que eran dirigidas al Señor Eduardo Marcovich, pues la
misma no formo parte de aquel proceso” Por lo que la Acción instaurada conforme al
Art. 409 del C.P.P es correcta, “siendo la misma Tercera” y las Resoluciones Judiciales
no hacen cosas Juzgadas respectos de los terceros a quienes perjudiquen. Que en caso
de Indefensión ellos dispondrán de la Acción Autónoma de nulidad, cuando la excepción de
falsedad de la ejecutoria o de la inhabilidad de título fuese insuficiente para reparar los
agravios que aquellas resoluciones pudiesen haberles ocasionado, en razones esgrimida por
el Juzgado fs 144 con los tres elementos fundamentales descriptos que preceden a la
posibilidad del planteamiento como presupuesto a la admisibilidad de la Acción
(Considerando del A-quo) “las negritas son
mias”.------------------------------------------------------------------------------------------------------
-

Por lo que la S.D. Nº 2122/11/05 de fecha 11 de noviembre de 2012


dictada en la Acción Autónoma de Nulidad debe ser Confirmada con Costa, y que así
Solicito.-----------------------------------------------------------------------------------------------------
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Acuerdo y Sentencia Nº 154/96
ACUERDO Y SENTENCIA Nº 154/96

JUICIO: "VICTORIA CONCEPCIÓN SEGOVIA DE RACHID, FERNANDO ROBLES,


CELSO FERREIRA E IGNACIO CABAÑAS S/ ACCIÓN AUTÓNOMA DE NULIDAD".

En Asunción del Paraguay a los dieciséis días del mes de mayo del año mil novecientos
noventa y seis, estando reunidos en su Sala de Acuerdos los Excelentísimos Señores
Miembros de la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil y Comercial, Doctores CARLOS
FERNÁNDEZ GADEA, ELIXENO AYALA Y ENRIQUE SOSA ELIZECHE por ante mi el
secretario autorizante se trajo al acuerdo el expediente caratulado: "Victoria Concepción
Segovia de Rachid, Fernando Robles, Celso Ferreira e Ignacio Cabañas s/ acción autónoma
de nulidad", a fin de resolver los recursos de apelación y nulidad interpuestos contra el
Acuerdo y Sentencia No. 49 de fecha 11 de julio de 1995, dictado por el Tribunal de
Apelación en lo Civil y Comercial, Ira. Sala.-

Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala Civil y
Comercial, resolvió plantear las siguientes:-

CUESTIONES:

Es nula la sentencia apelada?


En su caso, se halla ella ajustada a derecho?
Practicado el sorteo de ley para determinar el orden de votación dio el siguiente resultado:
SOSA ELIZECHE, AYALA Y FERNÁNDEZ GADEA.-

A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA EL Dr. SOSA ELIZECHE dijo: El recurso de


nulidad no ha sido fundado por el recurrente en esta instancia y no se advierten en la
sentencia en revisión defectos o vicios que justifiquen la declaración de nulidad de oficio en
los términos que autorizan los artículos 113 y 404 del Código Procesal Civil. En
consecuencia, debe declararse desierto el recurso.-

A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA EL Dr. SOSA ELIZECHE dijo: Cabe


recordar que en el presente juicio se substancia la acción autónoma de nulidad promovida
por Victoria Concepción Segovia de Rachid, Fernando Robles, Celso Ferreira e Ignacio
Cabañas contra la S.D. No. 384 de fecha 9 de agosto de 1.988 y el Acuerdo y Sentencia No.
144 de fecha 21 de diciembre de 1.989, resoluciones las cuales hicieron lugar en las
instancias respectivas a la prescripción adquisitiva de dominio en los autos caratulados
"Eugenia Fariña vda. de Roa y Francisco Cabañas c/ Brazilio Itibere Da Cunha y/o
sucesores y Zenon Gaona y/o sucesores s/ prescripción".-

Por S.D. No. 932 de fecha 28 de diciembre de 1.993 (foja 231 vlto. y sgtes.), el Juzgado de
Primera Instancia resolvió rechazar, con costas la excepción de falta de acción, planteada
por la parte demandada, por improcedente; hacer lugar, con costas a la acción autónoma de
nulidad promovida por los demandantes y en consecuencia declarar nulo el juicio que dio
origen a la S.D. No. 384 de fecha 9 de agosto de 1.988 y el Acuerdo y Sentencia No. 144 de
fecha 21 de diciembre de 1.989.-

En Segunda Instancia, por Acuerdo y Sentencia No. 49 de fecha 11 de julio de 1.995 (foja
258 vlto. y sgte.) el Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial, 1ra. Sala, declaró mal
concedido el recurso de nulidad y revocó la sentencia apelada. El Tribunal declaró la
procedencia de la excepción de falta de acción interpuesta por los accionantes fundado en
que la intervención de los demandantes en el juicio de prescripción no era necesaria en
razón de que la acción de prescripción adquisitiva de dominio se dirigió únicamente contra
los propietarios del inmueble objeto de prescripción conforme a los títulos dominiales;
sostuvo además que los actores poseían otros medios de defensa como ser la promoción de
demanda de prescripción contra el o los propietarios del mismo inmueble o la intervención
como terceros en el juicio de prescripción cuya nulidad se pretende y que no confluye el
presupuesto esencial para la procedencia de la acción autónoma de nulidad previsto en el
articulo 409 del Código Procesal Civil cual es la indefensión.-

Contra la resolución de Segunda Instancia se alzan los accionantes, expresando agravios,


fundados en los siguientes argumentos principales: el Acuerdo y Sentencia parte de la
premisa de que el ocupante del inmueble objeto de la prescripción no es un tercero, el juicio
de prescripción se plantea entre ocupante y los que resultan ser titulares del derecho de
propiedad; en el caso de autos el juicio de prescripción comprende el inmueble ocupado por
los hoy actores, afectando sus derechos; los demandantes no intervinieron en el juicio de
prescripción; los demandantes ocupaban el inmueble objeto de la prescripción junto con
quienes promovieron el juicio de usucapión, conforme la inspección judicial (f. 121/143); el
art. 409 el Código Procesal Civil no establece un procedimiento especial, ajustándose el
procedimiento ordinario a derecho (art. 207,208C.P.C).-

La acción interpuesta por los demandantes es admitida en nuestro ordenamiento jurídico


como medio de defensa a través del artículo 409 del Código Procesal Civil, el cual
establece: "Acción autónoma de nulidad: Las resoluciones judiciales no hacen cosa juzgada
respecto de los terceros a quienes perjudiquen. En caso de indefensión, ellos dispondrán de
la acción autónoma de nulidad, cuando la excepción de falsedad de la ejecutoria o la de
inhabilidad de título fuere insuficiente para reparar los agravios que aquellas resoluciones
pudiesen haberles ocasionado."-

Debe por tanto ser objeto de análisis la normativa citada a fin de establecer cuales son los
requisitos establecidos para su aplicación, y si los mismos concurren en el sub lite.- De la
interpretación de la norma jurídica resultan condicionantes para la admisibilidad de la
acción los siguientes presupuestos: los terceros que han sido perjudicados por la resolución
son los únicos legitimados para interponer la acción; los mismos deben hallarse en un estado
de indefensión; las vías de defensa de excepción de falsedad de la ejecutoria y de
inhabilidad de título deben resultar insuficientes para reparar los agravios emergentes de la
resolución. Del primer presupuesto se infiere que las partes que intervinieron en el proceso
no pueden hacer uso de esta acción, con lo cual se busca evitar la vulnerabilidad de la Cosa
Juzgada y del Principio de Seguridad Jurídica. Por su parte los terceros a quienes les es
concedida la legitimación para promoverla deben no haber intervenido en el proceso del
cual resulta la resolución impugnada, y ésta haber ocasionado un perjuicio grave a aquellos
(Ver Tellechea Solís, Antonio; "Nulidades en el proceso Civil. El recurso de Nulidad. La
Acción Autónoma de Nulidad"; pág. 185, 187, 197 y 199). En lo que respecta al requisito
referente al agotamiento de las otras vías de defensa establecidas en la norma, sostiene
Tellechea Solís que ello constituye un requisito previo a la promoción de la acción (ver
op.cit.). No obstante debe considerarse que el calificativo "insuficiente" para referirse a esas
vías es más amplio y transigente, bastando que las mismas no sean las adecuadas para
reparar el perjuicio causado por la resolución.-

En el caso de autos es evidente que no se hallan reunidos los requisitos para la procedencia
de la acción autónoma de nulidad.-

En primer lugar debe señalarse que la resolución por la cual se declara la prescripción
adquisitiva de dominio a favor de los hoy accionados, sentencia que diera motivo para la
promoción de la presente demanda, no hace cosa juzgada respecto de terceros, como bien lo
indica la primera parte del artículo 409 del Código Procesal Civil. Los hoy actores, por lo
tanto, no se hallan afectados por la referida sentencia y si bien el derecho de dominio que
surge de la declaración formulada en dicho fallo tiene carácter pasivamente universal, y
produce en consecuencia efectos erga omnes, ello no significa que quienes tuvieren
derechos que reclamar derivadas de su posesión contra los actuales propietarios no puedan
ejercerlos mediante la acción correspondiente. Es claro y manifiesto que en el sub examine
los accionantes tienen pleno derecho a hacer reconocer a su vez la prescripción adquisitiva
de dominio que pudiera corresponderles por la posesión continuada si así lo demostraren en
el proceso pertinente.-

En tal sentido expresa Borda: "...Puesto que los efectos de la usucapión se operan por el
mero cumplimiento del plazo legal, el usucapiente puede hacerla valer sin necesidad de que
previamente haya conseguido la acción declarativa. No sólo puede oponerla como defensa
ante el propietario que intenta recuperar el inmueble, sino que también le permite interponer
acción de reivindicación contra terceros. ("Derechos Reales", t.I, pág. 340).-

En síntesis los hoy actores no se encuentran en la condición de terceros perjudicados que no


dispongan de otras vías para hacer valer sus derechos sino que por el contrario podían y aún
pueden hacerlo si lo creyeren conveniente.-

Por otra parte, debe señalarse, como un elemento corroborante para la decisión, que los
terceros intervinieron en el proceso, aunque si bien con posterioridad a la sentencia de
primera instancia, habiéndoseles concedido los recursos interpuestos contra el fallo los
cuales posteriormente fueron declarados desiertos por falta de fundamentación.-

Por estas consideraciones, soy de opinión que el Acuerdo y Sentencia No.49 dictado por el
Tribunal de Apelación en lo Civil y Comercial, 1ra. Sala, debe ser confirmado, imponiendo
las costas a la parte demandante. Es mi voto.-

A su turno los Doctores: AYALA Y FERNÁNDEZ GADEA manifiestan que se adhieren al


voto que antecede por los mismos fundamentos.-

Con lo que se dio por terminado el acto firmando S.S.E.E., todo por ante mi que lo certifico
quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue:

SENTENCIA NUMERO 154

Asunción, 16 de mayo de 1.996.-

VISTOS: Los méritos del Acuerdo que antecede, la

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,

SALA CIVIL Y COMERCIAL

RESUELVE:

DECLARAR DESIERTO el recurso de nulidad interpuesto.-

CONFIRMAR el Acuerdo y Sentencia No.49 dictado por el Tribunal de Apelaciones en lo


Civil y Comercial, 1ra. Sala.-

IMPONER las costas a la perdidosa.-

ANÓTESE y notifíquese.-
Ante mi:

(FLM)

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ACUERDO Y SENTENCIA Nº 585/10

ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD EN EL JUICIO: "GAHASSAN FAYEZ


ABBOUD S/ ACCIÓN AUTÓNOMA DE NULIDAD Y MEDIDA CAUTELAR EN LOS
AUTOS: MARTA MARIA MANZONI REAL C/ WALDEMAR MORA DE LA TORRE Y
OTROS S/ DESALOJO".
En la Ciudad de Asunción, Capital de la República del Paraguay, a los catorce días del mes
de diciembre del año dos mil diez, estando en la Sala de Acuerdos de la Corte Suprema de
Justicia, los Excmos. Señores Ministros de la Sala Constitucional, Doctor VÍCTOR
MANUEL NÚÑEZ RODRÍGUEZ, Presidente y Doctores SINDULFO BLANCO y
MIGUEL OSCAR BAJAC ALBERTINI, quienes integran la Sala por inhibición del Doctor
ANTONIO FRETES y en reemplazo del Doctor JOSÉ V. ALTAMIRANO AQUINO, ante
mí, el Secretario autorizante, se trajo al acuerdo el expediente caratulado: ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD EN EL JUICIO: "GaHASSAN FAYEZ ABBOUD S/
ACCIÓN AUTÓNOMA DE NULIDAD Y MEDIDA CAUTELAR EN LOS AUTOS:
MARTA MARIA MANZONI REAL C/ WALDEMAR MORA DE LA TORRE Y OTROS S/
DESALOJO", a fin de resolver la acción de inconstitucionalidad promovida por el abogado
Rigoberto Fernández Traversi en nombre y representación del señor Ghassan Fayez Abboud.

Previo estudio de los antecedentes del caso, la Corte Suprema de Justicia, Sala
Constitucional, resolvió plantear y votar la siguiente:

CUESTION:

¿Es procedente la acción de inconstitucionalidad deducida?

A la cuestión planteada el Doctor NÚÑEZ RODRÍGUEZ dijo: Se presenta ante esta Corte el
abogado Rigoberto Fernández Traversi en nombre y representación del señor Ghassan Fayez
Abboud, e impugna por vía de la inconstitucionalidad la S.D.N' 14 de fecha 28 de mayo de
2.009, dictada por el Juzgado Penal de Garantías de Curuguaty y el Acuerdo y Sentencia
N°.30 de fecha 20 de noviembre de 2.009, dictado por el Tribunal de Apelación Civil,
Comercial, Penal, Laboral, Niñez y Adolescencia, ambos de la Circunscripción Judicial de
Canindeyú.

1. La S.D.N°. 14 de fecha 28 de mayo de 2.009, resolvió: "1) HACER LUGAR a la


Excepción de Falta de Acción promovida por la demandada MARTA MARIA MANZONI
REAL en contra del actor de esta demanda GHASSAN FAYEZ ABBOUD, y en
consecuencia, ordenar el finiquito y archivo de estos autos; 2) ORDENAR el levantamiento
de la Medida Cautelar, consistente en la Prohibición de innovar sobre la suspensión de todos
los efectos de la S.D.N° 34 de fecha 21 de abril de 2.008, ordenado por el Juzgado por
providencia de fecha 3 de abril de 2.009 (fs. 21). 3) IMPONER las costas a la parte
perdidosa. 4) ANOTAR, registrar y remitir copia a la Excma. Corte Suprema de Justicia".

2. El Acuerdo Sentencia N° 30 de fecha 20 de noviembre de 2.009, resolvió: "1.


DESESTIMAR el recurso de Nulidad, por improcedente. 2. CONFIRMAR, con costas la
sentencia apelada. 3. ANOTAR, registrar, notificar y remitir copia a la Excma. Corte
Suprema de Justicia ".-

3.Como fundamento de esta acción de inconstitucionalidad el accionante aduce que las


sentencias en cuestión resienten de notoria arbitrariedad e infringen los principios
constitucionales consagrados en los artículos 16 "De la defensa en juicio", 45 "De los
derechos y garantías no enunciadas", 109 "De la propiedad privada", y 256 "De la forma de
los juicios" de nuestra Carta Magna. Alega que las mismas están sustentadas en el mero
capricho de los jueces quienes dictaron las sentencias en ausencia total de motivación y falta
de argumentación jurídica. Termina solicitando se haga lugar a la presente acción de
inconstitucionalidad declarando la nulidad de las sentencias impugnadas.

4. Corrido traslado de la acción, se presenta el abogado Eliseo Gill Cáceres en nombre y


representación de la señora Marta María Manzoni Real, solicitando el rechazo de la acción
por ser la misma improcedente (fs.52/58).

5. El Fiscal General del Estado, Abog. Rubén Candia Amarilla, en su Dictamen N°.275 de
fecha 02 de marzo de 2.010 aconseja se haga lugar a la presente acción de
inconstitucionalidad en lo que respecta a los fallos dictados en Primera y Segunda Instancia
(S.D.N° 14 del 28/05/09 y Ac. y Sent. N°.30 del 20/11/09) por devenir los mismos
violatorios del derecho a la defensa y del debido proceso consagrados en los artículos 16 y
17 respectivamente de nuestra Carta Magna, conforme lo expuesto "...La Fiscalía General
del Estado, llega a la conclusión de que el Director del Proceso ha obviado el principio Iura
novit curia y ha omitido ejercer sus facultades ordenatorias e instructoras dentro del presente
juicio, por incurrir en las siguientes conductas: a) ha omitido corregir e incursar los
planteamientos formulados por las partes, a través de un trámite que se desarrolle y avance
dentro de sus correspondientes y correctos canales procesales; b) ha dictado sentencia en
abierta violación al principio de defensa en juicio por no abrir la excepción a prueba y haber
dictado resolución sin hacer saber a las partes su decisión de considerar innecesaria la
apertura de la excepción a prueba; y c) por consiguiente y como lógica consecuencia su
pronunciamiento final violenta el principio de legalidad constitucional previsto en el artículo
256 segundo párrafo de la Carta de Fundamentos Nacionales, el artículo 16 de la Defensa en
Juicio y el artículo 17 que establece los pilares sobre los cuales debe sustentarse el debido
proceso, bajo pena de absoluta nulidad, en caso de producirse un quebrantamiento o
incumplimiento de estas disposiciones constitucionales..".-

6. En estas circunstancias, es importante hacer un análisis de las circunstancias que rodean el


caso sometido a estudio, las cuales conforme al estudio de las constancias de autos, y sin
convertir a esta Corte en una tercera instancia que analiza cuestiones debatidas en instancias
inferiores, quedan resumidas de la siguiente manera:

6..1.Como antecedente inmediato a la Acción Autónoma de Nulidad planteada por el señor


Ghassan Fayet Abboud, tenemos que, el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil,
Comercial, Niñez y Adolescencia de Curuguaty dicta la S.D.N°.34 de fecha 21 de abril de
2008, en el marco del expediente caratulado: "MARTA MARIA MANZONI REAL C/
WALDEMAR MORA DE LA TORRE Y OTROS S/ DESALOJO" en el que se resolvió dar
curso favorable a la demanda de desalojo promovida por la señora Marta María Manzoni
Real, la que posteriormente, recurso de apelación mediante fue confirmada por el Ad-quem a
través del Acuerdo y Sentencia N° 5 de fecha 17 de junio de 2008, que a su vez fue
confirmada por la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia conforme Acuerdo y
Sentencia N°. 1209 de fecha 2 de diciembre de 2008, quedando así firmes las sentencias
dictadas por los magistrados de instancias inferiores.

6.2 Conforme estos antecedentes, el hoy accionante, señor Ghassan Fayez Abboud agraviado
por las sentencias dictadas en el marco del juicio de desalojo (S.D.N°34 del 21/04/08 y Ac. y
Sent. N° 5 del 17/06/08) inicia juicio por Acción Autónoma de Nulidad ante el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil, Comercial, Niñez y Adolescencia de la ciudad de Curuguaty,
solicitando a su vez el dictamiento de medida cautelar de Prohibición de Innovar y
consiguientemente la suspensión de los efectos de la S.D. N°. 34 de fecha 21 de abril de
2008 recaída en el expediente: MARTA MARÍA MANZONI REAL C/ WALDEMAR
MORA DE LA TORRE Y OTROS S/ DESALOJO", arguyendo de que "...la Sra. Marta
María Manzoni Real promovió la demanda de desalojo en calidad de propietaria del
inmueble inscripto como Finca N°. 301 del Distrito de Curuguaty pero que en realidad
pretende que los efectos de la sentencia se ejecuten sobre el inmueble inscripto como Finca
N°. 2658 del Distrito de Corpus Cristo, que era de propiedad del co - demandado Sr.
Waldemar de la Torre”. Agrega además que el señor Ghassan Fayed Abboud es el único,
legitimo y verdadero propietario del inmueble con una superficie de más de 850 hectáreas
inscripto a su nombre en el Registro de inmuebles como Finca N°. 2568 del Distrito de
Corpus Christi que antes fuera de propiedad del demandado Waldemar Mora de la Torre.

6.3Posteriormente el Juzgado, por providencia de fecha 3 de abril de 2.009, decreta la


medida de prohibición de innovar bajo caución personal del solicitante, ordenando la
suspensión de todos los efectos de la S.D.N° 34 de fecha 21 de abril de 2.008, mientras se
sustancie el juicio de Acción Autónoma de Nulidad.

6.4A su vez, corrido traslado de la Acción Autónoma de Nulidad, por providencia de fecha 3
de abril de 2.009, se presenta el abogado Eliseo Gill Cáceres en representación de la señora
Marta Manzoni ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial, Niñez y
Adolescencia de la Ciudad de Curuguaty, y opone excepción previa de Falta de Acción en el
demandante solicitando además el levantamiento de medida cautelar y la declaración de
litigante de mala fe.

6.5Posteriormente, de la excepción de falta de acción planteada se corrió traslado a la


contraparte señor Ghassan Fayez Abboud quien se presenta mediante su representante
convencional Abog. Rigoberto Fernández Traversa (fs.47/57), en el que contesta: "...Existen
serias divergencias sobre los límites precisos entre los propietarios de ambas heredades
colindantes. Para poner fin a esta situación el orden jurídico establece la acción de deslinde
la que permite determinar con certeza los lindes o limites de cada inmueble. Mientras
operaciones técnicas y jurídicas no se realicen de forma racional en el ámbito jurisdiccional,
de modo alguno sería posible sostener que las mejoras introducidas por el Sr. Mora de la
Torre en el inmueble inscripto como Finca N°. 2658 de Corpus Christi se encuentran dentro
de la propiedad inscripta a nombre de la Señora Manzoni como Finca N°. 301 de
Curuguaty..". Así mismo contesta la excepción de Falta de Acción solicitando el rechazo de
la misma, así como también el rechazo del pedido de levantamiento de la medida cautelar y
de la declaración de litigante de mala fe por considerarlos improcedentes.

6.6Luego, inmediatamente y sin más trámites, el A-quo dicta la S.D.N° 14 de fecha 28 de


mayo de 2.009, en el que se resolvió: "1) HACER LUGAR a la Excepción de Falta de
Acción promovida por la demandada MARTA MARIA MANZONI REAL en contra del
actor de esta demanda GHASSAN FAYEZ ABBOUD, y en consecuencia, ordenar el
finiquito y archivo de estos autos; 2) ORDENAR el levantamiento de la Medida Cautelar,
consistente en la Prohibición de innovar sobre la suspensión de todos los efectos de la
S.D.N°. 34 de fecha 21 de abril de 2.008, ordenado por el Juzgado por providencia de fecha
3 de abril de 2.009 (fs. 21). 3) IMPONER las costas a la parte perdidosa. 4) ANOTAR,
registrar y remitir copia a la Excma. Corte Suprema de Justicia", la que fuera apelada y
confirmada por el Ad-quem según Acuerdo Sentencia N° 30 de fecha 20 de noviembre de
2009 "1. DESESTIMAR el recurso de Nulidad por improcedente. 2. CONFIRMAR, con
costas la sentencia apelada. 3. ANOTAR, registrar, notificar y remitir copia a la Excma.
Corte Suprema de Justicia".-

7. La acción autónoma de nulidad es conocida y denominada por los doctrinarios y las


legislaciones de muchas maneras, pero fundamentalmente en todas esas denominaciones se
mantiene la idea de que es una institución que tiene por objeto revocar una resolución con
autoridad de cosa juzgada en razón de ocasionar la misma perjuicios para quien lo invoque.
En el derecho paraguayo, la institución por la cual se otorga la posibilidad de obtener la
revocación de las resoluciones judiciales con autoridad de cosa juzgada es conocida con el
nombre de acción autónoma de nulidad, tal como se halla establecida en el Código Procesal
Civil, Ley 1.337/88, en el libro II "Del proceso de conocimiento ordinario", Título IV, "De
los recursos", Capítulo IV "Del recurso de nulidad".

8. En efecto, el artículo 409 de la citada ley dispone: "Acción Autónoma de Nulidad Las
resoluciones judiciales no hacen cosa juzgada respecto de los terceros a quienes perjudiquen.
En caso de indefensión, ellos dispondrán de la acción autónoma de nulidad, cuando la
excepción de falsedad de la ejecutoria o la de inhabilidad de título fuese insuficiente para
reparar los agravios que aquellas resoluciones pudiesen haberles ocasionado". Como se ve,
en la primera parte del artículo trascripto se menciona que las resoluciones judiciales no
adquieren la calidad de cosa juzgada respecto de terceros, lo que, a contrario sensu, se
entiende como que sólo entre las partes del juicio, las resoluciones, una vez fenecidos los
plazos para impugnar aquéllas, adquieren la calidad de cosa juzgada. Advierte igualmente el
citado artículo que, en caso de indefensión, los terceros tienen la posibilidad de ejercer la
acción autónoma de nulidad. Fundamentalmente se ha previsto esta vía para restablecer el
derecho de defensa de un tercero que no fue llamado a ser parte o tomar intervención en un
juicio, en el cual la resolución dictada le ha causado agravios. La defensa del tercero no se
refiere a otra cosa sino al derecho de defensa en juicio, el cual presupone el respeto al debido
proceso.

9. Ahora bien, sobre este punto y en el presente caso existen ciertas irregularidades que se
han dado en el proceso del juicio de acción autónoma de nulidad. En primer término, el
Juzgado ha omitido corregir e incursar los planteamientos formulados por las partes y ha
dictado sentencia en abierta violación al principio de la defensa en juicio, sin abrir la
excepción a prueba y haber dictado resolución sin hacer saber a las partes de su decisión de
considerar innecesaria la apertura de la excepción a prueba y por consiguiente su
pronunciamiento viola los principios de la defensa en juicio, del debido proceso y el de
legalidad previstos en los artículos 16, 17 y 256 de la Constitución Nacional.

10. Conforme a las constancias de los autos principales considero que el A-quo dicta la
sentencia sin hacer estudio de los hechos alegados por el accionante, es decir, los
magistrados de instancias inferiores no han realizado la verificación de la validez y
suficiencia de las pruebas aportadas para la demostración inequívoca de las alegaciones
realizadas en los autos principales.

11. Las sentencias impugnadas reflejan la voluntad de los jueces, en contradicción al sentido
lógico y legal sobre el asunto sometido a su decisión; y no se encuentra fundada en la Ley
(art. 256 de la CN), por lo que se encuadra perfectamente en la doctrina de las resoluciones
arbitrarias de donde deviene su inconstitucionalidad.

12. El artículo 256 de la Constitución Nacional dice: "De la forma de los juicios. Los juicios
podrán ser orales y públicos, en la forma y en la medida que la ley determine. Toda sentencia
judicial debe estar fundada en esta Constitución y en la ley. La crítica a los fallos es libre. El
proceso laboral será oral y estará basado en los principios de inmediatez, economía y
concentración." Así, surge una obligación constitucional de fundamentar debidamente los
fallos.

13. La violación del deber de fundamentación suficiente, coherente y racional equivale a


falta de motivación. "Es sentencia arbitraria, y por ende inconstitucional, tanto la que carece
en absoluto de motivación..., como la que sólo tiene fundamentación aparente e inhábil...
También es arbitrario el fallo que padece de una "decisiva carencia de fundamentación", o de
"serios defectos de fundamentación" o con fundamentación no suficiente".

14. En cuanto al Acuerdo y Sentencia N° 30 de fecha 20 de noviembre de 2.009, dictado por


el Tribunal de Apelación Civil, Comercial, Penal, Laboral, Niñez y Adolescencia, de la
Circunscripción Judicial de Canindeyú, en cuanto confirma la sentencia del A-quo, incurre
en arbitrariedad por falta de motivación y fundamentación.

15. En conclusión, en base a los fundamentos arriba expuesto, considero que nos
encontramos ante sentencias arbitrarias por violación a la defensa en juicio, del debido
proceso y defectos en la fundamentación. Por tanto, como ya lo adelantara, voto por hacer
lugar a la acción de inconstitucionalidad promovida, con costas, declarando la nulidad de la
S.D.N' 14 de fecha 28 de mayo de 2.009, dictada por el Juzgado Penal de Garantías de
Curuguaty y el Acuerdo y Sentencia N°.30 de fecha 20 de noviembre de 2.009, dictado por
el Tribunal de Apelación Civil, Comercial, Penal, Laboral, Niñez y Adolescencia, ambos de
la Circunscripción Judicial de Canindeyú, en los autos caratulados: "GHASSAN FAYEZ
ABBOUD S/ ACCIÓN AUTÓNOMA DE NULIDAD Y MEDIDA CAUTELAR EN LOS
AUTOS: MARTA MARIA MANZONI REAL C/ WALDEMAR MORA DE LA TORRE Y
OTROS S/ DESALOJO", y, en consecuencia, remitir la causa al Juzgado que sigue en orden
de turno de conformidad al artículo 560 del CPC. Es mi voto.

A su turno el Doctor BAJAC ALBERTINI dijo: De los autos traídos a la vista de esta Corte
para su estudio, se colige que las resoluciones impugnadas no violan ni contravienen normas
constitucionales, por el contrario, las mismas fueron dictadas razonablemente y fundadas en
las disposiciones legales vigentes. Del escrito de promoción de la presente acción de
inconstitucionalidad surge claramente una falta de fundamentación, de la supuesta
conculcación de las normas constitucionales citadas. En caso de que esta Corte realizara un
nuevo estudio para dar un nuevo criterio a la cuestión sometida a la consideración de los
magistrados intervinientes, se estaría utilizando indebidamente la vía de la acción de
inconstitucionalidad, convirtiéndola en una instancia ordinaria más, o en una tercera
instancia de revisión de las decisiones judiciales que se estimen equivocadas o injustas,
cuestión que es completamente ajena a la naturaleza de esta garantía constitucional. La
discrepancia con el criterio sustentado por los juzgadores, no constituye argumento
suficiente para la procedencia de una acción de la naturaleza en estudio, y menos aún cuando
dicha interpretación no resulta antojadiza, o basada en el sólo parecer de los magistrados. De
los agravios expuestos en la presente acción, surge la pretensión de la accionante que esta
Sala Constitucional actúe como un Tribunal de Tercera Instancia, revisando cuestiones que
ya fueron objeto de debate y decisión en las instancias inferiores. En este sentido, numerosos
fallos emanados de esta instancia, han sostenido que la acción de inconstitucionalidad tiene
por objeto precautelar los principios, derechos y garantías contenidos en la norma
fundamental, y esto no implica revisión de sentencias, si las mismas han sido dictadas en
virtud de los principios de bilateralidad, contradicción de ambas partes, del debido proceso,
defensa en juicio y las facultades discrecionales que la ley otorga a los Jueces. Este alto
Tribunal ha sostenido en reiterados fallos que resulta imposible someter nuevamente un
juicio a consideración de la Corte, sin apartarse de los principios sentados
jurisprudencialmente que impiden cuestionar las tareas de valoración e interpretación de
magistrados inferiores, mientras éstas sean el resultado de criterios de razonabilidad y de
encontrarse ajustadas a normas constitucionales y legales. Así lo entendió el Acuerdo y
Sentencia N° 186 del 16 de julio de 1998, dictado por esta Corte, que señala: "La acción de
inconstitucionalidad es una acción autónoma cuya finalidad esencial es la de cuidar la
vigencia del orden constitucional que pudiera verse afectado por cualquier norma o decisión.
Pero de ninguna manera puede sustituir a los órganos jurisdiccionales ordinarios, toda vez
que éstos no configuren decisiones arbitrarias o aberrantes...".

Por las consideraciones que anteceden, opino que corresponde el rechazo, con costas, de la
presente acción de inconstitucionalidad. Es mi voto.

A su turno el Doctor BLANCO manifestó que se adhiere al voto del Ministro preopinante,
Doctor NÚÑEZ RODRÍGUEZ, por los mismos fundamentos.

Con lo que se dio terminado el acto, firmando SS.EE., todo por ante mí, de que certifico,
quedando acordada la sentencia que inmediatamente sigue:

SENTENCIA NUMERO: 585/10.-

Asunción, 14 de diciembre de 2.010.-

VISTOS: Los méritos del Acuerdo que anteceden, la

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA CONSTITUCIONAL
RESUELVE:

HACER LUGAR CON COSTAS, a la presente acción de inconstitucionalidad promovida


por el abogado Rigoberto Fernández Traversi en nombre y representación del señor Ghassan
Fayez Abboud, y en consecuencia, declarar la nulidad de la S.D.N° 14 de fecha 28 de mayo
de 2.009, dictada por el Juzgado Penal de Garantías de Curuguaty y del Acuerdo y Sentencia
N°.30 de fecha 20 de noviembre de 2.009, dictado por el Tribunal de Apelación Civil,
Comercial, Penal, Laboral, Niñez y Adolescencia, ambos de la Circunscripción Judicial de
Canindeyú, por los motivos expuestos en el considerando presente resolución.

ORDENAR, la devolución de los autos principales al Juzgado que sigue en orden de turno,
conforme al artículo 560 del C.P.C.

ANOTAR, registrar y notificar.

Ante mí:
Sindulfo Blanco
Víctor M. Núñez R.
Miguel Oscar Bajac
Héctor Fabián Escobar.
(vc)

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Edición N°: 184 - Fecha: 09 de Noviembre de 2012

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Jurisprudencia destacada
ACUERDO Y SENTENCIA Nº 1437.-
FECHA: 09.10.2012.-

1. RECURSOS MAL CONCEDIDOS: A los efectos de determinar si los


Recursos de Apelación y Nulidad fueron correctamente concedidos, en la
particular especie de autos resulta oportuno delimitar, ya en este estadio del
acuerdo, el exacto tenor de las decisiones recaídas en las instancias
inferiores.-

El sentido final de la decisión es claro, ya que la resolución de primera


instancia queda revocada en cuanto a la decisión sobre el mérito, y la
demanda rechazada. En efecto, el apartado segundo de la sentencia del
Tribunal de Apelación, revoca la sentencia y luego transcribe literalmente la
decisión del Juzgador de Primera Instancia, remitiéndose a los
considerandos. Ahora bien, dichos considerandos son claros en el sentido de
indicar la improcedencia de la pretensión, con lo que la demanda queda
totalmente rechazada, sin que a ello obste la utilización del vocablo parcial
que, por lo dicho, parece guardar relación con el hecho de que en primera
instancia la demanda fue acogida en forma parcial. En pocas palabras, la
pretensión resulta rechazada en su totalidad por parte del Tribunal de
Apelación.-

Se concluye, así, que la demanda quedó rechazada en mérito a la decisión


del Tribunal de Apelación. No obstante ello, uno de los demandados, el Sr.
Pedro Alio Brizuela, apeló dicha decisión a través de la labor de su
representante convencional, Abg. Oscar Osvaldo Ocampos, concediéndosele
los recursos por A.I. Nº 464 del 05.07.2010. Dicha parte, siendo demandada,
obviamente está por el rechazo de la pretensión, tal como lo solicitó en
Primera Instancia; y tal rechazo fue exactamente lo decidido por el Tribunal
de Apelación, con costas a la actora; exactamente la misma pretensión que se
formula ante esta Sala Civil. El Tribunal de Apelación decidió, conforme a lo
expuesto, exactamente el rechazo de la demanda, favoreciendo por completo
los intereses del Sr. Pedro Alio Brizuela; no obstante lo cual este apeló
igualmente. Este entendimiento, por lo demás, es común a la actora, quien
inequívocamente indica que los considerandos de la resolución recurrida se
hallan llenos de argumentos en contra de la posición asumida por mi parte.-

La sentencia en recurso no causa gravamen a dicha parte, sino, muy por el


contrario, la beneficia. En estos términos, es claro que no concurre
mínimamente el requisito establecido por el art. 395 del Código Procesal
Civil, que requiere la existencia de gravamen irreparable a los efectos de la
procedencia de la apelación. Aquí no hay gravamen sino beneficio para el Sr.
Pedro Alio Brizuela, por lo que los recursos interpuestos por su parte deben
irremediablemente ser declarados mal concedidos, de acuerdo al art. 417 del
Código Procesal Civil La instancia se abre solamente para la actora, quien
obtuvo en Primera Instancia el reconocimiento de su pretensión y en
Segunda Instancia vio rechazado su reclamo.-

2. RECURSO DE NULIDAD: Establecido que los únicos recursos a tratar


son los de la parte actora, la misma funda la nulidad arguyendo que el Sr.
Hirán Osvaldo Segovia Mazzacotte, codemandado, no fue debidamente
notificado de la apertura de la causa a prueba en Primera Instancia, ni de las
sentencias definitivas dictadas en primera y segunda instancias.-

En torno a la posición procesal del Sr. Hirán Osvaldo Segovia Mazzacotte,


que es la que funda en lo medular el presente recurso de nulidad, cabe
advertir que la misma no es motivo suficiente para anular la sentencia
recurrida. En efecto, se advierte que el mismo fue notificado de la
promoción de la demanda por cédula, al domicilio de la calle Alberdi 454,
correspondiente al domicilio real denunciado en los autos respecto de los
cuales se promueve acción autónoma, que corren por cuerda, el que motivara
la contestación de la demanda.-

Al no contestar la demanda el Sr. Segovia Mazzacotte, se declaró su rebeldía


por A.I. Nº 1127, del 26.06.1999. Posteriormente, la sentencia de Primera
Instancia le fue notificada por cédula de fecha 19.04.2007.-

La sentencia de Segunda Instancia rechaza la demanda y por ende es


favorable a los intereses de los demandados, entre quienes se encuentra el Sr.
Segovia Mazzacotte. En estas condiciones, existe noticia de las actuaciones
realizadas y de las sentencias recaídas, por lo que el codemandado tuvo la
plena posibilidad de ejercer sus derechos procesales, ya que no fue omitido
en ninguna de las etapas procesales de referencia.-

Esta conclusión se mantiene incluso considerando el informe del ujier


notificador rendido a la hora de dar noticia de la sentencia de Primera
Instancia. Allí, el portero del edificio informó al ujier que presuntamente el
Sr. Hirán Osvaldo Segovia Mazzacotte habría fallecido. En esta instancia,
sin embargo, la persona que recibió la notificación indica que el Sr. Segovia
Mazzacotte “se mudó hace más de cinco años”.-

Hemos visto ya, líneas arriba, que el domicilio en el cual se diligenciaron las
cédulas de referencia en el presente juicio ha sido el mismo que en su
momento resultó el domicilio real del Sr. Segovia Mazzacotte, sin que haya
prueba alguna de su muerte –la que solo puede ser probada por los
testimonios de las partidas y los certificados auténticos emanados del
Registro del Estado Civil, conforme con el art. 35 del Código Civil- o de su
mudanza. Aun queriendo considerar como acaecidos estos acontecimientos,
el resultado final del juicio en segunda instancia es favorable al Sr. Segovia
Mazzacotte, codemandado por la nulidad del proceso que corre por cuerda;
por lo que en el peor de los casos –que no es el supuesto de autos, por cuanto
aquí hubo efectivo anoticiamiento al demandado, quien tuvo sobradas
oportunidades de ejercer sus derechos en juicio- la nulidad queda subsanada
por la decisión favorable al Sr. Segovia Mazzacotte, en los términos del art.
114, inciso a) del Código Procesal Civil En consecuencia, resulta aplicable
incluso la norma del art. 407 del Código Procesal Civil.-

Desestimada la alegación de nulidad hecha por la recurrente; y


convenientemente aclarado, a la hora de estudiar la admisibilidad de los
recursos, el alcance del pronunciamiento hecho por el Tribunal de Alzada,
con lo que se advierte la ausencia de vicios de incongruencia en los términos
de los arts. 15 inciso d) y 159 inciso e) del Código Procesal Civil, se advierte
que no existen vicios o defectos que autoricen a declarar la nulidad de la
sentencia en recurso de conformidad con los arts. 113 y 404 del Código
Procesal Civil, por lo que el presente recurso debe ser rechazado.-

3. RECURSO DE APELACIÓN: La parte actora, en su memorial de


agravios, niega que su parte haya obtenido beneficio económico alguno de la
venta del inmueble que correspondía a la sociedad conyugal, y por el
contrario indica que no tuvo intervención en las negociaciones llevadas a
cabo por su esposo. En estos términos solicita la revocación de la sentencia
apelada. Contesta el memorial el Abog. Oscar Osvaldo Ocampos A., por la
representación del Sr. Pedro Alio Sanabria Brizuela, compartiendo el voto
emitido por el Conjuez Carmelo Castiglioni, del cual se desprende que la
actora podría tener acción, en todo caso, contra el vendedor, y no contra su
mandante. Por ello, al tiempo de remitirse a sus alegatos, solicita el rechazo
de la presente demanda.-

Por A.I. Nº 1257 del 01.06.2012, se dio por decaído el derecho que dejó de
usar el Sr. Hirán Osvaldo Segovia Mazzacotte para contestar el traslado que
se le corriera.-

La acción autónoma de nulidad, contra el proceso así concluido, se basa en


que el inmueble de referencia pertenece a la sociedad conyugal constituida
por la actora, esto es, la Sra. Gladys Graciela Machuca de Segovia, quien
postula que debió ser parte en dicho juicio, ya que el compromiso de venta
suscripto por el Sr. Segovia Mazzacotte solo lo comprometía personalmente,
y no a la comunidad. Estos son los términos de la demanda. Ahora bien, aquí
debe discriminarse cuidadosamente la nulidad del acto impugnado, cuya
escrituración se dispuso por la sentencia definitiva a la que aludimos líneas
arriba; y la nulidad del proceso así llevado, puesto que son dos aristas
distintas que el estudio del presente caso suscita.-

En una primera aproximación, se trata únicamente de la nulidad del proceso


en sí mismo, esto es, de la aplicación del art. 409 del Código Procesal Civil,
es decir, la acción autónoma de nulidad como modo de reparar la omisión de
terceros perjudicados por la decisión tomada en el proceso de referencia. Ya
no puede volverse sobre el mérito de lo decidido en el juicio que corre por
cuerda, ni decidir sobre la validez o nulidad del contrato que motivó dicha
controversia. En la acción autónoma de nulidad corresponde pronunciarse,
exclusivamente, sobre la necesidad de que el tercero que alega perjuicio, en
este caso, la esposa, haya tenido intervención en dicho juicio.-

Es decir, la nulidad que se alega en el marco de una acción autónoma ex art.


409 del Código Procesal Civil tiene relación única y exclusivamente con la
necesidad de intervención de la esposa en el juicio de obligación de
escriturar promovido por el marido. Empero, el estudio de esta cuestión
requiere una incursión en el fondo de lo debatido en el juicio cuya nulidad se
reclama, a los efectos de determinar la legitimación procesal y la
intervención de quienes hayan de verse afectados por la sentencia. A este
respecto, debe indicarse que la escrituración definitiva, en ejecución de la
sentencia, se produjo por Escritura Pública del 31.08.2000, año en el cual se
encontraba en vigencia la Ley Nº 1/1992. Allí se dispone, claramente, que
cuando el acto de disposición constituyere un fraude a los derechos del
consorte, el afectado podrá demandar su nulidad, siempre que el tercero
adquirente hubiere procedido de mala fe. Esto es, se requiere, para el
pronunciamiento de la nulidad, la mala fe del tercer adquirente, de acuerdo
al mandato del art. 49 de la Ley Nº 1/1992. Aquí no solo hay carencia
completa de tal prueba, sino que incluso se llevó todo un juicio a los efectos
de que el adquirente pueda hacerse con el bien, que registralmente era
solamente del Sr. Segovia Mazzacotte, con oposición de este último.-

En este sentido, la sanción de nulidad del acto de disposición hecha por uno
solo de los cónyuges queda expresamente excluida por el art. 47 de la Ley
Nº 1/1992. La norma excluye expresamente la nulidad del acto de
disposición hecho por uno solo de los cónyuges, limitándola solamente al
caso de fraude al consorte y mala fe del tercero en los términos del art. 49 de
la Ley Nº 1/1992.-

Al disponer expresamente el art. 47 de la Ley Nº 1/1992 una consecuencia


distinta de la nulidad, en concordancia con el art. 49 de la Ley Nº 1/1992, es
claro que se prevé expresamente una consecuencia distinta, de tinte
puramente resarcitorio, dejando a salvo la validez del acto. En efecto, las
únicas nulidades que pueden declararse son las que se establecen de modo
expreso o implícito en la ley, de acuerdo al art. 355 del Código Civil, y en
este caso se establece expresamente una sanción distinta de la nulidad para el
acto de disposición hecho por uno solo de los cónyuges, procediendo la
nulidad solo en el supuesto del art. 49 de la Ley Nº 1/1992. Esto se ve
confirmado, inequívocamente, por la disposición del art. 27 del Código Civi.
En nuestro caso, el art. 47 de la Ley Nº 1/1992 impone expresamente el
efecto resarcitorio a cargo del cónyuge disponente, con lo que queda
plenamente excluido el remedio de la nulidad.-
De este modo, la transferencia realizada por uno solo de los cónyuges, de
modo coactivo, como resultado de la ejecución, no encierra, en cuanto al
acto en sí mismo, mérito para una nulidad, por la diversa consecuencia
legalmente prevista en el art. 47 de la Ley Nº 1/1992, con lo que la ejecución
de la sentencia recaída en los autos de referencia no es, por sí sola, suficiente
para el acogimiento favorable de la acción autónoma de nulidad.-

Hecha esta necesaria digresión, en cuanto al contenido puntual de lo


debatido en los autos de referencia, queda por establecer su consecuencia
procesal, que es lo que técnicamente aquí corresponde discutir, en el marco
de la acción autónoma de nulidad. En otras palabras, ¿hay en el juicio por
obligación de hacer escritura pública un litisconsorcio necesario del cónyuge
que no intervino en el acto? De ser afirmativa la respuesta, naturalmente
correspondería la aplicación del art. 409 del Código Procesal Civil,
precisamente porque allí hay un tercero perjudicado que no tuvo la
oportunidad de defenderse en juicio. Esto es lo que manda el art. 101 del
Código Procesal Civil, que se refiere a la hipótesis de que la sentencia no
pueda ser pronunciada útilmente más que con relación a varias personas. La
normativa de fondo expresamente excluye esa necesidad, puesto que permite
el acto de disposición hecho por un cónyuge solo, al no sancionar de nulidad
la hipótesis sino brindar un remedio puramente resarcitorio –dejando de lado
el supuesto de fraude al consorte y mala fe del tercer adquirente, que aquí,
como ya se expusiera, no fue mínimamente demostrado- que deja a salvo la
validez del acto. En estas consecuencias, la sentencia fue pronunciada
útilmente respecto del partícipe del contrato privado que se pretendió
escriturar, y su sola intervención fue suficiente para obtener el efecto
traslativo; quedando a disposición del otro cónyuge el remedio resarcitorio
contra el esposo. Tampoco puede sostenerse que la comunidad de
gananciales pueda ser representada o parte en juicio, ya que la misma carece
de personalidad jurídica, al no estar comprendida en el art. 91 del Código
Civil.- De esta manera, no se versa en hipótesis de litisconsorcio necesario,
puesto que la propia normativa de fondo permite la disposición de bienes por
parte de uno sólo de los cónyuges, aplicando la nulidad sólo para la
disposición a título gratuito (art. 42, Ley Nº 1/1992) y para el supuesto del
art. 49 del mismo cuerpo legal, ninguno de los cuales se verifica en autos.-

4. Por las consideraciones que anteceden, la Sala Civil de la Corte Suprema


de Justicia resolvió DECLARAR MAL CONCEDIDOS los Recursos de
Apelación y Nulidad interpuestos por Pedro Alio Brizuela, RECHAZAR el
Recurso de Nulidad interpuesto por la parte actora y CONFIRMAR la
Sentencia apelada, de acuerdo a lo expuesto en el considerando de la
presente decisión.-

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Versión de solo texto

SALA DE CASACIÓN CIVIL

Magistrado Ponente: CARLOS OBERTO


VÉLEZ
En el juicio por reivindicación intentado ante el Juzgado Segundo de

Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario del Segundo Circuito de

la Circunscripción Judicial del estado Bolívar, con sede en la ciudad de

Puerto Ordaz por la ciudadana GRIDYS DEL CARMEN BONYORNI de


BELISARIO, representada judicialmente por los profesionales del derecho José

Amaro López, José Amaro Peña, Lesly Amaro Peña y Orlando De La Rosa

contra los ciudadanos LUIS FRANCISCO FLORES y JHON RAFAEL

GONZÁLEZ VERDE; el primero patrocinado por los abogados en ejercicio

de su profesión Yanira Martínez Mendoza, y el último por Elena Di Cioccio,

Roger Elias Hurtado y Carlos Reyes Casanova; el Juzgado Superior Segundo

en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y de Protección del Niño y del

Adolescente del Segundo Circuito de la misma Circunscripción Judicial,

conociendo en reenvío, en fecha 28 de noviembre de 2003, dictó sentencia

declarando sin lugar el recurso procesal de apelación ejercido contra la

sentencia del a quo de fecha 4 de febrero de 1999, que había declarado

parcialmente con lugar la demanda; por vía de consecuencia confirmó el

fallo apelado, y declaró parcialmente con lugar la demanda. No hubo

condenatoria al pago de las costas procesales.

Contra la preindicada sentencia, la demandante anunció recurso de

casación, el cual fue admitido y formalizado. No hubo impugnación.-

Concluida la sustanciación, pasa la Sala a dictar su máxima decisión

procesal bajo la ponencia del Magistrado que con tal carácter la suscribe , lo

cual hace previas las siguientes consideraciones:

DENUNCIAS POR DEFECTO DE ACTIVIDAD

Con fundamento en el ordinal 1º del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil se denuncia la infracción del ordinal 4º del artículo 243

eiusdem, por haber incurrido la alzada en inmotivación.

Para apoyar su delación el formalizante alega:

“...El fallo impugnado adolece de razonamiento o “motivos de


hecho y de derecho” en que se fundamenta dicha decisión, el
cual no analiza los hechos en que se fundamenta la acción de
reivindicación, desviando el objeto de la controversia hacia
supuestos de hecho ajenos a la demanda planteada.
(...Omissis...)
En el presente caso se declara parcialmente con lugar la
demanda, sin analizar los hechos planteados como
fundamento de la demanda, ni las razones de hecho y de
derecho en que se fundamenta, ocurriendo a Juicios genéricos
para declarar la propiedad del 50% del inmueble objeto de la
acción de reivindicación a favor de mí representada,
beneficiando, con el otro 50%, a uno de los codemandados,
sin argumento legal de norma expresa, dividiendo así la
continencia de la causa; por lo que es evidente que la
Sentencia (Sic) carece del requisito previsto en el ordinal 4°
del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil...”.

Aduce el recurrente que el sentenciador superior resolvió la litis sin fundamentar su decisión
en normas de derecho que la sustenten, asimismo acusa que se declara parcialmente con
lugar la demanda si entrar a analizar los hechos alegados objeto de la pretensión.

Para decidir, la Sala observa:

La denuncia en análisis resulta carente de suficiencia en los planteamientos ya que

de ellos no es posible establecer con precisión la infracción que se acusa, pues no expresa el

formalizante de manera clara el cómo, por qué y dónde la sentencia acusada incumple el

deber de motivación y solamente señala en forma reiterada que no fue fundamentada

debidamente, ni reseñó las normas legales en las cuales supuestamente se apoyó lo decidido.

Asimismo se acusa de falta de análisis de los hechos alegados.

En atención al vicio de inmotivación, mediante pacífica y consolidada doctrina, esta

Sala ha sostenido que la expresión de los motivos de derecho no involucra necesariamente

la cita de las disposiciones legales aplicables al caso concreto; la obligación del jurisdicente

radica en la adecuación de los hechos alegados y probados en juicio a las normas jurídicas

pertinentes, realizando el enlace lógico de una situación particular, con la previsión

abstracta, predeterminada en la ley. De lo que se resulta necesario ratificar, que la falta de

señalamiento de las normas aplicables, no configura el vicio de inmotivación de derecho

denunciado.

En relación al vicio de inmotivación, la Sala en decisión N° 231 de 30

de abril de 2002, juicio Nory Raquel Quiñonez y otros contra Instituto

Autónomo de Policía del Estado Yaracuy y otro, expediente N° 01-180,

ratificada en fallo Nº 476 de 26 de mayo de 2004, juicio Avilio José Trujillo

contra Inversiones El Rolito, C.A., expediente Nº 2002-000099, ambas con


ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe la presente , se dijo

lo siguiente:

“...El propósito de la motivación del fallo es, además de


llevar al ánimo de las partes la justicia de lo decidido,
permitir el control de la legalidad, en caso de error.
Sobre este particular, la Sala ha señalado en reiteradas
decisiones, entre otras, en sentencia Nº 83 del 23 de marzo de
1992, lo siguiente:
‘La motivación debe estar constituida por las razones de hecho y de
derecho que dan los Jueces como fundamento del dispositivo. Las
primeras están formadas por el establecimiento de los hechos con
ajustamiento a las pruebas que las demuestran; y las segundas, la
aplicación a éstos de los preceptos y los principios doctrinarios
atinentes. Para la Sala en constante y pacífica doctrina, por lo menos
a partir de 1906, el vicio de inmotivación en el fallo, consiste en la
falta absoluta de fundamentos y no cuando los mismos son escasos o
exiguos con lo cual no debe confundirse. También ha sostenido la
Sala en repetidas ocasiones que la falta absoluta de motivos puede
asumir varias modalidades: a) Que la sentencia no presente
materialmente ningún razonamiento. b) Que las razones
dadas por el sentenciador no guarden relación alguna con la acción
o la excepción y deben tenerse por inexistentes jurídicamente.
c) Que los motivos se destruyan los unos a los otros por
contradicciones graves e irreconciliables y, d) Que todos los
motivos sean falsos...’”.

Sin embargo a los efectos de una mejor inteligencia de lo que decidirá,

la Sala estima oportuno transcribir los textos pertinentes de la sentencia

recurrida a efectos de constatar si el ad quem dio o no cumplimiento a lo

previsto en la norma que se le acusa infringida. En ese sentido expresó:

“...Tal como quedó demostrado fue adjudicado un bien


inmueble perteneciente a la comunidad conyugal formada por
la demandante en reivindicación y el ciudadano JOSÉ BELISARIO,
por remate judicial al ciudadano MARLON RAMÓN
MEZZONI FIGUERA, quien a su vez traspasó su dominio y
posesión mediante compra-venta efectuada por LUIS
FRANCISCO FLORES, que a su vez lo vendió al ciudadano
JHON GONZÁLEZ VERDE, todas estas operaciones
realizadas a la luz de nuestro ordenamiento vigente, que si
bien es cierto que el remate tiene su origen en un juicio cuyo
demandado era una persona casada y para nada se toma en
cuenta a la cónyuge no se puede extender plenamente los
efectos de los actos realizados por uno solo de los cónyuges
al otro cónyuge ignorado, pero tampoco se puede utilizar para
obstruir el ejercicio de terceros la protección que la ley
otorga a los bienes de la comunidad conyugal y más cuando la
propia ley utiliza la expresión de anulables, no se refiere a
que el acto celebrado sin el necesario consentimiento del otro
cónyuge es nulo sino que puede ser anulable o lo que es lo
mismo adolece de nulidad relativa.
(...Omissis...)
Luego de este marco teórico al caso en estudio se arguye que
la venta realizada en remate judicial, cuyos antecedentes fueron
ampliamente detallados tanto en la narrativa como en esta
motiva, no es nula, pero tampoco puede transmitir la totalidad del
derecho de propiedad sobre el bien, por lo tanto su comprador
inicial y los sucesivos solamente adquirieron el cincuenta por
ciento (50%) de los derechos de propiedad del inmueble,
entrando en comunidad con la cónyuge-demandante en
reivindicación...”. (Resaltado del texto).

Del análisis realizado sobre el texto de la recurrida y con base a la

doctrina invocada supra, resulta necesario concluir que no existe en el fallo

acusado la inmotivación que le endilga el formalizante lo que, por vía de

consecuencia se, impone establecer que no hubo infracción del artículo 243

ordinal 4º del Código de Procedimiento Civil, razón por la cual debe declararse

improcedente la presente denuncia. Así se resuelve.

II

Con fundamento en el ordinal 1º del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil, se denuncia la infracción del ordinal 5º del artículo

243 eiusdem, por incurrir la recurrida en incongruencia.

Para apoyar su delación el formalizante alega:

“...La acción propuesta tiene como petitorio la Reivindicación


del inmueble propiedad de la comunidad conyugal que
mantiene GRIDYS DEL CARMEN BONYORNI BELISARIO
con JOSÉ BELISARIO, por ser nulo tanto el acto de remate
de fecha 28-06-96, como los actos de disposición en las
sucesivas ventas formalizadas a los codemandados.
El fallo impugnado no decide en forma “expresa, positiva y
precisa con arreglo a la pretensión deducida” , los petitorios
del libelo de la demanda; pues, el mismo se atiene a repartir
la propiedad del inmueble en base a una cesión parcial del 50%
que no fue planteada en el litigio; y ha establecer
arbitrariamente una comunidad que nadie ha deseado ni
pedido; y se abstiene de pronunciarse sobre la nulidad de los
actos solicitados como presupuestos de la acción de
Reivindicación; omitiendo pronunciarse sobre la acción principal
y configurando el vicio de la incongruencia negativa respecto
a la acción deducida siendo manifiestamente contradictoria y difícil de
ejecutar....” (Resaltado del texto).
Aduce el recurrente que la sentencia del ad quem adolece de

incongruencia en razón de no haberse pronunciado de forma expresa,

positiva y precisa en relación a lo peticionado en el libelo, ya que se

demandó la reivindicación del bien inmueble que perteneciera a la

comunidad conyugal y la alzada resolvió otorgando un cincuenta por ciento

(50%) a uno de los codemandados y el otro cincuenta por ciento (50%) a la

cónyuge accionante, estableciendo, de esta manera una comunidad que nadie

solicitó.

Para decidir, la Sala observa:

La recurrida después de realizar el análisis de la situación planteada,

resolvió de la siguiente manera:

“...Luego de este marco teórico al caso en estudio se arguye


que la venta realizada en remate judicial, cuyos antecedentes
fueron ampliamente detallados tanto en la narrativa como en
esta motiva, no es nula, pero tampoco puede transmitir la
totalidad del derecho de propiedad sobre el bien, por lo tanto
su comprador inicial y los sucesivos solamente adquirieron el
cincuenta por ciento (50%) de los derechos de propiedad del
inmueble, entrando en comunidad con la cónyuge-demandante en
reivindicación...” (Resaltado del texto).

La Sala advierte que en el presente caso, un bien propiedad de la

comunidad conyugal fue objeto de remate en un juicio por motivo de cobro

de bolívares, incoado contra el cónyuge de la demandante en el sub iudice .

Ahora bien, ante el reseñado conflicto de intereses, el juez superior

concluyó que si bien la cónyuge tenía el derecho de propiedad sobre el

inmueble rematado, tal derecho correspondía a un cincuenta por ciento

(50%) y el restante porcentaje correspondía a su cónyuge; motivo por el

cual, al haber sido éste ejecutado y cobrada dicha acreencia con el remate

sobre el bien, el mismo que fue vendido posteriormente en dos

oportunidades a terceros ajenos a la controversia; estas operaciones sólo

pudieron ser ejecutadas sobre el porcentaje que perteneció al cónyuge

demandado.
Todo lo anterior y como solución coherente conllevó, necesariamente,

a que la alzada, para restablecer en su derecho de propiedad a la cónyuge, le

otorgó el cincuenta por ciento (50%) sobre el tantas veces mencionado bien

inmueble, ya que el otro porcentaje debía adjudicarse en propiedad al

adquirente que por compra accedió a él. Esta situación obligó a que se

estableciera una comunidad entre la cónyuge que no participó en el juicio y

el tercero que adquirió de buena fe.

Consecuencia de lo expuesto resulta que en la recurrida no se produjo

la infracción de incongruencia delatada, ya que el ad quem restituyó a la

cónyuge accionante, en la proporción que de justicia le era posible reivindicarle, puesto

que restituirla en la propiedad absoluta del inmueble, no le era permitido ni

siquiera en la situación primigenia de la comunidad conyugal, pues allí a

ella no le correspondía el derecho en el cien por ciento (100%), en razón de

que sobre el inmueble participaba su cónyuge en la misma proporción y, por

otra parte, el tercero que adquirió por compra tampoco puede ser

perjudicado despojándosele de un derecho que tal contrato le otorgó.

Con base a las consideraciones que preceden al haberse evidenciado

que no se infringió el ordinal 5º del artículo 243 del Código de

Procedimiento Civil, se declara improcedente la presente denuncia. Así se

decide.

DENUNCIAS POR INFRACCIÓN DE LEY

Con fundamento en el ordinal 2º del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil se denuncia la infracción de los artículos 12 y 510

eiusdem por haberse fundamentado la decisión en falsas suposiciones.

Para apoyar la delación el formalizante alega:


“...Se interpreta del nuevo fallo de la recurrida el criterio
persistente de que no puede declararse la nulidad de la venta,
ya que lo único que se trasmitió fue el cincuenta por cinto
(50%) de los derechos que sobre el bien tenía el esposo, lo
cual constituye una incongruencia positiva, ya que en la
demanda no se plantean tales supuestos de hecho pretensiones
sobre lo decidido; pues, por lo contrario, el planteamiento de
la acción reivindicatoria es que el esposo de la accionante no
puede trasmitir unilateralmente ningún bien inmueble, ni
comprometerlo en Juicio, en ninguna proporción; estando,
como lo estuvo ausente en el litigio su legítima esposa; por lo
que el fallo adolece de incongruencia positiva pues, el remate
adjudico (Sic) la totalidad del inmueble e igualmente las
ventas sucesivas a éste acto contentivo del remate; pues, la
acción propuesta pretende la reivindicación de la totalidad del
inmueble, cuyos efectos conducen a la nulidad del acto de
remate, en virtud de que un acto indivisible no puede ser
parcialmente nulo, sino válido o nulo en su totalidad.
(...Omissis...)
Por tales motivos es evidente que la Sentencia adolece de
falsos supuestos, por lo que quedo violentada por
inobservancia o falta de aplicación, la norma establecida en el
artículo 12 ejusdem; al no analizar y valorar en su conjunto
los indicios graves que afecto el vicio de ilegitimidad del
proceso donde se produjo el remate; violentando la Sentencia
el artículo 510 del Código de Procedimiento Civil...”.

Para decidir, la Sala observa:

Es abundante y reiterada la doctrina emanada de esta Máxima

Jurisdicción, en interpretación del artículo 317 del Código Adjetivo Civil,

según la cual el recurso de casación debe exhibir una redacción clara y

precisa, vale decir, sin argumentos vagos que hagan necesario a los

Magistrados del Alto Tribunal desentrañar los escritos que los contienen a

fin de intuir lo que se quiso expresar con la denuncia. Asimismo se ha

sancionado el hecho de realizar delaciones mezclando, en un mismo texto,

acusaciones de forma con las de fondo, ya que debe ser ampliamente

conocido en el foro jurídico la diferente forma de fundamentar que exige

cada una de ellas.

Los requisitos señalados, entre otros, constituyen lo que se ha

denominado técnica casacionista la cual, en aras de dar cumplimiento a los

postulados contenidos en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la

República Bolivariana de Venezuela, se ha flexibilizado a efectos de


salvaguardar el derecho a la defensa de los justiciables. Ahora bien, los

artículos constitucionales señalados, expresan que no dejará de aplicarse la

justicia por la omisión de formalidades no esenciales, pero asimismo esta

Sala ha predicado que no todos las exigencias pretendidas en los escritos de

formalización, deben considerarse no esenciales y, en consecuencia, ante la

ausencia total de fundamentación observada en un escrito de la especie, no

es posible obviarla y entrar a decidir sobre lo que se pretendió acusar, pues

tal labor desorbita los deberes de este Tribunal Supremo de Justicia, el cual

tiene como función juzgar y preservar la recta aplicación del derecho.

Sobre el asunto de la correcta fundamentación del recurso de casación

en sentencia 00-69 de fecha 5/2/02, en el juicio de Esmeralda Rojas Rojas

contra Gloria Josefina Periera de Fonseca, expediente 2000-00016 con

ponencia del Magistrado que con tal carácter suscribe esta, se

ratificó:

“...La jurisprudencia pacífica y constante de este Alto


Tribunal ha sido, la de desechar la formalización que mezcla,
indebidamente, denuncias por defectos de forma con denuncias por
infracción de ley, pues ese modo de formalizar se encuentra
en desacuerdo con la mas elemental de las reglas que deben
observarse en la preparación del recurso de casación, vale
decir, distinguir entre uno y otro tipo de infracción.
Desde la promulgación del nuevo Código Procesal, se impone una
técnica clara y precisa para la formalización del recurso,
declarándose la perención del mismo, en los casos de
incumplirlas.
Esta técnica exige entre otros, la determinación de los
quebrantamientos u omisiones a que se refiere el ordinal 1º
del artículo 313, la denuncia de haberse incurrido en algunos
de los casos previstos en el ordinal 2º del artículo 313, con
expresión de las razones que demuestren la existencia de la
infracción, falsa aplicación o aplicación errónea, como así lo
expresa el artículo 317 del Código de Procedimiento Civil. Tales
requisitos son impretermitibles, primero por la posibilidad
impugnatoria del recurso de casación; y en segundo lugar,
porque constituye un imperativo legal que debe ser
observado, pues de lo contrario se declararía perecido el
recurso, conforme a lo establecido en el artículo 325 del
Código de Procedimiento Civil, evitando así, que el Alto
Tribunal se transforme en una tercera instancia. Sin embargo
esta Sala, en oportunidades, en obsequio a la justicia ha
omitido el examen de tales requisitos, en que a pesar de la
deficiencia técnica, decide las denuncias por defectos de
actividad desechando la denuncia de normas legales que
corresponden a la infracción de ley propiamente dichas...”.

En el sub iudice , observa la Sala después de realizar la lectura

detenida sobre el texto de la denuncia, que la misma presenta de una

redacción vaga y confusa en razón de que en su acápite se intenta delatar

que el sentenciador superior infringió los artículos 12 y 510 del Código de

Procedimiento Civil, “...por fundarse en suposiciones falsas...”, más

adelante pretende que la sentencia del ad quem se encuentra inficionada de

incongruencia positiva, pero para ninguno de los dos motivos de casación

que se intentan denunciar, se realiza una adecuada fundamentación.

Igualmente, estando bajo una denuncia por infracción de ley, delata un

vicio encuadrable únicamente bajo un defecto de actividad como es la falta

de congruencia que pudiera infectar una decisión, lo cual hace de imposible

su análisis.

Al amparo de la doctrina transcrita y luego del análisis realizado sobre

el texto de la delación, la Sala concluye que necesariamente debe desecharse

la presente denuncia por falta de fundamentación. Así se decide.

II

Con apoyo en el ordinal 2º del artículo 313 del Código de

Procedimiento Civil, se denuncia la infracción de los artículos 148, 149, 168

y 170 del Código Civil por “falta o mala aplicación”.

Para fundamentar su delación el formalizante alega:

“...a.- En primer lugar, el sentenciador estableció en el fallo


el carácter comunitario del inmueble objeto de la acción de
Reivindicación al calificarlo como perteneciente a la
comunidad conyugal de los esposos BELISARIO –
BONYORNI, de conformidad con los artículos 148 y 149 del
Código Civil.
b.- El juzgador al sentenciar en los términos arriba transcritos
violento, por mala aplicación o por falta de aplicación los
artículos 168 y 170 del Código de Procedimiento Civil, ya
que de conformidad con el artículo 168 ejusdem, para
enajenar un inmueble perteneciente a una comunidad
conyugal, se hace impretermitible para la legalidad de la
negociación, que la esposa prestara su consentimiento o en su
defecto dicha negociación estaría viciada de nulidad a tenor
del artículo 170 del Código Civil correspondiéndole a la
esposa ignorada, la Acción de Nulidad correspondiente, más
aún cuando en el caso presente los actores del remate y los
subsiguientes compradores no ignoraban la condición de
casado de JOSÉ BELISARIO, lo cual consta repetidamente en
autos.
Igualmente establece el artículo 168 del Código Civil, que en
los casos cuando se afecten estos bienes, concretamente
inmuebles, respecto a su enajenación forzosa (actos de
remate) “la legitimación en juicio para las respectivas
acciones corresponderá a los dos en forma conjunta”.
Esto quiere decir, Ciudadanos Magistrados, que si el acto de
enajenación voluntario corresponde prestar el consentimiento
a ambos cónyuges para que el acto traslativo de propiedad sea
legítimo; y cuando se trate de afectar un inmueble de
comunidad, conyugal, por la vía de un acto forzoso de
enajenación (remate), es necesario que ambos cónyuges sean
llamados conjuntamente a Juicio.
(...Omissis...)
Con violación expresa de su derecho a la defensa, en el citado
proceso no fue llamada la esposa del demandado, por lo que
las resultas de tal juicio no pueden ser aplicadas a quien no
fue parte del mismo y en el caso de autos, los bienes inmuebles
de la comunidad matrimonial no puede ser validamente
rematados, no obstante, fue rematado el inmueble arriba
señalado, mediante el Acto de remate de fecha 28-06-96, el
cual constituye un acto de enajenación forzoso viciado de
nulidad, por violentar los principios establecidos en el
artículo 168 del Código Civil; ya que si dicho inmueble no
puede ser enajenado sin el consentimiento de la esposa del
demandado, tampoco puede ser enajenado en forma forzosa, a
través de la figura del remate, sin estar legitimada su
presencia en el proceso; pues, ambos supuestos constituyen
actos de disposición sobre bienes conyugales, y si bien es
cierto que un remate efectuado en tales condiciones no esta
declarado nulo de nulidad absoluta, también es verdad que al
permitir el artículo 584 del Código de Procedimiento Civil,
atacar el remate a través de la acción reivindicatoria, se esta
admitiendo la viabilidad legal de anular el acto de remate y
por ende la nulidad absoluta de la adjudicación forzosa;
cuando, como en el caso de autos, adolece el Juicio
impugnado de un vicio de anulabilidad, como lo es la falta de
legitimidad procesal por ausencia del cónyuge en Juicio.
(...Omissis...)
Ciudadanos Magistrados, los fundamentos de hecho y de
derecho en que se fundamento la presente demanda de
reivindicación, están avaladas por el fallo dictado por la Sala
de Casación Civil, en fecha 28 de Enero de 1997, el cual fue
erróneamente interpretado, a nuestro entender, por la
sentenciadora de Primera Instancia.
Dicho fallo parcialmente estableció:
“Para... la adquisición del apartamento atribuye por efecto
de la ley derechos de propiedad divididos entre dos
personas, no pudiendo ninguno de los cónyuges ceder la
propiedad entera sobre el inmueble por acto de voluntad,
ora por convenimiento, ni le puede ser arrebatado por
proceso contencioso.
Si ningún cónyuge puede enajenar toda la propiedad, uno
sólo no tiene título suficiente para trasladarla por
cualquier causa con todos los efectos”. Oscar Pierre Tapia,
Tomo 1, Año XXIV, Enero 1997, página 137. Quedan anexados
en autos Jurisprudencias editadas por el mismo autor
contentiva de fallos ilustrativos de la Sala de Casación Civil
de fecha 20-10-93 y 28-10-93, Año XX, Tomo 10, Octubre
1993, páginas 145 al 147.
Interpretar el fallo arriba transcrito como lo hizo el Juez A
Quo en el sentido en que uno de los cónyuges puede disponer
del 50% de sus derechos sobre el inmueble en referencia
constituye un error de interpretación por configurar una
liquidación adelantada unilateral y prohibida de un bien
matrimonial, pro indiviso; cuyos derechos parciales sobre el
mismo sólo son hipotéticos y en todo caso abstractos por no
ser seguro o cierto que pueda corresponderle, a uno de los
cónyuges en una futura partición o liquidación, parte alguna
sobre dicho inmueble; por lo que la lectura correcta de dicho
fallo es el de equiparar los efectos establecidos en el artículo
170 del Código Civil, a los actos de enajenación forzosa que
se cumplen a través del acto de remate, sin el llamamiento
previo de ambos cónyuges sancionándose con la nulidad del
remate y de toda venta forzosa que de él emane, cuando este
acto de remate tiene lugar en un proceso que afecte un
inmueble perteneciente a la comunidad conyugal cuando en el
juicio en cuestión no se hayan legitimado a ambos cónyuges,
llamándolos conjuntamente al Juicio que concluyó con el
remate viciado; y así pedimos que se declare; revocándose la
Sentencia apelada que fue declarada parcialmente con lugar,
en ves (Sic) de ser declarada con lugar en todos sus
pedimentos; anulando el remate de las ventas sucesivas y
declarando con lugar la reivindicación del inmueble en su
totalidad en virtud de que el inmueble afectado es un bien
conyugal pro indiviso que no pertenece en particular a ningún
cónyuge sino a la comunidad de bienes matrimoniales y
sometido a un régimen especial de dirección colectiva en
cuanto a la administración y disposición de dicho bienes
inmuebles.
En consecuencia, así se denuncia, por los motivos arriba
expuestos; y siendo las disposiciones legales contenidas ebn
los artículos 148, 149, 168 y 170 del Código Civil,
disposiciones de orden público y normas de valoración;
solicitó también que esta honorable Sala con fundamento en
el 3er aparte del artículo 320 del Código de Procedimiento
Civil, se extienda al fondo de la cuestión y al establecimiento
y apreciación de estos hechos; en virtud de que se han violado
derechos y garantías constitucionales de mi representada y
normas de orden público.

Para decidir, la Sala observa:


La trascripción anteriormente realizada in extenso, revela que el recurrente con una

terminología por demás ambigua, pretende denunciar la infracción de artículos del Código

Civil y de Procedimiento Civil. Advierte la Sala, que en el cuerpo de la delación, se hacen

comentarios referentes a las disposiciones legales denunciadas, sin elaborar la apropiada

explicación capaz de demostrar a este Supremo Tribunal, la existencia de la infracción. Si en

la denuncia no se establece la correlación indispensable entre los hechos y los preceptos que

el recurrente tuvo en mente alegar, la delación carece de fundamentos; una formalización

con tales deficiencias, no puede aceptarse, pues el conocimiento de ella obligaría a los

Magistrados de este Alto Tribunal a suplir la carga procesal impuesta al recurrente, cual es

la de razonar debidamente las denuncias, relacionando cada una de ellas con la parte de la

sentencia donde estima se ha cometido la violación.

Bajo las disertaciones que se patentizan en la trascripción realizada supra, pretende

el recurrente que la Sala resuelva sobre sus alegatos. Ahora bien, esta Máxima Jurisdicción,

como es ampliamente conocido por el foro, tiene el encargo de vigilar y corregir la

aplicación del derecho y en tal virtud, determinar si los jueces de instancia cumplieron, en el

desarrollo de su función sentenciadora, con todos los preceptos legales al efecto, no

obstante, y en ejercicio de la facultad que le otorga el artículo 320 del Código de

Procedimiento Civil, puede excepcionalmente descender a las actas procesales y realizar

sobre ellas una revisión exhaustiva. Pero para ello se hace necesario que los formalizantes

de los recursos en sus escritos, cumplan con determinados requisitos que este Tribunal

Supremo de Justicia, ha estatuido mediante su nutrida y pacífica doctrina En el sub iudice

observa la Sala que, tal imprecisión en la denuncia, hace imposible que se ejerza la función

excepcional de esta jurisdicción de descender y revisar las actas pertinentes.

Con relación a la denuncia en estudio y luego de un detenido análisis, esta Sala

estima que la misma carece de los extremos de técnica, en su formalización.

Al respecto, esta Sala de Casación Civil ha expresado:


“La formalización de un recurso de casación –repetimos- requiere la más
alta técnica. La falta de la misma se traduce generalmente en trabajo
excesivo para los ponentes, con detrimento de su función y notable
perjuicio para las partes interesadas. (...) las infracciones deben
denunciarse (...) relacionando los hechos en ellas expuestos, con el
precepto o preceptos infringidos. Deben expresarse, además los
fundamentos en que se apoye el recurso (...) la formalización carece de
fundamentos si no se establece la correlación indispensable entre los
hechos y el precepto o preceptos que el recurrente tuvo en mente alegar,
no siéndole dado a los Magistrados en casación desempeñar funciones de
la parte recurrente, completando la formalización o desenmarañándola
para adecuarla a la técnica requerida”. (Duque Sánchez, José Román;
Comentarios Jurídicos, Biblioteca de la Academia de Ciencias Políticas y
Sociales, Nº 3, Serie Estudios, Caracas, 1982, p.143). (Cursivas de la
presente decisión).
“La Sala no puede sustituir al recurrente en los fundamentos cabales de la
formalización (cfr. CSJ, SCC, 22-07-92). (Cursivas de la presente
decisión).
(Sentencia de la Sala de Casación Civil del 10 de marzo de 1999, con
ponencia del magistrado conjuez Andrés Octavio Méndez Carvallo, en el
juicio de Instituto Agrario Nacional)”.

En el caso bajo decisión, observa la Sala, que el escrito en análisis contiene una

mezcla de alegaciones sin ninguna fundamentación y sin precisar dónde, cómo y el porqué

estima el formalizante que la recurrida incurrió en los vicios que pretende denunciar. En

efecto, exhibe el precitado documento una clara falta de técnica del recurrente,

pues aun cuando se acusa la violación de los artículos 148, 149, 168 y 170 del Código

Civil, no se realiza explicación alguna que permita inferir, siquiera, en que consintieron

las supuestas infracciones. Pues junto a la denuncia de una presunta mala o falta de

aplicación de las mencionadas normas en la recurrida, mas adelante delata la errónea

interpretación de una sentencia que la Sala deduce se refiere a una trascripción que

realiza en el texto de su escrito de formalización, para acusar, asimismo violación al

derecho a la defensa de su representada, la que igualmente no fundamenta debidamente.

Las anteriores consideraciones conducen a esta Sala a desechar la presente

delación por defecto en su fundamentación. Así se decide.

DECISIÓN

Por los razonamientos expuestos, el Tribunal Supremo de Justicia de

la República Bolivariana de Venezuela, en Sala de Casación Civil,

administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley,

declara: SIN LUGAR el recurso de casación, anunciado y formalizado por la

demandante, contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior Segundo en


lo Civil, Mercantil, del Tránsito y de Protección del Niño y del Adolescente

del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial del estado Bolívar con

sede en la ciudad de Puerto Ordaz, en fecha 28 de noviembre de 2003.

De conformidad con lo establecido en el artículos 320 del Código de Procedimiento

Civil, se condena al recurrente al pago de las costas procesales del recurso.

Publíquese, regístrese, y remítase este expediente al Tribunal de la causa Juzgado

Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Agrario del Segundo Circuito de las

de la precitadas sede y Circunscripción Judicial y particípese de esta decisión al Tribunal

Superior de origen ya mencionado.

Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación Civil, del


Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los veintidós (22) días del mes de septiembre
de dos mil cuatro. Años: 194º de la Independencia y 145º de la Federación.

El Presidente de la Sala-Ponente,

_________________________

CARLOS OBERTO VÉLEZ

El Vicepresidente,

___________________________

ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ

Magistrado
___________________

TULIO ÁLVAREZ LEDO

El Secretario,

___________________________

ENRIQUE DURÁN FERNÁNDEZ

Exp. Nº. AA20-C-2004-000348

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