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INSTITUCION: UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA

PROGRAMA: PSICOLOGÍA
MATERIA: SUJETO, SUBJETIVACIÓN Y PODER
GRUPO: 01
FECHA ENTREGA: MARTES 11 DE SEPTIEMBRE DE 2018
INTEGRANTES: Leidy Johana Bonilla Hurtado
Maria Alejandra Hernandez Balaguera
Juan Daniel Sánchez Amaya

FASE 2: PROYECTO DE INVESTIGACIÓN:


Construcción teórica o argumentación y socialización

a) Introducción

Al realizar un análisis acerca del género dentro de la sociedad se establece que dentro
de sus funciones está el establecer la construcción de la identidad del sujeto y así mismo
asignar el lugar que se ocupa dentro de la cultura y su forma de interacción con los
demás individuos. Al cuestionar el género se objeta la estructura heteronormativa y
cisgénero la cual se vincula al desarrollo de la historia, la sociedad y la cultural, de igual
forma se asume que se atenta contra todos los individuos dado que están juzgando su
identidad y rol dentro de la colectividad.

b) Párrafo temático:

A través de un recorrido histórico en el contexto colombiano se evidencia la segregación


sistemática dirigida a los sujetos con identidades de género y sexuales diversas, dado
que alteraban el orden estructural de la cultura, es decir, iba en contra de la hegemonía
heteronormativa, se cuestiona la realidad del conocimiento naturalizado del género, es
decir se evidencia que es una realidad que se puede alterar y replantearse, y es tan
polémico ya que atañe un cambio radical en concepción en la intersubjetividad y en la
estrategia de subordinación que implica la función del género dentro de la cultura, dado
que en la relación e interacción existe una relación de poder.

Este proyecto de investigación parte de la teoría foucaultiana, corrientes de pensamiento


estructuralistas, y un enfoque multidisciplinar entre la psicología, antropología e historia.

c) Párrafos de desarrollo
A través de un recorrido histórico en contexto colombiano se evidencia la segregación
sistemática dirigida a esta población; contra los sujetos de identidades de género
diversas, una marginalización contra aquellos individuos que externalizaran su identidad
sexual y/o de género y que no fuera congruente con la hegemonía heteronormativa, se
encaminó en una discriminación en todas las esferas sociales y culturales: judicial,
clínica, académica, medios de comunicación, instituciones religiosas, moralidad y ética.

Todas estas áreas se encargaron de desarrollar una narrativa de depravación de la


humanidad donde estas prácticas estaban encaminadas por la lujuria, el pecado y la
enfermedad mental, todo esto teniendo como eje principal al clero, quien se posicionaba
como brújula moral y a su vez, las demas esferas culturales cumplian la función de
portavoz de esta institución.

Al examinar los códigos penales colombianos se identifica que desde 1890 existía una
preocupación por el acto carnal entre hombres, y en 1963 con el nuevo código penal se
tipifica la práctica sexual entre hombres como delito sexual, y no fue sino hasta 1980,
cuando entró en vigencia el código penal de ese año que se despenalizó dichas
prácticas,y ya no hacían parte de la competencia del fuero penal, no obstante, deja en
claro que estos actos conllevan a la degradación moral y al envilecimiento de la dignidad
humana .

Durante este periodo de tiempo en Colombia existieron varios intentos de penalizar


ciertas prácticas sexuales que se consideraban nocivas para los menores, prácticas
eróticas que eran interpretadas como perturbadoras para la moral y ofensivas para la
sociedad, sin embargo en pocas ocasiones estas intenciones se consolidaron en
realidad.

Tras el análisis de la jurisprudencia colombiana durante el siglo XIX y XXI se evidencia


una configuración de jerarquía en función del género en lo referente al delito sexual, dado
que se interpreta a las mujeres, jóvenes y niños como sujetos vulnerables dentro de las
prácticas sexuales. Además con la población menor de edad se asumió la noción de
cuerpos de pasiones irracionales cuyos portadores carecían de la capacidad de dominio.
Por el contrario se encontró que los hombres eran dueños de su voluntad y estaba en la
capacidad de engañar para saciar sus pasiones.

En el debate contemporáneo acerca del génesis del género existen dos planteamientos
principales, el socioconstruccionismo es decir, es competencia de la cultura, y por otro
lado, el esencialismo biologicista, donde se tiene como premisa aquella esencia
inmutable de existencia presocial, partiendo de este hecho se asume que existen
diferencias básicas entre hombres y mujeres; bioquimicas, fisiologicas.

El genetista Richard Lewontin, el neurobiólogo Steven Rose y el psicólogo Leon Kamin


en su obra “No está en los genes” llegan a la conclusión de una explicación dialéctica
entre el medio (contexto, sociedad, historia y cultura) y el organismo, es decir, bajo esta
visión dialéctica existe una causalidad circular, mas no lineal.

Al adentrarse más en la función social que cumple el género se evidencia una relación de
poder y que los sujetos emancipadores, es decir aquellos sujetos con identidades de
género y sexuales diversas constituyen una crisis ontológica transversal a la cultura y su
organización lo que puede llegar a plantear una trasgresión o disidencia de los patrones
de la estructura hegemónica heteronormativa, esta estructura establece una relación de
subordinación por parte del sujeto, dado que al afirmarse dentro de un género binario se
anticipa una expresión de género congruente a la afirmada.

Los límites del género se establecen por medio del discurso cultural hegemónico y este
discurso lo asume como el significado que adquiere un cuerpo, el cual ya esta
sexualemente diferenciado, se argumenta que existe es en relación con la oposición de
un significado contrario, es decir, se es en la diferencia, se es lo que no es.

Entonces con este postulado, nace la pregunta, ¿y cuando un sujeto no entra en ninguna
de las diferenciaciones o entra en ambas parcialmente?, es aquí donde se origina la
emancipación de género, una subversión al discurso heteronormativo, y la expresión de
su identidad por medio de los actos corporales subversivos, es decir, se exteriorizar la
esencia interna a través de actos corporales y la estilización del cuerpo, donde los
sujetos emancipadores se constituyeron en un colectivo, en conjunto con los
movimientos que reivindicaban libertades individuales, apropiación y liberación del
cuerpo.
Los sujetos emancipadores ponen en jaque la estructura social como se conoce dado
que se desliga la sexualidad de la genitalidad, es decir, la sexualidad trasciende el
funcionamiento fisiológico, al igual que el género se desliga de lo binomial, y en la forma
en la que se venía estructurando la cultura, hay una fractura en el paradigma de las
jerarquías de género, y en la forma correcta de expresarlo dado que con la emancipación
las posibilidades son abiertas a la imaginación.

a) Referencias bibliográficas:

Butler, J. (1990). El género en disputa El feminismo y la subversión de la identidad. Routledge.


Correa Montoya, G. A. (2015). Historial cultural de la homosexualidad en Medellín, 1890-1980.
Medellin, Colombia.

Socialización

La socialización se realizará mediante la modalidad de panel de expertos, con soporte en material


audiovisual.

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