Anda di halaman 1dari 6

MADRE ME ACORDÉ DE TI

Autor: Eliseo León Pretell

*poeta peruano

“Ciudad Satelital”

Houston Texas, EE UU

Retrocede mi recuerdo

hasta mi tierra natal,

hasta el surco y el maizal, el barbecho y la quebrada.

Allí estás madre sentada junto al horno y al batán,

amasándonos el pan,

cariñosa y abnegada.

♪♪♪

Te veo preocupada

entre libros por doquier,

para enseñarme a leer como mandato temprano,

dulce guiando mi mano con rigor y con cariño,

moldeando mi alma de niño,

¡¡Bello recuerdo lejano!!

♪♪♪

Peinas tu cabello cano

con frescura y señorío,

me proteges ante el frío cubriéndome con tu amor,

tierna me infundes valor con ejemplo y enseñanza

dices que todo se alcanza

cuando se hace con ardor.

♪♪♪
Con tu prole alrededor

nos educas con desvelo,

hablando nos das consuelo mostrándonos el error.

Enseñando que el honor es inherente a la vida

nos quieres madre querida

como el mismo creador.

♪♪♪

Porqué te llevó el Señor

sin completar tu tarea,

antes de que tu hijo sea un orgullo para ti.

No sabes cuánto sufrí, huérfano, enfermo y sin madre,

solo con mi viejo padre

que siempre cuidó de mí.


Viajaste a través del cordón del tiempo

en espiralado sufrimiento,

queriendo a la vida como nunca,

queriendo a las horas retener,

dejando huellas en cada paso,

donde crecen las guirnaldas.

Sembraste con tus venas,

palmeras de amor, futuros de ternura.

Tendiste puentes sobre angustiantes caminos,

y ahora tus hijos, como siempre querías,

caminan por los peñascos, entre espinas,

por desfiladeros, por encima de la dura roca,

porque templaste el acero de su vida.

Tu cruenta partida encima de nuestros ojos,

tus besos sobre nuestras almas

se han hecho verso y asfalto de caricias.

Sentimos tus latidos con nuestras manos,

con nuevos pasos, rescatando la luz del día.

No importa, si tus silenciosos gritos,

estallan en nuestras vidas para ser oídos.

Pero en nosotros arde la hoguera.

Tras el fenecer , nos toca continuar;

hoy más que ayer juntamos las voces

para escucharnos en el paisaje de tu rostro.


Y ya los picaflores ensayan

el perfil de nuestro canto,

para cual pentagrama auroral

entonar las huellas de tu victoria.

Ir al inicio
Dame madre tus caricias

que ya no quiero llorar,

soy un niño todavía

de tu mano quiero andar.

Amárrame los zapatos

que no quiero tropezar

quiero dormirme en tus brazos

y en tus brazos despertar.

Otra vez tus bendiciones

las necesito al partir

y abrazarte a mi regreso

para verte sonreír.

Hoy quisiera vieja linda

ser un niño nada más,

y destrozarme la ropa

en las ramas de un nogal.

No tengo madre reparos

en decírtelo a mi edad,

soy un niño todavía

de tu mano quiero andar


.

Anda mungkin juga menyukai