Uno de los problemas del diagnóstico del Trastorno es su extrema subjetividad, puesto que,
pese a que se considera que un 77% de los casos se debe a factores genéticos, no hay marcas
en el cuerpo detectables por ningún método de laboratorio o de imágenes. Las escalas
vienen a aportar un cierto grado de objetividad al organizar las conductas observables,
transformándose en una importante herramienta para la detección.
Palabras iniciales
Existen enfermedades, síndromes y otras condiciones y estados de la persona humana que se
detectan y/o confirman por la existencia de ciertas alteraciones en el propio cuerpo del paciente y
que son susceptibles de ser reveladas a través de pruebas de laboratorio, por medio de tomas de
imágenes de distinta clase u otros medios objetivos.
Pero también existen otras que, por más que se sospecha alguna causa orgánica, no dejan (o el
estado actual de la ciencia no permite observarlos) trazos en el cuerpo, por lo que su diagnóstico
carece de esa objetividad y contundencia que todos desean (y que algunos pregonan sin razón)
para las distintas ramas del arte de curar.
Muchas de estas últimas son las que pueden denominarse enfermedades de la mente, del espíritu
y/o del comportamiento, cuyo diagnóstico se realiza clínicamente y que carecen de evidencia
objetiva respaldada por algún medio de constatación registrable.
El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad es una de las que solamente puede
diagnosticarse a través de los métodos clínicos, aunque desde hace algún tiempo existe una
batería de tests que sirven como indicadores para confirmar o descartar su presencia.
usual, verborragia, interrupción a los interlocutores, impaciencia, poco control de las emociones,
poca capacidad para ordenar sus pertenencias, entre otras conductas observables. Si bien en las
niñas muchas de estas características suelen ser similares, las relativas a la hiperactividad y la
impulsividad tienen menor incidencia y es corriente que, en su lugar, se exhiban tímidas.
El BASC (Behavioral and Emotional Screening System) va por su segunda edición. Se presenta
como un sistema completo de evaluación de la conducta de niños y adolescentes, que consta de
cinco módulos que pueden utilizarse en conjunto o independientemente. Estos son: un
autoinforme (el propio paciente asienta sus emociones y lo que le ocurre), dos cuestionarios de
evaluación para que los completen padres y otros adultos que tengan al paciente a su cargo, una
historia estructurada del desarrollo (que reúne la información social, psicológica, del desarrollo,
educativa y médica del sujeto que puede influir en el diagnóstico y tratamiento) y un sistema de
observación del estudiante, que registra la conducta desarrollada en el aula.
Mide numerosos aspectos del comportamiento y la personalidad, lo que incluye tanto aspectos
positivos como negativos.
Dividido en módulos por edades (de 3 a 6, de 6 a 12 y de 12 a 18 años), informa sobre
agresividad, hiperactividad, problemas de conducta, problemas de atención, problemas de
aprendizaje, atipicidad, depresión, ansiedad, retraimiento, somatización, estrés social, ansiedad,
sentido de incapacidad, adaptabilidad, habilidades sociales, liderazgo y habilidades para el
estudio, entre muchos otros ítem con carga positiva y/o negativa.
Por su parte, el Cuestionario de Situaciones Escolares y Familiares de Barkley conoce dos
formas, una dirigida a los padres y otra a utilizar por los maestros y profesores. Mediante este
instrumento, se evalúan las conductas de las personas en seis contextos diferentes, utilizando una
escala de 9 puntos para medir la importancia del problema. Según sus editores, guarda
correspondencia directa con los criterios sentados en el DSM.
Si bien existen distintos módulos por edades, el más utilizado es el de adultos, que puede
administrarse a partir de los 18 años. Tiene dos formas, la larga y la abreviada. Se basa en dos
reportes, uno realizado por el propio paciente y otro por alguien de su entorno cercano.
A su vez, la Escala de Conners es una de las más utilizadas respecto de la hiperactividad. Su
primera elaboración data de 1969, con reelaboraciones posteriores.
Tiene una versión para profesores y otra para padres, y en ambos casos puede recurrirse a la
versión extensa o a la abreviada.
La de padres normal consta de 93 preguntas que se relacionan con 8 factores: alteraciones de
conducta, miedo, ansiedad, inquietud-impulsividad, inmadurez- problemas de aprendizaje,
problemas psicosomáticos, obsesión y conductas antisociales e hiperactividad, que puede
resolverse en un tiempo de entre 15 y 20 minutos.
La abreviada consta de 48 preguntas y se tarda entre 5 y 10 minutos para completarla.
La diseñada para profesores es mucho más compacta, dado que la extensa abarca solamente 39
ítems referidos a 6 problemáticas: hiperactividad, problemas de conducta, labilidad emocional,
ansiedad-pasividad, conducta antisocial y dificultades en el sueño, mientras que en su versión
corta consta de 28 cuestiones que se centran en 3 problemas: conducta, hiperactividad y
desatención. Los tiempos de completado son de 15-20 y 5-10 minutos, respectivamente.
En todos los casos, hay 4 posibilidades (de 0 a 3) que van desde nada a mucho. Los puntajes se
suman y en caso de 15 o más (13 para las niñas) en la de padres o 17 o más (también 13 para
ellas) en la de docentes se presume la existencia de TDAH.
A su vez, la escala de SNAP-IV (debe su nombre a las iniciales de quienes la desarrollaron, esto
es, Swanson, Nolan and Pelham) se utiliza en el rango etario que va desde los 6 a los 18 años.
Puede ser tomada por docentes y/o por padres
Contiene 18 preguntas en total, 9 referidas a problemas de atención y otras tantas centradas en
hiperactividad e impulsividad. Como ocurre con la anterior, aquí también existe una puntuación
entre 0 y 3. El resultado obtenido se divide por 9 y el número resultante, si es igual o superior a
2,56 en el caso de educadores y a 1,78 para padres, dará como resultado inatención en la batería
correspondiente, mientras que para hiperactividad e impulsividad el cociente deberá ser de 1,78 y
1,44, respectivamente, para ser considerado como portador.
La denominada NICHQ Vanderbildt (por National Initiative for Children’s Healthcare Quality)
suele utilizarse tanto en el área clínica como en la de investigación. Aunque está diseñada
específicamente para niños de 6 a 12 años, puede utilizarse con pacientes de otras edades.
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Está disponible en dos versiones, una para padres (55 preguntas) y otra para profesores (43).
Si bien presenta similitudes en cuanto a la forma de medición con las anteriores, agrega otras
comorbilidades que suelen estar presentes junto con el TDAH, tales como el trastorno
oposicional desafiante, el trastorno disocial, la ansiedad y la depresión.
De acuerdo con los protocolos, debe haber al menos 6 respuestas señaladas con 2 o 3 de las 9
referidas para inatención e inactividad para que se considere tal, lo que debe conjugarse con por
lo menos un resultado de 5 en las 8 preguntas finales en el cuestionario para padres (las demás
van de 0 a 3 y éstas de 1 a 5) para que el resultado indique la presencia de TADH.
Conclusiones
Mientras que algunos profesionales de la salud cuestionan la “epidemia” de TAD/H, dado que no
se trata de una enfermedad transmisible y culpan de ello a la avidez comercial de los laboratorios
de especialidades medicinales, ya nadie duda de la existencia del fenómeno en sí, ni de la
utilidad de las escalas para ayudar en su diagnóstico más certero.
Pero hay que tener en cuenta que ni esta ni ninguna otra herramienta puede sustituir al
profesional de la salud en su tarea de evaluar el estado de los pacientes, por lo que este
instrumento, que puede ser utilizado por padres y otros referentes adultos, en manos legas es un
indicio que debe ser confirmado por quienes tienen la experticia en el campo correspondiente.
Ronaldo Pellegrini
ronaldopelle@yahoo.com.ar
Fuentes:
– https://www.fundacioncadah.org/web/articulo/escalas-para-evaluar-el-tdah-en-los-entornos-
escolar-y-familiar-.html
– https://psychology-tools.com/adult-adhd-self-report-scale/
– https://www.healthline.com/health/adhd/rating-scale
– http://adhd-institute.com/assessment-diagnosis/rating-scales/
– http://adhd-institute.com/ratings-scale/
– https://psychcentral.com/quizzes/addquiz.htm
– https://www.medwave.cl/link.cgi/Medwave/Revisiones/RevisionTemas/5887