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El poder de la oración

EL APOSENTO ALTO
El poder de la oración
Léase Santiago 5: 13-18
Asi, los primeros serán últimos y los últimos, primeros, porque muchos son llamados, pero
pocos escogidos.
– Mateo 20.16 (RVR)
Mi padre era un buen hombre, pero rechazaba el evangelio de Jesucristo. Cuando me
comprometí a seguir a Cristo, se opuso rotundamente, a tal punto que me expulsó del hogar.
En ese mismo instante tomé la decisión de que no tendría un enemigo de mi nueva fe en la
casa. Tomé una de las armas que el Señor Jesús nos dejó para tener victoria en nuestra vida
cristiana diaria: la oración.
Oré por cinco años consecutivos y sin desmayar. Mi padre cada vez se ponía más duro. Parecía
que su conversión era imposible, pero el día que yo menos lo esperaba, aunque en el tiempo
de Dios, mi padre se entregó al Señor. Fue el último de mi familia en recibir a Cristo. Pero mi
padre fue también el primero en partir a la presencia de Dios, y descansar en sus brazos de
esta dura jornada.
Doy gracias a Dios por mostrarme el poder de la oración a través de su obra en la vida de mi
padre.

Autor
Sr. Jesús A. López (Cali, Colombia)
Pensamiento para el día
La oración perseverante puede mucho.
Oración
Señor, ayúdanos a entender el poder de la oración. Permite que perseveremos en orar por
nuestra famlia, confiando en que si creemos, veremos la salvación de todos nuestros seres
amados. Amén.
OREMOS: Por personas sin un compromiso con Cristo.
LA ARMADURA
Filed under: CRISTIANO — Deja un comentario
julio 13, 2012
LA ARMADURA – Estudio Biblico
El libro de Efesios fue escrito por el Apóstol Pablo durante una de sus estancias en una prisión,
en Roma. Este libro fue escrito para animar al Cuerpo de Cristo a madurar en la fe. También es
un tratado de guerra espiritual, la cual los creyentes tenemos que librar diariamente. Pablo
hace notar en este libro que los Cristianos tenemos la victoria, pero debemos de vestir toda la
armadura de Dios. El otro día, le pregunté a mi Señor: ¿Qué quieres que ore? El Señor
respondió a mi corazón y dijo: “Pide que el Cuerpo de Cristo se ponga la Armadura de Efesios.”
Yo no comprendo lo que eso significa, pero ahora sé que eso fue sólo el principio de una
reflexión. Quizá juntos lleguemos a la comprensión de Sus palabras.

“Porque por Gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es Don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2: 8-9

SOMOS SALVOS POR GRACIA. Este es el primer paso a la humildad necesaria para reconocer
que por nosotros no podríamos hacer nada, sino que todo lo que somos vino de Arriba, de lo
alto. Una piedra de tropiezo, grande, que se opone a que el Cuerpo de Cristo se levante y
sacuda, y avance, es el orgullo. Algunos líderes se olvidan de dónde los sacó Dios, y se ponen
a sí mismo por encima de los demás, como si ellos fueran muy justos, o mejores, o
merecedores exclusivos de la Gracia de Dios. Esto es orgullo, y el primer obstáculo para vencer
la guerra espiritual.

“En aquel tiempo estabas sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel, y ajenos a los pactos
de la promesa, y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes que en otro tiempo
estaban lejos, han sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.” Ef 2:12-13

FUIMOS RECONCILIADOS POR MEDIO DE LA CRUZ. El único propósito de Dios para esta
reconciliación nuestra, es que seamos, luego entonces, anunciadores de esta misma Gracia a
todos los que no creen, y ser partícipes de la formación, establecimiento, y propósito eterno de
la Iglesia del Señor, el Cuerpo de Cristo. No es para que tengamos una posición, o seamos
líderes, o impongamos nuestras interpretaciones, sino para participar en la
formación y entrenamiento del Cuerpo de Cristo, para la batalla que se avecina.

“Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones; a fin de que arraigados y cimentados
en amor, sean plenamente capaces de comprender cual sea la anchura, la longitud, la
profundidad y la altura, y de conocer el Amor de Cristo que excede todo conocimiento, para
que sean llenos de toda la plenitud de Dios.” Efesios 3:17-19

EL FUNDAMENTO DE LA SALVACIÓN ES EL AMOR. Si Dios fue capaz de amarnos tanto como


para sacrificar a Su hijo en la cruz por nosotros, inmundos pecadores, y para que por medio de
Su sangre y Su gracia nosotros pudiésemos alcanzar el perdón, ¿no es ése el mayor motivo
para servir a Dios en toda humildad? Pero para que el hombre común pueda servir a Dios,
necesita estar lleno de las cualidades de Dios: Amor, Humildad, y Misericordia. Sin estos
atributos cultivados en nuestro ser, somos insensibles al dolor humano, e incapaces de
transmitir el mensaje a los principados y potestades. [Efesios 3:10-11]

“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un
varón perfecto, a la medida y la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.” Efesios 4:13-14

EL CUERPO DE CRISTO NECESITA LA UNIDAD DEL ESPÍRITU. Uno de los grandes problemas
actuales es precisamente el exceso de información. Hay al alcance del ser humano tantísimos
libros Cristianos y pseudo Cristianos, y toda doctrina al alcance del hombre, que hay un
Espíritu de error y confusión engañado al Cuerpo de Cristo. Este espíritu produce inmadurez
espiritual, y es fácil reconocerlo: anda de aquí para allá, de iglesia en iglesia, de libro en libro,
de doctrina en doctrina, confundiendo, confundido. El fundamento del Cuerpo de Cristo debe
ser única y exclusivamente LA PALABRA DE DIOS.

“El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que
tengan que compartir con el que padece necesidad. Ninguna palabra corrompida salga de su
boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no
contristes al Espíritu Santo de Dios; con el cual fuiste sellados para el día de la
redención.” Efesios 4:28-30

VIVIENDO LA NUEVA VIDA EN CRISTO, ANDANDO COMO HIJOS DE LUZ. SOMETIDOS UNOS A
OTROS EN AMOR. Como ya lo hemos dicho antes, el corazón del Evangelio de Jesucristo es el
Cambio. El cuerpo de Cristo debe sobresalir precisamente por el cambio. Los que pertenecen a
Él, no viven mas en tinieblas. Tienen una vida nueva, y andan en la luz. Sin éste y todos los
atributos anteriores, el cuerpo de Cristo está desnudo, sin la armadura puesta. Luego
entonces, está desprotegido y bajo los ataques de Satanás constantes. Pero Dios nos ha dado
autoridad de hollar serpientes y escorpiones, más si carecemos de los atributos verdaderos del
Cuerpo de Cristo, las serpientes y escorpiones sólo se ríen de nosotros. Ni se someten, ni son
hollados. Solo sabiendo quiénes somos en Cristo, y creyendo y viviendo como tales, podemos
aspirar a vencer las batallas espirituales que se nos presenten. Si cumplimos todos estos
atributos en lo individual, y dentro de nuestras familias e iglesias, entonces sí, estaremos
portando la armadura de Efesios 6.

“Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de Su fuerza. Vístanse de


toda la armadura de Dios, para que puedan estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad
en las regiones celestes.” Efesios 6: 10-12

LA ARMADURA NOS AYUDA A RESISTIR EN EL DIA MALO. El apóstol hace énfasis en que si
cumplimos con todos los atributos anteriores, entonces podemos confiadamente vestir la
armadura de Dios y resistir firmes en la fe, sabiendo quiénes somos, en quién hemos creído, y
contra quién es la lucha que estamos librando. La armadura consiste en:
LA VERDAD: Que cubre nuestros lomos: nos protege de todo ataque que venga por la espalda.
La verdad nos cubre con su coraza de JUSTICIA.

EL EVANGELIO DE LA PAZ: Debemos fundamentar nuestra fe en LA PALABRA DE DIOS, no en


doctrinas de hombres, otros libros, otros maestros u otras interpretaciones. SOLO LA PALABRA
DE DIOS, guiando cada paso que demos.

EL ESCUDO DE LA FE: Cuando sabemos que el Dios en que creemos es más poderoso que
cualquier cosa que nos atormente, y LO CREEMOS, estamos siendo protegidos por un escudo
de Fe impenetrable que nos protege de todo dardo de Satanás.

EL YELMO DE LA SALVACIÓN: Esa es la marca espiritual de todos los Cristianos que han sido
elegidos y llamados. La conciencia de la salvación eterna nos trae libertad, dominio propio y
todos los frutos del Espíritu Santo. Sabiendo que si vivimos o morimos estaremos delante de
Jesús eternamente, nos da sobriedad, libertad y denuedo.
LA ESPADA DEL ESPÍRITU: La Espada del Espíritu es la palabra de Dios. Vencemos por la
palabra. No por nuestra inteligencia, ni nuestra sabiduría, o conocimiento. LO ÚNICO que nos
permite vencer las batallas es la Palabra de Dios, que es la espada del Espíritu.
La armadura de Efesios va mucho mas allá de la guerra espiritual. La armadura de Efesios es
una consecuencia natural de nuestra nueva vida en Cristo Jesús. Pero es inefectiva si esta
sustentada en corrientes de doctrinas de hombres, o filosofías de error. La armadura de Efesios
es lo que el cuerpo de Cristo necesita ponerse para RESISTIR en el día malo, pero LA NUEVA
VIDA EN CRISTO, el cambio total del viejo ser a la nueva criatura en Cristo, ES LO QUE nos da la
victoria TODOS LOS DÍAS. Si el cuerpo de Cristo está capacitado en lo poco, en el diario vivir,
cuando venga el día malo la armadura LE HARÁ RESISTIR, VENCER y PREVALECER.

Que Dios de los ejércitos haga resplandecer la Luz de Su palabra sobre todos nosotros.

En el nombre de Jesús, así sea, amen.


¡JESÚS VIENE!

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