El cuadro clínico puede presentarse como mielinólisis pontina (50%), extrapontina (20% ) o
superposición de ambos (30%). El desarrollo de un cuadro u otro es impredecible. Ambas
situaciones presentan un curso clínico bifásico, compuesto inicialmente por encefalopatía o
convulsiones secundario a la propia hiponatremia que revierte rápidamente a medida que se
reestablece la normonatremia; deteriorando nuevamente varios días después (3-5 días)
Las manifestaciones de la mielinólisis pontina incluyen tetraparesia fláccida (por compromiso del
tracto corticoespinal) y disartria, disfagia (por compromiso de fibras corticobulbares), nivel de
conciencia conservado e indemnidad de las vías sensitivas (síndrome de enclaustramiento). La
mielinólisis extrapontina se manifiesta fundamentalmente por desórdenes del movimiento
(parkinsonismo, distonía, catatonía, coreoatetosis, ataxia) por compromiso de ganglios de la
base, pudiendo mutar de uno a otro.
ENCEFALOPATIA DE WERNICKE