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Para otros usos de este término, véase Adriano (desambiguación).
Adriano
Información personal
Nacimiento 24 de enero de 76
Roma o Itálica1
Predecesor Trajano
Sucesor Antonino Pío
Familia
Índice
1Familia y juventud
2Emperador
o 2.1Consolidación del trono
o 2.2Política militar
2.2.1Rebelión de Bar Kojba
2.2.1.1Causas
2.2.1.2Conflicto
o 2.3Política cultural
o 2.4Administración
3Viajes
o 3.1Propósito
o 3.2Britania
o 3.3Partia y Anatolia
o 3.4Grecia
o 3.5Retorno a Italia
o 3.6Grecia, Asia y Egipto
o 3.7Grecia, Judea e Iliria
4Años finales
o 4.1Sucesión
o 4.2Fallecimiento
4.2.1Poema fúnebre
5Notas y referencias
6Bibliografía
7Enlaces externos
Familia y juventud[editar]
La biografía del emperador en la Historia Augusta afirma que nació en Roma,12 en el seno
de una familia natural de Italia, pero emigrada a Hispania en tiempos de Escipión, como el
propio Adriano afirmaba en su (perdida) autobiografía.13 Su abuelo, Elio Marulino, había
sido el primer senador de la familia, y estaba casado con Ulpia, hermana del futuro
emperador Trajano; la Historia Augusta también hace referencia a un tío-abuelo suyo
llamado como él, un experimentado astrólogo, al que el futuro emperador debía su afición
a esta disciplina.14 Su padre era Publio Elio Adriano Afer, ciudadano
hispanorromano, senador, y expretor,15 que había vivido en la capital la mayor parte de su
vida;16 en un reciente estudio se ha concretado su destino como expretor: estuvo al mando
de una legión, en calidad de «general experimentado», entre los años 79-80.17 Aunque sus
antepasados eran oriundos de Hadria (Atri), una localidad ubicada en el Piceno (Italia) a la
que siempre consideró su «segunda patria»,18 éstos se habían asentado
en Itálica(Hispania Baetica) después de que la fundara Escipión el
Africano en 206 a. C. Su estirpe estaba emparentada con las familias más nobles de
Itálica: Afer era primo paterno de Trajano;19 su madre, Paulina, era una aristócrata
de Gades (Cádiz), descendiente de una importante familia senatorial hispanorromana; su
hermana Elia Domicia Paulina estaba casada con el tres veces cónsul Lucio Julio Urso
Serviano,20 con el que Adriano mantuvo una duradera rivalidad a pesar de que le tomara
en cuenta a la hora de decidir quién había de sucederle;21 su sobrina era Julia Serviana
Paulina, y su sobrino-nieto Cneo Pedanio Fusco Salinator, natural de Barcino. Tras el
fallecimiento de Afer (86),22 fue adoptado por Trajano y Publio Acilio Atiano, también
italicense y miembro del orden ecuestre, que más adelante sería nombrado por
Trajano praefectus praetorio.23 Escolarizado en las materias comunes entre los
aristócratas de la época, se interesó especialmente por la literatura griega, tanto que le
apodaron Graeculus («grieguecillo»).24
Con catorce años volvió a Itálica,25 donde permaneció menos de un año, ya que en otoño
fue llamado a la capital por Trajano, recientemente nombrado cónsul en 91.26 Durante su
reinado concederá a Itálica el estatuto de colonia y su propio nombre.27 En Roma continuó
con su educación e inició el camino a través del cursus honorum. Desempeñó
el vigintivirato en 94, como uno de los decemviri stlitibus iudicandis, miembros de un
tribunal que dirimía casos civiles. Se sabe por el citado epígrafe de Atenas —que detalla el
inicio de su carrera pública— que más adelante desempeñó también los cargos
de praefectus Feriarum Latinarum y sevir turmae equitum Romanorum.28 Inició su servicio
militar como tribuno laticlavio de la Legio II Adiutrix, acuartelada en Aquincum (Budapest)
en Panonia. Más tarde fue transferido a la Legio I Minervia destinada en el Danubio
Inferior.29 Cuando Nerva falleció en 98, se trasladó a Colonia a fin de informar a Trajano en
persona de su ascenso al trono, acaecido el 28 de enero del año mencionado.
Excepcionalmente sirvió como tribuno en una tercera ocasión, esta vez en la Legión
XXII Primigenia, acuartelada en Mogontiacum (Maguncia) en Germania Superior. También
sirvió como legatus de la legión establecida en Panonia Superior y —eventualmente—
como administrador de ese mismo territorio; a causa de la ausencia de conflictos militares
durante su reinado, su habilidad militar no está demostrada; no obstante, su conocimiento
acerca de las tropas y su capacidad organizativa sugieren un posible talento estratégico.
La Historia Augusta afirma que sus relaciones con Trajano no siempre fueron buenas; se
hace referencia a una disputa como consecuencia de los celos de los efebos del
emperador hacia el nuevo favorito,30 cuya homosexualidad está atestiguada también en la
obra de Dion Casio. Tras este incidente, Adriano recuperó su relación de amistad con el
emperador merced al decidido apoyo del rico y poderoso hispano —probablemente
italicense de familia paterna tarraconense31— y triple cónsul Lucio Licinio Sura, fallecido
en 107/8, al cual el mismo emperador32 habría debido también el trono. Además, contaba
con la protección de la emperatriz, Pompeya Plotina, experta astróloga al igual que él, y a
instancias de la cual contrajo matrimonio en el año 100 con otra sobrina-nieta del
emperador, su prima Vibia Sabina; dicho matrimonio redobló sus vínculos con la familia
imperial.
Asimismo, ese mismo año fue nombrado cuestor, como candidatus del emperador. En los
años siguientes —en todo caso antes del 112— formó parte de algunos de los colegios
sacerdotales reservados al orden senatorial, y concretamente a los VIIviri epulonum y a
los sodales Augustales.33
Con motivo de la primera guerra dacia marchó con el emperador a ese territorio en calidad
de comes Augusti en 101; no obstante, no se mantuvo a su lado durante toda la campaña,
sino que volvió a la capital a fin de desempeñar su tribunado de la plebe. Tras el estallido
de la segunda guerra dacia volvió con el emperador, esta vez al mando de una legión, la I
Minervia en 105. Al término del conflicto fue nombrado gobernador de Panonia Inferior, y,
aunque en 108 fue elegido cónsul sufecto, cabe la posibilidad de que se mantuviera en el
cargo un año más.
Hacia 110/111 se trasladó a Grecia; en Atenas conoció al filósofo estoico Epicteto, con
quien le unirá en adelante una gran amistad. El contacto directo con la cultura helena
causó en él una enorme impresión; de hecho, es probable que fuera en esa época cuando
adquirió la costumbre de no afeitarse la barba, un hecho inusual entre los nobles romanos,
aunque frecuente entre los griegos.34 Su amor a la cultura helena se manifestó claramente
cuando aceptó desempeñar el cargo de arconte honorífico en 111/2, un oficio al que muy
pocos romanos habían accedido con anterioridad. La municipalidad ateniense celebró su
nombramiento con el tallado del consiguiente epígrafe y le concedió la ciudadanía
ateniense.35 Años más tarde, siendo ya emperador, será arconte en dos ocasiones
de Delfos, en (126 y 129.
Su carrera política antes de convertirse en emperador comprende los cargos de: decemvir
stlitibus iudicandis, sevir turmae equitum Romanorum, praefectus Urbi feriarum
Latinarum, tribunus militum legionis II Adiutricis Piae Fidelis (95, en Panonia), tribunus
militum legionis V Macedonicae (96, en Mesia Inferior), tribunus militum legionis XXII
Primigeniae Piae Fidelis (97, en Germania Superior), quaestor (101), ab actis
senatus, tribunus plebis (105), praetor (106), legatus legionis I Minerviae Piae Fidelis (106,
en Germania Inferior), legatus Augusti pro praetore Pannoniae Inferioris (107), consul
suffectus (108), septemvir epulonum (antes de 112), sodalis Augustalis (antes
de 112), archon Athenis (112/13), legatus Syriae (117).36
Fue legatus del alto mando del emperador durante la expedición contra el Imperio Parto.37
Aunque no se distinguió durante la fase inicial del conflicto, ni cuando los rebeldes
asolaron Mesopotamia, en el momento en que se envió al administrador de Siria a
enfrentarse a los dacios, se le designó su sustituto y se le concedió la dirección de un
comando independiente.38 Gravemente enfermo, el emperador, tras alcanzar Selinunte,
decidió volver a la capital mientras Adriano se mantenía al frente de los territorios
orientales. Si bien era el sucesor natural del emperador, éste nunca le nombró como tal; se
ha afirmado que como estaba al borde de la muerte, su esposa Plotina —partidaria de
Adriano— consintió en que éste le sucediera y firmó el documento que le confirmaba como
heredero.39
Emperador[editar]
Consolidación del trono[editar]
A su ascenso al trono, el 11 de agosto del año 11740, Adriano trató de obtener rápidamente
el apoyo de los soldados. Además, ordenó la destitución de Lusio Quieto, un general de
origen bereber que había participado en la campaña de Partia y había sido nombrado
recientemente por Trajano gobernador de Judea y cónsul41 y de quien sospechaba que
codiciaba el trono imperial.42 Aunque el emperador le había adoptado, Adriano tuvo que
falsificar los documentos de adopción antes de presentarlos ante los senadores; aunque
circularon rumores acerca de dicha falsificación, su verdadera legitimidad como emperador
dependía de la aprobación senatorial y del apoyo de los soldados sirios.
Ocupado con la organización administrativa de los territorios de Oriente y del Danubio, así
como con el conflicto con los judíos que se habían sublevado durante el reinado de su
predecesor, no acudió a la capital hasta estabilizar el territorio. Fue a Acilio Atiano —
extutor del emperador— a quien se puso al frente de la capital.
En esta situación se «descubrió» un complot en el que estaban envueltos cuatro
senadores —entre ellos Lusio Quieto— a los que se condenó a muerte sin celebrarse un
juicio; el emperador afirmó que Atiano había actuado por iniciativa propia.43 Según
Elizabeth Speller el verdadero motivo de su muerte era que habían sido ilustres militares
leales a Trajano.44 Los asesinatos se ordenaron sin un acuerdo entre los senadores y el
emperador, lo que causó un distanciamiento entre ellos. Este hecho constituye uno de los
puntos de inflexión de las relaciones entre el Senado y Adriano, que impulsó una política
dirigida a ampliar la base de apoyo del principado estimulando el contacto de la
administración central con las élites provinciales; ello iba en detrimento de la capital, que
ya no era la indiscutible ciudad imperial y hegemónica.
Política militar[editar]
Su reinado lo marcó la ausencia de operaciones militares importantes, con la excepción de
la segunda guerra judeo-romana; además se renunció a la conquista
de Mesopotamia que Trajano había iniciado durante su reinado al considerarla
indefendible, a consecuencia del excesivo esfuerzo logístico que requería mantener
campamentos estables en esa zona. Sus decisiones —de marcado carácter
antimilitarista— tenían como objeto trazar unas fronteras estables que resultaran fáciles de
defender. Las fronteras menos estables se vieron reforzadas con fortificaciones
permanentes, la más famosa de las cuales es el muro de Adriano, construido en Gran
Bretaña; allí, tras la toma del norte de la isla, se levantaron numerosos edificios defensivos
con el fin de encerrar a los caledonios. Fortificaciones, fortalezas, puestos de avanzada
y atalayas —que mejoraban las comunicaciones y aumentaban la seguridad local—
defendían las fronteras del Rin y del Danubio. En 121 evitó el estallido de un conflicto con
el Imperio parto merced a sus habilidades diplomáticas. Aunque las monedas emitidas
durante su reinado alternaban ilustraciones militares con otras externas a la tropa, su
reinado tenía como objetivo alcanzar la estabilidad mediante el empleo de la fuerza, e
incluso de la intimidación.45
Las obras se vieron obstaculizadas como consecuencia del accidentado relieve,
inadecuado con respecto al tipo de defensa que se había ordenado edificar; de hecho, las
estructuras sólidas y estables, además de requerir demasiado tiempo y dinero, eran
incompatibles con la construcción de un sistema defensivo flexible en el que fuera posible
reforzar las distintas zonas en función de las invasiones o incursiones que llevaran a cabo
las tribus hostiles. En este territorio, constantemente amenazado, el único sistema
defensivo viable era uno compuesto de una línea defensiva flexible formada de fosas,
terraplenes y vallas; dicho sistema ofrecía a los defensores un valioso sostén militar
defensivo.
Estatua colosal de Adriano triunfante con el orbe en una mano y el cetro en la otra. Museo del
Hermitage (San Petersburgo).
Las defensas de Gran Bretaña no se renovaron tras su construcción, a excepción de las
ocasiones en que las tribus nativas amenazaron seriamente los territorios romanos; en
estos casos se llevaban a cabo obras exhaustivas con el fin de dotar a las distintas
secciones del sistema defensivo de solidez considerable. De esta forma una enorme
cantidad de territorios ocupados se convirtieron en auténticos protectorados
considerados estados clientes.
Una vez consolidado este sistema de protectorados, se mantuvieron en ellos los recursos
estrictamente necesarios, cediendo el resto a territorios más amenazados; dicho sistema
—llamado de vexillatio— estaba basado en vinculación al territorio de
un destacamento que dotaba a la defensa del territorio de una notable flexibilidad de
maniobras.
Con el sistema de destacamentos era posible no turbar el equilibrio militar-territorial que
con tanta dificultad se había conseguido. Asimismo, como consecuencia de la
consolidación de acantonamientos estables y del establecimiento de lazos emocionales
entre los soldados y los habitantes de cada territorio surgieron colonias de veteranos que
hacían factible mantener el control de las distintas zonas; estos soldados hacían frente a
las revueltas o las invasiones.
Sestercio emitido en conmemoración de la visita de Adriano a Recia, donde pasó revista a las
unidades auxiliares de guarnición, comprobando su grado de entrenamiento y dirigiéndose a ellas a
caballo, como muestra el reverso.
Causas[editar]
Tras el término de la primera guerra judeo-romana (66-73), la administración imperial tomó
una serie de medidas para impedir el estallido de una nueva revuelta en este territorio.
El praetor sustituyó al procurator en la administración de la zona; asimismo, en las ruinas
de la otrora capital —Jerusalén— se creó la base de la Legio X Fretensis.
Las causas directas de la rebelión varían según las fuentes. El historiador romano Dion
Casio (155-229), culpa de la revuelta a la decisión del emperador de fundar en el lugar
de Jerusalén una ciudad romana llamada Aelia Capitolina (Aelia por su propio nombre
y Capitolina en honor al dios romano Júpiter).46 Los habitantes de Jerusalén debieron
enfurecerse al ver cómo los mismos invasores que años atrás habían incendiado su ciudad
levantaban en ella numerosos edificios de carácter profano como templos a dioses
paganos.
Otro motivo de descontento entre los nativos radicaba en la decisión de Adriano de
cancelar el Brit Milá (circuncisión)47 el respeto del sábado (Sabbat), y las leyes de pureza
en la familia.48
Conflicto[editar]
En este clima de inestabilidad el Taná Rabí Akiva —el cual se encontraba al frente
del sanedrín sin ser nombrado nasí49— convenció a los demás miembros de la institución
de nombrar al líder de los sediciosos, Simón bar Kojba, como Mesías.50
Los líderes rebeldes organizaron cuidadosamente la revuelta para evitar los errores que se
habían cometido durante la que les había enfrentado con Vespasiano y Tito. En 132 la
revuelta se expandió desde Modiim a lo largo de todo el país. Los rebeldes derrotaron a la
Legio X en Jerusalén, y a la Legio XXII Deiotariana,51 que había acudido desde Egipto.
Tras estas victorias se restauró el estado soberano semita. Simón bar Kojba se situó al
frente de la administración y tomó el título de nasí. Asimismo, se anunció la «era de la
redención de Israel», se realizaron contratos y se ordenó la emisión de monedas. Rabí
Akiva lideraba el sanedrín; los servicios religiosos y se reiniciaron los korbanot.52
En cuanto el emperador tuvo noticias del levantamiento de los israelitas, mandó llamar
a Sexto Julio Severo de Britania53 amén de ordenar que las tropas acuarteladas en los
territorios vecinos atacasen a los rebeldes y los destruyesen. No se sabe a ciencia cierta si
el emperador en persona participó activamente en el conflicto, que duró más de dos años y
costó una enorme cantidad de soldados a la maquinaria militar romana.
Gradualmente, los rebeldes se vieron acorralados en las montañas, donde las tropas
imperiales los diezmaron. Se vendió a los supervivientes como esclavos. Sin embargo, el
conflicto costó tal cantidad de hombres a los romanos que el emperador eliminó de sus
despachos militares al Senado la fórmula habitual de apertura: «Yo y las legiones estamos
bien».54
Denario de Adriano conmemorando la fundación de Aelia Capitolina sobre las ruinas de Jerusalén
Ronald Syme ha descrito a Adriano como el más «versátil» de todos los emperadores
romanos. Gran admirador de la cultura, favoreció la eclosión de nuevas formas artísticas a
lo largo del Imperio. Construida en Tibur (Tívoli), la Villa Adriana —la cual se encuentra
destruida en gran parte como consecuencia de las expoliaciones que Hipólito II de
Este efectuó a fin de edificar la Villa de Este— constituyó el mejor ejemplo de jardín de
tipo alejandrino de la capital; dicho vergel recreaba un paisaje sagrado. Durante su reinado
se llevó a cabo la reconstrucción del Panteón de Agripa —destruido tras el estallido de un
incendio en 80— el cual es uno de los edificios mejor conservados de la capital; dicho
monumento fue una importante fuente de inspiración de los
arquitectos renacentistas y barrocos.
Desde mucho antes de acceder al trono, el emperador había mostrado especial interés por
la arquitectura; no obstante, cuando enseñó sus diseños a Apolodoro de Damasco —el
constructor del Foro de Trajano— éste los desechó arguyendo que sus «calabazas» —
término con el que hacía referencia a las cúpulas— no tenían cabida en su edificio. En otra
ocasión, mientras Apolodoro se encontraba resolviendo una duda de Trajano, Adriano le
interrumpió tratando de dar su opinión, a lo que el arquitecto respondió:
Ve a dibujar tus «calabazas». No sabes nada acerca de estos problemas.
Circuló el rumor de que, tras acceder al trono, Adriano exilió a Apolodoro y ordenó su
asesinato; no obstante, esta historia es un intento más de difamar su carácter, ya que el
emperador, aunque querido en gran parte del Imperio, no era universalmente aceptado
como consecuencia de varios factores, entre ellos su ascendencia hispana.
En 2008 se descubrió que esta famosa estatua de Adriano ataviado con un vestido griego había sido
construida durante la época victoriana. Durante mucho tiempo los historiadores la han usado como
prueba del amor que le tenía Adriano a la cultura helenística.55
El Imperio en 125.
Administración[editar]
Áureo de Adriano.
Además de ser un ilustre militar experto en asuntos bélicos, durante su reinado se reveló
como un soberbio administrador; se realizó una completa reforma del sistema
administrativo imperial que complementaba a las transformaciones económicas y militares
llevadas a cabo en el sistema financiero, la estructura militar, el sistema defensivo de las
fronteras, y en la mejora de las relaciones diplomáticas con otras naciones. Con todo ello
se trataba de homogeneizar las instituciones estatales y —mediante la retirada de los
territorios más difíciles de defender, la creación de defensas en las fronteras, así como la
firma de acuerdos con otras naciones a fin de establecer las zonas de influencia—
estabilizar las fronteras.
Se fomentó una política de tolerancia hacia los hombres venidos de otras culturas —los
cristianos disfrutaban de una mayor libertad65— y se mejoraron las relaciones diplomáticas
con Grecia. Se impulsó una reforma constitucional con el fin de normalizar la situación de
los esclavos que eran torturados o asesinados cuando cometían un delito contra
el dominus.
Otra de las reformas adriánicas trastocó la naturaleza original del edicto pretorio. Este era
un bando que el magistrado publicaba al inicio de su magistratura, a modo de programa en
el que se recogían las situaciones e intereses a los que ofrecería protección jurídica, y que
servía como mecanismo de renovación del antiguo ius civile. Técnicamente, puede decirse
que la finalidad del edicto era la de ofrecer tutela judicial a aquellos situaciones que no
estaban contempladas en el ius civile. El emperador confió a Salvio Juliano la elaboración
de un edicto definitivo (130-134), que se aprobó mediante
un senadoconsulto convirtiéndose en edictum perpetuum. En el ámbito jurídico se puso fin
al sistema legal establecido por Augusto; de este modo se concedía a ciertos juristas el ius
respondendi ex auctoritate principis, que permitió que el derecho fuera transformado
merced a la labor de expertos legistas que él mismo había seleccionado. Desaparecieron
los letrados libres, siendo sustituidos mediante el establecimiento de un sistema
administrativo burocratizado en la que la independencia desapareció totalmente.
Estructuralmente, la administración imperial experimentó una transformación radical.
Competentes funcionarios del ordo equester reemplazaron a los libertos de la era
cesariana; estos hombres se colocaron al frente de los distintos ramos de la
administración: las finanzas, la hacienda, los tribunales, etc.
Se delimitaron las competencias, así como los sueldos, y con ello la administración estatal
se hizo más estable; ya no estaba sometida a los cambios relacionados con la sucesión
imperial. Cuidadoso administrador, el emperador creía defender los intereses del estado
mediante la creación del advocatus fisci, un letrado imperial responsable de defender ante
los tribunales los intereses de tesoro (fisco). Cabe señalar que en los últimos años del
Imperio el aerarium —finanzas estatales competencia de los senadores— y el fisco —
finanzas estatales competencia del emperador— constituían una única y homogénea
institución como consecuencia del éxito de la unificación de ambos órganos durante la
etapa adriánica.
Viajes[editar]
Propósito[editar]
Valiéndose de la experiencia obtenida durante su carrera militar, el emperador realizó
numerosos viajes a lo largo del Imperio en los que inspeccionó a las tropas acantonadas
en las distintas provincias; de hecho, más de la mitad de su reinado trascurrió fuera de
territorio italiano. Mientras otros emperadores se marcharon de la capital únicamente
durante los conflictos militares, él convirtió sus traslados en un elemento clave de su
reinado, y así se lo manifestó al Senado y a la ciudadanía romana. Obtuvo el apoyo de los
senadores más conservadores merced a un noble leal entre la aristocracia romana, Quinto
Marcio Turbón, un veterano militar con enorme influencia entre las clases altas. Asimismo,
estas mismas fuentes afirman que se empleó a los frumentarii66 con el fin de mantener el
control de la capital e impedir el estallido de disturbios mientras el emperador se
encontraba en el extranjero. 67
Durante sus visitas escribía numerosas cartas al Senado en las que ordenaba la
construcción de nuevos edificios oficiales; durante la era adriánica se modernizaron las
instituciones mediante la remodelación de infraestructuras. A menudo éste era el propósito
de sus viajes: ordenar la construcción de nuevas estructuras, diseñar edificios, y edificar
asentamientos; asimismo, su amor a la cultura helenística le impulsaba a embellecer sus
ciudades. Su inmenso séquito lo constituían un enorme número de
administradores, arquitectos y constructores, que causaban una subida de impuestos en
sus dominios. Speller afirma que durante su visita a Egipto se requisaron víveres con el fin
de alimentar a sus hombres; esto era una carga insoportable en un territorio con
una agricultura de subsistencia, a causa de lo cual se extendió la hambruna y las
condiciones de vida se volvieron terriblemente difíciles.68 Durante la Edad Media y
el Renacimiento los monarcas eran recibidos con desesperación en sus ciudades o
territorios, ya que su visita suponía una carga fiscal terrible que recaía exclusivamente
entre los más necesitados.
Britania[editar]
En 119, los britanos se levantaron contra el Imperio.69 Para acabar con los sediciosos, el
emperador envió a Quinto Pompeyo Falcón a Britania;70 las monedas emitidas en estos
años dan testimonio del enfrentamiento.71 En 122 se inició la construcción del muro de
Adriano72 cuya intención ha sido objeto de un amplio e interesante revisionismo
académico. En 1893 Haverfield escribió que el muro era una mera estructura defensiva; no
obstante, Collingwood manifestó su desacuerdo con él (1922). Numerosos autores han
considerado el muro como un elemento indicador del límite de la autoridad imperial
romano,73 como un monumento a un emperador incapaz de alcanzar renombre militar a
causa de la ausencia de conflictos militares importantes durante su reinado, como un
medio de mantener activos a los soldados e impedir así la insurrección de una tropa
ociosa, o, simplemente, como un medio de mantener estable la frontera britana evitando
invasiones o movilizaciones de Caledonia.74 El emperador consideraba que las tribus que
habitaban estos territorios rechazarían cualquier intento de romanizarlas, y era consciente
de que su conquista sería demasiado costosa; a causa de todo ello, optó por ordenar la
construcción de su muro. A diferencia del Limes Germanicus, construido en madera, la
ausencia de este material en la isla llevó a que el muro se construyera en roca;75 no
obstante, la sección occidental de la estructura, que iba de Carlisle al río Irthing, estaba
construida con tepes a causa de la ausencia de rocas. Este asunto causó la reducción de
la anchura del muro de doce a siete pies.76 Quizá es esta la construcción más importante
de las edificadas durante su reinado; actualmente las ruinas del muro se extienden durante
muchos kilómetros; en muchos sentidos, constituye la voluntad del emperador de
estabilizar el Imperio en vez de librar conflictos y llevar a cabo nuevas conquistas.
Ordenó la construcción de un santuario a Britania en York.77 Ese mismo año se marchó de
la isla con destino a Mauritania.
Partia y Anatolia[editar]
Sestercio emitido por Adriano en honor a su visita a las Mauretaniae.
En el año 123 se trasladó a Mauritania, donde lideró una campaña contra los rebeldes
locales;78 no obstante, tuvo que marchar a Oriente tras recibir unos informes que
afirmaban que el Imperio parto estaba reclutando numerosas tropas. Durante el trayecto
visitó Cirene, donde cedió los fondos necesarios para el entrenamiento de nuevos
soldados. Adriano ya había visitado esta ciudad en otra ocasión (119), cuando donó el
dinero de la reconstrucción de los edificios destruidos durante la revuelta semita.79
La Puerta de Adriano, en Antalya (Turquía) construida en honor de Adriano, que visitó la ciudad
en 130.
Cuando llegó a Italia se detuvo en Sicilia. Aunque se desconoce lo que hizo durante su
estancia, los tallados de las monedas emitidas en estos años le honran como el
«restaurador de la isla».
Una vez en Roma completó la restauración del Panteón y la construcción de su villa, la
conocida como Villa Adriana, ubicada cerca de Tívoli. En marzo de 127 realizó una gira a
través de Italia. Atravesó Cupra Marítima, donde restableció el culto a Cupra, diosa
picentina de la tierra, y remodeló el sistema de desecación del lago Fucino. Asimismo,
dividió Italia en cuatro territorios que serían administrados por legados consulares; esta
impopular medida no sobrevivió más allá de su reinado.88
Cayó enfermo en esta época; no obstante, su enfermedad, cuya naturaleza se desconoce,
no le impidió visitar África (128). Su llegada estuvo acompañada de un augurio favorable.89
Allí inspeccionó y aleccionó a los soldados.90 Volvió a Italia en el verano de ese mismo
año; tras una breve estancia, el emperador emprendió otro viaje que durará tres años.91
Grecia, Asia y Egipto[editar]
En 128 asistió nuevamente a los misterios eleusinos. Visitó Atenas y Esparta, las dos
ciudades que se habían enfrentado por obtener el control de Grecia. Al parecer, el
emperador se planteó resucitar la Liga Anfictiónica —que tendría su base en Delfos— no
obstante, acabó desechando la idea. El Panhellenion iba a ser un consejo donde se
reunirían los representantes de las ciudades griegas más importantes.92 Tras ordenar los
asuntos del territorio se trasladó a Éfeso.93
Grecia, Judea e Iliria[editar]
Tras la construcción de Antinoópolis Adriano se trasladó a Roma o se quedó
en Atenas (131-132) con el objeto de ir a Oriente Próximo, donde había estallado
la Segunda guerra judeo-romana (132). Los estudios epigráficos realizados en la zona
revelan que se situó al frente de las tropas que combatieron a los sediciosos. En 133 volvió
a Roma —de nuevo de acuerdo con el testimonio que ofrece la epigrafía— a través
de Iliria.94
Años finales[editar]
Sucesión[editar]
Los últimos años de su reinado transcurrieron en la capital; en 134 tomó un nuevo saludo
imperial con motivo del término del conflicto en Judea,95 y en 136 ordenó la construcción
del Templo de Venus y Roma en el emplazamiento de la Domus Aurea de Nerón.
Con el objeto de resolver la cuestión sucesoria adoptó a uno de los cónsules ordinarios del
año 136, Lucio Ceionio Cómodo, que tomó el nombre de Lucio Aelio Vero.96 Se le
concedió la tribunicia potestas, la administración de Panonia y un nuevo consulado en 137.
No obstante, el que con toda certeza iba a ser emperador tras la muerte de Adriano falleció
el 1 de enero de 138.97
Tras la muerte de Aelio Vero, Adriano adoptó a Tito Fulvio Boionio Arrio Aurelio Antonino,98
uno de los cuatro legatus consularis de Italia que había ostentado el proconsulado de Asia.
El 25 de febrero de 138 se le concedió la tribunicia potestas y el imperium. Asimismo, una
de las condiciones de la adopción de Antonino era que éste adoptara a Lucio Ceionio
Cómodo99 y a Marco Annio Vero.100 Las intenciones de Adriano han sido intensamente
debatidas; aunque se ha establecido que Annio Vero —el emperador Marco Aurelio— era
el sucesor electo, otros escriben que el emperador trataba de favorecer a Ceionio Cómodo
—heredero de Aelio Vero— aunque se vio obligado al mismo tiempo de mostrar favor
hacia Annio Vero a causa de sus conexiones con los senadores narbonenses e hispanos,
uno de los cuales era él mismo. Otros expertos afirman que fue Antonino Pío —tío de
Annio Vero— el que le colocó en una situación favorable con respecto a Annio Vero; el que
Annio Vero se divorciara de Ceionia Fabia y se casara con Annia Faustina —heredera de
Antonino Pío— apoya esta teoría. A su ascenso al trono el mismo Marco Aurelio quiso
reinar con Lucio Vero.101
Los autores clásicos describen los últimos años del reinado como «una época marcada por
los conflictos y la infelicidad». El conflicto sucesorio se acentuó con la defección de dos
importantes candidatos al trono: Lucio Julio Urso Serviano y Cneo Pedanio Fusco
Salinator.102 Adriano ordenó el asesinato de estos dos hombres.103 Serviano dijo en el
momento de su muerte: «Sabéis muy bien, dioses, que no soy culpable de nada malo. En
cuanto a Adriano solamente pido esto: que ansíe la muerte y no pueda morir».104 El
vaticinio se cumplió; Adriano sufrió hasta el final a causa de una dilatada enfermedad, y
sus sirvientes le impidieron suicidarse en más de una ocasión.105
Fallecimiento[editar]
Adriano falleció el 10 de julio de 138 en su villa de Baiae; tenía 62 años. Se cree que una
insuficiencia cardíaca causó la muerte del emperador. Dion Casio y la Historia
Augusta dan testimonio de su mala salud, y un estudio de 1980 señaló que en las estatuas
construidas a finales de su reinado se observan arrugas en el lóbulo, una característica
asociada con la cardiopatía isquémica.106
Primero le enterraron en Puteoli, cerca de su villa, en una residencia que había
pertenecido a Cicerón. Poco después, se ordenó el traslado del cuerpo a Roma, donde le
enterraron en los Jardines de Domicia, cerca de las obras de su mausoleo. Tras el término
de la construcción, en 139, se incineraron sus restos y se trasladaron las cenizas al
mausoleo, donde ya estaban las de Vibia Sabina y las de Lucio Aelio Vero, al que el
emperador había adoptado y que había muerto un año antes. Antonino Pío lo deificó ese
mismo año y trasladó sus cenizas al templo del Campo de Marte.
Poema fúnebre[editar]
De acuerdo con la Historia Augusta el emperador escribió un poema en su lecho de
muerte:107
Notas y referencias[editar]
1. ↑ Saltar a:a b Las fuentes antiguas ofrecen información
contradictoria a este respecto. La mayoría de los
historiadores, sobre todo ingleses, han considerado más
creíble la información aportada en la Vita Hadriani, de
la Historia Augusta, donde se indica que «Natus est Romae
VIIII kal. Feb. Vespasiano septies et Tito quinquies
consulibus». (Vita Hadr. I,1,3), es decir, que nació en Roma
el día noveno antes de las calendas de febrero (24 de
enero) del año en que Vespasiano desempeñaba su
séptimo consulado, y su hijo, Tito, el quinto (76). Tanto
Anthony Birley (Adriano, p. 27) como Ronald
Syme ("Hadrian and Italica", en The Journal of Roman
Studies, Vol. 54, Parts 1 and 2 (1964), pp. 142-149), a pesar
de diversas fuentes contrarias, o de la pertenencia de
Adriano a la tribu electoral Sergia (la propia de Itálica), se
inclinan por Roma como lugar de nacimiento de Adriano. La
profesora Alicia Mª Canto, de la UAM, ha reunido en un
artículo titulado «Itálica, patria y ciudad natal de Adriano (31
textos históricos y argumentos contra Vita Hadr. 1, 3», 25
fuentes literarias directas y 6 textos y argumentos indirectos
que apoyan la tesis de que Adriano nació en Itálica ("Itálica,
sedes natalis de Adriano. 31 textos históricos y argumentos
para una secular polémica", en Athenaeum vol. 92.2, 2004,
pp. 367-408).
2. ↑ Es muy importante el pedestal de una estatua del
año 112, hallado en el teatro de Dionisos de Atenas (CIL III,
550 = InscrAtt 3 = IG II, 3286 = Dessau 308 = IDRE 2, 365),
por ser el único testimonio acerca de su tribu electoral (la
Sergia, italicense), y porque ofrece una relación de todos
sus cargos hasta ese año: P(ublio) Aelio P(ubli) f(ilio)
Serg(ia tribu) Hadriano / co(n)s(uli) VIIviro epulonum sodali
Augustali leg(ato) pro pr(aetore) Imp(eratoris) Nervae
Traiani / Caesaris Aug(usti) Germanici Dacici Pannoniae
inferioris praetori eodemque / tempore leg(ato) leg(ionis) I
Minerviae P(iae) F(idelis) bello Dacico item trib(uno) pleb(is)
quaestori Imperatoris / Traiani et comiti expeditionis Dacicae
donis militaribus ab eo donato bis trib(uno) leg(ionis) II /
Adiutricis P(iae) F(idelis) item legionis V Macedonicae item
legionis XXII Primigeniae P(iae) F(idelis) seviro / turmae
eq(uitum) R(omanorum) praef(ecto) feriarum Latinarum
Xviro s(tlitibus) i(udicandis) //...(sigue texto en griego)[1]
3. ↑ Canto, Alicia M., «Saeculum Aelium, saeculum Hispanum:
Promoción y poder de los hispanos en Roma»,
en: Hispania. El Legado de Roma. En el año de Trajano,
Madrid-Zaragoza, Ministerio de Cultura, 1998, pp. 209-224;
más recientemente: Canto, Alicia M., «La dinastía Ulpio-
Aelia (96-192 d. C.): ni tan 'Buenos', ni tan 'Adoptivos' ni tan
'Antoninos'»,Gerión 21.1, 2003, pp. 263-305 y «Advenae,
externi et longe meliores: la dinastía ulpio-aelia», en: Le vie
della storia. Migrazioni di popoli, viaggi di individui,
circolazione di idee nel Mediterraneo antico, Atti del II
Incontro Internazionale di Storia Antica (Genova, 6-8 ottobre
2004), edds. M. G. Angeli Bertinelli y A. M. Donati, col. Serta
Antiqua et Mediaevalia IX, Roma, L’Erma di Brettschneider,
2006, pp. 237-267.
4. ↑ Canto, Alicia M., vid. [2] nota, especialmente [3]; véase
también [4], p. 13 (2005) o [5] (2006)
5. ↑ Elizabeth Speller, pp. 61-62.
6. ↑ Canto, Alicia M., «Itálica, patria y ciudad natal de Adriano
(31 textos históricos y argumentos contra Vita Hadr. 1,
3», Athenaeum vol. 92.2, 2004, pp. 367-408 [6].
7. ↑ Canto afirma que sólo una fuente antigua (SHA, Vita
Hadr 1,3, posiblemente interpolada) establece su lugar de
nacimiento en la capital; en oposición a esta hipótesis se
sitúan 25 fuentes coetáneas a ella —entre las que está el
horóscopo de Adriano, recuperado de la famosa colección
de Antígono de Nicea (s. II d. C.)— que afirman que nació
en Itálica. El horóscopo antes citado ha sido estudiado por
importantes autores como F. H. Cramer, Astrology in
Roman Law and Politics, Mem.Amer.Philos.Soc. nr. 37,
Philadelphia, 1954 (repr. 1996) véase para Adriano pp. 162-
178, fn. 121b y 122, etc.: «...Adriano —cuyo horóscopo es
plenamente veraz— seguramente nació en el sur de
España...» (en) SHA, Adriano, 2, 4, «...el lugar de
nacimiento fue erróneamente establecido en Roma en vez
de en Itálica, el verdadero lugar de nacimiento de
Adriano...», o O. Neugebauer y H. B. Van Hoesen en su
obra maestra Greek Horoscopes, Mem.Amer.Philos.Soc. nr.
48, Philadelphia, 1959, nr. L76, véase también esto pp. 80,
90-91 y la referencia 19. Asimismo, se ha concluido que el
paralelo astronómico relativo a la fecha de nacimiento de
este emperador se sitúa sobre la Bética, la
moderna Andalucía: «... L40 coincide exactamente con la
latitud geográfica del sur español, de donde eran naturales
Adriano y su familia...» y «... Adriano nació en Itálica —sur
de España, cerca de Sevilla, latitud 37º 30...».
8. ↑ Esta provincia tenía su origen en la división
administrativa republicana de Hispania Ulterior.
9. ↑ Eutr. VIII. 6: ... nam eum (Hadrianum) Traianus,
quamquam consobrinae suae filium... y SHA, Vita Hadr. I,
2: ... pater Aelius Hadrianus cognomento Afer fuit,
consobrinus Traiani imperatoris.
10. ↑ Canto, Alicia M., en [7], específicamente en pp. 322, 328,
341 y en la referencia 124, formulada sobre la base de
estas citas: SHA, Vita Hadr. 1.2: pro filio habitus (año 93);
3.2: ad bellum Dacicum Traianum familiarius prosecutus
est (año 101) o, especialmente, 3.7: quare adamante
gemma quam Traianus a Nerva acceperat donatus ad spem
successionis erectus est (año 107).
11. ↑ Canto, Alicia M., art. cit. 1991.
12. ↑ Historia Augusta, Vita Hadriani, 1.3: Natus est Romae VIIII
kal. Feb. Vespasiano septies et Tito quinquies consulibus...;
aunque éste es uno de los fragmentos de la Historia
Augustaconsiderado veraz por muchos historiadores,
singularmente ingleses, deben tenerse en cuenta los
argumentos en contra de Canto en op.cit. supra; entre ellos
la propia Historia Augusta y otros escritos del propio Aelius
Spartianus, como Vita Sev. 21: Falsus est etiam ipse
Traianus in suo municipe ac nepote diligendo, véase
también [8], donde se le describe como un hombre de
provincias (Canto, ibid.): Vita Hadr. 1,3: Quaesturam gessit
Traiano quater et Articuleio consulibus, in qua cum
orationem imperatoris in senatu agrestius pronuntians
risus esset, usque ad summam peritiam et facundiam
Latinis operam dedit
13. ↑ Vita Hadr. 1, 1: Origo imperatoris Hadriani vetustior a
Picentibus, posterior ab Hispaniensibus manat; si quidem
Hadria ortos maiores suos apud Italicam Scipionum
temporibus resedisse in libris vitae suae Hadrianus ipse
commemorat.
14. ↑ Vita Hadr. 1-2.
15. ↑ Dion Casio LXIX, 3, 1 (enlace roto disponible en Internet Archive;
véase el historial y la última versión).
16. ↑ R. Syme recoge en su 'Spaniards at Tivoli', de Roman
Papers IV (Oxford, 1988), pp. 96-114, a todas las familias
senatoriales naturales de Hispania que residían en la capital
y sus alrededores en tiempos del nacimiento de Adriano.
Tívoli (Tibur) fue el lugar escogido por Adriano a fin de
construir su villa imperial.
17. ↑ Canto, art. cit. 2004, págs. 395-397.
18. ↑ Vita Hadr., 18.
19. ↑ Birley, p. 30. Se cree que el abuelo de Adriano se había
casado con una tía de Trajano
20. ↑ Vita Hadr. 1.
21. ↑ Dion Casio, 17, 3.
22. ↑ Cuando contaba con diez años según la Historia Augusta.
23. ↑ SHA, Vita Hadr. 3, 4, 2: ... ex equestri autem Attiani,
tutoris quondam sui.... Cf. Royston Lambert, Beloved and
God, pp.31-32.
24. ↑ Vita Hadr. I,1,5. Un apelativo que, sin embargo, ya se
había aplicado al propio Trajano, lo que permite inferir que
el gusto por la cultura griega le fue inculcado en primer
lugar por Trajano (Canto, art.cit. 2004, pág. 400, evocando
una olvidada referencia en el Panegírico de Plinio el Joven,
XIII), algo que confirmaría también el lugar que ocupa este
comentario en la Historia Augusta.
25. ↑ En la Historia Augusta se utiliza la expresión ad patriam
rediit («regresó a la patria»), lo que, junto con su
pertenencia a la tribu Sergia y otros datos de la
propia Historia Augusta, reforzaría la idea de que habría
nacido allí y no en Roma (Vita Hadr. I,2,1)
26. ↑ Vita Hadr. I,3,2.
27. ↑ Aul.Gel., Noct.Att. XVI, 13, 4, y algunas inscripciones
urbanas que rezan: C(olonia) A(elia) A(ugusta) I(talica).
28. ↑ Birley, op. cit., p. 51.
29. ↑ Birley, p. 54.
30. ↑ Vita Hadr. I,2,7.
31. ↑ Canto, Alicia M. «CIL VI 10229: ¿El testamento de Licinio
Sura?», Chiron XXI, 1991, págs. 277-324.
32. ↑ Epit. de Caesar. 13, 6.
33. ↑ CIL III, 550; Birley, p. 67.
34. ↑ Sobre este tema véase Birley, p. 88, y Canto, art.cit. 2004,
pág. 392, quien, por el contrario, asocia la barba a una
época más temprana, y al deseo de emular a Numa
Pompilio, a raíz del significativo episodio de la sors
Vergiliana (Vita Hadr. 2, 8).
35. ↑ CIL III, 550.
36. ↑ Benario, H. W., en [9]
37. ↑ Birley, Anthony. Hadrian the Restless Emperor, p. 68
38. ↑ Birley, p. 75
39. ↑ Elizabeth Speller, p. 26.
40. ↑ Historia Augusta, Adriano, 4, 7.
41. ↑ Birley, p. 105.
42. ↑ Birley, p. 109.
43. ↑ Vita Hadr. IX.
44. ↑ Elizabeth Speller.
45. ↑ Elizabeth Speller, p. 69.
46. ↑ Dion Casio (2004). Historia romana. Obra completa.
Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-2727-1.
47. ↑ Con esta decisión, Adriano trataba de «civilizar» y traer a
los judíos la cultura grecorromana.
El helenismo consideraba la circuncisión como una
mutilación corporal. Ciertos historiadores modernos
consideran que este decreto no iba específicamente en
contra de los judíos, ya que varios pueblos de la zona la
practicaban.
48. ↑ Meir Holder (1986). History of the Jewish people. Mesorah
Publications, tomo II, pág. 60. ISBN 0-89906-475-2.
49. ↑ Presidente o príncipe de Israel.
50. ↑ De acuerdo con el versículo bíblico de Números 24:17.
Descenderá una estrella de Jacob
Bibliografía[editar]
Anón., Epitome de Caesaribus... ex libris Sex. Aurelii
Victoris: texto latino en [10].
Birley, Anthony. Adriano. La biografía de un emperador
que cambió el curso de la Historia, Barcelona, Península,
2003-2005. ISBN 84-96333-36-1 (1ª edición
inglesa: Hadrian. The restless emperor, Londres,
Routledge, 1997).
Blázquez, José María. Adriano, Barcelona, Ariel, 2008.
Casio, Dion. Historias, trad. inglesa en [11] (enlace
roto disponible en Internet Archive; véase el historial y la última
versión)..
Esparciano, Elio. «Vida de Adriano», en: Biógrafos y
panegiristas latinos, Madrid, Aguilar, 1969. El texto original
en latín está disponible en línea: Vita Hadriani; traducción
francesa de 1845 (con algunos errores), en [12]; versión
inglesa en [13] (curiosamente, omite la controvertida
mención de Roma como el lugar de su nacimiento).
Yourcenar, Marguerite. Mémoires d'Hadrien, París, Plon,
1951. (múltiples ediciones en español).
Enlaces externos[editar]
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