El primer paso ineludible es identificar el problema, se intenta comprender su
causa y posible solución. Una vez identificado el problema concreto, habrá que planear una solución. Hacer un análisis de varias posibilidades, algunas más inmediatas que otras, pero todas pueden aportar luz. Lo que sí es imprescindible es la familiarización con el problema porque solo así se podremos actuar ante la situación con algunas garantías de éxito, de ahí que recopilar información sea imprescindible.
2.Teniendo claridad sobre la técnica, complemente la explicación con un
ejemplo. Escuchar activamente. Durante una discusión, la escucha suele emplearse para formar un argumento de respuesta que permita probar que se tiene la razón. Cuando la mayoría de nosotros nos enfrentamos, lo primero que hacemos es dejar de escuchar. La única forma de resolver conflictos es escuchar con atención lo que la otra persona está diciendo. Quizás te sorprendan con buenos argumentos. Además, hay que intentar controlar la ira. Se trata de una emoción secundaria, que, generalmente, se desencadena como mecanismo de defensa para encubrir el dolor o el miedo. Cuando alguien está enfadado, generalmente hay algo de dolor o miedo por el que se siente avergonzado, o que, de manera inconsciente, le hace actuar con rabia. Escucharle te ayudará a tender un puente que nos facilite avanzar hacia una solución satisfactoria para ambos