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Filosofía y psicología: ¿Nuevamente juntas?

Ricardo Braun

Se examina la relación entre la filosofía y la psicología en la historia de la


psicología contemporánea, señalando que ha existido una notable coincidencia en
los temas y preocupaciones entre la filosofía de la psicología y la psicología
teórica. El psicoanálisis ha sido también un tema importante en la preocupación
filosófica, tanto por sus presuposiciones teóricas como por su metodología en
relación con las demás ciencias. En nuestros días la unión de la psicología y la
filosofía, además de otras disciplinas, se ha dado en la ciencia cognitiva.
Filosofía de la psicología / filosofía de la mente / psicología teórica

Philosophy and psychology: Once again together?


The relationship between philosophy and psychology in the history of
contemporary psychology is examined, pointing out the outstanding coincidence
of topics and worries found in the philosophy of mind and theoretical psychology.
Psychoanalysis has also been a subject of philosophical interest, not only
theoretical presuppositions of psychoanalysis but its methodology in relation to
other sciences as well. Nowadays, unity between psychology and philosophy
together with other disciplines, has been achieved in cognitive science.
Philosophical psychology / philosophy of mind / theoretical psychology

Correo electrónico: rbraun@correo.ulima.edu.pe

Persona 8, 2005, 127-143


Braun

En una carta dirigida a los miembros de zan una cantidad de ideas filosóficas,
la incipiente Asociación Americana de sobre todo ideas acerca de la naturale-
Psicología (APA, por su sigla en in- za de la mente y la ciencia. Todo psicó-
glés) en 1899, Charles Bliss exhortaba logo, por tanto, no solo es un científico
a sus colegas a no formar una división o un terapeuta, sino un filósofo aficio-
en la Asociación para tener una sección nado, en general malgré lui” (1987:
dedicada al estudio de temas filosófi- 20). La mayoría de estudiantes de psi-
cos. Por más que veía como importan- cología no requiere cursos específicos
te la discusión de estos temas, la sepa- de filosofía de la psicología o filosofía
ración de filósofos en otra sección em- de la mente para obtener el título co-
pobrecería la comprensión de los pro- rrespondiente. Y lo mismo se aplica a
blemas centrales de la psicología. Ar- los psicólogos profesionales: el estudio
gumentando por la unidad de la psico- de la filosofía no constituye un requisi-
logía y filosofía sostenía: to para el ejercicio de la profesión. Sin
Nuestros mejores psicólogos están entre embargo, si la tesis de Bunge & Ardila
los mejores filósofos, y su exclusión si- es cierta, ¿podríamos afirmar que la fi-
quiera de una parte de las reuniones de losofía de la psicología es relevante pa-
la Asociación sería una grave pérdida. Y
ra la psicología profesional?
al mismo tiempo, la mayor necesidad de
la psicología en el presente es más de Considero que en vez de asumir que
una sólida filosofía, y la mayor necesi- tácitamente los psicólogos utilizan cate-
dad de la filosofía es más de una sólida
psicología. Se debiera desear una unión
gorías y conceptos filosóficos, debiéra-
más cercana que una separación poste- mos orientar el trabajo de los psicólogos
rior (Bliss, 1899). profesionales para que utilicen algunas
de las herramientas tradicionales de la
La historia de la psicología en el si- filosofía (particularmente lógica y análi-
glo XX, sin embargo, no ha seguido tal sis conceptual) en la resolución de algu-
deseo, al punto de que en la mayoría de nos problemas centrales de la psicología
casos los departamentos de psicología teórica. Recordemos que el progreso en
y filosofía de las grandes universidades la ciencia ha ocurrido frecuentemente
se han encontrado separados por temas por la resolución de algunos rompeca-
e intereses. bezas conceptuales que ha significado,
Podríamos preguntarnos si existen por un lado, articular diversos concep-
razones para considerar importante la tos, y por otro, resolver las confusiones
filosofía en la psicología contemporá- conceptuales vía la eliminación de con-
nea. En la introducción a su obra Filo- ceptos ambiguos, inoperantes o innece-
sofía de la psicología, Bunge & Ardila sarios. La física aristotélica unía los
sostienen que “lo sepan o no, les guste conceptos de velocidad instantánea con
o no, los psicólogos se basan en y utili- velocidad promedio y, como demostró

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Filosofía y psicología: ¿Nuevamente juntas?

Galileo, creaba paradojas y contradic- sigue siendo el mismo. Hoy nos pre-
ciones. En la mecánica de Newton se guntamos si las representaciones men-
necesitaba resolver la noción popular de tales tienen referentes reales; si pueden
peso en una de fuerza y masa. Es verdad tener valores de verdad, si constituyen
que los científicos pueden resolver por un lenguaje sintácticamente manipula-
cuenta propia los problemas conceptua- ble y tienen un rol causal en la conduc-
les de su disciplina, sin embargo, las ha- ta, y si los lenguajes naturales constitu-
bilidades analíticas en las que son entre- yen los sistemas de las representacio-
nados los filósofos pueden permitir ver nes mentales. Este acercamiento a los
con más claridad algunos problemas, problemas de la psicología no ha suce-
particularmente aquellos que están en dido en otras disciplinas como la física
las fronteras de sus propias disciplinas, o la biología. Estoy seguro de que Aris-
por la tradicional búsqueda totalizadora tóteles sería el primer sorprendido en
de la empresa filosófica. conocer las investigaciones en física de
En el caso de la psicología, hay una partículas o en biología molecular y no
diferencia con las demás ciencias en lo tanto acaso de que sigamos preguntán-
que concierne a la filosofía. Los pro- donos por la naturaleza de lo mental.
blemas conceptuales de la psicología
En lo que sigue quiero mostrar al-
están tan emparentados con la llamada
gunos ejemplos de estudios filosóficos
“psicología popular” (en la literatura
de la psicología que considero que han
anglosajona “folk psychology”) que
los problemas conceptuales que han tenido influencia en la manera de abor-
ocupado a los filósofos por siglos son dar los problemas en la psicología del
muy parecidos a los temas de interés pasado y la contemporánea. Empezaré
para la psicología teórica. De hecho, por los análisis del concepto de lo men-
como algunos sostienen, la mayoría de tal, del contenido mental, y finalizaré
los problemas de la psicología teórica con una exposición sobre el desarrollo
actual podrían ser inteligibles a los filó- de la ciencia cognitiva. La ciencia cog-
sofos que vivieron mucho antes de la nitiva ha demostrado hasta el momento
aparición de la psicología científica que la inclusión de la filosofía en la
(Block, 1979). Tómese como ejemplo psicología ha sido enormemente pro-
el problema de la representación men- ductiva, a tal punto que ambas, y con la
tal en el debate actual. Este problema ayuda de otras disciplinas, han permiti-
no sería del todo ajeno a filósofos que do entender mejor los fenómenos cog-
abordaron el tema de las representacio- nitivos y reconceptualizar el modelo de
nes mentales como Descartes, Locke o la mente. Capítulo aparte merecerá un
Hume. Aun cuando los viejos proble- breve comentario acerca del interés fi-
mas tienen nueva forma, el problema losófico en el psicoanálisis.

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DUALISMO parler. Pero precisamente, el lenguaje


popular no tiene por qué reflejar la rea-
El dualismo como concepción de lo
lidad. Después de todo, tenemos mu-
mental ha sido muy influyente en la
chas concepciones populares que esca-
manera de entender los llamados “fe-
samente reflejan cómo son las cosas (la
nómenos mentales”. Toda doctrina
física popular puede establecer un prin-
dualista sostiene que los seres humanos
cipio como “todo lo que sube baja” que
(y quizás otros seres) somos una com- sería de manera patente falso en la físi-
posición de dos entidades, una primera, ca científica).
corpórea, física, y una segunda, no-cor-
La crítica al dualismo ha ocupado
pórea y no-física. Esta segunda entidad
mucho de la discusión de lo mental a
sería responsable de nuestra función
través de la historia de la filosofía. La
como seres pensantes y sensientes. La
mayoría de las críticas al dualismo se
entidad corpórea tiene las propiedades
centran en el problema de la interac-
de las cosas físicas, como pueden ser la ción entre lo mental y lo corpóreo (o lo
espacialidad y la materialidad; la incor- físico). El dualista debe probar cómo es
pórea posee propiedades mentales, a posible que lo mental pueda ser causal-
saber: el pensar y sentir. mente eficiente en lo material, puesto
El lenguaje popular, que ha sido que los efectos de lo mental suelen te-
considerablemente absorbido en la psi- ner una manifestación corpórea (“escu-
cología profesional, utiliza un gran nú- cho lo que estás diciendo, luego que lo
mero de atribuciones tomando como pensaste”). Sin embargo, la posición
referencia una concepción dualista. Por dualista ha tenido gran dificultad para
ejemplo, hablamos de “enfermedades dar cuenta de esas interacciones causa-
psicosomáticas”, “enfermedades men- les sin tener que recurrir, en último tér-
tales”, “estados de ánimo”, “capacida- mino, a una explicación misteriosa que
des mentales”, etcétera. Bien podría ser rompería todo nuestro esquema de ex-
simplemente un uso de un lenguaje en- plicación naturalista de las cosas.
raizado culturalmente, pero lo cierto es La ciencia desde la era moderna ha
que se emplea en las categorías de la tratado de tener una imagen coherente
psicología científica. Podríamos pre- del mundo, y ha buscado lo que se deno-
guntarnos si los psicólogos que utilizan mina una explicación naturalista. Sin
categorías de la llamada “psicología embargo, una explicación que suponga
mental o mentalista” suscribirían a una la interacción de algo no físico en el
forma de dualismo de la realidad, es mundo físico crearía problemas en su-
decir, si creen que existen entidades posiciones de la física, por ejemplo, en
mentales, que son no materiales, o el el principio de la conservación de la ma-
lenguaje que usan es solo una façon de sa/energía (si las mentes inmateriales tu-

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vieran efecto causal, ¿aumentaría la to de edificios, biblioteca, científicos,


energía del universo al producir un efec- académicos, laboratorios (categoría
to en el cuerpo material?). Siempre es concreta). La “universidad” no es una
posible considerar a la psicología como cosa más de los objetos de la categoría
discontinua frente a las demás fuentes concreta. Es un concepto totalizador de
de conocimiento del mundo, pero inevi- todos los objetos concretos menciona-
tablemente, una psicología dualista ten- dos. Entonces, para Ryle nuestro len-
dría que enfrentarse a otras explicacio- guaje mental debe ser entendido como
nes, como la de la evolución biológica y una manera de hablar acerca de las dis-
dar respuesta a la aparición discontinua posiciones para comportarnos y los pa-
de mentes inmateriales. trones de la conducta humana. La men-
te no es una cosa, como si fuera un
Las críticas al dualismo tuvieron
“fantasma en una máquina” corporal,
efecto particularmente en el desarrollo
sino simplemente una manera de en-
de la concepción conductista y funcio-
tender la suma de esas disposiciones.
nalista de la mente a mediados del siglo
XX. Lo interesante del aporte de Ryle es
que, a pesar de las claras deficiencias
que se han señalado al conductismo ló-
CONDUCTISMO LÓGICO
gico, proporciona un novedoso análisis
El conductismo lógico está asociado a del concepto de lo mental, considerán-
Gilbert Ryle y Carl Hempel. En su in- dolo una categoría abstracta para refe-
fluyente libro El concepto de lo mental, rirse a procesos y objetos concretos. En
Ryle (1949) sostiene que constituye un otras palabras, le asigna a lo mental
error hablar de lo mental como si fuera una categoría ontológica dependiente
una serie de causas internas de un de lo conductual. Hablar de lo mental
agente en particular. El error de tipo ló- fuera de lo conductual provocaría el
gico, “categorial”, se crea cuando se mismo error de atribuirle una existen-
confunde una categoría concreta por cia independiente al “contribuyente
una categoría abstracta: lo que existe promedio del Estado” aparte del pro-
concretamente son las disposiciones medio aritmético de todos los contribu-
para la conducta y a esas disposiciones yentes del Estado.
las hemos llamado “mente”, creyendo Los trabajos de Hempel (1980),
que la mente es algo diferente a todo el aunque más identificados con una tesis
conjunto de disposiciones. En realidad, epistemológica, tienen claras preten-
lo concreto son las disposiciones y lo siones lógicas, puesto que propugnan
abstracto la suma de disposiciones, de la posibilidad de traducción, defini-
la misma forma como una “universi- ción, análisis o reemplazo de las pro-
dad” (categoría abstracta) es el conjun- posiciones mentales por proposiciones

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conductuales o ambientales sin perder genstein (1953). Un lenguaje privado


su poder explicativo. Hempel, aplican- estaría compuesto por palabras indivi-
do los principios de verificación del duales que solo podrían ser conocidas
Círculo de Viena, intentaba proponer por la persona que habla y se referirían
criterios lógicos del vocabulario de psi- a sus sensaciones privadas inmediatas.
cología para adecuarse a las exigencias Este lenguaje, por lo tanto, no podría
epistemológicas determinadas por este ser entendido por otra persona. El len-
grupo intelectual de principios del si- guaje privado podría ser consecuencia
glo XX. En efecto, toda proposición de una doctrina dualista del tipo carte-
psicológica que fuera significativa de- siana, en que una persona tiene un ac-
bía ser especificable en proposiciones ceso privilegiado al contenido de sus
que satisficieran condiciones de obser- sensaciones.
vación pública. El criterio de verifica- Pero Wittgenstein critica la tesis del
ción tenía que ser público, en el senti- lenguaje privado porque no podría ha-
do de verificación intersubjetiva. ber forma de identificar los nombres
Las conclusiones del Círculo de que una persona acuña con los referen-
Viena han tenido ataques por varios tes. Así, al experimentar una persona
frentes y hoy en día muy pocos filóso- una sensación particular, le llama, su-
fos estarían dispuestos a defender las pongamos, “au”. El problema ocurrirá
tesis originales del Círculo. Sin embar- la siguiente vez que quiera aplicar la
go, se puede entender la motivación palabra “au” a una sensación igual o si-
que Hempel y otros tenían al presentar milar y de forma consistente. La única
sus ideas. Se quería que la psicología forma que tendría para identificar una
fuese una ciencia, y eso suponía que sensación igual sería apelar a su me-
contara con un conjunto de proposicio- moria. La persona tendría que recordar
nes que tuvieran un significado público la sensación original y asociarla con la
y compartible que pudiera servir como sensación recurrente. Sin embargo, no
un vehículo de comunicación intersub- tendría una instancia superior para ve-
jetiva. Si las proposiciones psicológi- rificar la igualdad de las sensaciones.
cas fueran públicas tendrían que satis- Puesto que la persona utiliza un len-
facer algunas condiciones de acceso in- guaje privado, no puede utilizar objetos
tersubjetivo y para Hempel y otros solo públicos para ayudarla en la identifica-
las condiciones conductuales y físicas ción de su experiencia privada. Por lo
podían satisfacer el criterio de acceso tanto, no existe un criterio indepen-
público. diente para verificar la correcta utiliza-
Esta concepción del acceso público ción del término “au” para referirse a
se desarrolló considerablemente en la una sensación. Para Wittgenstein, la
tesis del lenguaje privado de L. Witt- solución al problema de la identifica-

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ción sería consultar a un criterio públi- Contra la segunda suposición,


co, como cuando no se está seguro de Davidson (1980) sostiene que un esta-
la hora de partida del tren y para verifi- do mental particular (como creer en al-
carla apelamos a la página del horario go o desear algo) solo se convierte en
de trenes. Pero en el caso del lenguaje una acción particular cuando opera en
privado, la sensación –que se supone conjunción con otros estados mentales
que es igual– debe ser confirmada con- del agente. No se podría establecer lo
sigo misma. El ejemplo de Wittgens- que hará una persona que tenga un es-
tein es concluyente: es como si alguien tado mental (como una disposición en
quisiera asegurarse de la veracidad de el análisis de Ryle), sin suponer otros
una noticia comprando varios ejempla- estados mentales presentes. De modo
res del mismo periódico (1953: 254). que el análisis de un estado mental co-
Como sabemos, los esfuerzos de los mo una disposición conductual reque-
teóricos del conductismo no pudieron riría apelar a otros estados mentales. Y
contrarrestar las críticas, en especial de esto es precisamente a lo que Ryle se
aquellos que cuestionaban dos suposi- opone. Un estado mental no es, pues,
ciones: 1) que cada predicado mental una disposición para cierto tipo de con-
puede ser descrito de forma conductual ducta. Más bien, los estados mentales
estableciéndose una conexión lógica; y son estados internos del agente que tie-
2) que la explicación de la conducta ne un rol causal en la producción de la
pudiera ser agotada sin referencia a es- conducta.
tados mentales internos o centrales.
Sobre la primera suposición fue LA TEORÍA DE LA IDENTIDAD
Fodor (1968) el que desarrolló el mayor
El rechazo del dualismo y del conduc-
número de ataques desde el plano pura-
tismo llevó en la década de 1960 a la
mente lógico. Según Fodor las proposi-
reconceptualización de lo mental en la
ciones acerca de lo mental y las propo-
forma de la llamada “teoría de la iden-
siciones conductuales son lógicamente
tidad”. Posteriormente, la teoría de la
independientes, de tal modo que los
identidad tuvo una modificación y se
eventos mentales pudieran ser las cau-
convirtió en la teoría funcionalista que
sas de los eventos conductuales y no que
ha influido de manera considerable en
fueran lo mismo. Si fueran lógicamente
el modo de entender el problema con-
dependientes la una tendría que estar co-
ceptual de lo mental hasta nuestros
nectada con la otra. Sin embargo, en-
contramos multiplicidad de ejemplos días, como veremos más adelante.
que demuestran que podemos tener es- La tesis central de la teoría de la
tados internos que no resultan en una identidad es que los estados y procesos
conducta observable. mentales no son nada más que los esta-

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dos y procesos del cerebro. Los estados Sin embargo, la correlación entre
mentales son, entonces, idénticos a los mente y cerebro podía funcionar ade-
estados cerebrales. cuadamente en algunos casos, pero pa-
La teoría de la identidad fue desa- recía que en otros no. En la década de
rrollada fundamentalmente por Smart 1950 se empezaba a trabajar en la inte-
(1959) y Armstrong (1965/1985), dos ligencia artificial y las conclusiones de
filósofos australianos que fueron res- la teoría de la identidad eliminaban
ponsables de lo que algunos denomina- cualquier prospecto de atribución de al-
ron “la herejía australiana” (Teichman, gunos estados mentales a cualquier co-
1988). Esta teoría tenía una doble moti- sa que no fuera humana. Puesto que si
vación: por un lado una postura ontoló- todo evento mental es un evento neuro-
gica, la concepción monista de la reali- fisiológico, entonces se excluiría cual-
dad, es decir, la suposición de que toda quier arreglo físico que no fuera exacta-
la realidad (incluida nuestra vida men- mente un evento neurofisiológico para
tal) está hecha de una misma sustancia, obtener un evento mental. Así, la posi-
la material o física. Por otro lado, una bilidad de que algo no humano tuviera
postura metodológica, la posibilidad de eventos mentales quedaba descartada.
la reducción del vocabulario mentalista Estas reflexiones llevaron a un descon-
a un vocabulario físico (al menos neu- tento con la teoría de la identidad origi-
rofisiológico) que esté más acorde con nalmente formulada.
las ciencias físicas. Esto, naturalmente, no supone nin-
Para estos teóricos, la identidad no gún tipo de dualismo o conductismo.
era de significado, es decir, la “mente” Lo único que se criticaba era una espe-
no significa “cerebro” sino solo una cie de chauvinismo cerebral para obte-
identidad de correlación. La teoría sos- ner eventos mentales. Podríamos fácil-
tenía que había una correlación entre mente imaginarnos que existen otros
las sensaciones y los procesos cerebra- seres que pudieran tener las mismas
les que eventualmente serían descritos sensaciones que nosotros pero serían
por las neurociencias. Esta identidad producidas en otros arreglos físicos.
estaba fundamentada en las correlacio- Existe evidencia de que algunas fun-
nes que empezaban a encontrarse y que ciones asociadas a eventos mentales
se parecían a las identidades que en que el cerebro realizaba en un arreglo
otras ciencias se encontraron en el pa- específico, podría hacerlo en otro arre-
sado, a saber, que el calor es movi- glo, debido a una lesión en el arreglo
miento molecular, que la luz es descar- original. De manera que sería posible
ga eléctrica y que el agua es H2O. Co- que un tipo de sensación particular
mo es de imaginar, esta teoría apostaba fuera correlacionado con diversos tipos
por el futuro de las neurociencias. de combinación física, incluyendo, por

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Filosofía y psicología: ¿Nuevamente juntas?

supuesto, nuestros queridos estados comunidad filosófica y es responsable


neurológicos. de la viabilidad de algunas de las for-
Existe una suposición más comple- mas del denominado “funcionalismo”,
ja aún, que sería que un mismo pensa- que veremos a continuación.
miento, como el estar pensando que
“hace frío”, podría ser el mismo pensa- FUNCIONALISMO
miento que “it´s cold”, o “fa fredo” y,
La idea intuitiva del funcionalismo es
sin embargo, por el hecho de que un
que los conceptos pueden aplicarse de
hablante lo diga en diferente idioma
acuerdo con lo que se puede hacer,
resulte que sea una diferente instancia
como cuando decimos que un hervidor
de estado neural.
de agua “hierve agua”. Es fácil ver có-
La posibilidad de diferentes arreglos mo todos los artefactos a nuestro alcan-
físicos para producir el mismo evento ce están conceptualizados por su fun-
mental sugirió un cambio radical en la ción. Un “carburador” en el auto tiene la
teoría de la identidad, de tal modo que función de distribuir el aire y la gaso-
un estado mental estaría correlacionado lina, de tal manera que el concepto “car-
con una variedad diferente de tipos de burador” no está definido con relación a
estados físicos. Esta idea mantendría la sus materiales de construcción sino a su
tesis ontológica materialista, pero es- función. Bien podría ser de acero, alu-
taría comprometida con una especifica- minio, plástico o el material que se crea
ción física exclusiva. Esta visión es lo conveniente. Lo aplicado a nuestros
que actualmente se llama la “tesis de la artefactos también se extiende a las
realizabilidad múltiple” (Putnam cosas vivas. Así, tenemos que un
1967/1975). La identidad podría mante- corazón es una bomba de sangre o el ojo
nerse, pero una identidad contingente un órgano para ver. Como se puede infe-
con varias posibilidades de la forma: rir, la idea de la realizabilidad múltiple

Evento mental  = evento físico (1) v (2) v (3) v (4)...

De tal modo que cualesquiera de las está presente en cualquier concepción


disyunciones de lado derecho serían de funcionalismo.
condición suficiente para la producción Para la filosofía, el funcionalismo
del evento mental . pareció proporcionar una teoría sólida
La teoría de la realizabilidad múlti- que pudiera contrarrestar los proble-
ple ha sido muy aceptada entre la mas encontrados en el conductismo y

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en la teoría de la identidad. En efecto, las palabras y la opinión general de la


el descuido del mundo interno del con- gente instruida se habrá alterado tanto
ductismo podría ser reemplazado por que uno será capaz de máquinas pen-
funciones causales mentales, sin que santes sin encontrar contradicciones”.
este reemplazo suponga una especifi- El modo que defendía su pronóstico su-
cación rígida y única para proporcionar ponía el experimento del “juego de
el mismo rol causal. Es como suponer imitación”. Según este juego, las habi-
que el bombeo de sangre solo se podría lidades de las máquinas digitales serían
hacer con un corazón de tejido orgáni- indistinguibles de las capacidades inte-
co. De hecho, se intenta construir cora- lectuales humanas.
zones artificiales que son funcional-
Por supuesto, después de más de 50
mente diseñados.
años no hemos evidenciado las pala-
Para el funcionalismo los estados bras de Turing y probablemente podre-
mentales son estados funcionalmente mos evadir el engaño que supone el
descritos de acuerdo con su rol causal. juego de imitación, pero la propuesta
Por ejemplo, el estado mental de: (1) de Turing y otros ha devenido en una
creer que hoy es jueves puede causar serie de objeciones a la posibilidad de
que yo vaya a dictar clases porque
las máquinas pensantes de un lado, y
tengo otro estado mental, (2) que creo
de la posibilidad de pensamiento artifi-
que los jueves tengo clases, y otro (3)
cial, de otro. Esta última es explorada
que creo que me descontarán si no voy
en nuestros días en los centros de in-
a clases; y quizás otro (4), que quiero
vestigación bajo el nombre de “ciencia
dictar clases. Ahora bien, estos estados
cognitiva”, sobre la que me referiré
mentales podrían causar otros estados
más abajo.
mentales y no tan solo el dictar clases.
Lo importante es que no ha habido una Las objeciones más importantes
sola especificación física. pueden ser agrupadas en dos clases:
objeciones al concepto de simulación y
El funcionalismo se vio reforzado
objeciones por la diferencia entre sin-
por la aparición paralela de la investi-
gación en inteligencia artificial. Guia- taxis y semántica.
do por los trabajos preliminares de No parece ser un problema el acep-
Turing (1950), se empezó a pensar en tar que las computadoras “computan”
los fenómenos mentales como análo- pero prácticamente ningún filósofo es-
gos con las operaciones de las máqui- taría dispuesto a admitir que las com-
nas computadoras. Las palabras de putadoras estén “pensando”. Lo curio-
Turing fueron un tanto aventuradas so es que las computadoras simulan
pero eran, conceptualmente, desafian- muy bien varios procesos asociados al
tes: “Creo que en 50 años (...) el uso de mundo mental.

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Filosofía y psicología: ¿Nuevamente juntas?

En efecto, las computadoras de hoy cir, capacidad para manejar significa-


pueden realizar complejísimos proce- dos. El clásico argumento para explicar
sos de naturaleza lógica y matemática. la diferencia la proporciona Searle
Sin embargo, no toda simulación es la (1991) y su conocido argumento del
cosa misma. Veamos por qué. “cuarto chino”. Supongamos que una
Una simulación puede representar, persona que solo conoce el idioma cas-
como cuando simulamos una bolsa de tellano es encerrada en un cuarto que
valores en un laboratorio. Podemos vi- tiene dos ventanas con las cuales se co-
sualizar y aprender qué pasaría en un munica con el exterior. Dentro del
escenario real, pero pruébese como sea, cuarto hay una pizarra que contiene
la simulación no sería la bolsa de valo- una serie de ideogramas chinos y al
res misma. Nadie en su sano juicio to- costado de cada ideograma hay una pa-
maría la simulación como la verdadera labra en castellano. La persona no sabe
bolsa de valores. Del mismo modo, una chino. Las personas que están afuera
simulación de un proceso mental no del cuarto utilizan el cuarto como un
necesariamente produciría un proceso traductor de chino al castellano. La
mental. persona que está dentro tiene el oficio
Una simulación ocurre cuando un de “traductor”. Por una de las ventanas
piloto se entrena en un llamado “simu- los de afuera ingresan un ideograma
lador de vuelo”. Las consecuencias de chino esperando la traducción. El “tra-
un error en el simulador no tienen rela- ductor” recibe el ideograma, busca en
ción con el error en un vuelo real. De la pizarra el símbolo y copia la palabra
manera que no es el mismo vuelo. Pre- que está al costado. Lo escribe en un
cisamente la diferencia entre estar en papel y lo lleva a la ventana para que
un avión y simular estarlo es la razón sea recibido por la persona que solicitó
de ser del simulador. No se permite que la traducción. Searle nos invita a tener
el piloto aprenda directamente en el la siguiente intuición: la persona que
avión sino que es entrenado en algo está dentro no sabe chino, sin embargo
que no es el avión. Análogamente, los es capaz de manipular los símbolos con
objetores de la teoría funcionalista facilidad. Una cosa es manipular sím-
computacional afirman que cualquier bolos, otra es entenderlos. Del mismo
parecido a una función mental por me- modo, una computadora trabaja con
dios artificiales continúa siendo una si- símbolos, es decir, tiene una manipula-
mulación, pero no la misma cosa. ción sintáctica, pero es incapaz de en-
La objeción de la diferencia entre tender los significados. Prueba actual
semántica y sintaxis radica en la con- de este problema la encontramos en los
cepción de que los procesos mentales correctores gramaticales, que suelen
evidencian capacidad semántica, es de- ser un tanto torpes cuando se encuen-

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tran con palabras que tienen diferentes una forma de psicología popular, en el
significados. Las computadoras actua- sentido de que utiliza lo que se deno-
les trabajan solo sintácticamente. Por minan “actitudes proposicionales”,1 ta-
ello, algunos filósofos como Searle lla- les como las “creencias” y los “de-
man a los seres humanos “motores se- seos”. De manera que lo que se dijo
mánticos”, a diferencia de las computa- anteriormente acerca de la motivación
doras que serían “motores sintácticos”. por el análisis de los conceptos encuen-
Las objeciones al funcionalismo tra un terreno muy fértil en el psico-
computacional ha generado un replan- análisis.
teamiento del funcionalismo y ha origi- De hecho, el análisis del concepto
nado una metodología que está proban- de representación mental, que ha sido
do ser mucho más efectiva, la conjun- objeto del funcionalismo (Fodor, 1998)
ción de fuerzas de diversas disciplinas es también objeto de estudio filosófico
para abordar el problema de lo mental. del psicoanálisis, puesto que las actitu-
Este replanteamiento, que no ha sido des proposicionales son representadas
exclusivo de las canteras filosóficas, ha mentalmente, como cuando “se tiene
llevado al desarrollo de la nueva cien- una sensación acerca de algo”, “se de-
cia interdisciplinaria, la ciencia cogni- sea algo” o “se percibe algo”.
tiva, que describiremos más adelante.
Estas representaciones pueden ser
lingüísticas o lingüísticamente inter-
PSICOANÁLISIS pretadas. Precisamente, la forma como
El psicoanálisis ha sido objeto de refle- son interpretadas las representaciones
xión filosófica tanto desde la perspecti- ha originado numerosas discusiones.
va de sus mismos practicantes como de Otra relación con la filosofía la en-
sus estudiosos. Veremos a continuación contramos en las preguntas metafísicas
algunos ejemplos que ilustran nuestro acerca de la naturaleza de lo mental. En
punto. el seno mismo del psicoanálisis Freud
La primera relación con la filosofía mantuvo un claro interés por encontrar
tiene que ver con lo sostenido anterior- una solución al problema mente-cuer-
mente, a saber, que el psicoanálisis es po, aunque en diversas etapas de su vi-

1 El problema de las “actitudes proposicionales” fue estudiado por primera vez por G. Frege y subsecuentemen-
te por B. Russell (1905), quien acuñó el nombre que tiene ahora. Las actitudes proposicionales más represen-
tativas son las “creencias” y “deseos” y tienen en común la “intencionalidad” que significa que toda actitud
tiene un objetivo, que es la proposición que las acompaña, como, por ejemplo, “Creo que (actitud)...”, donde
podemos colocar una proposición como “hoy es lunes” (proposición), resultando en la actitud proposicional
“Creo que hoy es lunes”.

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Filosofía y psicología: ¿Nuevamente juntas?

da esta ambición tuvo cambios. Pero lo de cientificidad tomados de las ciencias


constante de su posición era la creencia físicas, quería dotar al psicoanálisis de
en el principio de que todos los fenó- una base teórica y metodológica que
menos psicológicos tenían que ser ex- pudiera cumplir con esas exigencias.
plicables en términos de una teoría bio- Como vamos a comentar, ha habido crí-
lógica. Aun cuando tempranamente ad- ticas a la cientificidad del psicoanálisis
mitió en el Proyecto la dificultad de desde diversos frentes, pero lo que no
realizar su objetivo (Freud, 1895/1953- debiera ser objeto de disputa es la posi-
1974), nunca abandonó el principio, ción del mismo Freud acerca de los
como cuando leemos en la obra de requisitos de lo que significaría hacer
1914 Sobre la historia del movimiento ciencia. Freud, con su larga y sólida for-
psico-analítico, que “todas nuestras mación en biología y neurociencia sabía
ideas provisionales en psicología pre- de las exigencias de cualquier ciencia
sumiblemente estarán basadas algún llamada “dura”, y se podría considerar
día en una subestructura biológica” que mucho de su esfuerzo estuvo orien-
(Freud, 1953-1974, 23: 282). Por ello, tado a lograrlo en su teoría. En su penúl-
es posible afirmar que la posición fi- tima obra, Algunas lecciones elementa-
losófica de Freud con respecto al psi- les de psicoanálisis, lo dice claramente:
coanálisis era de un reduccionismo on- “La psicología, también, es una ciencia
tológico mas no metodológico. Se natural. ¿Qué más podría ser?”
aceptaría la no reducción por razones (1938/1953-1974, 23: 282).
de desconocimiento y estrategia, como En la filosofía de la ciencia, el psi-
lo afirma en Interpretación de los sue- coanálisis es un tema casi obligado
ños (1900/1953-1974): puesto que Popper (1963) lo tomó co-
No tengo ninguna inclinación de mante- mo ejemplo, junto a las teorías de
ner el dominio de lo psicológico flotan-
do, como si estuviera en el aire, sin nin- Adler y de Marx, de cómo una teoría
guna fundamentación orgánica. Pero no podría ser considerada pseudocientífi-
tengo conocimiento, ni teórico, ni tera- ca por no satisfacer el denominado
péutico, más allá de esa convicción, de
“criterio de demarcación”. De acuerdo
manera que me tengo que conducir como
si solo tuviera lo psicológico frente a mí. con Popper, las teorías científicas ge-
nuinas, tales como la teoría de la relati-
Una tercera relación importante la vidad, se distinguían de las pseudo-
podemos encontrar en el campo episte- científicas porque eran falseables, es
mológico: la pregunta por la cientifici- decir, que podían someterse a test que
dad del psicoanálisis. La respuesta a es- si no los pasaban las teorías quedaban
ta pregunta fue abordada por primera descartadas. Las teorías que no eran ca-
vez por el mismo Freud, quien cons- paces de someterse al test eran consi-
ciente de las exigencias de los criterios deradas infalseables, y por lo tanto

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Braun

pseudocientíficas. El psicoanálisis era co puede haber emergido a partir de


una de esas teorías, según Popper, que otro. Esta visión de las ciencias como
era infalseable. Teorías de la ciencia pertenecientes o bien a la explicación o
posteriores a él han demostrado que su bien a la comprensión ha originado una
exigencia era injustificable, tomando perspectiva del psicoanálisis que gene-
en cuenta la historia de la ciencia y el ralmente se agrupa con el nombre de
rol de las hipótesis auxiliares. De ma- “herméutica” (Jaspers, 1974; Ricoeur,
nera que hoy en día la crítica de Popper 1970; Habermas, 1971).
es considerada por muchos filósofos Uno de los críticos de la visión her-
como inadecuada y tiene poco efecto menéutica más prominentes en nues-
sobre nuestra concepción de lo que tros días es Grünbaum, quien provi-
constituye una ciencia o no (Putnam, niendo de la física y de la filosofía de la
1974/1991). ciencia ha hecho contribuciones nota-
Una de las respuestas al desafío que bles al cuestionamiento, replantea-
planteó Popper acerca de la cientifici- miento y respuesta de algunos proble-
dad del psicoanálisis fue abandonar la mas del psicoanálisis. Su trabajo no so-
posición freudiana de considerar al psi- lo es respetado por los críticos del psi-
coanálisis como una ciencia natural. En coanálisis sino también por renombra-
contraste con Freud, la tarea del psico- dos teóricos dentro del mismo psico-
análisis no sería la de explicar los fenó- análisis (Edelson, 1988). En contra de
menos mentales en el sentido causalis- la posición hermenéutica Grünbaum ha
ta que se usa en las ciencias naturales, sostenido que los estándares adecuados
sino de comprender los procesos men- para la evaluación del psicoanálisis de-
tales. Esta posición tiene sus fuentes en ben ser los derivados de la ciencia em-
la taxonomía propuesta por Dilthey en pírica, y la división propuesta por
psicología (1894/1977) y Jaspers en Dilthey y sus seguidores obedece a una
psiquiatría (1959/1962), en la que se incomprensión de los fundamentos de
contrasta la explicación con la com- las ciencias físicas (Grünbaum, 1984).
prensión. Las ciencias naturales buscan Este autor ha cuestionado la tesis po-
explicar utilizando leyes universales y pperiana de la infalsabilidad del psi-
conexiones causales generales. En coanálisis (Grünbaum, 1977). Conside-
cambio, la psicología (y otras discipli- ra que el psicoanálisis es una ciencia
nas sociales o humanas) trabaja con re- (en contra de Popper), y que es una
glas y a lo más conexiones causales ciencia empírica (en contra de los “her-
particulares. De acuerdo con Jaspers, el menéuticos”). Pero, con respecto a la
objetivo de la psiquiatría (y psicología pregunta de si el psicoanálisis es una
por extensión) es la comprensión em- buena ciencia, la respuesta de
pática de cómo un fenómeno psicológi- Grünbaum es negativa. Mucha de su

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Filosofía y psicología: ¿Nuevamente juntas?

obra ha sido la defensa de esta última (Gardner, 1985) es, por definición, in-
conclusión. El psicoanálisis no solo terdisciplinaria. Sus practicantes suelen
tiene problemas derivados del uso de asociar las disciplinas que mejor han
los datos clínicos, sino también por los colaborado para entender los proble-
modos de razonamiento que Freud uti- mas acerca del funcionamiento mental,
lizó para proporcionar evidencia a particularmente el cognoscitivo (adqui-
favor de su teoría (1984). sición, almacenamiento y uso de la ac-
tividad inteligente): psicología cogniti-
CIENCIA COGNITIVA va, filosofía, inteligencia artificial o
ciencia de la computación, lingüística y
Aún es prematuro para poder identifi-
neurociencia. Algunos añaden la antro-
car claramente las características de la
pología.
ciencia cognitiva. Según algunos cien-
tíficos, que están trabajando en depar- Los psicólogos cognitivos están inte-
tamentos con ese nombre, la ciencia resados en entender las capacidades
cognitiva solo es la denominación que mentales, como la atención y la memo-
permite buscar fondos o administrar el ria; los lingüistas se dedican al estudio
pago de los salarios (Searle, 1995). Pe- de la estructura del lenguaje humano y
ro parece que hay algo en común en las la naturaleza de la adquisición del len-
convicciones de las personas involu- guaje; los filósofos están dedicados a la
cradas: una reacción en contra de lo lógica y la búsqueda de sentido, y a la
que fue el paradigma dominante en la aclaración conceptual de términos como
psicología: el conductismo. la información y el conocimiento; los
científicos de la computación quieren
Ya hemos visto algunos de los pro-
desarrollar la inteligencia artificial y, fi-
blemas filosóficos del conductismo,
nalmente, los neurocientíficos estudian
pero las alternativas han traído otro
la organización del sistema nervioso y
grupo de problemas. Por ello, muchos
su función.
científicos consideraron que el mejor
camino para entender uno de los proce-
sos más complejos de la mentalidad PAPEL DE LA FILOSOFÍA EN LA CIENCIA
humana, la cognición, se debía de con- COGNITIVA

tar con la asistencia de personas de di- Como se sabe, la filosofía es una disci-
versas especialidades. Los primeros plina que estudia los fundamentos de
acercamientos interdisciplinarios ocu- las cosas. En ese sentido, no solo puede
rrieron entre la naciente psicología ayudar a establecer las bases en las que
cognitiva y la inteligencia artificial. se construye el conocimiento sino, ade-
La ciencia cognitiva o también lla- más, puede hacer un seguimiento de la
mada “la nueva ciencia de la mente” justificación del conocimiento confor-

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Braun

me se crea. Los filósofos pueden ayu- plinas que permiten un mejor esclareci-
dar a los científicos a clarificar el obje- miento y, sin duda alguna, una posibili-
to de estudio, la normatividad de los dad de solución al problema del fenó-
métodos y las relaciones entre las dife- meno mental.
rentes teorías de la ciencia y teorías
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sionales que han sido expuestos a esta Dilthey, W. (1894/1977). Descriptive psy-
visión interdisciplinaria, puede incre- chology and historical understanding.
mentarse nuestra comprensión de los The Hague: Martinus Nijhoff.
fenómenos mentales a partir de la in- Edelson, M. (1988). Psychoanalysis: A
vestigación colaborativa. theory in crisis. Chicago: University of
Es oportuno señalar que el ideal que Chicago Press.
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pero en mayor dimensión, puesto que Fodor, J. (1998). Cognitive Science: Where
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