Chopra,
C. Naranjo, L. Greene,
J. Lilly, E. Erikson, R. Dass,
A. Lowen, K. Homey y otros
¿QUIEN SOY
YO?
Tipos psicológicos y autorrealización
K
editorial L/ airós
Numancia, 117-121
08029 Barcelona
Título original: WHO AM I?
Traducción: Femando Mora y David González Raga
Diseño portada: Ana y Agustín Pániker
ISBN: 84-7245-328-6
Dep. Legal: B-28.084/2005
Todos Jos derechos reservados. N o está perm itida la reproducción total ni parcial de este libro, ni
la recopilación en un sistem a inform ático, ni la transm isión por m edios electrónicos, m ecánicos,
p o r fotocopias, po r registro o po r otros m étodos, salvo de breves extractos a efectos de reseña, sin
la autorización previa y p o r escrito del ed ito r o el propietario del copyright.
A mi esposa Ayhan, cuyo amoroso apoyo ha resultado esen
cial tanto para este proyecto como para toda mi vida.
AGRADECIMIENTOS
9
Agradecimientos
11
Introducción
13
Introducción
14
1
Introducción
15
Introducción
17
Introducción
18
Introducción
19
Introducción
20
Introducción
21
populares aparecidas siglos antes del nacimiento de la moder
na psicología y constituyen enfoques sobre la naturaleza hu
mana que han demostrado su utilidad a lo largo de los siglos.
Estas psicologías populares sehandesarrolladoenmultitudde
culturas, entre las cuales cabe destacar la griega, la hindú, la
china yla nativa americana.
Cada uno de los distintos sistemas tipológicos de la perso
nalidadquepresentamos eneste libronos ofrece unacontribu
ciónsingular al autoconocimiento. Cadaunode ellos seocupa
deciertas relaciones -no siempreevidentes- entreel cuerpo, la
mente ylas emociones. Hayquienes, por ejemplo, subrayanla
importancia de las relaciones afectivas mientras que otros ha
cen un especial hincapié en las conclusiones intelectuales. La
mayor parte de nosotros consideramos inconscientemente que
los demás funcionan del mismo modo en que lo hacemos no
sotros y a menudo nos resulta sorprendente que respondande
manera diferente. La tipología, pues, nos enseña que hay im
portantes diferencias sistemáticas entre los individuos.
Todos queremos comprendemos anosotros mismos y a los
demás con más claridad. Es por ello por lo que solemos que
damos fascinados ante la promesa de las diversas tradiciones
tipológicas. Cada sistemanos proporcionaunaimagendistinta
que arrojaluz sobrelos diferentes tipos defuncionamientodel
ser humanoynos capacitaparapercibir alos demás desdeuna
perspectiva más adecuada que la que nos proporciona nuestro
propiopuntode vista.
WilliamSheldon señala que el gran detective de ficción
SherlockHolmes es, enmuchos sentidos, el paradigmadel ec-
tomorfo perfectamente intelectual. Conan Doyle nos presenta
a un Holmes delgado e intenso que no se sentía afectado por
las emociones ylas pasiones queafligenalamayorparte dela
humanidad. El personaje de Holmes parece ser purointelecto,
alguien fríamente racional ylógico, capaz de concentrarse, de
realizar un intenso esfuerzo intelectual y de llevar a cabo ex
traordinarios análisis deductivos.
No obstante, unode los defectos del retrato que nos ofrece
22
Introducción
sir Arthur Conan Doyle sobre Holmes tiene que ver con su
abuso del tabaco y del opio. Según Doyle, Holmes era capaz
de fumarse un paquete de fuerte tabaco de pipa en una sola no
che. Pero, según Sheldon, fue el mismo carácter endomorfo de
Conan Doyle, que fumaba de continuo, el que le llevó a con
cebir a Holmes como un fumador empedernido. Sin embargo,
en la vida real esos excesos hubieran tenido efectos devastado
res sobre el organismo de un ectomorfo enjuto y sensible. Este
ejemplo constituye un excelente recordatorio de que si quere
mos trabajar adecuadamente con los tipos humanos debemos
conocer nuestro propio tipo y sus debilidades.
Un buen sistema tipológico nos ayuda a descubrir nuestras
fortalezas y nuestras debilidades. Si carecemos de la adecuada
comprensión personal es muy probable que sólo advirtamos
nuestra propia fortaleza en los demás y que los juzguemos
muy severamente si reflejan nuestras debilidades. El tipo jun-
guiano sensación, por ejemplo, tiende a valorar exclusivamen
te a quienes demuestren dominar los hechos y los detalles. Los
delgados intuitivos valoran a quienes pueden sintetizar com
plejas informaciones en una nueva totalidad y tienden simultá
neamente a desdeñar a aquellos otros a quienes «los árboles
les impiden ver el bosque». Los tipos sentimiento responden a
quienes tienen una fuerte sensación de los valores humanos y
de los ideales elevados. Los tipos pensamiento, por su parte,
valoran a las personas claras, lógicas e inteligentes y tienden a
devaluar a quienes son bondadosos pero no muy brillantes.
Un sistema tipológico útil también nos ayuda a clarificar
nuestra percepción de los demás centrando nuestra atención en
las pautas y los rasgos distintivos propios de ciertos tipos de
persona. Si soy consciente de la constitución muscular meso-
mórfica de un amigo, por ejemplo, podré comprender y antici
par sus preferencias por la acción antes que la planificación y
la reflexión. Yo puedo creer que la acción sin planificación es
una pérdida de tiempo pero comprenderé la predisposición de
mi amigo mesomorfo a «mover las cosas» más que sentarse a
pensar en ellas.
23
Introducción
24
Introducción
TIPOLOGÍAS Y RELACIONES
25
Introducción
26
Introducción
27
Introducción
28
Á
Introducción
29
Introducción
30
Introducción
31
Introducción
TIPOS DE TIPOLOGÍAS
33
i
Introducción
Tipologías binarias
34
i
Introducción
optimista-pesimista día-noche
activo-pasivo sol-luna
ordenado-desordenado caliente- frío
preciso-difuso seco-húmedo
orgulloso-humilde feliz-triste
celestial-terrestre cabeza-corazón
sagrado-profano compasivo-inflexible
verbal-visual nacido una vez-nacido dos veces
lógico-intuitivo dirigido desde dentro-dirigido
pragmático-idealista desde fuera
objetivo-subjetivo cerebro derecho-cerebro izquierdo
tipo A-tipo B pensamiento-sentimiento
introvertido-extravertido
35
Introducción
36
Introducción
Tipologías ternarias
37
Introducción
38
Introducción
39
Introducción
40
Introducción
Tipologías cuaternarias
41
Introducción
Pensamiento Sentimiento
Sensación
Percepción
Intuición
Dominancia
Complaciente Dominante
Sociabilidad
43
Introducción
Producción
Dirección Dirección
Mucho Interés <<club de camP0>> <<de equipo»
Dirección
Dirección «Autoridad-
Poco Interés «empobrecida» sumisión»
Introducción
Tipologías senarias
45
Introducción
46
I
Introducción
Tipologías de ocho
Sensación Sensación
Percepción Percepción
Intuición Intuición
Introvertido Extavertido
47
Introducción
Tipologías de nueve
Tipologías de doce
49
capítulo 19laconocidaastrólogayanalistajunguianaLiz Gre-
ene también describe las diferentes relaciones existentes entre
estos signos.
La astrología china también habla de doce tipos. El calen
dario lunar chino -que data del año 2637 antes de JC- es el
más antiguo registro cronológico conocido de la historia. Los
doce años del zodiaco chino están relacionados con doce ani
males. Según dice la leyenda, sólo doce animales se despidie
ron de Buda antes de que abandonara la tierra y él iba nom
brando un año tras otro en el mismo orden en el que iban
desfilando: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo,
camero, mono, gallo, perro yjabalí. En el capítulo 20, Theo-
dora Lau afirma que, según la astrología china, el animal que
gobierna el añode nuestronacimiento ejerce unapoderosa in
fluenciasobrenuestravida. Segúnunantiguoproverbiochino,
éste es el animal que se oculta ennuestro corazón.
La astrología terrestre nativa americana también está basa
daenuncalendariolunar. SunBear yWabunseñalan, enel ca
pítulo 21, que cada una de las cuatro estaciones está asociada
con una de las cuatro direcciones cardinales, la hora del día y
un animal. Así, el invierno está ligado al norte, la noche y el
búfalo blanco; la primavera al Este, la mañana y el águila; el
verano al Sur, el mediodía yel coyote y el otoño, por último,
al Oeste, la tarde y el oso pardo. Además, cada mes tiene su
propio animal, planta, mineral ycolor.
EL TRABAJOCONLOS SISTEMAS
TIPOLÓGICOS
El extraordinario interés que han despertado sistemas tales
como la astrología, el eneagrama y la tipologíajunguiana re
fleja nuestra comprensión intuitiva de la existencia de impor
tantes diferencias cualitativas entre las personas. Es por ello
que cualquier teoríaque intente tratar alas diferentes personas
del mismo modo está condenada a tener una utilidad práctica
50
limitada. Las diferentes teorías tipológicas asumen que la va
riabilidad aparentemente azarosa existente en la conducta hu
mana no es tan azarosa comoparece sino que se basa enunas
pocas diferencias básicas en nuestro funcionamiento, lo cual
nos proporciona un atisbo de orden en medio del caos, una
pauta enel senode ununiverso aparentemente arbitrario.
El hecho de que ningún sistema tipológico concreto haya
recibidouna aclamaciónuniversal comoel enfoque más exac
to y útil debe suponer que los sistemas tipológicos más acep
tados sonútiles para determinadas personas. Tal vez un deter
minado sistemapueda proporcionar explicaciones interesantes
para una determinada persona en un momento dado y otro
pueda hacerlo para otra -o para esa misma persona- en otro
momento. Así pues, más que decantamos por un sistemaypor
renunciar a todos los demás, creemos que el enfoque más útil
es el de considerar que todas las tipologías son herramientas
potencialmente útiles y que, como ocurre con cualquier otra
herramienta, lo único que debemos saber es cuándo y cómo
utilizarlas más adecuadamente.
Si queremos tomamos enseriolanocióndetipologíadebe
mos suponer que es muy probable que nuestro tipo humano
nos lleve a preferir un cierto sistema tipológico sobre los de
más. Así, por ejemplo, es más probable que alguienque seha
lle fuertemente orientadohacia el pensamientoprefiera un sis
tema intelectual sofisticado y complejo mientras que alguien
que seamuyperceptivo seinclinará hacia otro sistema que in
cluya una minuciosa descripción de las diferencias existentes
entre los diferentes tipos.
He descubiertoque lamejor manera de trabajar consiste en
apoyarse parcialmente en todos y cada uno de los sistemas ti
pológicos. Los distintos tipos quenos presentaundeterminado
sistema se acomodan mejor a ciertas personas que a otras, en
otras palabras, hay personas que parecen ser «escorpios»,
«INFP» junguianos o «nueves» eneagramáticos. Algunas ve
ces, uncierto sistemaparece acomodarse aundeterminadoin
dividuocomoun anillo al dedo. Sinembargo, aunentales ca
51
Introducción
sos, el ajusteesprobablementemejor enciertos días, oencier
tos años, queenotros. Tengoserias dudas deque una determi
nada descripciónindividual de untipo se adecúe perfectamen
te auna determinadapersona, especialmente enel casode que
el individuo haya alcanzado un determinado grado de creci
mientopersonal ode desarrollo interno.
Creoquecuantomás nos desarrollamos ycuantomás cons
cientes somos, menos nos acomodamos a nuestro tipo de ori
gen. Hayque tener encuenta que lamayor parte de las teorías
tipológicas al uso han sido desarrolladas observando a un nú
mero considerable de personas y que la mayoría de la gente,
lamentablemente, no es muy consciente de sí misma y su de
sarrollo interno es relativamente pobre. Así pues, en la medi
daenque crecemos psicológicayespiritualmente tambiénva
mos escapando de nuestra determinación tipológica. Hay
sistemas que afirmanque nuestro tipo está determinado cons
titucionalmente y que es imposible escapar de su influjo, que
ése es nuestro destino; otros afirman que es imposible tras
cender nuestro tipo; otros, por último, como los Woolger, por
ejemplo, nos presentan sistemas en los que podemos despla
zamos de nuestrotipooriginal yalcanzar untipomás profun
doycentral.
Otro problema que acompaña a los distintos sistemas tipo
lógicos es su elevado poder seductor. Ciertamente, un buen
sistema tipológico puede ser extraordinariamente útil para or
ganizar y resumir una gran cantidad de información práctica
sobre nosotros mismos y sobre los demás. Sin embargo, tam
biénes extraordinariamente sencillometer aalguienenunaca-
jita olvidandoque se trata de un individuoúnico yreal. Ental
caso, la etiqueta se convierte entonces enun sustituto que nos
impide ver a los demás comorealmente son.
Desafortunadamente, sinembargo, algunas personas consi
deran que los sistemas tipológicos tienen la última palabra.
Quizás la falta de confianza en sí mismos les lleve a pensar
que todas las respuestas importantes estánenunciertosistema
yque seránmejor comprendidos si sepresentantotalmentene
52
gros ytotalmente blancos yhacentodoloposible por adaptar
se a ese sistema. En ocasiones sentimos que somos los culpa
bles de no ajustamos perfectamente a un sistema sin tener en
cuenta que el fallopuederesidir enel mismo sistemayque no
existeningúnsistemaque seadapteperfectamentebienatodas
las personas.
Cuando alguien se identifica excesivamente conuna deter
minada tipología comienza a creer «yo soy un capricomio» o
que «yosoy un “cinco”». Enrealidad, sería más adecuado de
cir que «la descripción de capricomio se adapta mejor a mis
pautas deconductayme ayudaacomprenderme amí mismo».
Esto, al menos, deja lapuerta abierta a otras posibilidades.
Enciertomodo, nosotros somos todos los tipos decadauno
de los sistemas. Todos nosotros compartimos fundamental
mente el mismo instrumental. Las diferencias fisiológicas
existentes entre nosotros pueden ser reales pero son funda
mentalmente una cuestión de grado. Por ejemplo, algunos de
nosotros hemos nacidozurdos yotros diestros, unaconsecuen
cia, segúnlamoderna investigacióncerebral, de ladistintado
minancia hemisférica, ya que si el hemisferio dominante es el
derecho, la persona será zurda yviceversa. La mayor parte de
las personas eligen utilizar sumanopreferida, locual refuerza
sutendenciainnata. Noobstante, es posible que alguienapren
daautilizar sumanonodominanteyque ellolereporteunde
sarrollo considerable de nuevas habilidades. Esto podemos
verlo, por ejemplo, en aquellos casos en que la mano domi
nante sufre una lesión yel individuo tiene que aprender a tra
bajar conla otra mano.
Tal vez sea correcto decir «yo soy zurdo» pero con esta
afirmaciónrealmente estamos queriendo decir que «me siento
mucho más cómodo y mucho más competente utilizando mi
manoizquierday probablemente me sentiríamuchomenos có
modo y mucho menos eficaz si decidiera utilizar la derecha»,
lo cual es algo muy distinto a afirmar «sólo puedo utilizar mi
mano izquierda ynopuedo ni siquiera comprender a los dies
tros (ymucho menos funcionar eficazmente con mi mano de-
53
Introducción
TIPOLOGÍAS PSICOLÓGICAS
í
>
i
Lainfluencia de SigmundFreud, el fundador del psicoaná
lisis acomienzos deeste siglo, ha sidodecisivasobretodos los
que, desde entonces, hanescrito sobrepsicologíahumana. Las
distintas teorías tipológicas que presentamos en esta sección
estándirectamente inspiradas enla obra de Freud.
Freud observó que sus pacientes presentaban una serie de
características comunes yterminódesarrollandouna teoría so
bre el carácter. Advirtió, por ejemplo, que el orden, laobstina
ción y la avaricia no sólo parecían estar relacionados entre sí
sino también con los problemas infantiles ligados al aprendi
zaje del control de los esfínteres. Amedida que el psicoanáli
sis fue desarrollándose, Freud cambió su foco atencional des
delos síntomas individuales alaobservacióndelos temas yde
las pautas que mostraban sus pacientes.
Freud llegó a creer que la forma que asume lapersonalidad
está determinada por el modo en que el individuo resuelve los
conflictos conlos que tropiezaenlos estadios evolutivos psico-
sexuales desuinfancia, alosquedenominóestadios oral, anal y
fálico. Éstos tienenlugar durantelosprimeros tresocuatroaños
devidayvanseguidosporunperíododelatenciaquefinalizaal
llegar a la adolescencia. Después del período de latencia, un
adultosanoymaduroterminaentrandoenel estadiogenital.
Estos estadios psicosexuales del desarrollotambiénpueden
ser considerados como distintos tipos de personalidad ya que
si alguienqueda estancadoenundeterminadoestadioevoluti
vo, este estadioacabadeterminando, enciertomodo, superso
nalidad. O, como señaló Freud, un individuo puede permane
cer fijado a un determinado estadio temprano del desarrollo
aunque sigaevolucionandohacia otros estadios.
57
Tipologías psicológicas
58
i
Introducción
59
1. TIPOS CARACTERIALES:
ORAL, ANAL, FÁLICO Y GENITAL
Sigmund Freud
60
Tipos caracteriales: oral, anal, fálico y genital
61
Tipologías psicológicas
62
Tipos caracteriales: oral, anal, fálico y genital
63
2. TRES MODALIDADES DE
PERSONALIDAD: OBTENER,
TOMAR Y HACER
Erik Erikson
65
Tipologías psicológicas
la
central; se agotará o descubrirá su pulgar y maldecirá al mun Pe
do. También la madre tratará de forzar las cosas, introducién zo
dole a la fuerza el pezón en la boca, modificando ansiosamen mi
te las horas y las formas de lactancia o siendo incapaz de ra
relajarse durante el procedimiento -inicialmente doloroso- de de
la lactancia.
Ahora bien, en una segunda etapa, se desarrolla y madura er
la capacidad para asumir una actitud más activa y dirigida y el jjé
placer derivado de ella. Aparecen los dientes y, con ellos, el n
placer inherente a morder cosas duras, que no ceden a la pre- cj
sión, a morder objetos blandos y a destrozar otros con los a
dientes. Mediante una representación configurativa podemos q,
ver (como ocurría con la primera modalidad incorporativa) 0(
que la modalidad correspondiente a morder incluye una diver- j-¡
sidad de otras actividades. Los ojos, que al comienzo forman
parte de un sistema relativamente pasivo de recepción de im
presiones a medida que aparecen, ahora han aprendido a enfo- £
car, a aislar, a «captar» objetos, a rescatarlos de un fondo más y
vago y a seguirlos con la mirada. También los órganos de la
audición han aprendido a discernir los sonidos significativos, a
localizarlos y a dirigirse hacia ellos modificando la posición de c
su cabeza (levantando y girando la cabeza o levantando y gi- n
rando la parte superior del cuerpo). Los brazos han aprendido c
a extenderse y las manos a asir en forma más intencional.
Con todo esto se establece una serie de patrones interperso- ^
nales centrados en la modalidad social de tomar y aferrarse a
las cosas, que se ofrecen y se dan más o menos libremente, y ¿
cosas que tienen una cierta tendencia a escaparse. Cuando el
niño aprende a cambiar de posición, a girar sobre sí mismo, y c
muy gradualmente a sentarse, debe perfeccionar los mecanis- i,
mos correspondientes a captar, investigar y apropiarse de todo v
lo que se encuentre a su alcance. c
En el estadio II, modalidad 2 (incorporar mordiendo), pre- c
domina la zona oral. El progreso significa aquí que la libido j
del niño sigue avanzando a fin de conferir poder a una según- ¡
da modalidad orgánica que, a su vez, terminará conduciendo a
66
¡
Tres modalidades de personalidad: obtener, tomar y hacer
67
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Tipologías psicológicas
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Tres modalidades de personalidad: obtener, tomar y hacer
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Tipologías psicológicas
70
Tres modalidades de personalidad: obtener, tomar y hacer
PREGENITALIDAD Y GENITALIDAD
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3. ACERCARSE, OPONERSE Y ot
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ALEJARSE DE LOS DEMAS 4
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Acercarse, oponerse y alejarse de los demás
73
Tipologías psicológicas
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74
Acercarse, oponerse y alejarse de los demás
75
Tipologías psicológicas
g
OPONERSE A LOS DEM ÁS h
c
Del mismo modo que el tipo complaciente se aferra a la c
creencia de que los demás son «buenos» y continuamente se
halla desconcertado con la evidencia contraria, el agresivo, por c
76
Acercarse, oponerse y alejarse de los demás
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Tipologías psicológicas
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Acercarse, oponerse y alejarse de los demás
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Tipologías psicológicas
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Acercarse, oponerse y alejarse de los demás
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Tipologías psicológicas
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i
SEGUNDA PARTE:
TIPOS Y ARQUETIPOS
JUNGUIANOS
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i
La tipología junguiana constituye, después de la astrología,
el más difundido y ampliamente utilizado de todos los siste
mas tipológicos. La introversión y la extraversión, por ejem
plo, dos de los conceptos principales de la tipología junguiana,
han llegado a convertirse en términos de uso cotidiano. Por su
parte, el indicador de tipo de Meyers-Briggs, basado en la ti
pología junguiana, es el test de personalidad más empleado en
todo el mundo y ha alcanzado una enorme difusión no sólo en
el mundo empresarial -donde ha demostrado ampliamente su
eficacia en la consolidación de los equipos de trabajo, la co
municación y las relaciones interpersonales- sino también en
tre las muchas personas que están verdaderamente interesadas
en el autoconocimiento y el crecimiento personal.
Jung señalaba que no existe una tipología pura y, por con
siguiente, que tampoco podemos hablar del tipo extravertido o
del tipo introvertido puro. Jung comparaba estos dos procesos
con el latido cardiaco ya que para que el corazón pueda fun
cionar debidamente debe producirse una alternancia rítmica
entre la contracción (introversión) y la expansión (extraver
sión). Así pues, aunque todos tendamos a funcionar según un
determinado tipo, el ideal, sin embargo, no consistiría tanto en
permanecer atados a un determinado modo de reaccionar sino
en flexibilizamos lo suficiente como para ser capaces de cam
biar de actitud cuando la situación así lo requiriese.
En 1921, Jung publicó la primera edición de su libro Tipos
psicológicos, en el que trataba de explicar, entre otras cosas,
las irreconciliables diferencias que le separaban de Freud. Jung
se había dado cuenta de que no sólo difería con Freud en cier
tas cuestiones prácticas y en determinadas interpretaciones te-
87
Tipos y arquetipos junguianos
T
óricas sino que también tenían diferentes maneras de concebir
el mundo -diferencias que estaban basadas en su distinta tipo
logía personal- de las cuales sus teorías no eran más que un
simple reflejo. En el capítulo 4 del presente volumen, Jung re
flexiona sobre el desarrollo de su teoría tipológica revisando
las actitudes básicas de la extraversión y la introversión y las
cuatro orientaciones fundamentales, el pensamiento, el senti
miento, la sensación y la intuición.
En el capítulo 5, James Hillman, destacado psicólogo de los
arquetipos, nos ofrece una aguda crítica sobre la tipificación,
explicando que la mayoría de las personas hacen uso de ella
para llegar a establecer vagas generalizaciones sobre sus se
mejantes y, de este modo, acaban negándose a sí mismos la
percepción directa de los demás. Hillman nos recuerda que los
tipos son categorías elásticas, fluidas e imprecisas, como ocu
rre, por ejemplo, con los estilos literarios o los períodos histó
ricos «típicos». Esto difiere notablemente de la naturaleza es
tática y rígida de cualquier sistema de clasificación en el que
cada elemento es asignado inexorablemente a una determinada
clase o excluido inequívocamente de ella. Según Hillman, la
confusión existente entre estas dos aproximaciones es la cau
sante del uso indebido de la tipificación.
Los tres capítulos restantes de esta sección nos describen ti
pologías arquetípicas. El término arquetipo -uno de los con
ceptos más complejos creados por Jung- es una palabra com-
i puesta por los términos arche, «primero», y typos, «huella».
| Los arquetipos constituyen, pues, los patrones básicos o pri-
\ mordíales del psiquismo que operan en un nivel psicológico
\ más profundo que el inconsciente personal.
Jung desarrolló la noción de los arquetipos a partir de las
experiencias de sus pacientes. Un buen número de éstos des
cribían sueños y fantasías que se referían a ideas e imágenes
excepcionales cuyo contenido no podía derivarse de la expe
riencia biográfica de los individuos. De este modo, Jung des
cubrió la existencia de una estrecha correspondencia entre es
tos contenidos oníricos y los motivos religiosos y míticos que
88
Introducción
89
Tipos y arquetipos junguianos
C. G. Jung
91
Tipos y arquetipos junguianos
92
Reflexiones sobre los tipos psicológicos
93
Tipos y arquetipos junguianos
95
Tipos y arquetipos junguianos
99
Tipos y arquetipos junguianos
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J
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i
100
5. EL LADO OSCURO
DE LOS TIPOS
James Hillman
101
Tipos y arquetipos junguianos
102
í
El lado oscuro de los tipos
103
Tipos y arquetipos junguianos
105
Tipos y arquetipos junguianos
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El lado oscuro de los tipos
107
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6. LA DIOSA INTERNA: un t
intu
UNA TIPOLOGÍA JUNGUIANA deai
pío,
DE LA MUJER bla
dios
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Jennifer Barker Woolger y Roger J. Woolger opei
revi
1
Cuando hace varios años comenzamos a organizar semina tipo
rios sobre el retomo de la diosa bajo el ropaje de formas muy lida
diversas, no nos esperábamos la enorme variedad e intensidad care
de las reacciones que despertaron en buena parte de las muje de i
res y hombres que han participado en ellos. Así, por ejemplo, son
después de una conferencia o de un pase de diapositivas, una indt
mujer podía tomar la palabra durante media noche y relatamos edu
apasionadamente el amor de su vida, lo que significa para ella tepe
tener hijos y sus frustraciones profesionales, llegando, incluso, I
en ocasiones, a afirmar: «Me habéis proporcionado un nuevo par<
lenguaje para hablar sobre mí misma. Nunca antes había teni que
do tanta claridad». psic
No queremos, sin embargo, dar la impresión de que el tra que
bajo con este nuevo lenguaje de lo femenino consiste exclusi tir <
vamente en lograr una comprensión intelectual. En realidad, pur;
esto implica el compromiso profundo y decidido con las fuer disi
zas femeninas que viven dentro y a través de nosotros. Es ne En
cesario, en suma, tener conciencia de las presencias espiritua- culi
108
La diosa interna: una tipología junguiana de la mujer
109
Tipos y arquetipos junguianos
cup
dios de comunicación se ocupan de las vidas de las personas alte
famosas.
Una diosa, por consiguiente, es la forma que asume un ar de
quetipo femenino en el contexto de un relato épico o mitológi ya
co. En los cuentos de hadas este arquetipo puede aparecer dis tos
frazado de princesa, reina o bruja. Cuando soñamos o de
ensoñamos, nuestra mente inconsciente extrae imágenes ar-
quetípicas de ese trasfondo común cultural al que Jung deno cié
minaba inconsciente colectivo. Así, por ejemplo, en lugar de cu
representar el arquetipo femenino del poder, en lugar de una so
reina o de una diosa mitológica como Hera, podemos soñar
con Margaret Thatcher o con una matriarca de telenovela
como la Angela Channing de Falcon Crest. es
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LOS PRINCIPALES TIPOS DE DIOSAS
110
La diosa interna: una tipología junguiana de la mujer
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La Rueda de las D iosas
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La diosa interna: una tipología junguiana de la mujer
113
Tipos y arquetipos junguianos
114
La diosa interna: una tipología junguiana de la mujer
DIFERENCIAS Y SIMILITUDES:
DÍADAS DE DIOSAS
115
Tipos y arquetipos jun guíanos
116
La diosa interna: una tipología junguiana de la mujer
119
Tipos y arquetipos junguianos
120
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La diosa interna: una tipología junguiana de la mujer
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7. LOS CUATRO ARQUETIPOS
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Robert Moore y Douglas Gillette A
s:
q
Los arquetipos masculinos del Rey, el Guerrero, el Mago y q
el Amante han ido adquiriendo una importancia progresiva
dentro y fuera de los Estados Unidos. En nuestra opinión, los a
descubrimientos psicológicos sugeridos en este artículo supo
}
nen una ruptura potencialmente revolucionaria que nos permi e
te decodificar las estructuras fundamentales profundas del ser t
humano. Esta decodificación de lo que Cari G. Jung denomi
naba el «doble cuaternario», se origina en la visión junguiana
del Self arquetípico pero expande y amplía nuestra compren
sión de la geografía interna mucho más allá de la obra de Jung.
Nuestro trabajo, por consiguiente, no sólo delimita claramente
los contenidos y las capacidades psicológicas de los «cuatro
cuadrantes» sino también dos oposiciones dialécticas funda
mentales integradas en la dinámica del self profundo; el Rey(o
Reina)/Mago y el Amante/Guerrero.
* «King, Warrior, Magician, Lover» de Robert Moore & Douglas Gilette, publicado
en lengua española por Ediciones Paidós Ibérica, S.A. bajo el título La nueva mascu-
linidad: rey, guerrero, mago y amante.
122
Los cuatro arquetipos masculinos
EL R EY
123
Tipos y arquetipos junguianos
124
Los cuatro arquetipos masculinos
EL GUERRERO
125
Tipos y arquetipos junguianos
126
Los cuatro arquetipos masculinos
127
Tipos y arquetipos junguianos
128
Los cuatro arquetipos masculinos
129
Tipos y arquetipos junguianos
130
Los cuatro arquetipos masculinos
EL AM ANTE
131
Tipos y arquetipos junguianos
T
artista, el estudio del erudito creativo y el montón de papeles rar en
que se acumulan sobre el escritorio del oficinista. sensac
La sensibilidad hacia todas las cosas externas e internas va cibir 1
acompañada necesariamente de la pasión. Las relaciones esta que tí
blecidas por el Amante no son de naturaleza intelectual sino mund
que se producen a través del sentimiento. Todos nosotros sen la suf
timos, bajo la superficie, un apasionado anhelo primordial sobre'
pero el Amante, que se halla en estrecho contacto con el in janos
consciente, está también en contacto con el «fuego» de la vida
que, en el nivel biológico, da lugar a los procesos metabólicos.
El amor, como todos sabemos, es «cálido» y, con mucha fre
cuencia, «demasiado ardiente como para poder soportarlo fá
cilmente».
El hombre que se halla bajo la influencia del Amante quie
re tocar y ser tocado, desea tocarlo todo y, del mismo modo,
ser influido física y emocionalmente por todo; sabe que no
existe ningún tipo de fronteras y desea experimentar la rela
ción que siente entre el poderoso mundo interior de sus senti
mientos y el mundo exterior de las relaciones interpersonales.
En última instancia, su anhelo fundamental es el de experi
mentar plenamenté el mundo sensorial.
Independientemente del nombre que le otorguemos, el
Amante constituye el patrón primordial de la energía de la vi
talidad y la pasión que subyace a las grandes necesidades pri
mordiales de nuestra especie en cuanto a sexo, alimentación,
bienestar, reproducción, adaptación creativa a las dificultades
de la vida y, en última instancia, la búsqueda de un significado
sin el cual los seres humanos no pueden llevar adelante su
vida. El Amante, pues, constituye el impulso que nos motiva a
satisfacer todos estos anhelos.
El arquetipo del Amante resulta de especial importancia
para el psiquismo porque representa la energía de la sensibili
dad hacia el mundo externo y constituye, de este modo, lo que
los junguianos denominan la «función de la sensación», es de
cir, la función del psiquismo que se ocupa de todos los detalles
de la experiencia sensorial o la facultad que nos permite repa
132
Los cuatro arquetipos masculinos
rar en los colores, las formas, los sonidos, los aromas y las
sensaciones táctiles. Sin embargo, el Amante no se limita a re
cibir las impresiones sensoriales procedentes del exterior, sino
que también controla las transformaciones sensoriales de su
mundo psicológico interno. No es difícil apreciar el valor para
la supervivencia de este potencial energético en la lucha por
sobrevivir en un mundo hostil llevada a cabo por nuestros le
janos antepasados roedores.
8. ELTAROTYLOSTIPOSDE
PERSONALIDAD
Angeles Arrien
Astronomía Astrología
Matemáticas Numerología
Física Alquimia
Ciencia Simbología
134
El tarot y los tipos de personalidad
135
Tipos y arquetipos junguianos
136
El tarot y los tipos de personalidad
Ansiedad Opresión
Peleas
137
Tipos y arquetipos junguianos
5 de 7 de
oros oros
Temor Miedo al
fracaso
No existe tal cosa como una noche oscura del alma, sólo
existe la noche oscura del ego.
Fr a n c é s Va u g h a n
i
138
El tarot y los tipos de personalidad
Día: 9
mes: +9
18
año: 1956
1974 = 21 = 3; (1+9+7+4=21); (2+1=3)
Así pues:
día: 9
mes: +9
18
año: 1956
1974 = 21 = 3
Veamos:
día: 21
mes: +3
24
año: 1983
2007 = 9
139
Tipos y arquetipos junguianos
Veamos:
día: 11
mes: +7
18
ano: 1954
1972 = 19 = 10 = 1
Ejemplo:
día: 4
mes: +10
14
El tarot y los tipos de personalidad
Ejemplo:
día: 24
mes: +12
36
año: 1940
1976 = 23 = 5
ARCANOS MAYORES
141
Tipos y arquetipos junguianos
e l t a r o t c o m o in s t r u m e n t o d e
m e d it a c ió n y a f ir m a c ió n d e u n o m is m o
144
El tarot y los tipos de personalidad
145
í
>
i
TERCERA PARTE:
TIPOLOGÍAS MENTALES
í
>
i
No todos pensamos del mismo modo. La mitad de las ve
ces, dos personas que contemplan la misma evidencia llegan a
conclusiones diferentes. Pero para comprender este hecho de
bemos examinar los distintos estilos de pensamiento y de
aprendizaje.
La tipología junguiana nos proporciona una herramienta
para comprender estas diferencias. Desde este punto de vista,
por ejemplo, el tipo sensorial presta atención a los detalles, el
intuitivo atiende a las diversas posibles interpretaciones de los
mismos datos sensoriales, el tipo pensamiento está preocupado
con la verdad objetiva y el análisis impersonal, y el tipo senti
miento, por último, centra su atención en los valores y en los
juicios sobre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto.
Una de las tipologías mentales fundamentales es la que di
ferencia entre el funcionamiento del hemisferio izquierdo y el
funcionamiento del hemisferio derecho. En el capítulo 9, Sa-
llie Springer y Georg Deutsch nos presentan una sólida discu
sión científica sobre este tema. Springer es una psicóloga que
trabaja con personas que han sufrido lesiones en el cerebro y
con pacientes que han sido sometidos a una operación de se
paración de sus dos hemisferios cerebrales. Deutsch es un neu-
ropsicólogo que trabaja en el estudio y la evaluación de pa
cientes con lesiones neurológicas.
La distinción entre el funcionamiento del cerebro izquierdo
y el funcionamiento del cerebro derecho es un tema conocido
desde antiguo. Siglos antes de la investigación cerebral, los es
critores y los filósofos hablaban ya de la existencia de dos mo
dalidades básicas de funcionamiento, la racional y la emocio
nal, la lineal y la metafórica, la verbal y la gráfica. El cerebro
149
Tipologías mentales
150
Introducción
152
9. CEREBRO IZQUIERDO
Y CEREBRO DERECHO
153
Tipologías mentales
155
Tipologías mentales
Tabla 1
Dicotomías
Intelecto Intuición
Convergente Divergente
Intelectual Sensorial
Deductivo Imaginativo
Racional Metafórico
Vertical Horizontal
Discreto Continuo
Abstracto Concreto
Realista Impulsivo
Dirigido Libre
Diferencial Existencial
Secuencial Múltiple
Histórico Atemporal
Analítico Holístico
Explícito Tácito
Objetivo Subjetivo
Sucesivo Simultáneo
156
A
Cerebro izquierdo y cerebro derecho
157
Tipologías mentales
158
10. LOS PRINCIPIOS MENTALES,
EMOCIONALES Y FÍSICOS
EN LA DINÁMICA HUMANA
159
Tipologías mentales
General
Cuerpo
I
160
Los principios mentales, emocionales y físicos
Comunicación
Función
161
Tipologías mentales
Objetivo profundo
LA DINÁMICA DE PERSONALIDAD
EMOCIONAL-OBJETTVA
General
162
L os prin cipios mentales, em ocionales y físic o s
Cuerpo
Comunicación
163
T ipologías m entales
Función
Objetivo profundo
LA DINÁMICA DE PERSONALIDAD
EMOCIONAL-S UBJETIVA
General
164
Los principios mentales, emocionales y físicos
Cuerpo
165
Tipologías mentales
Comunicación
Función
Objetivo profundo
LA DINÁMICA DE PERSONALIDAD
CENTRADA FÍSICAMENTE
General
167
Tipologías mentales
Cuerpo
168
Los principios mentales, emocionales y físicos
Comunicación
Función
169
Tipologías mentales
Objetivo profundo
170
Los principios mentales, emocionales y físicos
171
í
>
i
CUARTA PARTE:
TIPOLOGÍAS DE EMPRESA
Y LIDERAZGO
í
>
i
Vivimos inmersos en un mundo de relaciones sociales. Así,
a medida en que vamos creciendo debemos aprender a relacio
namos con nuestra madre, con nuestro padre y con nuestros
hermanos. En la escuela también establecemos relaciones con
una amplia variedad de profesores y compañeros. De este
modo, si queremos sobrevivir, estamos obligados a aprender a
relacionamos aunque, ciertamente, este aprendizaje suele tener
lugar a un nivel que se encuentra más allá del umbral de nues
tra atención consciente.
Del mismo modo que las personas pueden ser clasificadas
en función de su tipología corporal o mental, también pueden
serlo de acuerdo al modo en que establecen relaciones. Todos
habremos advertido que algunos de nuestros amigos son líde
res natos mientras que otros, por el contrario, adoptan siempre
el papel de segundones. Hay quienes son pacíficos «amantes
de la soledad» mientras que otros, en cambio, siempre quieren
ser el centro de atención. En este sentido, el hecho de tomar
conciencia de los diferentes estilos de relación puede ayudar
nos a comprender mejor nuestro propio estilo interpersonal y
damos cuenta de sus ventajas y de sus limitaciones. Las tipo
logías relaciónales pueden capacitamos, en suma, para distin
guir unos estilos de otros, establecer relaciones más armónicas
y productivas e incrementar la eficacia del trabajo en equipo.
En el capítulo 11, John Corbett nos presenta una de las ti
pologías más difundidas actualmente en el mundo empresarial.
Esta tipología gravita en tomo a cuatro tipos diferentes que se
derivan de dos dimensiones básicas, la dominancia y la socia
bilidad. Los cuatro tipos resultantes se denominan directivo,
consejero, colaborador y deliberativo. La primera versión de
175
Tipologías de empresa y liderazgo
177
Tipologías de empresa y liderazgo
John Corbett
179
Tipologías de empresa y liderazgo
LA ESCALA DE LA DOMINANCIA
180
Cuatro tipos de relación
LA ESCALA DE LA SOCIABILIDAD
181
Tipologías de empresa y liderazgo
182
i
Cuatro tipos de relación
183
Tipologías de empresa y liderazgo
Reservado
Modalidad IV Modalidad I
Deliberativo Directivo
Sumiso Dominante
Comúnicativo
COMPORTAMIENTOS RECURRENTES
184
Cuatro tipos de relación
Mantienen su postura
185
Tipologías de empresa y liderazgo
Comportamientos recurrentes
Modalidad IV Modalidad I
Deliberativo Directivo
Evitación Autocrático
Conformista Agresivo
ESTRATEGIAS DE PLANIFICACIÓN
186
Cuatro tipos de relación
Modalidad I: directivo
187
Tipologías de empresa y liderazgo
188
12. CINCO ESTILOS DIRECTIVOS:
EL EQUILIBRIO ENTRE LA
PREOCUPACIÓN POR LAS
PERSONAS Y LA PRODUCTIVIDAD
R o b e rt R . B la k e y J a n e S ryg le y M o u to n
189
Tipologías de empresa y liderazgo
190
Cinco estilos directivos
I
de confianza y respeto mutuo
I.
<L> Dirección «a mitad de camino»
I 5,5
El funcionamiento adecuado de la empre
sa sólo es posible gracias al equilibrio en
tre las necesidades productivas y la nece
O sidad de mantener la moral del personal
P h
implicado en un nivel satisfactorio
<D
Autoridad-sumisión
- El rendimiento productivo sólo pue
Dirección empobrecida de derivarse de unas condiciones la
Es suficiente con la puesta en borales que impidan que el elemen-
práctica del menor esfuerzo ne - to humano interfiera con el logro dé
cesario para realizar el trabajo los objetivos de la empresa
Bajo 1,1 9,1
i
Bajo Interés por la productividad Alto
L a r e j i l l a d e l lid e r a z g o ®
EL ESTILO DIRECTIVO
«AUTORIDAD-SUMISION» (9,1)
191
Tipologías de empresa y liderazgo
nimo interés (1) por el factor humano. Así pues, el estilo direc
tivo 9,1 parece apoyarse en la creencia tácita de que existe un
antagonismo patente entre los intereses personales de la gente y
las necesidades productivas de la organización. Desde este pun
to de vista, el hecho de potenciar uno de los dos factores supo
ne necesariamente dejar de lado al otro. En tal caso, las perso
nas se coinvierten en meros instrumentos para alcanzar los
objetivos productivos de los que el director se siente responsa
ble y si, además, éste actúa desde el estilo «autoridad-sumisión»
(9.1), tratará de resolver el problema intentando crear unas con
diciones laborales que minimicen los sentimientos y las actitu
des de sus subordinados para que «el factor humano interfiera lo
menos posible en la eficacia y el rendimiento laboral».
Un directivo que opera desde el nivel «autoridad-sumisión»
(9.1) podría, pues, ser caracterizado como una persona exigen
te y despótica que se exige mucho a sí mismo y que también
exige mucho a los demás. Sólo hay una idea que monopolice
su interés y su actividad, la productividad. Así pues, el estilo
9,1 simboliza el espíritu netamente empresarial.
Como acabamos de señalar, el estilo «autoridad-sumisión»
constituye una de las posiciones de la rejilla en la que la preo
cupación por el factor humano es mínima. No resulta, pues,
sorprendente que tópicos tales como la conflictividad, la crea
tividad y el compromiso reciban escasa atención, lo cual, sin
embargo, no implica que este tipo de tópicos no estén ligados
a creencias que dependan de estilos directivos del tipo «autori
dad-sumisión» (9,1). El hecho, en cualquier caso, es que estos
elementos no están armonizados adecuadamente. Se presta
más atención al modo de organizar el trabajo que a proporcio
nar unas condiciones laborales a los trabajadores que les per
mitan alcanzar el máximo rendimiento.
193
Tipologías de empresa y liderazgo
194
Cinco estilos directivos
195
Tipologías de empresa y liderazgo
196
Cinco estilos directivos
197
Tipologías de empresa y liderazgo
199
Tipologías de empresa y liderazgo
201
W'
202
I
QUINTA PARTE:
TIPOLOGÍAS CORPORALES
í
>
i
Los antiguos filósofos griegos creían que somos lo que pa
recemos. Desde su punto de vista, quien se asemejase a un de
terminado animal tenía la personalidad de aquel animal. Así
pues, si el aspecto de una persona era el de un zorro, se supo
nía que debía de tratarse de alguien astuto e inteligente.
Son muchos los filósofos y psicólogos que, a lo largo de los
tiempos, han dado por sentado que las pautas de la personali
dad están ligadas a ciertas características físicas, como la es
tructura del cuerpo, los rasgos faciales e, incluso, la forma del
esqueleto. La siguiente cita de Julio César, de Shakespeare,
refleja claramente esta creencia popular:
205
Tipologías corporales
206
Introducción
207
Tipologías corporales
208
Introducción
209
13. TRES TIPOS PSICOCORPORALES:
ENDOMORFO, MESOMORFO Y
ECTOMORFO
William Sheldon
EL ENDOMORFO
211
Tipologías corporales
212
Tres tipos psicocorporales
213
Tipologías corporales
EL MESOMORFO
214
i
Tres tipos psicocorporales
215
Tipologías corporales
EL ECTOMORFO
216
Tres tipos psicocorporales
217
Tipologías corporales
Alexander Lowen
219
Tipologías corporales
220
Estructura corporal y tipo bioenergético
221
Tipologías corporales
222
15. RUDOLF STEINER Y
EL TEMPERAMENTO INFANTIL:
COLÉRICO, MELANCÓLICO,
SANGUÍNEO Y FLEMÁTICO
Roy Wilkinson
223
Tipologías corporales
Sanguíneo
C olérico -► Flemático
Melancólico
224
Rudolf Steiner y el temperamento infantil
225
Tipologías corporales
COLÉRICO
227
Tipologías corporales
228
Rudolf Steiner y el temperamento infantil
SANGUÍNEO
229
Tipologías corporales
230
Rudolf Steiner y el temperamento infantil
FLEMÁTICO
233
Tipologías corporales
MELANCÓLICO
234
Rudolf Steiner y el temperamento infantil
235
Tipologías corporales
ve y tiene muy buena memoria para las cosas que tienen que
ver con él.
La naturaleza del niño melancólico se revela en sus dibujos
y en sus pinturas, y se pierde en los detalles. Le gusta pintar
con colores intensos y no se olvida de ningún detalle, aun
cuando utilice la acuarela.
Es frecuente encontrar individuos melancólicos en profe
siones tales como doctores, párrocos, jardineros, enfermeras y
artistas.
Un aspecto negativo del melancólico es su incapacidad
para tener en cuenta el mundo externo y para mostrar su grati
tud. En los casos extremos su mundo interno puede llegar a ser
abrumador y conducirle a la depresión aguda, la locura o, in
cluso, el intento de suicidio.
El tratamiento más adecuado para este tipo consiste en una
combinación de simpatía y firmeza. Sus rasgos tristes deben
ser dramatizados. El niño necesita alimentar su alma y le gus
ta participar en el sufrimiento de los demás. Los cuentos con
final triste son uno de sus alimentos preferidos.
No hay que «consolar» al melancólico y resulta inútil in
tentar animarle ó distraerle con comentarios optimistas como
«las cosas pronto mejorarán». Ve el lado oscuro y triste de la
vida y considera frívolo cualquier intento de animarle. El me
lancólico es feliz cuando se siente miserable y, por tanto, de
bemos permitirle ser feliz (o miserable).
Un melancólico responderá con cordialidad si se le muestra
algo o si se le pregunta sobre algo sobre lo que pueda expresar
su opinión. Hay que llamar su atención para que se dé cuenta
del mundo externo. Hay que explicarle con claridad las conse
cuencias de sus acciones, especialmente en el caso de que
afecten a los demás y les causen sufrimiento. El niño melan
cólico encontrará cien razones para justificar sus acciones y es
por ello que el educador debe estar dispuesto a cortar su re
tahila de justificaciones con un rotundo «sí» o con un contun
dente «no». Si se encuentra con dificultades, utilizará la in
trospección para superarlas.
236
Rudolf Steiner y el temperamento infantil
1 237
í
>
i
SEXTA PARTE:
>
i
Desde el mismo momento en que apareció el primer libro
sobre el eneagrama en la década de los 80 su popularidad no
ha dejado de crecer. El concepto de eneagrama como una he
rramienta de autoconocimiento y crecimiento interno fue dado
a conocer públicamente por vez primera a comienzos de este
siglo por el enigmático maestro esotérico George I. Gurdjieff.
Gurdjieff (1870-1949) afirmaba haber aprendido el eneagrama
de una secreta «escuela de sabiduría» sufí de Afganistán y lo
comparaba con la «piedra filosofal», capaz de transformar el
plomo en oro. Según él, se trataba de una herramienta tan im
portante que había sido mantenida en secreto hasta aquel mo
mento y es por ese mismo motivo que no había rastro de ella
en la literatura oculta o sufí. El término eneagrama procede del
griego enneas, que significa «nueve» y del término gramma,
que significa «punto», y es casi seguro que fue acuñado por el
mismo Gurdjieff, que era grecoarmenio.
Fue Oscar Ichazo quien primero aplicó el eneagrama a la
personalidad. Oscar Ichazo es otro enigmático maestro espiri
tual un tanto reticente también a hablar de la procedencia de
sus teorías. Ichazo creció en Bolivia y Perú y, cuando tenía
diecinueve años, comenzó su entrenamiento intensivo en un
grupo de estudio esotérico de Buenos Aires que se ocupaba,
entre otras cosas, del estudio de la obra de Gurdjieff. Ichazo
afirmaba que había descubierto la tipología eneagramática de
la personalidad en una revelación mística en la que llegó a ex
perimentar internamente cada uno de los distintos puntos del
eneagrama.
Uno de los primeros alumnos de Ichazo fue Claudio Na
ranjo, un psiquiatra chileno que luego se instaló en los Estados
241
Los tipos eneagramáticos
242
Introducción
243
Los tipos eneagramáticos
1
244
16. EL ENEAGRAMA DE LA
PERSONALIDAD DE ARICA
245
J
Los tipos eneagramáticos
Mezquindad Melancolía
El eneagrama de la personalidad de Arica
247
Venganza: La sensación de injusticia le hace ser auto-
destructiva ytambiéndestructiva conrespecto a los de
más. Ego-Ven.
El ego lleva a cada persona a supropia trampa de fijación
ofalso sustitutode la experiencia de lapropia esencia.
Buscador
Amor santo
250
El eneagrama de la personalidad de Arica
253
Los tipos eneagramáticos
P ereza
254
El eneagrama de la personalidad de Arica
Acción
255
Los tipos eneagramáticos
256
1
17. LAS RAÍCES DEL ENEAGRAMA
Claudio Naranjo
257
Los tipos eneagramáticos
258
Las raíces del eneagrama
Figura I
259
Los tipos eneagramáticos
260
Las raíces del eneagrama
2
Soberbia
V anidad
5 4
A varicia E nvidia
Figura II
261
Los tipos eneagramáticos
262
Las raíces del eneagrama
263
18. TIPO SAGRADO: LAS NUEVE
PERSONALIDADES DEL
ENEAGRAMA
Helen Palmer
264
Tipo sagrado: las nueve personalidades d el eneagram a
265
Los tipos eneagramáticos
267
Los tipos eneagramáticos
268
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
269
Los tipos eneagramáticos
9 Mediador
Pereza
Avaricia Envidia
D ia g r a m a I
LOS CENTROS
271
Los tipos eneagramáticos
CABEZA
CORAZÓN
VIENTRE
273
Los tipos eneagramáticos
LA TRADICIÓN ORAL
274
Indolencia 9 A m or (Caridad)
Diagrama III
V enganza 1 R esentim iento V erdad 8 / / \ 1 Perfección
3 V anidad Fe 6 3 Esperanza
Cobardía 6
Sugestibilidad 7 D efensores 7
2 A m bición
276
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
UBICACIÓN DE LA ATENCIÓN
278
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
279
Los tipos eneagramáticos
UNO: PERFECCIONISTA
FOCOS DE ATENCIÓN
280
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
DOS: DADOR
FOCOS DE ATENCIÓN
281
Los tipos eneagramáticos
TRES: EJECUTIVO
FOCO DE ATENCIÓN
282
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
FOCO DE ATENCIÓN
• A n h e la lo im p o s ib le , lo qu e e s tá d e m a s ia d o le jo s , lo
que resulta difícil de alcanzar. Evita lo ordinario.
• Caprichoso, educado, lujo y buen gusto p a ra protegerse de
su baja autoestima.
• Atraído p o r la m elancolía. El sabor del anhelo.
283
Los tipos eneagramáticos
• D e s d e ñ a la v id a c o tid ia n a , la « m o n o to n ía d e lo s
T
sentim ientos ordinarios».
• In ten sifica su vid a co tid ia n a a tra v és d e la p é r d id a , la
fantasía, el arte y el drama. R eyes y reinas de la representa
ción dram ática.
• S u s r e la c io n e s se c a r a c te r iz a n p o r e l tir a y a f lo ja .
Q uiere ío que ha p erd id o y se aleja de ello cuando ya lo ha
conseguido. E ste fo co alternante refuerza:
• Sentimientos de abandono y pérdida, p ero también conlle
va:
• Sensibilidad, profundidad em ocional y capacidad de apoyar
a los dem ás durante las épocas de crisis y sufrimiento.
CINCO: OBSERVADOR
FOCO DE ATENCIÓN
284
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
SEIS: GREGARIO
285
Los tipos eneagramáticos
FOCO DE ATENCIÓN
SIETE: EPICÚREO
286
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
FOCO DE ATENCIÓN
OCHO: JEF E
287
Los tipos eneagramáticos
FOCO DE ATENCIÓN
288
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
NUEVE: MEDIADOR
FOCO DE ATENCIÓN
• R e e m p la z a r la s n e c e s id a d e s e s e n c ia le s con s u s titu to s
secundarios.
• Self acomodado a los placeres secundarios. Evita los conflictos.
• L a s d e c ic io n e s le co lo ca n en tre la e sp a d a y la p a r e d .
¿Estoy de acuerdo o en desacuerdo? Ver todos los aspectos
de la cuestión. D ecid e con fa c ilid a d cuando no hay carga
p erso n a l , p o r ejem plo , en las situaciones de urgencia y en las
opiniones políticas.
• P o s te r g a r e l ca m b io re p itie n d o so lu c io n e s fa m ilia r e s .
Actuar rutinariamente. Ritualismo. P arece com o si dispusiera
de todo el tiem po del mundo. Puede esperar hasta mañana.
• Le resulta difícil introducir cam bios. Le resulta más sencillo
darse cuenta de lo que no quieres que de lo que haces.
289
Los tipos eneagramáticos
1
• No puede decir que «no». Le resulta difícil distanciarse.
También tiene dificultades para asumir un papel de primera
línea.
• Escasa energía física e ira. Desvía la energía hacia lo tri
vial. Demora sus respuestas airadas. Agresión pasiva. Enojo
significa separación.
• Utiliza la obstinación para conseguir lo que quiere. No ha
cer nada. Esperar.
• Sabe utilizar el tiempo a su favor, ya que siempre puede es
perar más.
• P resta atención a los intereses de los dem ás , lo que
conduce a:
• Dificultad en asumir una postura personal , pero también
supone:
• La capacidad para reconocer y apoyar lo que resulta
esencial para la vida de los demás.
290
Tipo sagrado: las nueve personalidades del eneagrama
... ¡Jim
^
í
>
i
La astrología es una disciplina familiar para la mayoría de
nosotros, aunque sólo sea a través de esa columna periodística
frívola y fascinante en la que Madame tal-y-cual nos advierte
que el lunes tendremos un día nefasto. Debido a ello, parece
relativamente sencillo menospreciar a la astrología como una
mera superchería. A pesar de todo, sin embargo, son muchas
las personas que no dejan de echar un vistazo a su signo en la
sección astrológica de los periódicos. Es como si la columna
astrológica de los periódicos continuara siendo un tema muy
popular porque satisface uno de los pasatiempos favoritos de
los seres humanos: leer algo sobre sí mismos.
Así pues, la astrología ha visto aumentar su popularidad de
bido al enorme interés que suscita el conocimiento de nuestra
propia tipología. En 1940, sólo doscientos periódicos incluían
el horóscopo entre sus páginas, mientras que, en la actualidad,
son más de mil doscientas publicaciones diarias las que tienen
una columna dedicada a la astrología. Además, en el presente
hay un mínimo de diez mil astrólogos profesionales y unos
ciento veinticinco mil astrólogos aficionados en los Estados
Unidos.
Se cuenta que Tales de Mileto, un famoso filósofo griego
del siglo vi antes de J.C., cayó dentro de un pozo mientras an
daba observando las estrellas y que, después de ser rescatado
por una esclava, ésta le reprendió por prestar excesiva atención
al cielo y, en cambio, no fijarse en el suelo que se hallaba de
bajo de sus pies. Esta parece haber sido una lección importan
te para Tales de Mileto puesto que, a partir de aquel momento,
comenzó a desarrollar su teoría de que todas las cosas proce
den del agua. No obstante, la moraleja de este relato resulta
Tipos astrológicos
297
Tipos astrológicos
298
19. EL CARÁCTER Y
LOS ELEMENTOS SEGÚN
LA ASTROLOGÍA:
AIRE, AGUA, TIERRA Y FUEGO
Liz Greene
299
Tipos astrológicos
^nn
El carácter y los elementos según la astrología
301
Tipos astrológicos
303
Tipos astrológicos
304
i
El carácter y los elementos según la astrología
305
Tipos astrológicos
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Tipos astrológicos
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El carácter y los elementos según la astrología
309
Tipos astrológicos
310
El carácter y los elementos según la astrología
311
20. LOS DOCE TIPOS
ASTROLÓGICOS CHINOS
Theodora Lau
312
Los doce tipos astrológicos chinos
313
Tipos astrológicos
314
Los doce tipos astrológicos chinos
315
Tipos astrológicos
316
21. ASTROLOGÍA TERRESTRE:
UN ENFOQUE
NATIVO-AMERICANO
317
Tipos astrológicos
318
Astrología terrestre: un enfoque nativo-americano
319
Tipos astrológicos
320
Astrología terrestre: un enfoque nativo-americano
La Rueda de la M edicina
321
í
>
i
OCTAVA PARTE:
LAS TIPOLOGÍAS DE LA
PERSONALIDAD EN LAS
TRADICIONES ORIENTALES
í
>
i
Los norteamericanos han experimentado un creciente inte
rés en las tradiciones orientales. Muchos maestros pertenecien
tes a este tipo de tradiciones visitan los Estados Unidos y la li
teratura acerca de la psicología, la medicina y las disciplinas
espirituales orientales aumenta sin cesar. Ciertas tradiciones
asiáticas son depositarías de teorías y métodos prácticos muy
minucuiosos que son capaces de propiciar profundas transfor
maciones psicológicas y fisiológicas. Estas tradiciones nos
proporcionan, en suma, nuevas perspectivas sobre el funciona
miento y las potencialidades del ser humano, así como nuevas
técnicas de curación de la mente y el cuerpo.
Las tradiciones orientales más importantes han desarrollado
minucuiosos modelos prácticos sobre la naturaleza humana,
incluyendo también una sistematización tipológica de la perso
nalidad. Al igual que su contrapartida occidental, la psicología
oriental se deriva de una cuidadosa observación de la expe
riencia humana y se fundamenta en siglos de observación em
pírica de la variabilidad física y psicológica existente entre los
distintos tipos de individuos.
Los modelos orientales tienden a ser holísticos y a incluir
recomendaciones acerca de la dieta, el ejercicio y el estilo de
vida más adecuados para cada tipo de carácter. Por consi
guiente, no sólo se ocupan de la dinámica psicológica sino que
también prestan atención a las dimensiones físicas, cognitivas,
simbólicas y espirituales propias de cada individuo.
En el capítulo 22, Ram Dass -antiguo profesor de psicolo
gía de la Universidad de Harvard, autor notablemente conoci
do y renombrado maestro espiritual- sugiere que el antiguo
modelo de los chakras procedente del Yoga puede proporcio
325
Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
327
Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
328
22. LOS SIETE CHAKRAS Y LOS
TIPOS DE PERSONALIDAD
Ram Dass
330
Los siete chakras y los tipos de personalidad
333
23. TIPOS CORPOMENTALES EN
LA MEDICINA AYURVÉDICA:
VATA, PITTA Y KAPHA
Deepak Chopra
334
Tipos corpomentales en la medicina ayurvédica
335
Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
336
Tipos corpomentales en la medicina ayurvédica
337
Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
• Estructura mediana
• Resistencia y fuerza normales
• Mucha hambre y sed, digestión poderosa
• Tendencia al enojo y la irritación en las situaciones
tensas
• Piel rojiza y blanca, frecuentemente pecosa
• Aversión al sol y a los climas cálidos
• Carácter emprendedor, ama los desafíos
• Intelecto agudo
• Habla precisa y articuladamente
• No puede saltarse las comidas
• Rubio, ligeramente castaño o pelirrojo (o de tonos
rojizos)
339
Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
340
Tipos corpomentales en la medicina ayurvédica
grasienta
• Lento para asimilar la información nueva, pero con
buena memoria retentiva
• Sueño pesado y prolongado
• Tendencia a la obesidad
• Digestión lenta y apetito moderado
• Afectivo, tolerante e indulgente
• Tendencia a ser posesivo y complaciente
341
Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
gordar que suele decirse que les basta con mirar la comida
para aumentar de peso. También tienen dificultades para per
der el peso extra, y por ello son propensos a la obesidad cuan
do se hallan en un estado de desequilibrio. No obstante, las
personas con una estructura mediana también pueden ser kap
ha y en los doshas dobles -como por ejemplo vata-kapha-
pueden incluso llegar a ser delgados. Un rasgo indicador de
kapha es la piel suave, fresca, delgada, pálida, y frecuente
mente grasienta. También son típicos los ojos grandes, tiernos
y aconejados («como si estuvieran llenos de leche», dicen los
antiguos textos). Cualquier atributo del rostro o del cuerpo que
nos sugiera sosiego y estabilidad es un indicio de la preponde
rancia subyacente del kapha. La presencia de las formas curvi
líneas y llenas propias de las estatuas del Renacimiento consti
tuye uno de los rasgos kapha más característicos de las
mujeres.
El dosha de kapha es lento, y las personas que comen des
pacio y tienen una digestión lenta suelen pertenecer al tipo
lrapha, al igual que quienes hablan despacio y deliberadamen
te. Son tranquilos y autocontenidos y, por consiguiente, no
suelen enojarse y quieren mantener la paz en tomo suyo. Su
respuesta natural al mundo viene a través del sabor y el olor.
Los kapha suelen atribuir una importancia especial a la ali
mentación, tienden a confiar en las sensaciones corporales y
fundamentalmente son personas terrenales.
Los kapha tienen una energía estable. Su capacidad y su re
sistencia para el trabajo físico excede a la de los otros tipos.
Rara vez se sienten afectados por la fatiga física. Los kapha
también tienden a almacenar y a guardarlo casi todo: dinero,
posesiones, energía, palabras, alimento y grasa (esta última,
generalmente, en la parte inferior del cuerpo, es decir, en los
muslos y las nalgas).
/;v '' k °s kaphft son afectivos, tolerantes, indulgentes y matema-
! P01 na^ura^eza. No se ven afectados fácilmente por las cri-
s*8 y despiertan seguridad en los demás. Tienden a ser com-
, placientes aunque, aun el más equilibrado de ellos, vacila
Tipos corpomentales en la medicina ayurvédica
343
&
24. TIPOS CARACTERIALES EN
LA MEDICINA CHINA: PIONERO,
HECHICERO, PACIFISTA,
ALQUIMISTA Y FILÓSOFO
344
Tipos caracteriales en la medicina china
345
Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
346
Tipos caracteriales en la medicina china
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Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
MADERA
¡
^48
Tipos caracteriales en la medicina china
FUEGO
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Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
TIERRA
350
Tipos caracteriales en la medicina china
351
ofrece la posibilidad de cambiar de dirección sin perder el
equilibrio. La tierra constituye, pues, nuestro centro de grave
dad, el punto de referencia en tomo al cual giran todos los as
pectos del carácter y de la estructura, el eje alrededor del cual
gravita nuestra personalidad.
M ETAL
352
Tipos caracteriales en la medicina china
353
Las tipologías de la personalidad en las tradiciones orientales
AGUA
354
Tipos caracteriales en la medicina china
356
NOTAS
Capítulo 5. Hillman
357
Notas
'ISR
Notas
>
i
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
TIPOLOGÍAS PSICOLÓGICAS
Tipos
C. G. Jung, P sychological Types , Nueva York: Harcourt, 1923.
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day, 1964. [Hay traducción castellana, publicada por Caralt, con
el título E l hombre y sus sím bolos , Barcelona, 1981.]
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Isabel Briggs Myers, Gifts D iffering , Palo Alto, CA: Consulting Psy-
chologists Press, 1980.
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CA: Consulting Psychologist Press, 1962.
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Arquetipos
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Harper & Row, 1984. [Hay traducción castellana, publicada por
Editorial Kairós, con el título Las diosas de cada m ujer , Barcelo
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Robert Moore & Douglas Gillette, K ing , W arrior, M agician, Lover.
San Francisco: Harper San Francisco, 1990. Véase también The
K ing Within (1992), The W arrior Within (1992), The M agician
Within (1993) y The Lover Within (de próxima aparición).
Tarot
Angeles Arrien, The Tarot Handbook: P ractical A pplications o fA n -
cient Visual Sym bols , Sonoma, CA: Arcus Publishing, 1987.
James Wanless & Angeles Arrien, W heel o f Tarot: A N ew Revolu-
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F irst International T arot Sym posium . Los Angeles: Newcastle
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Estilos de Aprendizaje
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cher, 1987.
362
Fuentes bibliográficas
TIPOLOGÍAS RELACIONALES
Tipos de relación
Para más información sobre los cuatro tipos de relación: dominante,
sumiso, sociable y reservado, puede contactarse con John Corbett
en el International Leaming, Inc., P.O. Box 907, Roswell, GA
30077.
Estilos de dirección
Robert R. Blake & Jane S. Mouton, The M anagerial G rid III. Hous-
ton, TX: Gul Publishing, 1985. Para mayor información sobre la
Rejilla del Liderazgo y la aproximación a los estilos de dirección,
puede contactarse con Robert Blake en Scientific Methods, Inc.,
Box 195, Austin, TX 78767.
TIPOLOGÍAS CORPORALES
Tipos Cuerpo-Mente
William Sheldon, Varieties ofTem peram ent. Nueva York: Harper &
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Tipos Bioenergéticos
Alexander Lowen, The B etrayal o f the Body. Nueva York: McMi-
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Astrología occidental
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blicada por Editorial Sirio, con el título Sincronicidad , Málaga,
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'X&A.
Fuentes bibliográficas
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Swami Radha, K u ndalini Yoga f o r the W est. Boston: Shambhala,
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Deepak Chopra, P erfect H ealth: The C om plete M ind/B ody G uide,
Nueva York: Harmony Books, 1990.
Vasant Lad, A yurveda: The Science o f Self-H ealing. Wilmot, WI:
Lotus Press, 1984.
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Harriet Beinfield & Efrem Korngold, Betw een H eaven and Earth.
Nueva York: Ballantine, 1988.
365
PERMISOS Y COPYRIGHTS
367
Permisos y copyrights
369
ACERCA DE LOS AUTORES
370
International Leaming Affiliates, una red de consultores empre
sariales ampliamente difundida.
Georg D eutsch es neurofisiólogo y coautor de L eft B rain, R igth
Brain.
Erik Erikson, ganador del premio Pullitzer y del National Book
Award, es una de las figuras más sobresalientes en el campo del
psicoanálisis y el desarrollo humano. Entre sus numerosos libros
podemos destacar Childhood and Society; D im ensions o f a N ew
Id en tity ; G andh i’s Truth ; Identity and the Life C ycle ; Identity:
Youth an d C r isis ; In sigh t an d R esp o n sa b ility\ The Life C ycle
C om pleted ; Life H istory and the H istorical M oment y Young M an
Luther.
Sigmund Freud es el fundador del psicoanálisis. Entre sus escritos
se incluyen The In terpretaron; o Dream s; Introductory Lectures
on P sychoanalysis ; The P sychopatology o fE ve ry d a y Life , Civili-
zation an d Its D iscontents; N ew Introductory L ectures on P s y
choanalysis y la Standard Edition o f the Com plete P sychological
Works o f Sigmund Freud (24 vols.)
Douglas Gillette es mitólogo, ejerce como consejero y es uno de los
portavoces del movimiento de grupos de hombres. Es autor (jun
to a Robert Moore) de King, W arrior, M agician, L over y también
de The King W ithin ; The W arrior Within y The M agician Within.
Liz Greene vive en Londres y es analista junguiana, astróloga y es
critora. Entre sus libros destacan The A strology o f F ate ; Relating:
An A strological Guide to Living with Others on a Small P lan et ;
Saturn: A N ew Look at an O íd D evil y The Júpiter/Saturn Confe -
rence L ectures (con Steven Arroyo).
Joseph E. Hart fue director del Departamento de Humanidades y
Ciencias Sociales del Parks College, en la Universidad de San
Luis. Fue uno de los cincuenta y cuatro americanos que recibie
ron entrenamiento en Arica, Chile, con Oscar Ichazo. Posterior
mente actuó en calidad de maestro y codirector de la Arica Scho-
ol de Nueva York.
James Hillman es analista junguiano, conferenciante y un prolífico
escritor. Es fundador de Archetypal Psychology, fundamentada
en el trabajo de C. G. Jung. Entre sus numerosos libros cabe des
371
Acerca de los autores
tacar The M yth o f A n alysis ; Suicide and the Soul ; Insearch: Psy-
chology and R eligión ; Re-Visioning o f P sych ology ; TTze D ream
and the U nderw orld ; Loose Ends\ Anima: An Anatom y o f a Per-
sonified N otion ; H ealing Fiction ; F/re y Pwer P apers (ed.).
David Horne ha trabajado durante más de veinticinco años como te
rapeuta, escritor, director y productor de películas de formación
en el campo de la psicología y la terapia educacional. Colabora
en Human Dynamics International y también es coautor de An In-
troduction to Human D ynam ics .
Karen Horney practicó el psicoanálisis y fue pionera de la psicolo
gía femenina y los aspectos sociales y culturales de la personali
dad. Es autora de The N eurotic P ersonality o f O ur Tim e ; N ew
W ays in P sychoanalysis ; Self-Analysis; Our Inner Conflicts; N eu
rosis and Human G rowth y Feminine P sychology (Harold Kel-
man, ed.).
Cari Gustav Jung es el fundador de la psicología profunda. Entre
sus numerosos libros podemos citar The C ollected Works (20 vo
lúmenes); M odern Man in Search o fth e Soul; Man and H is Sym-
bols y M em ories , D ream s and Reflections.
Efrem Korngold fue uno de los primeros norteamericanos que estu
dió en el College of Traditional Acupuncture de Inglaterra y que
completó su licenciatura en California en este mismo campo. Es
tudió fitoterapia en el Kunming Research Institute de China y en
el College of Medicine de Shanghai. Komgold es diplomado y
consejero de la junta examinadora de la National Comission for
the Certification of Acupuncturists y mantiene abierta consulta
privada en San Francisco. Es coautor de B etw een H eaven and
Earth: A Guide to Chínese M edicine.
Theodora Lau nació en Shanghai y reside actualmente en el sur de
California. Es autora de The H andbook o f Chínese H oroscopes.
John C. Lilly es graduado del Institute of Technology de California,
recibió su doctorado de medicina en la Universidad de Pennsylva-
nia y también estudió psicoanálisis. Ha realizado investigaciones
en los campos de la biofísica, la neurofisiología y las relaciones
entre los delfines y los seres humanos. Permaneció durante ocho
meses en Chile, estudiando con Oscar Ichazo. Entre sus libros se
372
Acerca de los autores
373
Acerca de los autores
'IHA
Acerca de los autores
375
ACERCA DEL EDITOR
Robert Frager, Doctor en Medicina, es presidente y cofun-
dador del Institute of Transpersonal Psychology en Palo Alto,
California, donde actualmente desempeña la labor de profesor
de psicología y jefe del programa de doctorado. Ha impartido
clases de psicología en la Universidad de Harvard, en la Uni
versidad de California (Berkeley) y en la Universidad de Cali
fornia (Santa Cruz). Ha sido presidente de la Association of
Transpersonal Psychology y es coautor de Personality and
Personal Growth y editor de Love is the Wine, un libro sobre
sufismo. Vive con su esposa y dos de sus cuatro hijos en el
norte de California. Es maestro de sufismo y cinturón negro de
sexto grado de aikido.
ÍNDICE
Introducción .................................................................................................. 11
PRIMERA PARTE: TIPOLOGÍAS PSICOLÓGICAS ........... 55
Introducción .................................................................................................... 57
1. Tipos caracteriales: oral, anal,fálico y genital
por Sigmund Freud ............................................................................. 60
2. Tres modalidades de personalidad: obtener, tomar y hacer
por Erik Erikson.............................................................................. ...64
3. Acercarse, alejarse y oponerse a los demás
por Karen Homey ............................................................................... 72
377
10. Los principios mentales, emocionales y físicos en la
dinámica humana p o r Sandra Seagal y D avid H o m e ..................... 159
CUARTA PARTE:
TIPOLOGÍAS DE EMPRESA Y LIDERAZGO ..................... 173
Introducción ..................................................................... 175
11. Cuatro tpos de relación: dominante, sumiso, sociable
y reservado por John Corbett .......................................................... 179
12. Cinco estilos directivos: el equilibrio entre
la preocupación por las personas y la productividad
por Robert R. Blake y Jane Srygley Mouton .................................189
37R
OCTAVA PARTE: LAS TIPOLOGÍAS
DE LA PERSONALIDAD EN LAS TRADICIONES
ORIENTALES............................................................................ 323
Introducción .......................................................................................325
22. Los siete chakras y los tipos de personalidad
por Ram Dass ....................... 329
23. Tipos corpomentales en la medicina ayurvédica: vata,
pitta y kapha por Deepak Chopra.................................................334
24. Tipos caracteriales en la medicina china: Pionero,
Hechicero, Pacifista, Alquimista y Filósofo
por Harriet Beinfield y Efrem Komgold ......................................344
N o ta s....................................................................................................357
Fuentes bibliográficas....................................................................... 361
Permisos y copyrights ................................................................. 366
Acerca de los autores........................................................................ 370
Acerca del Editor ...... 376
379