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BORRADOR, 2006.-
INTRODUCCIÓN
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por parte del Estado, en la medida que no se condiciona el origen de
ésta a la naturaleza de la actividad estatal ni a ninguna otra
consideración adicional que no sea la propia actividad, el daño y la
relación de causalidad entre ambas. Necesario es aquí precisar que el
artículo 38º en comento, efectivamente constituye una habilitación
general a las personas para accionar ante los tribunales de justicia, en
el caso de cualquier lesión de derechos derivadas de la actividad
estatal, sin perjuicio de la responsabilidad personal del funcionario que
hubiere causado el daño, sin embargo, realizar esta interpretación es
errónea desde el momento en que significa suponer el artículo 38º
como una norma general de responsabilidad, cuando en realidad lo que
pretende es la habilitación del acceso a la jurisdicción civil o
administrativa, según sea el caso, de todas las personas.
Otro sector de la doctrina -mayoritario por cierto- postula la
responsabilidad extracontractual del Estado4 5, basados en diferentes
disposiciones de la legislación nacional, además de las contenidas en la
Constitución Política, tales como el artículo 4º de la Ley Nº 18.575,
Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del
Estado6, el artículo 42 de la misma ley que dispone una regulación
específica en esta materia, aplicable a los órganos de la Administración
Central del Estado y sus instituciones derivadas 7. Se excluyen de este
último sistema de responsabilidad por falta de servicio a la Contraloría
General de la República, el Banco Central, Las Fuerzas Armadas y las
Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, los Gobiernos Regionales,
Municipalidades, el Consejo Nacional de Televisión y las empresas
públicas creadas por ley, ya que todas ellas se rigen por normas
específicas.
Es importante señalar que la “falta de servicio” es el elemento
determinante de la responsabilidad civil extracontractual de la
Administración estatal chilena, similar en esto al sistema francés, y que
en la práctica implica que no basta acreditar la actividad estatal, el
4
Esta responsabilidad por un amplio grupo de juristas y también por la jurisprudencia
ha sido calificada como objetiva, sin embargo su calificación como tal supone una
evaluación subjetiva de la conducta del servicio público, para efectos de acreditarse
caso a caso el deficiente funcionamiento del servicio o la inexistencia del mismo, con
infracción al ordenamiento jurídico.
5
Algunas sentencias que acogen la tesis de responsabilidad objetiva del Estado son:
“Rozas con Servicio Agrícola y Ganadero” en Gaceta Jurídica Nº 162, diciembre de
1993, pp 58 y sgtes., “Puelma con Fisco”, Gaceta Jurídica Nº 195, año 1996, “Oviedo
Pérez con Servicio de Salud de Talcahuano”, fallos del Mes, año 2000 a 2002, Nº 497,
Nº 6, pp. 370 a 374.
6
Este artículo establece un principio general de responsabilidad de la administración
estatal y señala : “El Estado será responsable por los daños que causen los órganos de
la Administración en el ejercicio de sus funciones, sin perjuicio de las
responsabilidades que pudieren afectar al funcionario que los hubiere ocasionado”.
7
El artículo 42 dispone: “Los órganos de la Administración serán responsables del
daño que causen por falta de servicio. No obstante, el estado tendrá derecho a repetir
en contra del funcionario que hubiere incurrido en falta personal”.
3
daño y la relación de causalidad, sino que es necesario probar además
la antijuricidad de la primera, manifestada en el incumplimiento total o
parcial de los deberes jurídicos que el ordenamiento jurídico impone a
la Administración.
8
Citado por SANHUEZA ACOSTA, Ricardo: Responsabilidad patrimonial del Estado
administrador chileno, Lexis Nexis Chile, Santiago, 2005, pp. 11-12.
9
CORRAL TALCIANI, H.: Lecciones de responsabilidad civil extracontractual, Editorial
Jurídica de Chile, Santiago, 2004, p. 11.
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la imposición de consecuencias se hace precisamente a costa del
responsable jurídico, y no de otros.
Esta responsabilidad jurídica, se traduce a una reparación del daño
o perjuicio sufrido por la víctima, que recibe una suma de dinero a
costa de la disminución del patrimonio de aquel que ha sido obligado a
indemnizar empleando para ello a bienes preexistentes, por lo cual
también se la denomina RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL.
La interrogante, así planteada es la que intenta resolver el
DERECHO ADMINISTRATIVO, en función de la llamada responsabilidad
extracontractual de la Administración del Estado.
Antes de proseguir con el análisis, útil es definir qué se entiende
por RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL. Esta es aquella originada al
margen de un acuerdo o relación jurídica previa entre dañador y
víctima, sólo originada por una acción u omisión que transgrede el
deber de no dañar a otro10. A contrario sensu, existe la RESPONSABILIDAD
CONTRACTUAL donde la obligación de resarcir se deriva del
incumplimiento de un deber nacido de una relación jurídica singular.
El fundamento de la distinción, entre estas dos responsabilidades,
apunta a la naturaleza de la obligación preexistente. Si ella emana de
un contrato nos encontramos en el ámbito de la responsabilidad
contractual; si en cambio, la obligación emana de la comisión de un
delito o cuasidelito civil, de la ejecución de un hecho voluntario no
convencional, o de la mera disposición de la ley, estaremos en el ámbito
de la responsabilidad extracontractual. Luego, y a pesar de esta
distinción, es importante señalar que se reconoce que ambos estatutos
de responsabilidad comparten un objetivo común: dar lugar a una
acción de indemnización de perjuicios que persigue la reparación
pecuniaria de los daños sufridos por el hecho de un tercero.
En lo esencial, y para los efectos de un lineamiento lógico del tema,
aclararemos que el presente análisis de la responsabilidad
administrativa, parte de una de las acepciones de responsabilidad
descritas CORRAL, esta es, la obligación de reparar daños, que en este
caso provengan del Estado, conocida como “responsabilidad
patrimonial del Estado”.
La RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO, puede ser contractual
o extracontractual; según si el fundamento que se esgrima para obtener
la reparación del daño surge de una relación bilateral que el Estado ha
asumido con un tercero, o del ejercicio de sus funciones propias.
Históricamente, el surgimiento de esta responsabilidad es
relativamente reciente, pues hast el siglo XIX, dado la influencia de la
teoría de la sobreranía absoluta del Estado, se entendía o consideraba a
este último como irresponsable por los daños que puediere provocar11.
10
SANHUEZA ACOSTA: Responsabilidad…, cit., p. 13.
11
Esta irresponsabilidad del Estado se tradujo en la vigencia el siguiente principio
“the king can do not wrong” , es decir, el rey no puede cometer ilegalidad ni daño de
5
El asentamiento de la responsabilidad patrimonial del Estado, se
inició con la aceptación primero de la responsabilidad del agente
público, para luego aceptar además la del Estado, en forma directa.
En el caso particular de nuestro país, ésta responsabilidad
patrimonial no surge de una regulación positiva orgánica –expresa,
integral y concreta- sino de la jurisprudencia y de las enseñazas de la
doctrina científica, quienes ofrecen interpretaciones de normas
positivas dispersas y parciales. Así durante mucho tiempo, no hubo en
el Derecho chileno normas que consagraran de modo explícito el deber
indemnizatorio extracontractual del Estado por actos de la
Administración. Ello sólo aconteció en normas especiales como la Ley
de Municipalidades (Decreto Ley Nº 1.269), haciendo en definitiva que
se dudara si era o no prcedente la responsabilidad extracontractual del
Estado.
Esta situación en la actualidad ha cambiado, considerándose que la
responsabilidad patrimonial del Estado es uno de los factores que
conforman el Estado de Derecho chileno 12, al punto de entender que
son conceptos correlativos.
Así, constituye base del Estado de Derecho 13, el principio de
responsabilidad del Estado/Fisco por los actos que le son imputables en la
medida que se produzca algún daño a los administrados/particulares
derivados de la falta de servicio.
Prueba de esta consagración son algunas disposiciones contenidas
en la Constitución de 1980, tales como:
Artículo 6º: “Los órganos del Estado deben someter su acción a la
Constitución y a las normas citadas conforme a ella.
Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o
integrantes de dichos órganos como a toda persona, institución o
grupo.
La infracción de esta norma generará las responsabilidades y
sanciones que determine la ley”.
Artículo 7º: “Los órganos del Estado actúan validamente previa
investidura regular de sus integrantes, dentro de su competencia y en
la forma que prescriba la ley.
Ninguna magistratura, ninguna persona, ni grupo de personas
pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circuntancias extraordinarias,
otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan
conferido en virtud de la Constitución o las leyes.
ningún tipo.
12
Cea Egaña, señala que el concepto de Estado de Derecho significa que los
gobernantes y los gobernados quedan subordinados en sus comportamientos a normas
jurídicas objetivas, generales en su alcance e iguales en su aplicación, válidamente
formuladas de antemano por la magistratura competente e inalterables. Tratado de la
Constitución de 1980. Características Generales. Garantías Constitucionales, Editorial
Jurídica de Chile, 1988, p. 5.
13
Se sigue en ello a CEA EGAÑA, J. L.: Derecho Constitucional chileno, Tomo I,
Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 2002, pp. 238-261.
6
Todo acto en contravención a este artículo es nulo y originará las
responsabilidades y sanciones que la ley señale”.
Artículo 1º, inciso 4º: establece que las potestades públicas, sólo
pueden ser consideradas teniendo siempre como fianlidad el bien
común.
Artículo 1º frase final y artículo 5º, inciso 2º: el ejercicio de las
potestades públicas tiene como límite y, a su vez, imperativo de
promoción y respeto los derechos esenciales que emanan de la
naturaleza humana.
II.- RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DE LA ADMINISTRACION.
ELEMENTOS
7
(1.5.) La doctrina administrativista, agrega como requisito, que el
daño sea antijurídico.
3) Relación de causalidad
Debe existir una relación de causa a efecto entre el daño alegado y
la conducta estatal. El profesor CORRAL TALCIANI destaca que “ el
requisito de la relación causal es común a todos los sistemas de
responsabilidad, y se hace aún más gravitante en los modelos de
resopnsabilidad objetiva o por riesgo, donde la imputación de la
causalidad es la que descubre al responsible sin que se pueda recurrir a
su comportamiento culposo o doloso”.
8
primero y luego, de conformidad al contenido y redacción del artículo
19N°s 20 y 24, así como del artículo 38, inciso 2°, de la Constitución de
1980, la responsabilidad extracontractual de la Administración se
configure con character de objetivo. Luego sera el professor FIAMMA
quien le de contenido a la acción, y finalmente el professor OELCKERS,
quien dará la forma a esta vision mediante el concepto de lesión.
Es así como Soto Kloss ha señalado “…probada entonces, la
existencia del daño o perjuicio sufrido por un sujeto de derecho,
probada la autoría de dicho daño producido por una autoridad o ente
administrativo (sea personificado propiamente, o que goce de la
personalidad juridical genérica del Fisco y probada, obviamente, la
relación causal, que media entre la acción u omisión estatal y el
perjuicio en cuestión (y considerando, ciertamente, que la víctima no
haya estado en una posición antijurídica), toca al juez determiner el
monto de la indemnización con que ha de ser reparada la víctima, de
acuerdo al perjuicio sufrido por ésta en lo suyo, es decir, en lo que le
pertenece como esfera juridical de él (patrimnio, honor, condiciones
normales de existencia, etc.)15.
En síntesis, se pueden rescatar los siguientes elementos de ésta
tesis :
16
15
SOTO KLOSS, Eduardo: “La responsabilidad del Estado. Un retorno a la idea clásica
de restitución”, en VV. AA., Actualidad y perspectivas del Derecho Público a fines del
siglo XX. Homenaje al profesor Fernando Garrido Falla, Tomo II, Editorial
Complutense de Madrid, 1992, p. 1274.
16
CORDERO VEGA, Luis: La responsabilidad de la Administración del Estado, LexisNexis
Chile, Santiago, 2003, pp. 18-22.
17
SOTO KLOSS, Eduardo: La responsabilidad…, cit., p. 37.
9
Todo daño –cualquiera sea su naturaleza- significa un detrimento
en la esfera juridical personal de un sujeto: esto es un menoscabo de lo
que le pertenece, una lesión de lo suyo. Luego esta privación puede
venir de una acción u omisión de la autoridad y cualquiera sea su origin
implica un menoscabo o lesión que dene ser reparado.
d) La lesión
Esta tesis ha construído todo el sistema de responsabilidad objetiva
constitucional en base al artículo 38 inciso 2°, y particularmente sobre
el término lesión.
En efecto, el texto constitucional declara que…”cualquier persona
que se vea lesionada en sus derechos…” podrá recurrir a los tribunales
establecidos pr la ley.
¿Qué significa que se basen en la lesión?
Que lo importante al momento de determinar la responsabilidad es
que una persona sufra un “daño antijurídico”, es decir, un daño que no
tiene la obligación juridica de soportar.
18
CALDERA DELGADO, H.: Sistema de la responsabilidad extracontractual del Estado en
la Constitución Política de 1980, Editorial Jurídica de Chile, 1982, p. 44.
10
establezca una responsabilidad objetiva, es decir, en donde pierde
interés si la actividad es lícita o ilícita.
11
Esta tesis considera que este artículo jamás tuvo por objeto, ni en
su texto ni en su historia, el objeto de dejar establecido un sistema de
responsabilidad extracontractual de la Administración. Opinan que
dicho artículo tuvo como fin establecer la competencia de los tribunales
para conocer de la actividad administrativa.
19
SANHUEZA ACOSTA, R.: Responsabilidad patrimonial del Estado Administrador
chileno, Lexis Nexis, Santiago, 2005, p. 80.
20
Hay además un matiz de política jurídica en ello, conforme lo cual un régimen de
responsabilidad objetiva pura, basado en el concepto de daño, causado por la
actividad administrativa normal o anormal, lícita o ilícita, es inasumible
económicamente por cualquier Estado y en definitiva por todos nosotros.
21
Vid. en este orden a DE AHUMADA RAMOS, F. J.: La responsabilidad patrimonial de las
administraciones públicas, segunda edición, Aranzadi, Elcano (Navarra), 2004, pp.
147-347.
12
1.- Lesión de derechos
Aunque es únicamente el artículo 38 inciso 2º CPR que habla de
lesión de derechos –el resto de las normas indicadas hablan de daño-,
se ha preferido por considerarla más expresiva y comprensiva.
En primer lugar cabe señalar que conforme el textos de las
disposiciones que sirven para construir el régimen de responsabilidad,
sólo es necesaria la acreditación de un daño o lesión de derechos, sin
que sea exigencia acreditar la existencia de dolo o culpa del ente
productor. De este modo estaríamos en presencia de un daño o lesión
objetiva, es decir, basta que se produzca por los supuestos que señala la
normativa de la especie, sin que sea necesaria la prueba de la conducta
antijurídica del infractor.
En segundo lugar, dicho daño debe ser efectivo, es decir,
individualizable, actual y real; adicionalmente debe haber afectado
dañosamente los bienes o derechos de la persona; y debe ser avaluable
económicamente22.
De este modo, así delimitado el concepto, los daños a simples
intereses legítimos no son de suyo indemnizables, salvo que una ley
expresamente lo establezca
22
En estas caracterísiticas se sigue el orden propuesto por SANTAMARÍA PASTOR, J. A.:
Principios de Derecho Administratrivo general, tomo II, Iustel, Madrid, 2004, pp. 492-
507.
23
Cuestión harto compleja de acreditar, más aún por la existencia en muchos casos de
concurso y concurrencia de causas.
13
3.- Mal funcionamiento de los servicios públicos
Como ha dicho la sentencia y reconoce la doctrina, hay mal
funcionamiento de los servicios públicos cuando los órganos o agentes
estatales no actúan debiendo hacerlo, o cuando su accionar es tardío o
defectuoso, provocando en uno u otro caso, un daño a los usuarios del
respectivo servicio público. Por ende, constituirá “falta de servicio”
-constitutiva del mal funcionamiento de los mismos- cualquier falta a las
obligaciones del servicio particular, las que serían casi imposibles de
enumerar por las distintas atribuciones competenciales de cada uno.
Por vía ejemplar, la Jurisprudencia ha dicho que la hay: en una acción u
omisión; en una actuación voluntaria, en una imprudencia o torpeza; en
un defecto de la organización del servicio; en una falla de
funcionamiento del servicio; en una ilegalidad; o en una sijmple
operación material24.
Esta tesis, hace operativa las normas contenidas en el artículo 38
inciso 2º CPR, la del artículo 4º LOCBGAE con la del artículo 42 del
mismo cuerpo legal.
Ello nos lleva necesariamente a considerar esta noción de la “falta
de servicio” como fuente generadora directa de la responsabilidad del
Estado, constituyendo el criterio adecuado de imputabilidad, que
existirá aunque no quepa identificar culpa o negligencia individualizada
alguna, es decir que la falta determinante de la anormailidad puede
muiy bien ser una falta objetiva.
Al mismo tiempo, dicha noción cumple con la función de ser un
criterio adecuado de control de la actividad administrativa, cada vez
más intensiva y extensiva en las distintas zonas de relevancia
económica en el marco de desarrollo de nuestro país.
En fin, lo anterior, se condice con el desarrollo jurisprudencial que
pasa a resumirse a continuación.
24
Para un desarrollo más completo de esta patre, ver a SANHUEZA, Responsabilidad…,
op. cit. pp. 167-175.
14
DESARROLLO JURISPRUDENCIAL DE LA RESPONSABILIDAD
PATRIMONIAL DEL ESTADO-ADMINISTRADOR
15
“El Estado, como las empresas particulares, se halla afecto a las reglas
del derecho privado en las controversias relacionadas con un acto
realizado por un empleado abscrito a un servicio del cual el Fisco es
empresario, acto que ocasionó daños cuya indemnización se demanda”.
16
Todo daño inferido a un tercero por un órgano del Estado y que no éste
amparado por las normas constitucionales, genera responsabilidad para
éste conforme lo preceptúa la Constitución expresamente (arts. 6º, 7º,
19 Nº24 y 19 Nº 20º) y la ley orgánica constitucional de Bases de la
Administración del Estado (Ley Nº 18.575, arts. 4ª y 44). La
responsabilidad extracontractual del Estado por los daños que produzca
no emana de las disposiciones del Título XXXV del Libro IV del Código
Civil, sobre delitos y cuasidelitos, sino de la propia Constitución Política
de la República; en consecuencia, el plazo de prescripción de las
acciones para perseguirla no es el que establece el art. 2332 de dicho
Código –inaplicable al caso-, sino el refererente a las obligaciones que
tienen su fundamento en la ley. Las acciones u omisiones de las
autoridades públicas, efectuadas en calidad de tales, son imputables
directamente a la Administración y, por tanto, habiendo relación directa
entre el daño y la acción u omisión imputadas, debe responder el
Estado por los perjuidicios ocasionados. El hecho de quedar sin
indemnizar un daño producido por el Estado a una persona víctima que
jurídicamente no está obligada a soportar, constituye no sólo una
violación del derecho de propiedad al ser privado de lo suyo, pues todo
daño significa detrimento, lesión o menoscabo de lo que le pertenece,
sino que, además, una violación al principio constitucional de igual
repartición de las cargas públicas y de la igualdad ante la ley, al gravar
a un particular de una manera especial haciéndole soportar una carga
en mayor medida que a los otros.
17
explícita del legislador que describa las circunstancias precisas que
puedan generarla.”
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