Las mismas dificultades se presentan al observar las relaciones que tiene la ironía con
los géneros literarios que otorgan a ese tropo un lugar privilegiado^ la parodia y la sátira.
En los dos casos, la ironía es solamente citada como componente definicional. Lo que
complica enormemente la cosa es la lamentable falta de precisión en las definiciones
mismas de parodia y de sátira. Según el empleo de muchos críticos contemporáneos, dos
dos términos son casi sinónimos; ellos nos aseguran, por ejemplo, que “la sátira debe
parodiar al hom bre” y que el reconocimiento “de la ironía oculta y de la sátira contra el
texto parodiado forman parte del efecto paródico de una obra”.4 Esa última cita muestra
a qué confusión taxonómica puede llevar la implicación de la ironía en estos dos géneros.
La ironía es esencial al funcionamiento de la parodia y de la sátira aunque de manera
diferente en cada una. Dicho de otra forma, la ironía goza de una especificidad doble -
semántica y pragmática- como la misma Kerbrat-Orecchionne5 lo sugiere ahora. Será
necesario investigar las relaciones entre el tropo y los mencionados géneros desde un
1 Ver, por ejemplo, Catherine Kerbrat-Orecchioni/'La ironía como tropo" Poétique No. 41, febrero 1980, p. 108-127;
también están los números especiales de Poétique sobre la ironía (36, noviembre 1978) y de Linguistique et
Sémiologie (2, 1976). Para una perspectiva más global y diacrónica que incluye el contexto literario pero sin
discusión detallada o análisis particular, ver los libros de D. Muecke The Compass oflro n y, (London, Methuen, 1969,
(The Rhetoric oflro n y Chicago y Londres, University of Chicago Press).
2 Por ejemplo, además de Booth y Muecke, ver en el número especial de Poétique el trabajo de Beda Alleman, "De
l'ironie entant que príncipe litteraire", p. 390, y el Guido Alamnsi, "L'affaire mystereuse de l'abominable 'tongue-in-
cheek'" p. 145.
3 Para un intento de localización textual de la ironía según métodos diferentes, ver Sharon Adams y Linda Hutcheon,
"The Structure of Evaluative Verbal Irony in James Joyce's The boarding House, a editarse.
4 Murray, Morton, 'A Paradise of parodies', Satire Newsletter, IX, p. 35, y Margaret Rose, Parody/Meta-fiction,
Londres, Croom Hel, 1979, p. 27
5 L'ironie comme trape", op. Cit. P. 118-122.
De la Revista Poétique No. 46, 2 Traducción del francés
París. Abril, 1981 Alba María Paz Soldán
6 Utilizo “género" aquí, en conformidad con las distinciones de Gérard Genette en su Introduction a l'architexte
(París, Ed. Du Seuil, 1979), sabiendo bien que, para Genette, son los "modos" y no los "géneros", "las categorías que
dependen de la lingüística o mas exactamente de lo que hoy se denomina pragmática" (p. 68-69). Ahora bien, el rol
decisivo que juegan a la vez, la intención codificadora y la decodificación "correcta" en la parodia y en la sátira
sugiere que la pragmática podría ofrecer un gran servicio a las consideraciones de "género", incluso si es a un nivel
más restringido.
7 Ibid., p.86
8 Ver, porejem plom Dieter Wunderlich, "Pragmatik Sorechsituation, Deixis" en Zeitschrift fu r Literaturewissenschaft
und Unguisstik, 1,1971, p. 153-190; y para la ficción en particular, Rainer Warnng, "Pour une pragmatique du
discoursefictionnel", Poétique, 39,197, p. 321-337.
9 Aludo particularmente a su "Closing Statement: Linguistics and Poetícs" en Style in Language, Ed. Thomas Sebeok,
Cambridge, Mass, MIT Press. 1960, p. 353. Aunque Jakobson tenga en cuenta al emisor y al receptor, la función
poética del texto literario reduce al mínimo su importancia.
En "Bíblica! Hermeneutics", Semela, 5,1975, p. 51 ss; y en Le conflicto des interprétations, Paris, Ed Du Seuil
1969.
11 Sobre esta distancia, ver del Grupo Mu Rethorique Général, Paris, Larousse, 1970, p. 150. <Trad. Al español: Grupo
Mu, Retórica General, Barcelona, Buenos Aires, México, Paidos 1987>
De la Revista Poétique No. 46, 3 Traducción del francés
París. Abril, 1981 Alba María Paz Soldán
orientación semiótica para abordar los problemas del empleo contextual de la ironía
literaria.
17 El canon se instaura, específicamente, con ia declaración de Julia Kristeva en Semeiotiké: Recherches por un
Semanalysis, Paris, Ed. Du Seuil, 1969, p. 255. (Trad español Semiótica 1, 2, Madrid, Ed. Fundamentos. Espiral,
Ensayo, 1978. Trad. José Martín Arancibia) Ver también Laurente Jenny, "La strategie de la forme", Poétique, 27,
1976, p. 258. Para un empleo evocador moderno de la variación del triangulo semiótico de Peirce (en términos de
texto, intertexto e interpretante) en relación con la intertextualidad, ver Michel Rifaterre, "Semiotique intertestuell:
l'interprétant", en Rethoriques, Sémiotiques, número especial de la Revue d'esthétique, Paris, UGE, 10/18,1979, p.
132-138.
18 Ames, lowa State University P re ss, 1967, p. 188. El subrayado es mío.
19 En The Anatom y o f Criticism (1957, reprint New York, Atheneum, 1970, p.233-234) <La Anatomía de la crítica,
Caracas, Monteavila, 1977> N. Frye también hace suponer que la parodia descansa en la forma mientras que la
sátira en lo social.
De la Revista Poétique No. 46, 5 Traducción del francés
París. Abril, 1981 Alba María Paz Soldán
Para volver a las relaciones entre los dos géneros y el tropo, no hay que olvidar el
doble funcionamiento irónico del contraste semántico y de la evaluación pragmática.
Sobre el plano semántico, la ironía se define como marca de ‘diferencia de la
significación’, es decir como antifrase. Como tal ella se realiza de modo paradojal, a
través de una superposición estructural de contextos semánticos (lo que se dice/lo que se
quiere dar a a entender), hay entonces un significante y dos significados. Si ponemos esta
estructura en paralelo con la de la parodia nos veremos obligados a comprobar que la
ironía opera en un nivel microscópico (semántico) de la misma manera que la parodia
opera en el nivel macroscópico (textual). La parodia también representa una marca de
diferencia en el medio de una superposición de contextos. El tropo tanto como el género
unen la diferencia a la síntesis, la alteridad a la incorporación.20 Esta similitud
estructural explica el uso privilegiado (al punto de pasar por natural) de la ironía como
tropo retórico en el discurso paródico. Allí donde la ironía excluye la univocidad
semántica, la parodia excluye la unitextualidad estructural.
Esta paradoja se encuentra en el centro de las nociones bajtinianas de la alteridad y del dialogismo, en la literatura
en general y en la parodia en particular. Ver Tzvetan Todorov, "Bakhtime et l'alterité", Poétique, 40, nov. 1979, p.
509.
21 Ver, por ejemplo, Beda Allemann,i"De l'ironie entant que príncipe litteraire", p. 393, y el Guido Alamnsi, art. Cit. p.
422. También ver Catherine Kerbrat-Orecchioni, La Connotation, Lyon, Presses Universitaires Lyon, 1977, p. 139.
(Trad español: La Connotación, Bs. 4s, Hachette)
De la Revista Poétique No. 46, 6 Traducción del francés
Paris. Abril, 1981 Alba María Paz Soldán
ironía ya no son útiles para el análisis de textos más extensos que la palabra o el
sintagma. Entonces lo que nos queda es la orientación pragmática, y en ella el interés se
centra precisamente en la utilización de la red de comunicación que establece la ironía.
II
Ethos Paródico
La figura 1 representa la ironía verbal (no situacional) con un círculo más delgado
para indicarnos su calidad de tropo. En estado hipotéticamente aislado, la ironía posee
un ethos burlón23 marcado, en el sentido (lingüístico) en que está codificado
22 En la Rhétorique générale, p. 147, el "ethos" se define como "un estado afectivo suscitado en el receptor pr un
mensaje particular cuya cualidad específica varía en función de un cierto número de parámetros. Entre estos, una
gran importancia debe ser destinada al propio destinatario. El valor dado a un texto no es una pura entelequia, sino
una respuesta del lector o auditor. En otros términos, este último no se contenta con recibir un dato estético
intangible, sino que reacción a ciertos estímulos (stimuli). Y esta respuesta es una apreciación."
23 Es la designación del Grupo Mu en "Ironique et iconique", Poétique, novimbre 1978, p. 42.
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Paris. Abril, 1981 Alba María Paz Soldán
Como la ironía, la sátira posee un ethos marcado pero que está codificado aun más
negativamente. Es un ethos, sobre todo despreciativo, desdeñoso, que se manifiesta en la
cólera que presuntamente comunica el autor al lector a fuera de invectivas. Sin embargo,
la sátira se distingue de la invectiva pura por su intención de corregir los vicios que
presumiblemente han suscitado tal arrebato. Esta noción de risa ridiculizante (burla) con
fines reformadores, es indispensable para la definición del género satírico. Cuando se
trate de examinar el entrelazamiento del circulo de la sátira con el de la ironía, veremos
que estos dos ethos se unen con la mayor eficacia precisamente en el extremo de la gama
irónica que produce la risa amarga del desprecio.24
Es muy importante recordar que este tipo de parodia reverencial, como aquella de
carácter peyorativo, apunta siempre a marcar una diferencia entre dos textos, aun allí
donde el blanco está desplazado. Nosotros hemos visto que este acto de separación, de
desfasaje, se instaura paradojalmente en el medio de una superposición o de una
incorporación textual. Se podría sostener que el pastiche opera de forma análoga al
menos en el nivel estructural, aunque en este último se trate mas de un interestilo que
24 Ver la aserción de Henri Morier en su Distionanaire de poétique et de rhétorique, le ra edición, Paris, PUF, 1961, p.
217: "El tono de la ironía es ya falsamente festivo, ya sibilante, violento, áspero. Es que la ironía está motivada por
un sentimiento de cólera, mezclado de desprecio y del deseo de herir con el fin de vengarse. Así, la ironía pertenece
a la sátira.
25 Freud, SE, t. VIH, p.68, 189 y 233.
8 Traducción del francés
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Alba María Paz Soldán
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Hay otra forma en la que puede estar marcado el ethos paródico, cuando se habla
de un ethos antes quenada neutro o lúdico, es decir con el grado cero de la agresividad,
ya sea en contra del texto incrustado o del incrustante. Michael Rifaterre comprueba que
la silepsis28 es el mecanismo principal de toda producción textual! la relación juego/tropo
que como él sugiere podría significar que la ironía es una forma siléptica. Así, la burla
más ligera de ue es capaz la ironía se entrelaza con el ethos paródico y será marcada de
modo lúdico.
26 Como lo señaló Daniel Bilous en un artículo a editarse sobre la poética del pastiche.
27 Sobre la parodia litúrgica, ver O. M. Freidenberg, "The origin of parody" en Henryk Baran, ed. Semiotics and
Structuralism: Readings form de Soviet Union, White Plains, New York, Intermational Arts and Sciences Press, 1974,
1975,1976 p. 282 ss. Bakhtin valoriza la parodia carnavalesca, la cual, en su opinión, renueva la forma y la ideología,
pero lo hace a expensas de lo que el considera como puramente negaivo y formal en la estructura de la llamada
parodia moderna. Ver L'Oeuvre de Francois Rabelais en la Culture populaire au Moyen age et sous la Renaissance,
Pstod. Gsllimsrd, 1970, p. 10-20. (Trad. Esp. La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento, Madrid,
Alianza Editorial, 1987, Trads: Julio Forcat y Cesar Conroy)
28 En "Syllepsis", comunicación en la Modern Language Association o f America, San Francisco, diciembre 1979.
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El estado, digamos, “puro” de los tres ethos del esquema tal como se lo ha
intentado describir, raramente se presenta en los textos. Casi siempre hay interferencias
de un círculo con los otros dos- de allí los entrelazamientos (y sus desplazamientos
constantes) entre los círculos. Sin embargo, sería necesario efectuar una primera
modificación del modelo 1, a fin de dejar más lugar a la ironía. Eso sin olvidar la
existencia, en el interior mismo del ethos burlón irónico, de una gama que va de la risa
desdeñosa a la sonrisita disimulada- según la expresión del Larousse, “el espíritu francés
entiende como ironía tanto una energía mordaz como una gracia ligera”. Allí donde la
ironía coincide con la sátira, el extremo de la gama irónica (donde se produce la risa
desdeñosa) se entrelaza con el ethos despectivo de la sátira (la cual conserva siempre su
propósito correctivo). Por ejemplo, en LosDublinenses de Joyce se ataca ferozmente los
valores y costumbres irlandeses, pero sin resentir jamás la necesidad de articular
directamente esa crítica. A partir de una ironía mordaz, la intención evaluativa (por lo
tanto, satírica) se comunica al lector sin que Joyce lo haya predicado, ni siquiera
enunciado.
Nos falta comentar ahora el momento en que los tres círculos se entrelazan
enteramente y se superponen en forma perfecta entre sí. Este es el momento en que los
géneros literarios se alian y usan plenamente el tropo irónico. Allí se agita
29 Traducido por Michel Kandel, 1971; NY y Londres, Harcourt, Brace and Jovanovich, 1978,1979
10 Traducción del francés
De la Revista Poétique No. 46,
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Figura 2
(marcado)
Neutro (lúdico)
Ethos Despectivo Ethos <~- • Respetuoso
(marcado) (no marcado) Contestatario
Parodia Satírica
III
La misma paradoja pragmática (por una parte el poder subversivo y, por otra, ese
motivo singularmente normativo y conservador que está en el corazón mismo del
discurso paródico) es remarcada también por el uso que hace la crítica literaria
contemporánea de la Parodia: así como la ironía, la paroda se encuentra hoy en una
posición, llamémosla “irónica”. Ella misma se ve canonizada en norma, en norma de
intertextualidad. Tal ha sido el destino que la crítica ha reservado a la parodia después
de que los formalistas rusos fundaron sus teorías sobre el paradigma paródico, sobre todo
sobre Tristam Shandy (Chlovsky). Pero es necesario recordar que esta amenaza
normativa de los valores ideológicas subversivos del género no deriva solamente de la
teoría literaria, sino que parece surgir también de la naturaleza paradojal de la
especificidad pragmática del tropo y de los mismos géneros.
37 Ver La poétique de Dostoievsky, Paris, Ed du Seuil, 1970, p. 175, traducido por Isabeile Kolischeff (trad española:
Problemas de la poética de Dostoievsky, FCE, México DF, 1986). A propósito de esta noción de censura, ver Margaret
Rose, op. Cit. p. 167 ss.
38 Freud, SE, T. VIII, p. 68, 97, 189, 200-201 y 233; Ernst Kris, "Ego Development and the Comic" en su
Psychoanalytical Explorations in Art, 1952, reprint New York, Schoken, 1964, p. 216 en particular.
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IV
Dan Sperber y Dierdre Wilson ofrecen una hipótesis que nos parece de gran valor
dentro de los análisis de ejemplos conocidos de la ironía intratextual. Para ellos, es un
fenómeno repetitivo y citacional.42 Adoptan la distinción lógico-filosófica entre “empleo” y
“mención”: cuando se emplea una expresión se designa la expresión misma. Es en este
sentido particular que la ironía literaria es una mención que reenvía al lector a otros
casos de la expresión en el texto. A modo de ejemplo se podría tomar el sentido y potente
efecto producido por el famoso verso de Marco Antonio que es un efecto logrado
únicamente a través del empleo de una antifrase —And Brutus is an honourable man—;
sino, principalmente, a través de la repetición séxtuple del verso o de una variante del
verso. La verdadera ironía se crea y aumenta solamente cuando Marco Antonio hace eco
de su propia designación de noble para Bruto. Dada la ambigüedad del primer empleo de
la frase, lo que parece ser un elogio se transforma -sin que cambien los términos en sí
mismos- en una condenación feroz, por su repetición en contextos diferentes. La ironía
antifrástica se desprende de este proceso de alabanza que se convierte en reproche por la
repetición que efectúa la diferenciación. Entonces, es evidente que en un contexto
literario semejante, la ironía debe ser considerada como producto de la interacción entre
una intención evaluativa y una intención semántica.