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Técnicas de Intervención Psicológica: Enfoque cognitivo conductual

Y. Cubillos, P. Forero, L. Hernández & M. Quimbayo

Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano

Objetivo General

Evidenciar el desarrollo del enfoque cognitivo-conductual a lo largo del desarrollo de la


psicología con el fin de destacar la importancia que han tenido sus intervenciones en los
diferentes ámbitos del ser humano.

Objetivos Específicos

 Dar a conocer la implementación que se lleva a cabo en el enfoque cognitivo


conductual.
 Resaltar la importancia de la intervención de esta técnica en el desarrollo del ser
humano.
 Destacar la relevancia de la técnica cognitivo conductual para la psicología.

Resumen

El enfoque cognitivo-conductual cumple un papel importante dentro de los ámbitos de la


psicología, tanto así que su representación cada día se extiende en diversos campos alrededor
del mundo, este tratamiento además de beneficiar la conducta de los individuos, también
fomenta en quienes lo emplean una visión de la existencia que se encamine hacia el bienestar
y la realización personal, es por ello que por medio de este trabajo de investigación se desea
resaltar su instauración y asentamiento a través del tiempo y de esta manera evidenciar que
mediante su aplicación se han encontrado diversos usos que han permitido un mejor
desarrollo del comportamiento general del ser humano.

Palabras clave: intervención psicológica, enfoque cognitivo-conductual, psicología clínica,


trastornos, terapia.
Abstract

The cognitive-behavioral approach plays an important role in the fields of psychology, so


much so that their representation extends every day in various fields around the world. This
treatment also benefits the behavior of individuals, also it fosters in those who use it a vision
of existence that is moving towards the well-being and fulfillment, which is why through this
research is sought to show its establishment and settlement over time and thus show that by
applying found various uses that have allowed better overall development of human behavior.

Key words: psychological intervention, cognitive-behavioral approach, clinical Psychology,


disorders, therapy.

Justificación

Este artículo de investigación tiene como propósito general realizar un proceso de


indagación, frente al enfoque cognitivo-conductual con el fin de identificar su desarrollo,
establecimiento, fortalecimiento, campos de acción y evaluación actual de aplicación y
pertinencia, esto evidenciando la influencia generada por el creciente fenómeno de la
globalización que sin duda afecta directamente el comportamiento del ser humano. Se
iniciara con un abordaje a sus inicios de aplicación en los diferentes contextos y su lucha
continua por posicionarse como una ciencia del estudio del comportamiento del ser humano,
finalizando con un recuento de las nuevas técnicas de intervención psicóloga.

Introducción.

Desde los orígenes de la psicología y del conocimiento del ser humano, este se ha
orientado hacia su dominio, al pasar de los años las diferentes técnicas o modelos se han visto
afectados por lo que podemos llamar postmodernidad y un aporte del construccionismo
social, poniendo en duda muchos supuestos básicos de la ciencia; la psicología clínica se
entiende como la disciplina orientada a ayudar al paciente y/o cliente en la aceptación y/o
superación del padecimiento del cual es víctima y se evidencian que algunas áreas de esta
evaluación deben sufrir una modificación, esto teniendo en cuenta que el saber muchas veces
se ve afectado por la época del surgimiento (Molinari, 2003).
Es importante relacionar el concepto de intervención en el área de la psicología, en
este caso Bados, (2008) la define como las técnicas y métodos psicológicos utilizados por un
experto para auxiliar a otras personas en sus problemáticas y de igual forma ayudar a
disminuir, a progresar y/o mejorar los diversos ámbitos que estos desarrollan en su vida
diaria, a continuación se exponen diversos procedimientos que determinan su uso y
posteriores resultados en su desarrollo.

La psicología clínica como ciencia tiene diferentes campos de aplicación con sus
diferentes técnicas, uno de estos es el campo de la salud, que ha tenido un largo camino para
lograr el posicionamiento del cual hoy se habla, demostrando el papel que tiene la conducta,
los procesos psicológicos y el bienestar del paciente en el desarrollo de los tratamientos
establecidos para el manejo de la patología identificada. (Lisa, Elaine, Jennifer, & Larry,
2005).

En paralelo a la búsqueda de la psicología para posicionarse como una ciencia del


saber humano, surgía su rama social en busca del estudio de la conducta y comportamiento
de los individuos en grupo, a la cual inmediatamente surgen muchas críticas por sus origines
a la ves sociológicos que sin duda son contradictorios, generando preguntas como: ¿técnicas
de estudio?, ¿lugares de evaluación?, ¿manejo y control de variables?, entre muchas otras,
mostrándose como obstáculos casi insuperables que los lleva por diferentes caminos antes de
establecerse como uno de los campos básicos de estudio de la psicología actual (Maritza,
1980).

Dentro de los campos de aplicación de técnicas psicológicas se puede considerar el


Jurídico como el más reciente, teniendo un desarrollo exponencial desde finales de los
ochenta, sin embargo, la relación entre derecho y psicología no fue siempre bien vista y
entendida por la comunidad académica, científica y jurídica, teniendo en cuenta las
peculiaridades de cada ramo, fue hasta evidenciar las ventajas de su trabajo conjunto a la
hora de la realización de investigaciones judiciales, perfilación de individuos y explicación
de relaciones humanas a detalle que se reafirmó, como un nuevo campo de aplicación (José
Manuel et al., 2011).
Desde la psicología Forense la única técnica que se utiliza es el (SVA) conocido como
Sistema de Análisis de la Validez de las declaraciones, este es necesario para valorar la
credibilidad de los relatos en un ámbito específico (abusos sexuales) en los adultos con
discapacidad psíquica y en los menores de edad. La técnica se compone de tres elementos
fundamentales: 1) una entrevista semi-estructurada con el menor en donde se busca obtener
un testimonio más exacto y amplio de los hechos; 2) el análisis del contenido de la entrevista
basado en criterios (CBCA); y 3) la aplicación de la Lista de Validez, la cual permite
discriminar otras variables o contextos externos al propio relato (Echeburúa, Muñoz, &
Loinaz, 2011).

Desde el establecimiento de la psicología como una ciencia que estudia el


comportamiento del ser humano y sus implicaciones positivas a la hora de su intervención
han surgido diferentes tendencias de aplicación, uno de estos es la llamada psicología del
deporte, teniendo en cuenta que el deporte es el fenómeno social más influyente del siglo
XX, concluyendo el ambiente deportivo como un excelente laboratorio natural, esto porque
durante sus diferentes etapas; entrenamiento físico, entrenamiento mental y competencia, se
pueden evidenciar procesos básicos de aprendizaje, funciones ejecutivas, funciones
motivacionales, adaptabilidad al cambio y aceptación de resultados (Cruz, 1995).

Según un estudio un nadador pasa por diversas situaciones anímicas durante su


preparación para una competencia, por lo tanto se propone la técnica de coaching la cual
busca influir de manera positiva, esta técnica se caracteriza por el acompañamiento constante
al deportista enseñándole cómo afrontar situaciones que se le puedan presentar (Canton,
Checa, & Ortin, 2009).

En 1998 surge una nueva tendencia de aplicación de técnicas psicológicas llamada


Psicología positiva, que busca explorar al individuo desde sus experiencias y rasgos
positivos, las instituciones y/o programas que mediante su funcionamiento incrementan
conductas positivas, mejorando su calidad de vida. Este enfoque desde su inicio es
contradictorio ya que la psicología surge a partir del estudio de las emociones y
comportamientos negativos del ser humano, por el contario en esta ocasión lo que se busca
es optimizar los recursos y fortalezas, en la actualidad no se cuenta con conocimientos sólido
al respecto, por lo que es una rama es proceso de desarrollo (Contreras & Esguerra Pérez,
2006).

Existen tres grandes paradigmas para el autor Cano (2011) que abordan los
tratamientos desde distintos enfoques: El Cognitivo, Conductual y Psicobiológico, éste
último se centrara en la modificación de la conducta por medio de fármacos; el conductual
se enfocó en la intervención de la conducta observable con técnicas como el modelado,
entrenamiento conductual reforzado y técnicas de relajación. Por último el modelo cognitivo
se centró en procesos tales como pensamientos deformados o creencias irracionales,
proponiendo modificación y reestructuración de los mismos.

Primero se abordará la terapia conductual, la cual según Reynoso & Seligson (2005)
tiene una metodología científica y observable y aplica principios experimentales para
cambiar la conducta en situaciones tales como depresión, habilidades sociales, maritales,
neurosis, etc. Se basan en que toda conducta des adaptativa es aprendida, el tratamiento busca
modificar estos patrones mal adaptativos por medio del enfrentamiento a nuevas situaciones
de aprendizaje.

En cuanto a este tipo de terapia conductual es importante señalar que se fundamenta


en el autocontrol para que el sujeto obtenga habilidades que le permiten entender y controlar
de la conducta des adaptativa, teniendo en cuenta también antecedentes y consecuencias que
se relacionan funcionalmente con su conducta (Velásquez, & Alvarenga, 2001).

En cuanto a la terapias psicobiológicas también es importante señalar la importancia


de éstos aspectos en actividades tales como leer, escribir y calcular debido a que no solo
pueden ser vistas desde ámbitos cognitivos, sino que su regulación y control se fundamentan
en la actividad cerebral, es decir, redes neuronales (Expósito, 2002).

Un ejemplo de lo anterior es la grave consecuencia que tiene la desnutrición en los


lactantes y niños, siendo muy negativo para su desarrollo mental, a largo plazo se puede
presentar bajo rendimiento en pruebas de inteligencia y diferentes funciones psicobiológicas
(Torresani, 2004).
Respecto de la terapia Cognitiva se enfatiza en la naturaleza de la cognición del sujeto
y su modificación entendiendo la aplicación desde distintos modelos como lo son la teoría
de la asertividad, de roles, percepción social y aprendizaje social, entre otros; se relaciona
variables cognitivas y comportamentales con el ambiente (Del Prette, Del Prette, & Mendes
Barreto, 1999).

Existen trastornos que al aplicarse terapias de tipo cognitivo-conductual tienen


efectos positivos y similares respecto de investigaciones controladas, son muy eficaces en el
tratamiento de bulimia, insomnio, trastorno obsesivo compulsivo, pánico con o sin
agorafobia y depresión (Garcia, Fuste, & Bados, 2002).

De forma similar la economía de fichas es una de las técnicas que se caracteriza por
combinar refuerzo positivo y negativo en los niños con TDAH que no utilizan tratamiento
farmacológico sino por el contrario se basan en los principios de la terapia de conducta la
cual ha sido corroborada por 174 estudios (Serrano, Guidi, & Alda-Diez, 2013).

Por otro lado, al formular que los planteamientos de intervención psicológica para
pacientes con VIH eran insuficientes, en una investigación se desarrolló un proceso
cognitivo- conductual realizado en ocho sesiones con el fin de mejorar el área emocional y
la adhesión al proceso de los sujetos, al final del procedimiento se constataron diversas
transformaciones positivas entre ellas un importante dominio interno en la salud, prevención
de nuevos contagios, la adquisición de nuevos hábitos alimenticios, rutinas físicas y la
disminución de las bebidas alcohólicas (Arnal, 2003).

De igual importancia los psicólogos que contaban con especialización en atención


cognitivo-conductual del Dolor Crónico alternan diferentes técnicas en pro de sus fines
terapéuticos, entre las técnicas más importantes se destacan (Ruvalcaba & Dominguez,
2009).
a) Instrucciones auto dirigidas.
b) Relajación.
c) Retroalimentación biológica (RAB).
d) Desarrollo de estrategias de enfrentamiento.
e) Cambio de los pensamientos y creencias des adaptativas sobre el dolor.
f) Logro de objetivos.

La técnica de rejilla es un instrumento de evaluación de dimensiones y estructuras


del significado personal, esta procede de la teoría de los constructos personales que procura
evaluar la visión que tiene el sujeto del mundo. esta técnica es una entrevista en donde la
persona a través de significados específicos se muestra como se ve así misma (Tovar &
Garcia, 2008).

Por otro lado se recomienda utilizar la técnica de la hipnosis como coadyuvante de


algún tratamiento se debe tener en cuenta la actitud y creencias del paciente ya que se puede
presentar respuesta negativa (Alarcon & Capafons, 2006).

Además de lo mencionado anteriormente existe la Técnica fisiológica la cual se basa


en reducir como bien su nombre lo dice la activación fisiológica, el malestar físico y
emocional que se da en el ámbito laboral ocasionado por el estrés. A su vez se destacan otras
técnicas como lo son: control de la respiración, el biofeeback y la técnica para la relajación
física (Guerrero & Rubio, 2005).

Marco Teórico

Hace muchos años, a partir de los fundamentos explorados en la rama, se llevó a cabo
una tecnología aplicada que se adoptó con el nombre de “Análisis conductual aplicado” y
que se desarrolló con gran notoriedad en ámbitos tan variados como la educación, las
organizaciones psiquiátricas, las derivaciones conductuales entre otros, más adelante se
manifestó un nuevo enfoque de método clínico que pretendía cambiar el comportamiento
actuando sobre los procesos de pensamiento del individuo llamado “Terapia cognitivo-
conductual”, esta última ha logrado considerar una visión más amplia en relación a los
problemas psicológicos (Reynoso & Seligson, 2005).

Un aspecto relevante de este enfoque es la necesidad de que haya una


conceptualización y formulación cognitivo-conductual por parte de los terapeutas
dependiendo cada caso clínico, lo cual facilita la alianza terapéutica, reduce número de
sesiones y garantiza un mejor diseño del tratamiento (Gabalda, 2007).

La relación terapéutica en terapia es claramente un aspecto fundamental a la hora de


un desarrollo adecuado de la misma, al iniciar cualquier tratamiento el terapeuta debe
enfocarse en el desarrollo de una relación segura, calidad y de aceptación, teniendo en cuenta
que generando un sentimiento de empatía entre las partes es más fácil el desarrollo de la
comunicación asertiva entre ellas, además de la creación de un terreno en común en donde
será más fácil entender el sentir o pensar del otro (Gómez, 2010).

Debido a la importancia de la calidad de vida de los pacientes, la cual se ve afectada


por otros componentes como relaciones sociales, ocio, autonomía, trabajo, etc. Se han
centrado un mayor número de investigaciones para evaluar los efectos de dichas
intervenciones, para poder mejorar las decisiones a tomar frente a los diferentes tratamientos
(Moreno & Ximénez, 1996).

En sus inicios el modelo cognitivo-conductual fue utilizado para tratar los trastornos
afectivos, con el tiempo se ha evidenciado su eficacia para reducir la sintomatología que se
presenta en el mismo, Beck (citado por Muñoz & Ruiz, 2007) fue el primer psiquiatra que
ejecuto en 1952 el proceso cognitivo-conductual para el estudio y cura de las manifestaciones
psicóticas, en ese entonces su paciente presentaba un desvarío resistente a la medicación que
se apoyaba en un convencimiento de ser observado por el FBI, se requirieron treinta sesiones
en un tiempo de ocho meses para que el sujeto se cuestionara y reflexionara sobre estas
suposiciones erradas.

La terapia cognitivo-conductual maneja diversas técnicas rehabilitadoras en base a


varios procesos conceptuales, entre los cuales se encuentran la terapia racional emotiva, los
métodos de solución de problemas, las técnicas de aproximaciones de autocontrol y las de
condicionamiento encubierto, lo que las une es la inclinación hacia la naturaleza y la
alteración del conocimiento de los pacientes, cabe anotar que el acercamiento cognitivo-
conductual integra técnicas del tratamiento conductual (Reynoso & Seligson, 2005).

La Terapia Racional Emotiva defiende las motivaciones de crecimiento personal, sin


embargo siempre dentro de cánones basados en el método científico, se opone por ejemplo a
ver la autorrealización como productos de la emoción y la experiencia, es decir, sin
sentimentalismo humano (Riso, 2006),

Por otro lado, Beck (citado por Cuevas-yust, 2006) expone que la terapia cognitiva-
conductual asume que las cuestiones emocionales son el resultado de aprendizaje no
adaptativos, es por ello que estas intervenciones tratan de determinar normas
comportamentales más apropiadas, los principales modelos de terapia cognitivo- conductual
son las terapias de afrontamiento que establecen las aptitudes para hacer frente a las
condiciones estresantes junto con el sistema de reestructuración cognitiva que en este caso
implica una transformación en el comportamiento y pensamiento de los sujetos que se
encuentran emocionalmente perturbados.

De igual forma Pérez, González, & Redondo (2007), expusieron los principios de dos
tratamientos cognitivo-conductuales de los trastornos de la personalidad, el primero de ellos
es la terapia dialéctica conductual que se conoce como tratamiento para el trastorno límite de
la personalidad que se caracteriza por su predisposición suicida y auto lítica, en este trastorno
se modifica la autorregulación de las diversas emociones, el comportamiento, el pensamiento
y las relaciones interpersonales, también encontramos la terapia de esquemas que compone
diversos métodos cognitivo-conductuales en un único elemento metodológico, además de
incorporar procedimientos más recientes derivados de otros planteamientos iguales y
teniendo en cuenta las convicciones y alteraciones cognitivas del individuo.

Jacobson & Revenstorf (citado por Garriga, Martín García-Sancho, & López Soler,
2009) manifiestan que se han realizado varias versiones de terapia cognitiva conductual
(TCC) para el trastorno de pánico (TP) los cuales pretenden: (a) una reestructuración
cognitiva para corregir errores cuando se realicen las interpretaciones de las sensaciones que
se presentan en situaciones peligrosas; (b) exponer al paciente a la situación temida para así
desconfirmar los automatismos mentales y la experiencia aprendida; (c) para reforzar los
resultados cuando estén fuera del centro mental; es necesario animar el trabajo entre sesiones.

Por otro lado, Aguilar & Espada Del Valle (citados por Camilli & Rodriguez, 2008)
indican que el juego en los niños es un recurso valioso y prometedor para la terapia cognitiva
conductual ya que puede abordarse este como una relación interpersonal, así mismo permite
fragmentar la resistencia y le brinda al terapeuta la posibilidad de guiar al niño que presenta
fobia social de cómo comportarse en distintas situaciones, los infantes pueden jugar en la
terapia juegos estructurados los cuales poseen normas, instrucciones prestablecidas y reglas
o por el contrario los no estructurados que es el juego espontaneo que resulta de la situación.

Por otra parte se ha incrementado en los últimos años diversas tácticas a nivel
conductual y cognitivo-conductual para tratar los problemas infantiles, es vital aclarar que la
estrategia seleccionada en el área de Psicología clínica infantil debe proceder de una debida
interpretación del caso para que esté presente un mejor desenvolvimiento del mismo (Ferreira
& Marinho, 1998).

En otros campos la terapia cognitivo conductual para la bulimia nerviosa (BN)


manifiesta que es el principal elemento del trastorno en un sistema disfuncional ya que la
mayoría de las personas se autoevalúan según la percepción que tengan de sí mismos y cómo
sea su desarrollo en espacios como el trabajo, la familia y las relaciones personales; los fines
de la terapia cognitivo conductual es reducir los síntomas que están asociados a la bulimia
como son la baja autoestima, la depresión y escasa relación social (Celis & Roca, 2011).

Se sugiere que el conductismo surge como una respuesta a esos cuestionamientos de


si la psicología podría ser considerada una ciencia y es por esto que este enfoque adopta como
suya la metodología científica de la época, esto más o menos hacia los 60 – 70, sin embargo,
surgen nuevas preguntas como ¿Dónde está la persona?, ya que se empieza a plantear, que el
mismo tratamiento terapéutico puede ser usado de igual forma a cualquier otro ser vivo que
posea conductas modificable y/o adaptables (Zagmutt, 2006).

En las crisis asociadas a desastres se interviene de manera acertada con el enfoque


cognitivo – conductual manteniendo características del enfoque como lo son estructura,
enfoque, directividad, trabajo en equipo, solución de problemas y autoeficacia, buscando
siempre cumplir los siguientes objetivos: 1. Construcción de una relación terapéutica de
ayuda para la crisis, 2. Conocer las dimensiones de la crisis, del suceso desencadenante, el
impacto personal, social y contextual. 3. Comunicar apoyo al individuo y la comunidad
afectada. 4. Desarrollar o fortalecer las estrategias de afrontamiento que les permita hacer
frente a la situación y de esta manera se logrará un efecto positivo en términos de costo
eficacia (Gonzalez, Salazar, & Caballo, 2007).

En relación al tema existe un programa de reducción de estrés planteado por Kabat-


Zinn, que tiene una duración de 8 sesiones donde se le enseña al paciente a meditar en grupo
y a trabajar en sus tareas cotidianas, bajo principios de autogestión y autodesarrollo. En el
momento en el que el sujeto se enfrenta en estas tareas en su cotidianidad debe realizar
registros de los sentimientos que presenta a la hora de su desarrollo, esto con el fin de trabajar
en ellos evitando recaída depresivas, mediante la implementación de procesos según sus
necesidades primarias de atención (Martí & Barrachina, 2008).

Se han realizado por medio de las intervenciones cognitivo-conductuales diversos


estudios en los cuales se evidencia su efectividad y validez, uno de ellos lo desarrollo Cuevas
& Perona (1997) quienes presentaron por medio de un caso el análisis funcional junto con un
tratamiento cognitivo-conductual del juicio delirante de un paciente con esquizofrenia. Los
resultados arrojaron una reducción importante de la creencia del individuo en relación a estos
pensamientos delirantes, así como un mejoramiento de sus actividades personales y sociales

En el año 2002 al 2004 se generó un estudio utilizando el método cognitivo-


conductual dirigido a excombatientes colombianos con trastorno por estrés postraumático, la
finalidad de esta investigación fue evidenciar la efectividad de la mediación grupal en base a
los procedimientos de Exposición prolongada e Inoculación de estrés, para ello se evaluaron
las disimilitudes entre las medidas de los síntomas que se presentaron en el estrés
postraumático efectuadas durante el estudio, al final se evidencio que las diferencias en la
sintomatología y el nivel de exigencia eran relevantemente menores después del control
grupal (Botero, 2005).

Con el desarrollo de diferentes investigaciones en base al manejo adecuado de los


episodios de depresión, se estima que el 50% de los sujetos que se recuperan de un episodio
inicial de depresión volverán a poseerlo, y para los que han pasado por un número mayor la
probabilidad de atravesarlo nuevamente aumenta a un 80%, es por esto que en la actualidad
se está planteando la idea de considerarla como una enfermedad crónica. Evaluando estos
resultados se abordan nuevos campos de investigación alrededor de sus tratamientos donde
se establece que las personas que son medicadas con antidepresivos no obtienen una cura a
largo plazo, si no por el contrario al cesar el consumo aumenta la probabilidad de presentar
un nuevo episodio, es por esto que se plantea que el acompañamiento mediante una terapia
cognitiva- conductual aumenta la probabilidad casi al triple de tener mayor tiempo de
ausencia de síntomas o episodios, declarando la importancia de contar con un tratamiento
bien establecido y de conciencia y/o atención plena (Segal, Williams, & Teasdale, 2002).

En cuanto a la terapia cognitivo conductual a lo largo de sus investigaciones ha


demostrado que la depresión tiene efectos a largo plazo para que logre prevenir las recaídas,
principalmente al compararla con la medicación; los pacientes que fueron tratados con la
terapia cognitiva presentaron menos recaídas que los que fueron medicados esta recuperación
se dio después de un buen tiempo (Korman & Sarudiansky, 2011).

Si nos situamos en otras áreas, se desarrolló una intervención cognitivo-conductual


administrada a pacientes diabéticos e hipertensos crónicos, trabajando variables como
depresión, ansiedad, adherencia terapéutica, estilos de afrontamiento y bienestar, sobre los
cuales se obtuvieron resultados eficaces mejorando el estado de los pacientes en las variables
mencionadas, lo cual se logró también en variables fisiológicas y que a lo largo del tiempo
no solo reflejan un impacto momentáneo sino que se mantienen (Riveros, Cortazar-Palapa,
Alcazar, & Sánchez-Sosa, 2005).

Se realizó también un estudio respecto del burnout el cual se fundamentó en la


interacción persona medio, en las variables que se pueden controlar al momento que se
presente este problema y en las conductas específicas y actuales, es entonces cuando se diseña
un tratamiento grupal que les permitió de manera gradual mejorar su salud, comodidad
personal, calidad de vida y trabajo (Guerrero & Rubio, 2005).

Se han visto de igual forma resultados positivos en adolescentes como lo reporta


Camacho & Camacho, (2005) quienes encontraron que los programas de intervención con
técnicas del enfoque cognitivo-conductual se pueden aplicar de manera acertada para la
mejora de habilidades sociales en adolescentes, ya que puede ser flexible y está abierto a
modificaciones dependiendo del ritmo al que vaya el adolescente y ello facilita su mejoría.

Dentro del desarrollo de la terapia cognitivo conductual surge la terapia de aceptación


y compromiso que hace referencia a una terapia contextual y pragmática, que debe entender
la conducta desde el contexto, realidad y el significado que le da el sujeto, permitiendo
encontrar el material de trabajo más fácil, haciendo más eficaz el abordaje por parte del
terapeuta a la situación de tratamiento (García, 2006).

Existen posturas radicales frente a la percepción de los trastornos de personalidad


según un enfoque cognitivo conductual, denominando la personalidad como un constructo
innecesario y frente a la denominación de trastorno es la consideración de algo patológico,
sin embargo, se da la oportunidad de referirse a este mediante un marco conductual que hace
explícitamente referencia a lo descrito en el DSMIII – R, y por tanto la generación del
tratamiento va enfocado netamente a lo descrito por esta herramienta, generando
inconformidades reales del que hacer del psicólogo (Wesler, 1993).

En el desarrollo de nuevas técnicas de intervención a las problemáticas de trastornos


de personalidad desde el enfoque cognitivo, conductual surge un nuevo significado a esto,
que refiere que se entienda como la consecución de pautas inflexibles y no adaptativas que
conducen a problemáticas de tipo social, con limitaciones y dificultades de aprendizaje frente
a estrategias de afrontamiento del individuo, por lo cual se generan nuevas alternativas de
intervención, con duración moderada, generando cambios comportamentales importantes
para el desarrollo normal del individuo (E. Echeburúa & Corral, 1999).

De igual forma se realizó un estudio con el fin de determinar la efectividad de una


intervención psicológica en personas con obesidad, se utilizaron técnicas cognitivo-
conductuales que efectivamente ayudaron a obtener una pérdida de peso en ocho de los diez
sujetos del grupo de estudio, por lo tanto se evidencia que dicha intervención fue eficaz ya
que proporciono las herramientas necesarias para que funcionara de manera adecuada
(Alvarado, Guzman, & Monica, 2005).
Los autores Villaseñor, Ontiveros, & Cardenas (2006), consideran que los terapeutas
cognitivos conductuales ahondan en factores que ayudan a las personas obesas a superar su
problema para ello trabajan con el paciente a cambiar su imagen corporal, el pensamiento
distorsionado y la comida; también normalizan los patrones de la alimentación generando
una exposición gradual al alimento.

Conclusiones

A partir de la revisión teórica realizada se puede destacar la importancia que ha tenido


a lo largo del desarrollo las técnicas de intervención de la psicología en el comportamiento
del ser humano, de la misma forma se evidencio como sus aportes han existido para mejorar
las conductas que eran molestas para los sujetos, estas técnicas permiten que los individuos
tengan un progreso en los diversos ámbitos de su vida.

A pesar de que hayan críticas respecto de este tipo de técnicas como que pueden llegar
a ser superficiales, es relevante destacar que el propósito de las terapias cognitivo
conductuales es encontrar el tratamiento indicado para cada tipo de paciente y sus
necesidades.

Es entonces cuando no solo se busca que el sujeto comprenda lo que le pasa sino que
actúe frente a la situación problema con ayuda del terapeuta quien debe estar lo
suficientemente capacitado para transmitir al paciente el diagnóstico que ha realizado y
cuáles serán las alternativas de abordaje más efectivas, todo con un aval científico.

El hecho de plantear un plan de intervención estructurado y cimentado en una teoría


fuerte le da al paciente mayor claridad y facilita su adherencia y compromiso con el
tratamiento. Además los problemas que pueden ser tratados eficientemente con este tipo de
técnicas van desde una fobia específica, trastornos obsesivos compulsivos, hábitos nerviosos,
depresión hasta disfunciones sexuales.

Es entonces cuando a lo largo del tratamiento se enseña al paciente habilidades que


pueda utilizar en el futuro por sí mismo, es decir, se fomenta la auto aplicación de
procedimientos que en una circunstancia igual o similar funcionen para el paciente ya sin el
acompañamiento del terapeuta, como lo son técnicas de afrontamiento o auto instrucciones.

Es así como a lo largo del texto podrán evidenciar las grandes ventajas que este tipo
de planteamientos trae para la mejoría de la sintomatología con la que pueda llegar un
paciente en busca de ayuda, frente a modificaciones en conductas que pueden estar siento
inadaptativas para el sujeto frente a su contexto de desarrollo.

El método de intervención cognitivo conductual es uno de los más utilizados de la


época por los resultados a corto plazo que se logran evidenciar y esto en el momento de
globalización por el que está atravesando el mundo en donde todo puede ser obtenido en el
menor tiempo posible es lo que las personas realmente desean.
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