teológicos y jurídicos, adopta una nueva dirección con Schleiermacher y Dilthey. Su consolidación
llega con Gadamer, que se encamina a desvelar los misterios de la comprensión de un sentido
compartido inmerso en el diálogo, los textos y la historia.
Gadamer, siguiendo la línea de Heidegger, plantea por primera vez la sistematización de una
hermenéutica general como el arte del comprender mismo.
La comprensión consiste en un rescate del sentido que comparten los seres humanos en el ámbito de
la historia y la tradición. La comprensión es un proceso de interpretación que se encuentra en el
horizonte de la conciencia histórica.
Por medio del diálogo, Gadamer expresa el dinamismo a través del cual podemos transitar desde la
tradición hacia la historia. El diálogo permite visualizar el contenido de la tarea hermenéutica y el
horizonte desde el que podemos entender la comunicación humana y sus realizaciones. Lo que
persigue Gadamer es integrar el monólogo de las ciencias particulares en el diálogo de la
existencia comunicativa.