A lo largo de nuestras vidas, la calidad del agua ha sido un factor determinante para
generar bienestar humano en la sociedad. Necesitamos agua para respirar, para
lubricar los ojos, para desintoxicar el cuerpo y mantener constante su temperatura.
Por eso, aunque un humano puede vivir por más de dos semanas sin comer, puede
vivir solamente tres o cuatros días sin beber agua, ya que con este preciado líquido
nos hidratamos constantemente; también las plantas la requieren para existir, ya
que, no tiene capacidad de producir su alimento, de vivir y de crecer sin agua.
Muchos factores promueven este déficit, algunos de ellos pueden ser las prácticas
inapropiadas en la agricultura, el crecimiento acelerado de la población, la
masificación de la construcción; pero, el problema radica principalmente en dos
factores, que son, la falta del conocimiento acerca del tema y el no llevar a la práctica
algunas medidas que promuevan la preservación del agua.
Para poder corregir esos dos factores, es necesario tener claro la magnitud del
problema, determinado el grado de ignorancia que tienen las personas con respecto
a preservación del agua y su importancia, pues, no se sabe con exactitud cuál
conocimiento es necesario aclarar, las medias de preservación del agua no se llevan
a la práctica, por lo cual, no se pueden realizar planes futuros para orientar a la
población, a fin de realmente conocer o reforzar las áreas deficientes y por ende,
lograr que el hombre se dé cuenta de la importancia del preciado líquido, sin el cual,
toda forma de vida en el planeta estaría en peligro.
Consecuencias
El agua es uno de los bienes más escasos que tenemos en el planeta, además de
un elemento imprescindible para que la vida sea posible. En los últimos siglos, con
la industrialización, el uso del líquido elemento ha sido cada vez peor, y las
consecuencias del mal uso del agua se empiezan a notar. Pero aún hay motivos
para la esperanza, y podemos hacer esfuerzos para ahorrar agua y darle un mejor
usa.
La primera y más evidente consecuencia del mal uso del agua es la escasez de
agua en ríos o lagos. Además de dar la terrible imagen de un río seco, los animales
y plantas que viven en estos hábitats o que dependen de ellos para sobrevivir ven
afectado su entorno, viéndose obligados a cambiar sus hábitos o a emigrar en el
mejor de los casos. En el peor, se extinguen o su población se reduce
drásticamente.
Otra de las consecuencias de la falta de agua en los ríos o lagos es que los cultivos
pierden calidad, ya que se les dedica menos agua. Eso si, la agricultura también
tiene parte de la culpa del mal uso del agua dulce, ya que la sobreexplotación de
los acuíferos en unas zonas tiene efectos negativos en el resto, que ven como
pierden producción agrícola y, consecuentemente, empleos ligados a la agricultura.
http://empresayeconomia.republica.com/desarrollo-
sostenible/consecuencias-del-mal-uso-del-agua.html