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Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 131

CAPTACIÓN DE AGUA DE LAS NIEBLAS COSTERAS (CAMANCHACA), CHILE

Guido Soto,
Ing. Forestal, Coordinador del Plan de Acción Nacional de Combatir la Desertificación
Corporación Nacional Forestal (CONAF), IV Región, Chile

Antecedentes históricos

Las costas del desierto de Atacama se presentan normalmente cubiertas por una densa capa de
estratocúmulos provenientes del Océano Pacífico, las que son arrastradas hacia el continente por
los vientos predominantes del sur oeste. Parte importante de estas nubes son detenidas por los
cordones montañosos de la cordillera de la costa; el resto se internan por valles, quebradas y
mesetas interiores formando bancos de niebla de altura (nubes rasantes o neblinas),
tradicionalmente llamadas “camanchacas”.

En Sudamérica, éste fenómeno atmosférico se presenta desde el norte del Perú (8° L.S.).
También es posible encontrar el mismo fenómeno en algunas zonas de la costa ecuatoriana.

Estas nubes, formadas por minúsculas gotas de agua en suspensión, al tomar contacto con
cuerpos que interceptan su paso, se condensan dando lugar, en muchos sectores, a la única fuente
de agua en una de las regiones más secas del planeta. Se suma a lo anterior el ambiente de mayor
humedad que se crea en el entorno, lo que ha permitido el desarrollo de una serie de comunidades
biológicas a lo largo de la extensa costa árida de Chile y Perú.

Algunos ejemplos de ello son los siguientes:

• Ecosistemas de “lomas” en Perú. En temporada de invierno y primavera las neblinas permiten


el desarrollo de especies herbáceas y arbustivas que son pastoreadas por el ganado
doméstico transhumante que se desplaza año a año desde la sierra peruana.
• Puntos de interés botánico en el norte de Chile: Quebrada la Chimba, Paposo, Pan de Azúcar.
• Punto de concentración de fauna como Pan de Azúcar, donde es frecuente detectar mamíferos
de mayor desarrollo (zorros y guanacos).
• Los bosques relictuales de Fray Jorge y Santa Inés son quizás la expresión más noble de cómo
este recurso hídrico puede contribuir a la vida en estos ambientes áridos.

Basándose en éste principio se han ideado diferentes estructuras para interceptar el agua en
suspensión, tanto para medir el potencial de un lugar (Anexo 1: neblinómetros) como para la
obtención de volúmenes mayores (Anexo 1: captadores)
132 Captación Externa

Hace alrededor de 30 años que esta técnica se está investigando en Chile, donde ha habido
un importante poyo del Gobierno Regional de la IV Región y de UNESCO. En base a esta
experiencia comenzó en 1987 el Proyecto de Sistemas de Captación de Aguas Nieblas en la zona
el Tofo-Chungungo (al norte de La Serena), con el objetivo de implementar un sistema técnico,
económico y viable del aprovechamiento de agua de neblina para abastecer de agua potable al
poblado de pescadores de Chungungo (350 habitantes). El proyecto fue financiado por el Centro
Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (CIID), con la participación de
profesionales de la Universidad Católica de Chile, Corporación Nacional Forestal de Chile
(CONAF), Universidad de Chile y del Servicio del Medio Ambiente de Canadá (Environment
Canada).

Aspectos técnicos

Características de la camanchaca

Las principales características de la camanchaca que la hace atractiva para ser utilizada como
recurso hídrico son las siguientes:

• Estabilidad. Se presenta la mayor parte año


• Unica fuente alternativa. Para un amplio sector de la costa árida y desértica de Chile (I,
II, III y norte de la IV Región) se ofrece como la única alternativa; porque no existe
otra o por la alta salinidad de las escasas napas subterráneas presentes.
• Altitud. El hecho de contar con este recurso en la cima de los cordones montañosos no
requiere de energía para su extracción ni conducción, pudiendo dirigir el agua hacia los
sectores deseados sin mayores dificultades.
• Bajos riesgos de contaminación, en comparación a otras fuentes de agua.
• Permite un mejor manejo de los recursos naturales de altura, en el entorno inmediato
donde se presentan las neblinas.

La camanchaca como recurso hídrico

El espesor de los estratocúmulos que dan origen a la camanchaca es en general bastante estable,
fluctuando entre los 200 y 400 m y altitudes entre los 600 a 1000 msnm.

El contenido de agua líquida varía entre los 0,22g/m3 a 0,73 g/m3, registrándose valores de
tamaño de gotas entre los 10,8 a 15,3 micrones y en concentraciones más o menos constantes de
400 gotas/cm3.

Si hacemos el siguiente ejercicio teórico y nos situamos en un punto favorable, por donde
está desplazándose un banco de camanchaca a 5m/seg y que lleva agua en suspensión a razón de
0,30 g/m3, podríamos concluir por ejemplo que, por un área perpendicular al viento de 2m x 250
m de largo, en 8 horas podrían pasar 10 000 l de agua. Si bien no es una cifra espectacular pero
es un hecho que esto ocurre permanentemente en muchos sitios favorables de nuestra costa.
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 133

El Proyecto más exitoso realizado hasta ahora es de abastecimiento de agua potable al


pueblo de pescadores de Chungungo, ubicado a 80 km al norte de La Serena en Chile.

En este Proyecto se desarrolló un prototipo de sistema que, en términos breves, consiste


en un set interconectado de paneles atrapanieblas que dispuesto convenientemente, localizados a
unos 900 msnm, interceptan las neblinas que trasladan los vientos marinos hacia el continente.
Estos captadores de niebla se alzan sobre postes ubicados a dos metros sobre la superficie del
suelo, soportando una doble estructura rectangular de malla de polipropileno (que se obtiene en el
comercio como malla de sombra cortaviento “Raschel” de 35% de sombra), que intercepta la gota
de la neblina arrastrada por el viento. El agua así captada es trasladada gravitacionalmente a
través de un sistema de tuberías hacia un estanque de acumulación y a la red de agua para la
población.

Algunas cifras registradas

De los treinta años de investigación de la camanchaca en Chile, ha sido posible obtener diversas
cifras de captación de agua de las nieblas. Luego de revisar gran parte de la bibliografía disponible
que se refiere a este tema se seleccionaron aquellos montos que tenían a lo menos un año de
registro (cuadro 17).

También se incluyen datos que, aunque tenían un período menor, por su ubicación era
interesante de considerar. Las cifras de captación de agua se expresan en l/m2/mes.

Cuadro17. Captación de agua de nieblas en diferentes Regiones de Chile

COTA PERIODO REND. TIPOS DE


LUGAR Msnm (l/m2/mes) ESTRUCTURA
(4)
II REGION
Cerro Moreno 900 1968-1971 158,3 h (Nylon)
900 1967-1989 363,3 h (Mosquit)
900 1971 403,3 a
900 1971 401,6 c (Mosquit)

Promedio (1) 1968-1971 158,3 c (Nylon)

Los Nidos 900 82,1 h (Nylon)

III Región
Pan de Azúcar 530 1985 69,7 c (Raschel)
Travesía 800 1985 51,3 c (Raschel)
Carrizal Bajo 700 E-D(1988) 104,7 d (Raschel)

IV Región 948 Jun.82-May.83 90,9 b (Nylon)


134 Captación Externa

EL TOFO 780 1983 57,8 cap. 90m2


780 1985 152,1 f (Raschel)
780 Nov.87-Sep.90 91,3 f (Raschel)(2)
780 Ene.84-Ene.85 115,6 c (Raschel)
780 1986 (E.D) 149,0 f (Raschel)(3)

550 Feb.84.Dic.84 113,7 c (Raschel)


Fray Jorge 550 Jun.82-Abr.83 184,0 c (Raschel)

850 1983 89,9 b (Nylon)


Cavilolén

(1) Promedio de 4 puntos de medición: Michilla, El Mirador, Miramar, Cerro Moreno.


(2) Promedios de 50 captadores
(3) Captador 40 m2. N. Carvajal
(4) Las letras indican el tipo de neblinómetro o captadores con que fueron registradas las
mediciones, según anexo 1.

A la luz de los resultados que nos da el cuadro anterior, se hace imprescindible


homogeneizar las mediciones. Esta será la única forma de poder comparar situaciones distintas y
obtener conclusiones con respaldo técnicamente adecuado.

El único instrumento adoptado por la OMM para ese propósito es el neblinógrafo de


Grunow, pero éste aparentemente no se ha divulgado lo suficiente entre los investigadores
nacionales, o bien no cumple con los actuales requerimientos de investigación, más ligados ahora
hacia un aprovechamiento del recurso agua.

En la actualidad el neblinómetro más difundido es el de pantalla, con malla raschel (35%) en


doble paño, cocida a un marco de 1m2; el agua colectada se recibe en un recipiente de tipo bidón
(50 l), cuya medición debe registrarse regularmente. El costo se estima en $EE.UU. 125.

Sin embargo, también es preciso contar con un sistema que permita realizar mediciones
continuas y registre además otro tipo de información que puede ser valiosa al momento de evaluar
un proyecto. Para instalar un neblimómetro de este tipo se requiere de los siguientes instrumentos:

• tipping - bucket magnético


• anemómetro
• veleta
• data logger, que conectado a los tres anteriores va registrando en una memoria RAM los
valores acumulados por unidad de tiempo, previamente programada (cada 15 minutos, por
ejemplo.
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 135

Un juego de estos equipos tiene un valor aproximado de $EE.UU. 1 500, que además debiera ir
asociado a la adquisición de tarjetas RAM, lector de tarjeta y el software correspondiente, con un
costo aproximado de $EE.UU. 1 000.

Otra relación que es indispensable establecer es un factor de conversión entre los


neblinómetros y estructuras mayores (captadores), debido a que no existe una proporción lineal
entre ambas superficies de captación. Esta relación debería establecerse entre un neblinómetro y
un captador estándar (el de 48 m2, por ejemplo).

Para una serie mayor de captadores ingresan otros factores a considerar, como el relieve,
que puede perturbar la determinación de relaciones más precisas. Para reducir este riesgo será
necesario establecer una red de neblinómetros que nos indiquen los sectores más adecuados para
la instalación de los futuros captadores.

Impacto socioeconómico y ambiental

Posibilidades de uso de la camanchaca

Agua Potable. Debido a que en el norte del país la mayoría de los pequeños poblados y caletas
presentan serios problemas de abastecimiento de agua, esta alternativa aparece como una
posibilidad concreta para satisfacer, de manera importante, estas demandas. En la actualidad
prácticamente todos estos poblados se surten de agua por medio de camiones aljibe, con serios
reparos sanitarios, cuota mínima por persona, altos costos e inseguridad de un abastecimiento
normal y oportuno. Por otro lado, las enormes distancias y las precarias condiciones de los
caminos de acceso dificultan aún más un adecuado servicio.

Al evaluar la posibilidad de implementar un sistema de abastecimiento de agua potable con


agua de camanchaca se deberá, a lo menos, tener las siguientes consideraciones, descontando
obviamente que existe en las inmediaciones un cordón montañoso con nieblas permanentes:

q Realizar un estudio detallado de la topografía del cordón montañoso y del comportamiento de


la neblina e identificar los sectores más favorables.
q Montar una batería de neblinómetros en los lugares más propicios y evaluar los rendimientos
de agua producida.
q Tener en consideración que las inversiones por concepto de aducción entre el sector de
captación y de destino (poblado) puede ser una limitante de importancia. Esto nos puede
mover a elegir sectores un poco menos favorables pero más cercanos, por ejemplo.

Agua potable envasada. Los niveles de arsénico presentes en el agua potable de Antofagasta
podrían favorecer el establecimiento de una empresa envasadora de agua de camanchaca, como es
el caso de algunas embotelladoras de agua mineral que también ofrecen su producto en bidones.
Otra opción podría ser la venta de agua gasificada en sifones.
136 Captación Externa

Abrevaderos. El agua captada de las nieblas en los sectores altos de los cordones montañosos de
la cordillera de la costa, puede ser utilizada directamente en el lugar como abrevaderos,
contribuyendo a un mejor manejo de los recursos. En las regiones más desérticas estos
abrevaderos pueden constituirse en puntos de concentración de fauna silvestre (aves, zorros,
guanacos).

En la IV Región, en cambio, ésta alternativa puede ser un excelente complemento para


obtener un mejor aprovechamiento de los recursos pratenses de las zonas altas, que con
frecuencia tienen mejores pastos y de mayor duración, pero por lo general carecen de aguadas; el
ganado en consecuencia gasta mucha energía en estos continuos desplazamientos.

Un predio cercano a Los Vilos (Hacienda Agua Amarilla) está utilizando esta técnica con
óptimos resultados.

Ecoturismo. En el Parque Nacional Pan de Azúcar se están diseñado senderos con circuitos de
larga duración donde se contempla refugios en los sectores altos que estarán abastecidos con agua
de camanchaca. Esta será una de las actividades de promoción del ecoturismo.

Forestación. Esta es una alternativa ya probada y que ha tenido éxito en todos los ensayos
realizados.

Costos:

Ejemplo: proyecto agua potable de Chungungo:


Superficie de captación : 3 528 m2
Producción diaria : 10.580 litros
Números de captadores : 44 captadores de 48 a 120 m2 c/u.
Distancia captación al poblado : 6200 m.
Diferencia de cota : 750 m.

Costos de inversión:
ITEM VALOR $EE.UU. PORCENTAJE
Captación 27 680 22,7
Aducción 43 787 35,9
Estanque (100 m3) 15 632 12,8
Tratamiento 2 037 1,7
Distribución 32 806 26,9
TOTAL 121 942 100,0
q Ejemplo de un captador para abrevadero:

Captador 48 m2.
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 137

ITEM VALOR ($EE.UU.)


- Materiales 275
- Mano de Obra 63
- Gastos Generales 39
TOTAL 378

Costo/m2= $EE.UU. 7,88

Costos comparativos en sistemas de abastecimientos al pueblo de Chungungo ($EE.UU./m3).

CON ATRAPANIEBLAS CON CAMION ALJIBE DIFERENCIA


3,2 4,3 34%

Antes de la puesta en marcha del sistema de captación de atrapanieblas, el suministro de


agua a Chungungo era exclusivamente hecho por transporte con camión aljibe. Esa era la mejor
opción. Por tal motivo se hizo una comparación entre el costo del sistema de atrapanieblas y el
abastecimiento mediante camión aljibe.

Eficiencia de la tecnología

Agua potable: Caso Chungungo. Antes del proyecto, el pueblo era abastecido con agua que
contenía serias deficiencias en cantidad (14 l/persona/día) y calidad. Con el proyecto de
abastecimiento con agua de neblinas el consumo por persona aumento a 30 lt/día, mejorando a su
vez las condiciones sanitarias y disminuyendo los casos de enfermedades gastrointestinales y de la
piel.

Operación y mantenimiento

Dependiendo de la magnitud y destino del agua captada (consumo humano, vida silvestre,
forestación), serán las complejidades de su operación. Para agua potable habrá que aplicar todas
las medidas de higiene y los tratamientos necesarios (cloración). La mantención en general es
sencilla y los materiales y piezas de reemplazo son de fácil obtención en el mercado. Los
operadores del sistema necesitan en general un nivel medio, como puede ser un técnico o un
administrador de campo. Para el caso de un operador de agua potable éste requiere de una
capacitación más rigurosa (no de mayor nivel sino que de procedimientos) y una supervisión
periódica (Anexo 2).

Ventajas
138 Captación Externa

• Técnicas: relativamente fácil de instalar, luego de los estudios previos de factibilidad. La


operación y mantención no presenta mayores dificultades.
• Ambientales: es su principal ventaja, por los impactos positivos a la salud humana y al
medio ambiente (forestación, vida silvestre). Representa además una nueva fuente de agua,
que no compite con otras fuentes tradicionales.
• Económica: para abastecimiento de agua potable comparativamente aparece como una
alternativa mas viable que el sistema tradicional de abastecimiento (camión aljibe).

Limitaciones

Para invertir en un proyecto de abastecimiento de agua potable:

• Necesidad de contar con estadísticas confiables previas a la ejecución de un proyecto.


• La comunidad beneficiaria debe estar motivada para colaborar en todo el proceso y hacerse
cargo del mantenimiento y operación del proyecto.
• Elevado costo de aducción, si el lugar de captación se aleja del sitio de uso.
• Tener en cuenta que los terrenos del entorno pueden ser fuentes de aporte de minerales
pesados dañinos para la salud.
• Altamente sensible a condiciones metereorológicas, favorables por lo que necesariamente se
debe contar con abastecimiento alternativo (camión aljibe)

Desarrollo futuro de la tecnología

• Analizar la forma de hacer económicamente más eficiente el sistema de aducción.


• Es necesario mejorar los diseños para aumentar la eficiencia de la captación y durabilidad de
los materiales.

Descripción de casos

En Chile es posible usar esta tecnología en todo el cordón montañoso costero (Cordillera de la
Costa) hasta el norte de la V Región (Valparaíso), cubriendo una extensión de aproximadamente
1 800 km. En esta área se deben realizar estudios más precisos de prospección para llegar a
decidir la implementación de un proyecto determinado.

Asimismo, se tiene información que fenómenos similares se presentan en otros 21 países, y


que en Perú, Islas Canarias, Ecuador, Africa del sur, Hawai, Namibia y Cabo Verde se desarrollan
estudios para la aplicación de la tecnología en el aprovechamiento de este tipo de nieblas.

ANEXO 1: CAPTADORES DE AGUA DE NIEBLA

Neblinómetros:
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 139

a) Grunow. Pluviógrafo con un pequeño cilindro de latón perforado sobre la boca. Inscrito en
la OMM.

b) De Cilindro: con hilos de nylon o malla mosquitero.

c) Neblinómetro múltiple: Para medir a diferentes alturas, con estructuras de captación en base
de fierro de 0.5x0.5 m., con hilos de nylon, malla mosquitero, o bien raschel simple o doble
de 35% de sombra.

d) Neblinómetro simple o de pantalla igual: al anterior pero con un solo marco.

Captadores:

e) Macrodiamante: Estructura de poliedros múltiples. Cada poliedro con hilos nylon, o malla
mosquitero, o bien malla raschel.

f) De cortina. Captador de mayor producción, en base a postes de eucalipto empotrados,


alambre galvanizado, malla raschel doble (35%) y canaletas recolectoras.

g) Ecológico: Colihues en trípode con género o arpillera.

h) De Cilindro: Marco de fierro en forma de cilindro, cubierto con hilo de nylon o malla
mosquitero. También podría emplearse malla raschel, el agua colectada escurre de un
tambor de 200 litros.

Dirección para consultas

Guido Soto A., Corporación Nacional Forestal IV Región


Cordovez 281, La Serena, Chile.
Fono: (56 51) 226090 - Fax (56 51) 215073
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 143

Sistemas de Inundación
René van Veenhuizen,
Oficial Profesional Asociado en Suelos, FAO

INTRODUCCIÓN

En este capítulo se describe las técnicas de captación de agua de lluvia, denominadas como
“Sistemas de Inundación” o también como “Captación de Agua de Inundación dentro del cauce”
y de “Derivación de Aguas para Inundación”. Se las conoce en Inglés como “Spate Irrigation” y
“Water Spreading”. La diferencia entre estos dos sistemas de inundación es que en el primero se
utiliza el agua para producción en el área que está sumergida durante los flujos máximos, por
ejemplo a través de bloquear este flujo, mientras en el segundo se fuerza el flujo de salir de su álveo
natural (Reij, C. et al. 1988), por ejemplo a través de un sistema de canales o bordos a los campos
cultivados. Obviamente debe evitarse el traslape entre los períodos de cultivo y los períodos del
flujo en el sistema de captación de agua dentro del cauce y para ambos el control del agua es
sumamente importante. Solamente se considera como sistemas de captación de agua de lluvia, los
que utilizan corrientes efímeras o torrentes de corto período. Los sistemas de captación de agua de
corrientes perennes o de torrentes de períodos mayores se consideran como formas de riego
comunes.

En el Tomo I, se describen como características principales de los sistemas de inundación:

R Captación y aprovechamiento de flujos turbulentos ya sea por: (a) derivación o (b) distribución
desde el lecho del curso de agua hacia las tierras del valle.
R Escorrentía superficial almacenada en el perfil del suelo.
R Longitud del área de captación (puede ser de varios kilómetros).
R Relación área de captación/área cultivada superior a 10:1
R Vía preparada como aliviadero del exceso de agua

Los ejemplos típicos descritos en el Tomo I son: “Presas (diques) filtrantes de piedra” (para
cultivos) y “Bordos esparcidores de agua” (para cultivos).

En este capítulo se describe experiencias de México y de Brasil. Además se presenta las


dos últimas experiencias de CPATSA, Brasil, el “Embalse Subterráneo” y la “Agricultura de
Humedad Residual” que son dos experiencias especiales de captación del flujo subterráneo y
un ejemplo del método de depósitos o tanques para cultivar.
144 Sistemas de Inundación

DERIVACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE TORRENTES, MÉXICO 1

Manuel Anaya Garduño,


Director de Investigación, Instituto de Recursos Naturales,
Colegio de Postgraduados, Montecillo, México

Antecedentes históricos

En las zonas áridas y semiáridas el hombre ha desarrollado tecnologías para sobrevivir ante
condiciones ambientales tan adversas como la escasez de agua. Una de estas tecnologías se
refiere al manejo y aprovechamiento de los escorrentías superficiales, técnica que data de miles
de años. México es rico en tecnología tradicional relacionada con la conservación de suelo y el
aprovechamiento del agua de lluvia; los aztecas y los mayas generaron tecnologías que aún
persisten en forma exitosa (figura 42).

Figura 42. Terrazas tipo Netzahualcóyotl en el Valle de México.


Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 145

Rojas (1985), señala que los agricultores mesoamericanos utilizaron ampliamente la


construcción de terrazas a fin de intensificar el uso de las áreas en lomas, mesetas, cerros
pedregosos, hondonadas y barrancas. El uso de estas estructuras permitía atenuar los efectos
de la erosión, retener el suelo, aumentar el grosor del perfil del suelo y el contenido de materia
orgánica y como consecuencia su capacidad de retención de humedad proveniente de la lluvia
y el riego.

De acuerdo a Herold (1965), las "trincheras" del Norte de México pertenecen al período
110 - 1450 años a.C. Se ha sugerido el siglo XI como el período de origen de las terrazas del
sur oeste de los Estados Unidos (Donkin, 1979). Es posible que existan varios centros de
origen para los sistemas más elementales de terrazas, seguido de la difusión a formas más
avanzadas asociadas con el labrado de la piedra y el riego con canales (Donkin, 1979).

Lo anterior muestra evidencias exitosas sobre el manejo de escorrentías superficiales y


construcción de terrazas que han permitido a través de los siglos la producción de cultivos con
sistemas de inundación sin disminuir la fertilidad de los suelos y sin causar daño ecológico;
dando además, ventajas culturales y económicas que han sido extrapoladas a otras regiones del
mundo.

La antigüedad de las terrazas agrícolas de la parte central de México en el Valle de


México-Teotihuacán, se remonta a las postrimerías de los períodos pre-clásico y clásico
(Hopkins, 1968; Sanders y Marino, 1970). Fechas semejantes se han sugerido para las terrazas
de la parte oeste de Teotlalpan (Valle del Río Tula) y de Tecaxic-Calixtlahuaca (Valle de
Toluca). MacNeish (1958) reportó terrazas con muros de piedra para la sierra de Tamaulipas
que pertenecían a tres períodos sucesivos de ocupación (600 a.C.- 1000 d.C.).

En la parte sur de México, en los valles de Oaxaca y Tehuacán y en Montenegro-


Tilantongo en la Mixteca Alta, la construcción de terrazas para usos agrícolas combinado en
algunos lugares con el riego comenzó en el período pre-clásico varios siglos antes del inicio de
la Era Cristiana (Palerm y Wolf, 1957; Spores, 1969).

Los autores españoles, incluyendo a los cronistas de la Colonia, denominan a las terrazas
como andenes. Otros nombres incluyen gradas o graderías, tablones, terraplenes, bancales, y
llanadas (llanos hechos a mano). Los Náhuatls utilizaban la palabra kaláltin para describir las
terrazas irrigadas en Texcoco en el Valle de México (Wolf y Palerm, 1955). También se ha
utilizado el vocablo náhuatl “metepantlis” que significa semiterraza; es decir, una superficie
que se aplanó entre hileras de maguey (West, 1970). El vocablo “teopan”, que equivale a
montículo terraceado se encuentra incorporado en muchos nombres de lugares (Códice
Mendocino, 1964).

Se dan descripciones de las terrazas agrícolas en la Epoca Colonial en las relaciones


geográficas (1579-81) para Chilchota, Michoacan., y para Ozolotepec, Oaxaca., (Paso y
Troncoso y Vargas, 1947). Alva Ixtilxochitl (1891-2) menciona las terrazas de Tetzcutzingo
(Acolhuacán) y Burgoa (1934) señala la presencia de camellones, tanto en las laderas como
dentro de los cauces entre Achiutla y Tilantongo en la Mixteca Alta.
146 Sistemas de Inundación

Aspectos Técnicos

Descripción

Las estructuras de las terrazas presentan ciertas diferencias según el grado de modificación de
la pendiente y la complejidad de las obras realizadas. Se reconocen tres tipos comunes de
terrazas: las terrazas de ladera, las "presas" construidas en barrancas, cárcavas y cauces
temporales de agua y los metepantles hechos en las pendientes más leves (Rojas, 1985).

En el caso de los metepantles, bancales, melgas o semiterrazas, se modifica ligeramente


la pendiente mediante el levantamiento de bordos. En ocasiones se ponen plantas en los lomos
o setos vivos, consistentes en hileras sencillas o dobles de maguey y en ocasiones de nopal o
frutales. Con frecuencia se cavan zanjas paralelas a las hileras de magueyes en la parte
superior e inferior para recoger el agua de lluvia y disminuir la escorrentía, o bien un
bordo paralelo para conservar los setos vivos (West, 1970). Este tipo de terraza es
característico de las tierras marginales de la parte oriental de la Mesa Central, correspondiente
a áreas subhúmedas y semiáridas del sur este de Hidalgo, Tlaxcala y Puebla (West, 1970;
Donkin, 1979). Se han descrito también en la cuenca de Toluca, los estados de Veracruz y
Puebla, y las laderas del Valle de México (Rojas, 1985). En el valle de Oaxaca y en la Mixteca
Alta abundan, pero sin magueyes (West, 1970); figuras 43 y 44.

En las terrazas de ladera (cercas, tenamitl, bezana-repado) la superficie de cultivo puede


ser más o menos amplia, plana y horizontal, según sea la pendiente y las obras realizadas,
desde simples terrazas de contorno y de temporal (secano), hasta otras a manera de escalones
y con irrigación permanente. Lo más frecuente es que el retén o muro de la terraza sea de
piedra, pero también las hay de bloques de tepetate (capa de subsuelo calcárea) o aún de sólo
tierra que se amarra con una cubierta vegetal de pasto. En el caso de muros de retención
dobles o triples se rellenaba la parte intermedia con cascajo (Donkin, 1979). Rojas (1985),
menciona que este tipo de terrazas de ladera tiene dos variantes. La primera son las de
temporal, con las superficies de cultivo en declive cuya función principal es la captura de
aluviones, la reducción de la erosión y el control y retención de los escorrentías. En numerosas
ocasiones estas terrazas contaban con riego proveniente de las avenidas de arroyos
temporales. El segundo tipo de terraza es casi siempre regada con agua de fuentes perennes.

Las terrazas que se han denominado presas y que localmente reciben el nombre de
"trincheras", "atajadizos", "teceras", "enlamados", y "lama y bordo", se construyen en series o
conjuntos a lo largo de una barranca o cárcava que originalmente fue ocupada por un arroyo
intermitente. Las superficies de cultivo están niveladas y el agua drena hacia el relleno de las
pendientes que la rodean. La cuenca que alimenta estas terrazas generalmente tiene una
superficie muchas veces mayor que el área cultivada. Este tipo de terraza representa un avance
significativo en los sistemas de producción de cultivos que utilizan acumulaciones anuales pero
no controladas de aluviones. La combinación de efectividad y simplicidad en la construcción
sugiere que este tipo corresponde a la versión inicial de las terrazas verdaderas (Donkin,
1979).

Las presas tienen muros de piedra sencillos, dobles y hasta triples y estos presentan a
veces setos vivos y relleno. Con los muros se atajan y atrapan sedimentos (lama), se dirigen las
escorrentías y se retiene la humedad, formando gradualmente la terraza (Lorenzo, 1968;
Herold, 1965). Los muros presentan a veces lo que en El Mezquital los campesinos llaman
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 147

"compuerta", una abertura en la parte superior del muro exterior para dar salida al agua de
lluvia sobrante una vez que el sedimento ha sido retenido (Johnson, 1977). Rojas (1985)
sugiere que este tipo de terrazas originalmente se construyó para derivar el agua de las
corrientes temporales a los terrenos adyacentes convirtiéndose en campos de cultivo al
azolvarse.

Donkin (1979), señala que posiblemente en el caso de las presas el material de relleno de
las mismas era obtenido mediante la aceleración deliberada del proceso de erosión a través de
la remoción de la vegetación y las piedras de la superficie del suelo. Se ha señalado que en el
valle de Nochixtlan (Mixteca Alta) los agricultores del período post-clásico (d. C. 1000 +)
removían el caliche superficial para facilitar la erosión de las margas (Spores, 1969). En el
caso de terrazas que se han llenado gradualmente, los muros de retención pudieron haberse
elevado en etapas (Herold, 1965).
148 Sistemas de Inundación

Figura 43. Manejo de escorrentías superficiales y construcción a mano de terrazas con estacas y
ramas en Nochixtlan, Oaxaca.

Figura 44. Terraza tipo metepantle en pendientes leves en el Estado de Hidalgo.


Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 149

Las terrazas del fondo de los valles son más raras. Los muros son bajos y se construyen en
ángulo recto a la corriente del agua sin interferir con la misma. En ocasiones se incorporan
porciones de la pendiente terraceada en forma natural a estos sistemas. Las superficies amplias
y a nivel de cultivo son indicios de que el propósito de tales terrazas fue siempre el de facilitar
el riego con agua obtenida en alguna porción superior y que era distribuida por gravedad en la
porción nivelada de la terraza (Donkin, 1979).

Objetivos

El manejo de la escorrentía superficial tiene como objetivo el suministrar agua adicional a los
cultivos con técnicas de riego por inundación o avenidas, a veces conocido como
"derramaderos" y se aplica lo mismo en los valles que en laderas montañosas de varias
regiones áridas y semiáridas de México. Representan tecnologías tradicionales, muy antiguas y
son la base para la sobrevivencia en condiciones adversas. Además, permiten asegurar la
producción de alimentos, elevar el nivel de vida y mejorar el entorno ecológico.

Ubicación y selección del sitio

Los sistemas tradicionales y modernos sobre el manejo y aprovechamiento de los escorrentías


superficiales se localizan, desde hace varios siglos en las zonas áridas, semiáridas y
subhúmedas de México. Estos se aplican tanto en laderas como en valles y representan una
opción tecnológica para hacer que los sistemas de producción agrícola, pecuaria y forestal
sean permanentemente productivos.

Diseño, trazo y construcción

Los aspectos tecnológicos susceptibles de mejoramiento pueden agruparse en los siguientes


grandes rubros:

• Diseño ingenieril de las estructuras de toma, conducción y manejo de los escorrentías


en la parcela.
• Mejoramiento del manejo de cultivos y de suelos en la parcela que recibe los
volúmenes escurridos.
• Manejo de las áreas de captación (cuencas hidrográficas).
• Incremento de la productividad de la mano de obra mediante esquemas de
mecanización adecuados a unidades de tamaño pequeño y de capital limitado.
• Integración de actividades frutícolas, de producción de forraje y ganaderas en los
sistemas de cultivos.
• Organización de los grupos de productores en torno a las obras de manejo colectivo en
el sistema y a la compra de insumos y comercialización de productos.

Con referencia al primer y tercer punto que requieren del conocimiento de las
características hidrológicas de la cuenca bajo estudio existen numerosos intentos de
formulación de esquemas de predicción de volúmenes escurridos y búsqueda de relaciones
área de captación: área de siembra.

La combinación de estos procesos conlleva a un entendimiento más completo de las


técnicas tradicionales, permitiendo así su mejoramiento y optimización. Un ejemplo de este
tipo de enfoque realizado en México es el modelo propuesto por Pimentel (1989) utilizando
150 Sistemas de Inundación

un modelo paramétrico distribuyendo el relieve de la cuenca en áreas unitarias con parámetros


uniformes. En este modelo se utilizan facetas triangulares irregulares para la generación digital
del terreno determinando posteriormente los segmentos de los cauces formando así la red de
cauces de la cuenca (Figueroa, et al. 1990).

En la determinación del hidrograma de salida se utiliza un esquema de cascada. El


tránsito de la escorrentía se realiza aplicando la teoría de la onda cinemática y el principio de
continuidad expresado en la ecuación del almacenamiento (Figueroa, et al.1990)

Para el mejoramiento del manejo de cultivos y suelos se hace necesario introducir


esquemas basados en el modelado del crecimiento de los cultivos utilizando parámetros del
suelo, planta y clima. Ejemplo de este enfoque es el trabajo de Fernández (1986), quien
desarrolló un modelo hidrológico que utiliza información sobre las características de la cuenca,
el clima, los cultivos y el suelo para evaluar el balance de agua de los cultivos de avena,
cebada, frijol, maíz, asociación maíz–calabaza y asociación maíz–frijol.

La afinación de este tipo de trabajos y su generalización permitirá contar con


herramientas para planear las labores de cultivo y los mejores patrones de cultivo para una
área manejada con sistemas de escorrentías en una región dada.

En el cuadro 18 se describen los aspectos ingenieriles de algunos sistemas de manejo de


escorrentías superficiales en el Altiplano Potosino-Zacatecano. El diseño de las principales
técnicas de captación de agua de lluvia se refiere a obras de derivación que se utilizan en
forma tradicional y se refieren a lo siguiente: bordos de tierra, bordos de piedra y bordos de
mampostería, zanjas de derivación, presas derivadoras y diques filtrantes de piedra. Las obras
de conducción se refieren a zanjas derivadoras, canales sin revestir, canales revestidos; estos
trabajos generalmente se hacen a mano. La distribución del agua se realiza utilizando el
método de inundación, buscando que en la mayoría de los casos se deposite tierra-lama para
aumentar la fertilidad del suelo (figuras 43, 44, 45 y 46). El trazo de estas obras es similar al
que se describe en el capítulo “Técnicas de Captación de Agua de Lluvia” en el Tomo I.

En el cuadro 19 se describen algunos aspectos de manejo y producción de cultivos


(granos básicos, hortalizas y frutales) en ocho diferentes localidades del Altiplano Potosino-
Zacatecano que se refieren a lo siguiente: localidad, preparación del terreno, especies
cultivadas, labores culturales, plagas y enfermedades.
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 151

Cuadro 18. Descripción de los sistemas de manejo de escorrentías del Altiplano Potosino-
Zacatecano. Aspectos ingenieriles (Fortanelli, 1981; Charcas, 1984; Gallegos,
1985).
Sitios con sistemas Obras de derivación Obras de conducción Construcción, estructuras y
establecidos procedimientos de distribución
del agua

Santiago, Pinos, Bordos mediante 2 hileras Canales cavados con Las obras de conducción llevan el
Zacatecas de postes de 1,0-1,5 m de implementos manuales agua hasta la parcela y la inundan
altura y en medio ramas y
tierra

San José del Grito Bordos de mampostería y Canales cavados con Bordos de tierra y estacados
Moctezuma, San bordos con tendidos implementos manuales conforman las terrazas. En los
Luis Potosí bordos se plantan especies nativas

Villa de Ramos, Zanjas diagonales sobre Zanjas derivadoras Derrame de agua sobre los terrenos
San Luis Potosí las laderas. de cultivo donde se hace el surcado
perpendicular a la pendiente
Serranías
Meridionales del Mediante alargados diques de
Altiplano Potosino, estacas y ramaje entretejido,
San Luis Potosí Zanjas diagonales sobre Zanjas derivadoras construidos perpendicularmente a
las laderas la pendiente del terreno, se
Planicie Occidental contiene y dispersa el agua de los
del Altiplano escorrentías. Los diques, canales
Potosino, San Luis derivadores y estacados se reparan
Potosí anualmente

Región Boreo- Diques de estacas y piedra Canales hechos Mediante bordos de tierra y piedra
Central del manualmente perpendiculares a la pendiente del
Altiplano Potosino, terreno se inundan los terrenos de
San Luis Potosí cultivo. Estas estructuras se
reparan anualmente

Planicie de Presas derivadoras a lo Sistema de canales sin Bordos de tierra, palos y ramas y
inundación del Río largo del río. (En esta revestir de sección compuertas de concreto.
La Presa-Justino zona se tiene una presa de trapezoidal o Anegamiento o inundación de la
Bocas. San Luis almacenamiento de semicircular parcela (enlamado). Esta práctica
Potosí escorrentías superficiales) se realiza cuando el terreno de
cultivo está en descanso o el
cultivo esta muy desarrollado

Cañada del Río Las Presa derivadora de cal y Canal de tierra de Boquillas empotradas a la pared
Enramadas-Santa canto, reforzada con sección rectangular del canal de conducción.
María. San Luis bordos de tierra Inundación de las parcelas de
Potosí cultivo con agua de avenidas
(enlamado). Esto se realiza igual
que en el interior, además del
riego, con la finalidad de que
cuando se infiltre el agua quede
una capa muy fértil de "tierra
lama"
152 Sistemas de Inundación

Cuadro 19. Descripción de los sistemas de manejo de escorrentías en el Altiplano Potosino-


Zacatecano. Aspectos de los cultivos (Fortanelli, 1981; Charcas, 1984; Gallegos,
1985).
Sitios con Sistemas Labores de Especies Labores Plagas más Importantes Enfermedades
Preparación Cultivadas Culturales más Importantes

Santiago, Pinos, Volteo Maíz Deshierbes Gusano cogollero, gusano Cenicilla


Zacatecas Frijol Escarda de alambre, gusano elotero, (Erysiphe
Calabaza gallina ciega, conchuela, polygoni)
mosquita blanca

Gusano cogollero, gusano


San José del Grito Volteo Maíz Escarda de alambre, gusano elotero, Cenicilla (menos
Moctezuma, San Arrope o paso de Cebada Deshierbes conchuela, mosquita incidencia)
Luis Potosí rastra Trigo Despunte blanca
Frijol
Garbanzo
Haba
Calabaza
Girasol
Gusano cogollero, gallina
Villa de Ramos. San Volteo Maíz Deshierbe ciega, gusano elotero Cenicilla (menos
Luis Potosí Arrope o paso de Cebada Escarda incidencia)
rastra Frijol
2o. paso de rastra Calabaza
Gusano cogollero, gorgojo
Serranías Pasos de arado Maíz Escarda del maíz, conchuela, Sin presencia
Medionales del (volteo) Frijol mosquita blanca
Altiplano Potosino. Rastreo Cebada
San Luis Potosí Trigo
Chícharo
Haba
Girasol Gusano cogollero, gorgojo
del maíz, gusano de
Planicie Occidental Paso de arado en el Maíz Escarda alambre, gallina ciega, Sin presencia
del Altiplano borde del surco Frijol conchuela, mosquita
Potosino. San Luis Volteo Calabaza blanca
Potosí Paso de viga (paso Girasol
de rastra) Gusano cogollero, gorgojo
del maíz, gusano de
Región Boreo- Volteo (aflojar y Maíz Escarda alambre, gallina ciega, Sin presencia
Central del Altiplano voltear el suelo) Frijol conchuela, mosquita
Potosino. San Luis Calabaza blanca
Potosí Girasol
Cebada
Trigo
Garbanzo
Lenteja
Chícharo Gusano cogollero, gusano
soldado, gusano elotero,
Planicie de Riego Maíz Deshierbe pulgon de la col, gusano Chamuscado del
inundación del Río Volteo Cebada Aporques medidor jitomate,
La Presa-Justino Rastreo (se dan Avena Escarda huitlacoche o
Bocas. San Luis varios pasos) Trigo Rastreo carbón del maíz,
Potosí Frijol cenicilla
Alfalfa
Haba
Lenteja
Hortalizas
Girasol Mielecilla en nogal,
mosquita blanca,
Cañada del Río Las Desborde Maíz Deshierbes conchuela, ardillones y Plagueado de la
Enramadas-Santa Barbecho o varias Cebada Aporques pájaros raíz en ajo,
María. San Luis aradas Frijol Escarda encamotado de la
Potosí Rastreo Alfalfa Apuntalado en raíz en jitomate
Terroneo (desbaratar Chícharo frijol y jitomate causada por el
terrones) Haba Alambrado en nematodo
Nivelación Cacahuate jitomate Meloydogine
Hortalizas incognita.
Condimentos Secadera en chile
Ornamentales
Frutales
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 153

Figura 45. Derivación y distribución de torrentes, para producción de frutales. San Luis Potosí.

Mantenimiento
Figura 46. Manejo de escorrentías superficiales para producción de frutales. San Luis Potosí.

Normalmente se hace una reparación anual de las estructuras y en la mayoría de los sistemas
tradicionales donde la distribución del agua dentro de la parcela es irregular y se tienen
problemas de erosión tanto en el canal como dentro de la parcela.
154 Sistemas de Inundación

Los canales de conducción son de tierra, excavados a mano y sin una pendiente de
diseño que evite la deposición de sedimentos o la erosión de los mismos, por lo que también se
reparan anualmente.

En lo referente a las labores de preparación, estas incluyen el volteo o aradura, el arrope


o paso de rastra, el cual puede realizarse en dos o mas ocasiones. Los cultivos sembrados
incluyen en todos los casos, maíz, frijol y calabaza y en aquellos con mayor disponibilidad de
agua, trigo, cebada, garbanzo, haba, girasol, chícharo, lenteja, alfalfa y hortalizas. También se
pueden encontrar plantaciones de árboles frutales y/o de uso forrajero en los bordos dentro de
la parcela. Como labores culturales se realizan el deshierbe, las escardas y el despunte.

Potencial de Producción

Los sistemas de inundación a través de técnicas de derivación y distribución de torrentes


permiten incrementar la producción de granos básicos, forrajes, hortalizas y árboles frutales
hasta en un 300 por ciento, considerando períodos de 7 a 10 años ya que la variabilidad de la
precipitación media anual es considerable. Además, estos sistemas permiten mitigar los efectos
de la sequía, los cuales afectan seriamente a numerosas localidades de las zonas áridas y
semiáridas de México.

Grado de Complejidad

Estas técnicas de derivación y distribución de torrentes representan niveles de grado


intermedio a complejo, ya que requieren de personal técnico especializado o bien productores
con gran experiencia en el diseño, trazo, construcción y mantenimiento de las obras.

Limitaciones

De acuerdo a Figueroa et al. (1990), los principales problemas a que se enfrentan estos
sistemas además de aquellos de índole socioeconómica y que tienen que ver con la desigualdad
de las relaciones entre sectores productivos de la economía nacional incluyen lo siguiente:

• Deficiente control del volumen de agua introducido en la parcela. Esto se traduce en


volúmenes de escorrentía difíciles de conducir y manejar en las parcelas del productor lo
cual puede provocar la destrucción de la obra de derivación y la pérdida por erosión
hídrica de las parcelas.
• Canales de conducción mal diseñados. Esto puede provocar deposición de sedimentos o
erosión del lecho del canal, habiendo ocasiones en que el agua no fluye a la parcela en el
volumen y dirección adecuada.

• Distribución irregular del agua en la parcela. Esto puede provocar frecuentes manchones
con exceso o deficiencia de agua que se traducen en producciones muy irregulares.

• Sistemas de distribución deficiente del agua en la parcela. Generalmente se carece de


estructuras hidráulicas (vertedores) que permitan una distribución uniforme y segura del
volumen captado.

• Baja fertilidad de los terrenos y problemas de salinidad en algunos casos.


Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 155

• Variedades con poco potencial de respuesta a la aplicación de insumos.

• Problemas de mano de obra para las labores de cultivos en las etapas críticas debido a un
uso mínimo de equipos de mecanización agrícola.

• Abandono en el mantenimiento de obras de naturaleza comunal debido a aspectos


culturales cambiantes como consecuencia de alteraciones en las relaciones económicas
prevalecientes entre sectores de la economía nacional.

Estas limitantes son susceptibles de superarse mediante esquemas tecnológicos que se


adecuen a las condiciones imperantes en cada uno de los sistemas de producción.

Impactos socioeconómico y ambiental

Costos y Retornos

Las técnicas de derivación y distribución de torrentes para la producción agrícola en zonas


áridas y semiáridas tienen costos que varían de acuerdo al grado de complejidad de las
estructuras y a los materiales que se utilizan (tierra, piedra, concreto, etc.). Sin embargo, los
retornos permiten ganancias satisfactorias considerando períodos de 7 a 10 años. De este
modo se pueden obtener relaciones beneficio costo de 1:2 a 1:3 dependiendo del tipo de
cultivo. En el caso de frutales, los retornos son más altos por el valor comercial del
producto. Sin embargo, los sistemas de comercialización siguen representando un factor
limitante, dado que no hay seguridad permanente para lograr buenos precios de los productos
(Salazar, 1986)

Generación de Empleos

La optimización de la productividad de la mano de obra involucra el mejoramiento de los


implementos de tracción animal que predominan en estos sistemas a través de la utilización de
equipos de bajo costo mejorados para tiro animal. Ejemplos de este esquema son los
yunticultores y la multibarra desarrollados por el Instituto de Investigaciones Forestales y
Agropecuarias para la zona centro–norte (Aguascalientes) de México (Sims, 1985). Este
equipo cuenta con sus respectivos implementos entre ellos la rastra, sembradoras,
cultivadoras, aspersora y carreta para transporte. Otro implemento adecuado a condiciones de
pequeña superficie y capital limitado es el motocultor de alto despeje desarrollado en la
Universidad de Guanajuato (Campos, 1986).

La introducción de equipo mejorado de tracción animal, no podrá realizarse


convenientemente si no se acompaña de modificaciones importantes en las prácticas de
producción y de cultivo de los campesinos. En este sentido debe pensarse fundamentalmente
en prácticas de cultivo más intensivas, mejor adaptadas a las condiciones de suelo y clima y
sobre todo con una mayor integración de la agricultura con la producción pecuaria. Solo de
esta manera el gasto suplementario que representa la adquisición de estos equipos podrá verse
compensado en los rendimientos.

Los problemas de organización para la adquisición de insumos y venta de productos no


deben ignorarse ya que podrían frenar el desarrollo de un esquema de mejoramiento de estos
156 Sistemas de Inundación

sistemas al limitar la ventaja económica relativa que darían el uso más eficiente de la mano de
obra y de los recursos de la parcela del productor al hacerlo dependiente de los intermediarios
para sus procesos de intercambio de bienes y restarle así ganancia a su sistema de producción
(Figueroa, et. al. 1990).

Sostenibilidad

Las técnicas de derivación y distribución de torrentes en las zonas áridas y semiáridas


conllevan a sistemas de producción permanentemente sostenibles ya que estas obras implican
conservación de suelos, incremento de la fertilidad del suelo y una mejor utilización del agua
de lluvia. Además, permiten mejorar el nivel de vida de los productores y mejorar las
condiciones ambientales.

Descripción de casos

Lugar y fecha

La superficie dedicada a la producción agrícola y ganadera en las zonas áridas y semiáridas de


México cubre más de 100 millones de hectáreas; las técnicas de derivación y distribución de
torrentes han producido resultados satisfactorios, ya que éstas se practican desde hace varios
siglos. Las localidades donde los resultados han sido más promisorios son las siguientes:
Altiplano Potosino-Zacatecano, Comarca Lagunera (Durango-Coahuila), Chihuahua, Sonora,
Zacatecas, Valle de México, Valle de Toluca, Valle de Puebla, Valle de Tehuacan (donde se
utilizan las galerías filtrantes), Valles de Oaxaca, Tlaxcala, Hidalgo y Estado de México.

Durante los últimos 20 años, los productores han recibido asesoría de diversas
instituciones tales como: Colegio de Postgraduados, Montecillo, México; Universidad
Autónoma Chapingo; Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias; Comisión
Nacional de Zonas Aridas; Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro; Universidad
Autónoma de Nuevo León; Instituto de Investigaciones en Zonas Desérticas; Instituto
Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y la Secretaría de Agricultura y Recursos
Hidráulicos, entre otras.

Características del lugar y de las técnicas aplicadas

Las características del lugar y de las técnicas aplicadas sobre derivación y distribución de
torrentes en las zonas áridas y semiáridas de México, se registran en los cuadros 18 y 19,
donde se presentan solamente ocho casos con el objeto de dar idea acerca de estos sistemas de
producción con aprovechamiento del agua de lluvia.

Resultados en la Producción

Los resultados en la producción de granos básicos, forrajes, hortalizas y frutales han sido muy
positivos ya que se han generado incrementos hasta en un 300 por ciento de la producción, lo
cual ha propiciado mayores ganancias, un mejor bienestar de los productores y un
mejoramiento del entorno ecológico.
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 157

Dirección para consultas

Colegio de Postgraduados
Instituto de Recursos Naturales
Montecillo, México
56 230 México
Teléfonos: (52 595) 4 57 01 / 5 07 17 / 5 07 12 / 5 07 21
Fax: (52 595) 4 57 23 / 4 57 01
Correo Electrónico: anayam@colpos.colpos.mx
158 Sistemas de Inundación

DERIVACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE TORRENTES, MÉXICO 2

Hugo A. Velasco Molina,


Ing.Agr., M.S. Ciencias del Suelo, PhD. Química de Suelos,
ITESM, Campus Monterrey, N.L. México

Antecedentes históricos

Evenari (1981), ha descrito sistemas para utilización de aguas de escurrimiento que datan de
hace 4 000 años y que fueron encontrados en lo que ahora es el desierto del Negev, en el
estado de Israel.

De épocas mucho más recientes, se tiene evidencia de sistemas para el aprovechamiento


de escorrentías en la agricultura, usados hace 500 años en lo que actualmente se conoce como
Parque Nacional de Mesa Verde localizado en la parte Sur Oeste del estado de Colorado,
U.S.A.

A mediados del presente siglo los Departamentos de Agricultura y Conservación de


Suelos de los Estados Unidos habían publicado ya un boletín técnico titulado: "Range
Improvement through Waterspreading" (Stocker, 1954), que muy posiblemente podría
traducirse como: "Mejoramiento de Agostaderos Mediante el Esparcimiento Controlado de
Aguas de Escorrentía", donde se explican las bases de este sistema y los magníficos resultados
obtenidos en los terrenos donde esta tecnología fue aplicada.

La derivación y distribución de aguas broncas3 o torrentes ocasionales, ha sido también


utilizado con fines de producción agrícola. Para este propósito Rome H. Mickelson (1966),
diseñó, y estableció un sistema que él denominó "Level Pan System for Intercepting,
Spreading and Storing Runoff from a Contributing Watershed", cuya traducción al español
podría ser: Areas niveladas para interceptar, esparcir y almacenar escorrentías de una cuenca
de contribución".

Aspectos técnicos

Descripción

Para el aprovechamiento de torrentes ocasionales, con propósitos de producción agrícola, se


pueden utilizar los sistemas que a continuación se mencionan y describen:

Bordos Interceptores
Con este sistema se maneja el esparcimiento controlado de aguas broncas con bordos
interceptores y almacenadores construidos sobre la pendiente natural del terreno.

3
Aguas broncas: Se refiere a los volúmenes de aguas de escorrentía que después de haber alcanzado una
determinada profundidad, fluyen ocasionalmente pendiente abajo por cauces naturales o bien por superficies
inclinadas, en forma no controlada.
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 159

Este sistema consta de una presa de retención, construida sobre el cauce de un arroyo
ocasional o cárcava y sobre uno de los márgenes del arroyo, a una distancia conveniente aguas
arriba del sitio destinado a la presa, se iniciará un canal derivador, o un dique derivador, que
conduzca las aguas de escorrentía hacia 1, á , 3 bordos de desviación, los cuales tienen por
objeto distribuir el torrente de agua, restándole velocidad, antes de llegar al primer bordo de
retención. Una vez lleno el primer bordo de almacenamiento, el agua saldrá por uno de los
extremos de éste con dirección a un segundo; esta operación se repetirá tantas veces como lo
permitan los volúmenes de agua de escorrentía (figura 47).

Areas Niveladas

En este sistema se maneja el esparcimiento y almacenamiento de aguas broncas mediante el


establecimiento de áreas con superficie y pendiente controladas.

Este sistema consta de un bordo de recepción, que se construye donde el cauce de un arroyo
ocasional o cárcava principia a perder su definición. El bordo de recepción deberá tener
suficiente altura y consistencia para lograr un almacenamiento temporal del agua y en algún
lugar apropiado de éste, se instalará una compuerta a través de la cual se hará desalojar toda el
agua almacenada. Pendiente abajo del bordo de recepción se ubica una serie de áreas
niveladas, circundadas por bordos que permiten almacenar el agua. En cada área nivelada se
instalan dos vertedores, el primero permite la entrada del agua y el segundo su salida después
de haber alcanzado una determinada profundidad en el área que deja. El agua después de
anegar un área nivelada, pasa a la siguiente a través de un canal de longitud variable (figura
48).

Objetivos

• Utilizar volúmenes de aguas de escorrentía conducidos por cauces naturales para el


establecimiento de nuevas áreas destinadas a la producción de pastos en terrenos con
condiciones naturales o bien a la producción agrícola en superficies definidas de
pendiente controlada.
• Impedir la inundación y el azolvamiento de terrenos de cultivo y de núcleos de población
ubicados en áreas de influencia de corrientes descendentes.

Ubicación y Selección del Sitio

Para este propósito, se seleccionarán terrenos con suelos profundos que estén claramente
ubicados en las áreas de influencia de una corriente pluvial ocasional.
160 Sistemas de Inundación
Figura 47. Aspecto general de un sistema de esparcimiento controlado de aguas broncas del tipo “bordos
interceptores” donde se observa una presa de retención A), un dique derivador B), tres bordos
de desviación C) y cinco bordos de almacenamiento D). Se observan además escurrimientos
laterales E) de un área intermedia, hacia el cauce principal. (Fuente: Departamento del Interior,
Bureau of Land Management).
Manual de Captación y Aprovechamiento del Agua de Lluvia 161

Figura 48. Representación esquemática de un sistema de “Areas Niveladas” para el esparcimiento y


almacenamiento de aguas de escurrimiento. (Fuente: Colegio de Recursos Naturales Renovables
de la Universidad de Arizona, EE.UU.).

Diseño

Para el diseño de cualquiera de los sistemas, Bordos Interceptores, o Areas Niveladas,


primeramente se procede a calcular el torrente máximo o la escorrentía máxima de que se
162 Sistemas de Inundación

dispone y para este propósito se puede utilizar "El Método Pendiente-Area", que a
continuación se describe:

1. Seleccionar un tramo razonablemente recto de paredes lisas dentro de un cauce natural.

2. Dentro del tramo seleccionado, ubique una sección transversal donde puedan apreciarse
con claridad las marcas de máximo nivel que dejan las corrientes pluviales en ambos
lados del cauce.

3. Si las marcas de elevación máxima que se observaron a ambos lados del cauce, no tienen
la misma altura, entonces tome un promedio de las alturas de éstas.

4. Para determinar la superficie de la sección transversal seleccionada, divida el ancho total


de la sección en varias partes y luego proceda en forma similar al ejemplo que a
continuación se incluye, (obsérvese la figura 49).

(0 + 0 ,50 )1,6 (0 ,50 + 0 ,70 )1,0 (0 ,70 + 0 ,85 )1,5 (0 ,85 + 1,10 )1,4 (1,10 + 0 ,30 )1,1 (0 ,30 + 0 )1,0
A= + + + + + = 4,45m2
2 2 2 2 2 2

5. Luego seleccione un punto a una distancia que puede fluctuar entre 30 y 90 m. aguas
arriba (pendiente arriba) de la sección transversal cuya superficie se acaba de determinar.

6. Considerando que la distancia al punto seleccionado fue de 60 m y que en este punto la


marca promedio de máxima elevación de las corrientes fue 1,0 m menor. Entonces la
pendiente del agua en movimiento será 1/60 = 0,016.

7. De igual manera deberá seleccionarse otro punto aguas abajo (pendiente abajo), a una
distancia de 15 a 30 m de la sección transversal seleccionada. Esta última medición se
lleva a cabo con el propósito de comprobar la uniformidad de la pendiente del agua.

8. Determine el perímetro mojado de la sección transversal seleccionada para lo cual se


medirá la distancia lineal a partir de una de las marcas de máxima elevación del agua,
localizada sobre uno de los taludes para continuar a través del fondo del cauce y luego
subir hasta la otra marca de máxima elevación localizada en el talud de enfrente. Para el
presente caso se considera un perímetro mojado de 9,12 m.
06/08/2008

Posibilidades de la captación artificial


del agua de la niebla en la Macaronesia

Mª Victoria Marzol Jaén


Universidad de La Laguna. mmarzol@ull.es

Jornadas divulgativas del proyecto aquamac II


Santa Cruz de Tenerife, julio 2008

EL FENÓMENO:mar de nubes - niebla

1
06/08/2008

TAMAÑO DE LAS GOTAS DE AGUA

Niebla: 0.001-0.04 mm
Llovizna: 0.04-0.5
0.04 0.5 mm

Lluvia: 0.5 - 5.0 mm

5 mm

2
06/08/2008

REGIONES DEL PLANETA DONDE SE


OBTIENE AGUA DE LOS ESTRATOCUMULOS
mar de nubes

A AA tagut

A
AA A
AA
cocimbo
camanchaca

3
06/08/2008

Boutmezguida
BOUTMEZGUIDA

INSTRUMENTACIÓN

Schemenauer & Cereceda, 1994 Marzol, 2000

Standard Fog Collector Quarter Fog Collector

4
06/08/2008

Estación
Meteorológica
Automática
RD32 (SEAC)

5
06/08/2008

ORIENTACION DE LOS SFCs


300º 340º

Sidi ifni (Marruecos)

TIPOS DE MALLA
40%

35%

60% 10%

6
06/08/2008

EL TANQUE
(Tenerife)

LANZAROTE (Peñas del Chache)

7
06/08/2008

CABO VERDE 15º20’N

Sierra Malagueta

Sao Vicente (Monte Verde) Santiago

EL HIERRO

Ventejis
Binto (1.200 m) (1.000 m)

Las Llanías (1.300 m) Mirador Jinámar

8
06/08/2008

Madeira

Paul da Serra

9
06/08/2008

Cumbres
ZONAS DE
El Púlpito
EZPERIMENTACIÓN
Tacoronte
Aguagarcía Anaga
Teno Las Lagunetas
El Gaitero

Dorsal

e. automáticas
pantallas
registrador
torres TENERIFE
observación N

10
06/08/2008

6m

2m

Bebederos (Parque Rural de Teno, Tenerife, Canarias)

11
06/08/2008

VARIACIÓN HORARIA DE LA NIEBLA


% EN TENERIFE (Anaga, 1996-2007)
Medi a

100

80

60

40

20

0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23
MARZOL, 2007

Media

VARIACIÓN HORARIA DE LA NIEBLA


% EN TENERIFE (Anaga, 1996-2007)
100

80

60

40

20

0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23
MARZOL, 2007

Media Febrero

12
06/08/2008

VARIACIÓN HORARIA DE LA NIEBLA


% EN TENERIFE (Anaga, 1996-2007)
100

80

60

40

20

0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23

Media Febrero Junio MARZOL, 2007

FRECUENCIA HORARIA DE LA
NIEBLA EN TENERIFE
L/mL/m
2/hora
2

6.0
Cumbres de Anaga
5.0
2 2 2
63 L/m 33 L/m 21 L/m
4.0

3.0

2.0

10
1.0

0.0
0 12 0 12 0 12 0
14 / 8 / 2000 15 / 8 / 2000 16 / 8 / 2000

Agua sólo de niebla recogida del 14 al 16 de agosto de 2000

13
06/08/2008

CANTIDADES DE AGUA COLECTADAS


L/m2 EN TENERIFE (Anaga, 1996 – 2007)
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
E F M A M J JL A S O N D
2
SFC: 2.567 L/m2 pluviómetro: 487 L/m

CANTIDADES DE AGUA COLECTADAS


L/m2 EN TENERIFE (Anaga, 1996 – 2007)
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
E
SFC:F 2.567
M L/mA 2 M J JL pluviómetro:
A S O 487 D2
N L/m

fogwater
agua niebla: 1.291 L/m2

14
06/08/2008

AGUA DE NIEBLA COLECTADA EN


TENERIFE (Anaga, julio 2006)
L/m2/día
80
70 T t l 601,0
Total: 601 0 L/
L/m2
60 Lluvia: 0,0 mm
50
40
30
20
10
0
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31
MARZOL, 2007

AGUA DE NIEBLA COLECTADA EN


TENERIFE (Anaga y Teno, julio 2008)

Lluvia: 0 mm

Total: 410
Anaga, julio L/m
2008
2 L/m2/día Total: 251 L/m2
Teno Alto, julio 2008
80 80
70 70
60 60
50 50
40 40
30 30
20 20
10 10
0 0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11MARZOL,
12 13 142007
15 16 17 18

15
06/08/2008

Insolación
h. sol/día en ambas
Insolación vertientes
en ambas de
vertientes deAnaga
Anaga
10,0
9,0
Horras de sol al día

8,0
7,0
6,0
5,0
40
4,0
3,0
2,0
E F M A M J JL A S O N D
San Andrés Taganana

PRECIPITACIÓN DE LA GUANCHA

otoño
29%
invierno
41%

verano
5%

primavera
25%

16
06/08/2008

Importancia del agua


de niebla en verano
Lluvia Agua Niebla Diferencia Niebla % días
mm l/m2 l/m2 l/m2 l/m2 /día niebla
E 95.3 159.4 13.7 0.1 0.4 32
F 48.0 115.0 17.8 0.4 0.6 22
M 43.9 151.6 43.7 1.0 1.4 30
A 39.6 200.3 84.5 2.1 2.8 41
M 18.9 179.6 105.3 5.6 3.4 41
J 10 4
10.4 326 9 226.9
326.9 226 9 21 9
21.9 76
7.6 56
JL 4.9 462.7 308.4 63.5 9.9 64
A 8.4 354.6 285.1 33.9 9.2 58
S 13.8 208.2 140.3 10.2 4.7 54
O 45.9 133.9 36.2 0.8 1.2 31
N 74.5 144.5 19.1 0.3 0.6 32
D 83.1 130.7 10.2 0.1 0.3 32
AÑO 486.5 2567.3 1291.2 2.7 3.5 41

Cantidades de agua de niebla colectadas en


diferentes lugares del mundo
Dhofar -Oman
Bica de Cana -Madeira
Nepal
p
M. Verde -Cape Verde
M. Zavizan -Croacia
Cerro Orara -Peru
Patache -Chile
Anaga -Tenerife
Boutmezguida -Morocco
La Ventosa -Guatemala
Lepelfontein -South Africa
Yemen
Hawaii
Tofo -Chile
Chile
C. Santana -Dominican Republic
Boulaalam -Morocco
Chiapas -Mexico
Tshanowa -South Africa
Gobabeb -Mamib
0.0 5.0 10.0 15.0 20.0 25.0 30.0
2
litros agua de niebla / m / día

17
06/08/2008

Calidad del agua de niebla en Tenerife


TENO ANAGA ANAGA ANAGA
07/07/2002 29/07/2002 28/03/2006 25/04/2006
pH in situ 7,5 7,3
pH en laboratorio 6,95 6,82 6,1 6,3
sólidos en suspensión
p 8,66
, 1,02
,
conductividad 53,0 127,0 279.0 52,6
Dureza 25,0 18,0 NM 6,4
Sodio 5,8 20,0 NM 3,66
Potasio 0,5 0,7 NM 3,68
Calcio 0,0 4,8 NM 1,04
Magnesio 0,5 1,5 NM 0,93
Cloruro 13,9 24,4 68,90 13,41
Sulfato 2,8
, 9,7
, 13,88, 3,13
,
Nitrato 4,19 0,03
Nitrito 0,14 0,07
Fluoruro 0,19 0,26
Fosfato 0,24 0,08
Carbonato 0,00 0,00
Bicarbonato 14,6 21,9 13,05 6,59
Aptitud APTA APTA APTA APTA

La captación de agua de la niebla

Viable técnicamente
Bajo coste
Recurso irregular
Aprovechable en verano
Solución puntual
Responsabilidad social

18
06/08/2008

“… Y en las tierras más altas hay


unos árboles que gotean
continuamente agua buena y
clara, que cae a unas fosas junto
a ellos,
ellos la mejor agua para beber
que se podría encontrar; y tiene
tal propiedad que cuando se ha
comido hasta la saciedad y se
bebe de esa agua, antes de
transcurrir una hora todos los
alimentos han sido digeridos
g y se
tiene tanto apetito como antes
de haber bebido”
J. BETHENCOURT. Le Canarien.
1404

19
06/08/2008

EL GAROÉ

G. Benzoni, 1541 De Bry, 1597

20
COMUNICACIÓN TÉCNICA

Captura de Agua Atmosférica (bruma,


llovizna, lluvia, hielo y nieve) una nueva
fuente de Agua. El Proyecto DYSDERA, un
Mapa de Brumas Global.

Autor: Carlos Angel Sánchez Recio

Institución: Natural Aqua SL


E-mail: csrecio@naturalaqua.es
RESUMEN:

La capura y almacenado del agua que existe en la atmosfera antes de tocar la tierra ha
supuesto un constante esfuerzo en zonas áridas. Desde 1999 el aumento de la escasez
de agua tanto en cantidad como en calidad en otras zonas del Mundo propició la
investigación en la optimización de los llamados "captanieblas". Desde las Islas Canarias
esa optimización ha demostrado a Europa y al resto del Mundo que con su aplicación se
constituye una nueva fuente de agua para el Entorno Rural, Europa ha consolidado la
Investigación con Premios Institucionales y apoyos al desarrollo de la Técnica culminando
con el patrocinio del Programa DYSDERA dentro del Marco Interreg III B MAC que está
ceando el primer anillo de Captura de Agua Atmosférica en la Macaronesia (red de
Estaciones de Captura unidas a Estaciones Meteorologicas telecontroladas) cuyo objetivo
final es la realizacion de un Mapa de Brumas Global base fundamental pra la
sistematización del uso de este nuevo recurso.
ÍNDICE

Equipos de Captura

Objetivos de la Técnica

Modelos

Otras consideraciones

Desarrollo

Ventajas

Aplicaciones

Volúmenes de Captura

Máximo registrado
EQUIPOS DE CAPTURA

Los equipos de captura de agua atmosférica Aquair Optimizer® permiten captar el agua
presente en la bruma, la niebla y las nubes bajas, así como recoger la llovizna y la lluvia
conduciéndola hacia un aljibe o depósito donde es almacenada para su posterior
utilización.

El agua obtenida es casi pura, presentando generalmente conductividades y durezas en


torno a 0,2 µS/cm y 3.2 mg/l CaCO3 respectivamente.

La lluvia suele presentarse, dependiendo de la zona, en


épocas más o menos fijas del año, pero casi nunca
coincidentes con las épocas de máxima demanda hídrica de
los cultivos, provocando en muchos casos, la pérdida de toda
o parte de la cosecha. La utilización de los equipos Aquair
Optimizer® permite acabar con esa situación, creando una
reserva de agua que será utilizada cuando las lluvias sean
insuficientes.

La niebla contiene una cantidad de agua que hasta ahora sólo han sabido aprovechar los
árboles, los equipos Aquair Optimizer® imitándolos, retienen esa agua y la almacenan, un
recurso que sin los equipos pasa sobre nuestros campos sin dejar una gota en ellos.

Las pendientes existentes en las zonas montañosas provocan una fuerte escorrentía que
hace que el agua que traen las lluvias intensas, pase en gran parte a predios inferiores y,
en su caso, al mar, arrastrando capas del terreno. Los equipos Aquair Optimizer®, evitan
esa erosión y almacenan el agua que el terreno no será capaz de retener.

Los equipos Aquair Optimizer®, son respetuosos con el Medio Ambiente, no necesitan
ningún tipo de energía para funcionar, son tan silenciosos como un árbol, toda el agua
que capturan la depositan en su aljibe, no generan residuos y no alteran el Ciclo
Hidrológico.

OBJETIVOS DE LA TÉCNICA

La implantación de esta técnica se centra en la obtención


de agua de alta calidad de las nieblas, en las zonas
comprendidas entre los 500 y 1500 m.s.n.m. de las
vertientes orientadas a los vientos dominantes.

La técnica de captura se basa en forzar, de manera


artificial, la precipitación de las minúsculas gotas
constituyentes de las nieblas. Al ser arrastradas por los
vientos dominantes, depositan parte de su contenido
líquido sobre los obstáculos que encuentra a su paso, siendo aprovechada por la
vegetación de forma natural.

Los Equipos Captadores Aquair Optimizer ® constan de una estructura vertical metálica
con bandejas auxiliares y recubiertas de malla. Su diseño se realiza en función de las
características geoclimáticas y las necesidades hídricas a cubrir en la zona. De esta
forma, se aprovecha de forma sencilla la niebla, bruma y rocío, como recurso hídrico, sin
despreciar la recolección de las precipitaciones de lluvia, etc. A estos fenómenos de
condensación los englobamos dentro de la denominación Agua líquida Atmosférica o
Agua Atmosférica, para distinguirlos de las aguas subterráneas, superficiales o de otro
origen (desalación, depuración, etc).

El máximo rendimiento registrado por los equipos es de 420 litros / captador al día.

Modelos

Existen varios modelos de equipos Aquair Optimizer®, diseñados específicamente para


obtener capturas y duraciones óptimas enfrentándose a las distintas condiciones
climáticas que pueden presentarse.

En la actualidad los equipos se fabrican en hierro galvanizado, acero inoxidable 304 y


acero inoxidable 316 L, pudiendo soportar tanto mallas plásticas, como metálicas o
placas preperforadas.

MODELOS PLANOS

Modelo BASE. Un equipo muy resistente al viento, presenta un buen


nivel de captura, adecuado para zonas que puedan presentar fuertes
vientos en algunos momentos del año o puntos desprotegidos.

Modelo DUPLO. Idéntico al anterior pero con bandejas colectoras por


ambas caras del bastidor vertical. Muy buen nivel de captura, resistente
al viento pero destinado a zonas de vientos menos intensos que los
soportados por el modelo BASE.

Modelo ABETO. El más parecido a un árbol,


dispone de bandejas por las dos caras y son
decrecientes, siendo la mayor la de la parte inferior con un metro
de anchura, y la menor la situada en la parte más alta con 0.40 m
de ancho. Excelente nivel de captura, adecuado para zonas con
vientos suaves o protegidas por árboles o accidentes geográficos.

Modelo AGRO. Especialmente diseñado para huertas y agricultura


de medianías, su punto de giro permite utilizarle como captador de
agua, difusor de vientos, sombreo reductor de la insolación y controlador de la
evapotranspiración y en su caso, las patas del equipo son el soporte
necesario para el crecimiento de especies en espaldera.

Modelo HOGAR. Una línea “familiar”, Modelo Hogar, fomenta la


divulgación de la técnica con equipos de fácil instalación para
proporcionar agua de alta calidad de uso privado (pequeñas huertas
familiares, abasto individual, riego de plantas exigentes, etc.).

EQUIPOS CIRCULARES Y POLIÉDRICOS.

Estos equipos están diseñados específicamente para zonas donde la bruma es intensa,
los vientos suaves y cambiantes en su dirección (masas de bruma o nubes bajas que
circulan desordenadamente o con rutas envolventes o formando remolinos), su estructura
permite que actúen sea cual sea la dirección de llegada de la bruma al equipo, son muy
eficaces en la colecta de llovizna y lluvia, no adecuados para zonas de vientos fuertes.

Pueden llevar opcionalmente una cobertura exterior que intensifica la captura de bruma,
si bien dificulta la captura de lluvia, complemento útil para zonas donde el predominio de
la presencia de la bruma sobre la lluvia es importante.

Todos los modelos tienen 5 m. de altura por 2 m. de ancho (salvo el modelo HOGAR con
2.5 x 1m), la estructura del bastidor y las bandejas es de acero inoxidable pudiendo
optarse por varias calidades, las mallas son de material plástico (malla agrícola),
pudiendo, bajo pedido, montarse mallas metálicas.

Los períodos de duración estimados son de 10 años para los componentes metálicos y 5
años para las mallas plásticas.

OTRAS CONSIDERACIONES

El mantenimiento de los equipos se reduce a una limpieza esporádica una o dos veces al
año dependiendo de las condiciones atmosféricas, así como una revisión de los tensores
de fijación al terreno.

La calidad del agua obtenida garantiza la inexistencia de corrosión y evita obstrucciones


en los equipos de riego, lo que minimiza también su mantenimiento y prolonga su vida
útil.

En el caso de disponer de otras fuentes de agua procedentes de reservas (galerías,


pozos, nacientes, etc.) el agua obtenida puede servir para mejorar la calidad de aquellas
y reducir la cantidad a extraer o espaciar las extracciones permitiendo así, de una manera
indirecta, una mejor regeneración de las reservas tradicionales.

Desarrollo

La investigación continúa sobre los modelos comerciales, mejorando constantemente


diseños y materiales utilizables según las circunstancias climáticas del punto de
instalación y el destino final del agua capturada.
Actualmente están en fase de diseño en laboratorio un modelo aéreo y un nuevo modelo
terrestre de captura intensiva para determinadas zonas de nieblas (brumas formadas por
gútulas de tamaño extremadamente pequeño).

Así mismo y en colaboración con otras compañías y grupos técnicos se están diseñando
estructuras capaces de minimizar los efectos negativos producidos por vientos fuertes y
en nuevos equipos de captura optimizada por condensación forzada.

VENTAJAS

La técnica de captación de agua atmosférica cuenta con múltiples ventajas que se


describen a continuación:

Bajo coste.- La fabricación y la instalación de los equipos de captura representan una


carga económica mínima, en comparación con cualquier otra técnica empleada.

Tecnología simple.- No requiere complicadas infraestructuras.

Captura total.- A diferencia de otras técnicas, estos equipos de captura de agua no se


limitan a la bruma (niebla) sino que trabajan igualmente con lluvia, rocío, hielo y nieve.

Nula alimentación.- No requieren consumo alguno de energía.

Bajo mantenimiento.- Su mantenimiento es mínimo. Se reduce a simples supervisiones


periódicas de la tensión del cableado, del estado y tensión de la malla, así como la
limpieza de canalizaciones y depósitos.

Durabilidad.- Se ha adaptado la fabricación de los equipos a las características


demandadas según las condiciones reinantes, buscando duraciones de 10 años para los
equipos y medias de 2,5 años en las mallas.

Versatilidad.- Son múltiples las variantes de utilización de esta técnica, que la hace
única, además de imprescindible en algunos casos, como veremos en el capítulo de
aplicaciones.

Adaptabilidad.- Los equipos se diseñan dependiendo de los requerimientos del


demandante y se adaptan a su justa necesidad.

Calidad.- El agua obtenida es casi pura, con las implícitas ventajas que este hecho
conlleva, desde la mejora de aguas de baja calidad por simple mezcla, hasta el ahorro de
filtros, etc.

Fácil transporte e instalación.- Los equipos son modulares para simplificar y abaratar
su instalación y, por supuesto, su movilidad y transporte. Respeto medioambiental.-
No genera residuos ni ruidos y no altera a los ecosistemas naturales de su entorno.
Visualmente, no suponen un importante impacto paisajístico al poderse mimetizar
cromáticamente con dicho entorno.

APLICACIONES

La función básica de estos equipos es la captura de agua para su almacenamiento y


posterior utilización, solucionando, totalmente o en parte, la carencia actual. Hasta aquí
se ha hablado de esta técnica obviando su natural aplicación en abasto humano,
agricultura, medio ambiente, etc.

Abastecimiento agrícola.- Instalaciones estándar de equipos de captura con posibilidad


de reconversión de fincas de secano a regadío, mejora de las aguas, recuperación de
suelos salinizados y abasto a puntos aislados.

Reforestación.- Recuperación de formaciones vegetales mediante riego programado


hasta que las nuevas plantas adquieran el tamaño suficiente favoreciendo así el control
de la escorrentía superficial. El factor aislamiento, con imposibilidad de cualquier tipo de
riego y efecto de sequía de lluvias, queda aquí minimizado.

Prevención y lucha contra incendios. Utilizando las estaciones de CAA para el


abastecimiento continuo de aljibes y depósitos, ya existentes o de nueva creación,
ubicados en lugares cercanos a áreas de alto riesgo de incendio (cortafuegos forestales o
zonas recreativas con fogones), que alimentan sistemas de riego por aspersión activados
por control remoto. Así, se podría actuar de forma preventiva humedeciendo aquellas
zonas de alto riesgo o inaccesibles, permitiendo el control del fuego hasta la llegada de
los equipos especializados. También, permite el llenado de camiones cuba in situ,
directamente de los aljibes, por lo que se acelera la llegada de los mismos al lugar al
poder realizar los desplazamientos sin carga.

Abastecimiento de puntos aislados.- Por su bajo mantenimiento se convierte en el


método más barato para facilitar agua a poblaciones aisladas en zona de bruma, refugios
de montaña, estaciones meteorológicas, observatorios, etc. En estos casos, instalaciones
básicas, con un correcto almacenado y mineralizado, pueden ser una solución para
garantizar el abastecimiento, reduciendo o eliminando la costosa elevación de agua
desde cotas bajas.

Mejora de la calidad del agua.- Otra utilización socialmente útil es la captura de agua
atmosférica en zonas rurales que por sobre-explotación o contaminación de sus acuíferos
se ven obligadas a consumir, para abasto o riego, agua con concentraciones de
elementos no deseables, por encima de los valores permitidos por la Unión Europea. En
muchos casos, la mezcla de ese agua con la obtenida por los equipos puede resolver la

situación con unas inversiones mucho más bajas que las necesarias para otro tipo de
tratamiento u obtención (desalación, etc).
Bebederos y abrevaderos.- Estaciones de captura para llenar depósitos y aljibes que
permitan suministrar agua y, en su caso, de manera automática y programada, a zonas
naturales donde los animales encuentran serios problemas para obtenerla en las épocas
secas y a áreas forestales de recreo, fuentes para senderistas, etc.

Industria.- La necesidad para ciertos procesos industriales de agua destilada, potencia la


instalación de equipos, ya que al obtener agua casi pura, abarata los costes de los
procesos de depuración necesarios para obtener agua de máxima calidad.

VOLÚMENES DE CAPTURA

Al basarse la captura en un fenómeno atmosférico, no puede hablarse de un régimen


uniforme en el tiempo, ni puede establecerse un estándar para todos los puntos
geográficos, al disponer cada uno de ellos de unas condiciones de densidad de bruma y
presencia de lluvia diferentes.

No obstante son públicos los volúmenes de captura obtenidos desde 1986 por los
bastidores de malla simple vertical utilizados por el Dr. R. Schemennauer y la Profesora
P. Cereceda en la primera Estación controlada en Chungungo (Chile), su nivel de captura
se sitúa en los 7.5 a 10 litros por m2 y día.

Los equipos Aquair Optimizer® desde 1999, en Canarias han elevado ese nivel en torno
a los 40 litros por m2 y día.

Detalle de la recogida del agua de niebla captada en el canalón del equipo


Estamos hablando de que el equipo más simple, el modelo Base, es capaz de colectar en
condiciones óptimas hasta 400 litros por día, una estación pequeña de 10 equipos puede
colectar, 4 m3 por día.

En esa cifra no se contabiliza la presencia de lluvia, cuando ésta aparece el equipo


retiene, evitando la escorrentía superficial, el 85% del agua que recibe. (Un equipo base
captura la misma cantidad de agua de lluvia que 14.25 m2 de terraza plana).

Otro dato a tener en cuenta, es que el agua capturada no es comparable con el agua
disponible obtenida por otros métodos (subterránea, desalación, etc), hablamos de agua
con conductividades próximas a cero, durezas inferiores a 30 y en algunos casos con
necesidad de ser mineralizadas para ser potables.

La calidad del agua que se obtiene minimiza las obstrucciones y corrosiones y con ello el
mantenimiento de la Estación.

La disponibilidad de agua para pequeñas huertas familiares o explotaciones de


medianías de tamaño medio puede ser una opción para abrir puestos de trabajo estables
en unas zonas, hoy abandonadas que se degradan continuamente.

MÁXIMO REGISTRADO

CRUZ DE LOS HUMILLADEROS. EL HIERRO.


Día 25 de octubre de 2006
Estación de Captura constituida por cinco Equipos Captadores
Litros/5min

Registro en tiempo real de las variables climáticas en nuestro servidor.

LITROS DE AGUA CAPTADA. SEMANA 22-25 OCTUBRE 2006


Litros/captad
Litros/m2malla Litros/estación
or

TOTAL SEMANA 66 660 3300

Min: día 22 0,2 2 10

Max: día 25 42 424 2120


DE LOS LFCS A LAS ESTACIONES CAA

La “investigación aplicada” comienza su trabajo en las Islas Canarias como resultado de


un Proyecto anterior cuya base era buscar las causas del continuo abandono de las
Medianías (zonas de cota media, anteriormente ocupadas por la agricultura tradicional) y
valorar las posibles soluciones que se pueden aportar para evitar su total desertificación,
en un primer paso, y su reutilización, si fuera posible, en un segundo paso.

Este Proyecto, además de una serie de conclusiones que se alejan del objetivo de esta
ponencia, señaló como un estándar ligado a casi todas las áreas estudiadas la constante
“falta de agua apta para riego, disponible a buen precio y fácil de obtener”.

Un breve análisis detectó de manera inmediata que, el entorno rural, no disponía de agua
con esas condiciones, no solo para regar (la que estaba disponible superaba los 1400-
2000 micro siemens), sino también para beber o utilizarla para agua sanitaria, es decir,
fuera cual fuera el uso, ningún tipo de agua disponible, cumplía, sin tratar, las normas
básicas dictadas por la UE.

La inquietud que caracteriza a los investigadores y la curiosidad por lo que puedan haber
hecho otras personas preocupadas por el mismo problema, nos llevó a buscar
propuestas o soluciones a “como llevar agua de calidad allí donde hace falta y no la hay”.

Una vuelta atrás, permitió observar dos temas, los equipos utilizados solo son válidos en
zonas con vientos suaves y su producción solo está orientada a la bruma, porque en esas
zonas no hay más fenómenos que aporten agua.

Pero en 1996, ya había muchas zonas, no áridas, ni semi-áridas que empezaban a


presentar problemas de falta de agua, si no en cantidad, si en calidad, por otra parte esas
zonas disponían, de vez en cuando, de otros fenómenos (lluvia, llovizna, sereno
nocturno, rocío mañanero, hielo y nieve), pero esas zonas eran ya frecuentadas por
fuertes vientos o por vientos racheados.

El análisis de los LFCs propuestos y utilizados con éxito en las zonas áridas por la
Profesora Pilar Cereceda y el Dr. Schemenauer hasta el momento, no podían ser una
solución para la nueva expectativa, ese fue el punto de partida para buscar una formula
adecuada que redujera el impacto del viento y permitiera aprovechar el agua que
aportaban el resto de los fenómenos evitando la escorrentía superficial y los efectos de la
evaporación. (fig. 12 y 13.)
Así nacen en 1999, los nuevos equipos optimizados que aportan un nuevo diseño, más
resistente al viento y capaces de capturar el resto de los fenómenos atmosféricos citados
y presentes, de vez en cuando, en nuestras latitudes.

Figs. 12 y 13 A la izquierda, Long Fog Collector (Pilar Cereceda y el Dr. Schemenauer), a la derecha, Estación de
Captura de Agua Atmosférica (Natural Aqua S.L.). República Dominicana.

Los primeros experimentos de campo son


patrocinados por AENA (Aeropuertos
Nacionales) que facilita en la cabecera de pista
del Aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife), una
zona que tiene permanentemente inundada por
la bruma como sitio ideal para realizar las
primeras pruebas.

Allí se instala el primer SFC (1 m2 ) pero con


bandejas auxiliares y el primer prototipo de lo
que en el futuro sería un equipo Aquair
Optimizer (5 X 2 m = 10 m2 ). (fig. 14.)

Muchas noches de bruma, frío, pasar controles,


cafés medio calientes y etc. , empiezan a
demostrar que los equipos resisten y funcionan,
los resultados de captura, aunque muy
imprecisos, anuncian valores mucho más altos
que los reportados hasta el momento por los
otros grupos que trabajan con los equipos
anteriores, la captura del resto de los fenómenos
Fig. 14 Primer SFC con bandejas auxiliares aporta cantidades significativas que impulsan la
investigación conjunta del fenómeno Agua
Atmosférica, apoyando la idea inicial, “no solo
bruma”.
EL NACIMIENTO DE LA RED INTEGRADA DE ESTACIONES. EL PROYECTO
DYSDERA

Europa, Programa Interreg III-B Macaronesia, Proyecto DYSDERA, Tenerife.

Bajo este Proyecto, se logra instalar el 14 de Julio del año 2006, la primera Estación CAA
tele controlada, dispone, a su lado, de una Estación Meteorológica automática capaz de
enviar, cada cinco minutos, todas las variables
climáticas que permiten identificar la situación , en
campo, sin la presencia de los investigadores. (fig.
19.)

Por primera vez, cuenta con dos potentes


complementos, un medidor de visibilidad y un
contador de alta sensibilidad de volúmenes de agua
capturados.

El primero es un equipo basado en la aproximación


a medir la densidad de la bruma presente, dando
sus datos en medidas de visión (ojo humano)
utilizadas, hasta ahora, por los Institutos
meteorológicos (metros de visibilidad natural), no es
un dato preciso pero es un gran salto respecto a no
poder tener ninguno. (fig. 20.)

Fig. 19 Estación de captura tele-controlada.


Envío de datos en tiempo real cada 5 min.

Fig. 20 Sensor de visibilidad


Fig. 21 Contador de impulsos de agua
capturada por cada 0,5 litros

El segundo es un contador muy sensible, capaz de trabajar sin presión predeterminada


de agua y capaz de emitir impulsos por cada 0,5 litros que pasan por él. (fig. 21.)

Los dos reportan sus datos a la estación meteorológica, que se encarga de enviar todo el
conjunto, vía GPRS a un Servidor de Control de Estaciones situado en el Centro de
Investigación.

Esta nueva situación permite observar a todas las Estaciones de una manera puntual y
analizar sus datos acumulados desde una mesa de trabajo, con la seguridad de que las
mediciones que van llegando son fiables y que las mediciones de agua capturada no
están afectadas por ningún tipo de evaporación, por primera vez en muchos años
comienza a completarse una Base de Datos totalmente real sobre que ocurre y que
capturamos. (fig. 22.)

Litros de agua
captada en 5
minutos

Fig. 22 Base de datos en tiempo real capaz de registrar las variables climáticas asociadas a cada volumen de
agua capturada. Máximos registrados de hasta 40 litros de agua en cinco minutos.

La observación de las series, ahora disponibles, lanza a los investigadores


inmediatamente a tratar de realizar análisis comparativos entre situaciones y resultados,
lo que lleva a trazar un Plan de Investigación que fije unas líneas claras para ese análisis,
un Plan Metodológico que logre agrupar hitos y consecuencias y sobre todo que
identifique claramente qué variables afectan a los regímenes de captura y cuáles no
presentan, al menos en una primera aproximación, una importancia valorable.

Se ha pasado de no disponer de datos fiables, a disponer de un volumen de datos


difícilmente manejable, la sensatez técnica lleva a garantizar que todos los datos que se
están obteniendo gocen de una seguridad de almacenado y centrar los trabajos en
construir un plan de análisis consensuado, al que se dedican los últimos meses del año.

Este Plan observa el control de las siguientes variables:

• Velocidad del viento.


• Dirección del viento.
• Temperatura.
• Humedad relativa.
• Punto de rocío.
• Presión atmosférica.
• Radiación solar.
• Lluvia.
• Visibilidad.
• Litros de agua capturados.
El sensor de visibilidad facilita una lectura en metros, no es un dato directamente
trasladable a “densidad de la bruma” pero utilizando las tablas diseñadas por el Instituto
Nacional de Meteorología para el ojo humano, facilita una primera aproximación al
volumen de agua líquida que trae cada m3 de nube.

Este valor, aun aceptando que no es del todo preciso, permite valorar la diferencia entre
el agua que llega al equipo y la que capturamos, con lo que es posible hacer
modificaciones orientadas a optimizar dicha captura.

Poco a poco, van apareciendo las primeras reglas de identificación de grupos de


condiciones ante idénticos resultados de captura, poco a poco, van apareciendo
comportamientos de la bruma hasta ahora desconocidos, mezclas de fenómenos
atmosféricos de difícil cuantificación, rotaciones de vientos inesperadas durante periodos,
hasta ahora, poco probables, etc., etc., etc.

Una de las variables que hasta el momento actual no se había tenido en cuenta y que
parece influenciar en determinadas condiciones el volumen de agua capturada es la
radiación tierra-atmosfera, aunque por el momento no hemos podido caracterizarla y
cuantificarla.

Litros de Agua Atmosférica Capturados por m2 de malla al mes

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC TOTAL

LITROS
CAPTURADOS
(m2 malla) 11 34 24 70 122 122 200 250 280 125 120 90 1448

El análisis de los datos empieza, a la vez, a detectar condiciones de las Estaciones CAA
que, hasta el momento actual, no habían podido ser detectadas, sobrecargas puntuales
que desbordan los sistemas de recogida, discretos comportamientos cuando la lluvia
supera ciertos valores, diseños de anclajes contra fuertes vientos muy mejorables,
decantaciones poco eficaces ante grandes avenidas, diseño general de los equipos,
eficaz para los datos disponibles anteriormente, pero con claras posibilidades de
optimización.

Por primera vez empieza a disponerse de series cronológicas de clima y captura, como
en el caso de la lluvia, la precisión solo se obtendrá con series largas, pero en el caso de
la bruma es imposible, solo a partir de ahora y si se logra un mantenimiento y
seguimiento correcto de las Estaciones podrán acumularse los datos con los que deberán
trabajar las próximas generaciones.

No obstante los datos que aportan los gráficos anteriores son importantes, la
acumulación anual refleja una cifra no despreciable, una simple multiplicación del numero
de metros cuadrados a utilizar, facilitara unos volúmenes de agua que cubren
sobradamente muchas necesidades en el entorno rural.

Ante esta situación los equipos de trabajo tienen que aceptar que las condiciones
sociales son también un factor a tener en cuenta, se abre un campo de investigación muy
amplio y es necesario financiarlo fuera de las incertidumbres de las subvenciones
oficiales, el equipo debe dividirse y mientras unos abordan la distribución de Estaciones
CAA a todos aquellos puntos que las necesiten y puedan aportar fondos, otros deben
continuar buscando las soluciones a los problemas que los nuevos datos han logrado
aflorar.

En este punto se encuentra actualmente la investigación sobre la Captura de Agua


Atmosférica en Canarias, la investigación pura continuará de la mano de una Fundación
“Agua Sin Fronteras” que está en vías de abrir Centros de Investigación Permanente en
Tenerife, Fuerteventura, Murcia y Teruel, y la aplicabilidad de la Técnica en la sociedad
queda en manos de la Empresa comercial que continua con su trabajo, proyectando,
diseñando e instalando “Sistemas RAAD”, Redes de Abasto de Agua Descentralizadas,
que van a dar solución a muchos problemas de suministro de agua en el Entorno Rural.
El primer mapa muestra las estaciones
con las que cuenta actualmente la
RED DYSDERA. El segundo ilustra las
futuras estaciones con las que contará
la RED.
Editores:
Pilar Cereceda • Pedro Hernández • Jorge Leiva • Juan de Dios Rivera
Proyecto apoyado por CORFO: "La Niebla una fuente
alternativa de recursos hídricos en zonas semiáridas,
con sistemas de captación altamente eficiente y usos
no tradicionales". 2011 - 2014

Institución Mandante: Dirección General de Aguas

Institución Ejecutora: Consultora Profesional Agraria Sur

Institución Coejecutora: Pontificia Universidad Católica


de Chile

Revisión Periodística: Pamela Ramírez R.

Coordinación General: Jorge Leiva V.

Ejecutivo CORFO: Francisco Jiménez C.

Impresión: Impresora La Discusión S. A.

Tiraje: 500 ejemplares

Foto Portada: Comunidad Agrícola Majada Blanca - Región de Coquimbo - Año 2014
Agua de Niebla 3

Í N D I C E
Prólogo 5
Introducción 7

Capítulo I: Localización geográfica y recurso hídrico 13


1.1 Conceptos Generales sobre la formación de niebla y tipos según origen 13
1.2 Breve Historia de los atrapanieblas 16
1.3 La niebla y los estudios geográficos 18
1.4 Identificación de lugares para la instalación de atrapanieblas 24
1.5 Corroboración de resultados: Estudio de Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) 32
1.6 Conclusiones 34

Capítulo II: Instrumentación de los atrapanieblas 37


2.1 Instrumentación: Propósito 37
2.2 Tipos de sensores para medir el agua disponible en un determinado lugar 38
2.3 Sensores para la medición del comportamiento de los atrapanieblas 44
2.4 Adquisición, almacenamiento y transmisión de datos 45
2.5 Conclusiones 47

Capítulo III: Diseño y eficiencia de atrapanieblas 49


3.1 Componentes de los atrapanieblas 49
3.2 Principio de operación y eficiencia de colección 50
3.3 Mallas para atrapanieblas 56
3.4 Análisis estructural 56
3.5 Diseños de atrapanieblas 60
3.6 Innovación para la optimización de los atrapanieblas 65

Capítulo IV: Construcción, operación, inspección y mantenimiento de los atrapanieblas 69


4.1 Compra de elementos y fabricación de piezas y partes 69
4.2 Acceso y transporte de materiales, piezas y partes 70
4.3 Montaje de atrapanieblas 74
4.4 Operación 86
4.5 Inspección 86
4.6 Mantenimiento 87

Capítulo V: Uso del agua de niebla 89


5.1 Antecedentes generales 89
5.2 Usos actuales y potenciales del agua de niebla 96
5.3 Experiencias en el uso del agua de niebla en Chile y el mundo 99

Capítulo VI: Metas cuantitativas para la captación de niebla 111


6.1 Desafíos: Cantidad de agua captable por los atrapanieblas 111
6.2 Precio de otras alternativas de agua potable 113
6.3 Metas cuantitativas para nuevos proyectos de captación de niebla 114
6.4 Efectos económicos de la acumulación, distribución y recursos humanos 118
6.5 Cambios en la factibilidad de nuevos proyectos en el futuro 120
6.6 Otras consideraciones socio-económicas y efectos 122
6.7 Conclusiones 123

Reseña Autores 131


Agua de Niebla 5

P R Ó L O G O

La cosecha del futuro

No cabe duda que la escasez hídrica que afecta al país y particularmente a la Región
de Coquimbo, es un fenómeno permanente y que no desaparecerá con una lluvia. La
falta de agua es una condición con la cual los diversos sectores productivos de la zona
deben comenzar a convivir, buscando soluciones creativas y de bajo costo.
La investigación y desarrollo de sistemas que cosechen el agua que trae la abun-
dante niebla de las zonas costeras de la región se perfila como una de las soluciones
más prometedoras, ello en cuanto pueden obtener grandes volúmenes de este vital
elemento sin el costo energético que implican otras tecnologías.
La sequía está provocando transformaciones profundas. Tanto en las ciudades, como
en las zonas rurales, la existencia cotidiana tal como la conocemos está en riesgo. El fu-
turo de las actividades económicas y productivas en la región, como son la agricultura
y la ganadería, pasa inexorablemente por la disponibilidad de agua.
Si no se cuenta hoy con respuestas para revertir este gran desafío es evidente que las
oportunidades para los habitantes de esta zona se verán mermadas, incrementando
aún más el salvaje abandono de la vida rural y la pérdida de identidad como territorio,
lo que a la larga redunda en una disminución de la competitividad de nuestro país en
su conjunto.
Bajo este contexto, el apoyo a este proyecto tiene un efecto multiplicador por lo pro-
misorio de la tecnología desarrollada. No es difícil imaginar la existencia en las próxi-
mas décadas de grandes praderas de atrapanieblas en los cerros de la región, instala-
ciones que cosecharían el agua como pilar fundamental de nuestro desarrollo.

Andrés Sánchez Araya


Director Regional
Dirección Regional de CORFO Coquimbo
Agua de Niebla 7

I N T R O D U C C I Ó N

Antecedentes del proyecto


Hace 50 años pocos sabían en Chile que la niebla podía ser un recurso de agua. Solo
los habitantes de Antofagasta veían con estupor, cómo un gran aparato de casi dos
pisos en la Universidad Católica del Norte colectaba muchísima agua. El inventor de
este peculiar instrumento fue el profesor de esta universidad, Carlos Espinosa, quien es
considerado el “padre de la camanchaca”.
Por esa misma época, en las Islas Canarias en España, también se hacían ensayos para
la colecta de agua en paneles de gran tamaño. Ellos tenían la tradición de los aboríge-
nes que recolectaban agua de niebla que goteaba de los árboles. En tanto, en el país
africano de Cabo Verde, por esos años un agricultor plantó una hilera de agaves de los
más grandes y en las mañanas iba a regar sus hortalizas y frutales plantados cercanos a
sus ramas en forma bote, en las que juntaba suficiente agua. Todo se veía fascinante y
entretenido, sin embargo, pocos creían que algún día podría ser un recurso hidrológico
a gran escala.
En los años 80 del siglo pasado, el Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad
Católica de Chile inició una investigación científica para ubicar los lugares de mayor
niebla y conocer cuánta agua se podía colectar. Esto se hizo en la IV Región de Coquim-
bo y, después de trabajar en Temblador, se inició una investigación en los cerros de la
mina El Tofo. A los pies de estos cerros está la caleta de Chungungo que recibió agua
de la mina de hierro de su cima, hasta que ésta cerró en 1973.
Con paciencia los investigadores iban mes a mes a medir sus colectas de agua, espe-
cialmente el Dr. Horacio Larraín, quien prontamente fue conocido como el “loco de la
camanchaca” al igual que el resto del equipo. Fue en 1987 cuando se inició una inves-
tigación científica de alta calidad, gracias a la asesoría de profesionales del Ministerio
de Medio Ambiente de Canadá, entre ellos el Dr. Robert S. Schemenauer, y con el finan-
ciamiento del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID) de ese
mismo país. Es así como se logró reconocer la potencialidad de la nube estratocúmulo
que genera la niebla (globos sonda y monitoreo aéreo), se midieron numerosos luga-
res con instrumentos más sofisticados, se analizó la calidad del agua de la niebla, y se
trabajó con la comunidad de Chungungo que a esa fecha recibía agua de un camión
aljibe una vez a la semana. El agua se depositaba en tambores de 200 litros, de aquellos
que se fabricaban para transportar aceite en ese tiempo.
El CIID puso como condición que inmediatamente se construyeran 70 atrapanieblas
y que se dotara de agua a Chungungo. Esta difícil tarea fue encomendada a la Corpo-
8 Agua de Niebla

ración Nacional Forestal, CONAF, de la IV Región, entidad que cumplió a cabalidad su


tarea en un año. A fines de los 80, solo faltaba la cañería de 6 km de longitud, la que
fue donada en 2002 por la Embajada de Canadá. En ese momento las 100 familias de
Chungungo recibieron agua mediante un grifo en cada una de sus casas.
La gran hazaña de este episodio, fue atreverse a hacer un proyecto que demostró al
mundo que el recurso de la niebla es factible y fácil de implementar. Lo encomiable del
equipo CIID, Universidad de Chile, Pontificia Universidad Católica de Chile y CONAF, es
que fueron pioneros en suministrar agua de niebla en forma masiva, demostrando que
es de buena calidad y constituye una solución para los pueblos alejados de fuentes de
agua potable. En la década del 2000, el sistema de atrapanieblas dejó de operar por
falta de mantención y fue desmantelado de a poco por la gente del lugar.
La pregunta que queda es ¿Por qué si fue tan exitoso el proyecto, éste no fue replica-
do en todas las caletas del norte de Chile? Fue conocido mundialmente, se hicieron
cientos de reportajes y al menos, una veintena de películas extranjeras se filmaron en
el pueblo. Se plantaron hortalizas y frutales, se hizo una planta para faenar pescado y
una plaza con flores y árboles, además la comunidad empleó el agua en pequeñas uni-
dades agrícolas y fueron forestadas superficies significativas con eucaliptus y especies
nativas, los primeros para tener leña y los segundos para estudiar su recuperación.
La respuesta es compleja y tiene que ver con la organización de la administración del
sistema completo y la falta de acuerdos de la comunidad (Nef, 2001, de la Lastra, 2002).
Otro factor que también influye es que los atrapanieblas son caros en relación al agua
que producen.
Lo importante es que después de esta iniciativa siguen apareciendo comunidades que
construyen sus atrapanieblas para uso doméstico, para su ganado, otras para forestar.
Esto ha ocurrido no tan sólo en Chile sino que en muchas partes del mundo y en los
cinco continentes. De esta forma, se activaron numerosos proyectos, comenzando por
la formación de la ONG canadiense FogQuest, que ha hecho una veintena de proyec-
tos en países vulnerables y otros lugares donde se busca conjugar la innovación con el
emprendimiento.
En resumen, está probado que el agua de niebla es un recurso efectivo, pero que tiene
todavía limitaciones para su implementación amplia y masiva. La primera está en el dise-
ño de una forma de organizar a los beneficiados para que operen y mantengan el sistema
indefinidamente, que se resuelve con tecnologías blandas. La segunda limitación es que
el costo por litro de agua producido todavía es elevado, lo que se resuelve con tecnolo-
gías duras. Este segundo desafío es el que tomó este proyecto, que estudia y desarrolla
formas para hacer más eficiente en costo la tecnología de la cosecha de agua de niebla.
Agua de Niebla 9

El proyecto
Para utilizar el agua en forma masiva y ser más eficiente en la captación del agua de
niebla, se requiere con urgencia pasar de la fase artesanal a una industrial. Hoy vemos
más praderas de cientos de rotores eólicos, cada vez más grandes, generando energía
eléctrica y que proliferan en todos los países del mundo.
Algo similar debiese suceder con los atrapanieblas. No se trata necesariamente de que
hay que abandonar el sistema tradicional, porque eso lo puede hacer cualquier pobla-
dor emprendedor. Sin embargo, si se quiere tener una solución para el cambio climá-
tico que indica que la costa de Chile sufrirá una aguda escasez de precipitaciones, y ya
que los ciclos de sequía son más largos, especialmente en el Norte Chico, hay que pasar
a la fase siguiente que es trabajar en los atrapanieblas, darles mayor eficiencia, bajar
los costos totales haciéndolos más resistentes y duraderos, así como amigables con el
medio ambiente.
En línea con estos objetivos, lo anterior representa uno de los principales propósitos
del proyecto presentado por la Consultora Profesional Agraria Sur Ltda., al Concurso
de Bienes Públicos1 que conduce la Corporación de Fomento (CORFO) de la Región de
Coquimbo.
Junto con lo mencionado, también se requiere conocer el potencial de colecta de agua,
para estar seguros que hay un flujo constante de agua, conocer los lugares de mayor
posibilidad de colectar la niebla y ubicar los sectores donde hay facilidades para la ins-
talación de atrapanieblas, entre otros temas importantes.
El proyecto presentado se denomina “La niebla una fuente alternativa de recursos hí-
dricos en zonas semiáridas, con sistemas de captación altamente eficiente y usos no
tradicionales” (Desde ahora nombrado como Proyecto Atrapanieblas) y fue aprobado
por un período total de 36 meses, comenzando a ejecutarse en octubre de 2011.

Los pasos metodológicos y resultados del Proyecto Atrapanieblas


Aunque la mayoría de los pasos metodológicos se fueron llevando a cabo en forma
simultánea, se hará un resumen de los principales hitos en este proyecto:
1) Formación del equipo multidisciplinario: La clave del éxito de este proyecto es la
colaboración de diferentes investigadores y profesionales de diversas disciplinas,
ingenieros agrónomos (especialistas en desarrollo y gestión de proyectos), inge-
nieros civiles (Ing. mecánica, eléctrica, materiales, estructural), geógrafos (espe-
cialistas en niebla y comunidades), diseño, construcción civil, entre otros.

1 Las entidades participantes del proyecto postulado al Concurso de Bienes Públicos CORFO son: Consultora Profesional Agraria Sur Ltda.,
en calidad de ejecutor, Pontificia Universidad Católica de Chile, en calidad de co-ejecutor y la Dirección General de Aguas (DGA), en calidad
de mandante.
10 Agua de Niebla

2) Selección de la comunidad a beneficiar: Dentro de proyectos de este tipo, ésta


es una de las labores más difíciles, pues se requiere que tenga continuidad en el
tiempo y sea un referente en la zona donde se habilita el sistema. Además, la co-
munidad debe tener tierras donde haya niebla, siendo el caso de Majada Blanca.
En este sentido, se debió evaluar si había potencial para hacer un ensayo agrícola
experimental y viabilidad con los intereses comunitarios.
3) Cuantificación del agua colectable en la Región de Coquimbo: Se avanzó en la
detección de la niebla mediante el conocimiento de la dinámica de la nube estra-
tocúmulo que produce la camachaca y también en la forma en que ésta se com-
porta con el relieve. Esto se realizó con imágenes de satélites y diversas técnicas
de procesamiento de la información digital, de tal manera que se construyó un
Sistema de Información Geográfica que muestra los cordones montañosos de la
Región de Coquimbo con buenas condiciones para aprovechar la niebla como
recurso hidrológico. La cartografía presenta las serranías que tienen las mejores
altitudes donde se forma la niebla, exposiciones a los vientos predominantes y
pendientes susceptibles de ser utilizadas para la instalación de atrapanieblas.
4) Selección de sitios con niebla: Existe un protocolo que ha sido usado en numero-
sas oportunidades para este reconocimiento, el que una vez conocido el terreno
de la comunidad escogida, fue necesario ubicar los sectores de mayor potencial
de colecta de niebla. Otras consideraciones importantes fueron que el lugar debía
tener camino, espacio para instalar los atrapanieblas y cuidar el medio ambiente.
Se instalaron 5 neblinómetros estándar, los que fueron medidos semanalmente
y cuya información dio la pauta para el lugar de la construcción de los aparatos
colectores.
5) Instrumentos: Se definieron los instrumentos necesarios para la prospección de
la niebla, además de neblinómetros, siendo instrumentos de registro continuo y
de entrega de datos en tiempo real. Entre ellos, se diseñó y construyó un sistema
para conocer el contenido líquido de la niebla. Este sistema instrumental no ha
sido utilizado aún en los proyectos de niebla ni en Chile ni en el extranjero, pues
normalmente se usa una estación meteorológica que refleja un amplio lugar. En
este caso, por ser de bajo costo, se pueden tener en la cercanía a cada neblinome-
tro o atrapanieblas.
6) Elección del lugar definitivo para el sistema de captación de agua de niebla: Se
debieron conjugar factores como niebla, espacio, cercanía a la comunidad, elec-
ción del área de plantación, tomando en cuenta la pendiente por donde bajaría
el agua desde la cima neblinosa a la soleada pampa de Pan de Azúcar, pendiente,
calcular el agua factible de colectar, entre otras consideraciones.
7) Instalación de Atrapanieblas: Uno de los aspectos que más labores requirió fue
Agua de Niebla 11

el estudio, diseño y construcción de los atrapanieblas de gran tamaño, que se


detalla en los capítulos III y IV. Normalmente, los atrapanieblas más usados en
Chile han tenido una superficie de malla de 40 m2, ubicada en medio de dos
postes, normalmente hechos de Eucaliptus, separados por 10 metros y con una
altura que no supera los 6 metros desde el suelo. En el Proyecto Atrapanieblas se
construyeron 3 atrapanieblas, cada uno de ellos con superficie de malla de 150
m2, usando postes metálicos de 9 metros de altura y distantes a 20 metros.
Aquí se requirieron cálculos estructurales, resistencia de las mallas, prueba de
distintas mallas, diseños, construcción de los grandes aparatos con un grupo de
trabajadores que debieron pernoctar en la cima del cerro, con constante supervi-
sión del equipo técnico y además, mantener el matorral lo más inalterado posible
y no hacer nuevas huellas, sino que usar las ya hechas por los baqueanos y moto-
queros.
8) Parcela de Experimentación: En forma paralela a estas etapas, fue necesario dise-
ñar y preparar una parcela demostrativa para el uso del agua generada. Para esto
se establecieron especies de baja demanda hídrica: Acacia saligna como especie
forrajera, Olivos y Viñas viníferas. La unidad demostrativa consideró una superfi-
cie de 2.500 m2, un estanque de acumulación de agua de 12 m3 y un sistema de
riego por goteo para cada una de las especies establecidas.
Cada una de estas etapas de la parcela de experimentación fue un desafío, ya que
la niebla no está disponible en forma regular. Además, se sufrió una de las sequías
más severas en décadas, de modo que el estanque de acumulación cumplió un
rol esencial.
Lo importante, es que hoy se pueden ver los atrapanieblas funcionando y las plantas
creciendo. En este sentido, se está consciente de que queda mucho por hacer, pero
se trata del inicio de la etapa industrial de la colección de agua de niebla, donde cada
pieza del atrapanieblas está calculada, tiene planos y es relativamente fácil de instalar.
La prospección de la niebla demostró la importancia de contar con modelos de vientos
antes de instalar los neblinómetros, además de una buena cantidad de observaciones
que se irán trabajando a medida que se vaya haciendo masivo el uso de los sistemas de
captación de nieblas.

Presentación del Libro


Las páginas siguientes de este libro, se dividen en 6 capítulos, los cuales presentan
los resultados relevantes del Proyecto Atrapanieblas, más diversos antecedentes de la
experiencia acumulada por años por parte de los autores y miembros del equipo téc-
nico que participó, así como también numerosa información secundaria proveniente
de diversas fuentes.
12 Agua de Niebla

Al momento de darle curso a este libro, el propósito central fue dar a conocer la impor-
tancia, potencialidades y factibilidad de usar el recurso agua de niebla en localidades
costeras del norte del país. De esta manera, se presenta como un instrumento de fácil
lectura, orientado tanto a profesionales, como a investigadores y sobretodo, potencia-
les usuarios de este recurso hídrico.

Referencias
de la Lastra, C. (2002). Report on the Fog-Collecting Project in Chungungo: Assessment of the Feasibility of Assu-
ring its Sustainability. Recuperado de http://www.rexresearch.com/fog/chile.pdf .
Nef, J., (2001). An Assessment of the state of the fog-collection project in Chungungo, Chile. Report to the Latin
American and Caribbean Research Office (Montevideo) of the International development Research Cen-
tre (IDRC). Recuperado de http://idl-bnc.idrc.ca/dspace/bitstream/10625/25941/1/118215.pdf
Agua de Niebla 13

C A P I T U L O I

La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico


Pilar Cereceda T.
Profesora Titular, ex Directora Centro del Desierto de Atacama,
Pontificia Universidad Católica de Chile.

El presente capítulo tiene por objeto entregar algunos conceptos generales del fe-
nómeno atmosférico de la niebla y una breve historia de los atrapanieblas en el mundo
y en Chile. En este sentido, analizaremos sus tipos, características físicas, e indicadores,
así como métodos y técnicas para reconocer zonas con potencial de colecta de agua de
camanchaca, nombre con que se conoce a la niebla costera del norte de Chile.

1.1 Conceptos generales sobre la formación de niebla y tipos según origen


La niebla o neblina es un fenómeno geofísico y geográfico que se da en casi todos
los ámbitos del mundo. En el territorio nacional, la niebla es frecuente en la costa y
altas montañas andinas. Se define como una masa de aire compuesta por minúsculas
gotitas de agua (1 a 40 micrones), las que por ser tan livianas no caen, sino que se man-
tienen suspendidas a merced del viento si se encuentran en la superficie de los conti-
nentes o de los océanos, mientras que si están en la atmósfera se denominan nubes.
Hay numerosos tipos de niebla, pero aquí sólo se analizan aquellas que son un recurso
hidrológico ya probado.

Foto 1.1: La niebla es una nube a


ras de suelo. En este caso se for-
ma en el océano y es interceptada
por el relieve montañoso de Tara-
pacá, Chile (Pilar Cereceda).

Una de las causas de la formación de las nubes y niebla se debe a la presencia de


anticiclones o centros de alta presión. El Anticiclón del Pacífico Suroriental está pre-
sente frente a las costas de Ecuador, Chile y Perú. Éste produce una inversión térmica
por subsidencia, es decir, aire descendente desde la alta atmósfera que se calienta por
14 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

compresión (Ver Figura 1.1). Esto se debe al calentamiento adiabático de las capas in-
termedias de la atmósfera, provocado por el movimiento descendente de aire de los
centros de alta presión.

Cima de la nube

Inversión
Altitud

Basede la nube

Fig 1.1: Inversión de Subsidencia en altura


(Climatología, Cuadrat y Pita, 1997).

Temperatura

Esta inversión no permite el desarrollo en altura de la nubosidad producida bajo ella,


formando generalmente una nube estratocúmulo. Este fenómeno explica que cuando
se mira la nubosidad desde un avión o montaña, ésta tiene superficie plana y penetra
por los valles de los ríos (Cuadrat y Pita, 1997).

Foto 1.2: Nubes y niebla en Isla Gran Canaria


(P. Cereceda).

La niebla de advección es muy común en los cordones costeros del norte. Se forma
a partir de una nube estratocúmulo (Ver Foto 1.3) que se genera en el mar a cientos
de kilómetros de la costa con una presencia prácticamente constante, pero variable
en altitud, aproximadamente entre los 500 y 1.200 metros sobre el nivel del mar. Esta
nube es desplazada por el viento desde el mar hacia el litoral y la cordillera de la Costa
(advección). Allí es interceptada por las laderas y cimas de los farellones y cerros, trans-
formándose en niebla, por lo cual se le define como una “nube a ras de suelo”.
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 15

Foto 1.3: Nube estratocúmulo y niebla en


cerro Talinay, Región de Coquimbo (P. Cere-
ceda).

La niebla orográfica, conocida también como “nube gorro de montaña” (“hill cap
cloud”), es una nube frecuente que se manifiesta en las zonas montañosas del mundo.
En Chile son típicas en las altas cumbres de Los Andes y en las serranías de la cordillera
costera. Se produce a partir de una masa de aire húmeda, con mucho vapor de agua,
proveniente del mar; la cual al enfrentar la ladera de barlovento de los cordones litora-
les, asciende y se enfría por dilatación, condensando dicho vapor de agua en pequeñas
gotitas que forman la niebla. Al otro lado de estas serranías, en el sotavento, durante
el día el calor del interior del lugar disipa la niebla al evaporar sus gotitas (Cereceda et
al, 2002).

Foto 1.4: Nube y niebla orográfica en Santua-


rio Padre Hurtado, IV Región (P. Cereceda).

En el Parque Nacional Fray Jorge, en la Región de Coquimbo, existen numerosos bos-


quetes entre los 500 y 700 metros sobre el nivel del mar. En la década de 1960, el cientí-
fico Johan Kummerow calculó que el agua que recibía este bosque por intercepción de
la niebla era alrededor de 1.000 milímetros anuales, similar a la precipitación promedio
de la Región de la Araucanía, al sur de Chile. Esto contrastaba con los 100 milímetros
anuales que ocurren en los alrededores del parque; por lo cual, era la acción de la nie-
bla la que explicaba la existencia del bosque relicto de cientos de años que permanecía
16 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

con alto vigor (Kummerow, 1966). Además, la cantidad de agua dentro del bosque es
tan abundante, que incluso es capaz de regar la vegetación bajo el nivel de la niebla.

1.2 Breve historia de los atrapanieblas


La niebla ha sido estudiada desde tiempos inmemoriales por sus consecuencias po-
sitivas y negativas, relacionadas al agua que forma asociaciones vegetacionales, a las
catástrofes en las comunicaciones, a la contaminación de lluvias y nieblas ácidas, entre
otras razones, que incluyen la producción de agua a partir de atrapanieblas.
La historia de la “cosecha” de agua de niebla no es nueva. En el siglo XVI en la isla El
Hierro del archipiélago de las Islas Canarias, España, los cronistas cuentan que había un
árbol, “el garoe”, que abastecía a la población autóctona con el agua que recolectaba
de la niebla (Hernández, A. 1998). Esta técnica todavía se usaba en 1990 en la península
arábiga, con dos olivos que entregaron durante el monzón de ese año, 1.000 litros de
agua diarios (Frigerio, 1990).

Fig. 1.2: El árbol Garoe, pintado en el S. XVIII (Garoe, Foto 1.5: Estanque en Sultanato de Omán, 1990 (P.
Hernández A.,1998). Cereceda).

A inicios del siglo XX, el profesor alemán Marloth midió el agua que se podía colectar
en Sudáfrica y publicó uno de los primeros artículos en un journal de ciencias sobre
el tema. A mediados del mismo siglo, en islas de Hawai se hacían instrumentos para
medir y utilizar el agua en zonas de niebla. Por ejemplo, en la isla de Lanai se plantaron
cientos de araucarias en la línea de cumbres que intercepta la niebla, con el fin de atra-
par su agua y recargar los acuíferos.
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 17

Fotos 1.6 y 1.7: Lanai, “la isla de las araucarias” que vi-
ven del agua de la niebla (P. Cereceda).

En el caso de Chile, a fines de la década de 1950 en Antofagasta, el profesor Carlos Espino-


sa, de la Universidad Católica del Norte, medía la niebla en los cerros cercanos a la ciudad.
Desde esa época ha dedicado gran parte de su vida y de sus actividades de investigación a
crear prototipos para colectar el agua; siendo sus instrumentos famosos en todo el mundo.

Foto 1.8: Macrodiamante diseña-


do por el Profesor Carlos Espinosa
(P. Cereceda)

En 1980, el Instituto de Geografía de la Universidad Católica de Chile, inició estudios


de Geografía de la Niebla en el norte de Coquimbo, en playa Temblador, caleta Chun-
gungo y El Tofo. Allí se hicieron mediciones de la distribución espacial y temporal de
la niebla; así como se cuantificaron los lugares de mejor colecta de agua en esa zona
(Cereceda et al., 1997).

Foto 1.9: Niebla en el Portezuelo, El Tofo (P. Cereceda ). Foto 1.10: Portezuelo de El Tofo, con niebla advec-
tiva pasando por atrapanieblas, 1992 (P. Cereceda).
18 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

Fotos 1.11, 1.12 y 1.13. Prof. H. Larraín y Don Segundo, cabrero residente, en El Tofo. Los dos pri-
meros neblinómetros fueron utilizados en los inicios de las investigaciones de la niebla. El ter-
cero es un “Standard Fog Collector”, SFC, hoy usado ampliamente por los científicos especialistas
en el tema. La foto 1.14, a la derecha, muestra un colector canadiense especialmente diseñado
para determinar la calidad química del agua (P. Cereceda).

Tal como se mencionó anteriormente en la introducción, en 1987 el Centro Internacio-


nal de Investigaciones de Canadá (CIID), financió un proyecto donde se unieron la Uni-
versidad de Chile, la Universidad Católica de Chile y la Corporación Nacional Forestal,
CONAF-Coquimbo, construyéndose 100 atrapanieblas en la comunidad de Chungungo.
El objetivo del proyecto fue dotar a cada una de las 90 casas del pueblo con grifos
que les llevara agua directamente desde los atrapanieblas a su vivienda, objetivo que
se cumplió ampliamente.
El Dr. Robert Schemenauer, del Ministerio de Medio Ambiente de Canadá, lideró es-
tas investigaciones y organizó a los científicos de nubes, nieblas y rocío para juntarse
e intercambiar los resultados de sus estudios en una Conferencia Internacional que
comenzó en 1998 en Vancouver, Canadá, siendo su última versión (6ª conferencia) el
2013 en Yokohama, Japón. El Dr. Schemenauer actualmente es Presidente de la ONG
Fogquest, una organización de caridad para los países que sufren escasez de agua; en
la cual profesionales y estudiantes chilenos llevan a cabo tareas de terreno en los dife-
rentes países asistidos (www.fogquest.org).

1.3 La niebla y los estudios geográficos


Numerosas disciplinas científicas estudian la niebla. Entre las principales, están la
geofísica, geoquímica y la meteorología. Los geógrafos trabajan la localización de la
niebla, su comportamiento espacial y temporal y la cuantificación del agua colectable
de ella, entre otros tópicos relacionados con comunidades rurales.
Actualmente, ingenieros, constructores y diseñadores se dedican a la creación de ins-
trumentos de medición, de colectores de agua de gran tamaño y eficiencia (Investiga-
ción, Desarrollo e Innovación Tecnológica: I+D+i) y a formas de recolección y conduc-
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 19

ción del agua. Biólogos y biogeógrafos, ecólogos, agrónomos e ingenieros forestales


estudian su relación con la vegetación en ecosistemas de niebla.
El equipo “Acquaniebla”, del Centro del Desierto de Atacama de la Universidad Cató-
lica de Chile (CDA-UC), ha estado trabajando desde 1980 las variables geográficas que
determinan la colecta de agua de niebla y ha publicado en numerosas revistas científi-
cas sus resultados sobre las mediciones hechas en distintos lugares del mundo. Como
resultado, ha definido tres niveles de análisis:
- A macro escala: se refiere a la circulación general de la atmósfera. Por ejemplo, cen-
tros de presión y corrientes marinas
- A meso escala: Que busca rasgos geomorfológicos, tales como cordones monta-
ñosos que interceptan las nubes y forman la niebla y corredores de penetración
continental de niebla de advección.
- A micro escala: Donde la topografía es esencial para la localización de atrapanieblas, ana-
lizando pendientes, orientación de laderas a los vientos predominantes y rasgos locales
que aumentan el potencial. La geomática es hoy una herramienta importante en el tema.
Tomando en consideración que el presente libro busca entregar herramientas para
un público no especializado, que le permita iniciar y mantener proyectos de aprove-
chamiento de la niebla; se trabajarán los niveles necesarios para localizar y definir la
colecta de agua.

1.3.1 Indicadores geográficos de presencia de niebla costera en Chile


Una serie de condiciones geográficas son cruciales para conocer los lugares donde
la niebla está presente. La mayoría tiene que ver con la geomorfología y su relación
con el viento. La niebla como recurso hídrico está presente fundamentalmente entre el
litoral y cordillera de la Costa, extendiéndose desde el extremo norte y pudiendo llegar
incluso hasta la Región del Biobío.
A continuación, se hace énfasis en los indicadores, métodos y técnicas que pueden
Pampa del Tamarugal

Salar de Llamara

Río Loa

Fig. 1.3: Tarapacá con nube estratocúmulo Fig. 1.4: El mismo lugar con nube penetran-
en el mar. (M. Lagos y M. Farías, 2005). do hasta la Pampa del Tamarugal a través
de corredores (M. Lagos y M. Farías, 2005).
20 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

ser utilizados, según los objetivos del usuario y sus conocimientos en herramientas mo-
dernas, como son los sensores remotos y los modelos de vientos.

a. Presencia, frecuencia y recorrido de la nube estratocúmulo y formación de nubes


orográficas.
Los indicadores sobre niebla de advección y orográfica se ha estudiado en Chile a
través de imágenes de satélite como las presentadas en las figuras 1.3 y 1.4.
Con imágenes satelitales GOES de varios años del mismo lugar se puede conocer el
comportamiento más usual de la nube estratocúmulo y también la frecuencia de la
presencia de ella con resolución de 4 x 4 kilómetros.

Fig. 1.5: Cobertura de nubes bajas (En azul)


entrando desde el mar hacia el continente
en Tarapacá. (Farías et al., 2005. Modificado/
acortado).

Observando la Figura 1.5, la superficie gris corresponde al terreno no cubierto por la


nube y la superficie marcada con azul, corresponde al área cubierta por nubes. La línea
negra ondulante que va de arriba a abajo representa la línea de la costa. Con respecto
al comportamiento en un día típico de invierno, podemos ver en color azul la nubosi-
dad que a las 17:45 GMT, correspondiente a las 13:45 hora local, está en el mar y solo hay
nube orográfica en Iquique y Chipana (cerca de la desembocadura del río Loa). A las
16:45 hora local, comienza a penetrar por corredores entre montañas de la Cordillera
de la Costa. Luego, a las 18:45 ya está llegando en algunos corredores a las cercanías
de la Pampa del Tamarugal, mientras que a las 20:00 horas ya ha invadido la pampa,
comportamiento similar a lo visto en las fotos satelitales presentadas anteriormente.
También es posible saber que durante agosto la frecuencia de presencia de nube
estratocúmulo, da como resultado que el lugar con mayor porcentaje de permanencia
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 21

se localiza en Patache. Para saber si es niebla, es necesario calcular la altitud del techo
de la nube en relación a la topografía, con un modelo de elevación digital de terreno
que es lo que muestra el satélite GOES (Figura 1.6). El estudio de imágenes satelitales
está siendo cada vez más perfeccionado y de menor costo.

Frecuencia Mes de Agosto 2001


Ausencia Total
01,0 - 12,5 %
-20.0 12,5 - 25,0 %
25,0 - 37,5 %
37,5 - 50,0 %
50,0 - 62,5 %
62,5 - 75,0 %
75,0 - 87,5 %
87,5 - 100 %
-20.5

Norte

-21.0 Fig. 1.6: Frecuencia de presencia de nubes


Grados bajas en Tarapacá. En color azul oscuro mayor
0,50 frecuencia de nube; se ve que el mar está cu-
bierto casi permanentemente y que en la cos-
-21.5
ta, hay sectores que están en el rango 87,5 a
100% (Farías et al., 2005).
-69.5
-70.0
-71.0

-70.5

Foto 1.14: Patache, lugar de alta presencia de


niebla (A. Kirberg).

b. Relieve: altitud, montañas y lomajes


Las nieblas advectivas y orográficas, que son las que interesan para extraer artificial-
mente su agua, en Chile las de mayor potencial de colecta se encuentran en altitudes
superiores a los 500 metros. Por lo tanto, es necesario ubicar en el área de estudio los
cordones montañosos que tengan la altitud suficiente para interceptar la nube estra-
tocúmulo o producir la niebla orográfica.
De acuerdo a los estudios realizados entre junio de 1982 y marzo de 1983 en la ladera
de los cerros Carmelita y El Tofo, desde los 300 metros hasta los 900 metros (ubicando
22 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

cada 100 metros un instrumento), se constató que los 800 metros en la cima de El Tofo
es la mejor localización del área (Schemenauer et al., 1987). En el transecto del cerro
Carmelita en los 900 metros fue otro buen lugar de captación, decayendo rápidamente
desde los 500 metros hacia abajo (Cereceda et al,1997).
Con esta información y otras fuentes del equipo de la Universidad Católica de Chile
no publicadas, se ha definido para la Región de Coquimbo que la zona de mayor cap-
tación se encuentra entre los 600 y 900 metros. Sin embargo, por haber sido hechas
las mediciones en un año con la presencia del fenómeno de El Niño y que en años
siguientes variaron los resultados, se optó por una condición conservadora y se dejó
como área de mayor influencia de la nube estratocúmulo y de la niebla orográfica, el
sector comprendido entre los 600 y 800 metros para el Norte Chico. En el caso del Nor-
te Grande, la altitud de la niebla se encuentra entre los 700 y los 1.100 metros, siendo
esta última la menor productora de agua (Cereceda et al., 2008b).

c. Orientación de las laderas del cordón montañoso a los vientos predominantes


De acuerdo a los datos de Punta Tortuga en el puerto de Coquimbo, los vientos pre-
dominantes son del oeste y del suroeste. Sin embargo, el relieve es un gran determi-
nante de la dirección de los vientos, los que se pueden canalizar a lo largo de un valle
fluvial (Ej: Río Elqui), o ser interceptado y desviado por montañas. También está influido
por micro-relieves como son por ejemplo, quebradas y portezuelos que tienden a ace-
lerar la masa de aire que pasa por ellos, y por lo tanto, aumenta el viento y la dirección
está regida por la orientación de dicho rasgo topográfico.
Otra variable a considerar es la velocidad o fuerza del viento, factor que influye en
el mayor o menor potencial de colección de agua de niebla. En líneas generales, esto
se explica en que mientras exista más viento, más gotas de agua pasarán por la malla
que intercepta la niebla, las que serán colectadas por dicha superficie. De allí que es
importante tener en cuenta la topografía de los cordones montañosos y sus formas
y pendientes. Las formas, como rellanos, es decir estribaciones o cordones de poca
pendiente en su cima y largo trayecto que intercepta el paso de la nube, son de alto
potencial de colecta, así como los valles o portezuelos entre cumbres, también serán
buenos lugares para la instalación de atrapanieblas. Todas estas variables del viento
son tienen relación con el tamaño de las gotas y de la malla que las intercepta, esta
última crucial para la colecta de agua.
En relación con el relieve, es importante conocer las geoformas a barlovento y sota-
vento de una montaña. En las primeras, si un cerrillo obstaculiza el viento, no es favora-
ble; en cambio, si al frente tiene una amplia y pareja terraza marina, será muy positivo.
En las segundas, un valle, cuenca tectónica o depresión es bienvenida, porque actúa
de centro de baja presión en relación al frío en la superficie del mar, por lo tanto, atrae
las masas de aire o viento, el que aumenta su velocidad en la zona de colecta de agua
de niebla.
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 23

d. Pendientes en los cordones montañosos


Las pendientes tienen gran importancia como variable determinante de la colecta
de agua. En primer lugar, definen la trayectoria de los vientos, los que a su vez influyen
en la llegada de la nubosidad a las montañas. En segundo lugar, determinan la factibili-
dad de instalar atrapanieblas en sus cumbres. Además, influyen en la accesibilidad a los
lugares de alto potencial de agua de niebla, por lo tanto definen los costos.
El número de atrapanieblas que se puedan instalar en la ladera de un cerro estará li-
mitado por las pendientes, las que en acantilados como el llamado farellón costero del
norte de Chile, no son adecuados. Sin embargo, una pendiente de 15 a 30 grados pue-
de ser favorable, porque permite instalar atrapanieblas a corta distancia y en paralelo
sin interceptar los más bajos a los ubicados a mayor altura. Esto se puede apreciar en el
caso de El Tofo, que incluso teniendo pendientes del orden de 20 a 40 grados, permitió
instalar atrapanieblas unos detrás de otros, manteniendo las alturas correspondientes.

Foto 1.15: Atrapanieblas de El Tofo. Se construyeron en 1987 y su agua se llevó a Chungungo en


1992 (P. Cereceda).

1 NNE Norte Noreste 22.50º


2 NE Noreste 45.00º
3 ENE Este Noreste 67.50º
4 E Este 90.00º
5 ESE Este Sudeste 112.50º
6 SE Sudeste 135.00º
7 SSE Sur Sudeste 157.00º
8 S Sur 180.00º
9 SSW Sur Sudoestes 202.50º
10 SW Sudoeste 225.00º
11 WSW Oeste Sudoeste 247.50º
12 W Oeste 270.00º
Fig. 1.7 y Tabla 1.1: La Rosa de los Vientos es un 13 WNW Oeste Noroeste 292.50º
buen medio para indicar la orientación de atrapa- 14 NW Noroeste 315.00º
nieblas, pudiendo entregarse la información en 15 NNW Norte Noroeste 337.50º
siglas, denominación y grados. 16 N Norte 360.00º / 0º
24 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

e. Distancia a la costa
Mientras más cerca de la costa esté un sitio, la nube estratocúmulo tiene menos tiem-
po y espacio para evaporar sus gotitas de agua condensadas en la atmósfera sobre la
superficie del océano. Asimismo, mientras menos intercepción de cerros exista entre el
mar y el interior, mayor potencial de colecta de agua habrá, ya que hay menor espacio
para que ésta se evapore.
Un cerro aislado, de un eje orientado al oeste, con laderas con exposiciones al viento
WNW y SW (Ver Tabla 1.1), y con una distancia al mar de unos 2 a 3 kilómetros de planicie
litoral de unos 100 a 200 metros de altitud, sin ningún relieve menor que lo interrumpa, es
ciertamente el relieve ideal para colectar agua de niebla. Es el caso de los cerros de Talinay y
Fray Jorge, Cerro Grande en las cercanías de Peñablanca o cerros frente a la playa Totoralillo,
en la Región de Coquimbo. Sin embargo, hay lugares de alta captación de agua de niebla
que pueden estar distantes a 20 kilómetros del mar, pero que al tener un valle fluvial que
asciende lentamente hasta los 700 – 800 metros de altitud y por donde se canaliza la nube,
también tienen buen potencial, es el caso de cordón Cavilolén, en las cercanías de los Vilos.

Foto 1.16: Niebla advectiva en cues-


ta Cavilolén, que se canaliza por el
estero Pupío, Los Vilos, Región de
Coquimbo (P. Cereceda).

1.4 Identificación de lugares para la instalación de atrapanieblas


Una vez que se ha hecho el estudio teórico, cartográfico y de terreno, donde se han
ubicado las mejores zonas de acuerdo a las variables analizadas, es importante obtener
información de colecta de agua de niebla, hecha con métodos estandarizados durante

Fotos 1.17 y 1.18: SFC con medición manual en Patache (1997) y SFC con medición automática de agua
(pluviómetro) y viento (veleta y anemómetro) en cerro frente a Totoralillo (2013). (P. Cereceda).
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 25

un período de tiempo adecuado y que pueda ser comparada con otras zonas ya regis-
tradas en Chile u otras partes del mundo.
El instrumento utilizado es el neblinómetro estándar o SFC, (Standard Fog Collector)
con características y formas que deben mantenerse lo más fielmente posible. Las di-
mensiones son: un marco de doble malla Raschel de 35% de sombra, de 1 m2 ubicado
a partir de 2 metros del suelo (Schemenauer & Cereceda, 1994). Las mediciones pueden
hacerse en forma manual y también a través de un pluviómetro y un instrumento de
registro continuo (data logger). El ideal es agregar una veleta y un anemómetro para
medir el viento, tal como será explicado en detalle en el capítulo 2.
La información entregada por los SFC es de gran valor, ya que los datos se pueden
analizar según distintos períodos: diario, mensual, estacional, anual. Esto permite reco-
nocer las épocas de baja colecta, la homogeneidad o desigualdad entre años y con ello,
se pueden planificar las actividades a realizar en los distintos lugares monitoreados.
En países donde hay suficiente información sobre colecta de agua, como en Chile, la
medición se puede hacer durante 6 meses o un año, siempre que no sea considerado
anómalo, por ejemplo con presencia de El Niño (Figuras 1.8 y 1.9).

Captación media Alto Patache


1997 - 2008

15

10
l/m2/d
5

0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 200 2007 2008

Fig. 1.8: Niebla en Patache 1997-2008 vía SFC (Cereceda et al, 2008a).

Captación diaria Alto Patache Septiembre 1997 - Septiembre 2009

300
250
200
150
100
50
0
A O D E M J S D E A J S D E A J S D E A J S D J A J S D E A J S D E A J S D E A J S D E A J S D E M S E M S D M J A
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Fig. 1.9: Niebla en Patache 1997-2009 diaria (Cereceda et al, 2008a).


26 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

Analizando la Tabla 1.2, se puede concluir que en uno de los lugares de más alto
potencial de colección de agua de niebla, como Patache, se podría obtener con 100
atrapanieblas tradicionales de 40 m2, algo más de 30.000 m3/año, lo que significa un
caudal de 0,13 l/s (Litros por segundo).

Aplicación de la información de colecta de agua en SFC


Colección de agua en litros por día, promedio anual
Lugar SFC Colector 20 colecto- 50 colecto- 100 Colectores
1 m2 40 m2 res 800 m2 res 2.000 m2 40.000 m2
Alto Patache 7.81 312 6.250 15.620 31.240
Cerro Guatalaya 0.93 37 740 1.860 3.720
Cerro Moreno 8.26 330 6.610 16.520 33.040
Paposo 3.36 134 2.690 6.720 13.440
Falda Verde 1.43 57 1.140 2.860 5.720
El Tofo 2.98 119 2.380 5.960 11.920

Tabla 1.2: Aplicación de la información de los SFC (Larraín et al, 2002. Modificado J.D. Rivera)

Si los atrapanieblas se industrializan, tal como se trabajó en el proyecto Corfo-Innova


Bienes Públicos, Región de Coquimbo, y la eficiencia se logra aumentar, tanto por el
diseño del nuevo prototipo, como por el tamaño y el tipo de malla interceptora, se
podría esperar que el rendimiento de esos 100 atrapanieblas se dupliquen o tripliquen,
y la cifra diaria de agua cosechada sería del orden de 0,4 l/s.

1.4.1 Cuantificación de áreas con potencial de colecta de niebla mediante Sistema


de Información Geográfica (SIG)

A continuación se presenta la cuantificación de áreas con potencial de colecta de nie-


bla, a través del Sistema de Información Geográfica (SIG) en la Región de Coquimbo, y
una estimación de posible rendimiento en la Región, información que se desprende de
la investigación realizada en este proyecto.
¿Qué es un SIG?
Las variables geográficas que se utiliza- Un SIG es un método en el cual mediante car-
ron fueron las siguientes: tografía digital de distintas variables, se pue-
den unir entre ellas para crear unidades que
cumplan un objetivo. Por ejemplo, con un
mapa de enfermos de una comuna y la loca-
lización de consultorios, uno puede saber si
están bien ubicados o si hay espacios vacíos.
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 27

- Delimitación según altitud: Se escogió la altitud de 600 a 800 metros, pero el usuario
del SIG puede buscar su predio y delimitar las altitudes de su preferencia. Por ejem-
plo, puede escoger altitudes entre 500 y 900 metros y luego medir, pudiendo encon-
trarse con sorpresas positivas. Kummerow midió en Fray Jorge, bajo la cota de 600
metros. Este rango permite cuantificar con seguridad las áreas que necesariamente
tendrán niebla cuando se den las condiciones meteorológicas.

- Delimitación según exposición de ladera: En el polígono definido por área según


altitud, se delimita la zona de exposición al oeste con sus variantes norte y sur; se
cuantifica el área que expone a la orientación indicada.

- Delimitación de rangos de pendiente: Dentro del polígono definido que expone al


oeste, se determinan las pendientes según rangos y se excluyen aquellos que im-
posibilitan la instalación de atrapanieblas. Este es un sistema muy general para de-
finir el potencial de una región, pero puede significar la primera aproximación para
comprender el flujo que es capaz de ser colectado con la metodología y tecnología
tradicional.

- Distancia a la costa: Se hizo un buffer de 20 km, cifra que corresponde a los estudios
hechos en la Región de Coquimbo.

Los productos obtenidos fueron los siguientes:


- Cartografía base: Contiene componentes físicos y humanos y delimita los cordones
según la altitud señalada. Luego, se identificaron cerros y cordones montañosos con
potencial de colecta de agua. Cada uno de ellos fue cartografiado de acuerdo a las
variables o indicadores ya comentados. Los sectores se indican a través de 22 mapas
correspondientes a cada área identificada con potencial de colecta de agua de niebla
(ordenados por orden alfabético), las que en algunos casos han sido subdivididas
para lograr un mayor detalle. Este orden se hizo para facilitar la búsqueda a los usua-
rios de la Región de Coquimbo que tienen propiedades en las serranías costeras.
Las cartas tienen los siguientes parámetros: Altitud entre 600 y 800 metros; orienta-
ción de laderas entre 180 y 360 grados; pendiente, sectores entre 0 y 15 grados, 15 y
30 grados y 30 y 60 grados; distancia a la costa, se hace un área de influencia de 20
km desde la línea de la costa (buffer).
28 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

A continuación se observa en las figuras 1.10 y 1.1112 respectivamente, un mapa base


con zonas montañosas y un ejemplo de cartografía de sectores identificados.

Potencial de colecta de agua de niebla


en la Región de Coquimbo, Chile

Leyenda
Área de estudio
Límite

Área 600 - 800 m.s.n.m.

Límite regional
Región de Coquimbo

Ejes Viales
Tipo de Carpeta
Pavimento

Ripio

Maicillo y Tierra

Asentamientos
Ciudades

Otras
localidades

BASE CARTOGRÁFICA IGM, Cartografía Digital 1:50.000


NASA. ASTER GDEM 30m

0 10 20 40 60 80

Proyección Universal Transversal de Mercator


Datum WGS Huso 19 S

ÁREA DE ESTUDIO
Chile sudamericano

Región de Coquimbo

Proyecto CORFO Innova Nº 11BPC-10148 - 2012


Composición cartográfica y SIG: Gonzalo Vergara Troncoso
Ayudante de Investigación CDA

Fig. 1.10: Carta base que indica los cordones con potencial de colecta de agua de niebla y caracte-
rísticas geográficas básicas (G. Vergara)

2 Composición cartográfica realizada por Gonzalo Vergara, Geógrafo Pontificia Universidad Católica de Chile para Proyecto Atrapanieblas
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 29

Caracterización geográfica para colecta de agua de niebla


MAJADA BLANCA
ALTITUD PENDIENTE ORIENTACIÓN

Leyenda
Altitud (m.s.n.m.) Pendiente (º) Orientación ÁREA DE ESTUDIO
0 - 200 N
0 - 15 Chile sudamericano
360ª - 0ª
200 - 400 15 - 30
400 - 600 Región de Coquimbo
30 - 60 O E
600 - 800 270º 90º
800 - 1.000
1.000 - 1.800 S
Curvas de nivel 180º
Límite de área
600 - 800 m s.n.m.
BASE CARTOGRÁFICA IGM, Cartografía Digital 1:50.000
NASA, ASTER GDEM 30 m
Equidistancia curvas de nivel: 100 m

0 2 4 6
km

Proyección Universal Transversal de Mercator Proyecto CORFO Innova Nº 11BPC-10148 - 2012


Datum WGS-84 Husi 19 S Composición cartográfica y SIG: Gonzalo Vergara Troncoso
Ayudante de Investigación CDA

Fig. 1.11: Cartografía tipo que se utilizó para cada uno de los cordones seleccionados con sus
antecedentes de altitud, pendiente y orientación. Con esta información se puede cuantificar la
superficie en cada una de las variables mapeadas (G. Vergara).
30 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

1.4.2. Resultados de los sectores cartografiados según variables geográficas

Área (ha)
Nombre 0 a 180º 180 a 360º Total % 0 a 180º % 180 a 360º
Altos de Talinay 285,27 243,07 528,33 54 46
Cara de Mono 193,32 149,67 342,99 56 44
Cavilolén 2.197,98 2.415,64 4.613,62 48 52
Cerro de Piedra 114,26 382,90 497,15 23 77
Cerro Grande 403,40 474,80 878,20 46 54
Cerro Juan Soldado 898,31 788,03 1.686,34 53 47
Cerro Papilones 7.370,74 8.649,54 16.020,27 46 54
Cerro Quiscudo 159,37 143,11 302,48 53 47
Chincol 177,72 166,03 343,75 52 48
El Chaguar 1.499,54 1.563,09 3.062,63 49 51
El Tofo 2.185,53 1.801,87 3.987,39 55 45
Fray Jorge 168,23 174,73 342,96 49 51
La Escalera - Las Vizcachas 5.084,43 5.744,36 10.828,79 47 53
La Tinguera 1.421,90 1861,77 3.283,67 43 57
Mina de Oro 32,17 25,10 57,27 56 44
Piedra 140,35 128,09 268,43 52 48
San Fermín 10.405,77 12.918,56 23.324,33 45 55
Santa Inés 373,49 551,92 925,41 40 60
Talinay 42,77 54,86 97,63 44 56
Talinay - Padre Hurtado 327,65 297,20 624,85 52 48
Tórtola 1.188,69 1.203,24 2.391,93 50 50

Tabla 1.3: Superficie de las laderas aptas para colecección de agua según orientación (Hectáreas y porcen-
tajes). La altitud comprende las cotas desde 600 a 800 m s.n.m (G. Vergara para Proyecto Atrapanieblas).

Si se observa la Tabla 1.3, hay una gran diversidad de superficies de laderas aptas
para la colecta de agua en las serranías. Éstas van desde casi 13.000 hectáreas en San
Fermín a 25 hectáreas en Mina de Oro. Lo interesante es que todas ellas, sean grandes
o pequeñas, constituyen un gran potencial. Hay que recordar que las áreas adecuadas
son las que van de 180 a 360 grados Sur, Suroeste, Noroeste, Norte, pero cabe consi-
derar que el ángulo de incidencia del viento es un factor importante al momento de
localizar los atrapanieblas. También hay niebla en zonas algo más altas o más bajas de
las cotas 600 a 800 metros. Esto debe ser medido con SFC.
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 31

Áreas (ha)
Nombre 0 - 15º 15 - 30º 30 - 60º Total % 0 - 15º % 15 - 30º % 30 - 60º
Altos de Talinay 278,17 243,57 6,59 528,33 52,65 46,10 1,25
Cara de Mono 91,13 206,13 45,74 342,99 26,57 60,10 13,34
Cavilolén 1.020,75 3.030,70 562,16 4.613,62 22,12 65,69 12,18
Cerro de Piedra 133,51 338,05 25,59 497,15 26,86 68,00 5,15
Cerro Grande 458,17 414,51 5,52 878,20 52,17 47,20 0,63
Cerro Juan Soldado 408,15 1.018,55 259,64 1.686,34 24,20 60,40 15,40
Cerro Papilones 7.283,50 7.386,92 1.349,85 16.020,27 45,46 46,11 8,43
Cerro Quiscudo 124,14 168,65 9,69 302,48 41,04 55,76 3,20
Chincol 156,28 181,18 6,29 343,75 45,46 52,71 1,83
El Chaguar 962,95 1.795,23 304,45 3.062,63 31,44 58,62 9,94
El Tofo 819,59 2.499,00 668,80 3.987,39 20,55 62,67 16,77
Fray Jorge 196,15 137,56 9,24 342,96 57,19 40,11 2,69
La Escalera - Las Vizcachas 3.647,27 6.004,77 1.176,74 10.828,79 33,68 55,45 10,87
La Tinguera 1.189,94 1.921,08 172,65 3.283,67 36,24 58,50 5,26
Mina de Oro 24,72 25,34 7,22 57,27 43,16 44,24 12,60
Piedra 106,84 147,33 14,26 268,43 39,80 54,89 5,31
San Fermín 12.183,44 10.465,26 675,62 23.324,33 52,23 44,87 2,90
Santa Inés 200,06 595,95 129,40 925,41 21,62 64,40 13,98
Talinay 23,75 63,06 10,82 97,63 24,33 64,59 11,08
Talinay - Padre Hurtado 204,92 373,94 45,99 624,85 32,79 59,84 7,36
Tórtola 680,76 1.523,81 187,37 2.391,93 28,46 63,71 7,83
Tabla 1.4: Superficie de las laderas según pendiente (hectáreas y porcentajes). La altitud comprende las
cotas desde 600 a 800 m.s.n.m. (G. Vergara para Proyecto Atrapanieblas)

En la Tabla 1.4, se define que la mejor pendiente para la instalación de atrapanie-


blas es la de 0 a 15 grados, sobresaliendo nuevamente San Fermín y Papilones. Esta
medición es importante, porque no necesariamente constituye un problema para los
colectores, sino que es fundamental tener la información para conducir el agua don-
de se requiere y también para comprender la accesibilidad. Sin embargo, para instalar
atrapanieblas se puede llegar al tramo 15 a 30 grados, sin mayores problemas, aspecto
que aquí se toma en cuenta para los cálculos de agua potencialmente colectable.

1.4.3. Resultados de la Región de Coquimbo


El estudio de selección de lugares de la Región de Coquimbo con aptitud para la
colección de agua mediante atrapanieblas, demostró que hay 22 cordones y cerros con
potencial uso del recurso niebla a partir de los 600 metros de altitud.
Con el fin de hacer un cálculo conservador se determinó la superficie en aquellos
cerros entre los 600 y 800 metros y con orientaciones de laderas hacia el oeste en sus
variantes Sur y Norte (180 a 360 grados). El resultado fue un área de 39.740 hectáreas
aptas para la instalación de atrapanieblas. En ellas, los lugares con exposición al Oeste y
sus variantes y con excelente pendiente para un sistema de captación entregan un área
de 36.439 hectáreas. Es importante reiterar que éste es un dato conservador, ya que la
niebla puede llegar hasta los 900 y 1.000 metros sobre el nivel del mar, e incluso en Fray
Jorge hay bosquetes de niebla a menos de 600 metros. Además, hay que reiterar que
Kummerow hizo su experimento a los 540 metros.
32 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

1.5 Corroboración de resultados: Estudio de Índice de Vegetación de Dife-


rencia Normalizada (NDVI)
Las imágenes satelitales corrientemente registran la luz visible y la radiación infrarro-
ja que refleja la superficie de la tierra. Los índices de vegetación son combinaciones de
estas dos bandas espectrales, cuya función es realzar su presencia en función de su res-
puesta espectral característica, discriminándola de otros elementos presentes en la su-
perficie como el suelo y agua, y factores como el relieve y atmósfera (Chuvieco, 2002).
En efecto, la vegetación viva absorbe gran parte de la radiación en el espectro visible,
que le sirve para la fotosíntesis y refleja gran parte de la radiación infrarroja que no le
sirve. La respuesta espectral característica de la vegetación sana se debe, entre otros,
a sus procesos fotosintéticos que varían dependiendo de su estado fenológico, situa-
ción hídrica y de radiación. Uno de los índices más utilizados, el cual se aplica en esta
investigación, es el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI), que tiene la
cualidad de captar la actividad fotosintética de la vegetación y así permite interpretar
la presencia y estado hídrico de ella (Farías et al., 2005)
En esta ocasión, se hizo un estudio especial a partir de la memoria de grado de Catali-
na Zumaeta (Zumaeta, 2009) y de ella se concluyó que los mejores años para comparar
la vegetación en épocas húmeda y seca eran 2002 y 1996. Se trabajó la Región de Co-
quimbo, analizando el año seco (en relación al húmedo), con el fin de constatar que las
áreas seleccionadas eran las correctas. La respuesta fue positiva como lo demuestran
los mapas (Figura 1.12)3. Efectivamente el NDVI del año seco muestra actividad fotosin-
tética en lugares donde debiera estar sin vegetación por la falta de lluvias, así como en
sus alrededores (Análisis de Catalina Zumaeta, Geógrafa PUC).
Es importante tener en cuenta que la acción humana, como talas, ganadería, culti-
vos, entre otros, pueden ser engañosas en los resultados, de modo que los trabajos de
terreno son vitales.

3 Catalina Zumaeta, Geógrafa Pontificia Universidad Católica de Chile para Proyecto Atrapanieblas
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 33

Análisis de NDVI para año seco (1996) Análisis de NDVI para año húmedo (2002)

Leyenda 0 10 20 40 60 80 100
km
Clasificación de NDVI Área de estudio BASE CARTOGRÁFICA IGM, Cartografía Digital 1:50.000
NASA, ASTER GDEM 30 m Proyección Universal Transversal de Mercator
Bajo Límite Datum WGS-84 Huso 19 S
IMÁGENES SATELITALES Landsat 7 ETM+
Medio Cerros
Análisis de NDVI Catalina Zumaeta Guzmán
Fechas de captura
Alto Geógrafo UC
Abril 1996 (año seco)
Composición cartográfica y SIG Gonzalo Vergara Troncoso
Septiembre 2002 (año húmedo)
Ayudante de Investigación CDA

Fig. 1.12: Comparación entre el año”seco” o de escasa precipitación de 1996 y el año 2002 que
fue alta pluviosidad (C. Zumaeta).
34 Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico

1.6 Conclusiones
La Región de Coquimbo tiene óptimas características geográficas para explotar el
agua de la niebla. A través de los estudios que se han realizado en Chile, se ha podido
demostrar científicamente que la niebla es un recurso hidrológico importante, incluso
con un proyecto exitoso en una de sus caletas a fines del siglo XX.
Se cuenta con más de 40.000 hectáreas donde la niebla es frecuente y con una geo-
grafía que le permite instalar cientos y miles de atrapanieblas. Si en El Tofo se instalaron
100 atrapanieblas en alrededor de 4 hectáreas y diariamente se obtenían 12.000 litros
por día, lo que para sus habitantes significaba un camión aljibe diario; en 40.000 hec-
táreas equivalen a 1.400 l/s. Es importante tener presente que esa cantidad equivale al
caudal promedio del río Copiapó que fue de 1.900 l/s entre 2000 y 2011. Este es un cál-
culo muy conservador, ya que parte de una base plana para todos los lugares seleccio-
nados de 3 l/m2/día, lo que puede ser mayor si se tienen datos de vientos y contenido
líquido de agua (LWC).
Para dar un ejemplo, la Mina Candelaria, en la Región de Atacama, utiliza entre 300 y
500 l/s que le significan 270 millones de dólares, mientras que la Mina Michilla, ubicada
en la Región de Antofagasta, requiere 75 l/s, equivalentes a 51 millones de dólares.
Estos cálculos generales, aproximados y en extremo conservadores, demuestran la
importancia de continuar el diseño de metodologías apropiadas y de construir atrapa-
nieblas. Un escenario donde ingenieros, constructores, diseñadores, especialistas en
materiales (malla) y geógrafos logren llegar a un prototipo de máxima eficiencia y ren-
dimiento. La aguda escasez de agua en nuestro país, hace imperioso formar equipos de
innovación y desarrollo en este sentido.

Referencias
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Cuadrat J.M. y M.F. Pita (1997). Climatología. Madrid: Ediciones Cátedra. 500 pp.
Capítulo I - La Niebla: Localización geográfica y recurso hídrico 35
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Frigerio, G. (1990). Informe interno a Pontificia Universidad Católica de Chile, “Proyecto Omán” Instituto de
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Relationships to Terrain Features. Journal of climate and applied meteorology, 2 (9) 1285–1291. doi: http://
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Zumaeta, C. (2009). Variabilidad espacio temporal de la vegetación en el semi-árido chileno: análisis de 22 años
mediante imagenes NOAA AVHRR. Seminario de grado. Instituto de Geografía, Pontificia Universidad Ca-
tólica de Chile.
Agua de Niebla 37

C A P I T U L O I I
Instrumentación en los atrapanieblas
Richard Le Boeuf
Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas,
Universidad de los Andes

2.1 Instrumentación: Propósito


El propósito de utilizar la instrumentación es para mejorar la tasa de colección y/o
reducir los costos de montar, operar y mantener los atrapanieblas. En particular, la ins-
trumentación nos ayudará a:
a. La selección de las ubicaciones óptimas de los atrapanieblas.
b. La medición de eficiencia de colección de agua.
c. La medición de las fuerzas del viento, ejercidas en atrapanieblas.
d. La validación de modelos y simulación de viento y niebla.
Para lograr estos objetivos, es necesario medir datos cuantitativos con baja incerti-
dumbre. Además, se necesitan datos distribuidos en un espacio con muestreos simul-
táneos en un largo periodo de tiempo.
Cuando hablamos de instrumentación, debemos considerar los sensores y sistemas
para coleccionar y almacenar, o transmitir datos cuantitativos a la Internet (Figura 2.1).
Los sensores transforman la información del ambiente en señales eléctricas, las cuales
son transmitidas por Internet. El microcontrolador registra, almacena y transmite los

Fig. 2.1: Sistema de Instrumentación. El flujo de información va desde los sensores hacia el microcontrola-
dor para almacenamiento o transmisión a la Internet (R. LeBoeuf).
38 Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas

datos de los sensores.


Tal como se explica en el Capítulo 1, para conocer el potencial de un lugar que ha
sido definido con presencia frecuente de niebla, se requiere tener datos cuantitativos
de los lugares identificados. Para ello se requieren mapas topográficos, de vegetación y
altitud que indican donde está la niebla (Figuras 1.8 y 1.9, Capítulo 1). Asimismo, mapas
de pendiente y orientación indican qué sitios que tienen niebla son adecuados para
instalar los atrapanieblas.

2.2 Tipos de sensores para medir el agua disponible en un determinado lugar

2.2.1 Pluviómetro
Tradicionalmente, la selección de las ubicaciones de atrapanieblas tiene una base
de mediciones de neblinómetros, como ilustran las fotos 1.17 y 1.18 del Capítulo 1. Un
neblinómetro es un atrapanieblas pequeño que tiene un metro de malla, montado a 2
metros de altura. La acumulación de agua en un bidón es monitoreada cada una o dos
semanas para determinar la cantidad de agua que podemos coleccionar con un atrapa-
nieblas en un mismo lugar. Con las mediciones de varios neblinómetros distribuidos en
un área, podemos definir los lugares óptimos para instalar los atrapanieblas. Además,
es posible usar neblinómetros con distintas clases de mallas para la comparación del
rendimiento de éstas (Foto 2.1).

Neblinómetros

Foto 2.1: Varios neblinómetros en un mismo am-


biente permite comparar el rendimiento de las
distintas mallas. Reserva Cerro Grande, Comunidad
Agrícola de Peña Blanca, Región Coquimbo, Chile
(R. leBoeuf)

El ideal es tener un registro continuo, lo que se obtiene con un pluviómetro mon-


tado en el neblinómetro entre la canaleta y el bidón para medir la acumulación de
agua en tiempo real (Foto 2.2). El pluviómetro desagua al bidón para la verificación
manual del volumen capturado (Foto 2.3). Además, los pluviómetros son usados para
la medición de lluvia, de modo que se puede distinguir entre la acumulación de niebla
y la acumulación de lluvia. En el pluviómetro, cuando una cuchara está llena, se vuelca,
evacúa el agua y cambia un interruptor. La cantidad de agua recibida es registrada en
Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas 39

un contador o almacenada en un data logger o microcontrolador que puede transmitir


la cantidad en forma remota. El volumen de agua acumulada se relaciona con el núme-
ro de oscilaciones o volcamiento de la o las cucharas, correspondiendo generalmente
cada oscilación a 5 centímetros cúbicos. Es así como, con conexión a un data logger o
microcontrolador, podemos medir el flujo de agua y la hora en que ocurre.

Foto 2.2: Pluviómetro (http://pronamic.com)

Pluviómetro

Foto 2.3: Pluviómetro montado en


neblinómetro. Majada Blanca (Pro-
yecto Atrapanieblas).
40 Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas

2.2.2 Veleta
Además de un pluviómetro, es posible añadir una veleta al neblinómetro para deter-
minar la dirección del viento cuando hay niebla (Foto 2.4). La punta de la veleta es un
voltaje, que significa su orientación. Los atrapanieblas son orientados perpendicular-
mente a la dirección de la niebla para así optimizar el agua acumulada.

Foto 2.4: Veleta. Se usa un veleta para deter-


minar la dirección del viento. Las atrapanieblas
son orientadas perpendiculares a la dirección
del viento para optimizar el agua acumulada.
(http://www.inspeed.com).

2.2.3 Anemómetro
Muchas veces junto a la veleta se ubica un anemómetro para la medición del velo-
cidad del viento con niebla (Foto 2.5). Al igual que el pluviómetro, el anemómetro en-
ciende o apaga un interruptor por cada una o dos revoluciones. Esta medición es muy
importante para el diseño de los atrapanieblas, de manera que la estructura pueda
soportar las cargas de viento.

Foto 2.5: Anemómetro. Los atrapanieblas ne-


cesitan una estructura fuerte o lo suficiente-
mente flexible para sobrevivir a las cargas de
vientos (http://www.inspeed.com).
Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas 41

2.2.4 Sonda de flujo de agua líquida


Una alternativa para la medición del agua disponible en niebla es una sonda de flu-
jo de agua líquida (Foto 2.6). Este nuevo instrumento tiene un circuito para calentar
alambres a una temperatura fijada en relación a la temperatura del ambiente. Como se
explica en el Recuadro 2.1, la potencia generada por el circuito para mantener la tem-
peratura del alambre depende del contenido de agua líquida en la niebla, la velocidad
de viento y las temperaturas del alambre y del ambiente (LeBoeuf, R. L.; Rivera, J.; De la
Jara, E., 2014).

Foto 2.6: Prototipo de la sonda de flujo de


agua líquida. Se usan alambres calientes para
la medición del flujo de agua líquida en niebla.
Reserva Cerro Grande, Comunidad Agrícola
de Peña Blanca, Región Coquimbo, Chile (R.
LeBoeuf).

Esta sonda de flujo fue diseñada, debido a que las que existen tienen varias desven-
tajas en relación a la medición de niebla, siendo una de ellas su alto costo. Es así como
los dispositivos por medición del contenido de agua líquida disponibles en el mercado
cuestan un mínimo de 8 mil dólares cada uno y consumen del orden de 6 a 300 Watts.
Como consecuencia de su alto costo y consumo de energía, su uso está restringido en
redes de sensores. Además, el alto consumo de energía limita su uso en mediciones
próximas a una fuente de alimentación tradicional o mediciones de corta duración.
En este sentido, existe la opción de producir un sensor basado en tierra, el cual es de
bajo costo y bajo consumo de energía y que permite medir contenido de agua líquida
(LWC) y velocidad de viento para el seguimiento de los procesos industriales y el medio
ambiente. Debido a su bajo costo y bajo consumo de energía, el nuevo dispositivo sería
adecuado para el despliegue de redes de sensores.
De esta manera, usando una red de sensores de este tipo podemos generar un mapa
del flujo de agua de tal forma de saber dónde se debería instalar atrapanieblas para la
mejor captación de agua. Además, podemos medir la eficiencia de captación de agua
con la medición de flujo de agua. La eficiencia es el flujo de agua del neblinómetro
o atrapaniebla divido por el flujo de agua líquida en niebla que se dirige al colector
(Recuadro 2.2).
42 Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas

Recuadro 2.1: Medición de contenido de agua líquida en niebla usando alambres


calientes
La balanza de potencia de un alambre caliente en niebla se muestra en la Figura 2.2.
Podemos observar la potencia entrada por electricidad Pelect, salida por 1) conducción en
los soportes, Pcond, 2) convección (calentar aire cerca del alambre), Pconv, y evaporación de
gotas de niebla, Pevap. En forma de una ecuación, el balance de potencia del alambre ca-
liente en equilibrio es:

Pelect = Pevap + Pconv + Pcond


Con calibración, podemos saber la potencia de conducción y convección. Por lo tan-
to, cuando medimos la potencia eléctrica, podemos determinar la potencia salida por
evaporación que está relacionada al flujo de agua en niebla. Es decir, con esta potencia,
podemos determinar el flujo de agua en niebla.
Las características del alambre dependen del ambiente y de la determinación de la sen-
sibilidad y precisión de la sonda, como las siguientes:

• Diámetro: La eficiencia de acumulación de gotas de niebla en un alambre, depende


de los diámetros del alambre, la gota y la velocidad de la gota. Para niebla con goti-
tas de 2 a 40 micrómetros de diámetro y velocidades típicas de niebla, necesitamos
un alambre con diámetro cerca de 100 micrómetros.
• Largo: En nuestro caso, se fija el largo de alambre suficientemente alto como para
tener un pequeño porcentaje de potencia eléctrica salida por conducción. Con un
alambre de 5 centímetros de largo, alrededor del 5% de la potencia sale por el so-
porte.
• Temperatura: Si la temperatura de alambre en relación a la temperatura de aire es
bastante baja, las gotitas no se pueden evaporar suficientemente rápido para evitar
la saturación del alambre con agua. Una diferencia de 2°C es suficiente para evitar
la saturación. Por otro lado, si la temperatura es demasiado alta, la sensibilidad de
la sonda será baja. Por ejemplo, un cambio en el flujo de agua no puede cambiar
mucho la potencia eléctrica.
• Material: El material del alambre también influye en la sensibilidad. Generalmente,
en los materiales usados por sondas con alambres calientes se usa tungsteno o pla-
tino. El uso del platino se debe a su alta defensa contra la oxidación.

Con estas características, la sonda tiene una sensibilidad y precisión con las que es po-
sible determinar el flujo de agua líquida en niebla con una incertidumbre de 2 a 17%, con
velocidades en el rango de 2 a 8 metros por segundo y con contenido de agua líquida en
el rango de 0.2 a 0.8 gramos por metro cúbico. (LeBoeuf, R.; Rivera, J.; De la Jara, E., 2014)
La menor incertidumbre corresponde al mayor flujo de agua líquida, la cual es de interés
en proyectos de atrapanieblas.
Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas 43

Fig. 2.2: La balanza de potencia de un alambre


caliente (R. LeBoeuf)

Recuadro 2.2: Medición de eficiencia de captación


La eficiencia es el flujo de agua del neblinómetro o atrapanieblas dividido por el flujo de
agua líquida en niebla dirigida al colector.
La taza de acumulación de agua, por el colector en volumen, por área de atrapanieblas,
por tiempo (generalmente en litros por metro cuadrado por día), depende de las condi-
ciones ambientales, el diseño de los atrapanieblas y la orientación en relación al viento. La
definición de la eficiencia de captación de niebla (Ncapt) es el flujo de agua líquida captura-
da (ccapt) dividido por el flujo disponible (cdisp) dirigido hacia el atrapanieblas desde lejos.
Esta relación se muestra en la ecuación y también en la figura 2.3.

η =
Ccapt
capt

C
disp

Usando mediciones delante y detrás de un atrapanieblas, Schemenauer & Joe (1989) ob-
servaron que la eficiencia de captación es aproximadamente de un 20%. Con análisis ae-
rodinámico, Rivera (2011) concluyó que la eficiencia máxima debería de ser de alrededor
de un 30%.
Finalmente, por la tasa de acumulación promedio anual típica de 5 a 8 litros por metro
cuadrado por día y una eficiencia del 20%, el flujo de agua disponible debería estar en el
rango de 25 a 40 litros por metro cuadrado por día.
44 Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas

Fig. 2.3: Eficiencia de captación de agua de niebla (R. LeBoeuf)

2.3 Sensores para la medición del comportamiento de los atrapanieblas

2.3.1 Medidor de Flujo (Tipping Bucket)


El medidor de flujo, Tipping Bucket, es un tipo de flujómetro (Foto 2.7), que equivale
a un pluviómetro grande, para la medición automatizada de flujos de agua colectados
por atrapanieblas. Cuando el medidor de flujo vuelca drenajes, un interruptor se cam-
bia. Las veces que se activa el interruptor, indica la cantidad de agua captada por el
atrapanieblas. Con un microcontrolador o data logger, podemos medir el flujo de agua
y a la hora que ocurre.

Foto 2.7: Medidor de flujo (Tipping Bucket).


El agua de atrapaniebla entra arriba por el
tubo. Cuando la “cuchara doble” está llena
en un lado, se gira para drenar y empezar a
llenar en el otro lado. Una cuenta de giros
indica la acumulación de agua por el atra-
paniebla. (Foto R. LeBoeuf, diseño Nazareno
Carvajal).
Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas 45

2.3.2 Celdas de cargas


En el proceso de diseño de atrapanieblas es importante conocer las cargas de viento.
Éstas se refieren al esfuerzo resultante de la presión del viento en la superficie del atra-
panieblas (ver Capítulo III para más detalle sobre presión y fuerza de viento en atrapa-
nieblas). Hay modelos teóricos, pero hay beneficios en tener mediciones de las fuerzas
para verificarlos. Para medir las fuerzas, podemos usar celdas de cargas en los cables
(Figura 2.4). La salida de la celda de carga es un voltaje que es proporcional a la fuerza
en el cable. Con mediciones de las fuerzas en todos los cables y la geometría conocida,
podemos determinar la fuerza del viento en la atrapaniebla.

Fuerza

Foto 2.8: Celda de carga. La deflexión de


celda de carga producirá un voltaje de sa-
lida proporcional a la fuerza de tensión en
el dispositivo (http://www.coventryscale.
co.uk/load-cells).
Fuerza

2.4 Adquisición, almacenamiento y transmisión de datos


Hay muchos sistemas que constituyen opciones para la adquisición, almacenamien-
to y transmisión de datos, teniendo todos ellos un microcontrolador y una memoria.
Los más sofisticados pueden transmitir datos en una red de sensores local y, última-
mente, al Internet vía celular o satélite banda ancha (ver Figura 2.1).
Para máxima flexibilidad, en el presente proyecto, construimos sistemas de los com-
ponentes separados en tarjetas de desarrollo con pocas placas de circuitos impresos
por encargo. El ejemplo que observamos en la Foto 2.8 muestra un sistema con dos
sistemas distribuidos y un sistema central. Los datos que han sido colectados por los
nodos distribuidos, son almacenados localmente y transmitidos al nodo central para
almacenar ahí y transmitir vía Internet. Generalmente, cada segundo se toman mues-
tras y cada 10 minutos el sistema almacena y transmite la fecha, tiempo y promedios,
máximos y mínimos de lo egresado desde los sensores.
46 Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas

Microcontrolador

BeagleBone Black

Foto 2.9: Sistema de adquisición y trans-


misión de datos basado en circuitos Ar-
duino. Los datos locales transmiten en-
tre antenas XBee y al internet vía Banda
Ancha Móvil. El sistema central utiliza un
Arduino microcontrolador para recibir
los datos de los micocontroladores dis-
tribuidos y otro microcontrolador más
sofisticado se dice BeagleBone Black
para transmitir los datos al Internet (R.
LeBoeuf).

Antena XBee

Interface de sensores

Micro SD

Microcontrolador

Foto 2.10: Nodo Distribuido (R. LeBoeuf).

2.4.1 Procesamiento de datos


Los datos son procesados para lograr visualizarlos y entenderlos. Por ejemplo, pode-
mos graficar la cantidad de agua líquida colectada en promedio por un neblinómetro
por hora (Figura 2.5). Tal como muestra la figura, el agua colectada demuestra un ciclo
diurno. La niebla empieza a las 18 horas en la noche y termina a las 12 del mediodía.
Capítulo II - Instrumentación en los atrapanieblas 47

0.5

0.4

Agua colectada (L h-1)


0.3

0.2

0.1

0.0
0 4 8 12 16 20 24
Hora Local (h)
Fig. 2.4: Ciclo diurno promedio de captación de agua en Majada Blanca en
tres lugares, Verano 2011 – 2012 (Simón Leiva, Proyecto Atrapanieblas).
El lugar con más niebla captada es la mejor ubicación para atrapanieblas y
fue usada en nuestro proyecto para la instalación de atrapanieblas (Ver Ca-
pítulo 4 para detalles de la instalación).

2.5 Conclusiones
Para bajar los costos de instalación de atrapanieblas es necesario mejorar la tasa de
captación de agua y reducir los costos de los atrapanieblas. A través del uso de los
diversos instrumentos presentados, es posible encontrar las ubicaciones que tienen
el mejor flujo de agua de niebla para mejorar la captación de agua. Además, la ins-
trumentación permite recabar datos que se pueden usar para desarrollar diseños de
atrapanieblas más eficientes y con costos muchos más bajos.

Referencias
LeBoeuf, R. L.; Rivera, J.; De la Jara, E. (2014). An economical dual hot-wire liquid water flux probe design.
Atmospheric Research, En prensa. doi: 10.1016/j.atmosres.2014.02.013.
Agua de Niebla 49

C A P I T U L O I I I

Diseño y eficiencia de atrapanieblas

Juan de Dios Rivera A.


Centro del Desierto de Atacama, Escuela de Ingeniería
Pontificia Universidad Católica de Chile

Robert Holmes L.
Centro del Desierto de Atacama, Escuela de Diseño
Pontificia Universidad Católica de Chile

Uno de los elementos esenciales para la cosecha de agua de niebla es el atrapanie-


blas. Este es el equipo encargado de capturar y juntar las gotitas de agua de la niebla,
dejando el agua colectada disponible para ser almacenada y utilizada. Es indispensa-
ble conocer bien los atrapanieblas para lograr un buen diseño, instalación y operación
de ellos. En este capítulo veremos primero sus componentes, luego estudiaremos el
principio de operación y los factores que afectan la eficiencia de colección, que de-
pende fundamentalmente de la malla y de cómo ésta se instale, siendo este aspecto
muy importante en el costo final del agua colectada. Luego, presentaremos las mallas
que corrientemente se usan, haciendo énfasis en la eficiencia, materiales, duración y
costo. Posteriormente, hablaremos de los aspectos estructurales, que tienen que ver
con la duración de la instalación, ya que se ha observado que muchos atrapanieblas
son destruidos por los temporales de viento. Finalmente, veremos los distintos diseños
de atrapanieblas, que tratan de compatibilizar en conjunto los aspectos de eficiencia,
resistencia y costo.

3.1 Componentes de los atrapanieblas


Un Sistema de Captación de Agua de Niebla (SCAN) está compuesto por atrapanie-
blas, un sistema de conducción del agua a los estanques de almacenamiento y un sis-
tema de conducción desde estos estanques hasta el o los lugares de consumo, como
ilustra la Figura 3.1. El almacenamiento de agua es necesario, porque la niebla es inter-
mitente y los períodos de niebla normalmente no coinciden con las necesidades de
consumo. El almacenamiento puede ser de corto plazo, para suplir las diferencias entre
captación de agua y consumo en ciclos de una semana o un mes, o de largo plazo,
considerando el ciclo anual.
El atrapanieblas, a su vez, consiste en una malla que atrapa las gotitas de agua de nie-
bla, una estructura que la soporta y una canaleta en la parte inferior de la malla, hacia
la cual el agua escurre por gravedad. Cada una de estas partes presenta problemas de
50 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

Fig. 3.1: Sistema de Captación de Agua de Nie-


bla (SCAN). El atrapanieblas está formado por
una estructura soportante de postes y cables,
una malla y una canaleta para recibir el agua que
escurre por gravedad. El sistema de conducción
de agua al estanque de almacenamiento está
constituido por la cañería que va desde la cana-
leta al estanque de almacenamiento de agua.
El sistema de conducción al punto de consumo
está constituido por una cañería que va desde
el estanque de almacenamiento al punto de
consumo. Cada poste necesita sólo dos cables
convenientemente ubicados, el tercero (del me-
dio) es redundante. Sin embargo, la mayoría de
los atrapanieblas se instalan con tres cables por
ignorancia, o por desear la redundancia (J. D. Ri-
vera, Proyecto Atrapanieblas).

diseño y eficiencia que deben estudiarse. Además, cambios en el diseño de una parte
implican cambios en el diseño de las otras.

3.2 Principio de operación y eficiencia de colección


La eficiencia de colección es un factor de importancia, que también influye en el costo
del agua cosechada. Esta se define como la fracción del agua que contiene la niebla que
llega al estanque de almacenamiento. La eficiencia de colección se puede descomponer
en otras tres eficiencias: la eficiencia aerodinámica, la eficiencia de deposición y la efi-
ciencia de drenado (Rivera, 2011).
Para entender la eficiencia aerodinámica de colección hay que tener en cuenta que
la malla es una obstrucción para el flujo de la niebla. Por lo tanto, parte del flujo pasará
por los alrededores de la malla, como ilustra la Figura 5. La fracción de niebla que pasa a
través de la malla depende de su permeabilidad, que es función inversa del coeficiente o
porcentaje de sombra4, s, y de las características del tejido de la malla. También depende
de la presión del viento sobre ella, que es la fuerza que hace que la niebla pase a través
de la malla. Por otro lado, la cantidad de gotitas de agua que chocan con los filamentos
de la malla es función directa de la fracción de sombra. Luego, es fácil ver que existe una
fracción de sombra óptima para cada malla: si es muy grande pasará muy poca niebla, si
es muy chica, pocas gotas chocarán con los filamentos. En resumen, la eficiencia aerodi-
námica depende mucho del coeficiente de sombra s para una malla determinada.
Un gráfico típico de la eficiencia aerodinámica versus el coeficiente de sombra se
muestra en la Figura 3.3. Es concebible aumentar la permeabilidad de la malla me-

4 El porcentaje de sombra es la fracción porcentual del área que cubren los filamentos de la malla. Se usa esta característica en lugar de la
porosidad, que es el complemento, porque es la forma corriente de designar las mallas Raschel, que son las más usadas en atrapanieblas.
Las mallas Raschel se fabrican principalmente para proporcionar sombra.
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 51
Fig. 3.2: Flujo de niebla de velocidad v0 que
se dirige hacia el atrapanieblas; parte del flujo
se desvía y pasa por los alrededores. El área
A0 corresponde al flujo de niebla que pasa a
través de la malla; A0 corresponde al área efec-
tiva de la malla del atrapanieblas. La razón de
áreas A0/A1 representa la fracción del flujo no
perturbado que efectivamente llega a la malla
(J. D. Rivera, Proyecto Atrapanieblas).

diante un diseño aerodinámico cuidadoso del tejido y de sus filamentos, con lo que se
podría aumentar la eficiencia máxima de colección. La presión del viento sobre la malla
también se puede modificar ligeramente cambiando su razón de aspecto y convexi-
dad. La razón de aspecto es el cociente entre el largo y el alto de la malla.

Fig. 3.3: Eficiencia aerodinámica de una malla


de filamentos de sección circular en función
del coeficiente de sombra (Rivera, 2011).

La eficiencia de deposición toma en cuenta que las gotitas tienden a seguir las líneas
de flujo del aire y van a tratar de pasar por los costados de los filamentos. Si una goti-
ta sigue perfectamente las líneas de flujo, pero esta última pasa a una distancia de la
superficie del filamento menor que el radio de la gotita, ella chocará y se depositará,
como muestra la Figura 3.4 a. Esto se llama deposición por intercepción. Las gotitas
tienen una densidad casi mil veces mayor que el aire, y si su tamaño y velocidad son
suficientemente grandes comparado con la curvatura de la línea de flujo en la que se
encuentra inicialmente, no la podrá seguir, continuando en una trayectoria más recta
y, eventualmente, chocando con el filamento, como muestra la Figura 3.4 b. Ese meca-
nismo se llama deposición inercial.
Estos dos mecanismos de captura son más efectivos si el diámetro del filamento es
del orden del tamaño de las gotitas, que tienen entre 1 y 20 µm5 de diámetro. Por lo
tanto, conviene que la malla tenga los filamentos lo más delgados posible. Sin embar-
go, hay dos limitaciones importantes para el grosor de los filamentos. La más obvia es
que al disminuir su diámetro para un mismo coeficiente de sombra, también dismi-

5 Un micrómetro, µm, es la milésima parte de un milímetro.


52 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

a) La gotita (en rojo) sigue la línea de flujo roja pero b) La gotita (en rojo) no es capaz de seguir la línea
choca con el filamento (en gris) porque su radio es de flujo roja por inercia y choca con el filamento (en
mayor que la distancia entre la línea de flujo y el gris)
obstáculo.
Fig. 3.4: Deposición de gotitas (a) por intercepción y (b) por inercia. Mientras menor sea el diámetro del
filamento, mayor será la eficiencia de deposición (J. D. Rivera, Proyecto Atrapanieblas).

nuye la resistencia mecánica de la malla. La segunda limitación es que, conservando


constante el coeficiente de sombra, al disminuir el diámetro de los filamentos también
disminuye el tamaño de las aberturas entre ellos.
El problema que esto último presenta es que llega un momento en que estas aber-
turas empiezan a ser bloqueadas por gotas de agua que las cubren por tensión su-
perficial, como muestra la Foto 3.1. Este efecto ha sido estudiado por Park et al. (2013)
quienes demuestran que el problema se reduce con superficies hidrófobas (repelentes
del agua) y con baja histéresis en el ángulo de mojado (diferencia entre el ángulo de
mojado cuando la gota avanza y cuando retrocede).

Foto 3.1: Mallas de acero inoxidable y Raschel con gotas de agua que cubren parcialmente las aber-
turas, bloqueando el flujo de niebla. Peñablanca (Chile), Julio de 2013 (María Tou y John Freidah).
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 53

Finalmente, la eficiencia de drenado se define como la razón entre el agua que llega
al estanque de almacenamiento y la que se ha depositado en la malla. Las pérdidas se
producen por arrastre de gotas por el viento, agua que se desprende de la malla y cae
fuera de la canaleta, como muestra la Foto 3.2, y filtraciones o desborde de la canaleta.
La eficiencia de drenado también mejora con baja histéresis en el ángulo de mojado
(Park et al., 2013).

Foto 3.2: Malla Raschel


combada con agua que
chorrea por efecto de la
gravedad y su gran cur-
vatura (Gischler, 1991).

El diseño del sistema de almacenamiento de agua no ha sido objeto de investiga-


ción por el momento. Sin embargo, hay varios aspectos que se debe estudiar, como la
optimización del volumen (ver Recuadro 3.1), la evaporación y posibles efectos en la
calidad del agua.
54 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

Recuadro 3.1: Dimensionamiento óptimo de la capacidad de almacenamiento


de agua
El dimensionamiento de la capacidad de almacenamiento de agua depende de la sin-
cronización del ciclo de consumo de agua con el de producción. Por ejemplo, si la máxi-
ma producción de niebla se encuentra entre octubre y diciembre, que corresponde a
los meses de riego de algunos cultivos, habrá que almacenar agua sólo para absorber
las fluctuaciones diarias o semanales de agua colectada. También depende de la su-
perficie de atrapanieblas instalada en relación al consumo. Por ejemplo, si se tiene una
gran superficie de atrapanieblas, habrá que almacenar agua sólo para los días en que
no haya niebla. Pero si la superficie es poca, habrá que almacenar agua durante los
meses con mucha niebla para los meses con poca niebla.
Para ilustrar este concepto consideremos un sistema de riego de un cultivo agrícola que
tiene los consumos indicados por la línea roja de la Figura 3.5. La misma figura muestra
la producción hipotética de agua de 50 atrapanieblas de 150 m2 cada uno (línea azul). Si
ponemos un almacenamiento de agua con capacidad máxima de 1.000 m3, en el mes
de agosto éste se rebalsará y se perderán 400 m3 (línea morada). Con esta capacidad se
puede suministrar toda el agua necesaria para el riego durante el año completo. Una
capacidad de almacenamiento menor dejaría un déficit de agua en marzo. Sin embargo,
el mismo resultado podría obtenerse con menos atrapanieblas y mayor capacidad de al-
macenamiento, como se ilustra en la Figura 3.6, en cuyo caso prácticamente no se pierde
agua. Lo importante es cuál de las dos alternativas tiene menor costo total, considerando
el costo de construir y operar los atrapanieblas y el sistema de almacenamiento de agua
en conjunto.
Estas dos alternativas presentadas no son las únicas. En efecto, existen muchas combi-
naciones de número de atrapanieblas y capacidad de almacenamiento que satisfacen
el consumo de agua, pero a distintos costos. La solución óptima es la alternativa que da
el menor costo total, y dependerá del costo relativo de incrementar el número de atra-
panieblas en comparación con el correspondiente a aumentar la capacidad de almace-
namiento. Sin embargo, también hay que incluir el concepto de costo de falla, es decir,
cual es el costo de que en un momento determinado falle el agua por disminución de la
niebla. Si ese costo es muy alto, convendrá tener más atrapanieblas y mayor capacidad
de almacenamiento de lo que corresponde al óptimo sin considerar el costo de falla.

Fig. 3.5: Abastecimiento de agua para riego con 50 atrapanieblas de 150 m2 cada uno y con alma-
cenamiento de agua de 1.000 m3 de capacidad.
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 55

Fig. 3.6: Abastecimiento de agua para riego con 40 atrapanieblas de 150 m2 cada uno y con alma-
cenamiento de agua de 1.250 m3 de capacidad.

Recuadro 3.2: Modelo de eficiencia de colección


La eficiencia de colección (ŋcol) se compone de la eficiencia aerodinámica
(ŋAC), la eficiencia de deposición (ŋdep) y la eficiencia de drenado (ŋdr) (Rivera,
2011): (1)
ŋcol= ŋAC ŋdep ŋdr

La eficiencia aerodinámica de colección y la de deposición se pueden calcu-


lar como sigue:
St
s
ŋAC = 1 + C /C ŋdep= (2)
0 d
St +π /2

Donde s es el coeficiente, o porcentaje, de sombra, C0 es el coeficiente de


caída de presión de un flujo de aire que atraviesa la malla, que aumenta con s,
y Cd es el coeficiente de arrastre de una superficie no permeable de las mismas
dimensiones que la malla, que representa la fuerza que el viento ejerce sobre
esta superficie impermeable; St es el número de Stokes, que representa la res-
puesta inercial de la gotita que se encuentra con un filamento de la malla:
Pd dg v1
2
St = (3)
9dĵa
Donde ρg y dg son la densidad y el diámetro de la gota de agua, respectiva-
mente, ν1 es la velocidad del viento que pasa por la malla, df es el diámetro de
los filamentos de la malla y μa es la viscosidad del aire. El coeficiente de caída de
presión debe ser medido para cada malla en particular. Aunque existen corre-
laciones empíricas entre este coeficiente C0 y s, hay dudas sobre su aplicabilidad
a las mallas plásticas en general, ya que su tejido es más complicado. Por otro
lado, el coeficiente de sombra también debe ser medido por un método apro-
piado ya que la información de los fabricantes es sólo aproximada.
56 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

3.3 Mallas para atrapanieblas


Las mallas para atrapanieblas pueden estar hechas de cualquier material que resista
la intemperie, especialmente la radiación solar. Lo que más se ha usado hasta la fecha
es la malla Raschel fabricada con cintas de polietileno de aproximadamente 2 milíme-
tros de ancho y algunas décimas de milímetro de espesor. Sin embargo, existe una gran
variedad de mallas plásticas que pueden ser apropiadas. En general, mallas de monofi-
lamento cilíndrico son mejores que las de cintas (como la Raschel típica) porque tienen
un mejor comportamiento aerodinámico y son más resistentes.
El coeficiente o porcentaje de sombra es la característica más relevante de la malla. Si
este coeficiente es muy grande (malla muy tupida) poca niebla pasará a través de ella y
la captura de agua será baja. Si es muy chico, pocas gotitas de niebla chocarán con los
filamentos y la captura también será baja. El modelo teórico representado en la Figura
3.3 muestra que la mayor eficiencia se obtiene con un coeficiente de sombra del orden
de 55%; sin embargo, para mallas con filamentos con forma de cinta (malla Raschel típi-
ca), el óptimo probablemente está más cerca de 50%. Por otro lado, hay que notar que
entre 49% y 62% de sombra hay muy poca diferencia en la eficiencia, del orden de 1%.
El diámetro del filamento de la malla es importante, ya que afecta la eficiencia de
deposición de las gotitas de niebla y la eficiencia de drenado. Los filamentos más del-
gados favorecen la deposición de las gotitas (ver Figura 3.4), pero aumentan el bloqueo
de las aperturas entre filamentos (ver Foto 3.1). El diámetro óptimo del filamento es el
más pequeño que no produce bloqueo de las aperturas, y depende de las propiedades
de mojado del material de la malla (Park et al. 2013). Para el polietileno corriente, el
diámetro óptimo es del orden de 1 milímetro.
El material de la malla tiene gran importancia en el costo de la instalación, su dura-
ción y también en la eficiencia de colección de agua. Para que la malla sea durable, el
material tiene que resistir los efectos del Sol, del viento y de la corrosión. Con distin-
tos plásticos se producen mallas muy baratas, pero deben llevar un tratamiento espe-
cial que los proteja de la radiación ultravioleta (UV) del sol. Prácticamente todos los
plásticos resisten bien la corrosión de la niebla que, habitualmente en Chile, es ácida.
También hay mallas metálicas, que resisten muy bien el sol y el viento, pero suelen
corroerse rápidamente, a menos que sean de acero inoxidable o aleaciones de cobre
(latón o bronce); ambos materiales son caros. Las mallas de aluminio y de acero cincado
o pintado tienen poca duración.

3.4 Análisis estructural


La estructura soportante debe resistir el peso propio de la malla saturada de agua, las
fuerzas ejercidas por el viento y eventuales cargas producidas por las personas durante
el montaje, mantención o reparación del atrapanieblas. De todas estas cargas, la más
severa es la fuerza del viento. En efecto, muchas estructuras fallan cuando sobrevienen
temporales con vientos muy fuertes, que se producen cada cierto número de años. Con
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 57

un apropiado diseño estructural y construyendo según especificaciones de ingeniería,


es posible tener estructuras que soporten los vientos probables en períodos de 10, 50 o
100 años. Sin embargo, mientras más resistente la estructura, mayor es su costo.
Hay dos tipos de estructuras básicas que se han usado: una consistente en marcos
rígidos a los cuales se fija la malla, y otra con una tenso-estructura formada por postes
rígidos y cables flexibles (ver Fig. 3.7). En general las tenso-estructuras son más eficien-
tes en el uso de material y, por lo tanto, más económicas. Sin embargo, en algunos
casos la estructura rígida puede ser más conveniente. La tenso-estructura es probable-
mente el tipo más corrientemente usado, aunque también hay combinaciones entre
tenso-estructuras y estructuras rígidas. En particular, las tenso-estructuras son las que
usamos en el CDA-UC y también las recomienda la ONG FogQuest (FogQuest, 2014).
Otros elementos de diseño que pueden usarse para proteger la estructura de los
grandes vientos son los fusibles mecánicos y sistemas de descarga de viento. Estos son
elementos que ante un gran viento ceden o se rompen, aliviando las cargas. Una vez
terminado el temporal, el fusible se repara con bajo costo, recuperando la funcionali-
dad del atrapanieblas. No hay diseños estándar de fusibles mecánicos. Los sistemas de
alivio o descarga del viento permiten que el ángulo en que la malla enfrenta el viento
cambie, aliviando su presión. La idea es que la misma fuerza del viento venza un resor-
te o la fuerza de la gravedad, haciendo que la malla se ponga más paralela al viento.
Estos nuevos conceptos no han sido probados aún en forma sistemática, y tampoco
existen diseños estándar.

a) Estructura rígida b) Estructura flexible tipo Tenso-estructura


Fig. 3.7: La estructura soportante de un atrapanieblas puede ser rígida (a) o flexible (b)

La presión del viento en temporales puede romper la malla, aunque resista la estruc-
tura, siendo esto lo más corriente. Si la malla es barata y fácil de reparar o reponer, se
puede considerar como un fusible mecánico que protege la estructura. No obstante,
las mallas corrientemente usadas son muy resistentes si se instalan bien. Por ejemplo,
la malla Raschel soporta una fuerza de más de 2,5 N/mm6 en el sentido de la fibra prin-
6 La medida de fuerza estándar es el Newton, abreviado como “N”. La resistencia de la malla se expresa como una fuerza por unidad de
ancho de ella, en milímetros.
58 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

cipal (dirección de tejido o longitudinal), es decir, un trozo de esta malla de 1 metro


de ancho puede sostener un peso de más de 255 kilos. Sin embargo, en la dirección
perpendicular, o transversal, soporta aproximadamente 0,5 N/mm; es decir, un trozo
de 1 metro de ancho sostiene sólo 50 kilos de peso. Por esta razón, es mejor instalar la
malla con la dirección longitudinal alineada con la menor dimensión del atrapanieblas.
Típicamente los atrapanieblas tienen un ancho mayor que el alto, por lo que convie-
ne instalar la malla Raschel con la dirección longitudinal en posición vertical, tal como
se ve en el panel de la derecha en la Foto 3.1.

Recuadro 3.3: Modelo simple de cálculo de resistencia de la malla


El modelo de cálculo de la fuerza del viento sobre la malla tiene dos partes. La primera
determina la presión del viento sobre la malla en función de su velocidad, y la segunda
encuentra la fuerza que estira la malla y que equilibra la presión del viento. Una aproxi-
mación a la presión del viento sobre una superficie porosa fue encontrada por Giannoulis
et al. (2012) y se expresa en la ecuación 4:
Fw
Λp = = s . Cd 1 pv2
A 2 (4)
Donde Δp es la presión relativa que el viento ejerce sobre la superficie de la malla, Fw es
la fuerza total que soporta la malla en la dirección del viento (horizontal), A es el área
proyectada de la malla, s es el coeficiente de sombra de la malla, Cd es el coeficiente de
arrastre, ρ es la densidad del aire y v es la velocidad del viento. La presión del viento y la
descomposición de fuerzas en los bordes de la malla se muestran en la Figura 3.8 supo-
niendo una estructura soportante perfectamente rígida y un modelo en dos dimensio-
nes.

La fuerza Ft que muestra la Figura 3.8 es la fuerza de tracción que soporta la malla y que,
eventualmente, la romperá. Para calcular esta fuerza hay que estimar la curvatura de la
malla, la que depende de la deformación del material. Esta última se obtiene con un en-
sayo de tracción, que entrega la relación entre la fuerza que se ejerce sobre la malla y su
estiramiento, de donde se obtiene el módulo de elasticidad, además de entregar la fuerza
máxima que soporta al romperse.

Con toda esta información se puede derivar la ecuación 5 descrita a continuación, la cual
entrega la velocidad del viento (vmax) que rompe una malla Raschel de 35% de sombra
puesta en dos capas (Rivera and López-García, 2014), donde L es la distancia entre las
barras del marco rígido que soporta la malla (Ver Figura 3.8).

vmax = 167 (5)


L
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 59

Fig: 3.8: Presión del viento y descomposición


de fuerzas en los bordes de la malla, donde
ésta se fija a la estructura rígida. Modelo bidi-
mensional.

En la Figura 3.9, que muestra el gráfico de la ecuación (5), se aprecia que la malla
Raschel 35% de sombra doble soportaría vientos extremadamente fuertes incluso para
una separación de 15 metros entre los soportes. Sin embargo, en la práctica se observa
que se rompe con vientos mucho más débiles. Esta inconsistencia probablemente se

80
Velocidad del viento, m/s

60

40

20 Fig: 3.9: Máxima velocidad


del viento que soporta
0 una malla Raschel 35% en
dos capas en función de
5 10 15 su largo (Distancia entre
Largo de la malla (L), m soportes), correspondien-
te a la ecuación (5).

debe a que existen puntos de concentración de tensiones en la fijación de la malla, a


que la acción del viento es dinámica y el análisis mostrado es estático. Además, hay que
sumar que la velocidad del viento que se reporta es un promedio de 5 o más minutos,
y no considera las ráfagas de viento que pueden ser mucho más intensas que el prome-
dio (Holmes et al., 2014). Estos son factores que todavía hay que investigar.
60 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

3.5 Diseños de atrapanieblas

3.5.1 Morfología de los atrapanieblas

a. Definiciones estructurales
Como se dijo anteriormente, los atrapanieblas se pueden clasificar entre aquellos
con un soporte estructural de marco rígido o aquellos soportes basados en tenso-es-
tructuras. En los atrapanieblas con soportes de marco rígido, la superficie de colección
está tensada, ya sea mediante una fijación continua, o en una secuencia de puntos de
fijación a un bastidor rígido unido a dos postes, o en algunos casos directamente a los
postes y a vigas horizontales (superior e inferior) unidas a los postes. En los atrapanie-
blas con soporte de tenso-estructura, solo los postes verticales son elementos rígidos
y todos los demás elementos son cables y malla tensados.

Fotos 3.3 y 3.4: De izquierda a derecha, atrapanieblas con estructura de marco rígido en Peñablanca, Chile
(R. Holmes) y con tenso-estructura en Alto Patache, Chile (P. Cereceda)

b. Atrapanieblas bidimensionales
La mayoría de los atrapanieblas instalados en diversos lugares del mundo están ba-
sados en estructuras bidimensionales, que consisten en una superficie de colección
(malla Raschel u otra), enmarcada o tensada entre dos postes, de manera que se ubique
perpendicularmente con respecto a la dirección del viento. Estos modelos varían en
cuanto a dimensiones y materialidad en las soluciones de empotramiento al suelo y
sistema de fijación de la malla.
Estas soluciones son simples y económicas pero presentan problemas de roturas de
la malla y de estabilidad estructural frente a los fuertes vientos que están presentes en
los lugares de emplazamiento. También está en estudio hasta dónde se puede mejorar
el rendimiento de captación de agua de niebla manteniendo esta condición de bidi-
mensionalidad.
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 61

Foto 3.5: Atrapaniebla bidimensional


Majada Blanca, Chile (Proyecto Atra-
panieblas).

c. Atrapanieblas tridimensionales
Los atrapanieblas tridimensionales son menos comunes y aunque hay algunos que
se ofrecen comercialmente, la mayoría están asociados a proyectos experimentales
que plantean soluciones de innovación para optimizar el rendimiento de la colección
de agua y, en algunos casos, optimizar la estabilidad estructural frente a los fuertes
vientos. Éstos aún requieren de una verificación más precisa de sus resultados.
Algunos de los atrapanieblas tridimensionales están diseñados para ser instalados en
lugares con nieblas multidireccionales, para lo cual ofrecen varios frentes con superfi-
cies de colección del agua de niebla, como es el caso del atrapanieblas Macrodiamante
(Foto 3.6). Sin embargo hay poca información sobre la eficiencia real de estos modelos.
En otros casos como el atrapanieblas DYSDERA, se presenta solo un frente de ex-
posición al viento y a la superficie de colección vertical plana se incorporan planos de
colección ubicuos con lo cual se busca una mayor eficiencia en la colección de agua
(Foto 3.7).

Foto 3.6: Macrodiamante (Carlos Espinoza, Antofa- Foto 3.7: DYSDERA (Carlos Sánchez Recio, Islas Ca-
gasta, Chile) narias, España)
62 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

Uno de los últimos atrapaniebla experimentales que se ha desarrollado es el Colector


de Agua de Niebla Embudo Modular Aditivo (CAN-EMA) sobre el cual se ha realizado
un estudio de su comportamiento aerodinámico y de eficiencia de colección mediante
modelos matemáticos con lo cual se obtiene una primera verificación de sus atributos
(Figura 3.10).

Fig. 3.10: Colector de Agua de


Niebla, Embudo Modular Aditivo
(CAN-EMA) Proyecto Centro del
Desierto de Atacama, PUC (Ro-
bert Holmes).

3.5.2 Efectos del viento sobre las mallas y estructuras de soporte embolsamiento

El combado, o embolsamiento, es una deformación de la superficie plana de cap-


tación (malla) como consecuencia de la deformación plástica y elástica generada por
la presión del viento (Foto 3.8). Para esta forma parabólica inducida, el coeficiente de
arrastre aumenta, como también aumenta la presión del viento, y como consecuencia
de ello, también aumentan las tensiones en el material de la malla (fibras). Por otro lado,
según el Recuadro 3.3, la eficiencia de colección de agua también debiera aumentar
por el mayor coeficiente de arrastre. Sin embargo hemos observado que en algunas
ocasiones en la parte inferior de la superficie curvada, el agua gotea, cayendo fuera del
dispositivo de colección. Como conclusión, el fenómeno de embolsamiento puede ser
beneficioso para la colección de agua, siempre que no haya pérdida por goteo, ni una
disminución significativa de la superficie frontal al viento por el aumento de la curvatu-
ra catenaria superior e inferior, ni deformaciones permanentes de la malla.
El embolsamiento aumenta en proporción a la distancia entre el punto central de la
malla y su soporte perimetral. Este embolsamiento también decrece cuando la rigidez
de la malla y su soporte son mayores. Esto significa que para mayores superficies y me-
nor rigidez de la malla y su soporte, la curvatura del embolsamiento será mayor. Esta
curvatura se puede cuantificar según la formula C = 1/R, donde R es el radio de la curva
en la zona de mayor deformación de la malla.
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 63

Foto 3.8: Deformación de la superficie de


colección por embolsamiento debido a la
presión del viento. A una misma presión
del viento, las deformaciones pueden va-
riar según la resistencia a la deformación
plástica o elástica de las fibras o por des-
plazamientos de las fibras en la retícula de
la malla (Proyecto Atrapanieblas).

3.5.3 Ruptura de malla

a. Ruptura por concentración de tensiones en los puntos de fijación de la malla


En la mayoría de los casos la malla está fijada a un bastidor rígido o a un marco de
cables tensados. La fijación se puede generar por una secuencia de puntos discretos o
como una fijación continua. En el primer caso, existe una concentración de tensiones
en esos puntos, mientras que en el caso de la fijación continua las tensiones se distribu-
yen homogéneamente. Estas tensiones son directamente proporcionales a la distancia
entre los puntos de fijación y dependen del factor de concentración de tensiones y del
tipo de fijación utilizada. La ruptura inicial de la malla se produce en las zonas inme-
diatas de la fijación y se expanden progresivamente en su vecindario. Este fenómeno
aumenta según la naturaleza cíclica de las fuerzas inducidas por el viento.

b. Ruptura por tensiones en la malla constituida por un material heterogéneo


Este tipo de ruptura depende de la característica isotrópica o anisotrópica7 del tejido
de la malla y/o por debilidades de la fibra. Si consideramos la configuración anisotró-
pica de la malla es posible predecir que la ruptura ocurrirá en la dirección paralela a la
fibra más resistente. En una malla con tejido isotrópico la ruptura sucede en cualquier
sector que presente una debilidad del material y es impredecible el lugar donde ocu-
rrirá.
7 Un material se llama isotrópico cuando sus propiedades no cambian con la dirección en la que se midan. Un material anisotrópico, en
cambio, tiene propiedades distintas según la dirección. Por ejemplo, una tabla de madera es anisotrópica porque se parte más fácilmente
en la dirección paralela a las fibras que en la dirección perpendicular a ellas.
64 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

Foto 3.9: La presión del viento puede generar una Foto 3.10: La ruptura también se puede iniciar en
concentración de tensiones en las zonas de fijación, zonas alejadas de las fijaciones y sus características
iniciando la ruptura de la malla (Proyecto Atrapanie- dependerán del comportamiento anisotrópico de
blas). la malla (Proyecto Atrapanieblas).

c. Ruptura extensa de la malla


La ruptura extensa corresponde a un proceso de desintegración de la malla por la
falla de sus fibras y de la estructura de su tejido. Esta ruptura extensa tiene su origen
en las áreas de concentración de tensiones o en áreas impredecibles debido a su con-
dición anisotrópica. También esta ruptura puede suceder por roce de la malla contra
otros elementos del sistema.
En estos casos la ruptura extensa de la malla actúa como un fusible extremo, liberan-
do la presión que actúa sobre la estructura portante y, por lo tanto, salvándola de su
destrucción.

Foto 3.12: La presión del viento puede gene-


rar una ruptura extensa de la malla cuando las
fuerzas exceden la resistencia a la tracción de
las fibras. Esta ruptura generalmente se inicia en
zonas localizadas, pero a partir de ahí se activa
un proceso progresivo de desintegración de la
malla. (R. Holmes)
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 65

3.5.4 Destrucción de la estructura


Cuando la malla es suficientemente resistente frente a la presión del viento, la fuerza
es transmitida a la estructura portante, la cual puede fallar en los componentes más
débiles, como ser las uniones. Si esta estructura puede resistir las tensiones derivadas
desde la malla, habrá una concentración de éstas en el empalme de los postes con la
base y la estructura puede colapsar como una unidad monolítica.

Foto 3.13: Cuando la malla resiste la pre-


sión del viento, ésta es transmitida hacia los
componentes de la estructura de soporte,
generando la destrucción parcial o total del
sistema (R. Holmes).

3.6 Innovación para la optimización de los atrapanieblas


En el desarrollo de nuevos modelos de atrapanieblas, la especulación creativa abre
nuevas fronteras para la innovación de los atrapanieblas. Esta innovación tiene como
principal objetivo la optimización en los aspectos funcionales, productivos, económi-
cos y sustentables de los atrapanieblas.
Para avanzar en esta dirección, hay una actividad permanente en diversos centros de
investigación a nivel mundial, focalizada en el desarrollo experimental y de verificacio-
nes de los nuevos aportes propuestos. En este contexto, se ha podido determinar un
conjunto de factores de diseño que permiten comprender y desarrollar los atrapanie-
blas como un sistema integral altamente eficiente.

3.6.1 Factores de Diseño


A continuación se mencionan los diversos factores funcionales de diseño a conside-
rar, los cuales permiten obtener un producto altamente eficiente:

a. Eficiencia de colección de agua


Para optimizar la eficiencia en la colección de agua hay que considerar los factores
de diseño relacionados con los fenómenos aerodinámicos del viento y la manera de
colectar las gotas de agua que son transportadas por éste.
Lo primero es el diseño de los patrones del tejido de la malla que tiene directa rela-
66 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

ción con la eficiencia aerodinámica, la eficiencia de deposición y la eficiencia de drena-


do, como se ha expuesto anteriormente en el punto 3.2.
Lo segundo, tiene que ver con la posición de la superficie de esta malla en relación a
la dirección del viento. Este factor de configuración espacial ofrece diversas posibilida-
des de aumentar la cantidad de superficie de malla en relación a una misma superficie
frontal del viento. Por otro lado, cuando la posición de la malla es oblicua con respecto
de la dirección del viento, se disminuye la proyección de los poros, haciendo más efi-
ciente la colección.
Por último, las soluciones de diseño para la conducción y acopio del agua colectada tie-
nen una importante incidencia en la eficiencia de colección, por cuanto puede ayudar a dis-
minuir mermas por derrames y filtraciones y también evitar la polución del agua colectada.

b. Estabilidad estructural
La presión del viento sobre la malla de colección es muy relevante para la colección
de agua de la niebla, y esto implica un gran desafío para su estabilidad estructural. Es-
tos atrapanieblas están expuestos a eventos de vientos ocasionales muy fuertes y que
pueden causar un gran daño, ya sea en la malla o en su soporte estructural.
Este desafío se puede enfrentar por medio de una estrategia integral de diseño que
considere incorporar sistemas de alivio de presión en la superficie de colección y un
sistema de soporte estructural eficiente que permita resistir los esfuerzos generados
por la presión del viento sobre la malla.
Además del sistema estructural elegido, es necesario considerar el tipo de materiales
más adecuados para su construcción, considerando no solo su resistencia, sino que
también su exposición a agentes climáticos que generan oxidación, deterioro por rayos
UV, hongos y otros.
Por último, la estabilidad estructural también está condicionada por el tipo de funda-
ciones o empotramiento del soporte estructural que dependen entre otros factores, a
las características del suelo (composición y homogeneidad del material, compactación).

c. Variaciones de escala del atrapanieblas


En cuanto mayor sea la superficie de colección (malla) más agua se puede colectar. Sin
embargo, las dimensiones de los atrapanieblas están predeterminadas por el drenaje de
agua y por la resistencia, factibilidad constructiva y costo de la estructura de soporte. Por lo
tanto, uno de los desafíos para lograr mayores superficies es el diseño de esta estructura.
Hay dos estrategias de diseño recomendables para aumentar las escalas de los atrapa-
nieblas. Una es el incremento de la superficie de la malla que tiene como condicionante
las restricciones estructurales, económicas y de instalación de su soporte y la otra, un
sistema aditivo de unidades modulares auto-estructuradas, que se van agregando para
lograr un incremento de la superficie de colección. Como ejemplo para el primer caso, es-
Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas 67

tán los atrapanieblas planos tradicionales (Foto 3.5) y para el segundo caso está el ejem-
plo del “macro-diamante” (Foto 3.6) como concepto de unidades aditivas.

3.6.2 Factores de producción, transporte, instalación y mantención


Estos factores se mencionan brevemente en esta sección, y serán tratados más pro-
fundamente en el Capítulo IV.

a. Factibilidad productiva
Un buen diseño de atrapanieblas debe considerar la factibilidad productiva, que
debe reconocer cuáles son los recursos humanos calificados, los materiales y las tec-
nologías productivas y los componentes manufacturados estandarizados disponibles.
La integración de estos factores es indispensable para la optimización del proceso pro-
ductivo del atrapanieblas.

b. Factibilidad de transporte, instalación y mantención


Generalmente los lugares donde se instalan los atrapanieblas son de difícil acceso, por lo
tanto, hay que diseñar un sistema de componentes que se puedan transportar e instalar con
un mínimo de apoyo logístico como vehículos menores, animales o simplemente a mano.
Para dar solución a estas restricciones, el diseño debe considerar dimensiones y peso
posibles de trasladar y manipular, además de un sistema de montaje fácil de ejecutar
con la menor infraestructura de apoyo posible.
En cuanto a la mantención, para mantener operativo el sistema, hay que conside-
rar un diseño que permita realizar reparaciones o reemplazo de componentes de un
modo fácil y efectivo, sin necesidad de mano de obra calificada, con herramientas bási-
cas disponibles y con accesibilidad a materiales para reparaciones o reposición.

3.6.3 Factores de sustentabilidad

a. Economía de recursos materiales y energía


Un buen diseño de atrapanieblas debe considerar los factores de sustentabilidad re-
lacionados con la economía de los recursos materiales y energía que están involucra-
dos en los procesos productivos, de transporte, instalación y mantención.
Para instalaciones mayores, este producto deberá ser evaluado y validado en cuanto
a la huella de carbono.

b. Interacción con los procesos naturales


La instalación y operación de los atrapanieblas deben evitar la contaminación am-
biental, y no interferir con los procesos naturales del sector, como las cadenas vitales
de vegetales y animales, los micro-organismos del suelo y del aire.
68 Capítulo III - Diseño y eficiencia de atrapanieblas

c. Intervenciones en el paisaje
Entre los factores de sustentabilidad, el paisaje requiere una especial atención tanto
por su condición de patrimonio natural, como por su presencia geográfico-cultural en
la identidad regional.
El camino de acceso al lugar de instalación del atrapanieblas, así como el despeje
y adecuación de la zona de su instalación, implican generalmente alteraciones en la
topografía del lugar. Estas se deben realizar con el mínimo impacto. Por otro lado, al
disponer de una nueva fuente de provisión de agua, es muy probable que aparezca
nueva vegetación y la convergencia de animales en busca de su consumo.
Esta dinámica de cambios del paisaje es aceptable en la medida que no pierda su
condición armónica con el entorno. Hay que considerar que el atrapanieblas se consti-
tuye en un nuevo elemento del paisaje y por lo tanto su diseño debe responder a esta
situación, tanto funcional como paisajística.

Referencias
FogQuest (Sin fecha). FogQuest: Sustainable Water Solutions. Recuperado de www.fogquest.org.
Giannoulis, A., Stathopoulos, T., Briassoulis, D. & Mistriotis, A. (2012). Wind loading on vertical panels with
different permeabilities. Journal of Wind Engineering and Ind. Aerodynamics, 107-108, 1–16. doi: 10.1016/j.
jweia.2012.02.014
Gischler, C., (1991). The Missing Link in a Production Chain, Vertical obstacles to catch Camanchaca. Montevideo:
ROSTLAC-UNESCO.
Holmes, R., Rivera, J.D., & de la Jara, E. (2014). Large Fog Collectors: New Strategies for Collection Efficiency
and Structural Response to Wind Pressure. Atmosferic Research. doi 10.1016/j.atmosres.2014.06.005.
Park, K-C.,Chhatre, S.S.,Srinivasan, S., Cohen, R.E. & McKinley, G.H. (2013). Optimal Design of Permeable Fiber
Network Structures for Fog Harvesting. Langmuir 29 (43), 13269-13277. doi: 10.1021/la402409f
Rivera, J.D. (2011). Aerodynamic collection efficiency of fog water collectors. Atmospheric Research, 102,
335–342. doi:10.1016/j.atmosres.2011.08.005.
Rivera, J.D., Lopez-Garcia, D. (2014). Mechanical characteristics of Raschel mesh and their application to the
design of large fog collectors. Atmospheric Research. doi: 10.1016/j.atmosres.2014.06.011
Agua de Niebla 69

C A P Í T U L O I V

Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas


Juan de Dios Rivera A.
Centro del Desierto de Atacama, Escuela de Ingeniería
Pontificia Universidad Católica de Chile

Pedro Hernández P.
Consultora Agraria Sur Ltda.

La construcción y montaje de atrapanieblas es una etapa que debe ser cuidadosa-


mente planificada. Para minimizar los costos, normalmente es conveniente comprar o
mandar a hacer las partes del atrapanieblas a distintos lugares, de acuerdo a la espe-
cialidad de los talleres. Por ejemplo, en un taller pueden hacer muy bien y a bajo costo
cualquier trabajo con tubos, mientras que en el caso de uno donde no trabajan con
tubos, pueden hacer con ventajas trabajos de torno y soldadura. El poner las partes y
piezas necesarias en el terreno donde se montarán los atrapanieblas también requiere
de planificación y una logística especial, ya que normalmente los accesos al terreno no
son buenos. Finalmente, como el trabajo en terreno se hace en condiciones más difí-
ciles que en un taller, hay que maximizar el trabajo de taller y minimizar el de terreno.
La operación, inspección y mantenimiento de los atrapanieblas es vital para que es-
tos duren muchos años de servicio ininterrumpido. Muchos proyectos de cosecha de
agua de niebla fracasan, justamente porque descuidan este aspecto.
Estos temas y otros relacionados son tratados en el presente capítulo. Primero se cu-
bre el tema de la compra de materiales y fabricación de piezas y partes, muy importan-
te para minimizar el trabajo en terreno. Luego se trata el problema del traslado de estos
elementos al sitio del montaje, que normalmente se complica por la falta de caminos,
para pasar al tema del montaje. Posteriormente, en tres secciones interdependientes,
se ve los aspectos de operación, inspección y mantenimiento.

4.1 Compra de elementos y fabricación de piezas y partes


La compra de elementos, como mallas, cables, cuerdas, grapas, guardacabos, grille-
tes, entre otros, es crucial para tener como resultado un buen producto, ya que hay que
asegurar que sean de buena calidad, de las dimensiones adecuadas y del menor costo.
Siempre es bueno cotizar con distintos proveedores para comparar precio, calidad y
servicio. En particular, hay que comparar proveedores locales con los de las grandes
ciudades. En general los segundos tienen mayor disponibilidad de materiales y meno-
res precios, pero hay que agregarle el costo del transporte adicional requerido.
70 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

El material del que están hechos los elementos, partes y piezas es un factor muy
importante. Todos los elementos de plástico, cuya base puede ser polietileno, PVC u
otros, deben estar protegidos de la radiación ultravioleta (UV), con algún aditivo. En el
caso de los elementos de acero al carbono, como cables, guardacabos, grilletes, etc.,
deben ir cincados (o galvanizados) y comprobar que el recubrimiento de cinc sea pa-
rejo, liso y sin poros, debe “verse” bien. El acero al carbono pintado no tiene tan buen
comportamiento, porque la pintura tiende a desprenderse con el tiempo, mientras que
el acero inoxidable es el material óptimo de utilizar, pero es de mayor costo. El cobre y
sus aleaciones (latón y bronce) también tienen buena duración, pero normalmente son
mucho más caros que las otras alternativas. El aluminio no es recomendable, ya que no
resiste bien los ambientes salinos o ácidos.
La fabricación de piezas y partes debe ser realizada por talleres o maestranzas cali-
ficadas. En general conviene fabricar y montar todo lo posible en taller y no en terre-
no, ya que en terreno el trabajo es más lento, de peor calidad y más caro. La principal
limitación al trabajo en taller radica en el máximo tamaño de las partes que se puede
transportar a terreno, lo que a su vez depende de las vías de acceso al lugar donde
se montarán los atrapanieblas. Es importante contar con buenos dibujos o planos de
construcción para evitar malos entendidos y errores en las piezas. Al retirar las piezas y
partes del taller hay que verificar que cumplan con las dimensiones y especificaciones
de los planos. Si se fabrican en talleres distintas partes y piezas que luego se deben
juntar, es particularmente importante verificar que las medidas sean correctas y que
calzan unas con otras. Esta verificación debe hacerse lo más temprano posible y, en
todo caso, antes de llevar todo al sitio de montaje del atrapanieblas. Los maestros usan
el término “presentar las partes”, que significa verificar que estas partes se unan bien
entre sí.

4.2 Acceso y transporte de materiales, piezas y partes

4.2.1 Partes y piezas a trasladar


Tomando en cuenta los atrapanieblas de 150 m2 (9 metros de altura por 20 metros
de ancho y la malla a 1,5 metros del suelo) del Proyecto Atrapanieblas, se requiere de
transportar postes (6 piezas de 3 metros c/u), uniones para los postes (2 cabezas, 6
uniones de poste, 2 bases y 2 rótulas), 4 fierros de anclaje, cable (225 metros), malla
(160 m2), canaleta (21 metros de manguera de drenaje y de manga), fierros de anclaje (4
fierros), elementos que se muestran en la Figura 4.1. Adicionalmente se requiere trasla-
dar accesorios menores, como broches para malla, cable para instalación de canaleta,
grampas, guardacabos, alambre, entre otros.
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 71
Poste

Cabeza Cables laterales


Unión Cabeza-Cables Malla

Malla

Esta unión no va
Unión fijada al poste

Broche Malla
CANALETA

Base Apoyo tipo rótula Manguera

Unión Rótula-base Rótula


Anclaje a tierra
Fig. 4.1: Parte y piezas
ANCLAJE para construcción de
atrapanieblas. (Proyecto
Atrapanieblas)
Unión Anclaje Fierro Anclaje Hoyo
Cables

Adicionalmente a los componentes propios del atrapanieblas, otros elementos a


transportar son agua, cemento, gravilla y piedras o en su defecto hormigón preparado,
esto para la realización de los anclajes (Figura 4.1). También se requiere el transporte de
equipos menores, como betonera, generador eléctrico, andamios, cuerdas, entre otras
herramientas. Las características de estos materiales obligan a realizar el transporte a
través de vehículos de carga desde el lugar de adquisición de estos elementos, al de
montaje de atrapanieblas.
Finalmente, dado que ciertos lugares presentan una importante lejanía de los cen-
tros urbanos, el personal que instalará la infraestructura deberá acampar en el lugar,
para lo cual será necesario transportar elementos para la pernoctación (Carpas, etc.),
como también para el abastecimiento de alimentos y agua.
Para este tipo de infraestructura se requiere al menos 4 operarios y una semana de
trabajo por atrapanieblas.

4.2.2 Accesibilidad a los lugares de montaje.


Tal como se menciona en el Capítulo 1, en Chile los montajes de los atrapanieblas se
desarrollan en los cerros de la Cordillera de la Costa, sobre los 500 metros de altitud,
con el objeto de aprovechar la niebla que se produce en éstos. En general, los sitios
presentan una baja accesibilidad, debido a que tienen caminos particulares de tierra
con una baja mantención (Foto 4.1), o huellas realizadas por el tránsito de animales
menores (Foto 4.2). Para estas condiciones se requiere de vehículos motorizados altos
que puedan desplazarse por los caminos de estos sectores y otro tipo de maquinaria
para acceder a través de las huellas.
72 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

Fotos 4.1 y 4.2: La primera muestra


un camino de tierra de baja accesi-
bilidad y la segunda una huella tra-
zada por el transporte de animales
menores (Mapa Google Earth – Pro-
yecto Atrapanieblas).

4.2.3 Transporte de materiales


Un aspecto fundamental para el transporte de materiales es planificar adecuada-
mente el lugar donde se instalarán los atrapanieblas. Ante esto, se debe realizar una
revisión exhaustiva de los lugares potenciales, primero con el apoyo de mapas (Google
Earth es de gran ayuda), identificando los caminos y accesos, para posteriormente rea-
lizar una visita de terreno, determinando las posibles rutas y finalmente seleccionando
el lugar que posea la mayor proporción de camino con acceso para vehículos motori-
zados.
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 73

En algunos casos, cuando no sea factible poder contar con toda la accesibilidad nece-
saria para el ascenso de vehículos motorizados, se tendrá que recurrir a utilizar maqui-
naria especializada de transporte como mini-dumper (Fotos 4.3 y 4.4), los cuales tienen
un buen desenvolvimiento en transporte de materiales sobre “huellas” de camino. La
otra posibilidad, es contar con un mini-bulldozer (Foto 4.5), que pueda hacer un camino
para el acceso de vehículo motorizado, como una camioneta 4x4.

Fotos 4.3 y 4.4: Maquinaria especializada


mini-dumper. (http://www.tradecounter-
direct.com – Proyecto Atrapanieblas)

Foto 4.5: Ejemplo de mini-bulldozer para


abrir camino (http://tractor.en.made-in-
china.com)

Finalmente, un aspecto relevante a considerar es la reducida visibilidad que se pro-


duce los días en que hay presencia de niebla, por lo cual es necesario extremar las
medidas de seguridad.
74 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

4.3 Montaje de atrapanieblas

4.3.1 Características del atrapanieblas


Como ha sido mencionado anteriormente, el atrapanieblas del Proyecto Atrapanie-
blas presenta dimensiones de 9 metros de altura por 20 metros de ancho, lo que entre-
ga una superficie de 150 m2 útiles para la cosecha de agua (Figura 4.2).

Fig. 4.2: Características del atrapanieblas (Proyecto Atrapanieblas)

4.3.2 Fases del Montaje de atrapanieblas


En el montaje del atrapanieblas se pueden distinguir las siguientes fases: Selección
del lugar para el montaje, marcado de puntos de instalación de atrapanieblas, ejecu-
ción de anclajes e instalación de rótula, conexión de cables y pintado de postes, levan-
tamiento de estructura, instalación y levantamiento de malla, instalación de canaleta
receptora de agua, y finalmente instalación de estanques, cañerías y válvulas. A conti-
nuación se describe cada una de estas fases.

a. Selección del lugar para montaje


En general se deben preferir lugares limpios de vegetación, sin rocas, con el objeto
de realizar la menor intervención al entorno y evitar esfuerzos de despeje. En cuanto al
lugar se pueden seleccionar sitios planos o hasta con una pendiente de 25% entre los
postes del atrapanieblas. También se debe considerar la dirección de la niebla prepon-
derante en el lugar, debiéndose posicionar el atrapanieblas en forma perpendicular a
ésta. Más detalles se especifican en el Capítulo I.

b. Marcado de puntos de instalación atrapanieblas


Una vez seleccionado el lugar se procede a marcar donde se instalará la infraestructura. A
partir de las dimensiones señaladas en el plano, tal como indica la Figura 4.3, se marcan los
4 lugares de anclaje, en rojo en la figura, y los 2 lugares donde se posicionarán los postes,
en verde en la figura. El marcado en terreno, se realiza utilizando cinta de medir y pintacal.
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 75
Anclaje
Dealle 10
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Ca

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FRENTE
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Fig. 4.3: Puntos de instalación
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del atrapanieblas (Proyecto

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Atrapanieblas).
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PLANTA ATRAPANIEBLAS
Escala 1:150

c. Ejecución de anclajes e instalación de rótula.


Para la instalación de los anclajes (Foto 4.6), se deben construir 4 hoyos (Foto 4.7) de di-
mensiones de 1,3 x 1,3 x 1,0 metros de profundidad, donde se inserta el fierro de anclaje
(Foto 4.8).

Fotos 4.6, 4.7 y 4.8: Anclaje e instalación de rótulas. (Proyecto Atrapanieblas).

En general, dado que no se conocen las características del terreno, es recomenda-


ble la utilización de taladros manuales (Foto 4.9) para la ejecución de los hoyos. Para
la preparación del hormigón, es indispensable usar una betonera portátil (Foto 4.10).
Además, dado que en estas zonas normalmente no existe electricidad, es necesario el
uso de generadores eléctricos (Foto 4.11).

Fotos 4.9, 4.10 y 4.11: De izquierda a derecha, taladro manual, betonera portátil y generador eléctrico
(http://www.dewalt.cl/ - http://www.ciam.cl- http://www.ingequipos.cl/)
76 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

Preparados los anclajes se procede al montaje del apoyo de la rótula (Foto 4.12),
la cual sostendrá el poste del atrapanieblas, para lo cual se debe cavar un hoyo de
60x60x60 cm, el cual se rellena con hormigón, insertándose la rótula en el cemento
(Foto 4.13). Esta rótula es la que sostendrá al poste del atrapanieblas, la cual deberá ser
engrasada para un adecuado trabajo de esta pieza con la base (Foto 4.14).

Fotos 4.12 (Inferior), 4.13 (Superior izquierda) y 4.14 (Superior derecha): Montaje del apoyo de
rótula (Proyecto Atrapanieblas).

d. Conexión de cables y pintado de postes


El siguiente paso es la unión de los cables laterales, horizontales y verticales, con las
piezas 1 y 2 del atrapanieblas, tal como muestra la Figura 4.4, para lo cual se utilizan
grampas y guardacabos galvanizados (Foto 4.15). Normalmente hay que usar distin-
tos tipos de llaves asegurando el torque recomendado por el fabricante (Foto 4.16).
También en esta fase, dado que se ha privilegiado el uso de tubos de acero al carbono
para los postes sin protección ante las condiciones ambientales de alta humedad, se
procede a pintarlos con anticorrosivo de acuerdo a las especificaciones del fabricante.
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 77

Fig. 4.4: Unión de cables, horizontales y


verticales, con las piezas 1 y 2 del atrapa-
nieblas (Proyecto Atrapanieblas)

Grapas

Foto 4.15: Grampas y guardacabos


Guardacabos galvanizados (Proyecto Atrapanie-
blas).

Foto 4.16: Uso de llaves (Proyecto Atra-


panieblas).
78 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

e. Levantamiento de estructura
En esta fase, se procede a levantar los postes y a realizar las conexiones de los cables
laterales con los anclajes y el cable central superior entre los postes, elementos que
sostendrán la estructura del atrapanieblas (Figura 4.5).
20 m

Detalle 4. Cable central superior


Enganche
superior de cables

3m

Ca
ble
Detalle 3.
Unión
or

lat
eri

era
3m
Estructural

9m
su p

ld
ere
do
ier

ch
Detalle 2.

os
qu

Unión

up
l iz
era

eri
Estructural

or
lat

3m
ble

Ancla
Ca

Detalle 5
Detalle 1.
Soporte Rótula

ELEVACIÓN
Escala 1:150

Fig. 4. 5: Levantamiento de atrapanieblas (Proyecto Atrapanieblas).

Dada las dimensiones del atrapanieblas, éste requiere de una estructura auxiliar para
su montaje, como son los andamios, estructura que debe ser adecuadamente sosteni-
da al piso, a través de cables auxiliares y bases soportantes.
El trabajo en altura obliga a la utilización de elementos de seguridad (Foto 4.17) para
quienes trabajarán en el levantamiento de las piezas. Una vez montados los andamios,
viene el ascenso y colocación de los postes y uniones que constituirán el atrapanieblas
(Foto 4.18). Finalizado el levantamiento, se procede a unir los cables laterales con los
anclajes y el cable central superior. Luego, se realiza la tensión de cables, la cual se
desarrollaba manualmente con el apoyo de tecles, para posteriormente colocar las res-
pectivas grapas y guardacabos (Foto 4.19). La instalación de las grapas debe hacerse de
acuerdo a las especificaciones del fabricante, resumidas en el Recuadro 4.1.
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 79

Recuadro 4.1: Especificaciones de grapas y su montaje en los extremos del cable


Tamaño Cable y N° Mínimo de Cantidad de Cable a Torque en
grapa (plg.) Grapas Doblar en Pulgadas Lbs.-Pie
1/8 2 3-1/4 4.5
3/16 2 3-3/4 7.5
1/4 2 4-3/4 15
5/16 2 5-1/4 30
3/8 2 6-1/2 45
7/16 2 7 65
1/2 3 11-1/2 65
Tabla 4.1: Número de grapas, extensión de la terminación de los extremos y torque necesario en
las tuercas de las grapas

1. Consultar la Tabla 1 al seguir estas instrucciones. Doblar hacia atrás la can-


tidad de cable especificada, desde el guardacabo u ojo. Colocar la primera
grapa a una distancia equivalente a la base de la grapa desde el extremo
muerto del cable. Aplicar el tornillo “U” sobre el extremo muerto del cable,
el extremo vivo descansa en la base. Apretar las tuercas uniformemente con
torquímetro, alternando de una a la otra hasta lograr el torque recomenda-
do.
2. Cuando se requieren dos grapas, aplicar la segunda grapa lo más cerca posi-
ble del guardacabo. Apretar las tuercas alternando el torque recomendado
con torquímetro. Cuando se requieren más de dos grapas, colocar la segun-
da grapa lo más cerca posible del guardacabo u ojo. A continuación gire las
tuercas de la segunda grapa, pero no las apriete. Proceder al paso 3.
3. Cuando se requieren tres o más grapas, espaciar las grapas adicionales a la
misma distancia entre las dos primeras, tensar el cable flojo, apretar unifor-
memente las tuercas en cada tornillo U, alternando de una tuerca a la otra
hasta lograr el torque recomendado con torquímetro.

Fig. 4.6 y 4.7: Detalle de instalación de grapas y


guardacabo en el extremo del cable de acero.
80 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

Fotos 4.17, 4.18 y 4.19: De izq. a der., Elementos de seguridad; ascenso y colocación de postes y
uniones; colocación de grampas y guardacabos. (Proyecto Atrapanieblas).

f. Instalación y levantamiento de malla


Terminada la fase de levantamiento de la estructura, es posible iniciar la colocación
de la malla, la cual va montada en una estructura de cables (Figura 4.5). Todo el trabajo
de ensamblaje de la malla se realiza a nivel del suelo, antes de subir la malla.
El primer paso corresponde a la instalación de la malla en los cables. Dada la mayor
durabilidad y resistencia, se recomienda la utilización de mallas realizadas con tejido de
Polietileno Alta Densidad (Foto 4.20), las cuales de acuerdo a las especificaciones de los
fabricantes, pueden durar hasta 7 años a la intemperie.
Para la sujeción de las mallas a los cables, se utiliza alambre y broches rectangula-
res (Foto 4.21), los cuales son instalados de acuerdo a recomendaciones del fabricante
(Foto 4.22). El resultado final óptimo, se muestra en la Foto 4.23.

Fotos 4.20, 4.21, 4.22 y 4.23: De izq.


a der., Malla Polietileno Alta Densi-
dad; Broche rectangular; Instalación
de alambre y broches. Abajo, re-
sultado de la instalación (Proyecto
Atrapanieblas).
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 81

Terminado el proceso de instalación de la malla a los cables, el siguiente paso es


izarla. Para esta operación se debe preparar el cable superior, colocando en uno de
los extremos un “Candado Pera” (Foto 4.24), al cual posteriormente se le introduce el
cordel que permitirá el ascenso de la malla, con la ayuda de una polea que se instala en
uno de los orificios de la cabeza del poste (Foto 4.25), para posteriormente levantar la
malla (Foto 4.26).

Fotos 4.24 y 4.25: De izq. a der., “Candado Pera” y polea a instalar en uno de los orificios de la
cabeza del poste (Proyecto Atrapanieblas).

Foto 4.26: Levantamiento de malla


(Proyecto Atrapanieblas).
82 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

Una vez que la malla está en la parte superior, se procede a fijarla con un grillete (Foto
4.27) y las respectivas grampas, quedando el amarre tal como se presenta en la Foto
4.28. Este sistema posteriormente permite el izado y bajada de la malla sin desarmar la
estructura del atrapanieblas. Terminada esta fase se procede a desarmar la estructura
de los andamios (Foto 4.29).

Foto 4.27: Fijación con grillete (Proyecto Foto 4.28: Amarre de malla (Proyecto Atrapanie-
Atrapanieblas). blas).

Foto 4.29: Una vez concluido el proceso de instalación de malla, se procede a desarmar la es-
tructura de andamios. (Proyecto Atrapanieblas).
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 83

g. Instalación de canaleta receptora de agua


La canaleta está formada por una manguera de alta resistencia (Foto 4.30) de 4 pul-
gadas, comercialmente llamadas mangueras de bombero, la cual se parte para abrirla.
Este diseño la hace muy flexible, de modo que se adapta a la curvatura que tome la ma-
lla. Para que el agua escurra sin dificultad, la canaleta debe quedar con una pendiente
de al menos 5% entre postes. Para sostener la canaleta, se le insertan broches en los
que se introducen dos cables que van sujetos a la estructura soportante (Foto 4.31).
Para mantener abierta la canaleta se utiliza una manguera de drenaje de 4 pulgadas.

Broche plástico

Manguera de drenaje

Canaleta flexible

Foto 4.30: Elementos de una canaleta (Proyecto


Atrapanieblas).

Cable que sostiene a la


canaleta
Broche plástico

Foto 4.31: Estructura soportante de la canaleta (Pro-


yecto Atrapanieblas).
84 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

h. Instalación de estanques, cañerías y válvulas


A partir de los usos que se le dará al agua de niebla, se debe definir la instalación
de los diferentes componentes del sistema, tanto para riego agrícola o de agua para
consumo.
En lo que respecta al uso agrícola, en la Región de Coquimbo, la zona de cosecha de
agua de niebla difiere de donde ésta será utilizada, ya que las condiciones climáticas
imperantes en las cumbres de los cerros son deficientes para la agricultura, por lo cual
los cultivos deben desarrollarse en las partes bajas de estos. Situación similar se da para
el caso del agua para consumo, ya que los habitantes en general se encuentran cerca-
nos a caletas o a pequeños villorrios en las partes bajas del litoral. En el ámbito forestal,
esta condición no necesariamente ocurre, ya que esta actividad es posible desarrollarla
en las partes altas de los cerros.
Atendiendo la necesidad, tanto agrícola como de agua para consumo, se hace indis-
pensable trasladar el agua a grandes distancias y con desniveles importantes. A modo
de ejemplo, en el sistema de riego agrícola que se muestra en la Figura 4.8, corres-
pondiente al proyecto de atrapanieblas de Majada Blanca (Coquimbo), el agua debe
ser trasladada una distancia de 2,6 kilómetros desde su producción al lugar de uso, y
con un desnivel de cota de aproximadamente 500 metros, aspectos que requieren ser
considerados en el diseño del sistema.

Fig 4.8 Sistema de riego agrícola en Majada Blanca (Mapa Google Earth)
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 85

En cuanto a las consideraciones que deben tenerse en cuenta, a parte de las corrien-
tes que se utilizan en el diseño de sistemas de agua para consumo o riego agrícola
(Tamaño de la población objetivo, tipo de cultivo, volumen potencial de captación,
dotación mínima, cota, caudal, entre otras), se pueden mencionar las siguientes, que
tienen estricta relación con las condiciones geográficas donde se desarrolla este tipo
de proyecto.

· Matriz de conducción y su trazado


Aunque existen distintos softwares que permiten optimizar la ruta de la matriz, la ve-
getación existente, algunos eventos como rocas, piedras sueltas, zonas de apareamien-
to de animales, pequeñas quebradas que en períodos de precipitaciones importantes
pueden romper la matriz, entre otros, hacen que la ruta final en su trazado requiere de
numerosas visitas a terreno, las que deben en general desarrollarse a pie, ya que en
muchos sectores no existen caminos y son intransitables para animales de transportes
por su elevada pendiente.
También se debe considerar en el diseño, que no ocurra el ingreso accidental de ele-
mentos extraños a la matriz que pueden obstruirla, como por ejemplo, insectos (Abe-
jas), pequeñas piedras probablemente trasladadas por los pájaros, entre otros elemen-
tos, los cuales son captados en la canaleta receptora de agua del atrapanieblas y luego
por el agua introducida a la matriz.
Otro aspecto fundamental a tomar en cuenta en el diseño son los reductores de pre-
sión (Válvulas), dada las altas diferencias de cota existentes en terreno. También los
materiales de la matriz deben resistir las presiones que se dan en su interior. A esto se
suma, si está superficial, debe ser capaz de resistir el pisoteo de los animales.
Finalmente, es necesario considerar en la matriz algún tipo de filtro o estanque de-
cantador, que permita reducir la cantidad de polvo que los atrapanieblas captan, es-
pecialmente en los días que no existe niebla, partículas que posteriormente cuando
vuelve a ocurrir el proceso son trasladadas a la matriz de conducción, lo que potencial-
mente afecta a la conducción y a la turbiedad del agua.

· Estanques
Con relación a este elemento, se requiere idealmente que los estanques sean cerra-
dos, ya que aunque el sector esté cercado, impidiendo el paso de la ganadería; existe
una importante microfauna en estas zonas, la cual en períodos de nulas precipitacio-
nes, recurren a estos reservorios, provocándoles su muerte por inanición.
Otro aspecto a considerar es el tamaño del estanque, dada la variabilidad de produc-
ción de agua a partir de la niebla, para obtener una mayor seguridad de disponibilidad
se requerirá de un estanque de mayor tamaño lo que obliga a mayores costos (ver
Recuadro 3.1).
86 Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas

4.4 Operación
Los atrapanieblas están diseñados de tal forma que su operación no requiera la inter-
vención de personas (Fotos 4.32 y 4.33).

Fotos 4.32 y 4.33: Atrapanieblas montados en Majada Blanca, IV Región (Proyecto Atrapanieblas).

Como fue abordado en el Capítulo 2, referente a instrumentación, para determinar


la correcta operación de los atrapanieblas, se debe poseer un sistema de medición de
éstos, ya que pueden dar rendimientos de colecta de agua por debajo de lo diseñado.
Para esto se utiliza por un lado un neblinómetro, para identificar la potencialidad de
captura de niebla del lugar, además de un flujómetro que establezca la cantidad de
agua que es capaz de capturar el atrapanieblas.
Si la estructura no es capaz de colectar lo estipulado, deberá verificarse si la estructu-
ra quedó montada en forma perpendicular a la dirección preponderante del viento, si
la malla quedó adecuadamente tensa, entre otros aspectos. Para más detalles, referirse
al Capítulo II.

4.5 Inspección
Cuando hemos instalado recientemente un atrapanieblas, lo recomendable es rea-
lizar visitas semanales, con el objetivo de detectar tempranamente las siguientes ano-
malías:
• Posibles fallas en la instalación de las estructuras, asociadas a potenciales proble-
mas con los anclajes, ya que pueden colapsar ante vientos de gran envergadura
cuando la mezcla de hormigón utilizada no fue la especificada.
• Tensión no adecuada de los cables, que hacen que la estructura no trabaje en forma
pareja.
• Grapas con torque inadecuado, que hacen que parte de la estructura puede soltar-
se o caer.
• Malla con escasa tensión, lo que puede provocar importantes pérdidas de agua fue-
ra de la canaleta.
Capítulo IV - Construcción, operación, inspección y mantenimiento de atrapanieblas 87

• Roturas de las mallas, especialmente en las uniones con los broches.


Una vez corregidas estas posibles anomalías, las inspecciones pueden ir distancián-
dose con el tiempo, pero de todas formas, se recomienda hacerlas al menos una vez al
mes. Asimismo, durante estas inspecciones se debe aprovechar de levantar la informa-
ción sobre el agua obtenida por el atrapanieblas.

4.6 Mantenimiento
El mantenimiento está asociado a los daños que provocan las condiciones climáticas
sobre el atrapanieblas, como son los fuertes vientos que pueden dañar la malla, la per-
dida de tensión de los cables, la entrada de óxido en los postes, entre otros.
Algunas mantenciones exigen ascender a la estructura, para lo cual es necesario con-
tar con sistemas que permitan alcanzar la parte superior del atrapanieblas con seguri-
dad para el operador. Una alternativa es usar peldaños portátiles que se afirman a los
postes (Foto 4.34), los cuales pueden montarse y desmontarse en los postes (Foto 4.35),
pudiendo ascender el personal con elementos de seguridad correspondientes, tales
como arnés y cuerda de seguridad (Foto 4.36).

Fotos 4.34, 4.35 y 4.36, en sentido de reloj: Peldaños portátiles pueden ser montados a los postes para
ascender con seguridad a la parte superior del atrapanieblas. (Proyecto Atrapanieblas).
Agua de Niebla 89

C A P Í T U L O V
Usos del agua de niebla
Jorge Leiva V.
Consultora Agraria Sur Ltda.

Pedro Hernández P.
Consultora Agraria Sur Ltda.

El presente capítulo tiene el objetivo de establecer los potenciales usos del agua de
niebla, para lo cual se realiza una estimación que permita cuantificar la capacidad que
tiene la región de Coquimbo en la generación de agua a partir de su captación me-
diante el uso de atrapanieblas. Para esto, se toma como base la tecnología actualmente
existente, antecedentes del proyecto Atrapanieblas, así como de estudios anteriores.
Para ilustrar el uso de agua de niebla, se destacan algunas experiencias en Chile y en el
mundo. También se proponen usos futuros del agua, especialmente en el ámbito agrícola
del Norte Chico, donde se presentará una propuesta en base a especies agrícolas y fores-
tales que podrían tener perspectivas comerciales usando agua de niebla, dado sus bajos
requerimientos hídricos y su adaptación a las condiciones agroecológicas de la zona.

5.1 Antecedentes generales

5.1.1 Características del agua de niebla para su uso productivo.


Como se ha expuesto en el Capítulo II, los atrapanieblas podrían generar a nivel re-
gional con la tecnología que hoy existe, un máximo 1,4 m3/s de recursos hídricos, lo que
podría abastecer aproximadamente un 4% de la demanda de agua de toda la región o
cubrir casi el 100% de las sus necesidades de agua potable.
Para analizar con detención esta idea, la Tabla 5.1 aporta datos sobre las demandas
del recurso hídrico en la región de Coquimbo:
Sector Demanda (m3/seg)
Agropecuario 27,2
Agua Potable 1,5
Industrial 0,3
Minero 1,8
Energía 1,3
Forestal 0,0
Tabla 5.1: Requerimientos del recurso
Turismo 0,0
hídrico por sector, IV Región (DGA,
Caudal ecológico 3,4 Estudio de la demanda actual de los
Otros 0,6 usos consuntivos del agua IV Región,
TOTAL 36,0 2007).
90 Capítulo V - Usos del agua de niebla

Observando la tabla, se advierte que por lejos el sector agropecuario es el que demanda
la mayor cantidad de agua (75% del total). Por ello, a modo de estimación y considerando
que en la región se riega un total de 75.713 hectáreas (Censo Agropecuario y Forestal, 2007),
con el agua captada por atrapanieblas (1,4 m3/s) podrían regarse al menos 3.898 hectáreas8,
asumiendo que se usan los mismos cultivos, métodos y eficiencia de riego.
En nuestro país, el uso del agua alcanza 4.710 m3/s, de los cuales el 89% corresponde
a los usos no consuntivos y 11% a usos consuntivos (Ayala, 2010). En este sentido, el rie-
go representa el 73% de las extracciones a nivel nacional, utilizando para regar 1,1 mi-
llones de hectáreas que se localizan casi completamente entre las regiones IV a X (INE,
2007). El uso doméstico equivale a un 6% de las extracciones y se utiliza para abastecer
al 99,8% de la población urbana y rural concentrada. Los usos mineros e industriales
representan el 9 y 12%, respectivamente, de las extracciones totales (Ayala, 2010).
Tomando en cuenta la captación de agua por atrapanieblas, ésta en cada temporada
presenta variaciones, encontrando para el Tofo, en la comuna de la Higuera, Región de
Coquimbo, períodos de cosecha de 5,86 l/m2/día a valores de 2,1 l/m2/día (Tabla 5.2).
También de esta tabla se desprende que un m2 de atrapanieblas recolectaría al año, el
equivalente a una precipitación anual de 1.179 milímetros.
Una importante característica que presenta la niebla, si la comparamos con las pre-
cipitaciones de una estación meteorológica costera, encontramos que su variabilidad
anual es menor que el agua procedente de lluvia (Tabla 5.2), lo que permite planificar
más adecuadamente, por ejemplo, los cultivos a desarrollar en la zona costera de se-
cano e introducir cultivos de requerimientos hídricos más estables durante diferentes
períodos, como podemos observar en la siguiente tabla:
Promedio anual El Tofo
Año Promedio Anual de Precipitación media
agua recolectada por anual La Serena
niebla en (l/m2/día) (Florida) (mm)
1988 3,09 10
1989 2,72 57
1990 2,80 140
1991 5,86 118
1992 3,70 180
1993 2,91 68
1994 2,67 34
1995 2,10 13
Promedio 1988-95 3,23 77,26
Desviación Estándar 1,2 62,5
% Desviación sobre el promedio 36% 81%
Tabla 5.2: Comparación de la variabilidad anual en la generación de agua captada por
atrapanieblas y por precipitaciones. (Variación temporal de la niebla en El Tofo-Chun-
gungo, IV Región, 1987-1995).

8 (1,4 m3/ha * 75.713 ha) /27,2 m3/ha


Capítulo V - Usos del agua de niebla 91

En cuanto a la variación mensual de la niebla, es posible observar que su captura es


inversamente proporcional a la lluvia, ya que las precipitaciones se concentran entre
marzo a septiembre con peak en junio. En cambio, la cosecha de agua de niebla se con-
centra entre septiembre y marzo, con peak en noviembre, relación que se presenta en
la Figura 5.1. Por lo tanto, estas fuentes son complementarias y le permiten al sistema
reducir su incertidumbre, especialmente a la agricultura de secano, debido a la menor
variabilidad mensual que presenta la niebla.
70,0%

60,0%

50,0%

40,0%

30.0%

20,0%

10,0%

0,0%
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic

Promedio precipitaciones La Serena (% mm) Promedio El Tofo (% lts/m2/día)

Fig. 5.1: Comparación en la generación de agua por precipita-


ciones y por niebla

Otras de las características de la niebla, y que fue abordado con mayor profundidad
en el Capítulo II, es que presenta variabilidad a la altura que se colecta. A su vez, la nie-
bla presenta variabilidad diaria en su disponibilidad. Por un lado, existen días de alta
disponibilidad (14 l/m2/día), como períodos de nula disponibilidad, la cual puede ser de
un día o máximos de 15 días, de acuerdo a la información levantada en Majada Blanca,
situación que obliga necesariamente a disponer de sistema de almacenaje para su uso
(Figura 5.2).

Captura diaria l/m2/día Majada Blanca neblinómetro a 700 m


16

14

12

10
Ltrs/m2/día

0
24-04-2031
08-06-2012

30-08-2013
05-04-2012
04-03-2012

26-05-2013

06-02-2014
23-03-2013

10-03-2014
27-06-2013

29-07-2013
12-09-2012
07-05-2012

05-01-2014
19-02-2013
10-07-2012

11-04-2014
11-08-2012

18-01-2013
01-02-2012

14-10-2012

04-12-2013
01-10-2013

02-11-2013
15-11-2012

17-12-2012

Figura 5.2: Evolución de la captura de agua a través de la temporada.


92 Capítulo V - Usos del agua de niebla

Una característica importante del agua de niebla para sus usos productivos, es lo
que respecta a su calidad para bebida de consumo humano. A partir del estudio rea-
lizado en El Tofo (Cereceda y Schemenauer, 1992) en los parámetros monitoreados en
un instrumento de teflón con cuerdas, diseñado especialmente para tomar muestras
de la niebla, limpio de polvo y en dos muestras, se encontró que todos los parámetros
analizados cumplían los requisitos de la norma de calidad de agua potable (NCH 409) a
excepción del pH, el cual muestra niveles de acidez fuera de la norma. Esto concuerda
con mediciones realizadas en Alto Patache por Sträter en 2009 (Moritz R. 2010), donde
se encontraron niveles de pH de 3,3, siendo los rangos aceptados por la norma chilena
de 6,5 a 8,5, mientras que los rangos recomendados por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) oscilan entre 6,5 a 9,5.
Se debe considerar que el vapor de agua en la atmosfera tiene un pH natural de 5,6
causado por su equilibrio con el CO2 atmosférico. Sin embargo, el pH de la niebla y de
nubes bajas pueden ser menor que ese valor, debido a las emisiones de aerosoles por
acción del hombre o por emisiones de fuentes naturales como polvo o dimetilsulfitos
(DMS) de los océanos.
De acuerdo a la tesis “Fog as a Drinking Water Resource” (“Niebla como una Fuente
de Agua Bebible”) de O. Klemm (2012), el pH ácido no afecta directamente a la salud
humana, de hecho, los frutos cítricos tienen niveles de pH inferiores a 3. No obstante, sí
afecta indirectamente al facilitar la proliferación de determinadas clases de microflora,
alterar la composición química de compuestos que pueda contener el agua y ser más
corrosivo en las tuberías metálicas que trasladan el agua. Por otra parte, también se
señala que el tenor ácido del agua se puede corregir con compuestos alcalinos o filtros
que contengan estos compuestos, siendo el más económico y práctico el Carbonato de
Calcio (Scharnke, M., 2010).
Otro de los factores que pueden incidir en la calidad de agua, es que cuando la malla
se expone a períodos sin niebla surgen elementos atrapados por la malla junto al pol-
vo, aumentando los niveles de diversos elementos, de los cuales, algunos pueden su-
perar la norma. Por lo tanto, se hace obligatorio para el uso de agua potable, la limpieza
de los atrapanieblas en períodos de ausencia de niebla. De lo contrario, se debe contar
con un reservorio que permita la decantación de los elementos o filtros que permitan
retener las partículas o realizar procesos químicos que disminuyan los componentes
que exceden la norma.
En cuanto a la calidad microbiológica del agua captada, está dentro de los paráme-
tros de la NCh 409. Sin embargo, se debe tener presente que es obligatorio aplicar un
nivel de cloro residual en el agua que impida el desarrollo de la microflora.
Es por estas razones expuestas, que cuando se quiera captar agua a través de atrapa-
nieblas para el consumo humano, debe medirse su calidad previamente a su consumo.
Con lo que respecta a la norma de riego (NCH 1333), el agua cumple todos los pa-
Capítulo V - Usos del agua de niebla 93

rámetros, además el pH ligeramente ácido es beneficioso para muchos cultivos, es-


pecialmente en la zona norte del país donde los suelos son alcalinos. Sin embargo, es
recomendable tener precauciones con cultivos que son muy sensibles a la acidez en
caso que los niveles encontrados sean muy bajos. La siguiente tabla muestra la com-
posición de tres muestras de agua y su comparación con la norma de calidad de agua
para la bebida (NCH 409).

Muestra de agua de niebla tomada de Muestra de agua


un neblinómetro limpio capturando tomada de un
Elemento NCh 409 Calidad agua colector expuesto
analizado Agua Potable
a 25 hrs de un día
Muestra1 Muestra 2 despejado

pH 6,5-8,5 5,18 5,66 5,03


Cianuro (CN) 0,2 No muestreado No muestreado No muestreado
Cloruro (CL) 400 0,58 1,61 42,9
Flúor (F) 1.5 No muestreado No muestreado No muestreado
Mercurio (Hg) 0,001 No muestreado No muestreado No muestreado
Arsénico (As) 0.01 <0,01 <0,01 0,0169
Cadmio (Cd) 0.01 <0,005 <0,005 0,0013
Cobre (Cu) 1 No muestrado No muestrado No muestrado
Cromo (Cr-IV) 0.05 <0,001 <0,001 0,0025
Hierro (Fe) 0,3 <0,05 <0,05 0,052
Magnesio (Mg) 125 0,03 0,05 2,8
Manganeso (Mn) 0.1 0,0032 0,005 0,0497
Amonio (NH3) 0.25 No muestrado No muestrado No muestrado
Nitrito (N02) 1 No muestrado No muestrado No muestrado
Nitrato (N03) 50 0,048 0,25 5,9
Plomo (Pb) 0.05 <0,005 <0,005 0,0033
Selenio (Se) 0.01 No muestrado No muestrado No muestrado
Zinc (Zn) 5 No muestrado No muestrado No muestrado

Tabla 5.3: Contenidos de distintos elementos en muestreos de agua captada por atrapanie-
blas en la localidad del Tofo, Comuna de La Higuera.
94 Capítulo V - Usos del agua de niebla

5.1.2 Caracterización de lugares y actividades productivas donde se produce y co-


secha niebla.
Como fue señalado en el Capítulo II, la niebla con mayor capacidad de producir agua
se encuentra en el borde costero entre los 600 y 900 metros sobre el nivel del mar y en
una extensión de 20 kilómetros desde poniente al oriente. El siguiente gráfico muestra
un corte transversal de poniente a oriente, donde se visualiza un corte transversal que
representa el relieve desde mar a cordillera. La zona del recuadro rojo corresponde al
área de captación de la niebla y lugares con mayor probabilidad para su uso. También
la flecha azul muestra el lugar de mayor captación de agua que normalmente se ubica
en los sectores más elevados de la Cordillera de la Costa.

Figura 5.3: Corte transversal que describe el relieve en la Región de Coquimbo.

En esta área del recuadro rojo, es posible encontrar una serie de actividades produc-
tivas en pequeños asentamientos rurales, menores de 100 habitantes que dedican a la
actividad agropecuaria de secano, pesquera artesanal, minería y el turismo entre otras.

5.1.3 Principales usos del agua de niebla en la región de Coquimbo


En la región de Coquimbo el agua hoy es usada, y es potencialmente usable, en dis-
tintas actividades económicas, especialmente en las del tipo pecuario, agrícolas, turís-
ticas, así como la pesca artesanal, minería, forestación y/o reforestación.
Con relación a la actividad agropecuaria, en el área de mayor captación de niebla,
se ubican un porcentaje importante de comunidades agrícolas, las cuales se dedican
principalmente a la explotación del ganado caprino. En general, este tipo de ganado
se alimenta del estrato herbáceo, constituyendo éste el principal recurso forrajero de
fines de invierno y primavera en los años de precipitación normal, pero es escaso y de
menor valor en verano, otoño y durante todo el año en períodos de sequía.
Capítulo V - Usos del agua de niebla 95

El estrato leñoso se caracteriza por su mejor regularidad dentro del año, puesto que
su disponibilidad y calidad están menos ligadas a las variaciones estacionales que las
del estrato herbáceo. Por consiguiente, el ramoneo efectuado por el ganado constitu-
ye un elemento que uniforma la disponibilidad de forraje y un complemento nutritivo
importante del estrato herbáceo cuando éste se seca. Las condiciones anteriormente
expuestas hacen que la producción lechera del ganado sea más bien escasa, reducién-
dose la masa ganadera de forma sustancial en los períodos de extrema sequía.
Con relación a la actividad agrícola del área, y debido a los bajos niveles de precipi-
tación, su alta irregularidad y mala distribución establece una escasez de cultivos per-
manentes, tales como alfalfas y frutales en superficies muy limitadas (menos de 0,25
hectáreas), con producción eventual de cultivos anuales en años lluviosos y pequeños
cultivos de hortalizas.
Por lo tanto, las escasas precipitaciones hacen que estas zonas asociadas a comunida-
des agrícolas desarrollen principalmente una actividad agropecuaria de subsistencia.
El turismo que se desarrolla en la zona asociado a la zona de presencia de niebla, se
concentra en espacios de alta biodiversidad como el Parque Nacional Fray Jorge, Isla
Damas en la comuna de La Higuera, entre otros.
Asimismo, en esta zona se ha desarrollado una actividad asociada a la pesca artesa-
nal, la cual involucra a 15 caletas rurales, de las 30 que posee la región. Estas caletas
están principalmente orientadas a la extracción de los recursos bentónicos, como el
loco (Conchalepas conchalepas) y lapa (Fissurella spp.). Se suma a lo anterior, una im-
portante extracción del recurso alga.
Por otra parte, el creciente interés por el turismo con fines especiales les ha posibi-
litado a los pescadores artesanales una diversificación productiva. Tal es el caso de lo
que hoy sucede en las caletas de Punta Choros y Los Hornos, las que están situadas en
una zona de avistamiento de delfines, ballenas y pingüinos. Aquí los pescadores arte-
sanales han habilitado embarcaciones para llevar turistas a las zonas de avistamiento.
En cuanto a la dotación de servicios básicos e infraestructura de las caletas rurales, este
aspecto es disímil, ya que mientras existen caletas con una importante cantidad y ca-
lidad de servicios e infraestructura; otras, al estar emplazadas en terrenos particulares
de terceros o en litigio, no cuentan con infraestructura de agua potable, la cual tiene
que ser traída en camiones aljibes.
Otros de los sectores que se ha desarrollado en esta área, tiene que ver con la mine-
ría, asociada actualmente a la minería artesanal, existiendo un total de 23 faenas de un
total de 1289 que posee la región de acuerdo al Sernageomin. Estas faenas están prin-
cipalmente dedicadas a la extracción de oro, cobre y carbonato de calcio y, en general,
no poseen servicios básicos, siendo obtenidos los requerimientos de agua potable de
pequeñas norias o con el desplazamiento de ella desde otras zonas de la región. Pro-
bablemente esta situación de minería artesanal se modifique en el mediano plazo, ya
96 Capítulo V - Usos del agua de niebla

que actualmente se encuentran en proceso de evaluación algunos proyectos mineros


de gran envergadura que intervendrán en esta zona.
Finalmente, la actividad forestal tiene un muy escaso desarrollo en esta área. Sin em-
bargo, ha tenido un importante actividad las plantaciones de arbustos como el atriplex
spp y la acacia saligna, los cuales tienen un fin de recuperación de suelos y forrajero.
A modo de conclusión, las actividades económicas asociadas a los sectores rurales
donde es posible la cosecha de niebla, presentan en la actualidad un bajo desarrollo
económico, ante lo cual, claramente una limitante es la escasa presencia de recursos
hídricos en la zona.

5.2 Usos actuales y potenciales del agua de niebla

5.2.1 Usuarios
Los usos que puede tener el agua de niebla son múltiples, entre ellos:
• Usos Agrícolas.
• Usos mineros.
• Agua para uso doméstico, de bebida y otros.
• Bebederos para animales.
• Uso agroindustrial o como materia prima para otros productos.
• Usos turísticos y recreacionales.
• Otros, como recuperación de la flora natural.
La mayor parte de los potenciales beneficiarios del uso de agua de niebla se podrían
encontrar en la zona costera del Norte Grande y Norte Chico, ya que en estas áreas se
generan las mayores cantidades de niebla, y a la vez, corresponde a aquellas donde se
puede obtener de la niebla un mayor contenido de agua líquida.
El uso del agua de atrapanieblas les permitiría a estos potenciales usuarios el poder
aumentar sus superficies cultivables, así como la productividad de su ganado caprino
o ampliar su universo de actividades a la actividad turística.

5.2.2 Potenciales del aporte del agua de niebla en especies agrícolas y forestales
En la presente sección, presentamos una propuesta en base a especies agrícolas y
forestales que podrían tener perspectivas comerciales usando agua de niebla, dado
sus bajos requerimientos hídricos y su adaptación a las condiciones agroecológicas de
la zona. Las especies propuestas se caracterizan por:
• Tener menor necesidad de requerimientos hídricos y mayor capacidad para so-
portar el estrés hídrico.
• Capacidad generar productos con alto valor agregado, introducirse en nichos de
Capítulo V - Usos del agua de niebla 97

mercados con alto valor y/o recuperar áreas degradadas.


• Adaptación a las condiciones agroecológicas del secano interior del norte chico.

Con relación a la capacidad de las especies por soportar el estrés hídrico, se puede
sostener que hay importantes diferencias entre las especies cultivadas, ya sea por su
morfología, fisiología, exploración radical y otras adaptaciones. También uno de los
índices que evidencia su aptitud al estrés hídrico es la capacidad de extraer desde el
suelo, en base a la fracción de agotamiento del agua útil que contiene el suelo. En este
sentido, el contenido de agua aprovechable por las plantas en el suelo se encuentra
entre Capacidad de Campo y Punto de Marchitez Permanente.
Por ejemplo, mientras que para una planta de remolacha puede permitirse agotar
el suelo hasta el nivel del 50% de su agua útil, para una cebolla lo ideal sería no bajar
del 30% del agua útil. En el caso anterior, la remolacha tiene una mayor capacidad de
aprovechar el agua o extraerla. En general, las especies frutales de hoja caduca tienen
más capacidad de extraer agua que los cultivos hortícolas, mientras que para especies
frutales de hoja perenne, como paltos, bordean el 30% o limoneros con un 25%.
De las especies frutales más resistentes a la sequía, podemos mencionar a la vid con
un 55% (WWF, 2009). La vid, gracias a su sistema radical que le permite explorar un gran
volumen de suelo, posee una alta resistencia a la sequía (Ferreyra, R., et al., 2010). En
todo caso, los valores anteriores son sólo referenciales, dado que cada especie tiene un
período fenológico donde es más sensible o resistente al estrés hídrico.
A modo de propuesta, se presentan las especies con menores requerimientos hídri-
cos para ser establecidas en la zona:

a. Especies frutales de interés comercial


De las especies frutales que están ampliamente distribuidas en la Región de Co-
quimbo y que además de tener bajos requerimientos hídricos, son conocidas y están
adaptadas a la región se encuentran: Viñas viníferas, Tunas, Olivos, Copao (Eulychnia
iquiquensis), Almendro, Pistacho entre otras.

b. Especies frutales con proyecciones


La Universidad de Chile a través del Centro de Estudios de Zonas Arídas, propone
prospectar en Chile e introducir desde el extranjero, germoplasma de variedades de
6 especies frutales de bajo requerimiento hídrico y alto valor en mercados nicho para
que sean establecidas en zonas con dificultades de obtención de agua para riego. Ellas
son: Higuera, Granado, Palma datilera, Pitahaya y Tamarillo.

c. Hortalizas
Las hortalizas constituyen un grupo de especies que al aire libre consumen altas
98 Capítulo V - Usos del agua de niebla

cantidades de agua, sin embargo, son cultivos de alta intensidad y rápida rotación. La
propuesta incluye establecer distintas especies hortícolas de hojas y cultivadas en in-
vernaderos, dado que en tales condiciones sus requerimientos hídricos se reducen.
Existe un estudio de caso de la evaluación del uso de atrapanieblas para invernadero
en la localidad de Peña Blanca usando agua de niebla en cultivos intensivos hortícolas
y flores en invernaderos. Tal estudio fue realizado por el departamento de Recursos Hí-
dricos de la Universidad de Concepción y el patrocinio de la Comisión Nacional de Rie-
go (Comisión Nacional de Riego y Universidad de Concepción, 2010). Si bien se efectuó
un estudio teórico, técnico-económico y ambiental, se concluyó que se recomienda
realizar programas destinados al fomento de la construcción de sistemas de captación
de agua mediante el uso de atrapanieblas, y la capacitación de las comunidades agrí-
colas para la operación y mantención de estos sistemas.

d. Especies aromáticas, ornamentales y medicinales de bajo requerimiento hídrico.


Se incluyen especies que son muy valoradas como ornamentales, por tener princi-
pios activos medicinales y a la vez capacidad de adaptación a climas áridos o semiári-
dos: Salvia officinalis L., Lavandula dentata L., L. lanata Boiss., L. stoechas L., Thymus zygis
L., T. baeticus Boiss., entre otras (Corell, M., García, M.C. & Cermeño, P., 2008)

e. Especies arbóreas
En relación al desarrollo de especies arbóreas con el uso de atrapanieblas en las zo-
nas costeras, estudios desarrollados, como el “Estudio Reforestación para la expansión
de los bosquetes de Olivillo en el Parque Fray Jorge” (Hernández, I. & Vita, A., 2004),
concluyen que en el Olivillo, Petrillo y Canelo se observan promisorios resultados, per-
mitiendo el desarrollo de plantaciones de enriquecimiento en estas áreas. Otras poten-
ciales especies que se podrían extender en estas áreas, dado sus bajos requerimientos
hídricos, son las presentadas en la Tabla 5.4.

Especie Requerimiento anual mm


Bollén 400-800
Maitén 100-300
Peumo 400-800
Olivillo 400-800

Tabla 5.4: Requerimientos hídricos anuales por especies nativas.


(http://www.chileflora.com)

En la introducción de nuevas especies forestales en zonas costeras con el uso de


atrapanieblas, CONAF desarrolló una importante experiencia entre los años 1991 y
1993 (Canto W., Cerda, J., Peña, A., Medina, R., Ossandón, R., 2002), en la comuna de La
Higuera, donde probaron, las especies forestales Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus
Capítulo V - Usos del agua de niebla 99

globulus, Eucalyptus gomphocephala, Casuarina equisetifolia, Acacia saligna, entre otras.


Aunque los autores señalan que se requiere avanzar en futuras investigaciones, conclu-
yen que todas las especies seleccionadas fueron apropiadas, de acuerdo a los criterios
experimentales descritos, lo cual abre posibilidades de desarrollo de éstas y otras espe-
cies en la zona. A continuación se destacará más a fondo la experiencia de La Higuera.

5.3 Experiencias en el uso del agua de niebla en Chile y el mundo


En la presente sección se destacarán algunas de las experiencias de Chile y el mundo
que han utilizado agua de niebla, vinculados al uso, ya sea como bebidas, usos do-
mésticos u otros usos productivos. Si bien, existen numerosos países9 que han experi-
mentado y establecido atrapanieblas, existen muy pocos registros de uso del agua en
actividades productivas que generen negocios. De hecho, el agua generada a partir de
la niebla se concentra fundamentalmente al uso doméstico, supliendo la necesidad de
agua para el consumo y uso humano y animal.
En segundo lugar, se ha usado en unidades experimentales muy pequeñas, donde se
han regado diversas especies agrícolas y forestales para generar diversos productos de
autoconsumo, tales como cultivos hortícolas.
En tercer lugar se ha usado para la recuperación de la flora original, y en muy pocos
casos, en el uso productivo que busque generar una actividad comercial utilizando
agua de niebla como materia prima.
Una situación generalizada es la dificultad por mantener las estructuras de atrapa-
nieblas a través del tiempo, es por ello que constantemente están surgiendo iniciativas
y otras van quedando abandonadas. Es así como se constata una situación paradójica
al vislumbrarse una alta valoración de los beneficios por la obtención del agua por
parte de los usuarios, y a la vez, la dificultad en la mantención de las estructuras de
captación y conducción del agua a través del tiempo.

5.3. 1 Experiencias destacadas en Chile

• Proyectos de Atrapanieblas de CONAF


La Corporación Nacional Forestal, CONAF inició su acercamiento al tema de capta-
ción de agua de niebla en la década del 70, en el Parque Nacional Fray Jorge. Posterior-
mente, continuó como contraparte técnica en dos proyectos de investigación sobre las
neblinas, ejecutados en El Tofo y financiados con el Fondo Nacional de Desarrollo Re-
gional (FNDR). En una forestación de 70 hectáreas con arbustos forrajeros, en la Comu-
nidad Agrícola Lorenzo Araya, se instalaron en 1997, 5 neblinómetros para determinar
los lugares de máxima captación. A continuación se instaló un atrapanieblas de 48 m2

9 Arabia, Australia, Chile, Colombia, Croacia, Ecuador, Eritrea, Guatemala, Haití, Honduras, Israel, Jordania, México, Namibia, Nepal, Perú,
República Dominicana, Sudafrica, Venezuela, Yemen
100 Capítulo V - Usos del agua de niebla

y se construyó un abrevadero para abastecer de agua al ganado caprino. El excedente


se utilizó en el riego de tunales.
En 1998 se realiza una intervención en el Parque Nacional Fray Jorge, cuyo objetivo
fue recuperar el bosque. Se instalaron 10 atrapanieblas de 48 m2 cada uno, lo que per-
mitió el riego normal de un ensayo de repoblamiento con plantas de Olivillo, Petrillo y
Canelo. Se obtuvo una sobrevivencia de 98,3 % en Olivillo, 59,7 % en Petrillo y 26,7 %
para Canelo. Una vez realizada la reforestación se mantuvo operativo el regadío has-
ta permitir que el crecimiento de las plantas llegara a una altura suficiente para que
pudieran seguir autoabasteciéndose de la niebla. Una vez cumplido este objetivo, se
dejaron de usar estas estructuras y en la actualidad, no están operativos.
En el sector Talinay del Parque Nacional Fray Jorge, en 2006 se realizó una reforesta-
ción con la especie Vautro (Baccharis vernalis) que actúa como especie nodriza. El riego
se efectuó a partir de un atrapanieblas de 48 m2. Los resultados de sobrevivencia en
Vautro alcanzaron al 73%. Una vez consolidada esta especie, se instalaron bajo su do-
sel, ejemplares de Olivillo y Canelo. (Waldo Canto, CONAF, Información Personal)

• Chungungo, Comuna de La Higuera.


A partir de 1987, una serie de instituciones, como el Centro Internacional de Inves-
tigaciones de Canadá (CIID), financiaron un proyecto donde la Universidad de Chile
estudió la nube estratocúmulo y la información meteorológica en El Tofo, Región de
Coquimbo. La Universidad Católica de Chile, hizo la selección de sitios para atrapanie-
blas e investigó sus factores geográficos, mientras que CONAF-Coquimbo, implementó
75 atrapanieblas, ampliando más tarde este número a 100, todos ellos instalados en el
cerro “El Tofo”. De esta forma, para 1992 se había implementado una red hidráulica de
6 kilómetros que consideraba un sistema de aducción, desde los atrapanieblas a un
estanque de 100 m3, además de un filtro y sistema de red de distribución de agua para
el uso doméstico en 90 casas del pueblo de Chungungo. Todo lo anterior, diseñado de
acuerdo a las especificaciones de la empresa de agua potable del lugar.
Con la llegada del agua, el pueblo prosperó, hizo cultivos de ostras, faenó el pesca-
do en una planta especialmente construida para ello, hizo una forestación de diversas
especies para tener leña para el invierno y para ensayar especies locales y exóticas.
Además, CONAF habilitó dos hectáreas para que las familias tuvieran sus huertos fa-
miliares. Entre 1994 y 1997 era normal llegar al pueblo y encontrar a las mujeres y ni-
ños cosechando Lechugas, Tomates, Choclos y flores. A los pocos años había plaza con
alumbrado público, jardines prácticamente en todas las casas, aves de corral y muchos
animales domésticos y de trabajo.
El sistema entregó en promedio 15.000 litros de agua diarios durante 10 años (Sche-
menauer, R., & Cereceda, P., 1992). Lamentablemente, no pudo mantenerse a través del
tiempo, ya que la mantención del sistema de captación y la red de agua significaba
mantener coordinadas y organizadas una serie de entidades, tales como: el sindicato
Capítulo V - Usos del agua de niebla 101

de pescadores, el comité de agua potable, las instituciones regionales que supervi-


san los sistemas de dotación a centros urbanos y rurales. Finalmente el sistema fue
desapareciendo y en la medida que la municipalidad dotó al pueblo con un sistema
desalinizador de agua de mar (osmosis inversa), tal sistema tomó alrededor de 10 años
en ser operacional con una inversión sobre 2 millones de dólares y fue inaugurado en
el año 2005.
Desde la perspectiva de lo técnico, se obtuvieron importantes logros en el desarrollo
de la tecnología de captación de nieblas. En este sentido, se logró un diseño mejorado,
que disminuyó la probabilidad de siniestro parcial o total, la reducción del costo de
inversión inicial y reparación y, con ello, la disminución del tiempo de construcción y
costo de mano de obra asociados. Por otra parte, permitió identificar lugares de mejor
captación de agua en función de las distintas épocas del año, de tal manera de comple-
mentar la producción de agua del sistema inicial y lograr un abastecimiento de mayor
regularidad a través del año.
En el ámbito de la repoblación de la vegetación, se realizaron dos parcelas demos-
trativas, convenientemente cercadas para el poblamiento de especies forestales de 1,5
y 4,2 hectáreas. En ellas, se utilizaron especies que debían ser capaces de habitar zo-
nas con características bioclimáticas y edáficas similares al sitio de los ensayos y que a
su vez, tuvieran potencial de uso forrajero o dendroenergético. Las especies utilizadas
fueron siete en total, tres del género Eucalyptus, y una de los géneros Casuarina, Aca-
cia, Prosopis y Atriplex. Los ensayos demostraron que las plantas regadas obtuvieron
muy buenos niveles de prendimiento al cabo del segundo año, prácticamente desde
el 70% al 100% según la especie y parcela demostrativa, mientras que las no regadas
obtuvieron prendimientos más bajos y con mayor dispersión del orden del 20% al 80%.
Dado el corto período de las evaluaciones, no fue posible obtener indicadores de la
viabilidad y/o conveniencia económica de la forestación en estos sectores.
Este proyecto de atrapanieblas sirvió como ejemplo a numerosas comunidades del
mundo. Esta experiencia fue conocida por medio de al menos 20 películas en los prin-
cipales canales de televisión del mundo, 100 artículos de diarios y revistas de renombre
internacional y lo más importante es que logró exportar su sistema de atrapanieblas
aproximadamente a 30 países del mundo dado que fue la primera vez se inició en Chile
y en el mundo, el abastecimiento de un pueblo con agua potable de la recolección de
la niebla en 1992.

• Comunidad Agrícola de Peña Blanca, Comuna de Ovalle


El proyecto “Cosecha de Aguas por Medio de Atrapanieblas en Peña Blanca” fue rea-
lizado con apoyo técnico de la Universidad Católica de Chile y la Federación Nacio-
nal de Agua Potable Rural (FENAPRU), la cual se orienta a mejorar el acceso al agua y
conservación sustentable de los ecosistemas, mediante la transferencia de tecnologías
sustentables y el empoderamiento ciudadano.
102 Capítulo V - Usos del agua de niebla

La comunidad agrícola de Peña Blanca optó por desarrollar una experiencia asocia-
tiva con atrapanieblas, considerándola una alternativa económica y limpia para la ob-
tención de agua, captando la camanchaca proveniente del mar que se levanta por las
tardes en el Cerro Grande de la comuna de Ovalle.
Los atrapanieblas empezaron a generar agua desde el año 2006. Hoy, existen 24 de
ellos que tienen un formato de 2,85 x 2,95 metros, con una superficie total de captación
de 200 metros cuadrados aproximadamente, y una capacidad de captación de agua
promedio anual de 4,5 a 5 m2/día, lo que equivale a alrededor de 330.000 litros al año.
Además, la comunidad dispone de sistemas de 8 estanques de 2.000 litros que permi-
ten el almacenamiento de agua.

Foto 5.1.: Atrapanieblas de la localidad de Peña Blanca (Nicolás Schneider).

Asimismo, la dotación de agua ha sido usada para el mejoramiento del acceso y ali-
mentación de ganado, así como para la reforestación de un área experimental de me-
dia hectárea con especies forestales, Olivillos, Petrillos y Quillayes, más la recuperación
de la vegetación nativa. El presidente de la comunidad, don Daniel Rojas, señaló que
los resultados de la reforestación han sido muy exitosos, mientras que su asesor Nicolás
Schneider, expresó que se ha logrado reforestar y proteger una superficie de 100 hec-
táreas aproximadamente. Con relación al uso doméstico del agua, aún no se ha podido
concretar, ya que los sectores habitados se encuentran a una distancia lejana, de entre
6 a 7 kilómetros de los atrapanieblas.
Capítulo V - Usos del agua de niebla 103

• Producción de Cerveza “Atrapaniebla”, Peña Blanca


Con aguas obtenidas de los atrapanieblas de Peña Blanca se inició en 2011 la primera
producción de cerveza artesanal a nivel mundial de este tipo. Corresponde a una inicia-
tiva liderada por los hermanos Carcuro y con el apoyo de CORFO-INNOVA y la Comuni-
dad Agrícola Peña Blanca. Se trata de un producto que está siendo reconocido por su
calidad y características distintivas, el cual ha ido en forma constante aumentando su
nivel de producción y mejoras tecnológicas.
Actualmente, disponen de dos centros de producción: uno de ellos en La Serena y el
otro en la Comunidad Agrícola Peña Blanca. En ambos centros se produce la cerveza
denominada “Atrapaniebla”, la cual está patentada, y su nivel de producción a mayo del
2014 alcanzaba a 6.000 botellas de 330 c.c. mensuales.

Fotos 5.2 y 5.3: Producción de Cerveza con agua de niebla (Miguel Carcuro).

• Comunidad Agrícola de Majada Blanca, Comuna de Coquimbo


En el marco del proyecto “La niebla una fuente alternativa de recursos hídricos”, se
estableció durante 2013 una parcela demostrativa de 0,25 hectáreas en el sector de
Pan de Azúcar, comuna de Coquimbo.

Foto 5.4.: Vista parcial terrenos de la Comunidad Agrícola de


Majada Blanca (Proyecto Atrapanieblas).
104 Capítulo V - Usos del agua de niebla

En este lugar, se establecieron tres atrapanieblas de 153 m2 cada uno, los cuales han
tenido una colecta promedio diaria de 2,5 litros por m2 de malla, es decir, se obtiene un
promedio de 1.150 litros diarios o 420.000 litros anuales. El agua capturada se almacena
en un estanque de 12.000 litros y es usada para regar una parcela demostrativa con
Acacia saligna, olivos y vides.
Dado que se trata de una experiencia muy reciente, aún no se dispone de informa-
ción que permita evaluar el comportamiento de las especies establecidas, sin embargo
todo indica que será factible no solamente cultivar con éxito las especies establecidas,
sino que también muchas otras.

Foto 5.5: Viñas establecidas en parcela demostrativa de Ma-


jada Blanca regadas con agua de niebla (J. Leiva, Proyecto
Atrapanieblas).

• Santuario Padre Hurtado, Comuna de Canela


En 1999, en el Cerro Talinay, comuna de Canela, Chile Central, se instalaron 10 gran-
des colectores de niebla durante un período de cinco años. Los colectores proporcio-
naron cerca de 1500 litros de agua al día, a través de una tubería de 3.5 kilómetros, al
Santuario del Padre Alberto Hurtado situado en el kilómetro 275 de la Ruta 5 Norte.
Este proyecto fue financiado en gran parte por la familia Baehr, familia filántropa de
Canadá, y fue inaugurado en octubre de 1999.
El agua de los colectores fue enviada a un depósito de 35 m3 cerca del santuario y fue
utilizada para el hogar del vigilante, los jardines del lugar, y los cuartos de baño usados
por varios millares de visitantes cada mes.
Los colectores de niebla solucionaron con éxito las necesidades diarias del agua del
santuario, funcionando el sistema en óptimas condiciones hasta 2004, mientras el en-
cargado del santuario, el padre Brevis, permaneció en Canela. Sin embargo, el padre
Brevis fue trasladado a otro país y toda la labor que se estaba desarrollando quedó
interrumpida.
Capítulo V - Usos del agua de niebla 105

Actualmente, el sistema de atrapanieblas está deteriorado e inoperable. No obstan-


te, en el lugar donde estaban los atrapanieblas, aún existe una arboleda que se generó
con el sistema y que se mantiene gracias a la niebla y al secretario de la comunidad
agrícola Los Tomés, quien va al lugar en forma permanente y se encarga de trasplantar
las nuevas plantas para seguir formando el bosque en la cima.
La percepción que existe en esta comunidad agrícola, es que debiera instalarse
nuevamente el antiguo sistema de los atrapanieblas. Esto con el objetivo principal de
destinar el agua recolectada a llenar abrevaderos para los animales, reforestar y regar
vegetación para así obtener recursos forrajeros (Aránguiz, G. et al., 2009)

• Falda Verde Comuna de Chañaral


En 2007, en la Región de Atacama, en Falda Verde, a 5 kilómetros de Chañaral, alre-
dedor de 20 comuneros establecieron atrapanieblas, construcciones conformadas en
sus extremos por dos palos de eucaliptos de seis metros de altura y en su centro por
una malla de invernadero o Raschel. Previo al establecimiento de estos atrapanieblas,
el Instituto de Geografía de la Universidad Católica de Chile había realizado los estudios
de niebla desde 1998.
Esta agrupación recibió diversos apoyos de varios profesionales e instituciones, lo
que les permitió establecer 9 atrapanieblas, los cuales generan entre 500 a 750 litros
diarios de agua.
El agua obtenida de la niebla, además del uso doméstico, se ha destinado para el
riego de una especie de aloe vera presente en el lugar, así como también se han reali-
zado pruebas con cultivos hortícolas en invernaderos. Igualmente, se han establecido
diferentes especies, tales como Tomates, Zapallos Italianos, Papas, Choclos, Claveles,
Palmeras, Ttunas, Olivos, todos con positivos resultados.

Foto 5.5: Plantación de Aloe Vera en Desierto de Atacama,


Falda Verde cerca de Chañaral. (Atrapanieblas de Atacama,
s.f.).
106 Capítulo V - Usos del agua de niebla

• Alto Patache en Región de Atacama


Alto Patache corresponde a una localidad ubicada a 13 kilómetros al sur de Iquique,
cuyas características geográficas generan la formación de un oasis natural de niebla,
dado que existen montañas costeras que sobrepasan los 700 metros sobre el nivel de
mar. En dicha localidad, el Centro del Desierto de Atacama de la Universidad Católica
de Chile administran una superficie superior a 1.100 hectáreas desde 1997.
Se trata de un área protegida, la cual está destinada a la investigación, habiéndose
encontrado en este lugar, más de 54 especies vegetales, entre las que se encuentran
Nolana sedifolia, conocida comúnmente como suspiro, Nolana intonsa, Atriplex taltal-
ensis, Solanum (tomatillo), Frankenia chilensis, Astromelia lutea y muchas otras.
Los objetivos del centro son estudiar y proteger la biodiversidad y las potencialida-
des de la niebla. En este lugar, están analizando las posibilidades de distribuir agua a
una caleta que está debajo de los cerros, llamada Chanavaya. A pesar de ser una gran
idea, hasta ahora no ha sido fácil masificarla. En parte, porque ha costado organizar a
los pescadores y pequeños mineros (pirquineros) para que hagan el mantenimiento
de los equipos y por otro lado, los pobladores no tienen los recursos necesarios para
pagar la inversión inicial.

5.3. 2 Experiencias destacadas en otros países

• Islas Canarias
En Islas Canarias, España, existe una experiencia de uso agua de niebla embotellada.
El agua de niebla se obtiene en Gran Canaria a una altura de 1.600 metros y el sistema
está formado por captadores ecológicos patentados, fabricados con fibra de vidrio y
con forma de prisma. Estos dispositivos capturan la niebla y las gotas de agua que se
forman, se precipitan hacia a un decantador, y posteriormente se conducen y almace-
nan en depósitos especiales.
El sistema tridimensional hace que sea efectivo, sea cual sea la dirección del viento
que empuja la niebla. En este sentido, el viento juega un papel importante, ya que su
velocidad condiciona que pase una mayor cantidad de metros cúbicos de niebla a tra-
vés de los dispositivos, y por tanto, se incrementa la obtención de agua.
En el marco de este proyecto, se creó la empresa Aguas de Niebla de Canarias SL, cu-
yos emprendedores pretenden recuperar la inversión realizada ampliando el catálogo
de denominación de aguas, glaciares, icebergs, lluvia, así como del fondo de los mares,
de niebla, entre otros.
El agua obtenida podría haber estado presente en el mercado antes, de no haber
sido por los permisos medioambientales y sanitarios, ya que al no ser una actividad
habitual existían vacíos y cuestiones legales sobre este nuevo recurso hídrico que se
han debido resolver en el camino.
Capítulo V - Usos del agua de niebla 107

De momento, se han puesto en marcha 30 captadores, con los que se recogerá el


agua de niebla “Alisios”, que es como se llama la marca, y se embotellará en botellas
de plástico de medio y 1 litro. La comercialización del agua embotellada de niebla se
espera poderla iniciar a partir de octubre de 2014.

• Lomas de Atiquipa, provincia de Arequipa, Perú


En Perú se han trabajado diversas experiencias en usos de agua de niebla, ya sea
con fines de investigación, domésticos, agrícolas y ecológicos. Sin embargo, uno de las
más importantes es la realizada en las lomas de Atiquipa, en la provincia de Arequipa
(Espinoza, V., 2013)
Éste corresponde a un sector extenso de lomas que albergan unas 350 especies de
plantas, de las cuales 44 son endémicas a este ambiente. Se trata también del bosque
de lomas mejor preservado de Perú, compuesto principalmente por los árboles nativos
arrayán (Myrcianthes ferreyrae) y tara (Caesalpinia spinosa).
La experiencia se ejecutó entre 2002 y 2006 y consideró un programa integral de
apoyo para la reforestación de áreas degradadas. Así, el principal problema que bus-
có abordar el proyecto fue detener el ritmo de degradación del ecosistema de lomas,
atacando sus causas y modificando conductas y actitudes de los pobladores locales. La
población local es pobre y altamente dependiente de los recursos que le proporciona
el ecosistema de lomas, tales como leña, forraje para ganado, agua para los olivos. En
este sentido, el plantear restricciones de acceso o uso de estos recursos, resultó una
tarea ardua y compleja, dado que la comunidad había perdido toda la consideración
tradicional de manejo y control que tuvieron los antiguos pobladores.
El proyecto contó con la participación de entidades gubernamentales, ambientales
y de investigación (Mendoza, V., 2013). Se realizaron capacitaciones en manejos silvo-
culturales autosustentables, programas de fortalecimiento de la comunidad y a la vez,
se construyeron 28 atrapanieblas, con un total de 1.344 m3 de captación, 4 estanques
de almacenamiento de agua, 5 módulos de reforestación con cercos de protección, en
los que se instalaron 322 hectáreas de Caesalpinia spinosa, 8 hectáreas de Myrcianthes
ferreyrae y 20 hectáreas de Acacia macracantha. Además se establecieron áreas de ma-
nejo silvicultural de 200 hectáreas.
Al finalizar el proyecto, se realizó una evaluación final a cargo del Programa de Nacio-
nes Unidas para el Desarrollo, PNUD, (Llosa, G., 2006). El reporte de evaluación liderado
por Gonzalo Llosa en diciembre de 2006, señaló que al finalizar el proyecto, 250 hectá-
reas de la Comunidad de Atiquipa quedaron consolidadas como área de conservación
estricta. Existe un inventario de fauna de vertebrados casi concluido, con 27 especies
de mamíferos, 72 de aves, ocho de reptiles y un pez. Igualmente, se identificó una nue-
va especie de alacrán (arácnido), endémico de las lomas de Atiquipa: Orobothriurus ati-
quipa.
108 Capítulo V - Usos del agua de niebla

Además, concluido este proceso, la comunidad contaba con un programa de vigilan-


cia en marcha que incluía acciones de mantenimiento, control de accesos y recolección
de datos de fauna. Se alcanzaron 375 hectáreas delimitadas, cercadas y reforestadas,
de las 400 programadas. A esto se suma, el haber logrado 690 hectáreas de pastos na-
turales cercados, cuando lo programado eran 400 hectáreas.

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Agua de Niebla 111

C A P Í T U L O V I

Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla


Emilio de la Jara H.
Escuela de Ingeniería
Pontificia Universidad Católica de Chile

Richard Le Boeuf
Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas,
Universidad de los Andes

La captación de agua de niebla es una novedosa y sustentable fuente de agua pota-


ble en zonas semi-desérticas en el mundo, la cual aún tiene desafíos importantes que
superar para poder convertirse en una fuente principal de agua potable. Uno de los
desafíos más importantes de la captación de niebla, ya sea para proyectos con enfoque
social o comercial, es que el costo de obtener agua potable sea competitivo económi-
camente con otras fuentes alternativas de agua potable. Para que esto sea posible, se
pueden realizar una serie de preguntas con un enfoque cuantitativo, de manera de
establecer la competitividad de la niebla como una fuente de agua potable económi-
camente viable.
Este enfoque cuantitativo pretende responder a las siguientes preguntas:
• ¿Cuánta agua es capaz de captar un proyecto de atrapanieblas?
• ¿Cuál es el precio de otras alternativas de agua potable?
• ¿Cuáles serían las metas cuantitativas para que la colección de niebla sea económi-
camente competitiva a otras alternativas?
• ¿Cuáles son los efectos económicos de la acumulación, distribución y recursos hu-
manos?
• ¿Cuál es la factibilidad económica de desarrollar nuevos proyectos de captación de
niebla?
• ¿Existen otras consideraciones que afecten la viabilidad económica?
En el presente capítulo se pretende responder estas preguntas para poder realizar
un análisis cuantitativo y establecer la viabilidad de la captación de niebla como fuente
de agua potable frente a las alternativas actuales. Para más detalles, revisar Le Boeuf y
de la Jara (2014).

6.1 Cantidad de agua captable por los atrapanieblas


El flujo de captación de agua captado por un atrapanieblas, generalmente se mide
en litros por día en promedio anual (lo cual abreviaremos como l/día/m2). Esta cantidad
112 Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla

depende de las condiciones climáticas, el diseño del atrapanieblas, su lugar de instala-


ción y su orientación. Para estimar la cantidad de niebla captada por un atrapanieblas,
se debe estimar qué porcentaje capta el atrapanieblas del total de agua presente en la
niebla. La eficiencia de colección (Nu) se define como el flujo de agua captado por el
atrapanieblas (c), dividido por el flujo de agua disponible (Cavail) que pasaría por el área
del atrapanieblas si éste no estuviese.

η= C (1)
Cavail
Usando mediciones de la cantidad de agua contenida en la niebla, antes y después
del atrapanieblas, Schemenauer & Joe (1989), midieron que la eficiencia de un gran
atrapanieblas rondaba el 20%, a pesar que la cantidad de gotas que ellos calcularon
que llegaban al colector era alrededor del 55%. A partir de modelos matemáticos de
mecánica de fluidos, Rivera (2011) concluyó que el máximo teórico de la eficiencia de
un atrapanieblas convencional (malla plana perpendicular al flujo de niebla) es de un
30%.
A partir de la cantidad de agua niebla recolectada por un atrapanieblas estándar de
medición (SFC), se puede estimar en el promedio anual del flujo de agua recolectado
de la niebla en un lugar en particular. Larraín et al. (2012) reportaron tasas promedio de
captación entre 1,4 a 8,3 l/día/m2. Las mediciones promedio obtenidas fueron aproxi-
madamente 5 l/día/m2. Asumiendo que la eficiencia de captación del atrapanieblas
que se utilizó es de un 20%, un atrapanieblas “optimizado” debería tener del orden
de un 6% más de eficiencia, por lo que podría captar un 50% más del agua que está
captando 8 l/día/m2 como máximo (en promedio año). Debido a esto, lugares con tasas
de colección de 8 l/día/m2 podrían captar del orden de 12 l/día/m2 con un atrapanieblas
optimizado.
Dadas las tasas de recolección promedio (entre 5 y 8 l/día/m2 promedio anual) y las
eficiencias de captación de niebla (entre 20% y 30%) se puede deducir que el del flujo
de niebla que pasa en un metro cuadrado sin atrapanieblas es de entre 25-40 l/día/m2,
por lo que el análisis cuantitativo se hará entre los rangos de captación entre 5 y 40 l/
día/m2 como límite máximo (40 l/día/m2 implicaría captar todo el flujo de niebla).
Actualmente, existen varios tipos de configuraciones geométricas de atrapanieblas
y proyectos con distinta cantidad de éstos instalados para la captación de agua de
niebla. Para simplificar los análisis cuantitativos, usaremos como base para los cálcu-
los, atrapanieblas de 4 metros de alto por 10 metros de largo, los cuales abreviaremos
como LFC (del inglés Large Fog Collector). El análisis tomará en cuenta un amplio rango
de cantidad de atrapanieblas, pero se destacan 3 en particular: 25, 100 y 250 LFC (i.e.
áreas de 1.000, 4.000 y 8.000 m2 respectivamente). Un proyecto de 25 LFCs, es suficien-
Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla 113

te para abastecer (en promedio) a una villa de 100 personas usando 50 l/día (Gleick,
1996). Un proyecto de 100 LFC es equivalente al proyecto realizado en el cerro El Tofo,
en la región de Coquimbo (Chile), el cual abasteció de agua potable a la caleta Chun-
gungo entre las décadas del 1980 y 1990. El caso de 200 LFC equivale a 27 atrapanieblas
muy grandes, como los instalados en Majada Blanca, región de Coquimbo, Chile para
el Proyecto Atrapanieblas.
Un proyecto de gran escala (100-200 LFCs) podría proveer entre 5.000 y 41.000 m3
anuales, pudiendo irrigar varios tipos de cultivos, por ejemplo: 42 hectáreas de almen-
dros y 26 hectáreas de cítricos (estos últimos requerirían menos que 4.100 m3 anuales).
En la siguiente figura se pueden apreciar distintas aplicaciones prácticas para la canti-
dad de agua estimada que distintos proyectos de atrapanieblas pueden captar.

80
Volumen anual de agua (miles de m3)

70

60
Agricultura (26-40 hectáreas)
50

40

30

20

10
Pueblo pequeño (1.000 personas)
Pequeña comunidad (200 personas)
25 50 75 100 125 150 175 200
Cantidad de LFCs

Fig. 6.1: Cantidad de agua captada (eje vertical) en un año por proyectos de
atrapanieblas con distinta cantidad de LFCs de 40m2 de área (eje horizontal).
En los círculos se muestran los rangos de cada una de las aplicaciones prác-
ticas que se estima que los proyectos podrían abastecer de agua potable. (E.
de la Jara, Proyecto Atrapanieblas).

6.2 Precio de otras alternativas de agua potable


El valor económico del agua potable que se obtiene de niebla, en un lugar en par-
ticular, está dado por el precio de mercado de las alternativas disponibles de agua en
ese lugar. Los precios cobrados por el agua potable distribuida en camiones aljibe, en
seis ciudades en la Región de Atacama en el 2011 rondaron entre 1,96 a 3,06 USD/m3 10
(“Informe de Gestión”, 2011). En base a este rango, para el análisis cuantitativo se utilizó
un rango de precios entre 2 y 3 USD/m3. Para que la captación de agua de niebla sea
viable sólo en términos económicos, un nuevo proyecto de captación debe ser capaz
10 Dólares por metro cúbico
114 Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla

de producir agua potable a un costo menor que el precio de mercado actual del agua,
el cual claramente desprecia el costo hundido por los subsidios gubernamentales para
realizar aquella producción de agua (inversiones de bombeo, purificación, entre otros).
El análisis realizado en esta sección se enfoca sólo en analizar las metas cuantitativas
para que la colección de niebla sea elegida por sobre el método de abastecimiento
actual, sin tomar en cuenta otros efectos, tales como la calidad del agua, disponibilidad
del recurso o la comparación con otras fuentes de agua subterránea que pudiesen exis-
tir. Tampoco se comparará la captación de niebla con la desalinización de gran escala,
debido a que la escala de los flujos de agua potable producidos es muy disímil. Por
ejemplo, una planta de desalinización de agua de mar que produce 3,3 l/s se compara
a 15 km de LFC de la tecnología actual.

6.3 Metas cuantitativas para nuevos proyectos de captación de niebla


El uso de los atrapanieblas ha tenido dificultades de ser extendido mundialmente, en
parte por su competitividad económica frente a otras alternativas. Domen et al. (2014)
concluyen que la captación de niebla no es competitiva como fuente de agua potable
para uso doméstico en el norte de California, Estados Unidos, debido a su poca can-
tidad de agua captada, comparado por el alto consumo en esa área. Gandhidasan y
Abualhamayel (2012) analizaron el costo del agua de 66 LFCs (2.640m2) en Arabia Sau-
dita, basados en el costo de 2 LFCs que construyeron. A pesar de esto, la comparación
del costo del agua en Arabia Saudita no fue reportada debido a que los subsidios de
agua desalinizada y los costos de reparto en camiones aljibe son desconocidos por los
autores. Basado en las condiciones de niebla de Lima, Perú, y usando datos de atrapa-
nieblas con nuevos diseños, Lummerich y Tiedemann (2011), concluyen que la capta-
ción de niebla está a punto de convertirse en una opción económica de agua potable
para ese lugar.
Desde el primer proyecto de captación de niebla reportado en Chile en 1957 (Gis-
chler, 1991), los proyectos de captación de niebla se han sustentado en donaciones,
subsidios privados y/o subsidios gubernamentales. Este tipo de proyectos se conside-
ran exitosos cuando el costo de operación es menor que la alternativa de agua potable,
la cual suele ser agua de camiones aljibe en el caso de las caletas en el norte de Chile.
Una de las principales causas del fracaso de estos proyectos (por ejemplo, El Tofo) es
debido a la falta de apoyo local en el monitoreo y mantención de los atrapanieblas, los
cuales debido a las condiciones climáticas y la baja mantención, terminan finalmente
inutilizables.
Para poder establecer el potencial económico de la captación de niebla, para que
pueda ser considerada como una fuente viable de agua potable, se pretenden abordar
las siguientes metas cuantitativas que describimos a continuación.
• Costo máximo por área del atrapanieblas.
Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla 115

• Precio máximo del agua potable (con y sin subsidios).


• Mínimo de tasa de captación promedio.
• Mínimo de tasa de eficiencia de captación.
Todas estas metas se basan en análisis financieros estándar para la evaluación eco-
nómica de proyectos, basadas en el concepto del valor del dinero en el tiempo. Una
vez establecidas estas metas, se discuten algunas consideraciones socio-económicas
y conclusiones generales.

6.3.1 Máximo costo por unidad de área del atrapanieblas


El costo promedio máximo por unidad de área de atrapanieblas, que incluye todos
los costos de la estructura, malla, instalación y transporte, es una variable a estimar
para determinar la viabilidad económica de un proyecto bajo distintos costos de cons-
trucción.
Para calcular esta variable se requieren ciertos supuestos de costos. Según el estudio
de Klemm et al. (2012), los costos de monitoreo y mantención se estiman en alrededor
de $5.000 dólares al año para 25 LFCs, los cuales se desglosan en un costo fijo de $1.000
dólares al año por proyecto, más un costo de $160 dólares por LFC (USD/LFC). En el
mismo estudio se estimaron los costos fijos iniciales de un proyecto, los cuales fueron
estimados en $32.550 dólares, los cuales incluyen:
• Análisis de las condiciones climáticas.
• Estudio en terreno con anemómetros.
• Análisis de la provisión actual de agua potable.
• Análisis de iones metales pesados y bacterias en el agua.
• Mediciones en terreno con SFCs.
• Gastos de ONGs locales.
• Logística.
• Desarrollo de estructura financiera.
El costo máximo por unidad de área, despreciando los costos de recursos humanos
de la instalación (Típicamente donado a los proyectos por voluntarios) se muestra en
la Figura 6.2 a continuación. Estas estimaciones se realizaron para precios del agua de
entre 2 y 3 USD/m3 y para una tasa de captación de entre 5 y 40 l/día/m2 (Promedio
año). Los costos de un LFC de 40m2 oscilan entre los $1.000 y $1.500 dólares por LFC,
sin incluir los costos de acumulación, distribución y recursos humanos utilizados en el
proceso de captación de niebla. Basado en estos datos proporcionados por estudios
anteriores, se deduce que para los atrapanieblas actuales el costo por unidad de área
oscila entre 25-38 USD/m3. Para tales costos de construcción, se requeriría una tasa de
colección de entre 7-16 l/día/m2 para un proyecto de 100-200 LFCs. El costo por unidad
116 Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla

de área necesario para que un proyecto de 200 LFCs sea económicamente viable para
una tasa de colección de 5 l/día/m2 es de 5 USD/m2 11.

$250
N= 25, P= $2/m3
Costo máximo por unidad de área (US$/m2)

$225
N= 100, P= $2/m3
$200
N= 200, P= $2/m3
$175 N= 25, P= $3/m3
$150 N= 100, P= $3/m3
N= 200, P= $3/m3
$125
8 l/m2/día
$100 12 l/m2/día
$75

$50
Costo Área actual
$25

$0
2 10 15 20 25 30 35 40
Tasa de captación (l/m2/día)

Fig. 6.2: Costo máximo por unidad de área de malla para un proyecto con una duración de
10 años y 6% de costo del capital. Aumentando el número de atrapanieblas (N) o el precio
del agua (P), se incrementa el costo por unidad de área de colección admisible para lograr la
viabilidad económica de un proyecto. La zona destacada en gris, muestra el rango de costo
por unidad de área de un proyecto con costo inicial entre 1.000 y 1.500 USD/LFC (E. de la Jara
Proyecto Atrapanieblas).

6.3.2 Precio mínimo del agua potable (con y sin subsidios)


El mínimo precio que debería ser pagado por el agua captada a partir de la niebla
debe generar ingresos netos suficientes como para compensar los costos de realizar
el proyecto. A partir de subsidios o donaciones que pagaran los costos iniciales del
proyecto, la ganancia neta del proyecto, a un determinado precio, debe ser suficiente
para pagar los costos operativos de éste. En caso que no existiesen estos subsidios o
donaciones, los ingresos netos deben compensar (en valor presente) los costos totales
del proyecto. En la Figura 6.3 se resumen los resultados del mínimo precio a pagar
por el agua en proyectos con y sin subsidio. Para los cálculos se utilizaron los mismos
supuestos que la sección anterior (6.3.1.).

11 Dólares por metro cuadrado


Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla 117

8
N= 25, sin subsidio
Precio mínimo del agua (US $/m3) 7 N= 100, sin subsidio
N= 200, sin subsidio
6
N= 25, con subsidio
5 N= 100, con subsidio
N= 200, con subsidio
4 8 l/m2/día
12 l/m2/día
3
Precio de Mercado
2

0
2 10 15 20 25 30 35 40
Tasa de captación (l/m2/día)

Fig. 6.3: Precio mínimo a pagar por el agua (USD/m3) para un proyecto de 10 años
de vida útil y un 6% de costo de capital, para distintas tasas de captación (l/día/
m2). Los resultados de los proyectos sin subsidio tienen un costo inicial de 1.000
USD/LFC. Al aumentar el número de atrapanieblas (N) o el nivel de subsidio, dis-
minuyen el precio mínimo a pagar (P) necesario para que el proyecto sea econó-
micamente viable. La zona achurada (gris) corresponde al rango de precios de
mercado entre 2-3 USD/m3 (E. de la Jara Proyecto Atrapanieblas).

Para precios menores que el mínimo que muestran las curvas en la figura 6.3, la ga-
nancia por el agua no compensarían los gastos del proyecto en el tiempo. Para tasas
de colección entre 5-12 l/día/m2, el precio mínimo a pagar por el agua sería entre 1,1-2,7
USD/m3 para un proyecto de 25 LFCs, mientras que el precio mínimo sería de 1-2,3
dólares para un proyecto entre 100-100 LFCs. De acuerdo a estos resultados, dados los
precios de mercado de entre 2-3 USD/m3, un proyecto con tasas usuales de colección
(entre 5-8 l/día/m2), debe ser subsidiado para tener retorno sobre las ventas positivo (el
retorno sobre la venta corresponde al ingreso neto dividido por ventas). En el caso de
concesionar las operaciones de monitoreo y mantenimiento, a cambio del retorno por
ventas del agua, el voluntariado necesario para estas labores puede ser reemplazado.

6.3.3 Mínimo de tasa de captación promedio de los atrapanieblas


Dados los precios de mercado ¿Cuáles son las tasas de captación necesarias para
lograr un proyecto económicamente viable? En la Figura 6.4 se muestran las distintas
combinaciones de tasas de captación versus número de LFCs para el rango de precios
de marcado actual (entre 2-3 USD/m3).
118 Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla

Tasa de captación mínima (l/m2/día)


19
$2/m3
17 $3/m3

15

13

11

7
25 50 75 100 125 150 175 200
Cantidad de LFCs

Fig. 6.4: Tasa de colección (l/día/m2) mínima para la viabilidad económica de un


proyecto de 10 años de vida útil, un 6% de costo de capital y un costo de 1.000
USD/LFC. Aumentando el número de atrapanieblas (N) o el precio del agua (P),
decrece la tasa de colección mínima para la viabilidad económica (E. de la Jara
Proyecto Atrapanieblas).

Para las estimaciones de tasas de captación mínima, el agua producida por el pro-
yecto al rango de precio de mercado debe pagar los costos del proyecto, lo cual no
incluyen los costos de la tierra, recursos humanos, distribución y tratamiento de agua.

6.3.4 Mínimo de eficiencia de captación


Tal como se explicó en la sub-sección donde calculamos el máximo de agua captable
de la niebla, la eficiencia de captación se define como la cantidad de agua captada, di-
vidido por la cantidad total de agua que pasaría por el área del atrapanieblas si éste no
estuviese. El valor de la eficiencia de captación, afecta la cantidad de agua captada por
unidad de área del atrapanieblas, por ende la cantidad de agua captada por cada atra-
panieblas, y por ende la cantidad de ingresos que se generarían por la venta del agua.
En la figura 6.5 se puede notar que al aumentar el número de atrapanieblas (N), el
precio del agua (P) o el flujo disponible de agua (Cavail), la eficiencia de captación mí-
nima del atrapanieblas disminuye.

6.4 Efectos económicos de la acumulación, distribución y recursos humanos


En la sección anterior, se realizaron análisis cuantitativos descartando algunos de los
costos más importantes de un proyecto de captación de niebla: la acumulación, distri-
bución y recursos humanos. En esta sección se estima el efecto que tienen estos costos
para ciertos valores reportados por distintos autores.
Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla 119

80%

Eficiencia de captación mínima (l/m2/día) 70%

60% $2/m3 25 l/m2/día


$3/m3 25 l/m2/día
50%
$2/m3 40 l/m2/día
40% $3/m3 40 l/m2/día

30%

20%

10%
25 50 75 100 125 150 175 200
Cantidad de LFCs

Fig. 6.5: Eficiencia de captación (%) mínima para lograr la viabilidad económica de un
proyecto de 10 años de vida útil, 6% de costo de capital y 1.000 USD/LFC. (E. de la Jara,
Proyecto Atrapanieblas.

Los costos de acumulación y distribución, son muy específicos para cada lugar de
instalación. En el estudio de Klemm et al, (2012) se reportaron costos de materiales
para distribución (cañerías), acumulación (estanques) y transporte de $75.000 dólares
para un área equivalente a 25 LFCs. Dado este valor, los costos iniciales por cada LFC
aumentarían en un factor de 2 a 3, lo que haría que la viabilidad económica sea aún
más difícil de lograr.
En el caso de los costos de recursos humanos para el desarrollo y construcción del
proyecto decrecen, debido al hecho que generalmente son donados. A pesar de lo que
ha ocurrido históricamente, el costo de recursos humanos podría ser eventualmente
pagado por una empresa privada. Debido a que no se encontraron referencias que re-
porten el costo de los recursos humanos comprometidos en el desarrollo de proyectos
de niebla, se hicieron las siguientes estimaciones: 500 horas de estudios de expertos
a $75 dólares la hora, basado en remuneraciones anuales de $100.000 dólares con un
50% de gastos generales ($37.500 dólares en total); 80 horas de trabajo de técnicos a
$2,5 dólares por hora, basado en el salario mínimo en Chile, lo que daría un total de
$200 USD/LFC, dadas las estimaciones de tiempo realizadas por la ONG Fog-Quest.
La Tabla 6.1 a continuación, muestra una comparación de las metas cuantitativas
comparando el caso base (sólo costos de construcción) con distintos casos, incluyendo
los costos de acumulación, distribución y recursos humanos.
120 Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla

  Caso base
Caso
Caso más distribu-
base más
Caso Base más ción, alma-
distribución
Base recursos cenamiento
y almacena-
humanos y recursos
miento
humanos
Costo máximo por unidad de área (m2) $ 24,41 $ 24,41 $ 19,72 $ 19,72
Precio mínimo del agua sin subsidio $ 3,03 $ 5,12 $ 3,57 $ 5,66
(USD/m3)
Tasa de captación mínima (L/m2/día) 8 14 10 15
Eficiencia 20% 34% 24% 38%
mínima de
captación (%)

Tabla 6.1: Comparación de las metas cuantitativas (ver sección 6.3) para distintos casos de costos. El precio
del agua usado para los cálculos es de 3 USD/m3, tasa de captación de 8 L/m2/día promedio año, flujo de
niebla disponible de 40 L/m2/día, costo fijo de mantención de 1.000 USD y 160 USD/LFC. (E. de la Jara, Pro-
yecto Atrapanieblas).

6.5 Cambios en la factibilidad de nuevos proyectos en el futuro


Existen varios motivos que pueden incidir en el éxito o fracaso de nuevos proyectos
de captación de niebla que pueden ser factibles en el futuro, tales como la mejora del
conocimiento actual de los atrapanieblas, la mejora en su tecnología y su prospección
geográfica, al igual que otros efectos que inciden en los modelos de negocio a ejecutar
por posibles empresas privadas.
Históricamente existen varios estudios en Chile que han demostrado que la capta-
ción de agua de niebla puede ser usada como una fuente de agua potable en zonas
costeras áridas y semi-áridas, como se expuso anteriormente en el Capítulo 5. Por tan-
to, seguirá siendo una fuente de agua en el futuro si todas las condiciones económicas,
sociales y tecnológicas se mantienen o mejoran.
En particular, en la zona árida de la región de Tarapacá, entre los 19 y 21 grados de
Latitud Sur, la niebla es un recurso muy abundante en montañas de la cordillera de la
costa en un rango de alturas entre los 650 y 1.200 m.s.n.m12, logrando oasis con vege-
tación excepcional si se considera que están cercanas al desierto más árido del mundo.
En las zonas semi-áridas, entre los 35 y 40 grados de Latitud Sur, la niebla también suele
ser frecuente a alturas de alrededor de 850 m.s.n.m. La gran altura a la cual se puede
captar este recurso hídrico, otorga la gran ventaja que el agua potable obtenida de la
niebla puede ser llevada a poblaciones costeras a partir de gravedad, por ende, sin la
necesidad del costo de bombeo o transporte para llevarla al lugar.
12 Metros sobre el nivel del mar
Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla 121

Actualmente en la comunidad científica internacional, existen muchos estudios con


el objetivo de cambiar el futuro de la captación de niebla. Por un lado, algunos se re-
fieren a aumentar la eficiencia de captación de agua de los atrapanieblas, basados en
la optimización de su geometría y propiedades superficiales de la malla (Andrews,
Eccles, Schofield, & Badyal, 2011; De la Jara, 2011; Lorenceau, Clanet, & Quéré, 2004;
Park, Chhatre, Srinivasan, Cohen, & McKinley, 2013; Piroird, Clanet, Lorenceau, & Quéré,
2009). Además, existen otros estudios que pretenden bajar el costo de construcción de
los atrapanieblas, lo que incide en un menor costo de agua por cada monto de dinero
invertido en la construcción de los dispositivos (Cermak & Bendix, 2008; Imteaz, Al-
hassan, Shanableh, & Naser, 2011; Kahinda & Taigbenu, 2011; Katata et al., 2008; Zhou &
Du, 2010).
Por otro lado, existen variados estudios científicos preocupados de mejorar la capa-
cidad de selección de los sitios donde instalar los atrapanieblas para obtener la mayor
cantidad de agua posible (Cereceda et al., 2002; Cereceda, Larraín, Osses, Farías, & Ega-
ña, 2008b; Farías, Cereceda, Osses, & Núñez, 2005; Gultepe et al., 2007; Hiatt, Fernández,
& Potter, 2012). Estos grupos de investigación mejoran la selección de sitio a partir de
simulaciones numéricas y del estudio de la correlación de variables meteorológicas
como base predictiva de la densidad de niebla, a partir de datos satelitales y de terreno.
Respecto de la instrumentación para mediciones en terreno de la niebla, existen
también prometedores avances que van en la línea de abaratar costos. Tras el uso tra-
dicional de atrapanieblas “estándar”, se está avanzando a nuevos instrumentos de me-
dición, a partir de sensorización e instrumentación inalámbrica de bajo costo, entrando
así en una nueva etapa de la selección de sitios, a partir de mediciones más completas
y precisas (LeBoeuf, Rivera, & de la Jara, 2014). Para más detalles sobre instrumentación,
revisar el Capítulo 2.
Adicional a los factores económicos y tecnológicos, existen factores no-económicos
cruciales para el éxito de proyectos de captación de niebla. Un ejemplo histórico, revi-
sado en el Capítulo 5, es el caso del proyecto del cerro “El Tofo”, que abasteció de agua
potable a alrededor de 100 casas en la caleta Chungungo. De la Lastra (2002) reportó
una serie de factores que incidieron en el fracaso del proyecto luego de casi una déca-
da de operación, como por ejemplo:
• El comité local no comprendía la tecnología
• La comunidad nunca asumió la responsabilidad del mantenimiento de los atrapa-
nieblas.
• Los beneficiarios del agua nunca estuvieron dispuestos a pagar por el agua.
• Los componentes de los atrapanieblas fueron robados.
Estos factores deben ser considerados para cuando se desarrolle un modelo de ne-
gocio para el desarrollo de una posible empresa privada que se pueda dedicar a la
captación y venta de agua de niebla.
122 Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla

Adicional a los factores sociales, un problema muy común que enfrentan los proyec-
tos de captación de niebla, es la destrucción de los dispositivos por medio de tormentas
de viento. Por este motivo, en el futuro se deberá solucionar los problemas de robustez
y/o adaptación a condiciones de viento extremas para asegurar la vida de los dispositi-
vos. Actualmente, investigadores en Chile están desarrollando nuevos sistemas para la
mayor adaptación de las estructuras para vientos con velocidades excepcionales que
pueden afectar a la estructura (Holmes, Rivera & de la Jara, 2014).

6.6 Otras consideraciones socio-económicas y efectos


Las metas cuantitativas discutidas en la sección 6.3 fueron analizadas y discutidas
bajo un enfoque financiero, pero existen otras consideraciones no financieras muy im-
portantes a tomar en cuenta, efectos beneficiosos de la captación de la niebla tales
como:
• Mejora en la salud e higiene de las comunidades al evitar camiones aljibes y estan-
camiento de agua potable.
• Desarrollo económico a partir de productos de nicho (horticultura, cerveza, otros).
• Reforestación.
• Educación ambiental.
• Reducción de tiempo en la búsqueda de agua potable a fuentes lejanas, lo cual
afecta típicamente a mujeres y niños de la comunidad.
• Reducción del consumo y contaminación del combustible usado en camiones de
reparto de agua potable.
• Desarrollo y crecimiento de comunidades que lleven a una mejor calidad de vida.
La captación de niebla puede funcionar en lugares donde el abastecimiento conven-
cional nunca estará disponible, debido a problemas de acceso o a lo pequeña que es la
comunidad, lo cual incide en que grandes plantas privadas de desalinización no serían
económicamente factibles. En este sentido, para las comunidades pequeñas del norte de
Chile, la captación de niebla puede tener un gran efecto. Dada la experiencia que existe
de proyectos anteriores, el análisis de factibilidad de cada proyecto debe incluir de mane-
ra comprensiva y simultánea todos los efectos económicos, técnicos y sociales.
Otro efecto importante a considerar para las metas cuantitativas, son los subsidios
que reciben las empresas de agua potable en el norte de Chile para financiar los cos-
tos iniciales de su operación. Usualmente, éstas poseen variados subsidios para la am-
pliación de cañerías para distribución de agua potable, tratamiento y otros gastos de
manera parcial (mantención, honorarios, asuntos legales, seguros, entre otros). En caso
que las condiciones de subsidio de empresas de agua potable se aplicasen a alguna
empresa privada que se quiera dedicar a la captación de niebla, las metas cuantitativas
expuestas en la sección 6.3 serían relajadas.
Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla 123

6.7 Conclusiones
A partir de lo expuesto en este capítulo, pueden desprenderse varias conclusiones
expuesta a continuación:
Bajo la tecnología actual de atrapanieblas, el volumen de agua captable es suficiente
para varias aplicaciones prácticas (Véase sub-sección 6.1.).
Los proyectos de gran escala, por ejemplo entre 100 y 200 LFCs de 40 m2, poseen be-
neficios de economías de escalas. Para obtener un proyecto económicamente viable,
al aumentar la escala se producen los siguientes efectos:
• Aumenta el costo admisible por unidad de área de la malla (Figura 6.2.)
• Disminuye el precio admisible del agua (Figura 6.3.)
• Disminuye el flujo admisible de captación de niebla (Figura 6.4.)
• Disminuye la eficiencia de captación admisible (Figura 6.5.)
Para que sitios típicos del norte de Chile puedan tener proyectos con factibilidad
económica, los costos iniciales por unidad de área de malla deben bajar, o alternativa-
mente el flujo de captación de niebla debe aumentar (Figura 6.2.).
Cuando los costos iniciales se toman en cuenta, dados los flujos de captación típicos,
por ejemplo 5-8 l/m2/día, el costo equivalente en el tiempo del agua de niebla es mayor
que el precio de mercado actual de agua (Figura 6.3.).
Si el costo de los proyectos actuales se mantiene sin cambios, se requeriría un au-
mento significativo en el flujo de captación o eficiencia de los atrapanieblas para obte-
ner un proyecto económicamente viable.
El flujo de captación de niebla necesario para la viabilidad económica aumentaría
en un 20% en proyectos de 100-200 LFCs, en caso que los costos de honorarios para
construir el sistema no fuesen donados o subsidiados.
Debido a todos los otros beneficios asociados a la captación de niebla, bajo la tecno-
logía actual, proyectos de captación de niebla subsidiados para pequeñas comunida-
des en el norte, sin duda tendrían sentido económico, social y ambiental.
A no ser que el precio de la fuente alternativa de agua potable aumente de manera
significativa, se requiere mejorar todos los procesos relacionados con la captación de
niebla, desde la selección de sitios, análisis en terreno, hasta el diseño de nuevos atra-
panieblas más duraderos y de bajo costo para poder tener un proyecto privado econó-
micamente viable. Es por esto que se espera que en el futuro, las nuevas tecnologías
de prospección y captación de niebla puedan permitir la captación de agua potable
de niebla a escala industrial, respetando el medio ambiente y obteniendo una nueva
fuente de agua para zonas áridas que tanto la necesitan.
124 Capítulo VI - Desafíos: Metas cuantitativas para la captación de niebla

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Agua de Niebla 131

R E S E Ñ A A U T O R E S

JUAN DE DIOS RIVERA AGÜERO


Profesión: Ingeniero Civil Mecánico. PhD.
Institución: Pontificia Universidad Católica de Chile
Contribución al proyecto Atrapanieblas: Investigador
Correo electrónico: jrivera@puc.ing.cl

Ha trabajado durante los últimos años panieblas, los que se han instalado exi-
en el estudio de los fundamentos de tosamente en varios sitios. Finalmente,
los atrapanieblas, desarrollando teorías también ha contribuido al desarrollo de
que permiten entender los factores que métodos de medición de variables rele-
afectan la eficiencia de captación del vantes a la captación de agua de niebla,
agua de niebla. En forma paralela ha lo que permite perfeccionar los siste-
desarrollado diseños prácticos de atra- mas.

JORGE LEIVA VALENZUELA


Profesión: Ingeniero Agrónomo Enólogo. Pontificia Universidad
Católica de Chile
Institución: Agraria Sur Ltda.
Contribución al proyecto Atrapanieblas: Director proyecto
Correo electrónico: jorgeleiva@agrariasur.cl

Su desempeño profesional ha estado ria y en especial de proyectos vitivinícolas


relacionado con el desarrollo rural a través en diversas regiones del País por más de 25
de la dirección, formulación y ejecución de años. Desde el año 2000 integra el comité
numerosos proyectos del área agropecua- directivo de Agraria Sur Ltda.
132 Agua de Niebla

PEDRO HERNÁNDEZ PÉREZ


Profesión: Ingeniero Agrónomo. Pontificia Universidad Católica
de Chile y MBA Universidad Adolfo Ibañez
Institución: Agraria Sur Ltda.
Contribución al proyecto Atrapanieblas: Jefe proyecto
Correo electrónico: phernandezperez@gmail.com

Asesor privado en recursos hídricos Durante los tres años del proyecto se
y proyectos agropecuarios. Su área especializó en el área de montajes de
de especialización es la gestión y for- atrapanieblas y utilización de recursos
mulación de proyectos de innovación. hídricos.

PILAR CERECEDA TRONCOSO


Profesión: Geógrafa PhD. Pontificia Universidad Católica de Chile
Institución: Pontificia Universidad Católica de Chile y Centro del De-
sierto de Atacama.
Contribución al Proyecto Atrapanieblas: Investigadora
Correo electrónico: dcereced@vtr.net

Sus áreas de especialización son la dor, México, Canadá, en el Sultanato de


climatología, biogeografía y educación Omán, Namibia y otros lugares del mun-
ambiental. Su desempeño profesional do. Ha publicado más de 30 libros sobre
ha estado ligado al estudio de la niebla, Geografía de Chile, más de 50 trabajos
dirigiendo más de una veintena de pro- científicos y un número similar en Anales
yectos científicos nacionales y extranje- de congresos y conferencias internacio-
ros sobre éste tema en Chile, Perú, Ecua- nales.

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