* Área y Museo de Paleontología de la Universidad de Zaragoza. Universidad de Zaragoza. E-50009 Zaragoza. España.
C/e: jicanudo@unizar.es, cuencag@unizar.es, jigruiz@unizar.es
** Paleoymás S.L.L. C/ Nuestra Señora del Salz, nº 4, local. E-50017 Zaragoza. España.
http://www.paleoymas.com C/e: jlbarco@paleoymas.com
*** Grupo Aragosaurus. http://www.aragosaurus.com
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PALEONTOLOGÍA
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PALEONTOLOGÍA
como en una excavación. Para recuperar estos parientes cercanos de las aves. También pensa-
pequeños fósiles, también llamados microfósi- mos que están representados terópodos semejan-
les, se pasa el sedimento por tamices desde 2 cm tes a Allosaurus, aunque este aspecto aún es
el más grande hasta 0,5 mm el más pequeño, en necesario confirmarlo. Entre los restos de sauró-
seco o con ayuda de agua, con la técnica conoci- podos se pueden destacar Aragosaurus y el
da como «lavado-tamizado». Los concentrados nuevo dinosaurio del yacimiento de Cuesta
resultantes se trían con la ayuda de una lupa Lonsal-1 que describimos en este trabajo.
binocular y se extrae todo el contenido fósil:
vegetales, vertebrados e invertebrados. Las Primeras actuaciones sobre
Se tiene la idea de que los dinosaurios eran el saurópodo de Cuesta Lonsal-1
animales enormes. Sin embargo, aunque en
general eran de gran tamaño, también existían Seguramente el saurópodo de Cuesta Lonsal
algunos dinosaurios muy pequeños, por lo que es, como lo fue Leonardo da Vinci, un adelanta-
sus restos sólo se pueden recuperar tras el lava- do a su tiempo, puesto que sus primeros restos se
do-tamizado del sedimento. Con esta metodolo- encontraron demasiado pronto: en un momento
gía procesamos más de 15 toneladas de diferen- en el que no había la sensibilidad e interés que
tes yacimientos, y pudimos recuperar un impor- actualmente existen por los dinosaurios. Como
tante número de dientes de pequeños dinosaurios consecuencia de ello, durante los primeros
y fragmentos de cáscara de huevo. Estos últimos momentos se realizaron acciones con mucho
son especialmente interesantes, ya que entre voluntarismo pero con escasos medios. Sólo en
ellos encontramos y describimos un nuevo los últimos años, con el apoyo de la administra-
taxón, Macroolithus turolensis, que formaba ción autonómica, se ha podido dar una continui-
parte de la tesis de licenciatura de nuestra com- dad al trabajo que ha culminado con la defini-
pañera Olga Amo, desgraciadamente fallecida ción del taxón Galvesaurus gen. nov. Puesto que
hace pocos años. Entre los restos microscópicos la historia completa nunca ha sido relatada, apro-
también hemos descrito dos especies nuevas de vechamos esta ocasión para hacerlo.
mamíferos, a las que hemos denominado Los primeros restos de este saurópodo fueron
Lavocatia alfambrensis y Pocamus pepelui, encontrados por José María Herrero en una
pequeños acompañantes de los dinosaurios de fecha indeterminada que podría rondar los
los que únicamente se conocen dos dientes aisla- comienzos de la década de 1980. Se trataba de
dos encontrados por José María Herrero. fragmentos de gran tamaño que aparecieron
Paralelamente al estudio de los microrrestos rodados en un barranco seco. Tal y como nos
comenzó a abordarse el de los dinosaurios orni- contó hace años, José María se dedicó a recorrer
tópodos, que forma parte de la tesis doctoral de este barranco hasta hallar el nivel fosilífero que
continental. La datación del yacimiento de venas) y algunas otras piezas sin clasificar.
Cuesta Lonsal-1 se basa en la presencia de un Posteriormente, entre 1993 y 1998, mientras con-
microforaminífero de pared aglutinada, Anchis- tinuaban en su casa la preparación de los huesos
pirocyclina lusitanica, que indica que se encuen- extraídos (utilizando para ello escayola y diver-
tra en la transición entre los pisos Titónico y sos tipos de pegamentos domésticos), José María
Berriasiense o, lo que es lo mismo, la transición y su familia siguieron excavando nuevos huesos
entre el Jurásico Superior y el Cretácico Inferior. del yacimiento de Cuesta Lonsal-1, entre los que
Teniendo en cuenta que el yacimiento se encuen- destaca una escápula.
tra en la base de la formación, posiblemente ten-
drá una edad Jurásico Superior, aunque por pru- Nuestra actividad en
dencia en la definición de la especie hemos con- Cuesta Lonsal
templado la posibilidad de que pudiera estar en
la base del Cretácico (Berriasiense). Una de las prioridades al comienzo de nues-
Pero volvamos a la historia del yacimiento. tras investigaciones en Galve fue el estudio del
Tras localizar el nivel fosilífero, José María, con saurópodo de Cuesta Lonsal-1. En ese momento
la colaboración de sus hijos, fue excavándolo el licenciado en Ciencias Geológicas Josué
durante la parte media de la década de 1980. Pérez-Oñate empezó el estudio del material
Descubrieron piezas como los húmeros actual- excavado por José María Herrero dentro de un
mente expuestos en el Museo Paleontológico de proyecto inacabado de tesis de licenciatura.
Galve (fig. 4). En el año 1987, el catedrático de También comenzamos los trabajos sobre el yaci-
Paleontología Eladio Liñán fue invitado por la miento; así en agosto de 1993 hicimos la prime-
Diputación General de Aragón a supervisar los ra actuación paleontológica bajo la dirección de
materiales paleontológicos que estaban siendo Gloria Cuenca-Bescós y con el permiso corres-
excavados por la familia Herrero. En este viaje pondiente del Gobierno de Aragón. En esta cam-
acompañamos al profesor Liñán uno de los auto- paña recibimos la ayuda inestimable de un pale-
res del artículo (Gloria Cuenca-Bescós) y Beatriz
Azanza. En el yacimiento podían observarse los
Figura 4. Uno de los húmeros de Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. en el momento de su hallazgo (izda.).
Ambos húmeros se encuentran en el Museo Paleontológico de Galve (dcha.).
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PALEONTOLOGÍA
Foto:
Figura 5. Uno de los autores (J. L. Barco), durante el estudio
do hacia el interior de la montaña, era nece- y toma de datos de la vértebra cervical CL-2.
sario retirar gran cantidad de roca para acce-
der a los fósiles, por lo que se necesitaba maqui- comenzó la consolidación y preparación de los
naria de la que carecíamos al faltarnos la finan- fósiles extraídos por José María Herrero, actua-
ciación adecuada. También en esos momentos ción a la que se dio gran importancia debido al
delicado estado de conservación que
presentaban. Hace diez años era muy
Foto: Grupo Aragosaurus.
Figura 6. Un momento de la campaña de 2000. En la foto, Luis Miguel vertebral dorsal, una vértebra caudal
Sender (primer plano), Javier Rubio (de pie) y Cristóbal Rubio (en la parte muy deteriorada, un diente de terópodo
alta del yacimiento). Al fondo, los materiales cretácicos del sinclinal de Galve.
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PALEONTOLOGÍA
y otro de cocodrilo, y diversos restos indetermi- Los restos recuperados estaban parcialmente
nados. Previamente a la excavación fue necesario enterrados en arenisca y cubiertos por un estrato
retirar manualmente, y con un equipo de hasta de arcilla. Tanto la arenisca como algunos de los
siete personas, varias toneladas de sedimentos huesos presentan una pátina rojiza, lo que unido
estériles hasta llegar al nivel fosilífero. Pero el a la dispersión de dichos huesos podría indicar
esfuerzo mereció la pena ya que recuperamos una que estuvieron expuestos a la intemperie antes
veintena de restos fósiles, lo que permitió con- de ser enterrados. Durante esta exposición pasó
cluir que el potencial del yacimiento era aún alto, el suficiente tiempo para ser dispersados por los
siendo necesario excavarlo en profundidad carroñeros y los agentes meteorológicos, y sufrir
(fig. 6). Este material se encuentra depositado en procesos de oxidación. Esta hipótesis se confir-
dependencias del Gobierno de Aragón ma en parte por el hallazgo antes mencionado de
Otro aspecto importante de las excavaciones un diente de dinosaurio terópodo y otro de coco-
paleontológicas es que el trabajo permite estudiar drilo sin raíz. La ausencia de raíz se interpreta
la tafonomía, es decir, cómo (entre otros datos) se como que el diente fue perdido por un animal
encuentran los huesos en el yacimiento, su con- durante su actividad vital, ya que tanto dinosau-
servación y si pertenecen a un esqueleto comple- rios como cocodrilos tienen dientes de reempla-
to articulado o no. En este trabajo de campo zamiento continuo, es decir nuevos dientes van
vimos que el dinosaurio no se encuentra articula- continuamente apareciendo en las mandíbulas
do y que los huesos están bastante dispersos. Hay para reemplazar a los que se caen. Sin embargo,
por tanto una incertidumbre sobre si todos los antes de perder sus dientes desgastados, reabsor-
huesos pertenecen al mismo individuo o pudiera ben el calcio de la raíz para terminar de formar
existir más de un ejemplar. Es un problema que el diente que está a punto de aparecer, lo que nos
hay que solucionar, ya que por ejemplo los dos permite saber que siempre que encontremos un
húmeros que se conocen tienen un tamaño distin- diente con la raíz reabsorbida fue perdido por el
to (fig. 4), lo que puede deberse a una patología, animal en vida (probablemente mientras se ali-
a la deformación de los huesos, una pequeña mentaba de carroña, como en este caso) y no se
fractura tectónica, o simplemente a la pérdida de trata de un diente perteneciente a un animal que
un fragmento durante su excavación o prepara- murió «con los dientes puestos» y que ha queda-
ción. La preparación de estos húmeros fue reali- do aislado tras los procesos de enterramiento y
zada (a finales de la década de 1980) rellenando fosilización. La relación entre dientes de carní-
los huecos con gran cantidad de escayola, lo que voros y carcasas de dinosaurios comedores de
dificulta por completo el estudio pormenorizado plantas es bien conocida en muchos lugares del
de las piezas. La hipótesis con la que trabajamos mundo y se interpreta como resultado de la caída
es que todos los restos pertenecen a un mismo de estos dientes cuando los carnívoros se ali-
Naturaleza Aragonesa, Nº 15 ( julio-diciembre 2005). ISSN: 1138-8013
Es la hora de
describir la
nueva especie
Figura 9. Posible aspecto de Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. (la barra mide 1 m y la silueta humana
utilizada en la comparación mide 1,80 m).
mimus en Las Hoyas (Cuenca), Lirainosaurus en una mayor afinidad con este último grupo debido
Laño (Álava) y Losillasaurus en Aras de los a algunas similitudes marcadas con los rebaqui-
Olmos (Valencia). sáuridos y Haplocanthosaurus (fig. 8).
Los datos aportados tanto por la mencionada Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. viene
vértebra dorsal como por una vértebra cervical además a engrosar la lista de dinosaurios de la
(fig. 12) y tres vértebras caudales han permitido, Formación Villar del Arzobispo, en la cual se
además, una primera aproximación al conoci- han constatado 31 hallazgos (incluyendo huesos
miento de sus relaciones filogenéticas, es decir, su e icnitas) de saurópodos, terópodos y ornitópo-
posición en el árbol evolutivo de los saurópodos. dos. Entre ellos destaca la presencia del sauró-
Este estudio, que se denomina cladístico (porque podo Losillasaurus giganteus, un diplodocoideo
relaciona los caracteres de los grupos –o clados– definido por los paleontólogos M. L. Casanovas,
de saurópodos más relevantes), refleja que J. V. Santafé y J. L. Sanz en el año 2001. Este
Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. es un saurópodo proviene de la provincia de Valencia
neosaurópodo basal no incluido por el momento y está a sólo 80 km de distancia de Galve. La
en ninguno de los grupos tradicionales de neosau- cercanía espacial y temporal (al ser de la misma
rópodos: ni en Macronaria (donde se encuentran formación geológica), motivó un estudio
Naturaleza Aragonesa, Nº 15 ( julio-diciembre 2005). ISSN: 1138-8013
dinosaurios tan conocidos como Brachiosaurus y exhaustivo del material de este dinosaurio, cen-
Camarasaurus) ni en Diplodocoidea (donde están trado principalmente en las vértebras dorsales,
incluidos por ejemplo Diplodocus, Apatosaurus y las cuales permitieron observar características
Rebbachisaurus). Bien es cierto que se observa radicalmente distintas a Galvesaurus gen. nov.
Fotos: Grupo Aragosaurus.
Figura 10. Los autores de Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. De izquierda a derecha: José Luis, tomando notas
sobre una vértebra cervical; Iñaki, observando el holotipo; Gloria, en la excavación de 1993;
y Ome, preparando un hueso para su extracción.
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PALEONTOLOGÍA
Figura 11. Vértebra dorsal CLH-16, holotipo de Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov., en vista dorsal (A), anterior
(B), lateral izquierda (C), posterior (D), lateral derecha (E) y ventral (F).
Subclase / Subclass DINOSAURIA OWEN, 1842 Herrero, who discovered the first remains of Galvesaurus.
Orden / Order SAURISCHIA SEELEY, 1887 Estrato tipo / Stratum typicum. Subcuenca de
Suborden / Suborder SAUROPODOMORPHA Galve, Formación Villar del Arzobispo; Titónico
HUENE, 1932 superior-Berriasiense medio. / Galve sub-basin, Villar
Infraorden / Infraorder SAUROPODA MARSH, 1878 del Arzobispo Formation; Late Tithonian-Middle
NEOSAUROPODA BONAPARTE, 1986 Berriasian. (RUIZ-OMEÑACA et al., 2005).
Yacimiento tipo / Locus typicus: Cuesta
Galvesaurus gen. nov. Lonsal-1, Galve, Teruel, España / Cuesta Lonsal-1
locality, Galve, Teruel province, Northeastern Spain.
Etimología / Etymology: Del castellano Distribución / Distribution: Titónico superior-
«Galve», dedicado a Galve, localidad española Berriasiense medio. / Late Tithonian-Middle Berriasian.
donde se encontraron los restos fósiles; y del Depósito / Repository: Museo Paleontológico de
griego «sauros», lagarto. / From Spanish «Galve», Galve (CLH y CL), Diputación General de Aragón
dedicated to Galve, Spanish village where these fossil (GAL00/CL) y / and Museo Paleontológico de la
remains were found; and from Greek «sauros», lizard. Universidad de Zaragoza (MPZ).
Especie tipo / Type species: Galvesaurus Holotipo: una vértebra dorsal (CLH-16),
herreroi sp. nov. depositada en el Museo Paleontológico de Galve
Diagnosis: La misma que la de la especie tipo (fig. 11) (figurada por PÉREZ OÑATE et al., 1994:
y única especie conocida. / As for the type (the only fig. 2; CUENCA-BESCÓS et al., 1997: fig. 3;
one known) species. BARCO RODRÍGUEZ, 2003: figs. 34-43, 44c;
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PALEONTOLOGÍA
ROYO-TORRES y CANUDO, 2004: fig. 1; BARCO, 5. En las vértebras dorsales medias una lámi-
en prensa: fig. 3c; láms. 1, 2). na accesoria está situada bajo la lámina postzi-
Paratipos: tres vértebras cervicales [CL-2, gapofisial.
figura 12, CL(CBC)15-4 y MPZ 2003/884], una 6. La lámina compuesta formada por la unión
costilla cervical (GAL00/CL/60), dos espinas entre las láminas espinopostzigapofisial lateral y
dorsales (CL-JMH y GAL00/CL/62), un sacro espinodiapofisial discurre junto al margen poste-
(GAL00/CL/90), una costilla dorsal rior de la espina, en las vértebras dorsales medias.
(GAL01/CL/102) y dos fragmentos de costillas 7. La lámina espinoprezigapofisial en las ver-
dorsales (CLH-5, CLH-22), seis vértebras cau- tebras dorsales medias discurre a través del mar-
dales [CLH-8, CLH-15, GAL00/CL/35, CLH gen lateral de la espina y nunca se sitúa en posi-
sin sigla y otras dos fusionadas sigladas como ción anterior o anterolateral.
CL(CBC)-31], un chevron [sin sigla, fusionado 8. Presencia de una cavidad profunda entre las
con CL(CBC)-31], una escápula (CLH-14), dos láminas espinoprezigapofisial y espinodiapofisial
húmeros (CLH-1 derecho, CLH-4 izquierdo), un que posee además una lámina accesoria que
isquion (CLH-6), un fragmento de ¿radio? conecta a ambas en las vértebras dorsales medias.
(CLH-21), un metatarso (CLH-15CBC) y una Las sinapomorfías son:
¿placa esternal? (CLH-7). 1. Pleurocelos en las vértebras presacras
Holotype: a dorsal vertebra (CLH-16), housed in the (WILSON, 2002: carácter 78).
Museo Paleontológico de Galve (fig. 11) (also figured in PÉREZ 2. Vértebras cervicales opistocélicas (WILSON,
OÑATE et al., 1994: fig. 2; CUENCA-BESCÓS et al., 1997: fig. 3; 2002: carácter 82).
BARCO RODRÍGUEZ, 2003: figs. 34-43, 44c; ROYO-TORRES and 3. Ausencia de quilla ventral en la vértebras
CANUDO, 2004: fig. 1; BARCO, in press: fig. 3c; pls. 1, 2). cervicales (UPCHURCH, 1998: carácter 83).
Paratypes: three cervical vertebrae [CL-2, figure 12, 4. Altura del arco neural mayor que la dimen-
CL(CBC)15-4 and MPZ 2003/884], a cervical rib sión dorsoventral de la cara posterior del centro
(GAL00/CL/60), two dorsal spines (CL-JMH and vertebral en las vértebras cervicales medias
GAL00/CL/62), a sacrum (GAL00/CL/90), a dorsal rib (WILSON, 2002: carácter 87).
(GAL01/CL/102) and two dorsal rib fragments (CLH-5, CLH- 5. Excavación en la superficie dorsal de las
22), six caudal vertebrae [CLH-8, CLH-15, GAL00/CL/35, parapófisis separada del pleurocelo por un mar-
and two fused labeled CL(CBC)-31, and finally one CLH gen longitudinal, en las vértebras cervicales
unnumbered], a haemal arch [unlabeled, fused to CL(CBC)- (UPCHURCH, 1998: carácter 86).
31], a scapula (CLH-14), two humeri (CLH-1 right, and CLH- 6. Superficie lateral de las vértebras cervica-
4 left), an ischium (CLH-6), a radius? fragment (CLH-21), a les profundamente excavada sin lámina acceso-
metatarsal (CLH-15 CBC) and a sternal plate? (CLH-7). ria oblicua (UPCHURCH, 1998: carácter 87).
Diagnosis: Galvesaurus herreroi gen. nov., 7. Pleurocelos en las vértebras dorsales anterio-
1998: carácter 112). 4. Mid-cervical neural arches taller than the height of
14. Arcos neurales de las vértebras dorsales posterior centrum face (WILSON, 2002: character 87).
medias y posteriores con lámina espinodiapofi- 5. Excavation in the dorsal surface of parapophysis
sial (WILSON, 2002: carácter 99). separated from the pleurocoel by a longitudinal ridge in
15. Arcos neurales de las vértebras dorsales the cervical vertebrae (UPCHURCH, 1998: character 86).
medias y posteriores con lámina espinopostzigapo- 6. Lateral surface of cervical vertebrae is deeply exca-
fisial dividida (WILSON, 2002: carácter 100). vated, without oblique accessory laminae (UPCHURCH,
16. Arcos neurales de las vértebras dorsales 1998: character 87).
medias y posteriores con lámina espinodiapofi- 7. Pleurocoels in cranial dorsal centra with tapering
sial en contacto con la lámina espinopostzigapo- acute caudal margins (UPCHURCH, 1998: character 96).
fisial (WILSON, 2002: carácter 101). 8. Pleurocoels in dorsal centra are deep and ramify
17. Espinas neurales dorsales con procesos extensively within the centrum, entering the base of the
triangulares laterales (WILSON, 2002: carácter 102). neural arch (UPCHURCH, 1998: character 98).
18. Presencia de una lámina supradiapofisial 9. Height of dorsal neural arches subequal to or greater
en las vértebras dorsales medias y posteriores than the height of the centrum (UPCHURCH, 1998: charac-
(UPCHURCH, 1998: carácter 118). ter 100).
Diagnosis (English translation): Galvesaurus herreroi 10. Presence of deep excavation below the transverse
gen. nov., sp. nov. is characterised by eight autapomorphic process whitch leaves only a thin septum on the midline
traits and it is also characterised by the combination of 18 (UPCHURCH, 1998: character 108).
synapomorphies. 11. Dorsal neural spines with triangular lateral proces-
The autamophies are: ses (UPCHURCH, 1998: character 116; WILSON, 2002: cha-
1. Elongation index (UPCHURCH, 1993) is aproxima- racter 102).
tely 0.5. 12. Subtriangular horizontal cross-section thoungh the
2. In medial dorsal vertebrae, the vertebral centrum and base of the dorsal neural spine (UPCHURCH, 1998: charac-
neural arch are only connected by mean of anterior and pos- ter 111).
terior centrodiapophyseal laminae, with no contact of the 13. Prominent suprapostzygapophyseal laminae on
centroprezygapophyseal and centropostzygapophyseal dorsal neural spines (UPCHURCH, 1998: character 112).
laminae with the vertebral centrum. 14. Middle and posterior dorsal neural arches with spi-
3. Parapophysis in dorsal vertebrae is situated in the nodiapophyseal lamina (WILSON, 2002: character 99).
centroprezygapophyseal lamina and not dividing anterior 15. Middle and posterior dorsal neural arches with
centrodiapophyseal lamina as usually occurs in sauropods. divided spinopostzygapophyseal lamina (WILSON, 2002:
4. In medial dorsal vertebrae, accesory laminae con- character 100).
nect intraprezygapophyseal lamina with centroprezyga- 16. Middle and posterior dorsal neural arches with spi-
pophyseal lamina. nodiapophyseal lamina contacting spinopostzygapophy-
Naturaleza Aragonesa, Nº 15 ( julio-diciembre 2005). ISSN: 1138-8013
5. In medial dorsal vertebrae, an accesory lamina is seal lamina (WILSON, 2002: character 101).
situated below the postzygodiapophyseal lamina. 17. Dorsal transverse processes are directed laterally
6. Composite lamina in medial dorsal vertebrae (the (UPCHURCH, 1998: character 102).
one formed by the union of the lateral spinopostzygapo- 18. Presence of supradiapophyseal lamina on middle
physeal lamina and the spinodiapophyseal lamina) runs and caudal dorsal vertebrae (UPCHURCH , 1998:
close to the posterior margin of the spine. character 118).
7. Spinoprezygapophyseal lamina in medial dorsal ver-
tebrae runs across the lateral margin of the spine, and is Agradecimientos
never situated in anterior or anterolateral position.
8. In medial dorsal vertebrae there is a deep cavity bet- El proceso de estudio y definición de un dino-
ween spinoprezygapophyseal lamina and spinodiapophy- saurio es siempre largo, y en el caso de
seal lamina, wich has an accesory lamina connecting those Galvesaurus lo ha sido especialmente, por lo que
laminae. muchas personas y entidades merecen que les
And the synapomorphies are: agradezcamos el apoyo y la financiación presta-
1. Pneumatopores (pleurocoels) in presacral centra dos. Empezamos por José María Herrero y su
(WILSON, 2002: character 78). familia, quienes nos han facilitado siempre la labor
2. Opisthocoelous cervical centra (WILSON, 2002: de trabajar en Galve. También el Ayuntamiento de
character 82). Galve, entidad pública en la que oficialmente
3. Absence of ventral keel on cervical centra están depositados los restos de Galvesaurus, y el
(UPCHURCH, 1998: character 83). Museo Paleontológico de Galve, donde se expo-
16
PALEONTOLOGÍA
nen al público y donde acudimos ocasionalmente CANUDO, J. I., CUENCA-BESCÓS, G. et al. 1996a.
a revisar el material. Ismael Gonzalvo y su familia In: II Reunión de Tafonomía y Fosilización. Zaragoza.
nos permiten excavar en su propiedad, donde está Guía de la Excursión, pp. 1-19.
la «Cuesta Lonsal». Y si de excavar o preparar se CANUDO, J. I., CUENCA-BESCÓS, G. et al. 1996b. Revista de
trata, debemos acordarnos de Cristóbal, Javi, la Academia de Ciencias Exactas, Físicas, Químicas y
Alfredo, Luismi y Rafa, y del buen hacer que, Naturales de Zaragoza, serie 2, 51, pp. 221-236.
desde 2000, ha demostrado el equipo técnico de CANUDO, J. I., RUIZ-OMEÑACA, J. I. et al. 2005. Estudios
Paleoymás S.L.L. Esta empresa además financia Geológicos, 60 (1-2) (correspondiente al año 2004),
parte de las investigaciones de J. L. Barco y ha pp. 49-52.
financiado parte de la preparación del material, CUENCA-BESCOS, G., AMO, O. et al. 1994. In: Comuni-
como lo han hecho el Ministerio de Educación y caciones de las X Jornadas de Paleontología, Madrid,
Ciencia y el FEDER (proyecto CGL2004 pp. 50-53.
403393), el Departamento de Ciencia, Tecnología CUENCA-BESCÓS, G., AMO, O. et al. 1999. Zubía, 17,
y Universidad (Grupos Consolidados 2005-2006) pp. 229-251.
del Gobierno de Aragón, el Instituto de Estudios CUENCA-BESCÓS, G., CANUDO, J. I. y RUIZ-OMEÑACA, J. I.
Turolenses y, sobre todo, la Dirección General de 1997. In: V Jornadas Aragonesas de Paleontología,
Patrimonio del Gobierno de Aragón quien se ha Ricla, pp. 193-221.
implicado de lleno, especialmente en esta última HUENE, F. VON. 1932. Monographien zur Geologie und
parte del proyecto financiando el grueso de las Paläontologie, series 1, 4, pp. 1-361.
actuaciones. En el terreno científico queremos MARSH, O. C. 1878. American Journal of Science (Se-
agradecer los comentarios al manuscrito realiza- ries 3), 16, pp. 411-416.
dos por los doctores Xavier Pereda Suberbiola OWEN, R. 1842. Report of the British Association of the
(Universidad del País Vasco) y Julio Company Advancement of Science, 11, pp. 60-204.
(Universidad Politécnica de Valencia), las enrique- PÉREZ OÑATE, J., CUENCA-BESCÓS, G. y SANZ, J. L. 1994.
cedoras discusiones y comentarios intercambiados In: Comunicaciones de las X Jornadas de Paleon-
con el Dr. Leonardo Salgado (Universidad tología, Madrid, pp. 159-162.
Nacional del Comahue, Argentina) y el soporte ROYO-TORRES, R. y CANUDO, J. I. 2004. In: Dinosaurios y
físico e institucional que supone «nuestra» Área y otros Reptiles Mesozoicos en España, pp. 313-334.
Museo de Paleontología de la Universidad de [Correspondiente a 2003].
Zaragoza, donde se realiza el grueso de nuestras RUIZ-OMEÑACA, J. I. 2005. Aragonia, 10, pp. 24-30.
investigaciones. Nuestras familias (Eva, Lorenzo, RUIZ-OMEÑACA , J. I., CANUDO, J. I. et al. 2005. Estudios
Begoña y los demás) merecen también un pedazo Geológicos, 60 (3-6) (correspondiente al año 2004),
de Galvesaurus. pp. 179-202.
SANZ, J. L., BUSCALIONI, A. D. et al. 1987. Estudios geo-
17