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DESARROLLO SUSTENTABLE.

Alumna: Lilian Yamileth Mejía Sorto

2 DE MAYO DE 2019
Las interrelaciones de la economía global y sus tratados.
Las interrelaciones de la economía global y sus tratados.
LA GLOBALIZACIÓN Y LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO
Desde que en la década de los 80 los gobiernos de Reagan en los Estados Unidos
y Thatcher en Inglaterra relanzaran el capitalismo hacia cuotas jamás antes
alcanzadas, el implacable avance de la maquinaria neoliberal no se ha detenido ni
un solo instante. Además de estas políticas, varios factores son los que han
permitido esta salvaje expansión del libre mercado.
En primer lugar, el desmantelamiento del bloque comunista (con la consabida
imagen de la caída del muro de Berlín) permitió a los halcones del capitalismo
lanzarse sobre la economía de Europa del Este estableciendo el libre mercado como
el remedio a todos los males, esto les permitió hacerse con toda la industria soviética
que durante años había crecido sin parar al amparo de la planificación central del
partido comunista.
Otro momento clave de la globalización del capitalismo es la primera guerra del
Golfo Pérsico. Con la invasión de Irak por parte de los Estados Unidos se lanza un
mensaje muy claro al resto del planeta: todo aquel que se oponga a las reglas de
juego del libre mercado capitalista, será aplastado sin misericordia.
Afortunadamente siguen habiendo Estados que se oponen a este sistema carroñero
y proponen alternativas (que cada cual las juzgue como quiera, pero hay que
reconocerles el valor de intentar buscar su propio camino).
Sin duda, uno de los factores fundamentales para esta expansión ha sido el avance
tecnológico.
La aparición de la tecnología de comunicaciones (sobre todo Internet) como objeto
de uso global ha facilitado el tránsito de información de una punta a otra del globo
de manera instantánea. Este flujo de datos permite un mayor control sobre la
producción a escala mundial, ninguna región por pequeña y remota que sea escapa
al control de las transnacionales ni a la dictadura del mercado. Hoy en día se
produce un alimento en una esquina del planeta y su precio de venta se fija unos
cuantos meses antes a miles de kilómetros de distancia. A pesar de todo esto, la
aportación más importante de los avances tecnológicos para el mercado libre es el
tránsito de capitales, a día de hoy, el dinero en grandes cantidades circula por todo
el planeta en cuestión de segundos. De hecho, esto supone la mayoría del comercio
y los beneficios a escala mundial. Ya no se gana dinero comprando y vendiendo
productos. Ahora, gracias a la tecnología, los beneficios se obtienen invirtiendo y
desinvirtiendo dinero en cuestión de segundos. La especulación bancaria y
monetaria es el mayor negocio del sistema capitalista y la principal fuente de
ingresos de las grandes fortunas del planeta. Es muy habitual observar ataques
especulativos en todos los frentes de la economía mundial (atacan a los bancos, a
las monedas nacionales, a la deuda pública de los Estados, a las bolsas de valores)
Por tanto, es bastante lógico asegurar que quien tiene el poder sobre la tecnología,
tiene mucho ganado a la hora de dominar la economía mundial.
No obstante, es indudable que el factor más importante para la globalización
capitalista en la que vivimos inmersos, es la política económica de las grandes
potencias. Una de las armas más poderosas y devastadoras, sino la que más, de
esta política son los Tratados de Libre Comercio (TLC)
Los TLC son acuerdos entre dos o más países cuyo objetivo es establecer reglas
comunes para normalizar la relación comercial entre ellos y liberalizar la totalidad
de productos y servicios que se comercia entre los países, se busca crear una zona
de libre comercio entre las Naciones participantes.
También son instrumentos de política exterior que los países utilizan para consolidar
y ampliar el acceso de sus productos y eliminar barreras arancelarias, así como
establecer mecanismos de cooperación entre los Estados. Esto es lo que dice la
teoría, pero al parecer esto sólo es así (en cierta medida) cuando el tratado se
establece entre países de similar nivel socio-económico como puede ser el tratado
de la Unión Europea o el de los propios Estados Unidos. En este caso se observan
consecuencias negativas para las regiones con menor potencia económica, pero,
no significa una completa debacle para ellos. Sin embargo, este no es el tipo de
tratado habitual.
En la mayoría de las ocasiones estos acuerdos se establecen entre países ricos y
pobres y, es aquí, donde los TLC se muestran como lo que son: una verdadera arma
de expolio en favor de las grandes corporaciones.
Uno de los primeros y más importantes acuerdos de este tipo fue el NAFTA (Tratado
de Libre Comercio de América del Norte) firmado a principios de los noventa por los
presidentes de Canadá, Estados Unidos y México. Parecía un acuerdo favorecedor
para todos (o eso dejaban entrever las sonrisas de los dirigentes mientras firmaban
el acuerdo) Sin embargo, tan sólo tres años después de la firma el gobierno
norteamericano tuvo que inyectar 50.000 millones de dólares ante la inminente
caída de la economía mexicana. ¿Por qué lo hicieron? Básicamente por dos
motivos: uno, para defender las grandes inversiones de las “corporaciones USA” en
México (literalmente se estaban forrando a base de explotación laboral y ausencia
de impuestos) y, dos, para conseguir el verdadero objetivo: lograr el control real del
país, porque aquello representó, de hecho, la compra del país.
Por contra, México obtuvo de todo aquello la pérdida del control sobre su economía.
La destrucción de su agricultura al no poder competir con los precios bajos
(subvencionados, por supuesto) de los productos del Norte. El éxodo de millones
de personas hacia las fábricas para ser sistemáticamente explotados por las
trasnacionales. El expolio de sus recursos naturales y el aumento del narcotráfico
gracias a la libre circulación de recursos humanos y económicos del Norte hacia el
Sur.
Como consecuencia de todo esto se ha creado una ficticia clase pudiente formada
por la minoría y una brecha aún mayor entre éstos y la mayoría de los ciudadanos.
En definitiva, un TLC hace que desaparezcan las barreras impuestas al comercio y
a la inversión extranjera. Esto significa que las economías más pobres no puedan
utilizar los aranceles de importación para proteger sus sectores de actividad
emergentes, ni a sus agricultores de la avalancha de importaciones a bajo precio,
ni a las pequeñas industrias que se hunden al no poder competir con las grandes
empresas de los países ricos.
Todo esto lleva al establecimiento de un nuevo colonialismo que no necesita de las
guerras (teóricamente) para dominar países, basta con controlar sus economías
para tener el poder absoluto en la toma de decisiones. Tanto es así, que cuando la
gente se revela contra el Estado y consigue doblegarlo se da cuenta de que el
Estado no existe, que el poder está más allá.

¿Qué tanto valor añade México a las cadenas globales de valor?

No obstante, esta exitosa integración del país a las cadenas globales de valor,
quedan áreas de oportunidad que se deben aprovechar. Una muy importante es
incrementar el valor agregado nacional a las exportaciones manufactureras, porque
ello implica aumentar la inversión, el empleo, la productividad y, en consecuencia,
los ingresos de los mexicanos.

La multicitada frase de Lord Kelvin: “Lo que no se puede medir no se puede mejorar”
nos sugiere que, para lograr el incremento de valor agregado en nuestras
exportaciones, es necesario saber primero cuál es la contribución específica en este
rubro de las manufactureras, en general, y de cada una de las industrias que la
conforman. En este sentido, se han dado esfuerzos de medición por parte de la
OECD-WTO, el BID y otros expertos3, o a través de cálculos con las estadísticas
disponibles sobre empresas exportadoras4; sin embargo, el proceso de medición es
complejo y requiere el uso de múltiples estadísticas para reflejar los diversos
ángulos del tema. Acertadamente, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(Inegi) llevó a cabo una estimación de la contribución de valor agregado de la
economía mexicana a las cadenas globales de valor en la manufactura en 2014.
Comparaciones internacionales
El Programa de Comparación Internacional es la iniciativa estadística
más grande, compleja y ambiciosa que realiza actualmente la
comunidad estadística internacional para medir el tamaño económico,
el nivel precio y el nivel de bienestar material de países, regiones y del
mundo entero. Su objetivo es realizar comparaciones internacionales
del PIB y sus componentes del gasto, con base en paridades de poder
de compra, que son tasas de conversión y deflactores espaciales de precios. Los
resultados que se presentan a continuación corresponden a los de la Ronda 2011 y
muestran las relatividades de la situación económica internacional para la mayor
cobertura alcanzada de países y regiones participantes desde sus orígenes.

Economías más grandes de América Latina


Valores convertidos con PPC (miles de millones de dólares de EU).

Países con menor PIB real per cápita de América Latina


PIB per cápita convertido con PPC (dólares de EU)

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