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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DEL PERÚ

FACULTAD DE SOCIOLOGÍA

“PRÁCTICAS DE TRANSGRESIÓN EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL DE

LOS ESTUDIANTES DEL INSTITUTO ANDRÉS AVELINO CÁCERES

DORREGARAY – HUANCAYO, 2015”

TESIS PARA OPTAR EL TÍTULO PROFESIONAL DE LICENCIADOS EN

SOCIOLOGÍA

PRESENTADA POR:

CARBAJAL MORAN EDSON TEOFILO

QUITO ESPIRITU CELSO YHUSSEP

ASESOR:

LIC. HURTADO MEZA GONZALO

Huancayo – Perú

2017

1
CONTENIDO

RESUMEN EJECUTIVO ...............................................................................................................4

INTRODUCCIÓN: ...........................................................................................................................6

CAPÍTULO I:PLANTEAMIENTO ..........................................................................................11

1.1. Planteamiento del Problema. ..............................................................................11

1.2. Formulación del problema: .................................................................................13

1.3. Formulación de objetivos:...................................................................................14

1.4. Hipótesis: ............................................................................................................15

1.5. Justificación: .......................................................................................................15

CAPÍTULO II:MARCO TEÓRICO.........................................................................................17

2.1. Antecedentes de investigación:...........................................................................17

2.2. Bases teóricas:.....................................................................................................27

2.3. Marco conceptual:...............................................................................................56

CAPÍTULO III:METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN .............................................63

3.1. Enfoque de Investigación....................................................................................63

3.2. Método General. .................................................................................................63

3.3. Método Particular................................................................................................63

3.4. Tipo de Investigación..........................................................................................64

3.5. Diseño Metodológico..........................................................................................64

2
3.6. Población: ...........................................................................................................64

3.7. Muestra: ..............................................................................................................64

3.8. Técnicas de Recopilación de Información:.........................................................67

3.10. Instrumentos de Recopilación de Información. ..................................................69

CAPÍTULO IV:PRESENTACIÓN DE RESULTADOS....................................................70

4.1. La actividad académica:

Expectativas profesionales, limitaciones académicas y juicios de valoración en los

estudiantes. ......................................................................................................................70

4.2. Las prácticas de transgresión dentro del aula:

Sobornos e intercambio de favores. ...............................................................................88

CAPÍTULO V:ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS: ..................................114

CONCLUSIONES: .........................................................................................................................130

SUGERENCIAS: ............................................................................................................................133

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA.........................................................................................135

3
RESUMEN EJECUTIVO

La tesis “Practicas de Transgresión en el Proceso de Formación Profesional de los

Estudiantes de la Especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto de Educación Superior

Tecnológico Público Andrés Avelino Cáceres Dorregaray – Huancayo” analiza las prácticas

de transgresión: soborno e intercambio de favores cometidas en la relación docente-alumno dentro

del proceso de formación profesional de los estudiantes. El problema general que guio la

investigación reside en el Por qué se instituyen las prácticas de transgresión en la formación

profesional de los estudiantes de la especialidad de mecánica automotriz del IESTP Andrés

Avelino Cáceres Dorregaray.

La investigación se abordó desde el enfoque cualitativo, donde se empleó como método

general el método científico, el cual permitió plantear un problema científico y formular

respuestas tentativas a los problemas (hipótesis). El tipo de investigación es de descriptiva-

explicativa. Lo que evidencia nuestra investigación, es que en su mayoría los estudiantes muestran

limitaciones en cuanto a su desempeño académico, por lo que recurren a mecanismos alternativos

(informales) para el logro de sus objetivos, aprobar las materias que cursan, culminar la carrera

profesional en última instancia, de ahí que las prácticas de transgresión se van legitimando

paulatinamente dentro del espacio académico y son adoptadas por los estudiantes como reglas de

juego para enfrentar las labores académicas sin mayores complicaciones.

PALABRAS CLAVES: prácticas de transgresión, soborno, intercambio de favores,

formación profesional, desempeño académico.

4
ABSTRACT

The thesis "practices of transgression in the process of forming professional students in the

specialty of auto mechanics at the technological Institute of higher education public Andrés

Avelino Cáceres Dorregaray - Huancayo" addresses the practices of transgression: bribery

exchange of favors within the academic space relationship. The general problem that guides the

research lies in why are the practices of transgression in the academic and professional training of

students in the specialty of automotive mechanic of the IESTP "Andrés Avelino Cáceres

Dorregaray" instituted?

The research was addressed from the qualitative approach, where the scientific method was

used as a general method, which allows us to raise a scientific issue, formulate tentative answers

to the problems (hypothesis). The type of research is descriptive - exploratory.

What evidence our research, is that most students show limitations in their academic

performance. These limitations prevent face academic work from the formality rules, so that

students look for another (informal) alternative mechanisms to achieve their objectives, approve

matters that attend, culminate the career ultimately, so that the practices of transgression are

legitimizing gradually within the academic space and are taken by students to face the academic

work without further complications.

KEY WORDS: practices of transgression, bribery, exchange of favors, professional training

and academic performance.

5
INTRODUCCIÓN:

El fenómeno de la corrupción es de existencia remota, los amplios y variados modos de

conducta que entraña se han expresado junto con la aparición de las sociedades y estados más

tempranos. La presencia de este fenómeno ha sido continua en todas las culturas y sociedades,

logrando unas más que otras detener este arraigado aspecto de las relaciones sociales

(Quiroz,2013).

En el Perú, el fenómeno de la corrupción ha sido una constante a lo largo de nuestra historia

de ahí que se encuentra inscrita en la misma estructura de nuestra sociedad. El ofrecimiento y

recepción de sobornos, la malversación y mala asignación de fondos y gastos públicos, los

escándalos financieros y políticos, el fraude electoral, el tráfico de influencias, el financiamiento

ilegal de los partidos políticos, comprenden, por ejemplo, solo algunas de las corruptelas

imperantes históricamente en nuestra sociedad, de ahí que el Perú ha devenido en un clásico país

profundamente afectado por la corrupción administrativa, política y sistémica, tanto en su pasado

lejano como en el más reciente (Quiroz, 2013).

La presencia de la corrupción a lo largo de la historia de nuestro país podemos percibirla desde

las postrimerías del periodo colonial hasta nuestros días, prácticas de la que han estado y aun en la

actualidad están plagadas nuestras instituciones, así como nuestras relaciones cotidianas, de ahí

que la proliferación del fenómeno tiene efectos contrarios al desarrollo como a la democracia de

6
nuestra sociedad. En este sentido se torna imprescindible la comprensión del fenómeno

(corrupción) a la hora de comprender el desarrollo de nuestra sociedad.

Ahora bien, siendo la corrupción un fenómeno generalizado, persistente en nuestra sociedad

y que permea nuestras relaciones más cotidianas los centros de formación superior: universidades

e institutos difícilmente pueden estar exento de este fenómeno. Los centros de formación superior

en nuestro país, como gran parte de las instituciones, han sido trastocadas por la estructura corrupta

imperante en nuestra sociedad, de ahí que la comprensión de las prácticas de corrupción que se

establecen en los espacios de formación académico-profesional constituyen hechos insoslayables

a la hora de explicar la calidad académica y la formación profesional en los centros de educación

superior.

Bien es sabido que en los últimos años se ha puesto en el tapete académico y político el

problema de los centros de educación superior en el país. Esto tendría que ver fundamentalmente

con la escaza producción académico científica, el inexistente vínculo con las demandas y

requerimientos sociales para su desarrollo y la mediana calidad en la formación de sus estudiantes

(Piscoya, 2011), así mismo, sería un error eludir de la corrupción como fenómeno incrustado en

los centros de formación superior a partir de sus diversas modalidades, desde malversación de

fondos, nepotismo, clientelismo, sobornos, plagio de tesis, entre otras prácticas que comprometen

a autoridades, docentes, personal administrativo, y estudiantes.

La corrupción no se limita a los órganos de gobierno dentro del espacio académico sino

también “(La corrupción) atraviesa todo el sistema educativo y llega hasta su corazón, es decir,

hasta el aula” (Huber 2008:108), he aquí el especial interés de nuestra investigación. Si bien

diversos son los rostros de la corrupción dentro del sistema educativo, para fines de nuestra

7
investigación, las prácticas de transgresión1 dentro del aula, en la relación docente-alumno durante

el proceso de formación académico-profesional resulta de especial interés, considerando que la

institucionalización de este tipo de prácticas en espacios académicos surten efectos discordantes

al normal proceso de formación académico-profesional dentro de las instituciones de educación

superior y, al mismo tiempo suponen efectos negativos para la formación de valores morales en

las nuevas generaciones. “La coima en los exámenes y la evaluación llevan a un mal

aprovechamiento de los talentos y […] se impone la propagación de una cultura de la corrupción,

manipulación y favoritismo en las nuevas generaciones” (Huber 2008:103).

En este horizonte, la presente investigación “Prácticas de transgresión en la formación

profesional de los estudiantes de la especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto

Andrés Avelino Cáceres Dorregaray – Huancayo, 2015”, se guio bajo las interrogantes de Por

qué se instituyen las prácticas de transgresión en la formación profesional de los estudiantes, cuál

es el modo en que se estructuran las prácticas de transgresión y cómo este procedimiento informal

desvirtúa el normal proceso de formación profesional, la investigación pretende analizar y

explicar los factores por los cuales se instituyen las prácticas de transgresión dentro del espacio

académico. Asimismo, analiza el cómo se estructuran estas prácticas y finalmente explica los

efectos que generan las prácticas de transgresión en la formación profesional de los estudiantes.

La abundante literatura existente de la corrupción está enfocada en el aspecto institucional del

mismo, de ahí que la mayor parte de estudios existentes, con contadas excepciones, son de carácter

económico y jurídico que enfatizan los efectos del fenómeno para la economía y a la democracia.

En contraste, el presente estudio pretende analizar, desde una perspectiva micro-social, cómo

1
Prácticas de soborno e intercambio de favores.

8
operan las prácticas de transgresión a partir del análisis de la experiencia cotidiana de los actores

que participan de la concreción de acuerdos informales.

En términos metodológicos, la estrategia de selección de los entrevistados y más aún el

abordaje de las entrevistas desataron replanteos constantes para el logro del objetivo: la adquisición

de la información relevante. Pues, dada las características ético – morales de del problema de

estudio, los informantes se abstuvieron de brindar la información requerida en forma directa por

lo que se recurrió al desarrollo de entrevistas espontaneas adaptadas a espacios deportivos o extra

académicos, así también se hizo uso de las redes sociales o diálogos sostenidos por vía telefónica.

Finalmente, nos parece necesario aclarar que se eligió la especialidad de Mecánica

Automotriz, no porque se la considera una especialidad con mayor incidencia de prácticas

informales, sino porque es una de las especialidades con mayor número de estudiantes dentro del

centro superior de estudios, lo cual, hace posible una mayor amplitud y variedad en los pareceres,

discursos y prácticas de los estudiantes entorno a la transgresión.

La investigación se encuentra organizada en cinco capítulos: El capítulo I, presenta el

planteamiento del problema. Destacando la presencia de prácticas de transgresión dentro de los

espacios académicos, considerando que la difusión de estas prácticas desvirtúa el normal proceso

de formación académico profesional. El capítulo II, aloja los antecedentes, así como las

perspectivas teóricas referidas al problema de investigación, aportes sobre los cuales se ha

establecido las conjeturas desde las que, finalmente, se ha desarrollado la investigación. El

Capítulo III, desarrolla la metodología general y particular, el diseño metodológico y el tipo de

investigación, Asimismo, describe las principales técnicas e instrumentos empleados en la

recopilación y el procesamiento de información. El Capítulo IV, desarrolla la presentación de

9
resultados. Este corresponde a la suma de información empírica compilada en el trabajo de campo

que se desarrolló a partir de entrevistas abordadas a un grupo de estudiantes y egresados de la

especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto Andrés Avelino Cáceres Dorregaray. El

Capítulo V, está dedicado a la discusión y análisis de los resultados. La discusión se desarrolla en

torno a las perspectivas teóricas de las prácticas de trasgresión, así como el ser y los fundamentos

de los centros de formación superior. Por último, se presentan las principales conclusiones y

sugerencias a las que se arribaron en el desarrollo de la investigación, en este se destacan los

principales hallazgos y reflexiones teórico-prácticos del estudio.

Los Tesistas.

10
CAPÍTULO I:

PLANTEAMIENTO

1.1. Planteamiento del Problema.

Las prácticas de transgresión en los espacios académicos, en particular dentro del aula, han

devenido en actos recurrentes en los que incurren los principales actores de los procesos de

formación académica - profesional: docentes y estudiantes.

Entre otras modalidades se sabe que las prácticas más comunes y habituales están constituidas

por el ofrecimiento y recepción de sobornos y el intercambio de favores, prácticas que yacen

inscritas en la cotidianidad de los estudiantes y, son aceptados como “reglas de juego” para

enfrentar sin mayor inconveniencia las labores académicas, en particular, la aprobación de las

asignaturas en los procesos de formación académico-profesional.

Bien es sabido que la venta de notas dentro de las universidades y los institutos se han

convertido en prácticas habituales. Pues, basta con remitirnos a los Titulares de los diarios locales

para percibir su presencia en los centros de educación superior, titulares como “Sentencian a

universitario por intento de soborno a docente” (08/01 /17, publimetro.pe- Loreto). “Aparecen

más denuncias sobre docentes corruptos” (30/11/15, Correo- Ica). “Cae un profesor de la UNICA

11
'in fraganti' cobrando coima a los alumnos” (28/10/15, Lo último -Arequipa). “Detienen a

catedrático universitario por exigir soborno a alumnos” (30/10/15- Ica), son solo algunos de los

casos que dan cuenta de la presencia de prácticas de este tipo dentro de los centros de educación

superior.

Si bien diversas razones pueden explicar la incursión de docentes y alumnos en este tipo de

prácticas, asumimos que las limitaciones en el desempeño académico de los estudiantes, así como

el escaso interés de los mismos en su formación profesional, constituyen móviles propicios para

la difusión de prácticas de este tipo con el fin único de culminar con facilidad y sin mayores

esfuerzos los ciclos académicos y, por consiguiente, la carrera profesional.

En un escenario como este, la competencia por el saber y el esfuerzo en la tarea de formarse

como profesionales se convierten en aspectos sin mayor importancia, o en el peor de los casos

innecesarios, al existir un camino que no requiere de mayor esfuerzo ni dedicación, que no implica

finalmente tarea alguna para enfrentar las labores académicas: el establecer un acuerdo a partir

del ofrecimiento de sobornos que promueven alumnos con el fin de aprobar las asignaturas y/o

participar del intercambio de favores , a partir de los vínculos de confianza concretizadas con los

docentes.

Este tipo de prácticas, indudablemente, desencadenan efectos contrarios al normal proceso de

formación académico-profesional. Los esfuerzos por el saber y la formación profesional, en un

escenario de este tipo, terminan relegados mientras los estudiantes se concentran y están

empeñados en concretizar acuerdos informales (ofrecer un soborno y/o intercambiar favores) con

los docentes para con la aprobación de las asignaturas, de ahí que este tipo de actos terminan

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estimándose como el camino más fácil y practico de enfrentar las labores académicas durante el

proceso de formación profesional.

Asumiendo que toda formación académico profesional requiere de un mínimo de esfuerzo y

dedicación de los estudiantes, el mismo que implica responsabilidades y serios compromisos con

el proceso de formación profesional, resulta difícil pensar una formación de calidad cuando se

desvirtúa el normal proceso de formación. Pues, al subestimarse la laboriosa tarea de formarse

como profesionales, se impone el facilismo y la usura de las cosas, deteriorándose, de esta manera,

la seria labor de formar profesionales con capacidades y competencia logradas.

En este horizonte, la presente investigación tiene la finalidad de analizar el cómo se

estructuran y qué efectos suponen las prácticas de transgresión que se ponen en juego en la

cotidianidad de los estudiantes de la especialidad de mecánica automotriz del “Instituto

Tecnológico Publico Superior Andrés Avelino Cáceres Dorregaray" durante el proceso de

formación profesional.

1.2. Formulación del problema:

Problema general:

¿Por qué se instituyen las prácticas de transgresión en la formación profesional de los

estudiantes de la especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto de Educación Superior

Tecnológico Público “Andrés Avelino Cáceres Dorregaray”?

13
Problemas específicos:

¿Cómo se estructuran las prácticas de transgresión en la formación profesional de los

estudiantes de la especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto Tecnológico Andrés Avelino

Cáceres?

¿Cómo este procedimiento informal desvirtúa el normal proceso de formación profesional de

los estudiantes de la especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto Tecnológico Andrés

Avelino Cáceres Dorregaray?

1.3. Formulación de objetivos:

Objetivo general:

Analizar explicar los factores por lo que se instituyen las prácticas de transgresión en la

formación académico de los estudiantes de la especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto

de educación Superior Tecnológico Público Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, Huancayo-2015.

Objetivos específicos:

Analizar el modo en que se estructuran las prácticas de transgresión en la formación

profesional de los estudiantes de la especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto de

educación Superior Tecnológico Público Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, Huancayo-2015.

Explicar los efectos que suponen las prácticas de transgresión en el proceso de formación

profesional de los estudiantes de la especialidad de Mecánica Automotriz del Instituto de

educación Superior Tecnológico Público Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, Huancayo-2015.

14
1.4. Hipótesis:

Hipótesis general:

Las limitaciones en el desempeño académico, como el escaso interés en la formación

profesional, hacen que los estudiantes incurran en prácticas informales como reglas de juego para

enfrentar las labores académicas durante el proceso de formación académico-profesional.

Hipótesis específicas:

Las prácticas de transgresión en la actividad académica se estructuran a partir del pacto tácito

que establecen los alumnos con los docentes teniendo como finalidad aprobar las asignaturas, cuyo

mecanismo de vinculación es la cuota de pago que cierra el compromiso mutuo o a partir del

intercambio de favores realizadas entre docentes y estudiantes.

Las prácticas de transgresión en el proceso de formación profesional hacen que el alumno

pierda interés en sus estudios y normaliza estos procesos como una práctica habitual para enfrentar

las labores académicas, relegando su formación profesional.

1.5. Justificación:

Los centros de formación superior en nuestro país no son ajenos a la practicas de corrupción

de diverso tipo existente en las instituciones como en las relaciones más cotidianas de nuestra

sociedad, de ahí que el análisis y comprensión de este fenómeno ha de ser imprescindible a la hora

de explicar la calidad académica, como el de la formación profesional en los centros de educación

superior.

15
En este sentido, la justificación teórica de la presente investigación reside en el aporte

académico que representa el evidenciar y analizar las diversas modalidades de prácticas de

transgresión existentes en el proceso de formación profesional de los estudiantes de la especialidad

de Mecánica Automotriz del Instituto de educación Superior Tecnológico Público Andrés Avelino

Cáceres Dorregaray. Pues, si bien se han sostenido amplios debates sobre la corrupción y las

prácticas de trasgresión, la mayoría de las investigaciones han visto el tema como un problema

económico y/o político. En contraposición, la investigación que abordamos pretende estudiar las

prácticas de transgresión desde una perspectiva micro-social, como un fenómeno social y, analizar

cómo operan estas prácticas desde la experiencia cotidiana de los actores involucrados, por lo que

aloja un valioso aporte teórico para los estudios de transgresión y corrupción desde espacios locales

y la cotidianidad misma de los actores involucrados.

En términos prácticos, la investigación pretende que los estudiantes, docentes y demás actores

de los centros de formación superior asuman mayor conciencia sobre los efectos negativos que

suponen la difusión de prácticas como el soborno e intercambio de favores dentro de los espacios

académicos. Pues, consideramos que visibilizar la existencia de actos de corrupción, así como

comprender los efectos que generan estas prácticas resulta crucial para enfrentar la corrupción

dentro de los centros de formación superior.

Finalmente, dado la dificultad de evidenciar las prácticas de corrupción, los estudios referidos

al tema han tropezado constantemente con limitaciones de orden metodológico, en especial, los

estudios cualitativos. En este sentido, consideramos que el proceso de la investigación contribuirá

a la mejora de técnicas e instrumentos, en todo caso, a idear nuevos procedimientos, para abordar

el estudio del fenómeno con mayor consistencia.

16
CAPÍTULO II:

MARCO TEÓRICO

2.1. Antecedentes de investigación:

Quiroz A. (2013) “HISTORIA DE LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ”

En la literatura referida al fenómeno de corrupción en el país, existe una consensuada

conclusión2 que sostiene que tanto la corrupción, como las prácticas de transgresión en el país, no

constituyen un fenómeno esporádico, generalizado y persistente de los últimos años, sino que se

encuentra inscrita en la misma estructura central de nuestra sociedad y podemos percibirla desde

la época colonial hasta nuestros días. Alfonso Quiroz (2013) en “Historia de la Corrupción en el

Perú”, a partir de los recientes adelantos empíricos y teóricos en el estudio de la corrupción,

investiga y da cuenta de las evidencias históricas del accionar de grupos y redes que, en distintos

contextos económicos y políticos se apropiaron de los recursos públicos para beneficio particular.

Así tenemos que, el ofrecimiento y recepción de sobornos, la malversación y mala asignación de

fondos y gastos públicos, los escándalos financieros y políticos, el fraude electoral, el tráfico de

2
Véase al respecto: O`PHELAN, Scarlett. «Orden y Control en el Siglo XVIII. La Política Borbónica frente a la
Corrupción Fiscal, Comercial y Administrativa». En: PORTOCARRERO, Felipe (ed.). El Pacto Infame. Lima:
CIUP, 2005.

17
influencias, el financiamiento ilegal de los partidos políticos, comprenden solo algunas de las

corruptelas imperantes históricamente en nuestra sociedad , de ahí que el Perú ha devenido en un

país profundamente afectado por la corrupción administrativa, política y sistémica, tanto en su

pasado lejano como en el más reciente (Quiroz, 2013).

Quiroz (2013) da cuenta de las relaciones entre grupos corruptos y líderes políticos en la

búsqueda del control del poder a partir de medios ilegales que socaban las normas institucionales

creando escenarios desfavorables para el desarrollo social y económico del país. De otro lado, el

historiador analiza la adaptación de redes corruptas a nuevos contextos, teniendo una presencia

constante a lo largo de nuestra historia.

En la época colonial, las evidencias históricas dan cuenta de la existencia de círculos de

patronazgo virreinal. Pues, un problema primordial que enfrentaron los líderes de la conquista fue

la diversidad de ambiciones de enriquecimiento rápido que traía a olas de conquistadores y

colonos. En este contexto el uso de la fuerza era combinado con un hábil patronazgo y con

sobornos para crear una semblanza de gobierno estable y aceptable para los reales ministros de

España. La estabilidad del virrey a través patronazgo implicaba un costo alto. Este sistema iba

acompañado por la corrupción que, a veces, lograba suavizar las fricciones inmediatas, pero que,

en última instancia, ofrecía beneficio solo para unos cuantos a expensas de la leyes e instituciones

que garantizaban el bien común. Los virreyes patrocinaban facciones que los respaldaban en el

poder y neutralizaban a grupos hostiles. El virrey se rodeaba desde un inicio de todo su círculo

familiar, clientes y criados que viajaban con él desde España. Este séquito cercano era crucial para

lo obtención de beneficios no oficiales para el virrey. La red virreinal se expandía luego para atraer

a intereses locales ansioso por cortejar al virrey. Este patrón se repitió en los gobiernos de

sucesivos virreyes desde los primeros tiempos de la colonia. (Quiroz 2008).

18
En la temprana república, el proceder corrupto de líderes y caudillos militares ha estado

marcado por el tosco saqueo del estado en nombre de la emancipación. “el saqueo y abuso de los

bienes públicos y privados por parte de jefes continuaron siendo frecuentes y causando problemas

diplomáticos recurrentes” (Ortiz, 2008, pág. 106). De igual modo, en la era del guano, la presencia

de prácticas corruptas tuvo un peso crucial. Pues contribuyeron a la derrota de reformas legales y

administrativas necesarias, así como a exacerbar la crisis financiera, reducir el potencial para el

desarrollo económico y, en última instancia conducir al Perú al peor desastre económico de su

historia. (Quiroz, 2013).

Entre otros escándalos de corrupción en el país a lo largo de la historia podemos señalar los

escándalos del oncenio de Leguía (1919-1930), los escándalos de contrabando en el gobierno

belaundista (1968) sin dejar de lado el gobierno de Fujimori-Montesinos, pues esta época alcanzo

grados incontrolables de corrupción, quizá la más reciente en una larga ola de corrupción

estructural y sistémica. En efecto, este régimen autoritario tuvo que conservar una fachada de

democracia para legitimarse a sí mismo en el nuevo contexto internacional de la década de 1990.

“con la excusa ideológica de promover la lucha contra los insurgentes terroristas y el narcotráfico,

se formó un aparato secreto policial y militar para capturar y manipular el estado, así como

perpetrar abusos de los derechos humanos” (Quiroz, 2013, pág. 339).

El acaparamiento de fondos secretos para sobornos en el SIN, procedentes de los sobornos en

las adquisiciones militares; la malversación de los fondos de pensiones militares; los cupos al

tráfico de drogas, entre otros mecanismos de corrupción fueron útiles para financiar el tráfico de

influencias y el soborno en prácticamente todos los ámbitos del estado. (Quiroz, 2008).

19
En suma, la historia ilustrada por el autor, es una historia plagada de corrupción en todos las

formas y niveles, se evidencia el afán de grupos políticos y militares por la búsqueda y el control

patrimonial del poder. La transgresión, en este contexto, yace inscrita desde tiempos remotos tanto

en la conciencia como en la costumbre misma de la población de nuestra sociedad como

mecanismo acaso legítimo de quebrantamiento de las leyes para la consecución de fines

particulares.

Mujica J. (2011) en “MICROPOLÍTICAS DE LA CORRUPCIÓN: REDES DE PODER

Y CORRUPCIÓN EN EL PALACIO DE JUSTICIA” plantea una mirada particular de la

corrupción desde la antropología. Mujica sostiene que la mayoría de estudios de la corrupción se

han abordado desde perspectivas económicas y/o jurídicas, de ahí que habría la necesidad de

entender también las implicancias sociales del fenómeno. Mujica elabora un estudio etnográfico

de la corrupción y la trasgresión en el palacio de justicia y concluye que, en este espacio la

corrupción se presenta como un mecanismo practico que funda modos de relacionarse, maneras

de acceder al poder, redes sociales, redes políticas y de amistad, que se movilizarían dentro de la

estructura que aparenta la vigencia de la ley.

En la dinámica de la acción de las redes y en los modos de relacionarse de los actores, la

corrupción tendría un papel importante. La corrupción en el sistema judicial, tendría una función

práctica, lejos de aquellas miradas que la definen como una mal intrínseca. Esta función practica

sería la de organizar las redes informales de poder, las mismas que se tejen dentro de la estructura

de poder formal. Pues, finalmente, el ejercicio del poder no dependería solamente de la forma de

la estructura normativa, sino también de las formas de corrupción y sus redes (informales).

20
Según Mujica (2011), las prácticas de corrupción en el palacio de justicia recrean y

fundamenta la pertenencia a la red, esa misma que brinda seguridad y que penetra la estructura que

la formalidad sugiere. Por lo tanto, es esta lectura, las prácticas de corrupción lejos de romper las

redes estructurales, serían mecanismos que fundan y los poderes políticos en las relaciones

cotidianas. La corrupción, por tanto, otro sentido, pues constituiría un mecanismo de construcción

de redes y, a su vez, uno de los medios que deben ser aceitados para poder recrear y mantener las

redes sobre las cuales se funda el poder local.

Desde esta lectura, las prácticas de corrupción dentro del poder judicial constituirían más bien

modos de vinculación en pos del poder, antes que transgresión a la estructura formal. Finalmente,

la corrupción, en la mirada del autor, no existe al margen de las relaciones sociales, sino requiere

de estas. En este sentido, al ser todos participes de la corrupción, no existiría ni corruptor ni

corrompido, los partícipes de estas relaciones serian corruptos sin excepción alguna.

LUDWIG Huber (2008) en su estudio “ROMPER LA MANO: una interpretación cultural

de la corrupción”, refiere que la población frente a la corrupción, se guía generalmente por un

juicio moral particular que no necesariamente se ciñe a las leyes positivas del Estado. Es decir, la

población tiene un juicio particular sobre una situación, de acuerdo a la construcción subjetiva de

su moralidad y que esto a su vez responde a su socialización, a los valores y jueces asimilados en

su entorno social. De otro lado, para Huber la definición de la corrupción como “abuso de un cargo

público para el beneficio privado” 3 supondría una nítida separación entre ambas esferas.

El fondo de esta perspectiva seria la percepción de una administración pública íntegra y

apolítica, en el sentido de la burocracia racional de Max Weber. Sin embargo, el funcionario típico

3
Definición de la corrupción según el World Development Report de 1997.

21
ayacuchano sería más bien, un funcionario “empresarial” en busca de dividendos, insertado en una

amplia red de relaciones sociales, a las que puede recurrir en caso de una necesidad, pero a las que

también tiene que apoyar cuando se lo piden. De esta manera, las normas de la burocracia moderna

estarían sofocadas por obligaciones particulares. Habría, según el autor, un doble estándar: una

fachada pública para los ajenos y una zona íntima, de exclusividad, para los propios. Los avances

o retrasos en la atención, la celeridad o lentitud en los trámites, revelarían quiénes pertenecen al

círculo y quiénes están fuera. Solo en la superficie, la burocracia habría logrado avances

significativos en la obtención de rasgos universales, mientras que en lo esencial se mantiene la

presión de grupos primarios.

PISCOYA Luis (2011) ¿A dónde nos llevan nuestras universidades? Lima: Univ. Inca

Garcilaso de la Vega.

A partir de una comparación de los rankings internacionales, Piscoya describe la posición de

nuestros centros de formación superior en comparación a universidades del mundo y

Latinoamérica. Es evidente para nuestro autor, la escaza producción de conocimientos y la endeble

formación académico-profesional en los centros de educación superior en el país. Esta situación

sería producto, entre otros factores, por la crisis en los principios rectores de los centros de

educación superior.

Un signo inequívoco de crisis de las universidades seria el olvidar que la verdad de las

afirmaciones científicas no se establece mediante un acuerdo, por democrático que sea, sino a

través del descubrimiento y la creación de pruebas que produce la investigación paciente y

talentosa. Mas, en muchísimos casos ,la negociación de los prerrequisitos del curriculum, el

ablandamiento extremo de las exigencias para optar grados académicos y títulos, la concesión de

22
doctorados sin exigencia de actualización, la escaza selectividad en los procesos de admisión a los

centros superiores, habría implicado presuponer que la lógica de la ciencia y las exigencias de la

verdad podían ser supeditadas a muy contingentes proyectos personales y a prácticas discordantes

a la , la función más alta de la universidad que es la de investigar y producir conocimientos.

En consecuencia, la minimización del principio de la verdad habría conllevado a una

subvaluación de la excelencia y la calidad académica (Piscoya, 2011).

MEZA, Américo (2003) PODER Y CRISIS EN LAS UNIVERSIDADES DEL PERÚ

(CASO UNCP).

La investigación da a conocer las estrategias de poder en el control administrativo y académico

de la Universidad Nacional del Centro del Perú por parte de las autoridades universitarias. Para

Meza (2003) desde los años sesenta la universidad tuvo una visión institucional que la condujo a

perfilarse como un centro superior modelo de la sierra central por su convocatoria educativa y por

la calidad de profesionales que dotaba. No obstante, esta proyección habría sido interrumpida a

finales de los setenta por la incursión a los órganos de gobierno de partidos políticos como el

APRA, AP y de la guerrilla senderista que haría su aparición recién y con mayor contundencia

entre los años de 1986 y 1987 (Meza 2003). Estos grupos se habrían aferrado al poder, practicando

una política basada en la formación de cuadros con la participación de docentes y estudiantes

dirigentes. Otra de sus orientaciones habría sido la obtención de prebendas antes que apostar por

una perspectiva de desarrollo académico, esta práctica se habría frenado momentáneamente a

principios de los noventa con el anuncio de un nuevo modelo de universidad (emprendedora),

expuesto por un grupo de docentes aspirantes a rector y vicerrector, este modelo rescataría la

esencia institucional de los años sesenta: “formar profesionales modernos con mentalidad de

23
hombres de empresa, capaces de realizar con éxito el desarrollo regional” (Meza, 2003 pág.16).

No obstante, esta política habría tropezado con colectivos de estudiantes y docentes adversos a

esta perspectiva académica. Al no estar de acuerdo, estos colectivos habrían limitado la

modificación de la curricula de estudios incitando a otras facultades académicas a fundar un poder

alterno a la autoridad legítima y permitiendo la permanencia de dirigentes senderistas en los

órganos de gobierno.

Estas limitaciones habrían hecho que las autoridades renuncien a la implementación del modelo

de universidad (emprendedora), constituyendo un gobierno corrupto que tenía como interés

dominar a toda la comunidad universitaria, estructurando un poder con personas de su entera

confianza. “los órganos de gobierno son controlados por estudiantes y docentes dirigentes leales

al orden vigente a quienes las autoridades universitarias otorgan prebendas y privilegios en el

poder” (Meza,2003, pág. 17).

Las prebendas que recibían los dirigentes estudiantiles tendrían que ver con hacerse acreedores

a becas de estudios de post-grado en el interior del país, participar de exámenes en la universidad

con ingresos incluidos. Los dirigentes docentes, por su lado, ocuparían cargos de dirección en

alguna unidad administrativa, ser directores de las escuelas profesionales sedes de la universidad

en las provincias de la región Junín y asumir labores de servicios secreto. (Meza, 2003).

Para Meza (2003) este gobierno universitario se habría dinamizado sin un proyecto

institucional, priorizando más bien el control de poder y prolongar el periodo de su gobierno,

apelando a prácticas poco transparentes antes que el desarrollo académico.

Meza (2003) recrea conceptos como el compadrazgo, modos de intercambio informal y

relaciones patrón-cliente, conceptos abordados por la antropóloga Larrisa Adler lomnitz (1994).

24
Los modos de intercambio informal en el contexto de la universidad estarían presentes en el

intercambio de votos, para la elección del nuevo rector, y la solicitud de “cupos” de “dinero en

efectivo”, fiestas sociales, gestionar una unidad administrativa y emplearse en la academia pre-

universitaria de la universidad. En los noventa los postulantes al rectorado y vicerrectorado habrían

influido en la votación de los dirigentes (docentes y estudiantes) a fin de ser favorecidos.

El compadrazgo implicaría la voluntad de establecer vínculos de ayuda reciproca

cuidadosamente manejados y dosificados. En la UNCP, este sistema explicaría la informalidad a

la que recurren las autoridades en la contrata de personal docente y administrativo. Pues, antes que

evaluar las condiciones requeridas del postulante, se apelaría más bien a vínculos de amistad para

garantizar la contrata.

El concepto de patrón - cliente aludiría a la lealtad entre dirigentes y autoridades universitarias.

Estas relaciones permitirían estructurar un gobierno universitario que prescinde de las políticas de

desarrollo de la Universidad. De esta manera estructurarían un poder local, inestable y arbitrario

producto de acuerdos políticos. (Meza 2003).

Bonfiglio Giovanni (2008) ¿Qué hay detrás de la baja aceptación de la formación técnica

en el Perú?

En los hallazgos de Bonfiglio (2008) acerca del rol de los institutos de formación técnica, el

autor analiza el proceso a través de diversos episodios en el proceder histórico del país.

Considerando como punto de debate la presencia de una movilidad social en busca del cambio en

la educación superior, en su gran porcentaje constituidos por el sector social correspondiente a la

clase media y baja que iniciaban su demanda en acceso a una educación superior; esta demanda se

25
veía reflejada en un significativo grupo de jóvenes egresados de los colegios, el cual iba en

aumento producto de la expansión demográfica.

Para el autor las Universidades serían centros de estudios superior ofrecidas a clases de élite,

sería la imagen del blanco, la única que podría acceder a este tipo de educación. Si bien en casos

particulares existían estudiantes procedentes del sector social popular, las universidades no podían

albergar a todo egresado de colegio. Pues ello implicaría aumentar el número de vacantes de

ingreso y reducir el nivel de evaluación en los exámenes de admisión al igual que el proceso de

selección, lo cual traería consecuencias en la calidad educativa con horarios y profesores saturados

y por tal los estándares profesionales de los egresados se reducirían.

Bonfiglio (2008) explica que el surgimiento de la formación técnica fue producto de la

movilidad social por parte de la clase social emergente en reconocimiento de un Prestigio Social.

La educación y sobre todo la educación superior, seria aquel requisito que permitiría tener estatus

dentro de la sociedad y por tal su aceptación; dicho reconocimiento estaría referido al esfuerzo

presentado durante los años de formación. Solo en la educación superior, más aún solo en la

educación universitaria yacería el alma del Prestigio Social.

Para Bonfiglio (2008) las crisis en la formación de profesionales de los institutos son resultado

de la interiorización del Prestigio Social en cada individuo. Pues, los alumnos como la misma

sociedad, considerarían que los centros de formación técnica no podrían ser comparados con la

formación universitaria, dado que no se encontraría al mismo nivel de Prestigio y que por tanto no

existiría una complementariedad entre universitarios y técnicos, mas tanto se mantendría una

conducta subalterna de los profesionales egresados de los institutos, frente a los egresados de

centros de educación universitaria. De ahí que los centros de formación técnica alojarían alumnos

26
con débiles cualidades académicas o estudiantes que en más de una oportunidad no lograron

ocupar una vacante en las universidades. De otro lado, la carencia de autonomía en la gestión

pedagógica e institucional limitaría el desarrollo y acenso de los institutos públicos como oferta

de una calidad en la educación, la relación tensa que mantienen los Directivos de los Institutos y

las Direcciones Departamentales de Educación por causas de la telaraña administrativa, no

permitiría flexibilizar alianzas estratégicas con las empresas, así como equipar con tecnologías de

vanguardia a los institutos. Una causa de igual o mayor significancia estaría en la baja asignación

del salario a los profesores, quienes tendrían que buscar un segundo empleo o trabajos por horas;

reduciendo la importancia de actualizarse académicamente, llevar a cabo la asistencia educativa y

más aún, cumplir a cabalidad con su papel de docente, al dotar de herramientas indispensables a

los futuros profesionales.

2.2. Bases teóricas:

Sobre la Corrupción y Las Prácticas de Transgresión.

Desde que la corrupción ha irrumpido como tema central en los debates políticos y académicos

se ha intentado de múltiples formas la elaboración de una definición consistente del fenómeno. Sin

embargo, como refiere Kahhat, F(2005) ninguno de los intentos de elaborar una definición de la

corrupción que sea, a la vez, exhaustiva y operacionalizable ha conseguido obtener una aceptación

conceptual (del fenómeno) (Portocarrero S,2005 :333) .De ahí que, la definición aceptada seguiría

siendo la más simple: “abuso del poder público para beneficio privado” 4.Desde esta concepción

se analizaría el fenómeno desde el racional choice como disfunción de funcionarios públicos que

4
Definición del World Development Report de 1997.

27
responden a determinada estructura de incentivos5 (Huber,2008). Es en esta línea, desde donde se

han producido la mayor parte de estudios sobre el fenómeno en los últimos años. De ahí que, la

corrupción ha sido tratada, principalmente, desde las ciencias económica y política, prestando

especial atención al marco institucional del fenómeno.

Este enfoque, no obstante, ha tendido a la simplificación y se ha convertido una busca de

soluciones de laboratorio- al problema. (Harrison, 2004: 136)6. De ahí que, en respuesta a este

enfoque hegemónico de la corrupción, se han emprendido novedosos estudios, desde la

antropología principalmente, que incorporan el análisis sociocultural e histórico en el que se

desarrolla la corrupción.

Para autores como Huber (2008), la definición de la corrupción como “abuso de poder para

beneficio privado” representa una visión normativa y universal que no permite variaciones. De

acuerdo con esta definición, la mayoría de investigaciones ha tendido a presentar a la corrupción

como una patología social en la que las consecuencias resultan nefastas. “El enfoque hegemónico

define a la corrupción como un fenómeno que afecta al desarrollo económico, a las instituciones

estatales, a la consolidación de la democracia y al fortalecimiento de la sociedad civil, sobre todo

en los países en vías de desarrollo”. (Huber, 2008).

Esta mirada, no obstante, no habría logrado captar el fenómeno en cabal consistencia. Pues,

este enfoque legal normativo de la corrupción según Moreno Ocampo (2000), solo tendría sentido

cuando: 1. El estado tiene el monopolio para imponer las normas sociales vinculantes, 2. El poder

del estado es legítimo y basado en instituciones democráticas, 3. Existe un alto nivel de

5
o en el llamado rent – seeking.
6
Citado en: HUBER, Ludwig 2008. ROMPER LA MANO: una interpretación cultural de la corrupción. Lima: IEP.

28
conformidad con las normas y, existe una alta probabilidad de que las normas sean castigadas 7.

Este escenario, no obstante, no es siempre el caso, de ahí que la corrupción no solo se produce en

un contexto legal normativo, sino también, y sobre todo, en un contexto social (Huber, 2008:40).

En suma, la corrupción definida como “abuso de un cargo público para beneficio privado”

implicaría la existencia de determinadas condiciones políticas, que, al no existir, fallarían los

parámetros.

En este sentido, en la comprensión del fenómeno se haría necesario incorporar el análisis del

contexto sociocultural e histórico en el que manifiestan las prácticas de corrupción, lo cual

supondría incluir más allá de una mirada que solo considera el aspecto institucional, la variable

“cultura” para una mejor comprensión del fenómeno de la corrupción en nuestro país. 8

En esta misma línea refiere Mujica (2011) que, la mayoría de estudios de la corrupción se han

abordado desde perspectivas económicas y/o jurídicas, de ahí que hay la necesidad de entender

también las implicancias sociales del fenómeno. El aspecto social del fenómeno sugeriría entender

la corrupción como un modo de relacionarse, como un vínculo, como la formación de sistemas de

relaciones sociales, con un sentido y con una lógica de acción.

En esta mirada, la corrupción seria producto de un acuerdo tácito que se funda en las relaciones

de los agentes que participan de un acuerdo informal en la tanto estos se orientan a partir del interés

de conseguir un bien (o favor) que otro posee, pudiendo llegar hasta al abuso de poder por medio

de su cargo.

7
Citado en: HUBER, Ludwig 2008. ROMPER LA MANO: una interpretación cultural de la corrupción. Lima: IEP.
8
HUBER, Ludwig 2008. ROMPER LA MANO: una interpretación cultural de la corrupción. Lima: IEP.

29
De ahí que, no existiría un corrupto, por un lado, y un corruptor por el otro, en las relaciones

informales no existirían entidades pasivas, sino vínculos que se fundan en el acuerdo (informal). 9

En la propuesta de Huber (2008) la corrupción debe ser entendida como una categoría cultural

con significados que varían con el tiempo y que pueden ser comprendidos en su contexto

sociocultural e histórico específico. En este sentido, el estudio de la corrupción, en la mirada del

autor, requiere, un análisis “desde adentro” que incluya la lógica de la acción de los actores

involucrados.

Para Huber las prácticas corruptas responderían a una conducta habitual, la que finalmente,

termina anclándose en la estructura social. La tolerancia y la complicidad a las prácticas corruptas

generarían una legitimidad de facto y se desarrollaría, así, un subsistema que tiende a expandirse

hasta rozar los límites de la eliminación total del sistema normativo relevante, una “cultura de la

corrupción”, donde las prácticas serian consideradas como normales, simplemente porque así

son.10

Ahora bien, en relación a la definición del fenómeno, concluimos que la corrupción definida

como “abuso de poder público para beneficio privado”, no permite una comprensión del problema

de modo consistente, menos aún comprender la dimensión sociocultural del problema.

Si bien, en los últimos años se han emprendido estudios de la corrupción desde su dimensión

sociocultural, no existe, una definición elaborada del problema que incorpore el contexto

sociocultural desde donde se manifiesta el fenómeno. Se sabe que la corrupción debe de ser

9
MUJICA, Jaris 2011. MICROPOLÍTICAS DE LA CORRUPCIÓN. Redes de Poder y Corrupción en el Palacio de
Justicia. Lima: Asamblea Nacional de Rectores.
10
HUBER, Ludwig 2008. ROMPER LA MANO: una interpretación cultural de la corrupción. Lima: IEP.

30
entendida no como una actividad con expresiones idénticas y objetivas, independientemente del

tiempo y el espacio donde ocurra, sino como una práctica social compleja con variaciones locales

y diacrónicas. No obstante, la investigación de la corrupción entorno a sus implicancias

socioculturales se abstiene de presentar una definición del fenómeno, sugiriendo más bien que “en

vez de comenzar ofreciendo una definición del término, hay que hacer de los usos del termino un

objeto de estudio” (Lomnitz ,2000:12)11.

En este sentido, asumiendo que no puede existir una definición única e inflexible del

fenómeno, para fines de nuestra investigación nos remitimos al concepto de prácticas de

transgresión.

Si bien, la transgresión y la corrupción son términos que en determinados contextos se usan

indistintamente, asumimos que las prácticas de transgresión alojan aquellas prácticas discordantes

a la normatividad social, es decir, la moral que se funda en el interés público, mientras que la

corrupción por su uso generalizado en la burocracia y en un marco institucional refiere a aquellos

actos tipificados en por una legislación o una normatividad formal. En este sentido, las prácticas

de transgresión pueden estar inscritas en una legislación, mas no necesariamente depende de esta,

si no de su significado para la moralidad y el interés público. Para fines de nuestra investigación

se entiende las prácticas de transgresión como “el conjunto de mecanismos y procesos discordantes

a la moralidad e interés público no necesariamente inscritas en una legislación formal”.

11
Citado en: HUBER, Ludwig 2008. ROMPER LA MANO: una interpretación cultural de la corrupción. Lima: IEP

31
La corrupción: una aproximación desde la sociología clásica.

Si bien el tema de la corrupción no ha sido tratado explícitamente por los representantes de la

sociología clásica, más de uno ha prestado especial atención a los fenómenos discordantes al ideal

de sociedad anhelado. Para Durkheim (1858-1917) por ejemplo, la sociedad ideal es aquella que

tiene un desenvolvimiento armonioso. La sociedad análoga a un organismo biológico, busca

conservar su buena salud, de ahí que todo fenómeno que amenace la armonía y la cohesión social,

es patológico. Fenómenos como el conflicto, la violencia y la transgresión serian producto de una

poca efectividad de las mismas o en todo caso de la usencia de las mismas. Este estado de cosas

daría lugar a lo que Durkheim denomina anomia. Una primera aproximación al fenómeno de la

corrupción sería entonces remitirnos al concepto de anomia entendido como disfuncionalidad al

normal desenvolvimiento de la vida social. Durkheim nos traza un panorama sugerente para

entender el desarrollo de la anomia y sus efectos en la vida social.

En la división social del trabajo (1893), Durkheim construye el modelo ideal de dos tipos de

sociedades en función al desenvolvimiento de la división del trabajo social. Para Durkheim, lo

fundamental en una sociedad es la vigencia de la cohesión social. En el primer modelo de sociedad,

denominada “solidaridad mecánica”, la cohesión social es posible gracias a la conciencia colectiva.

La conciencia colectiva no es otra cosa sino el conjunto de creencias y ritos que comparte el

conjunto de la comunidad y sobre la cual orientan sus acciones. En este modelo de sociedad, propia

de las sociedades tradicionales, la división del trabajo es aún incipiente por lo que los hombres

cumplen las mismas funciones. el peso de la tradición y de las creencias se antepone al desarrollo

de la conciencia individual. En las sociedades que logran un mayor desarrollo, denominadas

“solidaridad orgánica” la cohesión social es posible gracias al desarrollo de la división del trabajo.

Junto al desarrollo de la división del trabajo se produce el fenómeno de la especialización. Pues si

32
en un primer momento la cohesión social se funda en las creencias y valores compartidos, en las

sociedades avanzadas la cohesión social es posible gracias a la interdependencia existente entre

las personas dado su especialización. Pues en una sociedad donde la división del trabajo ha

prendido raíces, todos necesitan de otros para cubrir sus demandas. La solidaridad en este sentido,

tiene un carácter orgánico, todos a partir de su especialización cumplen una determinada función

dentro del grupo social de ahí que se garantiza la cohesión social.

La división del trabajo social, sin embargo, en determinados contextos se presentan de forma

anormal. La anomia es una expresión de estas formas anormales con que se presenta la división

del trabajo. Esta se expresaría como crisis económicas o bancarrotas, en particular en conflictos

entre empresarios y trabajadores. Pues lo que sucede es que la reglamentación que regula las

relaciones laborales es inexistente. Durkheim explica que la anomia surge cuando existen

situaciones novedosas para las cuales no existe una reglamentación explicita. El desarrollo de la

modernización crearía nuevas relaciones para las cuales no existe una normatividad que las regule,

de ahí devendría el caos y el desorden. La anomia en esta lectura surge por la ausencia de una

normatividad que regule la vida social más que del incumplimiento de las misma.

En el suicidio (1987) el fenómeno de la anomia es abordado desde otra perspectiva. En las

sociedades modernas, cree Durkheim que, si bien la sociedad tiene la autoridad de regular y poner

coto a los deseos y expectativas de las personas, estos con frecuencia son innumerables y no tienen

límites precisos. En este contexto, repentinos cambios de crisis o prosperidad afectaran el control

social, pues una crisis o prosperidad permitirán que unos consigan mayor ascenso social, mientras

que otros verán relegado sus aspiraciones y, como resultado de este estado de cosas, los controles

sociales se debilitan y dan paso a un escenario de desorientación e incertidumbre. Al no tener

33
límites las ambiciones de los individuos, estos buscan el logro de sus aspiraciones prescindiendo

de la normatividad que regula la vida social de ahí el desarrollo de la anomia.

La perspectiva abordada en la división del trabajo social, Durkheim concibe la anomia como

una ausencia de normas. Pues el tránsito de una sociedad tradicional a una moderna crea escenarios

novedosos que no están regulados de modo preciso, de ahí que los individuos desconocen el cómo

orientar sus acciones, situación que tiene como desenlace el desorden y el conflicto. No obstante,

el problema en el Perú es la transgresión de las normas antes que la ausencia de las mismas, por lo

que esta idea de anomia ayuda poco a comprender las formas de transgresión existentes en nuestro

medio.

La idea de anomia desarrollada en el suicidio por su lado sí proporciona luces sugerentes para

comprender la transgresión en el país. Esta tesis Durkheimiana es profundizada por Robert K.

Merton (1987) en su famoso texto “estructura social y anomia”. El autor ensaya una explicación

al problema de las conductas desviadas al orden social a partir de la distinción de dos categorías

dentro del sistema social: la estructura social y la estructura cultural. De acuerdo a su análisis, el

desencuentro de estos dos aspectos del sistema social da lugar a la anomia. “la conducta anómala

puede considerarse desde el punto de vista sociológico como un síntoma de disociación entre las

aspiraciones culturalmente prescitas y los caminos socialmente estructurados para llegar a ellas”

(Merton,1987, pàg.212). Merton define la estructura cultural como “el conjunto de valores

normativos que gobiernan la conducta de determinada sociedad o de grupo”. La estructura social

como “el cuerpo organizado de relaciones sociales que mantienen entre sí diversamente los

individuos de la sociedad o de grupo”. La anomia seria la ruptura de la estructura cultural dado la

“disyunción aguda entre las normas y los objetivos culturales y las capacidades socialmente

34
estructuradas de los individuos del grupo para obrar de acuerdo con aquellos” (Merton, 1987,

pàg.212).

En contraste con esta tesis, en la sociedad peruana de los últimos años, amplios sectores

sociales han ido ampliando sus expectativas de progreso y desarrollo, no obstante, este proceso ha

estado marcado por una creciente desigualdad social, pues para los grupos favorecidos el límite de

sus expectativas y aspiraciones se habría expandido, mientras que para los otros desfavorecidos

habría un sentimiento de descontento, de ahí que apelarían a la transgresión para el logro de sus

objetivos. No obstante, la transgresión en la sociedad peruana permea todos los niveles sociales,

por lo que la existencia de grupos desfavorecidos dentro de la estructura social no es explicación

suficiente al problema. En este sentido, la anomia entendida en esta perspectiva presenta

limitaciones evidentes. Sin embargo, habría que rescatar de esta tesis, la preponderancia de la

estructura cultural sobre la estructura social dentro de las relaciones sociales. Pues al privilegiarse

la idea de éxito como confort material y reconocimiento social, los medios socialmente

institucionalizados para la consecución de los mismos, pueden ser prescindibles fácilmente

mientras no exista una autoridad legítima que garantice el cumplimiento de los mismos.

Transgresión y tolerancia en la sociedad peruana.

Desde las postrimerías del periodo colonial, la sociedad peruana ha estado afectado

profundamente por la proliferación de la transgresión en sus diversas modalidades. La trasgresión

no solo ha tenido que ver con la sustracción de recursos públicos y, con ello la distorsión de una

funcionalidad institucional del estado, sino también con la difusión de prácticas discordantes a la

moralidad dominante en todos los niveles de la sociedad.

35
Para Castro (1994), tras la llegada de los españoles, la configuración de la nueva moral, es

decir, la síntesis de la moral del conquistador y el hombre andino en la nueva sociedad 12, resulta

un antecedente crucial para entender las máximas sobre los cuales se rigió (y aun hoy se rige) la

conducta de millones de hombres en el Perú.

En este sentido, para comprender la moralidad predominante en la nueva sociedad peruana

habría que analizar el impacto que produjo la moral europea traída por los españoles en el

comportamiento de los hombres andinos.

Para Castro la moral de los conquistadores representa una moral moderna13 por cuanto la

conquista fue una empresa moderna y la victoria obtenida representa todos los ribetes que justifican

como una acción propia de la modernidad (Castro, 1994).

En el Perú, de acuerdo a castro, se ha vivido un desarrollo creciente de una moral moderna,

entendida esta como aquella que se justifica a si misma con razón argumentativa del hombre,

liberado del mito y de la religión. “En el Perú, una moral moderna ha ido echando raíces y ha

prendido en el mundo andino de manera profunda e inexorable (Castro, 1994:182).

La moral de los conquistadores, según castro, es una moral moderna por cuanto se justifica

así misma y justifica la conquista, que legisla sobre el bien y el mal teniendo como punto de partida

no una racionalidad metafísica o religiosa, sino el interés y la ambición del moderno sobrepuesto

al mundo colectivo y social.

12
“la moral moderna de conquistador al contrastarse con la moral del hombre andino crea nuevas conductas
morales” (Castro, 1994:181).
13
“moral moderna en el mismo sentido en que podemos calificar a la escolástica renacentista como filosofía
moderna” (castro, 1994:181).

36
“ ( los indios) vieron como en plena batalla, algunos capitanes e hidalgos cambiaban de bando

y se pasaban al lado del vencedor. Demasiados astutos, “zorros”, picaros y viejos para ser

derrotados […] vieron finalmente como la codicia era la madre de la moral de los conquistadores,

y como por arte de magia se fueron transformando en realistas” (Castro, 1994:183).

Las virtudes de estos héroes moderno habrían marcado nuestro comportamiento moral como

nación y como pueblo heredero de la tradición española. Este patrón de conductas, sin embargo,

no solo habrían tenido efectos sobre los descendientes directos de los españoles, los criollos, sino

también se habrían expandido a todos los sectores sociales, hasta a todas las razas o grupos

técnicos. De ahí que no dejaría de sorprender porque el comportamiento de indios y mestizos se

guíen por las máximas del pícaro, y el sinvergüenza. Al respecto Castro destaca lo relatado por

Human Poma:

“como ay muy famosos ladrones y jugadores, rrufiantes, salteadores y mentirosos, peor por

negros, españoles como en castilla en este rreyno. Porque en tiempo de los yngas no tenían puertas

ni caxa ni cerradura, llaues. Tenian sus casas serrado con dos palillos. Agora ay grandicimos

ladrones que desserraxan y hurtan y roban los yndios como españoles y peor que negros” 14

La moral del conquistador, explica castro, no represento ningún orden fuera del propio. Ellos

eran la medida y el orden, la ley y la moral. Estos modelos de conducta se habrían instalado en la

nueva sociedad “colonial” y, expandido a todas las capas sociales tal como resalta Human Poma

“hurtan y roban los indios como españoles” (Castro,1994).

14
Felipe Huaman Poma de Ayala citado en: CASTRO, Augusto 1994. EL PERU UN PROYECTO MODERNO:
aproximación al pensamiento peruano. Lima: PUCP.

37
La moral moderna, en este sentido, ya no sería propia y única de blancos o criollos, sino

también los indios irían cambiando de valores y costumbres guiados por el mundo moderno. “el

impulso pujante del mundo moderno estrangula la moral y el comportamiento del indio” (Castro,

1994:199).

De la moral del pícaro moderno español, se pasaría entonces, a la moral moderna de mestizos

e indígenas, que reivindican su propio interés sobre el espíritu colectivo, el éxito individual sobre

la tradición comunera. Esta trama moral, según Castro, estaría planteada por Arguedas en su novela

“El Zorro de arriba y el zorro de abajo”.

“La metamorfosis del indio estaría representada por Asto, el personaje central que, después

de realizar un cobro asiste a un burdel y escoge a la Argentina, mujer de tez blanca y pelo rubio.

Asto sale contento del burdel “silvando un huaynito” . Después el mismo se dice “yu criollo carajo,

argentino carajo ¿Quién serano ahura?” (Castro, 1994:196).

Asto, el protagonista de la novela, expresaría en este escenario los nuevos desafíos que

enfrenta el mundo andino con la civilización moderna. La pregunta de Asto quedaría flotando

¿Quién serrano ahura? . Pues, finalmente, ya no habría serranos ni indios, si no hombres modernos.

La moral moderna, en este sentido, habría ido instalándose sobre el comportamiento de

criollos e indios. De ahí que la comprensión de la conducta moral de nuestra sociedad resulte de

un pasado (colonial) aun presente.

En efecto, en la sociedad peruana de hoy, la proliferación como la persistencia de las prácticas

de transgresión en los distintos niveles de la sociedad puede explicarse del encuentro de

identidades acontecidos en nuestra sociedad. Pues, como sugiere Portocarrero (2004) “El migrante

38
tiene que acriollarse, avivarse, no ser un tonto, el aprendizaje pasa por desempeñar el papel de

“cholito”, es decir, por ser maltratado, estafado, golpeado. Entonces se aprende la viveza criolla”.

(Portocarrero, 2004:211).

Para Portocarrero (2014), un acto definido como una criollada, alojaría una valoración

negativa. Aludiría a lo indecente e inmoral, en todo caso, a un modo inescrupuloso de proceder.

Según el autor, el carácter de esta valoración seria producto de un remoto conflicto, pues, la

metrópoli habría desvalorizado todo lo nativo, concibiéndolo como abyecto, en todo caso, como

“copia de segunda clase”, pues lo que habría sucedido es que los criollos en su defensa y con el

ánimo de preservar su condición social se habrían caracterizaron por ser más cariñosos, gozadores

y libres, de ahí que “la sociedad criolla estaría caracterizada por la transgresión del orden, por la

“pendejada”, en todo caso, por el rechazo subterráneo de un sistema legal sentido como abusivo;

ilegitimo y corrupto” (Portocarrero: 2004,190). En este rechazo, estaría inscrita un goce; una

vivencia de poder, de sentirse por encima, superior a los otros.

En este sentido, la trasgresión tendría antecedentes en la sociedad colonial, pues, seria en esta

tención de la imposición colonial y la resistencia criolla, donde se fundaría la trasgresión como

legítima respuesta a la imposición. Pues, en tanto el mundo criollo habría sido subestimado por la

metrópoli, el fomento y la tolerancia a la transgresión habrían significaron una respuesta, un

“achoramiento” hacia el padre que niega a su hijo. “Frente al fantasma de saberse no querido, y de

ser alguien de segunda categoría, el mundo criollo acentuó la distorsión del orden simbólico-moral

del mundo ibérico” (Portocarrero, 2004:192).

Paradójicamente, en la sociedad colonial, las prácticas de transgresión comenzarían por las

mismas autoridades encomendados hacer cumplir las leyes. Para la administración colonial el Perú

39
estaría pensado como “botín”, de la que se podía sacar provecho a partir del abuso y la extorsión.

Con el devenir de los años, “el mal ejemplo cundió hacia todos los sectores sociales de manera

que el abuso y la coima se democratizaron.” (Portocarrero: 190; 2004).

En este contexto, en el mundo criollo no se instala un orden moral bajo un ideal de sociedad.

Por el contrario, la trasgresión se generaliza y se vuelve más radical. Pues, lejos del poder, los

colonizadores realizan sus ambiciones prescindiendo de todo orden instaurado en la colonia. Este

ejemplo, se instalaría paulatinamente en la sociedad criolla (Portocarrero,2004).

La transgresión en este contexto no está limitada a la burocracia colonial, si no se extiende a

los diferentes niveles sociales, empezando a sedimentarse y a inscribirse en la cotidianidad misma

de la vida social, convirtiéndose en regla más que la excepción.

Se ve entonces que la costumbre colonial implica el desconocimiento del orden moral que

idealmente debería regular la vida social, aun mas, no existente escandalo ni indignación,

“pareciera que en el mundo criollo nadie se sintiera con capacidad de tirar la primera piedra, pues

todos cada uno a su manera, practican la transgresión, encontrando en ella la afirmación de su

potencia como individuos” (Portocarrero: 198:2004).

El mundo criollo aparecería, entonces, como una anomalía, como desorden y desgobierno,

como “copia fallida del original metropolitano” (Portocarrero: 210; 2004).

En suma, es en la propia sociedad colonial, de acuerdo a las perspectivas abordadas, donde se

encuentra el germen de la persistencia y proliferación de las prácticas de transgresión. Pues como

40
una nación postcolonial15, aún persisten rasgos coloniales en lo profundo de nuestro ser. De ahí

que resultan vigentes la picardía, la viveza. En todo caso, la pendejada como prácticas que definen

nuestro modo de ser, nuestra conducta y, finalmente, nuestra moral.

Es sintomático en una sociedad como la nuestra el creer que todo logro necesariamente

requiere de una cuota de coima, pues se piensa que el actuar desde la formalidad y la ley

difícilmente permiten el logro de los objetivos, de ahí devendría el elogio a la pendejada como

mecanismo acaso legítimo para convivir en una sociedad como la nuestra.

Ahora bien, la radicalización de las prácticas de transgresión en los años noventa, tendría su

explicación en la irrupción del termino pragmatismo asociado a la introducción del modelo

económico neo-liberal. Este escenario nos remite a un particular periodo de la historia reciente de

nuestro país: el fujimorismo. “el gobierno de Fujimori se presenta como alérgico a las ideologías

y a los políticos tradicionales. Reclama ser juzgado por su eficacia en términos de estabilidad

política, de crecimiento económico y aceptación popular” Portocarrero (2004, pàg.134).

En efecto, la introducción del neo-liberalismo como modelo de política económica significo

la irrupción como emblema y consigna del gobierno fujimorista. El gobierno fujimorista entonces

terminara relegando los escasos valores democráticos de la sociedad, anteponiendo a este el afán

por la maximización de ganancias, que en adelante será estimado sin mayores contrapesos morales

ni ideológicos, ello daría habría dado lugar a la ética del éxito individual, la misma que en adelante

habría guiado la conducta de toda nuestra sociedad. “El fujimorismo, a través de un anhelo

positivo de eficiencia mediado por el pragmatismo, termina haciendo a un lado toda consideración

15 “seguimos siendo un país postcolonial, pues, como dice Gayatri Spivak, la condición postcolonial es el
resultado del fracaso de la descolonización” (Portocarrero, 2004:212).

41
anexa. Legitima en este sentido el marco axiológico de valores ego-centrados del capitalismo

anulando los posibles contrapesos éticos y políticos por considerarlos obstaculizadores”. (Aliaga,

2012, pág. 8). El fujimorismo entonces se convierte el promotor de una ética capitalista en el país,

de un economicismo autonomizado que tiende a la búsqueda de la eficiencia desde el pragmatismo

prescindiendo fácilmente de la moral, pues siempre encontraría una justificación a la transgresión.

El gobierno fujimorista será la expresión de ciertos rasgos de la nueva cultura peruana, más en

lugar de reafirmar los valores democráticos y solidarios, el Fujimorismo distorsionó lo poco de

ética y valores democráticos que todavía conservaba el País. Finalmente, al instalarse en el poder

un mecanismo corrupto sucede un “envilecimiento social” a partir de los medios de comunicación,

situación que legitima y radicaliza las prácticas de transgresión. (Aliaga, 2012).

En suma, la década del noventa asociado a la introducción del modelo neo-liberal, el

fujimorismo habría cumplido un papel central como legitimador de la ‘pendejada’ al 1) promover

los valores ego-centrados del capitalismo sin contrapeso alguno y consecuentemente 2)

autonomizarse de la política institucional, 3) autonomizar el ejercicio del Estado como agente

moral y de las prescripciones éticas por ser consideradas “sobrecostos” y obstáculos al laissez

faire que tiene como único fin la obtención del resultado, 4) instalar un mecanismo mafioso sin

precedentes y 5) llevar a cabo un proceso de envilecimiento social a través de los medios de

comunicación.” (Aliaga, 2012).

En suma, si bien la sociedad peruana ha tendido a la transgresión desde las postrimerías del

periodo colonial, en la década de los noventa, la irrupción del pragmatismo asociado a la

introducción del modelo neoliberal y el gobierno fujimorista, la transgresión se habría legitimado

y radicalizado.

42
El término pragmático estaría asociado, en concreto, a la idea de lo eficiente y lo práctico o, a

lo irrelevante de considerar la legalidad o moralidad cuando se trata del logro de determinados

fines. Al anteponer el papel de la eficiencia en las relaciones sociales, los escrúpulos morales serian

fácilmente prescindibles, entre tanto, la transgresión encontraría, en el pragmatismo, una buena

justificación para su proliferación.

El pragmatismo habría empezado a definirse como una actitud orientada a la búsqueda de la

eficiencia, aunque no muy comprometida con las normas de cómo lograrlos, más bien, con los

resultados y objetivos trazados. “el termino pragmatismo sirvió para ocultar y adecentar la

“pendejada”, es decir, para justificar la inmoralidad y el abuso” Portocarrero (135:2004).

Al pragmático solo le interesaría lo que resulta eficaz para su interés, pretende que su

transgresión sea legitimada como funcional al bien social. El pragmático en este contexto,

devendría en el pendejo que legitima la inmoralidad como un costo necesario para obtener algo

que, en su juicio, considera beneficioso y conveniente, en todo caso “un mal necesario”.

De acuerdo a Portocarrero (2004) el pragmatismo como tolerancia y elogio a la transgresión

supondría la institucionalización de “una sociedad de cómplices”. Esta sociedad de cómplices

aludiría, a todo lo opuesto a una sociedad de ciudadanos, es decir, a una sociedad donde la ley y

los derechos son fácilmente prescindibles, sin que los otros, puedan mostrar rechazo alguno,

indignación alguna. En una sociedad de cómplices, la consigna sería “todos estamos en el fango”,

“nadie puede tirar la primera piedra”. Nadie tiene porque quejarse y, tampoco, nadie tiene puede

defender al otro. La falta del otro, que hoy se pasa por alto, sería la que cualquier otro podría

cometer en cualquier momento.

43
El vínculo social, estaría, en este contexto, fundamentado en ignorar las transgresiones de los

otros, al menos, en la medida en que uno no lo sienta afectado directamente. El ser cómplice

implicaría, entonces, un tipo de relación en la que los participantes interactúan sobre la base de

silenciar cualquier falta contra el orden social o contra los otros que no están presentes. El

cómplice, lejos de ser un garante de la ley, se convertiría en un transgresor virtual que se niega a

saber que la falta del otro le puede perjudicar. “Además está en la expectativa de reclamar el

silencio de los otros cuando él sea el quien transgreda”.(Portocarrero: 138;2004).

Ahora bien, en una sociedad de cómplices, quien critica la transgresión seria alguien que está

violando el pacto implícito, alguien a quien por lo general se le feminiza, es tratado de ingenuo o

hipócrita, alguien que desconoce el pacto, resulta, entonces, un extraño o un tonto que no conoce,

o bien, no ha aprendido las reglas sociales del mundo donde vive, en todo caso, alguien que se

“pasa de vivo”, que rompe el pacto en provecho propio y cuya deslealtad tienen un precio, el de

ser un judas. Esta situación estaría expresada en el dicho “a mis amigos todo, a mis enemigos la

ley”. (Portocarrero, 2004).

Para Portocarrero (2004) los cómplices transgredirían sin problemas de conciencia, toda vez

que su comportamiento está autorizado por un pacto implícito que establece que la necesidad

justifica la transgresión de la ley. La ley, por su lado, no es sentida como algo totalmente legítimo,

sino que tiende a ser sentida como una imposición que cierra el camino al disfrute y al goce en

beneficio de intereses particulares. En una sociedad de este tipo, la ley no es percibida como

enunciada desde el interés generalizable, en función del bien común, sino como usurpación e

impostura.

44
La sociedad de cómplices vendría a ser un modelo teórico marcado por ciertas tendencias de

comportamiento. Pues, su existencia pura en una sociedad sería un hecho imposible, el orden social

colapsaría en forma abrupta si la complicidad fuera el único vínculo, de ahí que, esta complicidad

sería un vínculo espurio que apenas compromete, o en todo caso, implicaría tan solo una relación

instrumental, el cómplice no sería sentido como otro, sino, como un objeto útil, no habría afecto y

seria solo una aparente solidaridad que desparece tan pronto cuando se presenta una divergencia

de intereses. (Portocarrero, 2004)

La sugerencia de esta propuesta teórica reside en el hecho de explicar la actitud tolerante, ni

rechazo ni indignación, frente a la transgresión en los diversos niveles de la vida social, pues, esta

actitud obedecería, en lo fundamental, a un acuerdo tácito, de la que de una u otra forma cada todos

los que participan de ella pueden sacar provecho.

Corrupción y transgresión en la región Junín.

En la primera encuesta nacional sobre corrupción (Proetica, 2002), la región Junín ocupo el

primer lugar en el ranking de actos corruptos cotidianos16. La región apareció entonces como la

más corrupta del país. Pues, si bien la población de la región mantendría una indignación frente a

los actos de corrupción, que generalmente son identificados con funcionarios públicos y

autoridades, en esta encuesta (2002) y en las sucesivas (2003. 2004) se vería más bien que son los

propios ciudadanos que incurren en prácticas corruptas. Así mismo, existiría una alta tolerancia

hacia distintos actos de corrupción, de ahí que los problemas de corrupción en la región no deberían

limitarse al estudio de las instituciones del sector publico sino buscar la conexión de estas con las

16
El Índice de Corrupción Cotidiana (ICC) mide el nivel de corrupción real, en términos de pagos de coimas de parte
de los ciudadanos (el universo de la encuesta son los jefes de hogar) en una serie de trámites identificados en entidades
públicas y privadas. Junín, en esa primera encuesta, obtuvo un puntaje de 12.5; es decir que, de cada 100 trámites
realizados, en doce y medio se pagó una coima. El promedio nacional en 2002, fue de 6.4. (Proética, 2002).

45
estructuras sociales y culturales de la región. (Proetica, 2005). La ubicación de la región no ha

tenido muchas variaciones en los últimos años. El 2015, Junín se ubicó como la segunda región

con mayor índice de corrupción según un informe de análisis de información de la procuraduría

anticorrupción (04/01/16, Diario Correo-Huancayo). En un informe del diario correo, el 2016, el

distrito judicial de Junín se encuentra en el tercer lugar con más casos de corrupción a nivel

nacional (26/10/16, Diario Correo-Huancayo).

Para Proetica (2005), la corrupción en la región Junín tendría su explicación en la

discriminación social, la predominancia de las normas modernas sobre las tradicionales y las

huellas de la violencia política.

La discriminación social tendría su expresión en el abuso de poder, principalmente de

funcionarios que distorsionan las relaciones de ciudadanía consagradas por la constitución y las

leyes del estado. En consecuencia, este estado de cosas daría lugar a relaciones verticales, de abuso

y arbitrariedad, en todos los niveles de gobierno o de actores con poder económico o social.

La aceptación de este tipo de relaciones en la sociedad significaría la existencia de un

trasfondo estructural propicio para la proliferación de las prácticas de corrupción. Pues, la

predominancia de este tipo de relaciones sobre los marcos normativos que la ley sugiere, definirían

la situación de las personas y las motivaciones sobre las cuales orientan su acción.

En una sociedad, el reconocimiento de la igualdad de todos sus miembros sería garantía de

transparencia y democracia. Más la discriminación sería síntoma de un débil sentimiento de

igualdad (ciudadanía), de ahí que harían posible la proliferación de prácticas corruptas a partir del

abuso de poder. Una sociedad marcada por la discriminación sería una sociedad corrompida

46
estructuralmente, pues en el en la tarea de luchar contra la corrupción habría que luchar también

por la inclusión, contra la pobreza y por una sociedad más justa. (Proética, 2005).

En efecto, las relaciones en nuestro medio están marcadas por prácticas de discriminación y

un débil sentimiento de igualdad frente a los otros. Este estado de cosas crea un escenario el sentido

de igualdad es casi inexistente, fácilmente se puede prescindir de los favorable para el ejercicio

arbitrario del poder, y con ello la proliferación de prácticas corruptas. Pues, en un medio en el que

derechos de otros para fines ilícitos.

Si bien las relaciones sociales marcadas por la discriminación pueden explicar el abuso de

poder y con ello la incursión de ciertos actores en prácticas ilícitas, esta no constituye explicación

suficiente para comprender la particularidad de la región, señalada en más de una oportunidad

como una de las regiones más corruptas del país. En este sentido, como sugiere (Proetica, 2005)

resulta sugerente remitirnos a las prácticas tradicionales de nuestro medio, los cuales desembocan

en actos de corrupción. Los valores como las normas sociales tradicionales han resultado en un

desencuentro con las normas y valores sociales modernas. Pues lo que sucede es que, en sociedades

formalmente modernas, con sistemas políticos e instituciones democráticas se ponen en juego

practicas hondamente tradicionales, que se explican por valores y normas igualmente tradicionales.

La creencia en el poder político como propiedad privada de quien lo detenta, se habría convertido

en el elemento cultural central de las sociedades tradicionales y sería un elemento que ha

sobrevivido dentro de las relaciones institucionales modernas. Este desencuentro entre lo

tradicional y lo moderno propio de nuestro país, se habría reproducido también en la región Junín.

Pues, las relaciones basadas en la amistad, el parentesco y el compadrazgo tendrían un mayor peso

antes que las relaciones basadas en la ciudadanía. (Proetica, 2005).

47
Efectivamente, pese a que en los últimos años se han ido introduciendo elementos modernos

en las instituciones de nuestra región, muchos actores se orientan a partir de patrones tradicionales.

La particularidad de la región ha sido el mantener las costumbres y festividades; con ello la

vigencia de valores y normas sociales tradicionales a los cuales se le otorga un lugar especial

dentro de las relaciones sociales, de ahí que cuando una autoridad es elegida, por ejemplo, tendrá

a toda una red de amigos, familiares y compadres detrás de un cargo público.

Adicionalmente, habría que mencionar la ruptura del vínculo entre la sociedad (Junín) y el

Estado producto de la violencia política acontecida en los años ochenta y noventa. Pues, según la

CVR, Junín sería la segunda región más afectada por la guerra interna después de Ayacucho. En

Junín se habría reportado a la CVR cerca de tres mil muertos y desaparecidos (Proetica, 2005). La

violación de derechos humanos y los niveles abismales de crueldad entre peruanos habría

ocasionado una profunda ruptura en la relación del estado y la sociedad. Más aun, algunos de los

abusos perpetrados por agentes del estado habrían deslegitimado la relación entre el aparato estatal

y la población (Proetica, 2005).

En efecto, la ruptura del vínculo entre Estado y Sociedad afecta la subjetividad social, de ahí

la desconfianza de la sociedad y la carencia de legitimidad del Estado, en la región Junín en

particular. Pues, finalmente, la ausencia de una legitimidad de Estado se convierte en un escenario

favorable para el desorden, el caos y la impunidad.

La educación superior: principios, crisis y prácticas de transgresión en el proceso de formación

académico-profesional.

El estudio de los centros de educación superior y los fenómenos que acontecen en ellos

suponen remitirse a los principios y fundamentos sobre las que se sustentan.

48
De acuerdo a Lerner (2000), en la tarea de comprender la naturaleza de educación superior,

resulta inevitable remitirse al sentido último de su ser. Si bien, los centros de formación superior-

universitario y no universitario- alojan cada quien su propia particularidad, existiría un lenguaje

común en la que ambos se fundamentan su ser, un principio sobre el cual se guía el quehacer de la

educación superior. La educación, en este sentido, no sería otra cosa sino la búsqueda continua de

la perfección del hombre. ella (la educación) deberá abordarlo tanto en la singularidad de su ser

personal, cuanto en su insoslayable dimensión social. En esta lectura, para que un sistema social

funcione de manera eficaz se requeriría que los hombres y mujeres se especialicen, pero también

que lleguen a poseer un mínimo de lenguaje y conocimientos comunes, así como un nivel de

formación humanística que les permita conseguir un adecuado grado de consenso en cuanto a los

objetivos que deben ser alcanzados como colectividad. (Lerner, 2000).

La educación, apuntaría, en este sentido, a una elevada formación de la persona como a la

plena realización de los objetivos sociales. Por otra parte, nada tendría que ver la educación con el

simple eficientísimo que respondería a una epistemología de la utilidad inmediata. Sería más bien

su objetivo el propiciar el transito del saber-hacer al saber pensar, recorriendo al camino que

conduciría a “vivir una existencia que responda a la naturaleza ética, teleológica, dialógica y

política del hombre” (Lerner, 2000: 9).

Según Lerner (2000), la universidad, por extensión y sin excluir los centros de formación

superior no universitaria, se definirían como, formación, y familiaridad con el saber,

conocimientos que serían transmitidos y creados a partir de la libre expresión, de la creatividad,

de servicio al hombre como persona y como ser social.

49
Asimismo, resultaría un imperativo, tanto dentro de las aulas como fuera de ellas, dotar de

alma y contenido moral al desarrollo académico-profesional y a la vida de las personas. Sin

embargo, refiere Lerner (2000), “cuando la carencia de sentido humano en este proceso de

formación se impone al privilegiarse la usura de las cosas y el gozo de los éxitos fáciles […] está

abierta la posibilidad de olvidar a hombres y mujeres como fines en sí mismos, y se les llegaría a

usar como instrumentos para el logro de riqueza o conquista de poder” (Lerner, 2000:13).

La razón esencial del afán académico y profesional se traduciría, entonces, en “el

reconocimiento del hombre como persona, en tanto, realidad concreta y viva, comprometida con

valores éticos en su convivencia social” Lerner (2000: 55) y, el fundamento de la educación

superior, tendría que ver con la existencia de una ética del quehacer de la formación académico-

profesional, esta ética estaría sustentada en principios permanentes que hacen justicia a la verdad

y con un serio compromiso con el desarrollo de las actividades académicas, se trataría en la

expresión de weber de una “ética de la sabiduría”, lo cual superaría cualquier criterio de

oportunidad y mera eficiencia. (Lerner ,2000).

En contraste con esta lectura, habría, según Piscoya (2011), una crisis de los principios en los

centros de educación superior del país. Pues, lo que se percibe en las instituciones de educación

superior de nuestro medio seria la ausencia de un compromiso autentico con la verdad y el saber.

La apuesta por la investigación, el conocimiento y las labores académicas en general habrían

quedado relegados a contingentes proyectos personales o de grupo. “[L] la libertad de pensar,

enseñar y crear ha devenido en un eslogan rutinario […] lo que más dinamiza a los docentes es la

participación en elecciones y no en el desarrollo de proyectos de investigación (Piscoya ,201I:

30)”. De otro lado, esta crisis en los principios de la educación superior tendría que ver, según el

autor, con el ablandamiento de las exigencias para optar grados académicos y títulos. Otro,

50
indicador más representativo de la crisis en los principios de la educación superior destaca el autor,

tendría que ver con la selectividad, casi nula, de estudiantes en los programas de postgrados, lo

cual significaría el deterioro de la competitividad y el desaprovechamiento y baja concentración

de talentos.

Asimismo, resultaría ineludible mencionar el escaso interés y compromiso de los estudiantes

con la formación académica- profesional, sumado a ello la recurrencia a mecanismos ilícitos que

tienen que ver fundamentalmente con prácticas de sobornos 17 para el enfrentar las labores

académicas sin mayores esfuerzos, hechos que deformarían los principios fundamentales del ser

de la educación superior y minarían la edificación de una llamada “ética de la sabiduría” en el

sentido Weberiano.

Ahora bien, sobre las prácticas de transgresión en los espacios académicos Chapman (2002)

refiere que, si bien diversas serían las prácticas informales dentro del sector educativo, las

consecuencias más graves resultarían de las prácticas y acuerdos informales pequeños, esos que se

establecen en la cotidianidad de los estudiantes, es decir, dentro del aula. La institucionalización

de prácticas como el soborno y favoritismo llevarían a una generación entera de jóvenes a creer

que los éxito y los logros se concretizan a partir de favores y coimas, mas no del mérito y el

esfuerzo personal, esto a la vez perjudicaría en un futuro el desarrollo económico y social de una

sociedad, pues principios fundamentales de la sociedad estarían en juego cuando los niños y

jóvenes empiezan a estimar y adoptar prácticas informales como recursos legítimos para

desenvolverse en su vida diaria. Al respecto el propio Chapman apunta:

17“forma ya parte del folklor de las instituciones educativas que a fin de año algunos docentes cosechen dinero
a cambio de notas aprobatorias” (Huber, 2008:113).

51
“The real damage to a society occurs when entire generations of youth are mis-educated – by

example -- to believe that personal success comes not through merit and hard work, but through

favoritism, bribery, and fraud. Such lessons have the potential to undermine civil society well into

the future” (Chapman,2002:2).

En suma, si bien los centros de formación superior se sustentan en principios que fundamentan

su ser y la función que tienen en la sociedad, estos principios se enfrentan a una crisis que, en lo

fundamental, tiene que ver con prácticas discordantes a los fines y exigencias de la educación y la

formación profesional. En este contexto, la proliferación de prácticas y acuerdos informales para

enfrentar las labores académicas sugiere creer que la usura de las cosas y el gozo de los éxitos

fáciles empiezan a privilegiarse en desmedro de la dilata y siempre laboriosa tarea que deben de

ser asumidos por quienes tienen el compromiso de la promoción de una formación orientada a la

promoción de los más altos valores de la cultura.

Ética y formación profesional.

La formación profesional debe estar dotado de un contenido reflexivo que oriente el quehacer

profesional. Mas, si esta relega su contenido ético esta devendría en una práctica sin horizonte,

llegando incluso a veces al uso de le tecnología para fines ilícitos.

La ética profesional se entiende como el conjunto de principios, criterios y valores orientados

a regular la conducta con la finalidad de que el egresado logre ser un buen profesional. Este

proceder ético que impulsa no sólo afecta a la personalidad del profesional, también tendría un

impacto en la dimensión científica e innovadora de su quehacer profesional. (Ibarra, 2005). En

otros términos, la ética profesional influiría en la manera de realizar tanto las funciones como

especialistas de una disciplina y supondría a la vez la responsabilidad con el desempeño

52
profesional. Para reconocer estos aspectos que engloba la ética profesional convendría reflexionar

sobre lo que significa ser un buen profesional. Si bien la ética profesional puede tener diferentes

dimensiones, resulta importante resaltar el principio de la responsabilidad como máxima que rige

al buen profesional para mostrar la forma como este principio fortalece sus competencias y

capacidades profesionales, garantizando así no solo su desarrollo como persona y profesional, sino

también el desarrollo de una comunidad (Ibarra, 2005).

De otro lado nada tendría que ver la especialización del sujeto no garantiza su ética

profesional, por cuento se hace necesario dotar de un contenido de responsabilidad con los otros,

en el proceso de formación profesional. Esto conlleva a contar con las capacidades y competencias

profesionales para asumir ese servicio, pero también incluye el imperativo moral de realizarlo bien.

Ahora bien, el imperativo ético de realizar bien el quehacer profesional conlleva entonces a la

actualización y capacitación permanentes del profesional para estar en condiciones de ofrecer las

respuestas o alternativas de solución que la sociedad requiere. Pero es preciso señalar que el

ejercicio de la responsabilidad profesional como proceder ético perfila la realización de este

conjunto de acciones hacia el logro del bienestar social ((Ibarra, 2005).

El quehacer profesional entonces, supone la existencia de un compromiso ético con el

bienestar social, pues si bien requiere de un grado de especialización, de eficiencia y eficacia en la

obtención de resultados, estos deben estar acompañados de un contenido moral que supone la

responsabilidad del profesional con los otros, es decir con la comunidad y el bien común.

53
Prácticas de transgresión y ejerció de poder en el aula.

En nuestra perspectiva consideramos fundamental el análisis del poder en el interés de

comprender la proliferación de prácticas informales concretadas por estudiantes y docentes dentro

del ámbito académico. En particular, nos resulta sugerente la concepción del poder desde la

propuesta de Foucault. Desde esta perspectiva, el poder no puede concebirse como una propiedad,

ni lo detentan exclusivamente los aparatos del estado, sino más bien, está presente en todas las

relaciones sociales, aunque parezcan simples. Es esta lectura, el poder se ejerce a partir de una

serie de estrategias y, aún más importante; cualquier sujeto está en la posibilidad de ejercerlo.

Se hace necesario, entonces, observar el poder a nivel institucional, con la idea preconcebida

de que todos lo ejercen y que sus efectos no son solo negativos, sino también son positivos, en

tanto que “producen regímenes de verdad y saber (Foucault:1984).

De acuerdo a Foucault, las instituciones donde el poder se ejerce visiblemente son las cárceles,

los hospitales, el manicomio y la escuela. En estos espacios el poder se manifiesta de diversas

formas, como control, subordinación, dominación, represión, sujeción etc y, se ejerce a través de

diversas técnicas disciplinarias. Estas formas de ejercer el poder alojan un modo particular de

operar, de ahí la necesidad de comprenderlo en su especificadas. A este fenómeno Foucault definió

como microfísica del poder.

Ahora bien, dentro de los conceptos desarrollados por Foucault, resultan sugerentes los

conceptos de mallas de red que constituyen el conjunto de elementos, conductas y procesos que

no pueden ser controlados por el poder, el ilegalismo constituye una de las condiciones de vida, al

mismo tiempo significa la existencia de acciones que escapan a los poderes y sobre los cuales no

se tiene control. De otro lado, abordamos el concepto de tecnología de poder sobre la disciplina lo

54
cual significa el control de la conducta de un individuo, su comportamiento, sus aptitudes, el

colocarlo en el lugar donde sería más útil. Las mallas de red analizadas por Foucault, dan cuenta

de la existencia de procesos al margen de la formalidad. En el contexto de nuestra investigación,

este proceso tiene que ver con la concreción de acuerdos informales (pago de sobornos y/o

intercambio de favores) existentes en el espacio académico. En efecto, estos procedimientos

informales escapan al control de la legalidad constituyéndose en prácticas sobre las cuales no se

tiene control. La tecnología de poder sobre la disciplina tiene que ver con los mecanismos de

dominación y control hacia el individuo. El ejercicio del poder desde un estilo arbitrario, buscara

el sometimiento del sujeto a partir del control de su conducta y su comportamiento. Este tipo de

relaciones de poder, buscara ponerlo al individuo en el mejor lugar donde pueda ser más útil a los

intereses de quien ejerce el poder. En los espacios académicos, en la relación docente alumno,

quien está llamado a ejercer el poder, son los docentes, a partir de la disciplina y las decisiones en

el desarrollo de las labores académicas. No obstante, en determinadas circunstancias sucede que

este – docente- apelara a la arbitrariedad a partir de la “Tecnología Del Poder Sobre La

Disciplina”, para tener control sobre el comportamiento de los estudiantes, así este – docente-

buscara ubicarlo en el mejor lugar para ser aprovechado como un medio que contribuya al logro

de los fines (ilícitos) del docente. Pues, al generar, premeditadamente dificultades en los

estudiantes con el fin de inducirlos al ofrecimiento de sobornos para aprobar las asignaturas, las

practicas informales se convierten en actos de coacción emanadas de los docentes, más que

acuerdos – informales- entre ellos.

55
2.3. Marco conceptual:

Corrupción:

La Real Académica Española define a la corrupción como, acción y efecto de corromper. El

verbo corromper es definido como: depravar, echar a perder, sobornar a alguien, pervertir,

dañar.18 En su acepción original el termino proviene del latín corrumpere y se hacía uso del mismo

para referirse a la descomposición o putrefacción de los órganos. Luego el concepto llegaría a

emplearse para calificar la alteración y la perversión de las propiedades básicas de un hecho o un

estado de cosas, entre los años, el término cobro una nueva acepción. Si en un principio la

corrupción definía a la pudrición de algo, ésta pasó a asumir una acepción más simbólica para

aludir a las relaciones humanas. Así tenemos, que en el campo de la literatura o la lingüística si

una palabra es utilizada de forma diferente a la que establece su definición, está ocurriendo un

fenómeno llamado corrupción lingüística y así se tiene ejemplos diversos. Sin embargo, el uso

más frecuente del termino en la actualidad está referido al acto de abuso de poder para obtener

beneficios personales. De acuerdo al Banco Mundial y Trasparencia Internacional, se entiende la

corrupción como el abuso del poder público para fines privados. Por consiguiente, en las prácticas

corruptas se ven implicados funcionarios y servidores públicos a partir del ejercicio de sus cargos.

La percepción universal del fenómeno proviene de la definición establecida por El Banco

Mundial, institución que define a la corrupción como “el abuso de poder público para beneficio

privado”. Del mismo modo, la definición de Corrupción más difundida fue formulada por

Transparencia Internacional, según la cual “se refiere a comportamientos por parte de funcionarios

18 Real Academia De La Lengua Española, 2008.

56
del sector público, ya sean políticos o servidores públicos, que los enriquece inapropiadamente

mediante el mal uso del poder […] encomendado” 19

Para el caso peruano en esta misma línea tenemos la definición de A. Quiroz (2013), para quien

la corrupción se entiende como el mal uso del poder político burocrático por parte de camarillas

de funcionarios, coludidos con mezquinos intereses privados, con el fin de obtener ventajas

económicas o políticas contrarias a las metas del desarrollo social mediante la malversación de

fondos o el desvió de recursos públicos, junto con la distorsión de políticas e instituciones. Estas

definiciones se concentran en dimensiones políticas y económicas. De acuerdo a estas

perspectivas, la corrupción a gran escala o sistémica se da cuando las normas formales e informales

favorables al desarrollo (las reglas que protegen los derechos de propiedad, reducen los costos de

transacción y, desalientan la manipulación económica rentista extraeconómica (rent seeking)) son

inexistentes, están distorsionados o se muestran inestables.

Asimismo, la corrupción constituye un fenómeno amplio y variado, que comprenden tanto

actividades públicas como privadas. No se trata tan solo del tosco saqueo de los fondos públicos

por parte de unos funcionarios corruptos. La corruptela comprende -también- el ofrecimiento y

recepción de sobornos, la malversación y la asignación de fondos y gastos públicos, la interesada

aplicación errada de políticas y programas, los escándalos financieros y políticos, el fraude

electoral y otras transacciones administrativas (Quiroz ,2013)

En contraste con estas definiciones, Mujica (2011) destaca la dimensión socio-cultural del

fenómeno y sugiere que la corrupción debe ser entendida como: un mecanismo práctico que funda

modos de relacionarse, maneras de acceder a grupos de poder, redes sociales, redes políticas y

19
TRANSPARENCIA INTERNACIONAL. El Libro de Consulta 2000.

57
amistades, que se movilizan dentro de una estructura que aparenta la asepsia que la formalidad

que la ley sugiere. Desde esta mirada, se comprende la corrupción como un conjunto de

mecanismos compartidos y practicados por las personas para acceder a grupos de poder, vínculos

sociales, y políticos.

Prácticas de transgresión:

El concepto de transgresión proviene del termino transgredir, el mismo que significa de

acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española: quebrantar, violar un precepto, ley o

estatuto20. El transgredir supone el quebrantamiento de una normatividad no necesariamente

tipificada por ley. Así existen actos que, no teniendo una sanción penal, están sujetas a un juicio

moral que se funda en el interés público. Para Portocarrero (2004), la transgresión es un acto que

se opone a la moralidad dominante. Según el autor, la transgresión es sintomático en una sociedad

en tanto existe una brecha entre el hábito y la ley. Se trataría no de una ruptura total, pero si de una

conexión precaria. La transgresión, en la sociedad peruana estaría asociada a la criollada o

pendejada. Tanto la pendejada como la criollada deben de entenderse como a la moralidad

dominante en la sociedad.

La transgresión tendría finalmente una función social, en tanto aloja una conducta racional en

dos sentidos. Del lado de los que poseen los capitales económicos, políticos y simbólicos, la

transgresión funcionaria como un instrumento para afinar ese dominio, mientras que, del lado de

los excluidos, sería una respuesta de invalidar el sistema, la falta de justicia. Se crea en este

contexto de acuerdo a Portocarrero, “un pacto infame”, una convivencia conflictiva que sin

20
Real Academia de la Lengua Española 2008.

58
embargo evitaría estallidos sociales, mas esta función social estabilizadora es implícita e

inconsciente (Portocarrero, 2004).

En suma, la transgresión supone el quebrantamiento de una normatividad que proviene del

interés público o de la moralidad dominante en el grupo social. Pues, esta normatividad no

constriñe la moral del sujeto, de ahí su incumplimiento.

En el contexto de la investigación, las prácticas de transgresiones están constituidas por

aquellos actos contrarios a los principios como a los fundamentos de la educación y en particular,

al proceso de formación profesional en los centros de educación superior. Entre estos, se hace una

distinción de dos prácticas recurrentes dentro la relación docente-alumno, en los espacios

académicos:

Soborno:

Si bien el soborno es tipificado dentro de la legislación de nuestra sociedad como cohecho

pasivo o cohecho activo genérico, con frecuencia su uso se reduce a la esfera política y/o

administrativa. Tal acepción está en la línea de quienes conciben la corrupción como abuso de

poder público para beneficio privado. No obstante, el soborno como transgresión de la

normatividad social, supone el acuerdo directo o indirecto en ocasiones a partir de la intervención

de un tercero existente, entre dos o más actores a partir del ofrecimiento de una recompensa

pecuniaria para pervertir el juicio de una persona en posición de confianza. Los mecanismos como

los medios de la concreción de sobornos escapan con frecuencia al acto tipificado por ley. El

soborno tipificado por ley sugiere la existencia de cohecho pasivo o cohecho activo, dependiendo

la intervención del funcionario en el cometido del acto. En contraste, en el contexto de la

investigación, se entiende el soborno como resultado de un vínculo, en tanto como sugiere Mujica

59
(2011), no existe un corrupto, por un lado y un corruptor por el otro. En las relaciones informales

como el soborno no existen entidades pasivas, sino vínculos que se fundan en el acuerdo informal.

Intercambio De Favores:

El intercambio de favores, en el contexto de la investigación, supone el acuerdo explicito

pactado entre docentes y estudiantes para el cobro de sobornos, hecho que genera recompensas

mutuas. Un docente concreta el cobro de sobornos a partir de un intermediario (un estudiante de

confianza) quien, a cambio de su actuación, recibe dinero en efectivo o es acreedor de favores en

sus calificaciones (notas) académicos.

El intercambio de favores, en consecuencia, es el resultado de los mecanismos por los cuales

se concretizan los sobornos. Pues si bien el soborno constituye una práctica de transgresión este a

su vez crea otras formas de transgresión: el intercambio de favores. Si bien ambas prácticas son

diferentes, el intercambio de favores no se comprende por separado de las practicas del soborno.

El intercambio de favores se explica entonces como mecanismo para la concreción de sobornos.

Formación profesional:

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) conceptualiza la formación profesional como

el conjunto de actividades cuyo objetivo es descubrir y desarrollar las aptitudes humanas para

una vida activa, productiva y satisfactoria. En función de ellos quienes participan de actividades

de formación profesional deberían poder comprender individual y colectivamente cuanto

concierne a las condiciones de trabajo y al medio social, e influir sobre ellos. La FP comprende

en síntesis tres características fundamentales:

60
Ser un proceso educativo, la FP forja sujetos con habilidades, capacidades y conocimientos

específicos al desempeño de una especialidad en particular, la enseñanza es un proceso teórico y

práctico, las aulas imparten el proceso teórico y los múltiples conocimientos mientras que el

aprendizaje de campo como componente fundamental, busca resolver las dudas y poner en

ejercicio todo lo asimilado como teórico, es decir, busca la evidencia empírica. La FP es un proceso

permanente que se dará a lo largo de la vida del profesional en razón a los variados aciertos y

desaciertos del conocimiento y la tecnología.

Ser una actividad vinculada a la transferencia de conocimiento y desarrollo tecnológico, la

FP actualiza constantemente al profesional, dado que el conocimiento y la tecnología se devalúa;

estos responden a una época por lo tanto hace que los profesionales busquen nuevos saberes

desechando lo superfluo, compartiendo de esta forma saberes y tecnologías que faciliten la vida

digna de las personas, la FP permite el ejerció pleno de la ciudadanía con el objetivo de conseguir

una sociedad justa y con calidad de vida.

Preservar su objetivo laboral, la FP busca la inserción laboral de los profesionales con méritos

suficientes, a su vez que estos logren permanecer dentro del cargo a desempeñar; las destrezas

individuales, el trabajo asociativo y la gestión del trabajo, son algunos de los enfoques que se

interiorizan en los profesionales como parte de la FP, de igual manera los valores construidos son

canalizados en las empresas o centros de trabajo donde estos últimos terminan reproduciéndolo en

la población, quienes son demandantes de un bien o servicio.

Para el caso en particular, la FP vendría a ser la proyección idónea del Instituto, ya que dentro

de sus instalaciones se brindaría una educación de calidad, en donde el papel del estudiante

61
simbolice la imagen de un profesional dotado de capacidades que le permita ejercer sus funciones

en su campo laboral y la sociedad.

Categorías:

CATEGORÍAS SUB – CATEGORÍAS

 Prácticas de transgresión.  Intercambio de favores.


 Soborno.
 Juicios de valoración.
 Practicas informales.
 Complicidad.
 Vínculos de confianza.
 Ejercicio de poder.

 Formación profesional.  Expectativas académicas.


 Desempeño académico.
 Especialización.
 Limitaciones académicas.
 Desempeño profesional.
 Inserción laboral.

62
CAPÍTULO III:

METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

3.1. Enfoque de Investigación.

La investigación es abordada a partir del enfoque CUALITATIVO, entendido que las

prácticas de transgresión actúan bajo un proceder discreto del cual en parte resultan estar

invisibilizadas, es por tal que el planteamiento de acciones indagatorias se dio en forma dinámica

durante todo el proceso de investigación.

3.2. Método General.

El principal sustento de la investigación es el método científico, el cual permite plantear un

problema científico, formular respuestas tentativas a los problemas – hipótesis, que permite

examinar aspectos específicos del problema de investigación, y de esta forma recopilar las

informaciones del trabajo de campo y analizarlas con el propósito de comprobar las hipótesis.

3.3. Método Particular.

Por el interés en que se ha orientado la investigación, como es, explicar las razones por las que

las prácticas de transgresión: soborno e intercambio de favores se instituyen en el proceso de

63
formación académico profesional, se ha utilizado el método de ANÁLISIS Y SÍNTESIS, tanto

para explicar el problema de investigación y fundamentar los datos recopilados.

3.4. Tipo de Investigación.

La presente investigación es del tipo descriptiva – explicativa. Primero, describimos la forma

en que se presentan las prácticas de trasgresión. Segundo, explicamos los factores por las que se

instituyen este tipo de prácticas y que efectos supone en la formación profesional.

3.5. Diseño Metodológico.

El diseño de la investigación es TRANSECCIONAL/ CAUSAL. Esto nos permite explicar a

través de las informaciones de campo. El cómo se instituyen la transgresión y que efectos generan

en el proceso de formación profesional.

3.6. Población:

En la investigación la población de estudio está conformada por los estudiantes de la

especialidad de Mecánica Automotriz del Institutito de Educación Superior Tecnológico “Andrés

Avelino Cáceres Dorregaray”.

3.7. Muestra:

La estrategia de muestreo considerada en la investigación, es producto de la dinámica en la

cual se condujo la investigación, al ser particularmente una investigación de enfoque cualitativo,

requiere de una construcción acorde a las características y dificultades que enfrenta la

investigación. En la perceptiva de Roberto Hernández Sampieri (2014) "En el proceso cualitativo,

la muestra representa un grupo de personas, eventos, sucesos, comunidades, etc., sobre el cual se

64
habrán de recolectar los datos, sin que necesariamente sea representativo del universo o población

que se estudia" (pág.384), así la estrategia muestral, lejos de tener una rigidez en la determinación

de una cantidad que conformara su espacio muestral, está más sujeta a las connotaciones que la

investigación enfrenta y a criterios reflexivos como “la pertinencia que tiene que ver con la

identificación y logro del concurso de los participantes que pueden aportar la mayor y mejor

información a la investigación y la adecuación que significaría contar con datos suficientes

disponibles para desarrollar una completa y rica descripción del fenómeno, preferiblemente,

cuando la etapa de la saturación se ha alcanzado”(Sandoval, 2002, pág. 136).

Al entenderse que el muestreo cualitativo no presenta rigidez en su determinación numérica de

informantes, por el contrario, es un proceso progresivo, sujeto a cambios que se van dando en los

hallazgos, donde el objetivo será la búsqueda de casos ricos en información; se consideró

permitente el uso de dos tipos de muestras para cumplir con los objetivos de la investigación.

El muestreo en cadena o bola de nieve: siendo la discrecionalidad una de las características

principales del fenómeno a investigar. Identificar a los informantes y más aún obtener de ellos la

información relevante, ha sido tarea a enfrentar por medio del trabajo de campo, se demandó la

utilidad de la técnica de muestreo en las dos etapas de obtención de información: En la primera

etapa, los informantes fueron seleccionados según la pertinencia de su testimonio con los objetivos

de la investigación, estos primeros informantes nos condujeron a sus amistades inmediatas donde

se volvió a realizar el proceso de selección; las entrevistas se dieron con estudiantes de los últimos

semestres matriculados en el periodo 2014 - II. En la segunda etapa, dado que los estudiantes

considerados como población y muestra habían egresado del Instituto de formación técnica,

encontrándose en una situación de empleo, desempleo o subempleo, se presentó la dificultad en

contactar con ellos, por lo que se requirió el uso de otros medios como las redes sociales

65
(Facebook), tras concretar una cita con el informante, este nos condujo de igual manera a su círculo

inmediato (amigos frecuentes), a partir de estos primeros informantes construimos las evidencias

empíricas. Cabe señalar que en ambas etapas se procedió a construir bolas de nieve a partir de

informantes representativos, es decir, aquellos estudiantes que cumplieran con la mayoría de

características de su población de estudio.

El muestreo de casos confirmatorios o disconfirmatorios: se implementó a manera de

conclusión del trabajo de campo, su proceso fue contundente, dado que la investigación buscaba

explicar un fenómeno invisible y dinámico, por tal resultó necesario validar y sostener la

información empírica recopilada en eventos anteriores, o caso contrario agregar nuevas evidencias

que otorguen mayor significancia del problema.

Cabe señalar que todos los testimonios tienen validez en su información brindada, sin embargo,

el muestreo por ser una construcción donde “los casos nos proporcionen un sentido de

comprensión profunda del ambiente y el problema de investigación” (Hernández Sampieri, 2014,

pag. 385), se consideraron a 23 estudiantes considerando los siguientes criterios de selección:

 Estudiantes de los tres últimos semestres de estudio de la especialidad de

Mecánica Automotriz del Instituto “Andrés Avelino Cáceres Doregaray”, matriculados

en el periodo 2014-II.

 Estudiantes con modalidades de ingreso vía Centro de Preparación y

examen de admisión.

 Egresados que lograron obtener de manera inmediata un puesto laboral, al

igual que egresados que al encontrarse en una situación de paro decidieron ejercer otra

66
carrera o dedicarse laboralmente a otras actividades al margen de su formación

profesional.

No se considera estudiantes de ciclos inferiores (1ro, 2do y 3ro). Pues dado las connotaciones

ético-morales negativas de nuestro problema de estudio, se abstuvieron de brindar información al

respecto. De otro lado, preliminarmente se supo que, en los primeros ciclos de estudio, la presencia

de prácticas de transgresión, salvo excepciones, es casi – inexistente.

3.8. Técnicas de Recopilación de Información:

Entrevista a profundidad

Para el desarrollo de la recopilación de información diseñamos una guía de entrevista que

permitió definir los objetivos y las preguntas pertinentes de acuerdo a las categorías a desarrollar

en relación al problema de investigación. Es necesario destacar que, las entrevistas se realizaron

a partir de un mecanismo de arrastre de informantes. Se inició con dos estudiantes, a quienes se

realizó la entrevista personalmente, ellos permitieron captar a otro grupo de estudiantes, dentro de

este grupo de estudiantes se entrenó a un estudiante para la realización de entrevistas informales a

otros estudiantes. Pues dado las connotaciones ético-morales de nuestro problema de

investigación, algunos estudiantes abstienen de brindar información, de modo que recurrimos a la

realización de entrevistas informales.

Las entrevistas informales se desarrollaron en escenarios diversos, la instrucción de un alumno

para que este condujera la entrevista basado en los objetivos de la investigación; recurrir a espacios

sociales como los campeonatos deportivos y ahí ejecutar las entrevistas a estudiantes que ya nos

67
habían acogido en su grupo, también se llevaron a cabo entrevistas por vía telefónica, uso de redes

sociales e incluso pactando citas espontáneas.

Observación no participante:

Al igual que las entrevistas, la observación no participante desarrollo una guía acorde a los

objetivos de la investigación; el uso de mencionada técnica, estuvo referida a su posibilidad de

construir un escenario propicio en el cual se desarrollaría las entrevistas, el cual permitió ser

asertivo al momento de plantear las preguntas a nuestros entrevistados; esta técnica no altero la

información obtenida al contrario contribuyo con la veracidad de la misma. Las observaciones no

participantes se dieron en situaciones al margen del desarrollo de las entrevistas, es decir se llevó

a cabo como una situación desconocida por los entrevistados, dicha técnica permitió visualizar la

dinámica de interacción mantenida entre los diversos actores (estudiantes, docentes, autoridades)

en su centro de estudios.

3.9. Sistematización de la información:

Las informaciones realizadas fueron transcritas en su totalidad para lograr un análisis más

específico y se usó seudónimos para cada informante, a ello se agregó la caracterización del

escenario y entrevistados obtenidos por medio de la técnica de observación no participante. El

contenido de la información obtenida, así como nuestra experiencia en el trabajo de campo han

sido fundamentales para garantizar una obtención de datos que determinaron la confiabilidad y

validez al estudio.

En el proceso de sistematización de la información, se llegó a puntos de saturación por encima

de las tres entrevistas, a partir de este proceso se generó una línea de tiempo de la formación

68
profesional del estudiante para una mejor interpretación del problema, concluyéndose en lo

siguiente: el proceso de admisión (modalidad de ingreso al Centro de Formación), los tres primeros

ciclos de formación (desconocimiento de la transgresión como modalidad imperante en la

aprobación de asignaturas), la etapa concluyente de la formación técnica de los estudiantes (el

desarrollo de la transgresión) y el egreso de los profesionales (inserción en el mercado laboral). Es

de esta manera que se procedió a describir el problema de investigación, su presentación estuvo

sujeta a la selección de una entrevista, la cual reunía un conjunto de características necesarias y

acordes a los objetivos de la investigación, por lo que en algunos casos se construyó el discurso a

partir de la extensa información brindaba por el informante.

3.10. Instrumentos de Recopilación de Información.

En el trabajo de campo han sido importantes los siguientes instrumentos:

 Guía de entrevista a profundidad.

 Guía de observación no participante.

 Fichas de notas de campo.

 Hoja de registro de estudiantes.

69
CAPÍTULO IV:

PRESENTACIÓN DE RESULTADOS.

4.1. La actividad académica:

Expectativas profesionales, limitaciones académicas y juicios de

valoración21 en los estudiantes.

Lo que a continuación se presenta, corresponde a una suma de información empírica compilada

en el trabajo de campo que, en adelante será objeto de análisis y discusión.

Un primer hallazgo a destacar en la investigación es que los estudiantes durante el proceso de

formación profesional tropiezan frecuentemente con limitaciones en cuanto al desempeño

académico. Esta situación obedece en parte a la escaza preparación requerida para iniciarse en una

educación superior. Pues como muestra la investigación, existen estudiantes (informantes) que

obtuvieron su ingreso al Instituto Superior en la modalidad de “ingreso directo” a partir del Centro

de Preparación que ofrece el centro de estudios, hecho que no representa un problema per se sino

21 Los juicios de valoración respecto a las prácticas de transgresión.

70
por la escasa formalidad y exigencia que tiene este espacio de preparación22 en la formación de

los estudiantes.

“… (Yo) ingrese al Instituto por el CEPRE del Instituto (centro de preparación), por ahí

ingresan los estudiantes directamente, es fácil, todos los inscritos ingresan… Bueno, si hay

exámenes, pero a la larga es pura finta23, al final todos ingresan, solo pagas tu matrícula, tus

pensiones, otros gastos más y ya, si quieres vas a clases, y si no, no vas”24.

“Yo me presente a la Universidad, pero como no ingrese, decide ir al instituto y me matricule

en el CEPRE del Instituto, desde un inicio vi que no nos exigían mucho. ¿A qué te refieres? Las

clases no eran como en otras académicas, los cursos, los exámenes eran más fáciles, algunos de

mis compañeros eran relajados, faltaban a clases, ¡no les importaba! … par mi fue fácil ingresar

al instituto por el CEPRE, como tenia preparación en otras academias creo que no tuve mucha

competencia, además que los exámenes de puntaje que tomaban los profesores era fácil, podías

sacar notas altas”25

En este contexto, el centro de preparación del instituto; lejos de brindar la preparación

requerida a los estudiantes; constituye una mera formalidad. Pues, en la medida que los estudiantes

inscritos al Centro de Preparación, con solo realizar los pagos requeridos, cumplir con el

porcentaje de asistencia y rendir las evaluaciones programadas, han garantizado su ingreso al

instituto. Si bien existen evaluaciones, estas no reúnen un nivel de exigencia requerida para medir

los conocimientos y capacidades de los estudiantes para iniciarse en una educación superior, ya

22
CEPRE- IESTP A.A.C.D – Centro de preparación Andrés Avelino Cáceres Dorregaray.
23
Entiéndase el termino finta, en este contexto, como Innecesario o inexistente.
24
Bryan, setiembre 2015.
25
Jair, noviembre 2016.

71
que la dificultad en la resolución de los exámenes está por debajo de los presentados en otros

Centros de Preparación.

De otro lado, es evidente que el relajamiento de los estudiantes, se inicia desde el Centro de

Preparación. Pues, los estudiantes asumen que el proceso de preparación no requiere de mayores

esfuerzos, por lo que invierten el tiempo lo más ameno posible:

“Nosotros íbamos a clases los primeros días, bien empeñosos, de ahí, algunos empezaron a

relajarse, los profes a veces llegaban tarde, de ahí también nosotros algunas veces no entrabamos,

más íbamos a hacer “hora a las flacas” que también estaban en el CEPRE- IESTP a veces íbamos

a jugar billar al frente del “Insti” – instituto o, a jugar futbol”26

“Tenía muchas expectativas del CEPRE, incluso creí que podía servirme si quería postular a

la Universidad, en los primeros días fue emocionante, conocer a nuevos patas, las amigas, pensé

que aprendería mucho, claro también había compañeros que ya tenían su edad, ellos eran algo

descuidados con su estudio, pero cuando pasaron los días vi que todo cambio, los exámenes

parecían ser los mismos porque no se avanzaba mucho en clases, además el relajo ya estaba en

la mayoría de mis compañeros, casi a diario había partido y preferíamos jugar por que ya

sabíamos que el examen sería fácil”27

Con estas actitudes, se relega el proceso de preparación para el ingreso al instituto en adelante.

De ahí que el Centro de Preparación difícilmente puede garantizar, debido a su endeble formalidad

26
Julio, setiembre 2015.
27
José, octubre 2016.

72
y poca exigencia, el desarrollo de aptitudes, adquisición de conocimientos y menos aún el fomento

de hábitos y prácticas para enfrentar la vida académica en adelante.

Aquellos alumnos que ingresan al Instituto por la modalidad “ingreso directo”, logran una

vacante de estudio sin pasar por un riguroso criterio de selección, toda vez que, este proceso

supone, no más que, realizar los pagos de matrícula y de las pensiones respectivas, pocas veces

tomando en consideración aspectos como las evaluaciones y la asistencia regular a clases, de ahí

que, sin importar ser el mejor o el peor alumno de la clase o asistir con o sin regularidad a clases,

a cierta manera el hecho de inscribirse en el ciclo de preparación, cumplir con el pago de las

pensiones y estar pendiente del cronograma académico garantizan el ingreso al Instituto. De ahí

resulta indudable que, al no reunir las exigencias necesarias, el tipo de preparación que reciben los

estudiantes en este espacio CEPRE IESTP ayudan poco o nada a enfrentar las tareas académicas

encomendadas a cumplir durante el proceso de su formación en el Instituto como alumno regular.

Estas percepciones son corroboradas por los entrevistados.

“… desde un comienzo empezamos a relajarnos, desde que estábamos en el CEPRE del INSTI,

ahí empezó el problema, quizá si hubieran sido más estrictos nos habríamos esforzando más y

hubiéramos ingresado al “Insti” preparados para responder bien en las clases, porque siempre

tienes que tener base pe, para captar los cursos, y eso es lo que a nosotros nos faltaba, pero

también nosotros teníamos responsabilidad , pero como no había mucha competencia para

ingresar al INSTI no sentíamos la necesidad de prepararnos, es diferente a la universidad donde

compites para lograr una vacante, en cambio en el INSTI , no hay eso pe”28

28
Joaquín, octubre 2015.

73
“…Yo por ejemplo tenia notas altas, desde cole siempre busque sacar buenas notas porque

también tenía compañeras que estudiaban y eso como que me motivaba, pero en el CEPRE mis

compañeros más pensaban en pasar el rato”29

El relajo de los estudiantes, el desestimar todo esfuerzo y dedicación en el centro de

preparación CEPRE – IESTP, como relatan los entrevistados, tiene que ver con la escaza (o nula)

competencia existente para el ingreso de los estudiantes al Instituto.

Es la competencia por el logro de una vacante de estudios lo que dinamiza y moviliza a los

estudiantes apostar por el esfuerzo y dedicación, a asumir esa continua dedicación de la dinámica

formación profesional. No obstante, cuando el logro de una vacante de estudios está exento de

todo tipo de competencia o cuando la competencia en este proceso es casi inexistente, el esfuerzo

por el saber y la ardua tarea de formarse como profesionales quedan relegados. Pues finalmente,

importa terminar la carrera, sin esfuerzo alguno y con escasa preparación, para ubicarse en el

mercado laboral.

Esta misma realidad se presenta en relación a los exámenes de admisión. Pues, sucede que la

selectividad de alumnos en los exámenes de admisión es casi inexistente, toda vez que, existe una

cantidad reducida de postulas. De ahí que, la evaluación de aptitudes y conocimientos para el

ingreso al Instituto, resulta ser más bien, el cumplimiento de una formalidad más que un proceso

serio de selección de estudiantes. Pues, finalmente, (casi) todos los que se inscriben para el examen

de selección ingresan, y son considerados como alumnos ordinarios de este centro superior.

29
José, octubre 2016.

74
“…Casi todos los postulantes ingresan. El asunto es que no hay muchos alumnos que

postulan, entonces de cualquier manera se tienen que cubrir las vacantes, en si el examen es fácil,

porque si no el instituto se quedaría sin alumnos (risas), a veces incluso hay más vacantes del

número de postulantes. Si de verdad se seleccionaría como debiera ser, solo pocos ingresarían al

instituto”.30

“La verdad no pensé ingresar al Instituto, ni bien salí de cole mis papás me dijeron que tenía

que trabajar, pero yo les dije que mejor me iría a estudiar al Instituto y como no era tan caro ya

pe mis papas me ayudaron, para el examen solo repase algo, no me acuerdo mucho del examen

pero supongo que habría estado fácil ya que no había ido a ninguna academia ni nada para

prepararme, pero más sorpréndete fue que éramos pocos los que habíamos dado el examen, mis

demás compañeros de salón fueron del CEPRE”.31

Claro está entonces que, exista una ausencia de competitividad, hecho que mina todo esfuerzo

y sentido de responsabilidad, convirtiéndose más bien en un escenario marcado por el facilismo

que fractura la seria labor de formar y formarse como profesionales.

Asimismo, en la investigación se halló que, existen estudiantes acreedores de una vacante en

el instituto, no por rendir la evaluación de admisión requerida o asistir al centro de preparación,

sino por cualidades Extra-académicas. Pertenecer al equipo de futbol del instituto en la liga distrital

de futbol, por ejemplo.

Esta ausencia en el criterio de selección indudablemente mina la calidad de estudiantes que

ingresan a formarse en el Centro Superior. Pues, si en la situación anterior el proceso de selección

30
Jhon, octubre 2015.
31
Carlos, noviembre 2016.

75
académico constituye una formalidad, más que una seria selección de estudiantes. Para este caso,

los procesos de selección académica simplemente no existen, se apela más bien a un acuerdo

informal que nada tienen que ver con la selectividad de estudiantes para su formación en un centro

de formación superior.

“… no fui mal estudiante en el “cole”, pero más era mi pasión por el futbol, nunca pensé

ingresar a la universidad porque mis posibilidades económicas no me permitían… para mí era

imposible ir a una academia, prepararme para ingresar a la universidad, eso no lo veía en mis

planes. A pesar de eso, mi mamá siempre quiso que sea diferente, que por lo menos aprende algo

con que ganarme la vida y es así que me anime a ingresar al instituto. Yo no ingrese por examen

de admisión, sino, porque me presente a la convocatoria que hicieron para jugar futbol por el

equipo del instituto en la liga distrital de San Agustín de Cajas y me vieron que jugaba bien y me

dieron una vacante y así ya las cosas se me hicieron fácil, no tenía que estudiar o ir a

prepararme”32

En lo anterior, el informante se ve impedido de continuar estudios en algún centro de formación

superior. Es muy consiente que sus limitaciones económicas difícilmente harán posible el acceso

a un centro de formación pre-universitario, por lo que las posibilidades de ingresar a la universidad

son casi nulas. No obstante, sus deseos de superación lo animan a apostar por una formación

técnica en el instituto, más su ingreso a este espacio académico no pasa por un criterio de selección

académica. Sus cualidades para jugar el futbol lo hacen acreedor de una vacante de estudios en el

instituto. Este logro, sin embargo, se convierte en una gran oportunidad para formarse como

profesional y enfrentar la vida con éxito en el futuro, pero ve que no requiere de mayor esfuerzo

32
Jordy, octubre 2015.

76
más que demostrar sus habilidades en jugar futbol, a fin de cuentas, como dice “las cosas se le

habían hecho fácil”, estudiar o preparase para el instituto no era necesario.

Ahora bien, para un mejor entendimiento de las limitaciones que enfrentan los estudiantes en

el desempeño académico durante el periodo de formación, resultada sugerente remitimos a las

expectativas que tienen los estudiantes antes de iniciar sus estudios en el instituto.

En este contexto, hallamos que, si bien un grupo de estudiantes están interesados por lograr

una profesión, estos tienen el convencimiento que, ingresar y mantenerse en el instituto es un

proceso que no requiere de esfuerzo alguno. “No necesitaba prepararme para el instituto “Decían

que era fácil” “solo necesitaba un poco dinero para mantenerme”.

“…estaba muy emocionado de empezar a estudiar en el instituto, al empezar estaba seguro de

esforzarme, porque estudiar en el instituto para mí era una cosa seria, era la oportunidad de mi

vida para ser profesional y apoyar a familia, eso es lo que yo esperaba, aprender todo lo posible

y empezar a trabajar para ganarme la vida ¿no? … pero las cosas no eran como yo las veía,

cuando fui al CEPRE—IESTP, vi que los profes no exigían mucho, otros de mis compañeros no

iban a clases, eran unos relajados ¿no?, bueno, pues yo también empecé a relajarme un poco. A

pesar de las ganas que uno tenía de estudiar el ver tus compañeros relajarse, no te motivaba a

estudiar pe. La mayoría eran rejalados, solo iban a hacer “chacota” 33 más que a estudiar”.34

Pese a las altas expectativas que uno pueda tener, un entorno donde se impone el desinterés y

el relajamiento, se va perdiendo paulatinamente el interés de formarse como profesional. Los

estudiantes sienten que la disposición de aprender y esforzarse no es suficiente cuando la exigencia

33
Entiéndase como “Chacota” el fomento de la indisciplina dentro del aula.
34
Víctor, octubre 2015.

77
de los docentes es muy débil o cuando los demás miembros de su entorno –compañeros- están

motivados por buscar espacios y actividades que poco tienen que ver con la labor académica.

“…a pesar de tener interés de aprender, me sentía desanimado, porque los alumnos no asistían

a clases… preferían ir a jugar futbol o a emborracharse, más que nada los fines de semana:

jueves, viernes… eso a veces me desmotivaba… bueno, al final yo también caí en lo mismo, ya era

como casi todos, solo iba “hacer hora” (risas), y hacer lo mismo que hacían ellos, ir a jugar

futbol, emborracharme… en momentos sabia de lo mal que hacía, pero pensaba que en algún

momento dejaría de hacerlo…”35

En realidad, si bien las expectativas no se pierden del todo, explican los informantes, en un

escenario con escaza competencia académica, con ausencia de una seria exigencia y donde

finalmente, la desidia y la apatía están inscritas en las relaciones de los estudiantes, pocos son los

que sacan provecho de las lecciones impartidas y del aprendizaje brindado.

De otro lado, entre los estudiantes que tienen pocas expectativas, el instituto es visto como la

última opción por la que tuvieron que optar, toda vez que sus expectativas eran mucho mayores.

Pues sus posibilidades económicas, han sido obstáculo para concretizar sus aspiraciones: “… (El)

estudiar en una universidad”, por lo que han tenido que optar por una educación técnica que, sin

embargo, más que crearles expectativas, les genera descontento y desinterés.

“… Siempre quise estudiar en la universidad, pero no tenía el apoyo de mi familia para

estudiar en una academia, prepararme ¿no?. Yo postule a la universidad, pero no ingrese, de ahí

me puse a trabajar unos meses pensando prepararme en una academia, pero ya no pude. De todas

35
Joaquín, octubre 2015.

78
maneras, tenía que estudiar algo, aunque sea una carrera técnica y, así decidí estudiar en el

“insti” – instituto. No me sentía bien en el instituto, porque ahí cualquiera ingresa pues, y lo que

yo siempre quería era ingresar a la universidad, en realidad iba al instituto por cumplir, me

ganaba la flojera, algunas veces no iba porque trabajaba”. 36

“…en mi familia siempre han creído que estudiar en la universidad es lo mejor … yo postule

a la carrera de Ingeniería Mecánica en la universidad en 3 veces, pero no tuve la suerte de coger

un cupo, me quede por poco. Bueno vi que había en el Insti de Cajas, mecánica automotriz y me

presenté al examen, no me pareció de lo mejor estar estudiando en el insti. Pero que me quedaba,

no había de otra”37

En la opinión de este grupo de entrevistados, un centro superior de educación técnica, en

particular el instituto “Andrés Avelino Cáceres Dorregaray”, representaría una formación

profesional mediocre, poco exigente y que no demanda de mayores cualidades ni capacidades.

Pues finalmente, cualquiera puede hacerse acreedor de una vacante de estudios “cualquiera

ingresa”. Sin embargo, es el instituto por el que han tenido que optar. En el mejor de los casos,

para hacerse un futuro a medias “por lo menos ser técnico a nada”, en el peor, solo por “satisfacer

a la familia”.

“… yo me preparé unos meses para la universidad, pero no ingrese, volví a la academia

después de un tiempo, volví a postular y, tampoco ingrese. Ya dije mejor voy a estudiar algo

técnico, más corto el tiempo, los años también pasan, sentía que ya el tiempo me ganaba, por eso

36
Isaac, octubre 2015
37
Cesar, noviembre 2016

79
es que dentro a estudiar al “insti·- instituto, ya algo en lugar de nada ¿no?, si quiera una carrera

técnica ¿no?, aunque no es igual, no podía hacer nada”.38

En la comprensión de nuestro informante, el instituto representa el centro de estudios por el

que tuvo que optar para hacerse un futuro a medias “si quiere una carrera técnica en lugar de

nada”.

En estos casos, es evidente que, las expectativas que tienen los estudiantes de formarse en el

instituto casi no existen, por el contrario, los estudiantes sienten que han fracasado en el logro de

sus aspiraciones “el ingresar a la universidad”. Sin embargo, se verían en la necesidad de estudiar

“algo” para no sentirse aún más fracasados de lo que ya se sienten, en algunos casos solamente

habrían decidido estudiar por satisfacer a sus familiares “yo no quería estudiar en instituto… mis

papás me exigieron que tenía que estudiar … aunque sea técnico serás”.

En suma, las condiciones antes descritas, no favorecen el desarrollo profesional de estudiantes.

Pues, en la medida en que los estudiantes asumen la formación en el instituto como un proceso

que “(es) fácil”, para el cual “… no necesitas prepararte” o un centro de formación al cual

“…cualquiera ingresa” o representa la última elección por la que optaron “por lo menos ser

técnico”, “estudiar por dar gusto a tu familia”, se va disipando el interés, el esfuerzo, la

dedicación y la perseverancia, que limitan el logro de sus aspiraciones.

Ahora bien, de otro lado las limitaciones en cuanto al desempeño académico tienen que ver

con carencias de orden económico, pues las necesidades monetarias obligan a un grupo importante

de estudiantes a desempeñarse en algún empleo que alternan conjuntamente con sus labores

38
Jefferson, octubre 2015.

80
académicas. El emplearse en alguna actividad les restaría tiempo para dedicarse a los estudios,

toda vez que, en algunas ocasiones tienen que cumplir jornadas completas con el fin de tener un

ingreso adicional que les permita cubrir sus necesidades, pues, “el apoyo de la familia no es

suficiente”. El no asistir a clases con regularidad supone, como relatan los informantes, perder las

lecciones impartidas en las asignaturas correspondientes a los días de inasistencia, hecho que

tendría efectos negativos al momento de ser evaluados o al ser encomendados a cumplir

determinadas tareas. En esta perspectiva podemos ubicar los siguientes relatos:

“Yo siempre he trabajado desde que estaba en el colegio, porque el apoyo de mi familia no

era suficiente, cuando ingresé al Instituto necesitaba todavía más, para mis pasajes y para

algunos materiales que nos pedían. Cuando ingresé al instituto también estaba trabajando,

atendiendo una cabina(s) de internet, trabajaba medio tiempo, pero a veces trabajaba todo el día

y por eso algunas veces no podía ir clases, a veces faltaba dos, hasta tres veces por semana, como

no seguía la secuencia de los cursos a veces me era difícil entender algunos cursos, sobre todo

física y matemáticas, que eran los cursos que empezamos llevar los primeros ciclos, en los

exámenes peor estaba volando”39.

“Los fines de semana trabajaba de cobrador en la combi de Cajas el dinero que me pagaban

me servía para comprarme los materiales y las copias que me pedían los profes del instituto, como

éramos muchos hermanos mis papás también gastaban en mis hermanos que estaban en la

escuela. Como el pago era regular y no se hacía mucho comencé a trabajar en algunos días de la

39
Mario, octubre 2015.

81
semana en especial cuando eran los días de práctica, como todo el día nos tocaba y estábamos

metidos en el taller, mejor preferí trabajar en la combi”40

“Había aprendido algo de mecánica y me fui hacer prácticas en las vacaciones en un taller

de Mariátegui, de ahí a mi jefe le gusto como hacia la chamba además que me empeñaba mucho

en hacer bien mi trabajo, cuando comenzaron las clases de mi último año, quisieron que me quede

en el taller para trabajar medio tiempo entonces acepte, así habré estado casi un mes, la chamba

y luego el instituto, pero en el insti en las clases no se hacía nada, incluso a veces el profe dejaba

tareas de una semana para otra y se iba, de ahí me puse a trabajar todo el día, por eso faltaba

muchas veces, ya conversaba con los profes para que me apoyaran, sabían que estaba trabajando,

pero para los exámenes si iba”41

Dado sus demandas económicas para solventar sus gastos, estos estudiantes se ven en la

necesidad de emplearse en alguna actividad. El trabajar se habría convertido en prioridad para

ellos antes que el estudiar. Pues, finalmente los mismos docentes tenían conocimiento de ello, de

ahí que se podía llegar a un acuerdo sin perjudicar a los estudiantes pese a sus inasistencias y al

incumplimiento de las actividades asignadas por el docente.

Ahora bien, resulta sugerente arribar en las “posiciones de enunciación”42 o juicios valorativos

que tenían y tienen los estudiantes respecto al acto de transgredir, en particular, a las prácticas

informales: soborno e intercambio de favores cometidas en el ambiente académico de los

estudiantes.

40
Lucas, noviembre 2016.
41
José, octubre 2016.
42
Esta categoría fue desarrollada por PORTOCARRERO, Gonzalo «moralismo contestación y cinismo como
enunciación de los juicios morales en la juventud peruana» en PORTOCARRERO, Gonzalo 2002. Rostros
Criollos del Mal. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú.

82
Pues bien, en lo que respecta a la instauración de prácticas informales dentro del ámbito

académico, hallamos que en términos generales, los estudiantes tienen una valoración

condescendiente hacia las prácticas de transgresión43.Si bien, ninguno de los entrevistados, habría

sido participe de un acuerdo informal antes de ingresar al instituto, casi siempre sus juicios

valorativos han tendido a tolerar y en ocasiones, aceptar la practicas de transgresión como

mecanismo legitimo al cual recurrir, toda vez que las circunstancias ameritan su cometido. Así

refiere nuestro informante:

“… antes de ingresar al “Insti” (instituto) nunca había pagado en el “cole” a los profes por

aprobar, o por algún otro favor. Nunca había tenido necesidad de hacer una cosa así, pero si

sabía que algún día me tocaría (risas), siempre la corrupción ha estado en todo lugar, todas las

cosas se logran así, hasta un trabajo, si no tienes “bara” no consigues nada. Yo sabía que algunos

profesores en las universidades e institutos cobran para aprobar sus cursos, pero lo que no sabía

era como funcionaba este asunto (el soborno)...Cuando empecé a estudiar los primeros meses, no

sabía que había alumnos que sobornaban a los profes para aprobar sus cursos, pero ya se

escuchaban rumores, no sabía si eran ciertos, pero de ser así, sabía que no me haría problema,

porque sabía que era mejor arreglar antes que perjudicarse, como una vez hice con un tombo

(policía), el tombo me agarro en el ovalo cuando manejaba el carro de mi tío y sin decir nada me

pedio plata porque no tenía licencia”.44

Es evidente que lo que aloja esta valoración es una abierta aceptación a la transgresión. Pues

en esta opinión, el hecho de transgredir es asumido como una necesidad al que tarde o temprano

se tendrá que apelar, él (entrevistado) antes de ingresar al instituto nunca tuvo la necesidad de

43
Entiéndase para la investigación prácticas de soborno e intercambio de favores.
44 Pablo, noviembre 2015.

83
pagar a un docente para aprobar una asignatura o conseguir algún otro favor, con lo cual, admite

que, de haber tenido la necesidad de pagar al docente, sin dudarlo lo habría cometido pues, a fin

de cuentas, todas las cosas se lograrían así: “transgrediendo”. No habría porque condenar la

transgresión “sabía que no me haría problema”, sino más bien, valorar su practicidad. Pues, en su

convencimiento, es preferible “arreglar”, concretizar un acuerdo informal, antes que salir

perjudicado.

Una valoración similar, pero con un tono particular la encontramos en otro entrevistado:

“…quiérase o no la corrupción es necesaria, un trabajo, por ejemplo, casi siempre las

personas consiguen por favores, ya sea por su familiares o amigos. Las empresas mismas tienen

que coimear cuando quieren conseguir una obra. Lamentablemente así son las cosas en nuestro

país, si actúas honradamente no consigues lo que quieres… siempre ha sido así. La corrupción

puede sacarte de un problema, digamos si te ponen una papeleta a veces mejor es pagar una

coima que pagar la papeleta completa, pero eso también va a depender de quien acepta la coima,

en este caso el policía, si ellos no aceptaran ninguna coima, las personas ya no tratarían de

“coimear” pero a veces lo que pasa es que ellos también buscan la forma de sacarte un sencillo

como se dice y si esto pasa que puedes hacer, entonces también ellos son el problema y tienen

responsabilidad y denunciarlos es mentira, es una pérdida de tiempo, por los contactos que tienen

no pueden ser procesados, frente a eso ¿qué te queda? resignarte, seguirles la corriente. En el

caso de las coimas en los institutos yo pienso que pasa lo mismo, quien tiene más responsabilidad

¿es el alumno o el profesor?, claro que es el profesor y, al igual que los policías, a veces también

son los profes quienes buscan la forma de pedir coimas. Intencionalmente te complican las cosas

84
con tal de jalarte en su curso y luego pedirte sacarte plata, en ese caso que haces, no tienes otra

opción. Irse en contra del profe no te conviene, sales perdiendo”. 45

Para este entrevistado, en una sociedad como la nuestra, el actuar desde la honradez no favorece

el logro de los objetivos, por lo que hay que añadir una cuota de “coima” para conseguir lo que

uno se propone o resolver un problema del modo más práctico. En cuando a la valoración de la

transgresión, existe en el entrevistado una aceptación con el transgredir. En su percepción, el

transgredir es un hecho que está inscrito en nuestras relaciones, por lo cual, en mayor o menor

medida, todos necesitamos de ella. La transgresión seria en esta valoración, un fenómeno

irreversible del cual no queda más que lamentarnos “lamentablemente”. Asimismo, para este

entrevistado, en el acto de trasgredir existirían responsabilidades, el acto de sobornar supondría la

existencia de dos o más actores que consuman el delito, por un lado, quien ofrece el soborno y por

el otro quien la acepta. En el juicio del entrevistado, la mayor responsabilidad la tendría quien

recibe el soborno, este sería el caso del policía que recibe un soborno a cambio de no proceder

formalmente en la sanción de una infracción de tránsito. Pues, finalmente, sería el policía quien

termina aceptando el soborno y en consecuencia consumando el delito. De no aceptar este ilícito

ofrecimiento del soborno, se frenaría con la proliferación de estos actos. Lo mismo se aplicaría en

el ámbito académico, la mayor responsabilidad frente a un acto de soborno residiría en el docente.

Al igual que el policía, el docente seria a fin de cuentas quien termina consumando el acuerdo

informal46. Ahora bien, otro aspecto imprescindible y sugerente en el discurso del entrevistado

tendría que ver con el proceder arbitrario de quienes tendrían mayor autoridad dentro de las

relaciones: el policía y el docente. Este proceder arbitrario se traduciría en el afán premeditado de

45 Renzo, noviembre 2015.


46 Concreción de sobornos.

85
buscar una recompensa pecuniaria (soborno) de parte del policía, así como del docente. Frente a

esta situación, se podría hacer poco o nada, pues la impunidad imperante no permitiría enfrentar a

los malos policías y docentes que encuentran deleite al beneficiarse de un favor pecuniario. Por

lo último solo quedaría resignarse y aprender a convivir con estas prácticas.

Pese a las diferencias en los argumentos y pareceres, lo que existe en nuestros entrevistados es

una consensuada enunciación de condescendencia frente a la transgresión. “la única opción que

queda es coimear, romper la mano…” “¿Qué más da?” yo te aseguro que en todo lugar pasa

eso”.

Ahora bien, se sabe que, si bien los enunciados no comprometen el acto de los estudiantes, con

frecuencia, los discursos que tienen terminan justificando sus actos. De ahí que, frente a un

discurso que aloja una valoración tolerante a la transgresión, el acto de transgredir existe como

posibilidad, como potencial mecanismo al cual recurrir toda vez que las circunstancias lo

ameritan47 . Pues, a fin de cuentas, piensan los estudiantes, la dimensión de su ilícito proceder sería

poco o nada comparado con escandalosos casos de corrupción que comprometen considerables

sumas de dinero y que tendrían efectos irreversibles en la sociedad.

“… lo que pasa (con las prácticas de transgresión) en los institutos o universidades no es nada

comparado con lo que roban en los municipios, en el congreso o los presidentes mismos, eso sí

son corruptos de verdad, roban cantidades y así hacen daño al país”. 48

El actuar desde la informalidad seria, por tanto, una actitud generalizada en nuestra sociedad

y finalmente en la idea de los entrevistados, los pequeños actos de transgresión concretadas en las

47 En el contexto de nuestra investigación, estas circunstancias estarían establecidas por lo estudiantes.


48 Juan, setiembre 2015.

86
relaciones cotidianas no tendrían consecuencias tan adversas como los actos de corrupción

concretados en los aparatos del estado.

Ahora bien, al iniciarse en la actividad académica, el instituto es visto por los alumnos, como

un espacio exento de cualquier tipo de prácticas de trasgresión, llámese soborno, intercambio de

favores y otros. Los estudiantes, antes de ingresar al instituto han presenciado actos de corrupción

con mucha frecuencia en otros espacios, de ahí que el pago de coimas para el logro de algún fin

por ejemplo no les resulta extraño, es más, han terminado aceptándola “como una mal necesario”,

de ahí que, si bien los estudiantes no han participado de actos de corrupción antes de ingresar al

instituto, su actitud y valoración indulgente a la informalidad, les convierten en virtual participes

de una práctica informal, que a fin de cuentas, en las valoraciones que tienen, existirá siempre una

justificación, aparentemente consecuente a su ilícito proceder.

Finalmente, habría que señalar que, si bien en su mayoría los estudiantes muestran limitaciones

en su desempeño académico, tienen bajas expectativas con la formación profesional y muestran

juicios valorativos muy tolerantes a la trasgresión, sin embargo, existen estudiantes con

expectativas de formarse como profesionales y que muestran buen desempeño en el proceso de

formación académica, mas este hecho resulta ser una excepción antes que una generalidad.

“…no tenía motivos para pensar que podía aceptar o hacer un soborno para un beneficio mío,

desde que estaba en cole siempre he tenido buenas notas y he estudiado para los exámenes, solo

así podría conseguir grandes cosas y cumplir con todos mis objetivos, si bien no eran tan difíciles

las clases en el Instituto tenía que estar atento porque eso me serviría para luego trabajar”49

49
Ángel, noviembre 2016.

87
Pues, por lo general, como se señaló, los estudiantes tienen bajas expectativas de formarse

como profesionales, muestran limitaciones en su desempeño académico y escaso interés en su

formación como profesionales, sumado a ello sus discursos, justifican cualquier práctica informal,

puesto que, en su entendimiento, es ese el mecanismo más “practico” de conseguir los logros, es

un mal del que “lamentablemente necesitamos” o en todo caso, es lo que “queda por hacer”.

4.2. Las prácticas de transgresión dentro del aula:

Sobornos e intercambio de favores.

De acuerdo al relato de los entrevistados, las prácticas de transgresión se encontrarían in-

visibilizados, al menos los primeros ciclos de estudio (primer y segundo ciclo). Las prácticas

informales serian, entonces desconocidas y ajenas para los estudiantes que recién se insertan en

las labores académicas:

“… cuando empecé a estudiar todo lo veía “bacán”, sabía que la corrupción estaba en todas

partes, pero nunca imaginaba que se podía coimear en el Insti. Pues, imaginaba al Insti como un

lugar respetable y serio. No sabía nada hasta llegar al tercer ciclo (segundo año) cuando empecé

a conocer más gente, a hacer más amigo. De ellos es que me entero que es fácil arreglar con los

profes y con el pasar del tiempo te vas enterando de la corrupción que existe, que hay profes que

cobran por aprobarte su curso, solo que cuando uno es nuevo no conoce como son los profes, si

es que cobran o no, o como arreglar con ellos ¡pe! 50

50 Bryan, setiembre 2015.

88
Para los estudiantes que empiezan a estudiar, todas las relaciones en el instituto aparentemente,

están regidas por una seria formalidad. Saben que la corrupción está instalada en casi todas las

esferas de la sociedad, sin embargo, la institución a la que pertenecen estaría exenta de prácticas

informales como el soborno. En este contexto, pueden presentarse dificultades, existen alumnos

que reprueban alguna asignatura, más la idea de pactar un acuerdo ilícito, sobornar al docente, es

aún desconocido.

“…en el primer ciclo se jalaron algunos alumnos, pero volvieron a llevar los cursos, no sabían

todavía que algunos profesores cobraban por aprobarte, de haber sabido de seguro que hubieran

pagado”.51

No obstante, con el pasar del tiempo, los estudiantes por medio de otros de semestres

superiores, van enterándose de las prácticas de soborno y otros tipos de acuerdos informales en las

que incurren alumnos y docentes. El tiempo en enterarse de los acuerdos ilícitos entre docentes y

alumnos es muy variable, depende de las habilidades que tienen los estudiantes para entablar lazos

amicales con otros estudiantes de los ciclos superiores, hasta con mismos docentes.

“… algunos que hacen “patas” (rápido) rápido, se enteran también así de rápido de todo lo

que pasa en el “insti”. Si tienes amigos de los ciclos superiores de hecho te cuentan quienes son

los profes que cobran y cuánto cobran. También algunos alumnos de ciclos más adelantados son

“compinches” de los profes, a veces ellos cobran por que los profes les envía. En el primer ciclo

nadie sabía nada de eso, pero había dos de mis compañeros que habían pagado para que

aprobaran el examen final del primer ciclo, eso nos enteramos después todavía, es que estos eran

bien sociables por eso desde el primer día tenían amigos de los ciclos adelantados, otras

51 Jhon, octubre 2015.

89
especialidades y también se hacían amigos con los profes, por eso se les hacía fácil hablar con

ellos”.52

La habilidad de entablar lazos de amistad y confianza entre estudiantes y los mismos docentes,

resultarían en este sentido fundamentales para el cometido de acuerdos informales. A los

estudiantes que gozan de estas habilidades les resultaría más fácil tejer acuerdos ilícitos, en

particular el ofrecimiento de un soborno al docente desde los primeros ciclos, mientras que, para

otros, estas prácticas están aún invisibilizadas por completo. Sin embargo, a medida que crecen

las relaciones entre los estudiantes, las prácticas de transgresión se irán visibilizando

gradualmente:

“En el campeonato de segundo ciclo nos hicimos más patas entre todos y con los de ciclos

adelantados, es aquí cuando me entero de las coimas de los profes, porque una vez fuimos a tomar

unas “chelas” y ahí todos empezaron a “rajar” de los profes, y ahí sacaron todo ¡pe!: -Oye

¿cuánto le pagaste al profe? – Tanto. - Yo le pagué menos, porque te cobró tanto… así fui

conociendo a los profes, cuánto cobran, en que momento buscarles, hasta que es lo que tienes que

decirle para que te acepten (el soborno) “.53

“…recuerdo aquella vez cuando fuimos a jugar partido en la canchita de grass en El Tambo.

Yo había ido porque mis patas me habían invitado a la pichanga, después de terminar se vinieron

las chelas con el profe y ya pe chebre … pero todo había sido para conversar con el profe para

52 Renzo, noviembre 2015.


53
Pablo, noviembre 2015.

90
que aprobará en su curso, ahí me di cuenta de lo que decían, que había profes que se pintaban pa

la coima”54

Para los informantes, el acto de sobornar requiere de todo un previo conocimiento, desde saber

quiénes son los docentes, cuánto cobran, en que momento buscarlos hasta saber que decirles. En

este sentido, las relaciones amicales y el encuentro de los mismos resultan fundamentales, por

cuanto son en estos espacios donde los nuevos estudiantes van aprendiendo los mecanismos sobre

los cuales se puede concretizar un acuerdo informal.

Ahora bien, los estudiantes que develan esta información, están convencidos que el acto de

sobornar “romper la mano al profe” constituyen un mecanismo que facilita a los estudiantes salir

de una dificultad55 sin mayores inconvenientes. De ahí que, el compartir esta información referida

a acuerdos informales docente - alumno sería en la idea de los estudiantes, una muestra de

solidaridad para con los otros compañeros menores que aún no han aprendido a obrar de acuerdo

a las reglas (informales) de juego inscritos en el espacio académico, esta situación se ilustra en el

siguiente relato:

“Yo tenía unos “patas” (amigos) de cuarto ciclo, estos ya sabían cómo coimear a los profes,

como éramos bien “patas”, un día me contaron de la “pendejada”, yo no sabía nada, gracias a

ellos es que me entero, por ellos es que aprendí a “arreglar con los profes” y evitarme problemas,

el problema era que yo trabajaba y a veces me jalaba, pero no sabía que existían esas cosas”. 56

54
Jack, octubre 2016.
55
El perjuicio, en este caso sería, el reprobar un curso durante el ciclo académico.
56 Pablo, noviembre 2015.

91
En este escenario, el hecho de transgredir (sobornar), es valorado por su practicidad, de ahí que

el compartir información referida a los acuerdos informales pactados entre docente-alumno, es una

muestra de solidaridad, un gesto que dé ser posible, debe de ser agradecido, toda vez que simplifica

las labores académicas, esta expresión de solidaridad es aún mayor cuando se trata de concretizar

un acuerdo:

“… los de quinto ciclo eran mis “causas”, la vez que me jale dos cursos estaba terminando el

segundo ciclo, y yo les conté sobre esto a ellos y me ayudaron, me dijeron que no me preocupe

por que era fácil arreglar con los profes, solo había que tener billete para asegurar los cursos.

Recuerdo que ellos me prestaron cincuenta soles para uno de los cursos y, yo conseguí para el

otro. Por ellos es que pude aprobar esos cursos, les debía un favor porque sin ellos no hubiera

sabido que hacer si ir en el profe y decirle de frente para pagarle o no, tenía miedo, pero una vez

que me contaron mis patas sobre como actuaba el profe ya fui sin roche (vergüenza)”.57

“…después de ver mi nota estaba preocupado, pucha dije ahora si ya fui ya me jalo, pensaba

muchas cosas … conocía a un brother que se hablaba con el profe y que también había ayudado

a otros, al toque lo busque y le expliqué que me jalaría, el causa me hizo el gancho con el profe y

ya pe arreglamos con el profe”.58

En suma, en los primeros ciclos de estudio, las prácticas de transgresión: soborno e intercambio

de favores, constituyen más bien acuerdos ocasionales antes que actos del cual participan una

mayoría de los estudiantes. Algo que parece importante destacar es que, la incursión en prácticas

trasgresión: sobornos principalmente, están pensadas por nuestros entrevistados como hechos

57
Jeferson, octubre 2015.
58
Cesar, noviembre 2016.

92
exteriores a ellos, hábitos y conductas que se van visibilizando y eventualmente serán adoptadas

como regla de juego para desenvolverse en su vida académica durante su permanencia en el

instituto.

“… nunca pensé pagar a un profe para aprobar un curso, pero eso (transgredir) es algo que

aprendes también pe, si te rodeas de amigos que hacen eso (ofrecer sobornos); si los mismos

profes buscar hacer eso (recibir sobornos), por más que no lo hayas hecho antes, en el instituto

tienes que actuar así, no te queda de otra” 59.

En este sentido, el entorno como las relaciones en el que se desenvuelven los estudiantes

tendría condiciones favorables para la concreción de prácticas informales.

“La primera que pague a un profe sí que tenía miedo, no sabía cómo hablar o que decir al

profe para que este aceptara … entonces se me fue haciendo costumbre creo, yo no quería jalarme

en el curso pero no iba a sus clases del profe, prefería pagar que era más fácil que estar en el

curso además el profe aceptaba y tenía que pasar ese curso para seguir en el Insti no podía

jalarme, además ya quería terminar el Insti … para la mayoría pagar se le hacía más fácil que

tener que estudiar, porque no les importaba el curso ni lo que decía el profe, jugar o gilear eso

era mejor”60

Ahora bien, dentro del espacio académico las prácticas de soborno van de ser la excepción a

convertirse en regla, es decir, si a un principio los acuerdos informales acontecían como casos

aislados, sucede que, a medida que estas prácticas se van haciendo conocidas por los estudiantes

y al aumentar sus vínculos con otros estudiantes, la incursión en los acuerdos informales

59
Jhordy, setiembre 2015.
60
Marco, octubre 2016.

93
(sobornos) se van generalizando y legitimando como un ejercicio justificado y necesario para

enfrentar las labores académicas durante el proceso de formación profesional.

“…cuando estábamos tercer ciclo ya todos sabían de la coima, aunque no todos pagaban,

pero así de poco cada vez más eran los que pagaban. Algunos estudiaban, hacían sus tareas

aprobaban sin problema, pero igual casi todos aprobaban pagando pues, algunos ya no venían a

clases, los que iban solo iban por cumplir, pocos eran los que se dedicaban a estudiar, a hacer

sus tareas, aunque a veces también se jalaban y por no pagar repetían el curso, otro que ni

siquiera había dado examen aprobaba … pagando pe (risas)”.61

Si bien el ofrecimiento de sobornos se va haciendo más recurrente para aprobar las asignaturas,

existen estudiantes que cumplen con regularidad las actividades académicas y en ocasiones de no

aprobar una asignatura, optarían por volver a llevar la misma asignatura, antes que optar por un

acuerdo informal.

Así mismo, en las relaciones docente - alumno, las prácticas de transgresión se presentan

fundamentalmente de dos modalidades: sobornos e intercambio de favores. Si bien, ambos tienen

un solo fin: pervertir el juicio del docente en cuanto a la calificación académica de los estudiantes

(para ser aprobados) a cambio de un favor ilícito, en ambos encontramos dinámicas distintas. El

soborno supone el ofrecimiento y recepción de un favor monetario, mientras que el intercambio

de favores implica un acuerdo informal de favorecimiento mutuo que no necesariamente supone

un intercambio monetario.

61 Issac, octubre 2015.

94
De acuerdo a los informantes, los sobornos concretados entre docentes y estudiantes

constituyen las prácticas más recurrentes en el espacio académico:

“la mayoría de los profes cobra para pasar su curso, son pocos los que son honestos, en los

primeros ciclos, serán uno o dos los profes que cobran, es que también ahí no hay mucho problema

porque los cursos que llevas son básicos, en cambio ya cuando se llevan cursos de especialidad;

eso son más difíciles ¿no?, ahí es cuando la mayoría se jala y cuando más cobran los profes, casi

todos de alguna forma quieren sacar provecho al ver que los estudiantes tienen problemas en sus

cursos… lo otro es que eso ocurre siempre a fin de ciclo, ya cuando van a terminar las clases”. 62

Los informantes, explican que, el ofrecimiento y recepción de sobornos de los docentes se da

en mayor medida cuando los estudiantes cursan asignaturas de su especialidad, puesto que ello

implicaría una mayor exigencia, así como mayor dedicación de los estudiantes, por lo que en su

mayoría terminan desaprobando las asignaturas, situación que se convierte en un escenario

propicio para el ofrecimiento y, en consecuencia, para la aceptación de sobornos.

De otro lado, explican nuestros entrevistados, los sobornos, casi siempre, se concretizan a

puertas de finalizar el ciclo académico. Pese a haber tenido bajas calificaciones durante el ciclo

académico, esta situación resultaría reversible por medio del ofrecimiento de un soborno a fin del

periodo académico o gracias a los vínculos que el alumno pueda entablar con los docentes a partir

del intercambio de favores.

“… puedes estar desaprobado en los primeros meses, al final, todo se arregla en el último

examen. Por eso es que la mayoría se relaja las primeras clases y recién empiezan a preocuparse

62 Mario, octubre 2015.

95
al final, ni siquiera el último examen o la última semana de clases les interesa … la fecha en que

los profes entregan notas, recién ahí todos se preocupan, porque tienen que conseguir dinero para

que pagan los cursos”.63

Los estudiantes desde entonces, al saber de la practicidad del soborno y lo innecesario de

esforzarse se “relajan casi todos los meses” y solo muestran su preocupación por aprobar las

asignaturas a fin del ciclo de estudios. Mas esta preocupación no tiene nada que ver con el esfuerzo

y dedicación al estudio, sino la preocupación se remite a conseguir dinero y buscar los medios para

concretizar el “arreglo” (soborno).

“Casi todos los meses nos pasábamos así, cuando venía fin de ciclo es que ya empezábamos a

actuar, a buscar a los profes. Algunas veces no era necesario buscarlos, porque, ellos mismos te

sacaban, te pedían de frente. Un profe, por ejemplo, entregaba notas en el salón, pero para eso

pedía que todos salieran del salón, y llamaba uno por uno, y ahí a solas te sacaba billete, eso ya

se lo sabían todos, así que ese día todos tenían que llevar algo, estar preparados. A todos, les

“metía” el mismo cuento, a todos les decía que él no era corrupto, era la única vez que cobraba

por que supuestamente le caías bien o porque no quería hacerte daño, a todos le decía lo mismo,

era algo que todos sabían. Una vez que entregaba sus notas, salía y se iba a su oficina, si no

podías pagarle al momento de la entrega de notas, te decía para que vayas a su oficina, ya te

decía el a qué hora y cuando. Este profe no cobraba mucho como otros, a veces solo te pedía para

su menú. Te aceptaba lo que tenías”. 64

63 Sebastián, octubre 2015.


64
Jhon, octubre 2015.

96
“… para cuando se terminaba el ciclo, todos en el Insti ya teníamos que tener nuestro sencillo,

de alguna forma ya tenías a un profe que te iba a jalar y ya pe, caballero nomas a buscar al profe

… yo le llame al profe como ya lo conocía bien. Entonces le invite a tomar una gaseosa con otros

patas más y ahí conversamos de como solucionaríamos nuestra nota, el profe nos preguntaba

cuanto te falta a cada uno y según los puntos la plata era más, entre bromas y tomando la gaseosa

el profe decía a cada uno “ya mañana me buscas y ahí traes para ponerte tu puntito” … todo era

caleta al profe lo buscabas y le dabas su billete pe”65

La concreción del soborno este contexto, deviene en un acuerdo del cual todos se muestran

expectantes, pues, así como los estudiantes están empeñados en conseguir el dinero para

concretizar el acuerdo, el docente espera ser favorecido por la cuota de pago que viene del

estudiante.

En relación al intercambio de favores, estas se expresan en las relaciones de confianza

entabladas entre docentes y alumnos. Este vínculo especial crearía preferencias y favores mutuos

entre los que participan de ella. El favor que el alumno ofrece al docente tiene que ver con su

participación como “intermediario” en la concreción de sobornos.

Por lo general, los docentes evitan concretar acuerdos directamente, por lo cual apelan a la

acción de un tercero (estudiante), a quien el docente está obligado, en retribución de su

participación, conceder un favor, este tiene que ver con la aprobación de las asignaturas, sin

considerar su desempeño académico ni las calificaciones reales que pueda obtener en los

exámenes.

65
Jack, octubre 2016.

97
“… los “compinches” de los profes son los que se han ganado la confianza del profe, no puede

ser cualquiera. Estos ya son muy conchudos a veces ni siquiera vienen a clases porque saben que

los profes les van a aprobar a cambio de que les ayude a cobrar la coima, eso es la forma como

los profes se limpian la mano, pareciera que ellos son honestos, eso es lo te muestran, pero

después son igual de corruptos solo que actúan escondidos por intermedio de un estudiante que

puede cobrar con su autorización, entre ellos se arreglan las cosas, favor con favor, ellos les

ayudan a cobrar la coima y los profes les aprueban los cursos sin importar nada, así estén jalados

con notas totalmente bajas ellos siempre van a aprobar sin pagar ni un centavo”.66

De otro lado, ocurre el caso de que los estudiantes que actúan como intermediarios y no cursan

asignatura alguna con los docentes a quienes sirven de “intermediarios”, se hacen acreedores de

un porcentaje de los sobornos recibidos a modo de comisión por su actuación en la concreción de

un acuerdo informal:

“… para ser compinche de los profes hay que ser muy hábil y muy conchudo también, esos

(los intermediarios) vienen y te cobran de frente: “los que quieren aprobar les cuesta tanto” y,

estos también ganan de eso, los profes le dan su parte por cobrar”.67

El papel del intermediario se hace entonces indispensable en la concreción de sobornos. El

docente apela a un tercero para proceder en función a sus intereses. El intermediario (estudiante)

reúne características particulares que se van construyendo en la relación docente - intermediario.

Lo que caracteriza a un intermediario es la estrecha confianza, la disponibilidad para actuar en

favor del docente, la lealtad y sobre todo la discreción. El docente es muy minucioso en la elección

66 Bryan, setiembre 2015.


67 Juan, setiembre 2015.

98
del intermediario, ya que de este dependen la concreción de los sobornos y la discrecionalidad de

los mismos.

“… mi pata era uno de esos que ayudaba al profe, cual mi pata, era mi compañero, era chevere

con todos … era muy amigo del profe, si salían a comer ceviche, en los campeonatos le invitaba

las chelas (cerveza), bien patas eran, además le ayudaba cuando este vago no venía a clases o

cuando le faltaba una nota con otro profe. Por lo que nos contó un día en un borrachera, el profe

le llamaba y le decía que ya tenía las notas de los otros salones y que ya sabían sus estudiantes

que tenían que arreglar su notas con algo de billete y que les había dicho que tenían que buscar

a mi pata … este se encargaba de cobrar pero sin hacer mucho roche, al final les decía que no

quería que nadie se entere, ni se vuelva muy escandaloso, es más, nos decía que el profe le tenía

respeto porque este won sabía hacerla linda y que el profe por hacer esa nota, le ayudaba en lo

que quería”68

“… eso me paso cuando estaba en tercer ciclo, el profe nos dijo que los que queríamos aprobar

en su curso teníamos que buscar a su amigo de último ciclo, este nos ayudaría … no sabíamos

cómo era, pero le buscamos pe, si de todas maneras queríamos aprobar el curso … entonces este

pata tenía la lista de notas y nos cobró 10 lucas (soles) por punto, nos advirtió que no dijéramos

a nadie y que nos quedáramos callados, que ya el profe nos volvería a dar nuestras notas”69

Tanto los docentes como los alumnos son conscientes de su ilícito proceder, por lo que tras

concretar el acuerdo buscan la discrecionalidad de los hechos, no obstante, los estudiantes saben

del proceder de los docentes a partir de los intermediarios, de ahí que la discrecionalidad termina

68
Junior, noviembre 2016.
69
Lucas, noviembre 2016.

99
siendo un secreto a voces. Un hecho del cual se tienen conocimiento pero que sin embargo todos

guardan discreción.

Ahora bien, de acuerdo lo que relatan nuestros informantes, la asimetría de poder, la

arbitrariedad (abuso) y las jerarquías, tienen una marcada presencia en las relaciones y prácticas

sociales de los estudiantes dentro del ámbito académico.

Pues, lo que en común refieren nuestros entrevistados, es que la arbitrariedad con la que actúa

el docente yace inscrita en las relaciones sociales dentro del ámbito académico.

“…Hay profes que son bien jodidos, te hacen la vida imposible, les gusta fregar, se sienten

con mucha autoridad, llegan tarde, por ejemplo, no se les puede decir nada, a veces faltan a

clases, pero cuando tú faltas ahí si las cosas son diferentes, pero mejor es no decirles nada, si no

sales perdiendo, lo mejor es sobrellevarlos”.70

En el contexto de la investigación, en el espacio académico, en particular dentro de las aulas

de clases, serían los docentes quienes tienen mayor inclinación a ejercer el poder, toda vez que

han sido encomendados el desarrollo de las actividades académicas a partir de las asignaturas de

su competencia. Si bien el docente goza de ciertas atribuciones en el desarrollo de sus asignaturas,

con frecuencia, estos terminan convirtiéndose en prácticas de abuso y arbitrariedad como bien

relatan los entrevistados.

“… a algunos profes no les importa si aprendes o no, solo vienen a clases, prácticamente por

cumplir, a veces no se dejan entender, no preparan sus clases, hacen clases solo media hora luego

se retiran diciendo que volverán y no vuelven , el profe de mantenimiento, quien se supone debería

70
Pablo, noviembre 2015.

100
estar ahí para explicarnos, solo venia un rato y nos dejaba, se iba, quien sabe a dónde, con el

teníamos cuatro horas seguidas, de esas cuatro horas vendría media hora o veinte minutos, solo

nos dejaba trabajos. Este profe “pendejo” no hacia clases, decía que volvería en media hora y

que avanzáramos el trabajo que nos dejaba, hacíamos grupos para hacer los trabajos, pero nunca

volvía el profe, lo peor de todo es que son bien jodidos, porque si alguien le reclama alguna cosa

o dice algo en su contra te marca y ya fuiste, te hace la vida imposible, mejor es no decir ni hacer

nada y tratar de llevar la fiesta en paz con los profes”. 71

Pese a su malestar, los estudiantes terminan asumiendo el proceder arbitrario del docente, pues

a fin de cuentas contradecir al docente en su proceder tendría costos mayores. Pues sucede que,

como evidencia los testimonios, los docentes que incurren en estas prácticas arbitrarias apelan a

actos de amenaza y chantaje que funcionan como mecanismos para hacer frente a las objeciones

y rechazo de los estudiantes hacia la conducta de estos docentes. Por razones diversas, un docente

puede tomar represalias frente a un alumno, de modo sistemático y premeditado, lo cual es

perjudicial para el estudiante, este modo de proceder del docente hace que no existe una posición

de denuncia desde los estudiantes.

“… una vez uno de mis “causas” (amigos) le dio la contra al profe, le dijo que él –el docente—

tenía la responsabilidad de cumplir con las horas de clase y prepararse antes de venir a dictar

una clase y que no está cumpliendo con eso. ¡Pucha ¡¡para que! el profe no dijo nada, pero desde

ese día por culpa de éste (estudiante) el profe empezó a complicarnos las cosas, nos daba veinte

minutos para los exámenes, eso era imposible hacerlo pues, todos se jalaban, y eso era la intensión

71 Jeferson, octubre 2015.

101
del profe que nos jalemos, estar mal en su curso y así no poder contradecirles ni hacer algo en

contra, su intención al final era cobrarnos para aprobar pe”. 72

En este sentido, la proliferación de prácticas de transgresión, se puede explicar desde el

marcado estilo autoritario del docente, quien premeditadamente, busca escenarios propicios para

ser favorecido de un ofrecimiento ilícito (soborno) de parte de los estudiantes. Pues, la

arbitrariedad del docente frente al estudiante se expresaría en las premeditadas dificultades y trabas

en los exámenes y tareas académicas con el único fin de inducir al alumno al ofrecimiento de una

recompensa ilícita de la cual será favorecido a cambio de una nota aprobatoria.

“… el fin de los profes era jalarnos para después cobrarnos, y si él quería jalarnos eso era

fácil para él, nos tomaban en el examen cosas que nunca habíamos hecho o, simplemente nos

jalaba y no nos hacía ver nuestros exámenes para ver nuestros errores, nadie decía nada, más

bien buscaban la forma de “arreglar” con el profe.”

Este arbitrario proceder, curiosamente tiene una valoración ambigua por los estudiantes, por

un lado, es evidente que despierta el malestar y disconformidad; por el otro, resulta en la posición

del estudiante, un hecho favorable, toda vez que este proceder autoritario tiene como fin último

simplificar las tareas académicas a partir de un acuerdo informal: el ofrecimiento y recepción de

sobornos. Este proceder prescinde de todo esfuerzo por el aprendizaje y formación del estudiante.

En este contexto, lo que prima es el interés ilícito del docente en detrimento del alumno, quien, a

fin de cuentas, estropea su formación y el desarrollo de sus capacidades.

72 Frank, octubre 2015.

102
“… al principio daba mucho que desear la actitud (arbitraria) de los profes, pero no sé qué

será, también te vas acostumbrando a eso ¿no?, por momentos detestas esa actitud, pero a fin de

cuentas sabes que lo más sencillo es “arreglar con el profe”, para qué te vas hacer problemas, si

los profes actúan así, tú también tienes que actuar así ¡pe!”.73

A partir del ejercicio del poder (arbitrariedad) en la relación docente–alumno, se encuentran

matices muy sugerentes en cuanto a la incursión en prácticas de soborno e intercambio de favores

dentro del proceso de la formación profesional.

En este sentido, se distingue dos modalidades de transgresión cometidos dentro de las

relaciones académicas. La primera constituye una práctica ocasional, no compromete directamente

el desarrollo de las actividades, en contraste, la segunda modalidad de transgresión es sistemática

y compromete directamente el desarrollo de las actividades académicas. En ambos casos, el acto

de transgredir está orientado al mismo fin: aprobar determinada asignatura(s) a cambio de un favor

pecuniario en favor del docente. De otro lado, existe un elemento aún más importante y es que los

docentes evitan concretar acuerdos directos con los estudiantes, por lo que la presencia de un

tercero “intermediario” se hace necesaria para la concreción del soborno. La figura de este

(intermediario) juega un papel central en la concreción de los acuerdos informales, toda vez que,

simplifica los pactos y garantiza la clandestinidad del soborno, por lo que en modo alguno los

docentes se ven comprometidos directamente con el acto. En este contexto, las redes de

complicidad se van construyendo desde las prácticas del soborno. Pues, un cómplice del docente,

hablamos de un estudiante, puede realizar cobros indebidos con autorización y potestad de este, y

esto a la vez genera otro favorecimiento ilícito, el intercambio de favores entre el docente y el

73 Issac, octubre 2015.

103
estudiante que actúa como “intermediario”. Por lo general, el intermediario recibe un porcentaje

del dinero de los sobornos, en algunos otros casos, es favorecido con calificativos en las

asignaturas de responsabilidad de los docentes con quienes pacta los acuerdos.

En relación a las modalidades de trasgresión desarrollados en nuestra lectura, la primera forma

de transgresión, se caracteriza, en lo fundamental, porque en su cometido no existe ninguna

intención premeditada de transgredir, no se ha relegado la capacidad de agencia de los estudiantes,

pues estos tienen la amplia libertad, en consecuencia, la responsabilidad, de incurrir o no en un

acuerdo informal. Pues, por lo general, las relaciones en este escenario están exento de toda

práctica de abuso y arbitrariedad. Las evaluaciones, así como las tareas académicas son calificadas

con imparcialidad, las relaciones docente - alumno son en mayor medida horizontales. En este

contexto, si el alumno ha reprobado en alguna asignatura la responsabilidad recae únicamente en

él, en su insuficiente esfuerzo para el cumplimiento de las actividades académicas. El docente es

“justo”, al menos eso es su intención. Al momento de calificar, cada quien es calificado en función

a su desempeño y tienen la nota que merecen. No obstante, la posibilidad de consumar un acuerdo

ilícito (soborno) está latente. Pues, si bien el docente, aparentemente, no reparara en concretar una

informalidad, de existir las circunstancias (el ofrecimiento del soborno) termina aceptándola sin

mayores objeciones.

“… no todos (los docentes) son fregados, hay algunos que cumplen sus horas, vienen a clases

te califican como debe de ser, pero el problema es que también cobran, pero no son abusivos, es

que también saben que algunos (alumnos) trabajan y no pueden asistir a clases, no se dedican

solo a estudiar pues, estos profes son patas , si tienes confianza con ellos vas les buscan le suplicas

104
que te apoye, a veces te recibe solo lo que tienes sea diez soles, veinte o treinta, pero ya cuando

le buscan alumnos que no son de su confianza ya le pide a otro que cobre por él ” 74

Si bien el docente, en la medida de lo posible evita concretar un pacto ilícito directamente,

cuando se trata de estudiantes que tienen cercanía y confianza con el docente, este no repara en

concretar el pacto personalmente con los estudiantes. No obstante, este hecho constituye una

excepción, pues, por lo general, el docente es muy consciente de su ilícito proceder por lo que

siempre buscara formas de encubrirse, es decir, buscar a un tercero que concrete el acuerdo.

La segunda modalidad de transgresión es sintomática por su marcado cinismo. Cuando este

tipo de prácticas proliferan no existen frenos a los intereses individuales. La trasgresión; en este

contexto; se manifiesta de modo sistemático; convirtiéndose la mayoría de veces en regla antes

que en excepción. Pues en esta situación, es el docente quien premeditadamente, crea el escenario

propicio para concretar los acuerdos informales; en particular, un acto de soborno. En contraste

con la primera forma de transgresión, es evidente en este segundo caso, la presencia del abuso y

el cinismo, pues sucede que, el docente actúa de modo injusto, su labor encomendada se ve

desorientada por el ejercicio arbitrario de sus atribuciones como docente. Las evaluaciones, así

como las tareas encomendadas, con frecuencia carecen de sentido alguno, pues únicamente buscan

entorpecer y complejizar las labores académicas de los estudiantes. El compromiso del docente

con el aprendizaje de los estudiantes es muy débil, pues la labor del docente de impartir

conocimientos y desarrollar capacidades en los alumnos ha sido sustituida por sus intereses

individuales.

74 Jhon, octubre 2015.

105
En realidad, en este contexto; se valora poco (o no se valoran) las capacidades y esfuerzos de

los estudiantes. Las valoraciones del docente prescinden de un criterio académico, pasan más bien

por tomar en cuenta los vínculos de confianza que se van tejiendo entre docentes y estudiantes

durante el proceso de formación académica.

El cinismo del docente es aún mayor cuando manifiesta un (auto) engaño, pues sucede que

frente a los demás (estudiantes), se muestra íntegro y honrado, mientras que sus actos

contradecirían su fingida moralidad.

“había profes que según ellos no cobraban. Al comienzo era difícil, tú ibas, te acercabas a

profe, le decías que estabas mal en su curso, te decía de frente: - ¡No te confundas conmigo, si

crees que puedes pagarme estas confundido! Yo quiero que ustedes aprendan¡ Estos profes nunca

te cobraban directamente, te cobraban por intermedio de otro estudiante… había un profe que

cobraba por intermedio del almacenero del instituto, creo que era un familiar del docente , tu

ibas siempre te decía lo mismo – que el profe no cobra , pero que quizá si al almacenero le

suplicara podía ayudarnos, eso cuento ya no los no creíamos… el profe ya le decía: cuanto tenía

que cobrar , este profe era el quien más cobraba, nunca te recibía menos de ochenta, si podías

pagar chévere sino, no había nada, depende a la nota que necesitabas también pues, pero menos

de ochenta nunca te cobraban (los intermediarios). Habían profes que eran más conchudos, nunca

te aceptaban (el soborno) directamente nada, pero ya los que conocían (el mecanismo) ya sabían

a quién buscarle, tenías que buscarle a uno de sus compinches”.75

75 Sebastian, setiembre 2015.

106
Es claro que, en este contexto, los docentes son bastante conscientes de su ilícito proceder, por

lo que (al menos) sus discursos muestran un rechazo categórico a las practicas informales.

De otro lado, el abuso del docente, solo puede ser posible en un espacio donde no existe, o es

demasiado débil una posición de denuncia. Al respecto, dicen los entrevistados que su relajamiento

y desinterés les habría restado autoridad para emitir un pronunciamiento de denuncia.

“la mayoría (los estudiantes) éramos relajados, más cuando aprendieron a coimear, si éramos

así como podíamos reclamar al profe, no podíamos ser tan conchudos, si faltábamos a clases, no

cumplíamos con lo que dejaba, prácticamente no estudiábamos, entonces nadie podía reclamar o

decir algo al profe, todos en algún momento han necesitado pagar una coima, ¿quién podía tirar

la primera piedra? - nadie”.76

“… ya llegado el último examen la gente empezaba a preocuparse por sus notas y también por

conseguir billete … eso era cada ciclo … ya sabíamos que se vendría eso y por mas que a veces

decíamos, ya está ve vamos a esforzarnos o vamos a pedir al profe que nos de otro examen, no lo

hacíamos y nadie quería decirle al profe … creo que si desde un inicio no hubiéramos pagado,

todo habría sido por nuestras cuentas, pero ya que, ya no nos importaba nada, ya estábamos

metido”.77

En este contexto se ha internalizado, que el “coimear” constituye un mecanismo favorable para

muchos estudiantes. Pues, sería más fácil optar por este medio antes que esforzarse en cumplir las

tareas encomendadas. De ahí que, el “coimear a los profes” estaría presente como una práctica

legitima a partir de la complicidad que supone un acuerdo tácito resuelto por los estudiantes del

76
Issac, octubre 2015.
77
Antoni, octubre 2016.

107
cual todos en mayor o menor medida se ven favorecidos, razón por la cual todos muestran su

respaldo y están dispuestos a defenderlo; de ahí que una posición de denuncia y objeción a este

tipo de prácticas significaría una traición al acuerdo, alguien que no tendría otra intención más que

el de perjudicar a los otros.

“… tenía compañeros flojos, despreocupados con sus estudios, aun así había un grupo que si

nos preocupaba estudiar … un día, un profe intento jalarnos y nosotros le reclamamos y pedimos

nuestros exámenes, el profe no nos quiso dar nuestros exámenes para ver donde habíamos fallado

y nos decía que no tenía, entonces le reclamamos al profe, que porque estaba siendo injusto con

nuestras notas … cuando se enteraron nuestros compañeros casi termina en pelea, para ellos esto

ya había sido acordado con el profe o algo así, nos amenazaron y nos empezaron a decir

“maricas”, “niñas”, “amarillos”, “cabros” … los profes tampoco ya no nos jodian mucho pero

igual si sabias de algún cobro o pago que se hacía en el lonza (salón) ya callados nomás, no

decíamos nada”78

Si bien hay estudiantes que reclaman el injusto proceder del docente, estos son tildados de

traidores. Pues, para la mayoría de estudiantes, los que se quejan o reclaman serian vistos como

“niñas”, “maricas” o “cabrones”, toda vez que este modo de actuar iría en contra del acuerdo. Pues

frente a la presión y las amenazas del grupo, algunos estudiantes preferirían callar antes que

denunciar estas prácticas.

Para una mayoría de los estudiantes, el actuar conforme la formalidad supondría desplegar

esfuerzos y asumir responsabilidades hechos que significarían una dificultad para aquellos que

trabajan la mayor parte del tiempo, que no han tenido una preparación idónea antes de ingresar al

78
Nilton, octubre 2016.

108
instituto, para aquellos cuyo único objetivo es conseguir el título profesional, más aún para

aquellos que solo estudian por “por satisfacer a mis familiares”.

“Si los profes fueran estrictos con sus cursos, no cobraran, sería difícil pasar los cursos

porque muchos trabajan, hay otros que no les gusta estudiar, por eso es que decir algo en contra

de esto- transgresión- sería hacer un daño, no pasarían los cursos- los estudiantes – si lo profes

fueran estrictos.”79

En este contexto la competencia por el saber y los esfuerzos para con la formación profesional

han sido subordinados por las habilidades de los estudiantes para establecer lazos de amistad o

simplemente “romper la mano” con facilidad.

“todos están más preocupados en conseguir dinero para pagar a los profes, o en ganarse la

confianza del profe, donde encontrarlo, con quienes negociar… tienes que ser listo”80

“… al final todo era cuestión de arreglar, los exámenes eran lo de menos, o bien conseguías

la plata para pagar por tus puntos o solo tenías que hacerte pata del profe … eso se conseguía

solo cuando le hacías caso (al profesor) …”81

En este escenario, los egresados del instituto encontraran serias dificultades a la hora de

desenvolverse en un espacio laboral, toda vez que su formación como profesionales han estado

relegados, estimándose más bien la concreción de acuerdos informales (el pago de sobornos). Este

facilismo de enfrentar las labores académicas no habría dado lugar a la preparación requerida en

los estudiantes para desempeñarse laboralmente.

79 Jhon , octubre 2015.


80 Frank, octubre 2015.
81
Lucas, noviembre 2016.

109
“estar en el instituto fue muy fácil, cuando aprendimos a coimear a los profes ya no era

necesario aprender, esforzarte, nada pe, también nosotros no veíamos las consecuencias a futuro.

Solo vivíamos el momento, al parecer éramos los “bacanes”, los que sabíamos “arreglar las

cosas”, pero eso jugó en nuestra contra. Cuando empezamos a trabajar nos dimos cuenta de todo

el tiempo que habíamos perdido en el Instituto, no habíamos aprendido lo necesario para ser

buenos profesionales, y es muy tarde lamentarnos”.82

De acuerdo a lo que mencionan nuestros informantes, el aprender a “coimear”, entiéndase

sobornar a los docentes, habría simplificado el proceso de formación profesional, por lo que,

aparentemente; todo se hacía fácil, los estudiantes difícilmente reparaban en reconocer las

consecuencias de este “facilismo” en su formación profesional a futuro. No obstante, es al

momento de egresar cuando se hacen conscientes de sus limitaciones, el no haber aprendido lo

necesario para ser buenos profesionales y finalmente, reconocen el periodo de formación

profesional como un “tiempo perdido”.

“cuando fui a trabajar a una mecánica, el señor que me contrato me dejo para realizar unos

trabajos y me dio algunos herramientas y equipos, y no pude hacer el trabajo, porque para ser

sinceros no sabía hacerlo, sabía usar algunas herramientas, pero no había aprendido a usar las

otras herramientas. El señor de la mecánica se molestó y me despidió sin pagarme nada, eso fue

una vergüenza para mí, me sentí muy mal, ya no volví a intentar trabajar porque no sabía casi

nada, me lamentaba de no haber aprovechado estando en el instituto para aprender, todo era

coima, eso era los que nos “jodio” a la mayoría, algunos pocos que si se dedicaron habían

aprendido algo y podían trabajar y se defendían, yo a veces me arrepentía de a ver ido a estudiar

82
Renzo, noviembre 2015.

110
a ese lugar, porque todo ese entorno es así pues, los profes cobraban, los alumnos eran unos

“vagos” no tienen interés de aprender, poquitos eran los que de verdad tenían interés de aprender

algo, pero también debo aceptar que en parte es mi culpa”83

El espacio laboral seria el lugar donde las consecuencias de los acuerdos informales se harían

tangibles. Pues, los estudiantes, en su mayoría, no reúnen el conocimiento ni la competencia

requerida para desempeñarse de modo eficiente. Estos alumnos han encontrado dificultades al

momento de emplearse en un puesto laboral. Su desempeño poco eficiente ha hecho que, con

frecuencia, sean despedidos del empleo, de ahí que sus oportunidades laborales han sido escasas.

Esta situación crea descontento en los estudiantes, por lo que algunos de ellos optan por emplearse

en otro oficio.

“fui despedido de dos talleres – de mecánica- porque mi rendimiento no era tan bien que

digamos, si conocía las herramientas del trabajo, lo que me faltaba era práctica y experiencia,

era como empezar de cero pues, hacía los trabajos, pero a medias, y demoraba mucho, estuve así,

por eso no me pagaban completo, me despidieron, de ahí decidí estudiar otra carrera, pero ya no

pude, saque mi licencia y me puse a “taxear” – hacer servicio de taxi- hasta hoy, es que también

hay necesidades pues, eso son las consecuencias de no estudiar en el instituto, de pasar los cursos

solo “rompiendo la mano” (risas) “.84

Pese a lograr un puesto laboral, los estudiantes se verían limitados en su desempeño laboral.

Pues en lugar de laborar como profesionales, muchas veces empiezan a laborar como ayudantes

83 Sebastián, setiembre 2015.


84
Juan, setiembre 2015.

111
y/o prácticas. Si bien, pueden desempeñarse en la actividad para la que han sido formados, les

tomaría mayor tiempo en consolidar sus conocimientos y capacidades.

“… fue un caso el día que comencé a trabajar … ya había encontrado un taller para trabajar,

lo primero que hizo el dueño fue ponerme a prueba, me mando a reparar un carro, solo, sin ayuda,

para mí fue algo rochozo no sabía qué hacer y así me pase medio día viendo sin hacer nada,

entonces el dueño se molestó, me dijo, tú no sabes hacer nada, me estas mintiendo, como dices

que has estudiado. Lo único que pude decirle, que tenía ganas de trabajar y así me quede a

chambear … empecé como ayudante lo que me pagaban era poco … estuve casi como 2 años

aprendiendo … todos los años que había pasado en el Insti no me sirvió de nada, si hubiera puesto

más ganas a los estudios, desde un inicio hubiera trabajado en un mejor puesto y no como

ayudante”.85

Existen, asimismo, algunos estudiantes que, reconociendo las limitaciones de su formación,

optan por estudiar otra carrera.

“ terminando el instituto, intente trabajar pero no me fue bien, no estaba tan bien preparado

para trabajar, en el instituto era bien “rejalado”, todo lo hacíamos “arreglando con el profe”,

como no podía trabajar era mentira pues, no sabía casi nada de mecánica, no sé ni para que fui

al instituto, bueno por eso es que decido estudiar algo ¿no?, ingrese a SENATI , donde ahora

estoy estudiando electrónica, este instituto es diferente pues, para ingresar ahí te evalúan

seriamente pe, y la exigencia es más, hasta ahora no he odio que haya docentes que cobran, si se

jalan los estudiantes, solo tienen que volver a llevar los cursos “ 86.

85
Anderson, noviembre 2016.
86 Jhordy, setiembre 2015.

112
En este sentido, finamente, habría que mencionar que para un buen grupo de estudiantes la

formación en el instituto no ha sido nada provechoso. Los acuerdos informales (sobornos) habrían

simplificado la ardua labor de formarse profesionalmente. Durante la permanencia en el instituto,

aparentemente, todo era fácil, mas esta situación se revierte al momento de desempeñarse en un

espacio laboral, las dificultades y limitaciones que tienen los estudiantes al momento de ejercer la

carrera les genera descontento y malestar, por lo que en su mayoría optan por emplearse en algún

oficio que nada tiene que ver con la carrera u otros estudiantes optan por estudiar otra carrera,

siendo contadas excepciones los estudiantes que, gracias a los conocimientos y competencias

logradas, tienen un buen desempeño y ejercen su profesión de manera eficiente.

113
CAPÍTULO V:

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS:

Lo que sugiere el testimonio de los entrevistados en relación a las prácticas de transgresión en

el ámbito académico, en la relación docente - alumno, es que, en su mayoría los estudiantes

enfrentan limitaciones en cuanto a su desempeño académico durante el proceso de formación

profesional, de ahí que este hecho resulte en un escenario propicio para la proliferación de prácticas

de sobornos e intercambio de favores. Pues al no poder enfrentar las tareas académicas siguiendo

las reglas formales, los estudiantes se ven inducidos de recurrir a mecanismos alternativos

(informales) para la concreción de sus objetivos: aprobar una asignatura, culminar la carrera en

última instancia; así esto implique prescindir de las normas legales como de la moral colectiva.

Las limitaciones de los estudiantes en el desempeño académico, obedece a la escaza preparación

de los estudiantes antes de su ingreso al instituto, situación que a la vez tiene que ver con la

ausencia de una competencia académica en los centros de preparación, así como la poca exigencia

existente en la misma y, de otro lado, la poca selectividad de estudiantes, sumado a ello las bajas

expectativas de muchos de ellos , situación de la cual se funda el relajamiento y desinterés para

con la formación profesional.

114
Lo que en adelante se presenta se orienta al análisis y la discusión de los resultados presentados

en el capítulo anterior. En lo fundamental, se busca explicar cómo se estructuran las prácticas de

transgresión dentro el espacio académico, identificar las prácticas y discursos de los estudiantes

en relación a la trasgresión y finalmente, explicar cómo las prácticas de transgresión desvirtúan

la formación profesional de los estudiantes.

Entre los hallazgos por subrayar en la investigación, se encontró, en primer término, la escasa

selectividad de los estudiantes para el ingreso al centro de formación superior. Lo que se sabe es

que la selectividad de los estudiantes, salvo raras excepciones, es inexistente. Un grupo importante

de estudiantes ingresó al instituto en la modalidad de “ingreso directo” desde el centro de

preparación denominado CEPRE – IESTP. Pues, el estudiante inscrito en el centro de preparación

tan solo cumple requisitos mínimos con lo cual logra una vacante de estudios en la institución. Lo

mismo sucede con los exámenes de Admisión, pues como bien sucede, con excepción de algunos

casos, el número de vacantes seria mayor al número de postulantes, por lo que los estudiantes casi

en su totalidad ingresan al instituto. El hecho es aún más grave cuando algunos estudiantes

ingresan a este centro superior de estudios por cualidades extra-académicas como tener

habilidades para jugar el futbol. Piscoya (2011) sostiene que la calidad de las universidades tiene

que ver, entre otras cosas, con la concentración de talento que no sería otra cosa sino la selectividad

de los estudiantes para ser admitido en una institución superior de estudios. En un análisis sobre

los programas de maestría, doctorado y segunda especialidad, investigados por el autor en el año

2009 encuentra que, salvo reducidas excepciones, todo el que postula a uno de estos programas,

serian automáticamente admitido como alumno, convirtiéndose así el denominado proceso de

ingreso en una formalidad para cobrar un arancel más a los estudiantes. Este estado de cosas, sería

un indicador negativo de un nivel de estudios. Pues, este proceso se convertiría en una formalidad

115
que no tendría otro fin más que el de cumplir con los reglamentos prescindiendo de una verdadera

selección de estudiantes en función a sus capacidades y aptitudes requeridas para la investigación

científica.

El criterio de selectividad en el Instituto Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, muy análogo a

la realidad descrita, es (casi) inexistente, por lo que la concentración de talento, es decir, la

selección de estudiantes en función a sus capacidades y competencias es muy baja, por lo que el

deterioro de la competitividad para el logro de una vacante de estudios resulta innegable. En este

contexto, los estudiantes consideran que ingresar al instituto no requiere de mayores esfuerzos,

pues a fin de cuentas “cualquiera” o “todos” ingresan. Desde este momento la desidia y el

desinterés se van imponiendo sobre la dedicación y el esfuerzo. A ello se suma, las bajas

expectativas de los estudiantes. Para ellos el instituto constituye la última opción por la que

tuvieron que optar o en el peor de los casos estudiar tan solo por satisfacer a terceros.

En el imaginario de los estudiantes se encuentra la desazón de sentirme parte del Instituto,

nunca lograron construir o regular su identidad con la formación técnica, sus expectativas

profesionales estaban situados en la formación universitaria, el mismo que le permitiría aspirar al

éxito, sin embargo, el ser estudiantes de formación técnica, habrían anulado las esperanzas de

posicionarse como profesional idóneo, aceptado y valorado por la sociedad. “El sector social

emergente no ha aceptado la FT como canal de profesionalización alternativo a la universidad. No

ha sido un rechazo a la FT en sí misma, sino la resistencia a ubicarse en un nivel intermedio de la

escala del prestigio social” (Bonfiglio, 2008, pág.92). son aquellos estudiantes, quienes aspiran

tener un prestigio social, pero muchas veces estas aspiraciones se ven relegadas por el no ingreso

a la universidad, donde a causas de no poseer suficientes capacidades para competir, no logran

cubrir una vacante, de igual manera, el no poseer los suficientes recursos económicos que permitan

116
su preparación o estudiar en Universidades Privadas, terminan formándose como técnicos “al final

es lo último que queda”.

Visto de su situación normativa la Educación Superior Tecnológica y en caso particular el

Instituto Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, no desarrolla estrategias, que permitan construir

capacidades en sus estudiantes acordes a la interacción con propósito en el bienestar común, pues

según la ley N° 3051287, los institutos de educación superior brindan formación especializada con

fundamentación científica y el desarrollo de la investigación aplicada, es decir el centro de

formación tecnológica desarrolla en sus estudiantes habilidades y capacidades acordes al

desempeño en una actividad específica ponderando su eficiencia como objetivo de desempeño

laboral. Para aclarar mejor este punto, el diseño básico regular de la educación superior

tecnológica distribuye la formación profesional el cual sería su equivalente en créditos

considerando los componentes curriculares, siendo los siguientes: 70% o 89 créditos en

competencias específicas (técnicas), 15% o 19 créditos en competencias para la empleabilidad y

15% o 12 créditos en experiencias formativas en situación real del trabajo. Ahora bien, en el

componente de competencias específicas, se desarrollan todas las asignaturas que brindan

conocimientos teóricos acordes a la especialidad del estudiante, aquí el estudiante acumula la

información para resolver una situación específica; el componente de competencias para la

empleabilidad, se encuentran las asignaturas que permiten al profesional enfrentar situaciones en

su inserción al mercado laboral, tal como se describe en el diseño curricular, tiene características

personales y sociales orientadas a la satisfacción profesional, estas asignaturas tiene el objetivo

de brindar conocimientos y forjar capacidades en los estudiantes, para que estos resuelvan sus

problemas desde su posición en su centro de trabajo, ya sea como trabajador independiente o en

87 Ley de institutos y escuelas de educación superior y de la carrera pública de sus docentes, 2015.

117
equipo, por lo que tendrá que distribuir al personal o asumir la responsabilidad en el cumplimento

del trabajo técnico, no obstante, el profesional técnico no desarrolla habilidades de mediador o

empatía, dado que sus respuestas a las dificultades presentadas son meramente técnicas, recuérdese

que el fin del trabajo técnico desde el perfil de los estudiantes es cumplir con eficiencia lo

encomendado; por ultimo con lo que respecta al componente experiencias formativas en situación

real del trabajo, estas asignaturas estar diseñadas al desempeño practico del estudiante, ya sea

dentro del mismo centro profesional o en un espacio laboral. Desde una posición normativa, el

Instituto Andrés Avelino Cáceres, egresaría profesionales competentes a las demandas del

mercado, con una posición mentalizada en la eficiencia de sus tareas encomendadas, priorizando

sus utilidades laborales, no obstante, se olvida que brindan servicio a una sociedad, por lo que se

debería enfatizar en el bienestar común.

Ahora bien, en relación a las prácticas de transgresión, en el discurso de los estudiantes existe

una abierta aceptación hacia la transgresión como un mal necesario. Si bien, las valoraciones que

tienen los estudiantes sobre las prácticas de transgresión son negativas, estas prácticas serian

justificables por cuanto se asume que para el logro de los propósitos necesariamente hay que

recurrir a mecanismos prácticos (informales) que ayuden a conseguir los logros. En la

comprensión de los estudiantes, el transgredir las normas de la moralidad, es una práctica

recurrente y está presente en todos los espacios y niveles de la sociedad. Para Portocarrero (2004),

las prácticas de transgresión en nuestra sociedad tienen su germen en la sociedad colonial y como

una nación postcolonial, aún persisten estos rasgos en lo profundo de nuestro ser. De ahí que

resultan vigentes la picardía, la viveza. En todo caso, la pendejada como prácticas que definen

nuestro modo de ser, nuestra conducta y, finalmente, nuestra moral.

118
En esta perspectiva, la generalización de las prácticas de transgresión en nuestra sociedad está

inscritas en lo más profundo nuestras relaciones, de ahí que a los estudiantes no les resulte extraño

la concreción de acuerdos informales, pues, sostienen que, las practicas informales dentro de los

espacios académicos son nada comparado con considerables sumas de dinero y recursos que

sustraerían en los aparatos del Estado. En el entorno de los estudiantes existe entonces un trasfondo

socio-cultural favorable a la proliferación de las prácticas de transgresión.

Ahora bien, si los discursos como las prácticas de transgresión de los estudiantes dentro del

ámbito académico tienen alguna característica esencial, es su contenido pragmático. Los

estudiantes valoran una actitud a partir de su practicidad, de ahí que fácilmente pueden prescindir

de cualquier normatividad para el logro de sus fines. En esta idea un ejemplo bastante ilustrativo

resulta el hecho de tener como objetivo el logro del título profesional, aun si conseguirlo implica

actuar al margen de la formalidad “lo único que siempre he querido era lograr el título”. En este

contexto resulta sugerente remitirnos a la idea de lo pragmático como disposición a la transgresión

propuesta por Portocarrero (2004). La idea es que, cuando se trata del logro de determinados fines,

el término pragmático se asocia a lo eficiente y lo práctico de los medios más allá de la legalidad

o moralidad que suponen. Pues, al sobreestimarse el papel de la eficiencia, los escrúpulos morales

se enfrentarían a la posibilidad de ser prescindibles de ahí que la transgresión encuentra en este

pragmatismo, una buena justificación para su proliferación.

En el relato de los entrevistados, es sintomático las valoraciones pragmáticas en los discursos

de los mismos. Por consiguiente, la mayoría de sus prácticas se ciñen a esta lógica. Pues, sucede

que ciertos fines se sobreponen sobre las normas dentro las relaciones sociales, lo más importante

para los estudiantes es conseguir el título profesional y como ello implica aprobar las asignaturas,

se pueden aprobar las asignaturas recurriendo a cualquier medio, por más ilícitos que estos pueden

119
ser. Pues, como sentencian los estudiantes “el fin justifica los medios” y el fin en este contexto es

culminar la carrera profesional, por lo que todo lo demás se convierten en medios justificables. En

este contexto, los estudiantes pueden prescindir sin mayores problemas de cualquier formalidad,

toda vez que la practicidad de sus actos son los que finalmente se valoran.

La racionalidad pragmática de la mayoría de estudiantes se evidencia en el discurso de los

mismos al referirse al hecho de transgredir: “romper la mano” o “hacer el arreglo”, como un acto

justificable, pese todas a las connotaciones negativas que supone, finalmente se convierte en un

“mal necesario”.

Asimismo, las proliferaciones de prácticas corruptas responden a una complicidad entre

quienes participan y son favorecidos de estos procesos informales. Para Portocarrero (2004) “…

el pragmatismo como tolerancia y elogio a la transgresión supone la institucionalización de “una

sociedad de cómplices” (pág. 138). Esta sociedad de cómplices alude a todo lo opuesto a una

sociedad de ciudadanos, es decir, a una sociedad donde la ley y los derechos son fácilmente

prescindibles, sin que los otros, puedan mostrar rechazo alguno, indignación alguna” (pág. 38). La

sociedad de cómplices, en el contexto de la investigación, responde al contrato tácito existente

entre los estudiantes y docentes que de manera directa o indirecta son participes de las prácticas

informales. Esta sociedad de cómplices yace institucionalizada dentro del espacio académico,

puesto que lo característico dentro de este ámbito es concretar acuerdos informales, sin que nadie

muestre rechazo, ni indignación alguna. En efecto, los estudiantes se limitan a ignorar las

transgresiones de los otros, toda vez que también son ellos virtuales participes de este tipo de

acuerdos (informales). La complicidad en este sentido se manifiesta a partir del silencio de los

cómplices quienes además estarían en “… la expectativa de reclamar silencio de los otros cuando

él es quien transgreda” (Portocarrero, 2004, pág.138).

120
En este sentido, la ausencia de una posición de denuncia frente a las prácticas de trasgresión

dentro del espacio académico tendría su explicación en la idea de la “sociedad de cómplices”

puesto que, al existir un contrato tácito entre los estudiantes, el emitir una posición de denuncia o

criticar la transgresión significaría una traición al contrato. De ahí que, el “romper la mano” se ha

inscrito como una práctica legitima a partir de la complicidad que supone un acuerdo resuelto por

los estudiantes del cual todos, en mayor o menor medida, se ven favorecidos, razón por la cual

todos muestran su respaldo y están dispuestos a defenderlo. De ahí que una posición de rechazo y

objeción a este tipo de prácticas significaría un perjuicio para los demás estudiantes. Pues,

finalmente, como concluye Huber (2008) la tolerancia y la complicidad a las prácticas corruptas

generan una legitimidad de facto y se desarrolla así, un subsistema que tiende a expandirse hasta

rozar los límites de la eliminación total del sistema normativo.

Ahora bien, otro aspecto importante a mencionar es que un grupo importante de los estudiantes

se asumen como víctimas por lo que sus actos, por más ilícitos que sean, siempre tendrán una

justificación. Generalmente, estos estudiantes están empleados en algunas actividades por lo que

no tendrían el tiempo suficiente para dedicarse a los estudios, de modo que no les queda más que

“arreglar con el profe”, de lo contrario les resultaría imposible culminar sus estudios. Este

escenario nos remite a la conclusión a la que arriba Huber (2008) en su investigación quienes están

dispuestos a hablar sobre el tema se presentan como víctimas y justifican su eventual disposición

a participar en actos de corrupción, principalmente, por su necesidad de conseguir trabajo,

asumiendo una postura de «no me queda otra», «si no lo hago, me quedo fuera, porque otros sí lo

van a hacer.

En efecto, en la investigación, los estudiantes que se presentan como víctimas asumen que son

las circunstancias las que harían que participen de alguna práctica ilícita (sobornar). En este

121
sentido, si bien los estudiantes en su mayoría reconocen que en algún momento han tenido que

recurrir a un acuerdo poco formal, consideran no ser los únicos responsables de tal concreción de

acuerdos, más por el contrario apelan a una justificación. De ahí que, los estudiantes no guían su

conducta de acuerdo a una coherencia jurídica, si no de conformidad a sus percepciones y

pareceres.

Ahora bien, las prácticas de transgresión, de acuerdo a las evidencias encontradas en el estudio

tienen que ver fundamentalmente con prácticas de soborno. No obstante, en la concreción de estas

prácticas, se crean acuerdos entre docentes y estudiantes que crean otro tipo de prácticas ilícitas:

intercambio de favores entre docentes y alumnos.

Los docentes por lo general no participan directamente de la concreción de sobornos, por lo

que, se hace necesario la presencia de un tercero (intermediario). Este último cumple un rol muy

importante, toda vez que concretiza el acuerdo (soborno), en representación y con potestad del

docente. En este escenario, son los mismos estudiantes quienes hacen el papel de intermediarios.

pues, finalmente, son los estudiantes quienes tienen mayor facilidad para concretizar acuerdos

informales con sus compañeros de estudio. El pacto entre docente y alumno (intermediario) supone

un intercambio de favores. El estudiante concretiza los sobornos en favor del docente y este

favorece al estudiante (intermediario) de dos maneras: el alumno será promovido en la asignatura

que cursa con el docente sin tomarse en cuenta sus calificativos reales, lo cual prescinde de todo

criterio académico; o de otro lado, el alumno será acreedor de un monto de dinero como pago por

participar en los acuerdos informales. Este mecanismo de realizar sobornos evidentemente escapa

al control de la normatividad. En la perspectiva de Foucault este hecho sería una expresión de las

Mallas de Red. Las Mallas de Red, en este contexto, se entiende como el conjunto de elementos,

conductas y procesos que no pueden ser controlados por el poder, la existencia de cosas que

122
escapan al control del poder, por consiguiente, al control de una normatividad. En efecto, en las

relaciones docente-alumno se teje una micro-red, un pacto entre el estudiante, intermediario y el

docente, en consecuencia, estas prácticas difícilmente pueden ser controlados por la normatividad

existente en el espacio académico, dado su carácter denso lo cual garantiza, en cierto modo, la

discrecionalidad de los acuerdos.

Asimismo, es importante destacar que, de acuerdo a los nuestros informantes, la asimetría de

poder, la arbitrariedad (abuso) y las jerarquías tienen una marcada presencia en las relaciones y

prácticas sociales de los estudiantes dentro del ámbito académico. En la concepción de Foucault,

no existe un solo poder, sino existen poderes que se presentan de modo variado en las relaciones

cotidianas de los sujetos.

Un rasgo particular del poder en esta perspectiva es que atraviesa los espacios micro de las

relaciones sociales, es decir, modos de ejercer el poder que operan en la oficina, en el aula, etc. En

el contexto de la investigación, son los docentes quienes tienen mayor inclinación a ejercer el

poder, toda vez que han sido encomendados el desarrollo de las actividades académicas a partir de

las asignaturas de su competencia. Si bien el docente goza de ciertas atribuciones en el desarrollo

de determinadas asignaturas, con frecuencia, estos terminan convirtiéndose en prácticas de abuso

y arbitrariedad como bien relatan nuestros entrevistados. En este sentido, la difusión de prácticas

de transgresión – sobornos e intercambio de favores—, se puede explicar desde el marcado estilo

autoritario del docente, quien, premeditadamente, busca escenarios oportunos para ser favorecido

de un ofrecimiento ilícito – soborno- de parte de los estudiantes. Pues, la arbitrariedad del docente

frente al estudiante se expresaría, en las premeditadas dificultades y trabas en los exámenes y

tareas académicas, con el fin único de inducir al alumno a ofrecer una recompensa ilícita de la cual

será favorecido a cambio de una nota aprobatoria. Este hecho nos remite al concepto de Tecnología

123
del poder sobre la disciplina lo cual significa el control de la conducta de un individuo, su

comportamiento, sus aptitudes, el colocarlo en el lugar donde sería más útil. En efecto, el docente

a partir del proceder arbitrario coloca a los estudiantes en un lugar donde serán de mayor utilidad

para este, pues en la medida en que el docente crea situaciones dificultosas para los estudiantes,

estos se verán inducidos a ofrecer un soborno, lo cual es la intención del docente, toda vez que

será favorecido por la aceptación de sobornos a partir de un intermediario.

Ahora bien, de acuerdo a nuestros informantes, no todos los docentes proceden de este modo.

Si bien la mayoría de docentes participan de acuerdos informales a partir de los intermediarios, la

forma como proceden son distintas. Existe de acuerdo a los entrevistados docentes cuya

participación en los acuerdos informales resulta ser una práctica ocasional. La transgresión en este

contexto no es sistemática, por cuanto el transgredir no se asume como un fin, las relaciones entre

docentes y alumnos son en cierto modo horizontales, las evaluaciones son parciales, de modo que

las labores académicas no se ven afectadas directamente, siguen su normal curso. Las prácticas de

trasgresión en este contexto, son más bien acuerdos ocasionales y aislados. Por el contrario, existe

otro grupo de docentes cuyo proceder (arbitrario) en el aula ha hecho de la trasgresión una práctica

sistemática, por cuanto la intención del docente es concretizar acuerdos en su favor (sobornos) y

tiene como mecanismo el entorpecer las actividades académicas de los estudiantes, crear

dificultades para lograr su cometido: ser favorecido a partir de los sobornos. En este escenario, las

labores académicas se ven afectadas directamente por las practicas informales, pues, terminan

convirtiéndose en medios para concretizar fines ilícitos.

En este escenario, el proceder arbitrario del docente se legitima en la medida en que la

expresión de rechazo y/o denuncia frente a las arbitrariedades del docente es muy débil; y esto

tiene que ver con las limitaciones y el escaso interés de los estudiantes. Las limitaciones como el

124
escaso interés de los estudiantes han legitimado acuerdos informales para evadir las tareas

académicas, pues en la lógica de los estudiantes es preferible tolerar la arbitrariedad (abuso) que

finalmente saben tiene un solo fin: inducirlos al pago de sobornos. Los estudiantes habrían optado

por este mecanismo antes que tener que esforzarse, cumplir con los trabajos y tener buenos

calificativos.

Este escenario, indudablemente, supone efectos en el proceso de formación profesional de los

estudiantes. Para Lerner (2002) resultaría un imperativo, tanto dentro de las aulas como fuera de

ellas, dotar de alma y contenido moral al desarrollo científico y a la vida de las personas. Mas,

cuando la carencia de sentido humano en este proceso de formación se impone, al privilegiarse la

usura de las cosas y el gozo de los éxitos fáciles en desmedro de la dilatada y siempre laboriosa

tarea de formar profesionales, estaría abierta la posibilidad de olvidar a hombres y mujeres como

fines en sí mismos, y se les usaría como instrumentos para el logro de riqueza o conquista de poder.

Las prácticas de trasgresión en este contexto, representan el logro de los “éxitos fáciles”, lo

cual constituye un hecho discordante con los fines y los principios de los centros de formación

superior. En este sentido, siguiendo a Lerner (2000), la carencia de sentido humano se impone en

desmedro de la ardua y laboriosa tarea de búsqueda de la verdad y la promoción de los más altos

valores de la cultura.

En este sentido, los efectos de las prácticas de transgresión se hacen tangibles en el seno mismo

del espacio académico. Si bien los estudiantes muestran limitaciones en su desempeño académico

y escaso interés en la formación profesional desde un principio, este hecho se va agravando a

medida que los estudiantes van adoptando prácticas informales como medios legítimos para

desenvolverse en el instituto sin mayores complicaciones.

125
Asimismo, los efectos de los acuerdos informales se manifestarán ya cuando egresan los

estudiantes. Pues, en su mayoría los egresados de la especialidad tienen serias dificultades para

desempeñarse laboralmente. El no haber asumido con seriedad el proceso de formación

profesional en el instituto, no les ha permitido reunir los conocimientos y las competencias

requeridas para desenvolverse de modo eficiente en un espacio laboral. Salvo contadas

excepciones los estudiantes terminan ejerciendo la carrera, en su mayoría, al reconocer las

limitaciones de su formación como profesionales se emplean en algún otro oficio “hacer servicio

de taxi”, por ejemplo. De otro lado, otro grupo de estudiantes opta por estudiar alguna otra carrera.

Las limitaciones en la formación profesional tienen que ver con la endeble preparación de los

estudiantes a consecuencia del “facilismo” que se impone en el espacio académico a partir de la

incursión en prácticas informales. Este hecho, crea malestar y descontento en los egresados, por

lo que lamentan el “no haber aprovechado el tiempo”, pues para la mayoría de egresados este

periodo de preparación, no habría sido otra cosa sino una “pérdida de tiempo”. Los estudiantes

pueden ser contratados en algún empleo en el cual puedan ejercer su carrera, más la endeble

preparación que tienen no les permite desenvolverse de modo eficiente, por lo que con frecuencia

son despedidos del empleo. No obstante, es importante mencionar que existen estudiantes con

competencias logradas, lo cual les ha permitido desempeñarse de modo eficiente en el espacio

laboral, estos casos son, sin embargo, una excepción más que una regla.

Ahora bien, los efectos de estas prácticas a la institución académica tienen que ver con la

distorsión de los fines a los que ha sido encomendado, pues si bien en las practicas informales

caracterizadas en el estudio no hay una sustracción recursos de la institución, si se hace uso de un

espacio académico (instituto) para el beneficio privado (docente).

126
Finalmente, cabe mencionar que las limitaciones de los estudiantes tienen que ver con la

selectividad para su ingreso a los Institutos, lo cual es inexistente en este centro superior de

estudios. Esto obedece, principalmente, a la ausencia de postulantes dentro de este espacio

académico, de ahí que admitir alumnos con limitada competencia académica es más una forma de

permanencia y en última instancia, una forma de sobrevivencia de esta institución. Pues de

realizarse una evaluación rigurosa seria escaso el número de ingresantes que reúnan las

competencias requeridas para formarse en la institución.

En este sentido, al admitir estudiantes con competencias limitadas, se acepta también que la

formación profesional es deficiente, lo cual no garantiza que el desempeño de los alumnos en el

campo laboral sea eficiente. Este contexto seria conocido por las autoridades y docentes de este

centro superior de estudios, de ahí que es aceptado por ellos como una realidad con la que tienen

que convivir en tanto no tengan alumnos con competencias idóneas para una formación

profesional.

En la misma lógica, las prácticas de transgresión ponen en evidencia dos modalidades en su

proceder. La primera modalidad, surge de un acto ocasional, donde no existe agencia en los

estudiantes y en tanto la imagen del docente es aun de autoridad desde el imaginario de sus

estudiantes, ya que la relación docente – alumno es entendida desde su proceder horizontal dada

la necesidad de instructor – alumno. Es en esta modalidad, que la concreción de las prácticas de

transgresión (soborno) se encuentran en la libertad de decisión de parte del estudiante, su poco

conocimiento acerca de la aceptación de las practicas informales como mecanismos de aprobación

de las asignaturas, al igual que la poca relación de confianza con el docente, son factores que

detienen a cierta medida la masificación de la transgresión como acto legitimo desde el inicio de

la vida académica (primeros semestres), el estudiante sigue sujeto a la concepción inocente de una

127
educación forjada en valores, por lo tanto es el miedo quien no le permite actuar con confianza al

momento de transgredir, por su parte el Docente no busca romper con su etiqueta de profesional

virtuoso, después de todo, su actuar está sujeto a los esquemas de educador, reprobar a quien no

se desempeña académicamente. Hasta este punto el estudiante ya abra conciliado consigo mismo,

al hecho de justificar su transgresión, su mayor goce es aprobar la asignatura y se sabe que no

podrá hacerlo recurriendo a sus capacidades académicas, por tal su camino a transgredir está casi

concretado. Es aquí que el docente cumple un papel importante en la transgresión, al admitir el

soborno como regla en la aprobación de la asignatura, está resquebrajando los pocos valores que

quedan en sus estudiantes, ahora la complicidad alimenta la transgresión como un hecho sistémico

en la formación académica dentro de las aulas del Instituto.

La segunda modalidad, es sistemática, para la concreción de la transgresión (soborno) es

necesario que los intereses individuales claramente hayan sido configurados, aceptados por ambas

partes y que estos se encuentran por encima de los colectivos, la personificación de los actores

estará dada en la medida que se respete el pacto y tanto fortalezca los lazos de confianza. Ahora

la transgresión es aceptada como regla antes que elección, aprobar el curso es sinónimo de favor

pecuniario, dado que las expectanticas académicas al igual que sus exigencias se ven relegadas

por un facilismo. La supervivencia académica, se orientará en la culminación de la carrera por

cuanto medio posible se logre, es por tal que el docente incluso actúa premeditadamente en la

desaprobación de la asignatura, dado que el calificativo consignado no logres ser, resultado real

del desarrollo de las clases, ahora bien el docente seguirá siendo invisible en la concreción del

soborno por lo que requerirá de la participación de un intermediario, cual escudero mismo concreta

el soborno según las indicaciones del docente a cambio de una asignación monetaria o académica

según sea el caso.

128
La concreción de las prácticas de transgresión (soborno e intercambió de favores), son solo

posibles en la medida que se configure la complicidad de las partes, en tanto los intereses sean

respetados y los beneficios compartidos.

129
CONCLUSIONES:

1. En su mayoría, los estudiantes instituyen las prácticas de transgresión como

mecanismo favorable en cumplimiento de sus actividades académicas y por tanto de

su formación profesional, dado que enfrentan limitaciones en cuanto a su desempeño

académico, de ahí que este hecho resulte en un escenario propicio para la

proliferación de prácticas de sobornos e intercambio de favores. Al ser proclives en

concretar una práctica de transgresión, sus esfuerzos por forjarse como profesionales

competentes se ven quebrados, pues al no poder enfrentar las tareas académicas

siguiendo las reglas formales, los estudiantes se ven inducidos de recurrir a

mecanismos alternativos (informales) para la concreción de sus objetivos: aprobar

una asignatura, culminar la carrera en última instancia, así esto implique prescindir

de las normas legales como de la moral colectiva.

2. Las relaciones de carácter informal (transgresión) dadas entre el alumno y el docente,

estructura una micro red que pone en evidencia las prácticas de transgresión; el

objetivo del estudiante por aprobar la asignatura se canaliza a través del vínculo

pecuniario (soborno) del cual el docente es favorecido. Dada la discrecionalidad de

dicho comportamiento informal, la presencia de un intermediario (alumno de

semestre superior) resulta ser importante para la concreción de dicha práctica; este

intermediario al exponer su integridad (moral)en la concreción del acto, presenta una

aceptación particular por el docente quien en algún momento responderá mediante

un favor monetario o de carácter académico (la aprobación de la signatura). Por lo

tanto, “la cuota de pago” es el mecanismo que vincula el compromiso mutuo entre

130
estos dos actores, contemplándose como único objetivo la aprobación de la

asignatura.

3. La constante participación de los estudiantes en las prácticas de transgresión, han

generado significativas consecuencias en su desempeño académico y su posterior

situación laboral. Los estudiantes conforme perciben la transgresión como hecho

práctico para enfrentar las labores académicas, pierden el interés de formarse como

profesionales, este hecho se visualiza paulatinamente a partir de su egreso del

Instituto Tecnológico: no logran tener una estabilidad laboral, eligen una segunda

profesión o mantienen años de aprendizaje práctico en sus centros de labor sin poder

tener algún ascenso laboral.

4. Se distingue dos modalidades de transgresión cometidos dentro de las relaciones

académicas. La primera constituye una práctica ocasional, la cual no compromete el

desarrollo de las actividades académicas, en contraste, la segunda modalidad es

sistemática y compromete el desarrollo de las actividades académicas.

5. Las limitaciones de los estudiantes se hacen evidentes en la recurrente reprobación

de las asignaturas que cursan y, esto obedece en lo fundamental, a la escaza (casi

nula) preparación de los estudiantes antes de su ingreso al instituto, situación que a

la vez tiene que ver con la ausencia de una competencia académica en los centros

de preparación, así como la poca exigencia existente en la misma y, de otro lado, la

poca (en ocasiones inexistente) selectividad de estudiantes, sumado a ello las bajas

expectativas de muchos de los estudiantes, situación de la cual se funda el

relajamiento y desinterés de los estudiantes para con la formación profesional.

131
6. En relación a las prácticas de transgresión, en el discurso de los estudiantes existe

una aceptación hacia la transgresión como un mal necesario. Si bien, las valoraciones

que tienen los estudiantes sobre las prácticas de transgresión son negativas, estas

prácticas serian justificables por cuanto se asume que para el logro de los propósitos

necesariamente hay que recurrir a mecanismos prácticos (informales) que ayuden a

conseguir los logros.

7. La ausencia de una posición de denuncia frente a las prácticas de trasgresión dentro

del espacio académico tendría su explicación en la idea de la “sociedad de

cómplices” puesto que, al existir un contrato tácito entre los estudiantes, el emitir

una posición de denuncia o criticar la transgresión significaría una traición al

contrato. De ahí que, el “romper la mano” se ha institucionalizado en el espacio

académico como una práctica legitima a partir de la complicidad que supone un

acuerdo resuelto por los estudiantes del cual todos, en mayor o menor medida, se ven

favorecidos, razón por la cual todos muestran su respaldo.

8. En su mayoría los egresados tienen serias dificultades para desempeñarse

laboralmente. El no haber asumido con seriedad el proceso de formación profesional

en el instituto, no les ha permitido reunir los conocimientos y las competencias

requeridas para desenvolverse de modo eficiente en un espacio laboral. Salvo

contadas excepciones los estudiantes terminan ejerciendo la carrera, en su mayoría,

al reconocer las limitaciones de su formación como profesionales se emplean en

algún otro oficio u opta por estudiar alguna otra carrera.

132
SUGERENCIAS:

1. El desarrollo de mayores investigaciones en torno al fenómeno de la corrupción y la

transgresión desde un enfoque cualitativo. Pues, comprender el fenómeno de la

transgresión en cabal consistencia supone también entender la lógica y percepción de

los actores implicados en estas prácticas. Asimismo, estos permitirán mejorar las

técnicas como los instrumentos de investigación para una aproximación de mayor

consistencia al fenómeno.

2. Estudiar los centros de formación superior, implica tan bien, prestar atención a las

relaciones cotidianas que se desarrollan en estos espacios. El estudio de las prácticas

de transgresión debe de ser insoslayable a la hora de entender la calidad académico-

profesional de los centros de formación superior, por lo que todo estudio que este

orientado a comprender los cambios y retos de la educación superior debe de prestar

especial atención a las prácticas cotidianas adversas a los principios y fines de la

educación.

3. Para futuras investigaciones es importante considerar algunas limitaciones en el

desarrollo de la investigación. Pues, dado las valoraciones ético-morales del tema de

investigación los informantes de abstienen o no están dispuestos a brindar la

información requerida por lo que se sugiere la recopilación de información a partir de

diálogos y entrevistas informales, las mismas que constituyen fuentes de primera

mano.

4. La formación profesional ha relegado la formación humanística en buena medida, de

ahí que no se puede garantizar la responsabilidad profesional con el bienestar social,

en este sentido, se sugiere que los centros de educación superior implemente un

133
mínimo de contenido humanístico en sus mallas curriculares para hacer del quehacer

profesional, una práctica comprometida con el desarrollo social.

5. Creemos que la formación profesional sin un principio ético difícilmente puede

garantizar el desarrollo social, en este sentido se sugiere a investigadores, así como a

los actores de la formación profesional, volver a reflexionar sobre la formación

profesional y su vínculo con la ética.

134
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