SOPROLE SUSCRIBE PACTO CHILENO DE LOS PLÁSTICOS PARA DISMINUIR SU IMPACTO

EN EL MEDIO AMBIENTE
La iniciativa internacional, desarrollada en el país por el Ministerio el Medio Ambiente
y la Fundación Chile, consta de ocho empresas que forman parte del grupo fundador,
compuesto entre otras por Soprole.
Como parte del trabajo que ha estado desarrollando para asegurar la economía circular
de su operación, Soprole firmó este lunes el Pacto Chileno de los Plásticos, iniciativa
internacional que pretende impulsar la colaboración dentro de los países y regiones
para lograr una visión compartida de una economía circular para los plásticos, con el
objetivo de evitar que terminen como desechos.
Durante la firma del Pacto, impulsada internacionalmente por Ellen MacArthur
Foundation, y liderada en Chile por el Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación
Chile, participaron además entidades como el Ministerio de Economía, CORFO, la
Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Asociación de Municipalidades para la
Sustentabilidad Ambiental (AMUSA), Sistema de Gestión de Envases y Embalajes, y la
Fundación Plastics Ocean, y los ocho socios fundadores, entre los que figura Soprole.
Bajo los principios de la Economía Circular, el Pacto Chileno de los Plásticos reúne a
todos los actores de la cadena de valor, de manera colaborativa, para repensar el
sistema de gestión de los plásticos impulsando un modelo que mantiene el material en
uso, evitando que termine en el medio ambiente.
Para Valeria Flen, gerente general de Soprole, “la firma de este Pacto va en línea con
nuestro propósito de asegurar un liderazgo sustentable en el mercado lácteo,
nutriendo a todas las personas con una propuesta de innovación permanente”, a lo que
añadió que la compañía tiene la sustentabilidad como uno de sus pilares estratégicos.
Hacia finales del año pasado, se creó en Soprole una nueva Gerencia de
Sustentabilidad, cuyo objetivo es centralizar, en una sola área, el trabajo que se venía
realizando en materia de generación e innovación de procesos de corto, mediano y
largo plazo que consideren el uso eficiente de los recursos naturales y protección al
medio ambiente en cada uno de sus procesos.
Así, se reforzaron acciones como la reducción que hace varios años viene desarrollando
Soprole en la cantidad de plástico contenido en sus envases, o las bandejas de
distribución, que son reutilizables además de ser hechas con materiales reciclados.
El Pacto Chileno de los Plásticos busca trabajar mediante una Gobernanza
independiente, representativa y ágil que dé legitimidad. Para ello, abordará cuatro ejes
de trabajo: Innovación (Desarrollar proyectos de investigación); Infraestructura
(desarrollar proyectos sistémicos que construyan una infraestructura de logística y
valorización adecuada para cumplir con las metas y potenciar el mercado de
valorización del plástico); Cultura (educar e informar a la comunidad para generar
conciencia y Diálogo (generando una plataforma de colaboración y diálogo público-
privado, y de vinculación con políticas públicas).
Sobre la Red Global de Pacto por los Plásticos
La Red Global de Pacto por los Plásticos es una iniciativa de la Fundación Ellen
MacArthur que pretende impulsar la colaboración dentro de los países y regiones para
lograr la visión compartida de una economía circular para los plásticos, donde los
plásticos nunca terminan como desechos.
Aplicando los principios de la economía circular, reúne a partes clave interesadas para
repensar y rediseñar el futuro de los plásticos, comenzando por el empaque de los
productos.
Cada Pacto por los Plásticos reunirá a empresas locales, responsables políticos, ONG y
otras partes interesadas, para establecer objetivos ambiciosos y con plazos específicos,
para eliminar los envases de plástico de usos innecesarios y problemáticos, y para
rediseñar todos los envases de plástico para que sean reutilizables, reciclables o
compostables.
La implementación local de dicha iniciativa y el establecimiento concreto de metas para
cada nación, se materializa en Pacto por el Plástico, cuyo primer país firmante fue
Reino Unido. En Latinoamérica, Chile es el primer país en implementarlo.