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Universidad de San Buenaventura

Licenciatura en Filosofía
Métodos filosóficos I.
Daniel Felipe Calderón Vargas

La filosofía y sus caminos.

El conjunto de la filosofía.
La filosofía, a pesar de que muchos pretender delimitarla teórica o conceptualmente, no
puede ser definida, si antes no ha sido vivida (Morente, 2006, p.11). Más que decir esto o
aquello es la filosofía, es necesario hacer filosofía, entrar en ella, explorarla y vivirla. Estas
acciones, esto es, caminar en repetidas ocasiones y de forma continua por el mundo de la
filosofía, nos permitirán tener, cada vez, una visión más clara del quehacer filosófico. De
esta forma, señala Morente, hay una gran distancia entre dar una definición filosófica, con
respecto a la vivencia filosófica propiamente dicha, porque en el primer caso, una frase o
concepto, basados en los planteamientos de un autor, no me dicen nada, hay un vacío de
contenidos(Morente, 2006, p.12).. Mientras que el segundo caso, como es natural, me
sumerge, en palabras de Morente, en el pensamiento y obra del autor al cual quiero
interrogar. Se da inicio, de la mano del filósofo, a un viaje por su pensamiento que, después
de un tiempo, desembocará en la comprensión de su perspectiva filosófica (Morente, 2006,
p.15).
De acuerdo con Morente, la filosofía, en su sentido más primigenio, significa “amor a la
sabiduría”, amor al saber mismo. Pero, si la filosofía es el saber ¿a qué clase de saber
corresponde? Para problematizar este interrogante, Morente se dirige a la concepción que
manejaban, en primera instancia, los filósofos de la antigüedad. (Morente, 2006, p.16). El
primero de ellos es Platón, para quien la filosofía es, después de haber hecho una distinción
entre doxa y episteme, un saber especial que tenemos, después de haberlo alcanzado
mediante un método: la dialéctica. Método que consiste, según Morente, en la auto-
discusión, pues es un dialogo del hombre consigo mismo. El segundo de los filósofos
referidos es Aristóteles, para quien la filosofía designa la totalidad de los conocimientos
humanos, el conjunto del saber del hombre. Saber que es divido por el filósofo griego en
tres sectores: lógica, física y ética (Morente, 2006, p.18).
En la Edad Media, según Morente, el problema del saber, tanto el de la luz natural, como el
de la revelación, está remitido a Dios. Por este motivo, el conocimiento se dividió, en esta
etapa del pensamiento y de la historia, en teología y filosofía. La primera se encargaba del
conocimiento acerca de Dios; y, la segunda, del saber humano y las cosas naturales
(Morente, 2006, p.19).
Sin embargo, en la Edad Moderna, a juicio de Morente, la filosofía comienza a sufrir un
desgajamiento, en tanto que empiezan a desprenderse del conjunto de la filosofía, algunas
ciencias particulares, las cuales van configurándose como ciencias con un método y unos
objetivos propios. La filosofía, en este sentido, ya no es una totalidad del saber, sino una
disciplina que permanece como residuo, luego de la desintegración en otras ciencias,
autónomas, como la matemática, la física, etc (Morente, 2006, p.20). De esta suerte, la
filosofía ya no se ve como una totalidad, sino como una disciplina que se divide en algunos
sectores del conocimiento humano. Las regiones de la filosofía son, entonces: la ontología,
la metafísica, la lógica, la teoría del conocimiento, la ética, la estética, la filosofía de la
religión, la psicología y la sociología. Estas disciplinas han quedado aún dentro de la
filosofía porque no han sabido definir y dedicar de forma exclusiva su atención en el
aspecto concreto de la realidad al cual tratan de estudiar (Morente, 2006, p.21).
Por otro lado, siguiendo la idea de Morente, las disciplinas regionales, mencionadas
anteriormente, que componen la filosofía, no buscan su objeto de estudio desde un punto de
vista universal y totalitario, al contario de las pretensiones de la filosofía(Morente, 2006,
p.22). Esa pretensión de universalidad y totalidad de filosofía, ya no a partir de la variedad
de los objetos de estudio de las disciplinas particulares que la componen, sino que es
necesario, según Morente, entenderla desde dos grandes campos o sectores: la ontología y
la teoría del conociemjto0o o gnoseología. La primera se encarga del ser de los objetos, de
su constitución, mientras que la segunda dará cuenta cómo conocemos y cuáles son los
límites al momento de conocer dichos objetos (Morente, 2006, p.23).
El método de la filosofía.
De acuerdo con Morente, no se puede dar una definición precisa de un método filosófico si
antes no se ha llevado a la práctica o no ha sido vivido (Morente, 2006, p.28). No obstante,
para dar los primeros pasos en el mundo de la filosofía es necesario, afirma Morente, dos
condiciones o cualidades: una disposición de ánimo que le permita asombrarse, sentirse
estupefacto de cara a la realidad y una exigencia de rigor del pensamiento (Morente, 2006,
p.30).
Acalorado este asunto, Morente da pie al análisis o presentación de algunos métodos
filosóficos que se han originado a lo largo de la historia de la filosofía, desde la antigüedad
hasta la modernidad.
En primer lugar, Morante menciona el método filosófico desarrolla do por Sócrates
denominado: Mayéutica. Este método se basa en la interrogación, en preguntar para llegar a
la esencia de algún concepto (Morente, 2006, p.31). En segundo lugar, Morente presenta el
método utilizado por Platón, esto es, la Dialéctica. Este método toma como punto de partida
la intuición que se tiene de una idea, pero, mediante un proceso dialectico, es decir,
mediante un ejercido crítico para esclarecer tal intuición, se llega a un idea más concreta y
satisfactoria (Morente, 2006, p.33). Esto se da gracias a que, como lo propone Platón, el
alma, antes de alojarse en un cuerpo y, por ende, olvidar lo que conocía, habitaba en un
lugar donde estaba cara a cara con las ideas o esencias intelectuales. Pero, mediante la
Reminiscencia, el alma es capaz de recordar aquel saber que un día dejó en el olvido. En
tercer lugar, Morente trae a juego el método expuesto por Aristóteles, denominado como
Lógica. Este método tiene como objetivo determinar las leyes que operan en el pensamiento
que permiten demonstrar cómo se puede pasar de una afirmación otra (Morente, 2006,
p.35).
Por otro lado, Morente también menciona el método utilizado por los pensadores
medievales, es decir, La Disputa. Este método consistía, en términos generales, en una
mezcla del método de la dialéctica y de la lógica, porque su modo de operación versaba
acerca del análisis de las deducciones lógicas y su prueba, pero también hacía un ejercicio
sinóptico en el cual se comparaban diversas opiniones sobre una cuestión (Morente, 2006,
p.36).
Por último, Morente pone en evidencia los métodos utilizados por los pensadores de la
Modernidad. En primera instancia, nos encontramos con Descartes, quien ya no parte de
una intuición dada, tal como lo hacían los antiguos, sino que busca los caminos ´para llegar
a una intuición indubitable de la verdad. El método es, según Morente, pre-intuitivo, cuya
finalidad es llegar a una intuición, a través del análisis o separación de un objeto en sus
partes (Morente, 2006, p.37).
El método filosófico e la modernidad, al parecer de Morente, se contrapone al desarrollado
por Platón, pues el primero se desenvuelve en las percepciones y sensaciones del mundo tal
cual y como se nos presenta, es decir, es un método que parte de la realidad inmanente;
mientras que el segundo, al suponer la existencia de un mundo separado del sensible, es
decir, en el que se encuentran las ideas arquetípicas de todas las cosas, se denomina
trascendente, pues va más allá de la mera realidad sensible(Morente, 2006, p.38-39).
Y, por último, Morente refiere el concepto de intuición sensible, el cual fue el parámetro o
forma metódica mediante la cual reflexionaron los filosos del romanticismo alemán. Este
método da dos funciones a la razón: en primera instancia, la razón es capaz de penetar
intuitivamente en el mundo sensible para captar las esencias racionales del mismo
(Morente, 2006, p.40). En segunda instancia, la razón, prescindiendo de la experiencia,
puede construir a priori la estructura lógica del hombre y del universo. En otras palabras,
esta intuición intelectual le permite a la razón llegar a la esencia de la verdad y, después,
desplegarse en las diversas manifestaciones del hombre en la historia. (Morente, 2006,
p.41).

Bibliografía:
Morente, M. G. Lecciones preliminares de filosofía. Buenos Aires: Losada2004

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