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Universidad de Guanajuato

Teoría y Técnica de la Entrevista

Lic. En Psicología 4to semestre

Mtra. Mirem Maitexu de Bilbao Marcos

“La entrevista de orientación”

Alumnos:

Alatorre Hernández Luis Gerardo

Chávez Torres Jorge Arturo

Hurtado Ferrer Andrea Itzaé

Lara Zárate Maura Monserrat Guadalupe

Márquez Rocha Araceli Miranda

Martínez Soto Julio César

Pantoja Serrano Candy Verónica

18 de septiembre de 2018
Introducción

En el presente escrito pretendemos dar a conocer que es, como se realiza y


para qué sirve la entrevista de orientación psicológica. Entiéndase entrevista de
orientación aquella cuyo objetivo es ofrecer una ayuda o consejo psicológico que el
sujeto interesado puede aceptar o rechazar. Para tal tarea nos basamos en el
documento La entrevista psicológica del autor Charles Nahoum publicado en 1990.

Nahoum nos propone dos perspectivas tácticas para la realización de la


entrevista, la directiva y la no directiva, las contrapone ofreciendo las bondades de
cada una, pero claramente una posee mayores beneficios de la que podríamos
extraer información más interesante y más cargada de relevancia psicológica.

Este tipo de entrevista no puede ofrecer un buen consejo si no se conoce lo


suficiente al sujeto, por lo que es de carácter biográfico. Al igual que las posturas se
puede optar por conocer al sujeto mediante dos enfoques: su estado actual o el
recorrido histórico de su vida. Nahoum describe diez áreas que deben abarcarse
para obtener información de todos los aspectos del individuo en los que se incluyen
la vida familiar, estado de salud, educación, nivel económico social, etc. O bien
también propone dividir el estudio en tres ejes: de la infancia hasta la vida
profesional, la vida profesional y la situación actual.

Resalta también la importancia de observar al sujeto y nuestras propias


actitudes. Tanto en la postura, la forma de expresarse y otros tantos aspectos de
los que nos ofrece consejos para fortalecer un adecuado proceso de entrevista, a
través de este mismo proceso es en el que el psicólogo debe de buscar
significación, es decir, interpretar a las palabras del sujeto expresadas en su
biografía.

Entonces Nahoum plantea que una vez realizada la entrevista de manera


adecuada habiendo cotejado la información del sujeto es cuando se comienza la
búsqueda de la solución que nos dará como resultado un consejo o ayuda válido
para el sujeto que la solicita. Sin embargo, el aceptarlo depende del sujeto.
La entrevista de orientación: problemas generales

El entrevistador consultivo, desempeña un papel en un proceso de examen


o consejo. Su actividad consiste en proporcionar una ayuda o un consejo psicológico
que el sujeto puede aceptar o rechazar. Las necesidades e intereses del sujeto
dominan tanto la entrevista como el conjunto del examen. El problema que se tratará
existe en el sujeto; él es el personaje principal y la fuente de las motivaciones que
permitirán el desarrollo de la entrevista.

La entrevista puede verse perturbada por actitudes inadecuadas tanto del


sujeto como del entrevistador. El sujeto puede no tener conciencia de la situación,
considerarse como un objeto de investigación y esperarlo todo del arte del
psicólogo. Éste por su parte, puede portarse como experto y limitar al sujeto como
objeto de observación o investigación. En ambos casos, se provocará que el sujeto
solo se limite a contestar preguntas, su motivación será ayudar al psicólogo en su
trabajo, hablará solo de lo que piense pueda interesar al psicólogo, no tendrá
iniciativa ni espontaneidad y los consejos que recibirá le resultaran elementos
extraños que le costará trabajo asimilar.

Es muy importante que el psicólogo consultivo tenga conciencia del objetivo


de la entrevista (ayudar a los sujetos) y estructure la relación psicológica de tal
manera que el sujeto se mantenga y se considere como personaje principal.

La naturaleza exacta del problema que se trate será más clara y definida
cuanto más aclarados se hallen los factores que determinan el comportamiento del
sujeto. Es necesario permitirle que se exprese libremente y además que lo haga en
el orden que desee y que insista en los puntos que le parecen más importantes. Se
debe concebir una estrategia de entrevista bien determinada, pero la táctica de
aplicación debe ser de gran flexibilidad.

El problema no es saber que preguntas precisas deben formularse y qué


orden, sino analizar correctamente la situación de entrevista y escoger las técnicas
adecuadas.
La manera de conducir la entrevista, su contenido y la actitud que el
entrevistador adopte con respecto al sujeto, se haya íntimamente unidos no solo a
las finalidades de la consulta, sino también en parte, a los sistemas de referencias
teóricas y al sistema de valores profesados por el entrevistador. En función de esos
sistemas el análisis es orientado hacia tal o cual campo, determinando esos
sistemas, además, la manera de dar el consejo o la ayuda.

1.- La actitud no directiva

Carl Rogers decía que la importancia de la orientación filosófica partía del


hecho de que se tenía que respetar las características particulares de cada persona,
debido a que no es un objeto de diagnóstico o manipulación. El psicólogo no va a
desempeñar el papel de juez con relación a los comportamientos o necesidades,
puesto que el respeto debe formar parte del psicólogo y entonces, su función será
crear las condiciones necesarias para que una o varias personas puedan
autodirigirse. "Ese experto será hábil en el arte de facilitar el desenvolvimiento libre
de las personas." Se plantea la hipótesis de que la persona debe considerar los
problemas que se observan de una forma positiva, para poder tomar conciencia. La
entrevista entonces será el momento y el lugar en que la persona logrará aceptar
que puede crear conductas responsables y provechosas, partiendo de una
adquisición de conciencia de la situación en la que se encuentra.

El papel de psicólogo en la técnica no directiva nos marca el hecho de que


se debe escuchar lo más posible a la persona, efectuando una mínima intervención
para hacer preguntas o hacerle interpretaciones, pero también se debe presentar
una actitud de escucha, para que la persona sienta que, si le presta atención y está
al corriente de la conversación, de lo contrario podría sentirse como un rechazo.

Otro punto que considerar es que el psicólogo debe aclarar y hacer objetivos
los sentimientos que la persona, formulándolos nuevamente. Al momento de hacer
esto el psicólogo deberá controlar el todo no de voz, así como su expresión facial y
corporal, teniendo cuidado de que la persona no tome su comentario como un juicio
o critica a sus sentimientos.
La importancia de esto es que la persona pueda sentir una identificación con
el psicólogo y lo lleve a generar una ambiente confianza, esta técnica no se va a
centrar en la interpretación que les da la persona a las actitudes presentes en la
entrevista.

Esto es importante, puesto que algunos psicólogos creen ser no directivos


por hecho de que no interrogan, no dan juicios, no aconsejan o no interpretan y
saben callar y emplear los silencios. Si bien es cierto que esta técnica le brinda a la
persona la confianza de hablar más, también la poca interacción del experto puede
crear una falta de iniciativa y por lo tanto genera menos progresos.

La iniciativa que se presenta en la entrevista le permite a la persona


conseguir la consciencia, que le permitirá resolver sus problemas con una búsqueda
activa de la solución. Al sentirse la persona madura y responsable, esta
transformará sus actitudes y resolverá sus conflictos.

El interés de considerar la hipótesis de la actitud no directiva como


metodología de trabajo para tratar problemas individuales y grupales. Pero Rogers
nos habla de hechos y experiencias que no tenían relación con la psicoterapia
neurótica. Es necesario recordar y exponer algunos ejemplos.

I. Se ha demostrado que en un grupo cuya iniciativa y preparación para la


resolución de problemas que se plantean, organizados democráticamente, es más
eficaz y equilibrado.

II. Entre un grupo con instrucciones precisas de cómo trabajar y un grupo que
tiene iniciativa para discutir y organizarse entre ellos, el segundo grupo muestra una
mayor eficacia y rapidez.

III. Exámenes médicos sistemáticos. En la práctica se ha comprobado que


cuando solo se dan indicaciones en cuestión al tratamiento a seguir, no mostraban
una decisión a iniciar dicho tratamiento a diferencia de a quienes se les explicaba
de forma comprensible sus resultandos, aumentando la iniciativa de las personas y
por consecuencia iniciaban su tratamiento.
IV. El conocer de forma simple la descripción de un puesto aumentara la
capacidad de la gente en relación con la auto-orientación. Partiendo de lo anterior
el orientador, al organizar dicha información ayudara a los adolescentes a crear de
forma correcta sus proyectos.

V. Rogers decía que no podíamos hacer que las personas fueran maduras,
sociables y afectuosas, pero se podían guiar para que examinaran sus proyectos y
que estos se relacionaran con sus intenciones más profundas.

VI. Estos son dos principios no directivos, que se oponen a los métodos
directivos los cuales se centran en el consejero:

Se les informa lo que se espera del proceso de orientación, así como ventajas y
desventajas.

a. Primera entrevista: El sujeto y el consejero eligen las pruebas y tests.

b. Segunda entrevista: Los resultados son interpretados al sujeto y el consejero


le pide que formule su orientación.

Recordemos que hemos evitado referirnos al dominio de la psicoterapia de


las inadaptaciones. Los ejemplos anteriores demuestran que la actitud no directiva
no es específica para ese campo. A no ser qué se trate la psicoterapia de cualquier
actividad psicológica, donde entre la orientación profesional y les brinde la
oportunidad de decidir por ellos mismos.

Los psicólogos cada vez más se les ven relacionados con la educación y la
formación o con la pedagogía en relación con una persona que no conoce sus
capacidades y las elecciones que puede tomar, donde el trabajo del psicólogo es
orientar. Esto genera que deba existir una distinción entre entrevista terapéutica y
la entrevista psicológica.

Retomando lo dicho por Rogers sobre la actitud no directiva, sobre los


problemas humanos:

Si un líder crea un lugar donde se puedan expresar libremente y se respeta la


capacidad de una persona o del grupo, entonces, el problema se analizará de
forma responsable, creando una iniciativa con respecto a otros métodos,
desarrollándose moralmente en el individuo y en el grupo general confianza.

2.- La actitud directiva

Rogers reprocha la actitud metodológica de la medicina física cuyo


principio se podría formular así: no se puede determinar y ejecutar el tratamiento
racional de un caso sino cuando se ha podido realizar un diagnóstico preciso.
Hay que buscar las causas de la situación por medio de métodos científicos
aplicados por un experto. Establecido el diagnostico, se puede actuar
directamente sobre las causas. Si esta acción debe librarse a la iniciativa del
paciente, debe emplearse un programa de educación, de tal manera que el
paciente aprecie la situación total en la misma forma que el técnico.

Rogers reconoce que cuando se trata de trastornos orgánicos esa actitud


es legítima, en el sentido de que no implica ningún juicio de valor. Pero cuando
se trata de apreciar los proyectos profesionales de un individuo, el técnico asume
una responsabilidad porque juzga en función de criterio de valores: se forma un
concepto de lo que son los proyectos normales, de lo que es la adaptación y
aconseja al sujeto en ese sentido.

La actitud directiva no es defendida sino por los psicólogos poco


experimentados. "El buen psicólogo -escribe Vernon- no dicta nunca un plan de
acción; antes bien, trata de esclarecer la situación que se presenta al sujeto y de
atraer su atención hacia los factores importantes, de tal manera que el individuo
pueda llegar por sí mismo a una solución prudente y satisfactoria"

El sujeto asume la responsabilidad de la decisión, con ayuda del psicólogo,


pero antes este habrá juzgado tanto la capacidad como las motivaciones del
sujeto. Para Rogers, el sujeto mismo, liberado de toda situación de examen, es
conducido a desarrollar su personalidad en el sentido de adquirir conciencia y
asumir una responsabilidad, no constituyendo la relación psicólogo-sujeto.

Para Rogers, "la terapia es el diagnóstico y ese diagnóstico es un proceso


que se desenvuelve en la experiencia del sujeto y no en el intelecto del practico";
o aun, "la finalidad del terapeuta es crear las condiciones en las cuales el sujeto
puede hacer, experimentar y aceptar el diagnostico de los aspectos psico16gicos
de su inadaptación”

¿Cómo se presenta una entrevista no directiva que tiende a resolver un


problema individual?

I. El psicólogo expone su papel no directivo y pone los medios de


investigación a disposición del sujeto.

II. El sujeto “habla” de su problema y encuentra la solución

De este esquema resulta:

I. El psicólogo no efectuara ninguna investigación sistemática ni de los


antecedentes ni de la personalidad del sujeto. Éste dirá lo que él mismo juzgue
necesario para ser comprendido.

II. El psicólogo no juzgará ni discutirá ninguno de los sentimientos ni las ideas


expresadas por el sujeto. Se contentará con reflejarlos, manteniendo constante
la actitud no directiva, y la aplicación de las técnicas de conversación.

La actitud directiva se definió como tal por la oposición a la actitud no


directiva.

En un artículo del año 1944, Thorne reconoce que las concepciones de


Rogers constituyen un progreso al destacar las relaciones sujeto-técnico que
permiten el desarrollo autónomo de la personalidad del sujeto. Pero observa que
el técnico o experto no directivo, al vedarse recurrir a otras fuentes de información
fuera del sujeto, al no realizar una investigación sistemática de la historia del
caso, al negarse a utilizar otros métodos y al encerrarse en una especie de ritual,
aplica no una técnica sino un dogma. Las técnicas directivas, en cambio, permiten
obtener una buena historia del caso. Cuando se aplica bien, un interrogatorio
sistemático es bien aceptado por el sujeto que incluso se siente tranquilizado
porque advierte que el técnico efectúa una investigaci6n completa y cuidadosa.
En cuanto a la cooperaci6n del sujeto en el curso de las entrevistas, Thorne
piensa que no hay reglas absolutas. En qué medida debe dirigirse la entrevista,
es una cuesti6n personal que cada técnico debe determinar por sí mismo. Lo que
importa, en definitiva, son las necesidades del sujeto y todos los son buenos.

En otro artículo escrito en 1947, insiste en la necesidad de establecer un


diagnóstico previo a todo el tratamiento. Ese diagnóstico no debe limitarse a la
identificación de los síndromes clínicos. “en el estudio de la personalidad, el
diagnostico comporta la descripción de un proceso continuado más que de la
identificación de una enfermedad. De allí la necesidad de un estudio sistemático
y cronológico de la historia del sujeto”.

En un artículo de 1948 da una definición de la actitud metodológica


“directiva” para distinguirla de la técnica no directiva: "EI nuevo método tiene por
objeto valorar sistemáticamente, y modificar si es preciso, todo rasgo importante
de la personalidad por medio de la utilizaci6n ecléctica de todas las técnicas
disponibles, teniendo en cuenta sus indicaciones y contraindicaciones”.

Thorne toda psicoterapia es directiva (el psicólogo esta para curar, el


escoge el método, etc.); hay solo diferentes "grados de dirección”.

Puede considerarse la entrevista como un método clínico de diagnóstico


distinto de la entrevista terapéutica. La actitud del psicólogo es la de un experto
que emprende una investigación sistemática y utiliza para ello una técnica cuyas
reglas y dificultades debe conocer. La entrevista no directiva esencialmente está
constituida por una especial relación psicólogo-sujeto, que implica en el técnico
una actitud y concepciones psicológicas, la entrevista directiva es una situaci6n
manejada por el técnico, la que Ie permite actitudes variadas y eclécticas; pero
plantea también problemas.

Thorne: "La entrevista estructurada exige una mayor habilidad técnica que
la entrevista no estructurada; es necesario evitar, como se hace comúnmente,
influir en el sujeto, sugerir respuestas por medio de preguntas orientadas o
introducir en la situación efectos debidos únicamente al prestigio del técnico".

3.- Discusión
Distinguir el diagnóstico del tratamiento, como educación es propia de la
actitud directiva en la psicología. Además, puede entenderse en forma de
pedagogía directiva o en forma de pedagogía no directiva, esta última como
preferente de los psicólogos experimentados, ya que es un proceso más
satisfactorio.

Si no concuerda el consejo psicológico proporcionado en forma de


prescripciones con los proyectos que el sujeto percibió al margen de todo examen
y además se obliga al sujeto a un esfuerzo, es totalmente ineficaz. Ya que se
ejercería de la misma forma que como un consejo de amigos o familiares más o
menos informados.

A medida en que en el examen y las entrevistas sean muy directivas, el


sujeto está alejado de su capacidad de decisión en provecho del experto-
consultivo, porque no ha sido orientado a juzgar la situación por sí mismo desde
el comienzo. En esta situación hay una serie de malentendidos, donde el
psicólogo cree que ha cumplido con su trabajo y por su parte el sujeto cree que
es posible no tener en cuenta los consejos recibidos y tiene la impresión de no
haber obtenido nada del examen.

La actitud no directiva permite encarar los problemas humanos tratándolos


según su naturaleza. Un argumento que surge contra la actitud no directiva es
que no se pueden tratar así todos los casos, de tal modo que Rogers indicó los
límites de la psicoterapia no directiva:

1) Es necesario que los sujetos tengan una edad, un nivel intelectual y una
estabilidad convenientes.
2) Es necesario que el sujeto tenga cierta independencia con respecto a su
medio familiar.
3) Es preciso que exista en el sujeto el deseo profundo de ser ayudado.
4) Finalmente, es necesario que el sujeto sea capaz de dominar su situación.
Para que un consejo psicológico pueda ser eficaz, es necesario que el
sujeto sea capaz de cambiar, pero además se requiere que el medio permita
cierta libertad de elección de diversas formas de comportarse.

Si algunas limitaciones impiden un consejo psicológico o una psicoterapia,


un examen psicológico con propósito de diagnóstico puede realizarse, y en tal
caso las técnicas directivas deben ser justificadas.

Otra limitación es cuando el consejero de orientación provoca inquietudes


y construye nuevos obstáculos, de tal modo que se considera muy agresivo o
incluso muy directivo. Sin embargo, si el sujeto considera que el consejero señala
obstáculos objetivos y trabaja para su provecho, su inquietud se tornara en un
ambiente de seguridad. Esto es posible porque el examen de orientación puede
ser preciso para la búsqueda de una solución.

Además, una inteligencia limitada no constituía un obstáculo para una


orientación no directiva.

Thorne reprochaba a Rogers no tomar en cuenta las capacidades


intelectuales, consideradas como funciones de adaptación. Este reproche se
dirige contra cierto entendimiento de la inadaptación, que solo sería el resultado
de los conflictos afectivos, que dominan permanentemente todo el
comportamiento de ciertos neuróticos. Así que, en el ámbito del tratamiento de
casos no patológicos, las capacidades intelectuales, en la medida en que ejercen
su actividad de control, constituyen medios de adaptación. Por lo tanto, la actitud
no directiva no está ligada estrictamente a un entendimiento de la personalidad
centrada en los problemas afectivos y que puede desarrollarse de forma efectiva,
de forma independiente como actitud metodológica.

Por otra parte, es esencial que la actitud del entrevistador sea de


confianza, desde el punto de vista de Rogers esto es fundamental porque el
examen se conduce de tal modo que el sujeto experimenta verdaderamente esa
confianza. Así que las técnicas de conversación que propone solo tienen por
objeto poner en acción esta actitud. Además, favorece el desarrollo de la actitud
no directiva.

Fiedler por su parte, presentó a diferentes psicoterapeutas una serie de


descripciones breves de la relación terapéutica y les pide que las clasifiquen en
categorías a partir de la más característica hasta la menos característica de la
relación terapéutica ideal.

Así que el rasgo más característico es:

1) el terapeuta participa completamente en lo que dice el sujeto.

Los rasgos muy característicos son:

1) el terapeuta se mantiene siempre en la línea de pensamiento del sujeto.


2) el terapeuta es totalmente apto para comprender los sentimientos del
sujeto.
3) el terapeuta intenta realmente comprender los sentimientos del sujeto.
4) el tono de voz del terapeuta debe indicar su aptitud para compartir los
sentimientos del sujeto.
5) el terapeuta considera al sujeto como colaborador suyo en la resolución
de un problema común.
6) el terapeuta trata al sujeto como su igual.

Por su parte, los rasgos considerados como menos característicos de la


relación terapéutica son:

1) el terapeuta como castigo (a punitive therapist).


2) el terapeuta provoca en el sujeto el sentimiento de ser rechazado.
3) el terapeuta parece no tener ningún respeto por el sujeto; la relación es
impersonal y "fría".
4) el terapeuta pone, al sujeto “en su sitio”.
5) el terapeuta busca el favor del sujeto.
6) el terapeuta trata de impresionar al sujeto con su capacidad o sus
conocimientos.
7) el terapeuta trata al sujeto como a un niño.
Resumiendo, a la situación de entrevista, se puede decir que el
entrevistador debe estructurar la relación psicológica del modo proporcione al
sujeto, seguridad y objetividad, tanto en la situación social como en su
personalidad. Así que los consejos de Fiedler permiten al sujeto expresar su
problema libremente, donde estas dificultades son las motivaciones propias de la
entrevista. Y creando esta atmosfera de confianza, el psicólogo es no directivo.
Por su parte las técnicas de conversación de Rogers pueden ser de gran ayuda
para el desarrollo de la entrevista.

La entrevista de orientación. Problemas prácticos

Se ha visto hasta entonces un análisis psicológico del indagador o entrevistados en


situaciones de entrevista. Se han visto las actitudes que son más adecuadas para
favorecer el desarrollo de la entrevista. Junto con los problemas generales hay cierto
número de cuestiones prácticas que se deben considerar ahora.

1.- Cómo estructurar la entrevista

Depende, ante todo, de las circunstancias y los objetivos del examen. No se puede
obtener la cooperación de los sujetos y estructurar la entrevista de igual manera si
la finalidad es:

- Juzgar la capacidad del sujeto, con miras a un concejo psicológico o una


orientación profesional; diagnosticar y tratar dificultades psicológicas; juzgar
la responsabilidad del sujeto en un conflicto con la sociedad. (delincuencia,
crimen, etc.).

Otros problemas son, por ejemplo: ¿acepto el sujeto espontáneamente el


examen o bien se le debió tratar de convencer para ello? ¿Le fue presentado
correctamente, o bien, por temor de resistencias, se le redujo su importancia o
deformo su naturaleza?

Y aun: ¿Cuál es la situación actual del sujeto con respecto al problema que
se trata o a otros aspectos que pueden perturbar gravemente la situación de la
entrevista? Y queda una última cuestión previa: ¿qué espera hallar el sujeto? y
¿conoce exactamente el objetivo de la entrevista y los exámenes?

Teniendo en cuenta esos factores, el psicólogo va a tratar de estructurar la


situación explicando, como escribe Thorne (1955) que, "su responsabilidad (la del
psicólogo) consiste solo en apreciar los hechos imparcialmente y que no intentará,
en manera alguna, censurar ni tomar partido, sino simplemente analizar
científicamente la situación. Como es natural, este esfuerzo por establecer su
relación con el sujeto proseguirá hasta que este admita que sus intereses se verán
protegidos y que puede confiar al examinador sus confidencias más íntimas".

Muchos autores, principalmente norteamericanos de ciencia social, trataron


de reunir cierto número de reglas empíricas, presentadas en forma de consejos,
para obtener la cooperación de los sujetos:

- El sujeto debe sentirse cómodo, y seguro de que no será


molestado
- El entrevistador debe dar la impresión de que dispone de todo el
tiempo necesario y que ese tiempo está consagrado
exclusivamente al sujeto.
- El entrevistador debe expresar algunas "relaciones" con el sujeto
(por ejemplo: conocimientos o experiencias comunes).
- Todas las vacilaciones y todas las ideas o sentimientos expresados
son recibidos con interés y en forma tolerante.
- Ningún juicio (condena o aportación) debe ser manifestado.
- El entrevistador debe lograr que se advierta su sincero deseo de
ayudar o de mostrarse competente para aconsejar, etc.

Se trata de crear una atmosfera de seguridad y objetividad que tranquilice al


sujeto. Para el sujeto, el entrevistador es un medio para alcanzar ciertos objetivos.
Es preciso que el segundo, luego de estimarlos, explique al sujeto como la situación
de entrevista le permite satisfacerlos. Es necesario, pues, que en cierto sentido el
sujeto pueda llegar a considerar que quien lo entrevista persigue los mismos
objetivos que él y, además, reconozca efectivamente, en cada uno de los actos y
en las preguntas efectuadas, el vínculo con la finalidad perseguida. Es preciso estar
en condiciones de responder a las preguntas que el sujeto se formula, más o menos
claramente, con respecto al contenido de la entrevista.

Mientras más progresos haga el sujeto en esta especie de conexión, más se


sentirá llevado a ser completo y hallará en sí mismo el origen de las motivaciones
para proseguir la entrevista.

¿Qué racionalizaciones proponer, para que originen motivaciones e induzcan


al sujeto a cooperar en el examen de su problema?

Deben considerarse aquí dos puntos: la presentaci6n de la entrevista y su


organización.

Ciertos entrevistadores tienden a descuidar la presentación de la entrevista,


en la creencia de que la redacci6n de la convocatoria y el nombre del servicio bastan
para informar a los sujetos. Un error originado de la dificultad para considerar la
situación desde el punto de vista del sujeto.

La riqueza de los datos recogidos se halla, pues, en parte, en función del


esfuerzo constante del entrevistador para que el sujeto adquiera conciencia de la
situaci6n, en la forma más completa y exacta.

Otro medio de obtener que el sujeto adquiera conciencia de la situación


consiste en describir uno o dos casos que fueron tratados por el entrevistador.
Puede, pues, ser útil para unos y otros narrar brevemente uno o dos casos y cómo
fueron tratados. Pero hay que elegir los casos muy esmeradamente; en efecto, la
gente no se interesa por otras personas sino en la medida en que estas se
encuentran más menos en su misma situación, con dificultades similares.

2.- Estudio biográfico

a) El problema

La entrevista que es orientada hacia el análisis y estudio de un caso, asi como


la búsqueda de una solución, es en gran medida biográfica. De aquí parten dos
posiciones extremas.
La primer posición parte de que lo que importa en el estudio de un caso no
es el pasado sino la situación actual del sujeto. Lo cual no quiere decir que el pasado
no es importante, sino que el grado que influye el pasado forma parte también de la
situación actual. Entonces, basta con que el sujeto exponga su situación actual. Los
hechos narrados por el sujeto no aparecerán secamente presentados son que
reflejaran actitudes psicológicas significativas actualmente.

Visto de esta forma, la información que obtendremos no será completa


puesto que unos periodos biográficos se conocerán muy bien, pero otros quedarán
en la sombra. Además, toda esta información será distribuida a lo largo de las
entrevistas y el psicólogo tendrá dificultad para formarse una idea en conjunto. Esta
manera de proceder es legítima y psicológicamente útil según la concepción no
directiva.

La segunda posición, parte de lo contrario a la ya expuesta puesto que


propone que el estudio sistemático del pasado del sujeto es de fundamental
importancia. Entonces, el pasado es la fuente más rica de información cuando se
quiere saber lo que la persona es y comprender por qué se encuentra así en la
actualidad. Debe intentarse todo para confeccionar el informe más exacto y

completo de la biografía del sujeto. Para ello se acuden a todas las fuentes
posibles (la escuela, la familia, el médico, etc.).

Como es de suponerse en este caso, se trata de un interrogatorio detallado


en el que no se omiten ni se dejan a la sombra ninguno de los periodos de la vida
del sujeto. El estudio puede desarrollarse cronológicamente o siguiendo el orden
inverso.

No siempre se debe elegir entre uno de los dos puntos de vista, existe la
posibilidad de una solución intermedia, que puede ser impuesta por las condiciones
de trabajo. En el primer caso, se exigen condiciones de realización especiales; es
necesario que el sujeto acepte voluntariamente la consulta y les atribuya
importancia a las entrevistas, además el psicólogo debe de obtener rápidamente
una visión de conjunto bastante detallada del pasado. Mientras que, en el segundo
caso, la entrevista puede tornarse en un interrogatorio, con varios errores de
insuficiencia de la memoria de los sujetos. Además, es posible que los sujetos
informen hechos de forma seca, sin contenido afectivo y se pierda la información
interesante.

b) Cómo actuar. El comienzo.

Este es el momento después de la presentación del sujeto y de uno mismo,


en donde ya se ha explicado el objeto de la entrevista, y también donde el
entrevistador ha logrado crear una relación con el sujeto, esto se puede notar puesto
que éste ya ha sonreído, y ya realizó algún comentario de una manera positiva con
respecto a las explicaciones que recibió del entrevistador.

En este punto el entrevistador ya ha presentado un breve plan con los


diferentes temas de la entrevista, puesto que no es posible seguir con esta sin
adoptar cierto número de disposiciones y decisiones. Por lo cual es preciso haber
decido qué plan se llevará a cabo, y este no se trata del orden en que se desarrollara
la entrevista, sino más bien de una visión en general y ordenara de los aspectos
que se estudiaran, este plan puede concebirse de distintas maneras, un ejemplo
sería el siguiente al que podría llamarse temático:

I. Vida familiar: En este punto se verán los nombres, fechas de


nacimiento, oficios, instrucción, salud, personalidad de los distintos
miembros de la familia, etc., todo esto relacionado con el
entrevistado.
II. Nacimiento y primera infancia: En este punto se verán aspectos
como la edad en que sujeto empezó a sentarse, a caminar, a
hablar, etc.
III. Salud: En este punto se verán las enfermedades, heridas,
accidentes, etc., y también las actitudes que el entrevistado tiene
con respecto a su salud.
IV. Educación: En este punto se verá la escolaridad, materias
preferidas, la actitud hacia a la escuela, la disciplina, etc., del
entrevistado.
V. Afectividad: En este punto se verá la emotividad, inestabilidad,
problemas especiales y las actitudes del entrevistado.
VI. Vida sexual: En este punto se verá la vida sexual del entrevistado.
VII. Sociabilidad: En este punto se verá el contacto social,
esparcimientos, las tendencias asociales y la inadaptación del
entrevistado.
VIII. Vida profesional: En este punto se verá la vida profesional del
entrevistado.
IX. Vida personal familiar: En este punto se verá la vida familiar del
entrevistado.
X. Nivel económico social: En este punto se verá en qué nivel
económico se encuentra el entrevistado.

Este es un tipo de plan el cual ayuda al entrevistador a conocer ciertos aspectos de


la vida del entrevistado, sin embargo, hay planes más fáciles en el aspecto de lo
cronológico y adecuados a los problemas que se pueden llegar a tratar, un ejemplo
de esto es el siguiente:

IDENTIDAD

Fecha Enfermedades

I. De la infancia hasta comienzos de la vida


profesional:
a) Vida familiar………………………………..
b) Escolaridad………………………………...
II. Vida profesional………………………………

III. Situación actual:


a) Situación pecuniaria………………………
b) Familiar y social…………………………..
c) Esparcimientos……………………………
Como se puede observar estos dos planes fueron realizados con puntos de
vista distintos, sin embargo, el segundo, es menos sistemático por lo cual permite
al entrevistado expresarse más libremente.

Una vez establecido el plan con que se llevara a cabo la entrevista, el


entrevistador debe decidirse por dónde empezar, esto haciendo referencia a la
situación del sujeto por la que se empezará a hablar, ya sea la de infancia o la
actual, en muchas ocasiones puede pensarse que es más fácil para el entrevistado
partir de su situación actual, y posteriormente remontar en su pasado, lo cual
también es más fácil para entrevistador puesto que de esa manera no se ve obligado
a justificar su interés por la familia e infancia del sujeto. Sin embargo, se ha podido
demostrar que se puede comenzar con la infancia y seguir los acontecimientos de
una manera cronológica sin ningún tipo de problema, incluso se ha visto una cierta
ventaja en que los sujetos midan la distancia con respecto a su situación actual, ya
que, al comenzar con su infancia, se les hace notorio que están realizando una
especie de recapitulación de su vida, y de la cual se deriva su situación actual.

Al comenzar por el principio el entrevistador puede examinar al mismo tiempo


el grupo familiar, esto debido que al tratarse de terceros le resulta más fácil al
entrevistado el hablar de otras personas y no de ellos mismos. Sin embargo, pueden
llegar a presentarse algunas dificultades debido a actitudes negativas del
entrevistado, tales como tocar temas sensibles y de los que no quiere hablar, en
ese tipo de casos se recomienda seguir la línea de menos resistencia y
posteriormente tomar los puntos que no fue posible examinar.

c) Desarrollo del estudio bibliográfico

Se disponen de dos procedimientos para evaluar dicho proceso. El primero


consiste en decir los temas y dejar que el entrevistado hable libremente sobre cada
uno de ellos, anotando solo las fechas, precisar los acontecimientos y las reacciones
del entrevistado. El segundo consiste en hablar sobre dicho acontecimiento o fecha
y hacer a modo pregunta, que el entrevistado conteste y nos relate que sucedió en
tal momento, así el sujeto comienza a hablar sobre su vida y el entrevistador solo
se limitara a hacer preguntas tales como ¿y luego?, ¿qué más sucedió?, entre otras
más.

Después se le pedirá al sujeto que nos hable sobre su vida laboral y escolar,
mediante preguntas que revelen dicho proceso, aunque existe una segunda
variante, en la cual se le pide al entrevistado que haga precisiones con respecto a
cada periodo de vida, esto lo llevara a ser más espontaneo y ser más detallista en
cuanto al relato de su vida, respetando claramente el orden cronológico, vital para
poner en contexto los acontecimientos.

Se llega pues al dilema entre la elección del método a emplear en dicha


entrevista, ante el interés de abarcar el estado biográfico del sujeto. La respuesta
ante esto será que se elegirá el método en el cual el sujeto se sienta más cómodo
y muestre cierta preferencia. Se deberá tener más bien cuidado con aquellos
entrevistados que no sean concisos en sus respuestas, o le den muchas vueltas a
un mismo tema, tratando en dichos casos de ser cortante, sin claramente perder la
compostura ni la educación, esto mediante la formulación de una nueva pregunta.

Para evitar esto, primero el entrevistador debe dejar hablar y escuchar


atentamente al entrevistado. Factores como la velocidad en la locución del
entrevistado nos ayudaran a detectar ansiedad o algún otro factor. Así por ejemplo
cuando su locución disminuye, indica que su ansiedad se está estabilizando, para
ello el entrevistador propiciará un ambiente donde será capaz de llegar a los detalles
en la vida del entrevistado, aclarando que no busca juzgarlo, sino solo conocerlo.

Igualmente, para los sujetos que hablan poco de ellos mismos, el


entrevistador tendrá el papel de hacer que su ansiedad disminuya y buscar tener la
confianza del entrevistado, para que con ello pueda profundizar en los temas
referentes a su vida. Para ello el entrevistador estar muy atento y hará uso de los
silencios, como medio para poder llegar a despertar una reacción en el sujeto, de
tal forma que se genere cierto clima de confianza
d) Extensión de la investigación biográfica.

No es posible dar una respuesta general a la pregunta ¿qué datos históricos


es preciso conocer para la comprensión de un caso? Pues para contestarla se tiene
que tener un conocer todo; para este punto se puede enunciar una regla “Los datos
biográficos, así como la naturaleza de los detalles que conviene obtener se hallan
en función del problema que se trata”. El problema se interpreta en dos sentidos:

a. El problema que estudia reconocidamente el psicólogo. Reorientación de


deficientes, adaptación escolar, problemas médico-pedagógicos, etc.
b. El problema particular que platea determinado caso.

La entrevista se orienta de manera tal que los sujetos mismos proporcionen


espontáneamente los informes necesarios, por lo que, para obtener el estudio
biográfico se requieren dos condiciones:

1. La entrevista biográfica resulte justificada ante el sujeto. No debe


parecer un interrogatorio sistemático que le impida la iniciativa.
2. El entrevistador debe ser competente. Su conocimiento teórico del
aspecto con el que se presentan los problemas orientará la
entrevista, por medio de preguntas, de modo que se hallen
sometidas a prueba las hipótesis que pudo formar.

3.-Observar al sujeto.

Durante la entrevista, se debe evitar a toda costa, el hacer prejuicios sobre el


entrevistado, sobre todo cuando por la primera impresión solemos atribuir que
dadas las condiciones que nosotros como entrevistadores vemos de él, deberán ser
lo que es realmente la persona, pues para empezar esto es completamente nuestro,
ya que lo que observamos es un reflejo de nosotros mismos. Por ende, debemos
de mantener una actitud de apertura al entrevistador y dejar a un lado los prejuicios
que solemos crearnos de alguien solo por la simple vista.

Es por ello, que se tiene que pasar por tres pasos, que fortalecerán el proceso
de entrevista y nos darán un parámetro para la selección del personal. El primero
es: a) el lenguaje y los conceptos utilizados por el sujeto, los cuales son esenciales
en toda entrevista y denotan la forma de representar el mundo por parte del
entrevistado, pues la comunicación refleja más que la personalidad del individuo,
los medios sociales en los que el mismo se ha desenvuelto.

Cada individuo arroja conceptos que tienen un significado personal distinto,


al que tendrían otros individuos, para lo cual será necesario tomar un registro de
estos y realizar de acuerdo con lo que diga el entrevistado y su contexto social, en
que habita, un análisis exhaustivo del cual se buscara definir dicho concepto. Para
ello será necesario, que el entrevistador detecte dichos conceptos y a modo de
investigador, defina que significan y que representan para el entrevistado.

El segundo paso será b) el rostro, el cual es un indicador indispensable en la


entrevista, pues nos arroja un estado en el que el entrevistado puede estar
atravesando, para ello no se debe ir por lo que la creencia popular dicta de las
facciones faciales, si no de lo que la ciencia afirma sobre ello, para lo cual será pues
indispensable entender el lenguaje facial y lo que ello implica. Se dice que las
emociones se reflejan en la cara, y esto es bien estudiado por la ciencia, lo cual
sustenta nuestras posibles anotaciones que como entrevistadores haremos
pertinentes. Recordemos que la personalidad se desprende del concepto de la
máscara y la máscara del concepto facial de la emotividad, transmitida como
lenguaje universal de emoción, ideas, inteligencia, etc.

El tercer y último paso será: c) las manos y el desplazamiento del cuerpo, el


cual se refiere a los movimientos empleados durante la entrevista, los cuales
igualmente suelen delatar ciertos indicadores, vitales para que el entrevistador haga
una evaluación pertinente del entrevistado. Lo que realmente importa en dicho
apartado, es el lenguaje corporal que se transmite por los mismos, y no tanto la
morfología del elemento. La mayoría de las personas no sabe qué hacer con sus
manos, y nos da un vistazo sobre lo que realmente oculta. Finalmente se debe saber
que es difícil observar, analizar y tomar notas del sujeto, pero es indispensable para
que el proceso de entrevista sea más confiable.
4.- Examen de la situación actual

Con forme el estudio biográfico constituyo una parte distinta en la entrevista,


se llega a la parte de la situación actual del entrevistado, la cual se trata del ambiente
material, social, familiar y profesional por la que se está pasando en ese momento.
Es muy importante determinar con precisión él porque es inútil comprender al
entrevistado sino se conocen los hechos que determinan su comportamiento actual.

Cada caso presenta un conjunto de condiciones actuales tan particulares que


no se puede decir nunca que tengan el mismo significado en dos casos.

De igual manera que el estudio biográfico, el examen de la situación actual


se centra directamente del problema que se trata. Es posible imaginar un plan
esquemático valido para las diferentes categorías del problema, sin embargo, será
preciso adaptarlo para cada caso en particular. Un ejemplo de esto puede ser en un
problema médico pedagógico se deben considerar las relaciones entre los
diferentes miembros de la familia, pero sería imposible prever sistemáticamente
todo lo que se encuentra bajo este amplio tema, por lo que no es posible preparar
un plan detallado, en el caso de un desacuerdo entre padre e hijo se podría explicar
en parte por la historia del mismo padre, el cual es agresivo e impulsivo y sin
embargo no se puede pensar siempre en preguntar si este ha padecido algún
trauma craneano. Y un cuestionario que considerara todas las eventualidades sería
demasiado largo y en gran parte inútil por inadaptado al caso que se examina.

Por esa razón es preferible dejar que entrevistado exponga libremente su


situación actual, adoptando una actitud no directiva y posteriormente tratar de
obtener las precisiones necesarias.

La dificultad principal de todo esto es que los entrevistados tienen dificultad


para encarar espontáneamente todos los temas, e insisten en aspectos que les
parecen más importantes, olvidando o tratando muy rápido otros aspectos.
Retomando el ejemplo anterior, el entrevistado insistirá en el desacuerdo con el
padre pero no hablará de las malas condiciones de vivienda por las que está
pasando, lo que se recomienda para que el entrevistado mencione esto no es
formular preguntas directas, sino que es preciso que la pregunta que sea formulada
no sea en forma aislada, sino ligada al tema que el entrevistado esta interesado a
tratar, un ejemplo de cómo sería con base al ejemplo que hemos estado tratando
seria “si comprendo, pero, ¿cree usted que sus condiciones de alojamiento inciden
en esa situación? “, de esta manera el entrevistador estaría abordando el tema del
cual quería conocer sin la necesidad de hacer una pregunta directa que pudiera
incomodar al entrevistado.

Se puede observar que a partir de cierto momento el estudio biográfico está


terminado, por otra parte, el examen de la situación actual prosigue hasta el final de
la entrevista, para estudiar las diversas soluciones propuestas, y la solución
adoptada deberá tener en cuenta las condiciones actuales.

5.- Búsqueda de los significados

El estudio biográfico y el examen de la situación actual proporcionan


información sin las cuales es evidentemente inútil pensar en proponer una solución
para el caso examinado.

En la caza de hechos, el sujeto efectúa una retrospección para hacerse


entender, mientras que el psicólogo trata de hallar coherencia y significados, en
función de conceptos psicológicos. En el desarrollo de una sesión, el psicólogo
experimentado puede platearse varías dudas, sin embargo, sabe que no debe
apresurarse ni a preguntar ni a contestar sus propias preguntas; mientras que el
sujeto insiste más o menos, da detalles o se muestra reticente, habla de los
acontecimientos repetidamente durante la entrevista, acomodándolos
recíprocamente de manera significativa para él. Si el psicólogo considera los
conceptos psicológicos (hallar inestabilidad, falta de madurez afectiva o indicio de
personalidad buen equilibrada, etc.) como hipótesis que deben ser verificadas,
podrá orientarse la entrevista buscando todas las situaciones de la vida del sujeto
que permitan ya sea verificar, y a desechar esas hipótesis, por lo que ya no correría
el riesgo de encontrarse como un aprisionado en el cuadro psicológico de la
personalidad del sujeto trazado por él en cierto momento de la entrevista.
La búsqueda de la significación de los rasgos psicológicos que de observan
en los sujetos no es un problema de “diagnostico psicológico”, a partir de la cual se
buscará la solución. Hay que dejar que se desarrolle el problema del sujeto sin
juzgar, pues la resistencia del problema antes nuestros esfuerzos por mejorar la
situación y, en particular, para que adquiera conciencia de ella, caracterizará más
valederamente el estado del sujeto. Además, el estudio minucioso de la biografía
del sujeto, que es un objeto esencial de la entrevista, es la condición requerida para
todo estudio correcto del problema que se quiere resolver.

El sujeto no se explica en función de los conceptos psicológicos, sino que


narra presentando los acontecimientos de su vida. Estos acontecimientos son
hechos para él, con respecto a los cuales reacciona actualmente de tal o cual
manera; para cada hecho tiene una causa y consecuencia que él puede señalar.
Los diferentes aspectos de su personalidad no se destacan de los acontecimientos,
sino que se hallan implicados en ellos, y cuando él analiza, esa actividad es
intencional; refleja el ámbito del examen que tiende a lograr una solución; depende
de todos los factores de la situación

Pero antes de interpretar la biografía del sujeto, el psicólogo debe practicar,


con respecto a los datos recogidos, una especie de crítica histórica, interna y
externa: Coherencia interna y verosimilitud de los acontecimientos, detalles más o
menos numerosos según de los distintos períodos, explicación de ciertas
contradicciones, posibles fuentes de errores de testimonio o de mentiras, etc. Sus
conocimientos técnicos y su experiencia de los medios sociales y de la vida le
ayudarán mucho en ese trabajo complejo. El cotejo con otras fuentes de información
como exámenes médicos, encueta social, pruebas psicotécnicas, etc., es
importante. Pero estos mismos deben ser criticados antes de utilizarlos porque los
resultados de las pruebas psicotécnicas pueden sorprender y hallarse en
contradicción con los elementos de la biografía.

Si el psicólogo tuvo en cuenta el máximo de datos y el máximo de sistemas


de referencia, puede confiar en haber alcanzado cierta objetividad en sus
apreciaciones y pensar que la solución que se elaborará tiene cierta validez.
6.- Búsqueda de solución

Después de analizar el pasado y el presente de la persona, se trabaja con el


futuro y sus proyectos.

La persona puede estar buscando dos cosas: la confirmación de una


orientación profesional o la explicación de un estado psíquico que desea mejorar.
En este punto el psicólogo ya tiene conocimiento sobre aspectos importantes de la
persona, incluso reconoce patrones repetitivos en su personalidad. Esta información
fue otorgada por la persona o a partir de pruebas psicológicas.

En la elaboración de una solución es donde se presenta mayor mente la


actitud no directiva. El psicólogo debe seguir evitando juzgar, como lo ha hecho
durante el proceso, dejándole a la persona la conservación de su iniciativa. El
psicólogo entonces conducirá a la persona a creer un plan de acción preciso.

El psicólogo deberá cuidarse de dos obstáculos en este proceso: que la


persona perciba que las pruebas tienen un valor absoluto o bien, que los resultados
arrojan un juicio sobre sus condiciones. Para eso deberá explicarlos como una
opción, dando a la persona la posibilidad de rechazarlo y de ser posible que explique
la razón por la cual no quiere.

Todo el proceso que se lleva hasta ahora es para ponerlas a disposición de


la persona quien será la que elegirá. El psicólogo no estará para debatir la decisión
de la persona con respecto a la solución del problema, su papel será volver a
formular la opción elegida por la persona para que esta pueda volver a analizarlas.
Por ejemplo: "Si no entendí mal, usted prefiere la contabilidad al ajuste eléctrico,
porque piensa que un trabajo de escritorio conviene más a quienes estuvieron
aquejados de tuberculosis”

A pesar del intento del psicólogo por mantener una expresión corporal y
verbal adecuada, ante la persona va a parecer un juez contra el que se intentara
defender. Por lo cual en ocasiones es necesario trabajar la personalidad de la
persona. El psicólogo también debe tener en cuenta de que sus apreciaciones
pueden ponerse en duda y en ocasiones es recomendable pedir la opinión a otro
experto.

Cuando una persona se ve negada en cuestión de decidir, no se debe caer


en la opción de aconsejarle en su respuesta, es mejor darle otra sesión para que
reflexione un poco más. Aunque existen algunos casos en los que el consejero
deberá decidir, pero eso solo en algunos casos, frecuentemente serán con
adolescentes debido a que estos son poco estables.

Si durante la entrevista encontramos grandes dificultades psicológicas,


puede que sea necesaria una psicoterapia, pero esta decisión debe ser tomada por
la persona. Para esto se le debe brindar información de que existen y que es lo que
ellos hacen, en el caso de que acepte deberá especificar porque quiere seguir y
detallar más su problema.
Conclusión

El personaje principal de la entrevista de orientación es el sujeto que busca


el consejo psicológico. El psicólogo debe centrarse en esto y el objetivo a perseguir
para que el sujeto pueda presentar su problema y no servir de objeto de estudio
solamente. Para ello hay dos tipos de actitudes. La postura corporal del psicólogo
es el factor principal de la actitud no directiva debido a su poca intervención verbal,
debe poder propiciar un ambiente de confianza donde la persona se sienta libre de
expresar sus problemáticas. La actitud directiva en cambio, permite tener un amplio
conocimiento de la persona a entrevistar, es de gran utilidad para poder llevar a
cabo el fin de la entrevista, dando comodidad y confianza de que se efectuará una
entrevista completa, además es una situación manejada por el psicólogo, lo que le
permite actitudes variadas y ecléticas.

Los expertos suelen optar por una postura no directiva porque si no fuera así
al momento de aconsejar podrían estar forzando al sujeto de la misma manera como
si se aconsejara a un amigo. Por lo tanto, si se lleva a cabo la entrevista de una
manera directiva es posible que un error sea que el psicólogo sienta que cumplió
con su trabajo y que el sujeto crea que no le fue útil.

La entrevista de orientación tiene reglas, funciones y técnicas que ayudan a


tener un mejor desempeño y resultados al fin deseado, cada psicólogo decide
cuales seguir y como hacer la entrevista, pero todas deben cumplir el objetivo de
ayudar al individuo. Existen dos tipos de abarcar la vida del sujeto, ya sea iniciando
por el pasado o por el presente. El pasado puede no tener contenido psicológico no
tan relevante a comparación de la orientación hacia el presente, pero con la
desventaja de que es difícil crea una sola idea en conjunto de la vida del sujeto.

Entonces es recomendable utilizar un plan con un formato abierto que


permita al sujeto expresarse. Se comienza “por el principio” porque esto informa
todo el recorrido que llevo al sujeto al lugar en donde está. El psicólogo no está
obligado a justificar su interés en ciertos aspectos de la vida del sujeto.
El entrevistador debe favorecer un ambiente para que el sujeto sea capaz de
relatar su vida puesto que se trata de temas muy personales, transmitiéndole
confianza. Si el sujeto es callado, aprovechar los silencios para hacer intervenciones
profundas que despierten su interés y si se expresa demasiado tienes que detenerlo
de manera cortés y educada para evitar desvíos, haciendo preguntas relacionadas
con lo primero que preguntaste.

Para observar al sujeto hay que tomar en cuenta que no se deben hacer
prejuicios de los sujetos en cuanto a su apariencia, sino que mantener la apertura
en todo momento, pero siempre, se deben tomar notas en cuanto a la apariencia,
comportamiento y los temas de interés del sujeto.

El entrevistador no debe hacer un interrogatorio, debe orientar la entrevista


de acuerdo con lo que la persona plantea. Cada persona presenta un conjunto de
condiciones diferentes específicos, por las cuales no es recomendable realizar un
plan que lo abarque todo, pues podría ser inútil e ineficiente. Lo recomendable es
realizar uno general y ajustarlo a la situación actual del sujeto. El psicólogo tiende a
realizar hipótesis mientras que el sujeto da detalles de su vida, por lo que no brinda
un diagnóstico inmediato. Para esto es necesario entonces recurrir a diversas
fuentes que confirmen lo relatado por el sujeto.

El psicólogo cumple la función de guiar a la persona a encontrar una solución,


pero debe tener cuidado con insinuar una respuesta puesto que su función es
motivar a la persona a tomar sus propias decisiones de forma responsable y no
imponerle una posible solución. Es mejor darle un poco más de tiempo al sujeto
para que reflexione.

Bibliografía

Nahoum, C. (1990). La entrevista psicológica. México: Kapelusz.

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