Hoy en el día del buen pastor haciéndome eco del sentimiento y afecto de toda la
Iglesia en Acacias, quisiera transmitirle nuestro más profundo reconocimiento por
su identidad tan transparente de pastor, de padre y amigo…, haciendo fácil el
anuncio del Evangelio a través de la acogida personal, del encuentro, de ponerse
del todo en la calle y hacer visible que la vida del Reino es presencia y alegría.
Gracias Padre por su interés paternal por todos y cada uno de nosotros. No ha
escatimado tiempo, ni oportunidades para estar a nuestro lado: a título personal le
agradezco porque usted padre estuvo en los tres momentos más difíciles de mi vida
demostrándome que el amor y la paz de Cristo está y estará con nosotros siempre.,
Gracias padre, porque hemos visto y sentido que su corazón nos ha amado y
siempre ha buscado caminos para demostrarlo.
Los que hemos tenido la fortuna de estar más cerca de usted, sabemos que usted
no improvisa, todo lo trata previamente con el Señor. Hasta altas horas de la noche
y las primeras horas del día siempre han estado reservadas para el encuentro
reposado con Dios. Nada es para usted tan importante como el alimento espiritual
de la oración.
Hemos tenido un buen pastor, un mejor padre y un muy cercano amigo. Aquí tiene
padre su casa, su familia y su Iglesia, que esta comprometida a seguir creciendo.
Vicente Fontestad