Este coach se encarga de reconocer tres zonas en las cuales las personas
suelen posicionarse e influye con el rendimiento de su día a día. En primer lugar,
la zona de confort, un lugar en el cual el individuo se siente cómodo y seguro;
luego, la zona de expansión, zona en la cual el individuo se enfrenta ante nuevos
desafíos, se requiere de un aprendizaje por parte de la persona y el coach será
un agente acompañante, mas no un tomador de decisiones. Por último, una zona
de pánico, donde el sujeto no aprende nada, donde se hacen las cosas por
cumplir y no por compromiso propio.
Por otro lado, se mencionan 3 dimensiones a tomar en cuenta por parte del
coach al momento de analizar al personal de una empresa. Se habla de la
dimensión impersonal, interpersonal y personal; teniendo conocimiento de estos,
se posibilita una mejor evaluación de las áreas en donde se necesite el coach.
Dentro de todo ese proceso, intervienen tres zonas en donde suelen vivir las
personas e influye considerablemente en el desarrollo del proceso de
aprendizaje de los colaboradores. Existe una zona de confort, donde el individuo
se siente cómodo, seguro y le cuesta salir; una zona de pánico, donde el
individuo no obtiene aprendizaje, siente miedo e inseguridad por adquirir nuevos
conocimientos y se resiste al cambio; y luego la zona de expansión, una zona
donde se debe afrontar nuevos retos y desafíos, donde se debe aplicar el
proceso de aprendizaje y expandir los conocimientos de las personas.