Anda di halaman 1dari 9

Platón: biografía, formación, vida política, obra, la academia, el método dialéctico.

Biografía

Como ya dijimos, Platón era ateniense. Había nacido en 427 o 428, y muere en 347 a. c. cerca de
los ochenta años. Platón venía de una familia acomodada con parentescos con el rey Codro, esto
en la época era motivo de orgullo y de consagración como ciudadano de la polis, sobre todo en
pensamientos como el de Platón, por otra parte, miembros de esta rama de su familia formaron
parte del gobierno de los Treinta Tiranos. Tuvo dos hermanos y una hermana.

El verdadero nombre de Platón, como me señalaba una compañera la clase pasada, era Arístocles,
siendo Platón un apodo por el tamaño de su espalda, parece que era un tipo grandote.

Cuando su padre muere la madre de nuestro amigo se vuelve a casar con un hombre llamado
Pirilampo, un amigo de Pericles. Este dato no es menor porque podría implicar una relación
cercana de Platón con la Democracia después de su cercanía familiar con la Tiranía.

Platón, como miembro de familia importante, había recibido una importante formación en las
materias que se dictaban. Su primer contacto filosófico fue con la escuela heraclítea, de la mano
de Crátilo. A los 20 años entra en contacto con Socrates a quien va a seguir intelectualmente hasta
la muerte de Sócrates a sus 28 o 29 años. Ya sabemos que la influencia de Sócrates en el
pensamiento platónico es enorme (búsuqeda del concepto). Además de esta, platón recibe
influencias del pensamiento de Heráclito (mundo sensible) y Parménides (mundo inteligible, el
ser), y por otra parte del pitagorismo, vamos a ver esto cuando hablemos de la teoría de la
reminiscencia.

Platón y la Política.

Me gustaría detenerme un momento en la relación política y Platón. Porque expresa un poco a la


manera socrática en la apología, cuál era el compromiso que Platón tenía con el desarrollo de la
política de su época. El ser ciudadano, de nuevo, no era cualquier cosa, no todo el mundo era
ciudadano. Platón sostenía que entre los ciudadanos los filósofos eran los más preparados por ser
quienes se dedicaban al estudio y la búsqueda de la verdad y la sabiduría. Y es que sin duda alguna
la figura de Sócrates aparece por todos lados al hablar de Platón.
Si bien Platón no veía con buenos ojos a la democracia, tampoco aprobaba la tiranía. De hecho, él
había rehusado un llamado familiar a participar en tareas comandadas por los treinta tiranos
sosteniendo que era un gobierno injusto. La democracia sin embargo retornó y con ella llegó la
ejecución a Sócrates. En este punto encontramos a un Platón decepcionado por la injusticia del
orden oligárquico y los errores de la democracia. Esta visión lo llevó a buscar un fundamento
sólido para instaurar un régimen de gobierno justo, su proyecto más general era el de instaurar un
Estado Ideal, el filósofo, por buscar y conocer la justicia debía ser Rey. Que afirma en la Carta VII:

“«Entonces me sentí irresistiblemente movido a alabar la verdadera filosofía y a proclamar que


sólo con su luz se puede reconocer dónde está la justicia en la vida pública y en la vida privada. Así,
pues, no acabarán los males para los hombres hasta que llegue la raza de los puros y auténticos
filósofos al poder o hasta que los jefes de las ciudades, por una especial gracia de la divinidad no se
pongan verdaderamente a filosofar»”

Acá es donde podemos apreciar el interés político de Platón: tres veces distintas intentó
establecer su proyecto político. El lugar que va a elegir es Siracusa, en Sicilia.

Resulta que Platón emprende varios viajes después de la muerte de Sócrates: primero conoce
Megara donde lo recibe el filósofo Euclides (que también era matemático). Años después estuvo
en Egipto, y tiempo después en Cirene. Finalmente viaja a Sicilia donde se hace amigo de Filolao,
Eurito y sobre todo Arquitas de Tarento, que era gobernante.

En Sicilia Platón conoce y traba una gran amistad con Dion, cuñado del tirado de Dionisio 1º, con
éste, con Dion, Platón va a realizar tres intentos de poner en práctica sus ideas políticas, cada
experiencia va a resultar en un fracaso.

Durante el primer intento en el año 388 Dionisio creyó que estaba siendo víctima de un complot
para derrocarlo entre Platón y Dion. Pero Siracusa, con su tirano a la cabeza, estaba en guerra
abierta con Cartago. En el encuentro entre Platón y Dionisio 1º, Platón habla sobre la virtud, el
conocimiento y la justicia. Dionisio se ve incapaz de seguir los consejos del filósofo y Platón se
vuelve a Atenas, después de haber sido apresado por unos piratas, esclavizado y finalmente
rescatado.
En 387 Platón vuelve a Atenas y funda su academia, este centro de investigación va a ser muy
importante para Atenas, ya vamos a tener oportunidad de hablar de él. Sin embargo no durará
mucho tiempo la estancia de Platón en Atenas.
La cuestión es que en 367 Platón retoma su rumbo a Siracusa, habiendo sido llamado por Dion
debido a que Dionisio 1º había muerto y ahora gobernaba Dionisio 2º. Esta experiencia fracasa
porque los enemigos de Dión, seguidor de Platón y consejero de Dionisio, hacen correr el rumor
que éste había hecho llamar a Platón, para convencer al tirano y hacerle un instrumento de su
política. Esta atmósfera de desconfianza, más la impresión que le causó el nuevo tirano, más
amigo del placer que de la justicia, de la riqueza que de la verdad, del juego que de la sabiduría, le
hacen desistir de su empresa. Platón tiene que prometer que volvería a Siracusa para que le
dejase marchar y en 365 vuelve a Atenas.

Finalmente en el año 361 vuelve a Siracusa porque Dionisio 2º le había prometido aprender lo que
significaba ser in filósofo Rey. Desde la visita anterior, el tirano, según el consejo de Platón, entró
en contacto con “hombres de toda la clase de ingenio”, tenía muchas ideas, pero se las daba de
culto y tomaba las ideas como si fueran propias. Pero las enseñanzas de Platón no buscaban la
transmisión de conocimientos, su objetivo era formar el carácter de la persona de manera total.
Platón quería que perdonara a Dión y la atmósfera de desconfianza, provocan la confiscación de
sus bienes y que Platón termine en la cárcel. Sus amigos lograron rescatarle y retorna a Atenas a
atender los asuntos de su academia y a revisar sus concepciones políticas y filosóficas.

En el camino de regreso, se encuentra con Dión, exiliado del tirano de Siracusa, en la ciudad de
Olimpia con motivo de los juegos. Allí le confiesa querer formar una armada con la ayuda de
Esparta para tomar Siracusa, pero Platón no le apoyó, aunque concede libertad a sus discípulos
para enrolarse en la empresa. En el año 357 a. C., toman Siracusa y expulsan a Dionisio II. Pero
mantiene la corte y la tiranía, tres años después fue asesinado.

Obra

Platón elige el diálogo como forma de expresión de su pensamiento; quizá como tributo a su
maestro Sócrates a quién, por lo demás, convierte en interlocutor de prácticamente todos ellos; o
quizá por el influjo de su época. Su obra se puede dividir en varios períodos, según distintos
criterios, siendo una de las clasificaciones más aceptadas la cronológica y respondiendo a los
temas en los que los diálogos se van centrando. Como van a ver en Carpio, Platón va de temas
éticos (donde se ve la influencia socrática) adentrándose en la metafísica y en la teoría del
conocimiento a través de su teoría de los dos mundos. Finalmente, el período de la madurez se
considera un período crítico, en el que Platón va a revisar y realizar críticas a sus propias ideas.

1. Diálogos de juventud (de los 28 a los 38 años) (399-389)

Estos diálogos tratan temas socráticos como la amistad, la virtud o la piedad, y si estas son
enseñables. Son de esta época los viajes a Megara, Cirene, Egipto e Italia.

- Apología de Sócrates (el conocido retrato socrático del joven Platón)

- Critón (Sócrates en la cárcel sobre problemas cívicos)

- Laques (El valor)

- Lisis (La amistad)

- Cármides (La templanza)

- Eutifrón (La Piedad)

- Ión (La poesía como don divino)

- Protágoras (¿Es enseñable la virtud?)

2. Diálogos de transición (de los 38 a los 41 años) (389-385)

En éste período Platón vierte en sus diálogos algunas opiniones que son propias, aparecen temas
órficos de influencia pitagórica: la inmortalidad del alma, primeras alusiones a las ideas y a la
reminiscencia, y estudios sobre el lenguaje. Tiene lugar en ésta época el primer viaje a Siracusa
(Sicilia).

- Gorgias (Sobre retórica y política)

- Crátilo (Sobre la significación de las palabras)

- Hipias mayor y Menor (Sobre la belleza el primero, y sobre la verdad del segundo)

- Eutidemo (Sobre la erística sofista)


- Menón (¿Es enseñable la virtud?)

- Meneceno (parodia sobre las oraciones fúnebres)

3. Diálogos de madurez (de los 41 a los 56 años) (386-370)

En estas obras encontramos ya el pensamiento de Platón en toda su dimensión. La teoría de las


ideas aparece plenamente desarrollada. Entre los temas tratados destacan: los argumentos de la
inmortalidad del alma, la teoría de la reminiscencia, la dialéctica ascendente y el amor, y la
filosofía política. De entre los textos conocidos destacan: el mito de la caverna, la metáfora de la
línea y el mito del carro alado. Su actividad se centra fundamentalmente en la Academia en
Atenas.

- Fedón (Sobre la inmortalidad del alma, el último día de Sócrates en prisión)

- Banquete (Sobre el amor)

- República (Sobre política y otros asuntos: metafísicos, gnoseológicos, etc.)

- Fedro (Sobre el amor, la belleza y el destino del alma)

4. Diálogos críticos y de vejez (de los 56 a los 80 años) (370-347)

Revisión de la teoría de las ideas, que pierde dimensión ontológica en favor de una interpretación
lógica. Sócrates deja de ser el personaje principal. Estudio de las dificultades de la teoría de las
ideas: tema de lo uno y lo múltiple, teoría de la participación. La dialéctica como división de
conceptos. Desarrollo de la cosmología platónica: el demiurgo, el alma del mundo, el devenir, la
causa final. Revisión de la teoría política que culmina en una concepción matizada del justo medio.

Podemos dividir este período en dos:

a) (369-362, de los 56 a los 63 años): Revisión crítica de la teoría de la Ideas y de algunas de sus
consecuencias, aunque ello no signifique que sean abandonadas. Segundo (369) y tercer (361)
viaje a Italia a la corte de Dionisio II, quien al poco tiempo rechazó su educación.

- Parménides (Crítica de la teoría de las ideas)

- Teeteto (Sobre el conocimiento)


- Sofista (Lenguaje, retórica y conocimientos)

- Político (Sobre política y filosofía)

b) (361-347, de los 64 a los 78 años): Creciente pesimismo de Platón, si nos atenemos al contenido
de sus obras últimas, que ya en la fase crítica parecían inclinarse hacia el predominio de los
elementos místico-religiosos y pitagorizantes de su pensamiento.

- Filebo (El placer y el bien)

- Timeo (Cosmología)

- Critias (Descripción de la antigua Atenas, mito Atlántida...)

- Las Leyes (La ciudad ideal, revisión pesimista de la República)

- Carta VII (en esta carta Platón nos presenta su conocida y breve autobiografía)

La teoría de las ideas de platón y su dimensión antropológico-social

LA TEORÍA DE LAS IDEAS Y LA ONTOLOGÍA PLATÓNICA

La Teoría de las Ideas de Platón contiene lo que llamamos dualismo ontológico proponiendo como
ya dijimos al proponer la existencia de dos tipos de realidad antagónicos: el mundo sensible y el
mundo inteligible. En el Mundo Sensible (el interior de la caverna en el mito de la caverna) están
las realidades individuales, materiales, temporales, espaciales, la multiplicidad, el cambio, y la
generación y destrucción; es el conjunto de cosas perceptibles por los sentidos. El Mundo
Inteligible (el mundo exterior en aquél mito) consta de las Ideas (o "Formas"), realidades
universales, inmutables, eternas, invisibles, inmateriales, atemporales, aespaciales; las Ideas se
conocen por la razón y son la auténtica realidad. Las Ideas son entidades extramentales, objetivas
e independientes del hombre, y causas de las cosas: aunque ellas sean el auténtico ser, Platón no
negará realidad a lo que se da a los sentidos; el mundo sensible, aunque inferior a las Ideas, posee
también cierto ser, que le vendrá dado por su imitación o participación de las Formas. La tarea del
Demiurgo es hacer que la materia informe y eterna tome rasgos semejantes a las Ideas. El mundo
de las Ideas está ordenado jerárquicamente pues hay distintos tipos de Ideas: Idea de Bien, otras
Ideas morales; Ideas estéticas, Ideas de Multiplicidad, Unidad, Identidad, Diferencia, Ser, No Ser,
Ideas matemáticas y otras Ideas (Idea de Hombre...). Platón sitúa a la Idea de Bien en la cúspide de
ese mundo; a veces la identifica con la Idea de Belleza e, incluso, con Dios. La Idea de Bien (el sol
en el mito de la caverna) causa lo real pues la conducta humana se hace con vista a ella y todo lo
real tiende a ella. Platón creyó que sólo si existen las Ideas tiene sentido el lenguaje humano,
principalmente el de los “términos universales” (nombres comunes, sustantivos abstractos…); por
otro lado, el conocimiento estricto (las verdades eternas) como la matemática sólo es posible si
además del mundo sensible, siempre cambiante, hay también un mundo inmutable y eterno.

LA TEORÍA DE LAS IDEAS Y LA EPISTEMOLOGÍA PLATÓNICA (EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO)

El conocimiento estricto, el siempre verdadero, se fundamenta en la teoría de las Ideas, que divide
lo real en dos ámbitos distintos y a los que le corresponderá saberes muy distintos: la ciencia, que
se ocupa de las Ideas, lo permanente, y la opinión, o conocimiento del mundo sensible, de lo que
está sometido a generación y corrupción, de los animales, plantas y cosas fabricadas (la
“creencia”) y de sus “sombras” y reflejos (la conjetura).En la CIENCIA, distingue Platón el
pensamiento discursivo y la dialéctica. El primero se identifica con la matemática, que, a pesar de
su valor, posee dos deficiencias: el uso de signos sensibles y el apoyarse en hipótesis (afirmaciones
sobre el ser de sus objetos no suficientemente reflexionadas). La dialéctica es el conocimiento
superior, se refiere al Mundo de las Ideas, a lo inmutable y universal, lo eterno, y se identifica con
la filosofía. Platón la concibe de dos modos: como método racional que no usa de signos sensibles,
pues emplea sólo la razón, ni descansa en "hipótesis", pues prescinde de todo supuesto y no deja
ninguna cuestión sin examen o evaluación; el objetivo de la dialéctica es descubrir las relaciones
existentes entre las Ideas. La auténtica filosofía es "una ascensión al ser": el filósofo (el dialéctico)
debe “ascender” del mundo sensible al Mundo Inteligible o de las Ideas y en éstas a la Idea del
Bien, fundamento del ser y de la inteligibilidad de las Ideas y de todo lo real. En cuanto al origen
del conocimiento estricto, Platón defiende una teoría innatista, la teoría de la reminiscencia, según
la cual conocer es recordar: al conocer verdades de tanta calidad como las de la matemática, en
realidad nuestra alma está recordando algo que aprendió cuando, antes de encarnarse, vio en el
Mundo Inteligible las Ideas y sus relaciones. Pero Platón también entiende la dialéctica como
impulso erótico: el filósofo, mediante el cultivo de su sensibilidad, ascenderá desde el plano
sensible al inteligible, desde las bellezas sensibles hasta la Idea de Belleza. El motor de dicho
ascenso será un impulso erótico y el objeto del amor la belleza.

DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICA DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS (EL PROBLEMA DEL HOMBRE)


Platón concibe al hombre como un compuesto de dos sustancias distintas (dualismo
antropológico): el cuerpo, vinculado al mundo sensible, y el alma, relacionada con el mundo
inteligible. El alma humana es superior al cuerpo debido a que el alma es el principio de
conocimiento y de bondad, pero más aún a que el cuerpo está sometido a corrupción y muerte
mientras que el alma tiene un destino inmortal. Platón utiliza varios argumentos para demostrar la
inmortalidad del alma, destacando el que se basa en la teoría de la reminiscencia, teoría que exige
la preexistencia del alma antes de su encarnación para comprender el conocimiento eterno.

Para Platón, el alma nos iguala a los dioses y permite el conocimiento de las Ideas; distingue tres
partes en ella: la racional, representada en el mito del carro alado por el cochero; es la más noble
y elevada, y su función es conocer intelectivamente y guiar a las otras dos; la irascible,
representada por el caballo bueno y hermoso, símbolo del valor y la voluntad; y la parte
concupiscible, representada por el caballo malo, difícil de guiar, símbolo del deseo y la pasión
sensible inmoderados. El alma busca la liberación del cuerpo y en esa búsqueda practica la
filosofía como aproximación intelectual al mundo que le es propio. La parte racional del alma debe
intentar purificar al individuo de los apetitos sensibles, y le corresponde dirigir la conducta
humana. El dualismo antropológico de Platón se caracteriza por mantener una radical escisión en
el hombre: el alma inmortal, lo más divino, principio de conocimiento y moralidad; y el cuerpo,
origen de la ignorancia y del mal. Para Platón el cuerpo y sus pasiones son responsables de todas
nuestras desgracias y sufrimientos. La tarea más importante del hombre será, por ello, la práctica
de la virtud, basada en la renuncia a los apetitos corporales, y la práctica de la filosofía. La
purificación moral e intelectual tiene como objeto que las almas se dejen guiar por lo que es justo
y recto y de ese modo cumplan con su destino último, la morada divina, en donde preexistían.

CONSECUENCIAS DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS EN ÉTICA Y POLÍTICA (EL PROBLEMA DE LA MORAL Y


LA SOCIEDAD)

La teoría de las Ideas de Platón permite la superación del relativismo moral de los sofistas, pues las
Ideas serán el fundamento objetivo y eterno de la vida moral. Platón quiere averiguar lo que sea el
Sumo Bien para el hombre. El Bien absoluto son las Ideas, cuya contemplación es la felicidad
suprema. Mediante la práctica de la virtud se accede al Sumo Bien y, por tanto, a la suprema
felicidad; la virtud es el estado del alma que le corresponde por naturaleza, y como el alma tiene
tres partes habrá una virtud peculiar para cada una de ellas: a la parte concupiscible le
corresponde la templanza, o continencia de los placeres; a la parte irascible, la fortaleza o valor, y
a la parte racional la virtud de la sabiduría o prudencia que se encarga de regular la totalidad de
las acciones humanas. La virtud del alma en su conjunto es la justicia, entendida como armonía u
orden entre esas tres partes.

Platón creerá que el hombre es un ser social por naturaleza; ello explica la aparición del Estado (la
Polis). El individuo puede alcanzar su máxima realización en el Estado, pero para ello el Estado
deberá ser perfecto. En el análisis del Estado, Platón utiliza una división tripartita análoga a su
división del alma; el Estado tiene las mismas necesidades materiales y los mismos fines éticos que
el hombre. Cada parte del alma se puede relacionar con una clase social: la parte racional con la
clase de los gobernantes, el alma irascible con la clase social de los guerreros, y la concupiscible
con la de los artesanos. Los filósofos, cuya virtud es la sabiduría o prudencia, son los únicos aptos
para el gobierno; los soldados deben defender y guardar la polis; los artesanos suministran los
medios materiales que la comunidad necesita. El fin del Estado es la justicia, el bien de todos los
ciudadanos, que sólo es posible cuando todos los elementos que componen la sociedad realizan su
función propia. De entre todas las clases sociales destaca la de los dirigentes: para Platón, puesto
que cabe el conocimiento del Bien (de las Ideas), es legítima la tutoría de los que han tenido
acceso a dicho Bien (los filósofos) sobre el resto de los ciudadanos; el filósofo ha de ser el
gobernante, o los gobernantes han de ser filósofos.

Puesto que los filósofos deben buscar el bien general, con el fin de evitar tentaciones interesadas y
distracciones inútiles no poseen propiedad privada alguna, ni mujer, ni hijos propios (“comunismo
platónico”). También los soldados renuncian a la familia y a la propiedad privada. Sólo a los
artesanos se le permite la propiedad privada (limitada y controlada por el Estado) y los vínculos
familiares estables. En este Estado ideal sólo los mejores, una minoría muy selecta, ostentan el
poder. Es un Estado de clara inspiración aristócrata. Finalmente, junto con la descripción de la
sociedad ideal, Platón hace también una descripción y valoración de las formas reales de gobierno;
existen cinco formas de gobierno: de la monarquía o aristocracia, por degeneración sucesiva,
surgen las demás: la timocracia, la oligarquía, la democracia y, la peor de todas, la tiranía.

Anda mungkin juga menyukai