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1.

GENERALIDADES

El Aguaymanto (Physalis Peruviana L.) es una fruta exótica, no tradicional,


alternativa, de sabor agridulce, que hoy siembran muchos de nuestros campesinos
en la sierra del Perú, en Cusco, Huánuco, Huancavelica y sobre todo en Cajamarca,
y que momentáneamente este último departamento ocupa el primer lugar en la
producción de esta fruta. Del aguaymanto conocemos muchos ecotipos y por ello
sabemos que se adapta fácilmente a muchos pisos ecológicos de los que tenemos
en nuestro país, por ello también puede producirse en parte de la costa y de la selva.

2. DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

Planta de tipo arbustiva con una raíz fibrosa que se ha encontrado a más de 60 cm de
profundidad en el suelo. Posee un tallo algo quebradizo de color verde, con vellosidades
de textura muy suave al tacto. Las hojas son enteras, similares a un corazón pubescente
y de disposición alterna.

Las flores son hermafroditas de cinco sépalos, con una corola amarilla y de forma
tubular. El fruto es una baya carnosa en forma de globo, con un diámetro que oscila
entre 1,25 y 2,5 cm y con un peso entre 4 y 10 g; está cubierto por un cáliz formado por
cinco sépalos que le protege contra insectos, pájaros, patógenos y condiciones
climáticas extremas. Su pulpa presenta un sabor ácido azucarado (semiácido) y
contiene de 100 a 300 semillas pequeñas de forma lenticular.

Ing. Nora Veliz Sedano


3. CLIMA Y SUELO

Es un cultivo que se desarrolla muy bien en altitudes altas, entre 1800 y 2800 msnm,
con temperaturas promedio entre 13º y 15ºC. La planta es susceptible a temperaturas
extremas; las temperaturas muy altas pueden perjudicar la floración y fructificación, así
como las temperaturas nocturnas inferiores a 10ºC de manera constante impiden que
prospere, igualmente una lluvia persistencia afecta la condición de la planta.

La temperatura y la luz juegan un papel muy importante en el tamaño, color, contenido


nutricional, sabor y tiempo de maduración del fruto. Para obtener un fruto de buena
calidad se requiere una intensidad lumínica equivalente entre 1,500 y 2,000 horas
luz/año. La precipitación anual óptima debe oscilar entre 1000 y 2000 mm bien
distribuidos a lo largo del año, con una humedad relativa entre 70% y 80%. El suministro
de agua durante los períodos secos es importante para evitar que se rajen los frutos.

4. REPRODUCCIÓN

El cultivo se propaga por semilla (sexualmente), procedente de frutos de buen tamaño,


completamente maduros, cosechados de plantas vigorosas. Las semillas se extraen y
se colocan en un recipiente plástico en el cual se someten a un proceso de fermentación
por espacio de 24 a 72 horas, posteriormente, se lavan con agua limpia y se colocan a
secar a la sombra sobre un papel absorbente. Una vez secas, se almacenan por 8 días
para luego sembrarlas en el semillero con suelo desinfectado. Después de 25 -30 días
las plántulas se trasladan a bolsas por un mes, de donde se llevan a campo. Para hacer
un mejor manejo del cultivo y obtener fruta de mayor calidad se recomienda el tutorado
de las plantas.

Ing. Nora Veliz Sedano


5. TRASPLANTE Y SIEMBRA

El trasplante al sitio definitivo se hace cuando la planta alcanza una altura de 15 a 20


cm y tenga de 3 a 4 hojas. Los hoyos deben ser de 30 x 30 cm, en el fondo puede
colocarse 2 kg de abono orgánico más 80 g de abono, 10-30-10 al momento de la
siembra. La distancia más recomendada es de 2.0 x 2.0 m en cuadro para una población
de 2.500 plantas/ha. Puede sembrarse en pendientes pronunciadas.

6. CULTIVO

La propagación puede efectuarse tanto por estacas como por semillas. En cultivo, la
propagación se realiza normalmente por semillas. Las semillas tienen una tasa de
germinación de 75-85% y un tiempo de germinación de 10-15 días. La más alta tasa de
germinación ocurre en semillas tomadas de frutos completamente maduros. La tasa de
germinación disminuye a mayor tiempo de almacenamiento de las semillas; donde la
fermentación del fruto previo a la obtención de las semillas no tiene influencia en la tasa
de germinación, dado que generalmente, la fermentación del fruto y posterior separación
de las semillas conduce a un aumento en la tasa de germinación.

Las semillas para el cultivo del aguaymanto se obtienen normalmente de frutos


fermentados. Para el cultivo se recomienda la instalación de camas de cultivo, desde
donde se traspasarán las plantas para ser plantadas en el campo, después de 2 meses,
con un tamaño de 20-25 cm. Las semillas pueden también ser sembradas a 2-3 cm de
profundidad en turba y mantenidas con bastante humedad atmosférica, lo que lleva a
muy buenas tasas de germinación. Para la plantación en el campo se prepararán hoyos
de 40 x 40 cm de ancho, que se fertilizarán previamente con humus de lombriz y
compost o con fertilizante sintético. La siembra directa en el campo no se recomienda,
entre otras razones, por el reducido tamaño de las semillas (y de las plántulas), así como
a las altas demandas de agua durante la germinación.

La densidad de plantación es decisiva para obtener altos rendimientos se recomienda


una distancia de 40-80 cm entre las plantas y una distancia entre hileras de 50-90 cm.

El trasplante lleva a un aumento de la producción en un 25%. La influencia del


distanciamiento entre plantas en la composición fitoquímica es reducida, con valores un
poco mejores en plantas trasplantadas. Menores distancias llevan a plantas más altas y
más alta producción total, pero las labores de manejo se hacen más difíciles. El

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desbroce se realiza normalmente en forma manual. El acolchado vegetativo no sólo
oprime las malezas, sino que además incrementa la temperatura del suelo, mantiene la
humedad y previene en contacto de los frutos con el suelo y con ello su posible
contaminación.

El tiempo de cultivo entre la germinación de la semilla y los primeros frutos cosechables


es de 9 meses. El tiempo de producción del cultivo desde la aparición los primeros frutos
cosechables es de 9-11 meses adicionales. Después de ese tiempo tanto la
productividad de las plantas, así como la calidad de los frutos disminuye, a pesar que el
cultivo se puede mantener por los siguientes dos a tres años. Para la fertilización del
cultivo se recomienda utilizar 1,5 kg de compost y humus de lombriz por planta cada
tres meses, o 1-1,5 Lt de abono líquido fermentado cada 15-20 días.

En los cultivos, la planta no puede ser plantada libre, sino que requiere un apoyo. Para
este propósito se puede instalar cables de apoyo a ambos lados de las hileras de
plantación. Con apoyo, las plantas pueden alcanzar una altura de hasta 2,5 m.
Normalmente, algunos ejes adquieren dominantes y suprimen la ramificación de otros.
La mayoría de las plantas desarrollan 4 ó 5 ejes en cultivo. Con la poda y variación de
la densidad de plantación se puede influenciar el crecimiento de la planta.
Frecuentemente, las plantas reciben una poda profunda después de la primera cosecha,
con el objeto de alcanzar una producción optima de frutos y de simplificar los cuidados
culturales.

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7. LABORES CULTURALES

La poda en el cultivo del aguaymanto es una de las prácticas más recomendadas porque
tiene efecto sobre el tamaño del fruto, mejora la arquitectura de la planta y ayuda en la
efectividad del sistema de tutorado. La poda de formación consiste en eliminar los brotes
ó chupones que se producen en la base del tallo principal hasta los primeros 40 cm de
altura con el fin de disminuir la humedad relativa dentro del cultivo y la presencia de
enfermedades. La poda de mantenimiento ó sanitaria es la más importante y consiste
en remover ramas secas, viejas y enfermas de la planta con el propósito de disminuir
las fuentes de inóculo de las principales enfermedades.

Las plantas del aguaymanto se deben sostener mediante tutores y amarres debido a
que cuando están en producción alcanzan demasiado peso, ocasionando volcamientos
y ruptura de ramas. El sistema más utilizado es el que permite la formación de la planta
en “V”, que facilita la disponibilidad de la luz y favorece la aireación del cultivo. La
fertilización en plena producción se realiza cada dos meses, aplicando 200 g de 10-30-
10 al suelo. Bajo condición orgánica se mantiene con abono compost cada dos meses.

8. PLAGAS Y ENFERMEDADES

La pulguilla (Epitrix sp.) es un abejoncito de la familia Chrysomelidae, de apenas 2 mm


de longitud, que ocasiona daños en la lámina de las hojas, las cuales consisten en
pequeños orificios ó perforaciones. La mosca blanca (Trialeuroides vaporariorum) se
localiza en el envés de la hoja, encontrándose desde huevos hasta adultos. El daño
consiste en que la mosca chupa la savia para su alimentación, pudiendo transmitir algún
virus.

El desarrollo del cultivo permite por sí mismo mantener un buen control de malezas. Se
recomienda cosechar y destruir los frutos afectados por la plaga. Una de las
enfermedades más común es la Alternaria sp., esta se presenta en el campo afectando
las hojas más viejas. Se inicia con pequeñas manchas de color negro que coalescen
(se unen) hasta necrosar la hoja.

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9. PRODUCCIÓN

El período útil de producción de la planta es de nueve a once meses desde el momento


de la primera cosecha. A partir de ese momento disminuye tanto la productividad como
la calidad de la fruta. La literatura reporta un rendimiento promedio estimado entre 14 y
18 t/ha (Toneladas por Hectárea). Es recomendable conservar la uchuva en su cápsula,
ya que su remoción afecta significativamente el aspecto del producto y su conservación
durante el almacenamiento.

10. COSECHA Y RENDIMIENTO

Los frutos son cosechables cuando el color del cáliz pasa de verde a dorado-café,
normalmente después de un período de desarrollo de 60-80 días. El peso del fruto sigue
subiendo durante todo el período de desarrollo y maduración. Bajo buenas condiciones
de cultivo, los frutos más grandes se obtienen en la primera cosecha. También la más
alta cantidad de frutos se alcanza en la primera cosecha. La cosecha de una planta
individual puede elevarse hasta 300 frutos. Los rendimientos de cosecha son altamente
variables, especialmente dependiendo de los cuidados culturales realizados. En cultivos
bien cuidados se puede obtener hasta 20 t/ha. La cosecha comienza siete a nueve
meses después de la siembra.

La cosecha se realiza, dependiendo de las condiciones climáticas en la región andina,


entre marzo y junio. La cosecha se realiza en forma sucesiva, con una recolecta de
bayas cada dos a tres semanas. A diferencia de la mayoría de las bayas, los frutos

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maduros pueden permanecer en la planta algunas semanas sin que se deterioren ni
caigan. Una cosecha mecanizada (con máquinas cosechadoras) de los frutos no es
técnicamente posible. Además, sólo la cosecha manual asegura una obtención de frutos
con el cáliz sin daño, el que es decisivo para su buena comercialización.

11. POSTCOSECHA

Los frutos cosechados se pueden almacenar por un tiempo relativamente largo, pero
siguen madurando después de la cosecha. El proceso de maduración lleva, incluso
cuando el fruto todavía está en la planta, a un notorio aumento en CO2 y en la
producción de etileno, así como a un desfase en los perfiles de pectinas y, con ello, a
un ablandamiento estructural del fruto. La producción de etileno varía fuertemente en
diferentes cultivares y dependiente del estado de madurez del fruto. Además, hay
indicaciones que la producción de etileno varía de acuerdo con la temperatura del
ambiente.

A través de la aplicación de etilenoantagonistas (1-metilciclopropeno), se terraza el


comienzo de la producción climática de etileno en frutos verdes inmaduros y frutos
verdes maduros, dependiendo de las dosis de aplicación, y en frutos amarillos o
anaranjados maduros se logra disminuir la concentración. El tratamiento con 1-
Metilciclopropeno no impide el proceso de pudrición de los frutos durante el
almacenamiento, pero reduce la frecuencia. Por otro lado, se ha podido mostrar en otros
frutos que, a través de un tratamiento con el regulador de crecimiento Ethephon previo
a la cosecha, se puede incrementar la solubilidad de las pectinas.

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El tiempo de almacenamiento de los frutos con cáliz es de un mes, mientras que los
frutos sin cáliz son almacenables solo 4-5 días, porque al extraer el cáliz se daña la base
del fruto. El tiempo almacenamiento posible depende de las condiciones de cultivo, la
humedad del cáliz durante la cosecha y el tamaño del fruto. Frutos más grandes tienden
a agrietarse. El daño o remoción del cáliz impide el almacenaje. En un recipiente sellado
en atmósfera seca, los frutos se mantienen por unos meses, bajo una temperatura de 2
°C pueden ser almacenados por cuatro a cinco meses; sin embargo, bajo esas
condiciones pueden eventualmente aparecer infecciones fúngicas como Penicillium o
Botrytis.

12. BIBLIOGRAFIA:
1. Álvarez, G; Campoverde, G; Espinosa, M. 2012. Manual técnico para el cultivo
de la Uvilla (Physalis peruviana L.) en Loja (en línea). Ecuador.

Ing. Nora Veliz Sedano


Disponible en: http:/ fwww.unl.edu.ecfagropecuariajwpcontent/uploads/2012/03html

2. Araujo, G. 2009. El cultivo del aguaymanto: Manejo técnico en los andes del
Perú Cultivos andinos guía técnica y recopilación bibliográfica (en línea).
Cajamarca, Perú.

Disponible en: http:/ /wwwaguaymanto blog.galeon.com

3. https://www.agroforum.pe/agro-noticias/aguaymanto-physalis-peruviana-l-
organico-del-peru-6143/

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