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Responsabilidad. Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican la
expresión de opinión o juicio alguno por parte del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von
Humboldt. Así mismo, las opiniones expresadas no representan necesariamente las decisiones o políticas del Instituto,
ni la citación de nombres, límites geograficos o procesos comerciales. Todos los aportes y opiniones expresadas son de
la entera responsabilidad de los autores correspondientes.
2
Comité científico
• Andrés Link (Universidad de los Pontificia Universidad Javeriana,
Andes, Colombia) Colombia)
• Carlos Castaño-Uribe (Fundación • Mariella Superina (IUCN/SSC
Herencia Ambiental Caribe, Anteater, Sloth & Armadillo
Colombia) Specialist Group & IMBECU-CCT
• Emiliano Ramalho (Instituto de Conicet, Mendoza, Argentina)
Desenvolvimento Sustentável • Michael Valqui Haase (Centro
Mamirauá, Brasil) para la Sostenibilidad Ambiental,
• Esteban Payán Garrido (Panthera) Universidad Peruana Cayetano
• Fernando Trujillo (Fundación Heredia)
Omacha, Colombia) • Nathaly van Vliet (Center for
• Hugo López (Universidad International Forestry Research,
Nacional de Colombia, Instituto CIFOR)
de Ciencias Naturales) • Olga Montenegro (Universidad
• Isaac Goldstein (Wildlife Nacional de Colombia, Instituto de
Conservation Society, Andean Bear Ciencias Naturales)
Conservation Program) • Rafael Hoogesteijn (Panthera)
• Jhon Lynch (Universidad Nacional • Yaneth Muñoz-Saba
de Colombia, Instituto de Ciencias (Universidad Nacional de Colombia,
Naturales) Instituto de Ciencias Naturales)
• Jon Paul Rodríguez (Instituto • Roger Pérez-Hernández
Venezolano de Investigaciones (Universidad Central de Venezuela,
Científicas & UICN) Instituto de Zoología y Ecología
• José Vicente Rodríguez Tropical)
(Conservación Internacional, • Salvador Boher (Instituto
Colombia) Experimental Jardín Botánico
• Josefa Celsa Señaris (Instituto “Dr. Tobías Lasser” & Instituto
Venezolano de Investigaciones de Zoología y Ecología Tropical,
Científicas) Universidad Central de Venezuela)
• Galo Zapata-Ríos (Wildlife • Tula Fang (Comunidad de Manejo
Conservation Society, Ecuador) de Fauna Silvestre en América
• Giovanni Ulloa (Asocaimán, Latina-COMFAUNA)
Colombia) • Wendy Townsend (Programa de
• Luis Germán Naranjo (WWF Conservación y Desarrollo Tropical
Colombia) de la Universidad de Florida,
• Manuel Ruíz García (Departamento Gainesville FL, USA & Museo de
de Biología, Unidad de Genética, Historia Natural Noel Kempff
Mercado, Santa Cruz, Bolivia)
Autores y afiliaciones 10
Agradecimientos 12
Resumen ejecutivo 14
Executive summary 18
Introducción 22
Esteban Payán Garrido, Carlos A. Lasso y C. Castaño-Uribe
CAPÍTULO 1 27
Conservación de grandes peces de agua dulce en áreas no
protegidas de Colombia / Large freshwater fish conservation in
non-protected areas of Colombia
Carlos A. Lasso y Paula Sánchez-Duarte
CAPÍTULO 2 53
Conservación de grandes reptiles acuáticos continentales
(tortugas y crocodílidos) en Colombia / Conservation of large
continental aquatic turtles and cocodrilians in Colombia
Mónica A. Morales–Betancourt y Carlos A. Lasso
CAPÍTULO 3 71
Rehabilitación y liberación de perezosos (Xenarthra: Bradypodidae y
Megalonychidae) en áreas no protegidas en Colombia / Rehabilitation
and reintroduction of sloths (Xenarthra: Bradypodidae and
Megalonychidae) from non-protected areas of Colombia
Tinka Plese
CAPÍTULO 4 81
La conservación de los manatíes (Trichechus inunguis y
Trichechus manatus) en áreas no protegidas de Colombia /
Conservation of manatees (Trichechus inunguis and Trichechus
manatus) in non-protected areas of Colombia
Nataly Castelblanco-Martínez, Sarita Kendall, Diana L. Orozco y
Katherine Arévalo González
4
CAPÍTULO 5 99
Una historia de dos ciudades: cacería y conservación por fuera
de áreas protegidas. El caso de la danta (Tapirus terrestris) en
el Parque Nacional Natural Amacayacu, Colombia / A tale of
two cities: lowland tapir (Tapirus terrestris) conservation and
hunting outside Amazonian protected areas in Colombia
Jaime Cabrera
CAPÍTULO 6 115
Distribución de la danta de montaña (Tapirus pinchaque)
en Colombia: importancia de las áreas no protegidas para
la conservación en escenarios de cambio climático /
Distribution of the mountain tapir (Tapirus pinchaque) in
Colombia: importance of non-protected areas for conservation
under climate change scenarios
Diego J. Lizcano, David A. Prieto-Torres y Hugo M. Ortega-Andrade
CAPÍTULO 7 133
La cacería, amenaza potencial para la dinámica
poblacional de pacaranas (Dinomys branickii) en Colombia
/ Poaching and niche specificity increase extinction risk for
pacaranas (Dinomys branickii) in unprotected lands of
the Colombian Andes
Carlos A. Saavedra-Rodríguez
CAPÍTULO 8 149
El oso andino (Tremarctos ornatus) fuera de las áreas
protegidas en Colombia / The andean bear (Tremarctos
ornatus) out of protected areas in Colombia
Daniel Rodríguez
CAPÍTULO 9
La nutria gigante (Pteronura brasiliensis): especie en 171
recuperación, conflictos con las pesquerías e historia
genética en Colombia / Giant otters (Pteronura brasiliensis):
recovery of the species, conflicts with fisheries and genetic
history in Colombia
Fernando Trujillo, Juan R. Gómez, Susana Caballero y Andrea Caro
CAPÍTULO 11 209
Consideraciones particulares de los felinos en algunas zonas
amortiguadoras de áreas protegidas del Caribe colombiano /
Considerations about felines in supporting zones of protected
areas in the Colombian Caribbean
Carlos Castaño-Uribe, Cristal Ange-Jaramillo, Natalia Ramírez Guerra y Juan F.
Romero
CAPÍTULO 12 225
Densidad de jaguares (Panthera onca) y abundancia de
grandes mamíferos terrestres en un área no protegida del
Amazonas colombiano / Density of jaguars (Panthera onca) and
abundance of large terrestrial mammals in a non-protected
area of the Colombian Amazon
Esteban Payán Garrido y Sandra Escudero-Páez
CAPÍTULO 13 243
Implementación del corredor del jaguar en áreas no protegidas
de Colombia / Implementation of the jaguar corridor in
unprotected areas of Colombia
Angélica Díaz-Pulido, Karen E. Pérez-Albarracín, Angélica Benítez, Breiler Olarte-
Ballesteros, Carolina Soto, Rafael Hoogesteijn y Esteban Payán Garrido
CAPÍTULO 14 259
Conservación de jaguares (Panthera onca) fuera de áreas
protegidas: turismo de observación de jaguares en propiedades
privadas del Pantanal, Brasil / Jaguar (Panthera onca) observation
tourism in private properties of the Brazilian Pantanal
Rafael Hoogesteijn, Almira Hoogesteijn, Fernando R. Tortato,
Lilian E. Rampim, Henrique Vilas Boas Concone, Joares Adenilson
May Júnior y Leonardo Sartorello
6
CAPÍTULO 15 275
Conservación del mono araña café (Ateles hybridus) y otros
primates en áreas no protegidas de Colombia / Conservation of
the Brown Spider Monkey (Ateles hybridus) outside protected
areas in Colombia
A. Gabriela de Luna y Andrés Link
EPÍLOGO 295
Esteban Payán Garrido, Carlos A. Lasso y Carlos Castaño-Uribe
8
amortiguamiento, dispersión o hábitat nuestros paisajes humanizados, com-
complementario, a menudo con fuerte partiendo el territorio y contribuyendo
presencia humana y conflictos activos al redescubrimiento de nuestra biodi-
de convivencia. La interrelación entre versidad: al fin y al cabo, hay campo
áreas protegidas y su contexto terri- para todos en este planeta.
torial nos debe por tanto, conducir a Sin duda la supervivencia a mediano
un modelo de conservación basado en y largo plazo de estos grandes animales
la comprensión de la integración de solo será posible si cambiamos nuestra
múltiples elementos en un paisaje que forma de pensar, si rompemos con los
debe ser manejado como un espacio paradigmas tradicionales de gestión del
funcional y continuo. Un ejemplo territorio y si todos, desde nuestra pers-
práctico derivado de esta perspecti- pectiva y posición, contribuimos de ma-
va es la necesidad de revisar el rol y nera mancomunada y generosa a ello.
alcance que tienen en la actualidad
los planes de manejo clásicos de las
áreas protegidas, así como los planes Brigitte L. G. Baptiste
de conservación a nivel de grupos o Directora General
especies en particular. Instituto de Investigación de
Es indispensable garantizar que la Recursos Biológicos Alexander von
fauna silvestre pueda vivir en medio de Humboldt
10
Autores y afiliaciones
Agradecimientos
Los editores agradecemos muy especial- prestada para la elaboración de la
mente a la Directora General y al Sub- base de datos de registros históri-
director de Investigaciones del Instituto cos de la danta de montaña en la re-
Humboldt, Brigitte Baptiste y Germán gión Andina. M. Ascanta, L. Arias, J.
Andrade, por el apoyo brindado a esta Aguirre, L. Achig y D. Domínguez co-
nueva Serie Editorial Fauna Silvestre laboraron tomando datos de campo
Neotropical. De igual manera a todos los en Ecuador. Denisse Mateo y Jessica
evaluadores anónimos de los 15 capítu- Amanzo del Museo de Historia Natu-
los seleccionados. A Proyectos Semana ral de la Universidad Nacional Mayor
S. A. y en particular a Mauricio Sojo por de San Marcos proporcionaron datos
su apoyo en el proceso de diseño gráfi- de la especie para Perú. Los registros
co y diagramación. A Diego Núñez por para Colombia fueron proporcionados
su asistencia editorial. Por supuesto al por Jaime A. Suárez y Juan R. Sánchez
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sos- de la Pontificia Universidad Javeria-
tenible de Colombia por haber financia- na; Abelardo Rodríguez-Bolaños de la
do la impresión de esta publicación. A Universidad Distrital Francisco José
Donald Taphorn por la elaboración del de Caldas y Melissa Abud, Sebastián
resumen ejecutivo en inglés y a Mónica Duque, Humberto Calero y Stephanie
A. Morales-Betancourt por su colabora- Valderrama de la Fundación Samanea.
ción en temas editoriales. A los colegas y El autor del Capítulo 7 agradece
amigos que cedieron sus fotografías. a V. Rojas-Díaz y J. D. Corrales por
Los autores del Capítulo 1 agrade- sus valiosos comentarios y sugeren-
cen a Mónica A. Morales-Betancourt cias a versiones preliminares del do-
por sus aportes y revisión del manus- cumento. La Fundación Zoológica de
crito y a Diego A. Córdoba por la ela- Cali brindó los datos de historia clí-
boración de los mapas. Los autores del nica de pacarana cautivos. Este tra-
Capítulo 2 agradecen a Sergio Balague- bajo fue apoyado por WCS-Colombia
ra-Reina por enviar el shape de los re- y Mohamed Bin Zayed Conservation
gistros de Crocodylus acutus y a Diego Fund. La Fundación IdeaWild donó
Córdoba por la elaboración del mapa. parte de los equipos de campo a CASR.
Los autores del Capítulo 6 agrade- Por su colaboración durante el trabajo
cen a J. Ulloa, F. Rodríguez, R. Mano- de campo a F. Gaviria, B. Martínez, J.
salvas, V. López, N. Ochoa, J. Camacho, M. Martínez-Troya, C. Ríos-Franco e
S. Benalcázar e I. Gómez-Lora de la I. C. Estrada. CASR fue financiado por
Fundación EcoCiencia; A. Castella- COLCIENCIAS para estudios en el país.
nos, F. Nogales y A. Tapia de la UICN/ Los autores del Capítulo 9 expre-
SSC Tapir Specialist Group-Ecuador, san sus agradecimientos a la CDA y
X. Pazmiño y F. Carvajal de la Funda- sus funcionarios en Inírida y Mitú, que
ción Zoológica del Ecuador, así como apoyaron la colecta de información en
a R. Cisneros de la Universidad Téc- su área de jurisdicción. Igualmente, a
nica Particular de Loja. También a E. Corpoamazonía y al Instituto de Inves-
Briones y D. Silva de ECOFONDO, por tigación Sinchi, con los que se elaboró
el financiamiento y la colaboración conjuntamente la iniciativa Facuam en
12
Agradecimientos
14
la red de las reservas naturales de la base a análisis de las áreas potenciales
sociedad civil y la red de re-ubicado- de distribución actual, bajo escenarios
res de fauna silvestre, que han brin- de cambio climático a futuro y conside-
dado las condiciones necesarias para rando el efecto de la pérdida del hábi-
efectuar procesos de educación, reubi- tat, la disponibilidad de los ecosistemas
cación y control y seguimiento post-li- y el papel del Sistema Nacional Áreas
beración de los perezosos. Protegidas (SINAP) en Colombia. Los
El cuarto capítulo analiza el esta- resultados de estos ejercicios mues-
tus de conservación de las dos especies tran una reducción por efecto de la
de manatíes de Colombia, el amazóni- pérdida del hábitat y por efectos del
co (Trichechus inunguis) y el antillano cambio climático, los cuales pueden
(Trichechus manatus), cuya área de actuar de forma sinérgica, siendo ma-
distribución está en un 90 % en ANP. Se yor aún dichas amenazas.
concluye como la participación comu- El séptimo capítulo analiza el im-
nitaria a nivel local ha sido clave para pacto de la cacería coma amenaza
la conservación de ambas especies, ob- para la conservación de la pacarana
servándose en los últimos años una (Dinomys branickii) en los Andes de Co-
reducción de la caza y un aparente lombia. Con base en simulaciones de
incremento de la población de mana- la dinámica poblacional y escenarios
tíes en algunos casos puntuales. Se de diferentes niveles de extracción, los
recomienda, no obstante, continuar resultados muestran que con la extrac-
con el monitoreo de las amenazas y ción de individuos, las poblaciones
las áreas de ocupación, así como el proyectadas a 100 años tienden a
establecimiento de índices de abun- una reducción de hasta el 60%. Estos
dancia, incluyendo a los pobladores análisis demuestran que la especie es
locales en estos procesos. propensa a la extinción y que la cace-
El quinto capítulo aborda la cace- ría afecta negativamente las poblacio-
ría de subsistencia de la danta (Tapirus nes, lo cual sumado a la reducción de
terrestris) en zonas de traslape entre hábitat por la fragmentación, acentúa
resguardos indígenas y un parque na- el riesgo de extinción de la especie en
tural en la Amazonia (PNN Amacaya- los Andes de Colombia.
cu), especialmente en los ambientes de En el octavo capítulo se evalúa el
“salados”, demostrando que los efectos estado de conservación del oso andi-
de la cacería en las poblaciones locales no (Tremarctos ornatus). Se identifican
de dantas no han sido significativos. como principales amenazas a la expan-
Se describe también el comportamien- sión de la frontera agrícola, la cacería
to de las dantas dentro de los salados por retaliación al conflicto, la infraes-
amazónicos, su utilidad para el moni- tructura vial y la carencia de prácticas
toreo de mamíferos y la factibilidad de efectivas de conservación. La especie
la conservación por fuera de las AP´s. muestra un patrón de distribución en
En el sexto capítulo se evalúa la parches tanto en AP como en ANP, e
distribución de la danta de montaña incluyen hábitats que abarcan un gra-
(Tapirus pinchaque) en Colombia, con diente altitudinal continuo localizado
16
silvopastoriles) y se firmó un acuerdo de en donde los ganaderos se beneficiarían
conservación por cinco años con la co- por la presencia de este depredador en
munidad para mantener las cercas, no sus tierras, y de esta manera se disminui-
matar a los jaguares y cazar las presas ría la represalia y persecución de la espe-
del jaguar racionalmente. cie, lo que favorecería su conservación.
El capítulo catorce muestra cómo es Por último, en el capítulo quince, se
posible la conservación del jaguar con plantean dos vías para la conservación
base en experiencias de cuatro casos de del mono araña café (Ateles hybridus) y
estudio en propiedades privadas de El otros primates en Colombia. La primera
Pantanal (Brasil), que tienen al turismo asociada a la declaratoria de áreas pro-
con el jaguar como especie bandera, y tegidas en el área de su distribución ac-
como una actividad económica comple- tual, y la segunda, asociada al manejo
mentaria a la ganadería extensiva, que de los hábitats en matrices productivas
es viable económica y ecológicamente en común acuerdo con actores guber-
con la conservación y otros desarrollos namentales, económicos y sociales. Se
antrópicos. Los ingresos generados por concluye que dado que la mayor par-
el turismo exceden por mucho las pér- te de su población está por fuera de
didas ocasionadas por la depredación áreas protegidas, la conservación de A.
del jaguar. Se recomienda establecer este hybridus y otros primates dependen de
modelo en otras zonas del Pantanal y/o la protección de estas poblaciones en
de sabanas inundables de Suramérica, las áreas no protegidas.
18
well as the importance of the network habitat loss effects, availability of
of natural reserves of civil society and ecosystems and the role of SINAP in
wildlife re-locators that have provided Colombia. The results of these exerci-
the necessary resources and conditions ses show a tapir population reduction
to carry out education programs, sloth from the effects of habitat loss as well
relocation and post-release follow up. as from climate change, and that there
The fourth chapter analyzes the could be a synergetic combination of
conservation status of manatees negative impacts worse than that of ei-
in Colombia: the Amazon Manatee ther effect considered separately.
(Trichechus inunguis) and the West In- The seventh chapter analyzes the
dian Manatee (Trichechus manatus), impact of hunting on the conserva-
for which 90% of their distribution ran- tion status of the Pacarana (Dinomys
ges are located in unprotected areas. It branickii) in the Colombian Andes.
is concluded that local community par- Based on simulations of population
ticipation has been key to the survival dynamics under scenarios with diffe-
of these species and that hunting in re- ring extraction levels, the results show
cent years has been reduced which has that current levels of hunting will lead
led to an apparent increase of the ma- to a 60% reduction in the population
natee population in some cases. Even projected for 100 years. These simu-
so, it is recommended that threats con- lations show that the species is threa-
tinue to be monitored and that indices tened by extinction and that hunting
of abundance should be calculated, in- negatively affects its populations, and
corporation local people in the process. that together with other threats such
The fifth chapter concerns sub- as habitat reduction by fragmentation
sistence hunting of the Tapir, Tapirus the risk of extinction from the Colom-
terrestres in overlapping areas of bian Andes is accentuated
Indigenous People Reserves and the The eighth chapter evaluates the
Amacayacu National Park, focusing conservation status of the Andean (or
on environments locally known as Spectacled) Bear (Tremarctos ornatus).
“salados”, where it is shown that the The principal threats identified were
hunting of local populations has not agricultural expansion, retaliatory hun-
been significant. The behavior of ta- ting, roads and lack of effective con-
pir in the Amazonian salt lick habi- servation practices. The species has a
tat is also described, as well as their patchy distribution in both protected
usefulness for mammal population and unprotected areas, and is found in
monitoring and the feasibility of con- habitats with a continuous altitudinal
servation outside protected areas. gradient located in Pacific Andean as
The sixth chapter evaluates the well as Amazon Basin slopes that are
distribution of the Mountain Tapir threatened by development of illegal
(Tapirus pinchaque) in Colombia, based crops and armed conflict. Only one ha-
on gap analysis of potential habitat, and bitat patch is larger than 5.000 km2,
projecting scenarios of future clima- and eight national parks have areas be-
te change that take into consideration tween 1.000 and 5.000 km2.
The ninth chapter treats the con- and successfully manage these ani-
servation of the River Otter (Pteronura mals in the region. It is concluded that
brasiliensis) and its conflicts with lo- thanks to the implementation of the
cal fisheries. The species’ populations plan, it has been possible to better
have apparently been recovering in the know and understand the role of the-
Amazon and Orinoco River Basins in se felines as bioindicator species that
the last ten years, in spite of the fact reflect the health of the ecosystem, as
that fishermen kill them in retaliation well as the socio-environmental con-
and have requested local authorities flicts associated with them.
to impose practices to reduce their Chapter twelve presents the eva-
numbers. However, diet studies have luation of density or abundance of
shown low overlap between otter large mammals using phototrap stu-
diet items and the species targeted dies - with special emphasis on the
by fishermen. This study also inclu- Jaguar (Panthera onca) - in an unpro-
des genetic analyses that identify two tected area of the Colombian Ama-
separate management populations zon River Basin. The importance of
that require individual management conservation in unprotected areas is
plans, one in the Orinoco Basin and discussed for large mammals of the
the other in the Amazon. Amazon River Basin, and the mini-
The tenth chapter analyzes the im- mum areas required for the long
portance of community commitments term conservation of jaguars, based
for the conservation of large and me- on observed population densities. In
dium sized terrestrial vertebrates, ba- addition, possible reasons to proacti-
sed on a pilot study carried out with vely promote jaguar conservation in
two indigenous people communities li- unprotected areas are considered.
ving on the Guiana Shield of Venezuela Chapter thirteen analyzes the
in the Caura River drainage. Phototrap effectiveness of the Jaguar Corridor in
studies in areas with and without (or unprotected areas of Colombia based
with very low) hunting pressures con- on a study carried out in 2011, that
cluded that the areas that receive local consisted in the design and imple-
protection from indigenous communi- mentation of a structural and functio-
ties had a higher population density nal corridor for jaguar conservation
of animals than the areas near these using an array of incentives for the
communities that did not benefit from community of Tame, located the Arau-
such protection. This shows the impor- ca River drainage of the Orinoco River
tance and potential of local indigenous Basin in the buffer zone around El Co-
people’s management of their ancestral cuy National Park. The effort included
hunting areas and the effectiveness of the participative restoration by the
their conservation practices. division and enclosure of cattle pastu-
Chapter eleven addresses the res to isolate the corridor. Six selected
problematic conservation of felines ranches were included using cattle
in northern Colombia and in particu- friendly jaguar management techni-
lar, the Caribbean coastal region. The ques (anti-predator electric fences,
effectiveness of the Caribbean Feline and silvo-pastoral reorganizations. A
Conservation Plan is discussed as an five year conservation contract with
inter-institutional strategy to research the community was signed to keep
20
the fences in place, refrain from ki- thus reduce their retaliation and per-
lling jaguars and reasonably hunt the secution of the jaguar, and instead fa-
jaguar’s prey species. Chapter four- voring its conservation.
teen shows how Jaguar conservation In the last chapter, fifteen, two
is possible, based on experiences ob- possible avenues for the conservation
tained in four case studies on private of the Brown Spider Monkey (Ateles
property in the El Pantanal region of hybridus) and other primates in Co-
Brazil where tourism based on the lombia are presented. The first is as-
Jaguar as the banner species is seen sociated with the creation of protected
as a viable economic and ecological areas within their current range, and
complement to extensive cattle ran- the second concerns their manage-
ching and other human development ment in productive matrices by for-
of the region. The money generated ging agreements between government
by this Jaguar tourism greatly ex- agencies, economic interests and local
ceeds the losses incurred by Jaguar social communities. It was concluded
predation. It is recommended that that since the largest portion of the
this model be implemented in other spider monkey population is outside
regions of the Pantanal and flooding of protected areas that the long term
savannahs of South America, where conservation of A. hybridus and other
cattlemen are benefitted by maintai- primates hinges on their protection in
ning the predator on their land, and non-protected areas.
Introducción
Esteban Payán Garrido, Carlos A. Lasso y Carlos Castaño-Uribe
22
que interactúen de forma natural. discusiones sobre la conservación de
Pero es necesario la realización de es- la biodiversidad.
tudios que aumenten el conocimiento Así, a pesar de que se ha docu-
de las historias de vida, en particular mentado suficientemente el papel de
sobre el movimiento de las especies y ciertas especies indicadoras del es-
a su vez, cómo estas pueden cumplir tado del paisaje y los requerimientos
papeles fundamentales (servicios eco- que tienen las AP para conservar es-
sistémicos) que deben ser considera- tas especies en función de la exten-
dos a la hora de establecer estrategias sión disponible, pocos estudios en la
de conservación. región han abordado el papel de las
En la elaboración de este libro zonas no protegidas y de las zonas
han participado muchos autores que amortiguadoras, para entender los
aportaron diferentes enfoques y ex- requerimientos de las poblaciones de
periencias diversas, respecto a las ac- grandes vertebrados en zonas de bor-
tividades e investigaciones (teóricas, de. De igual manera, tampoco se ha
prácticas y aplicadas) que han venido considerado el contexto necesario y
desarrollándose, tanto al interior de requerido para que estas poblaciones
las áreas protegidas como por fuera de puedan ser viables si las áreas prote-
ellas. En el Simposio que se adelantó gidas no garantizan suficientemente
en el último Congreso colombiano de bien la autorregulación ecológica, por
Zoología a finales del año 2014, que- citar un ejemplo.
dó en evidencia que la conservación Las exposiciones y las discusio-
de los grandes vertebrados en áreas nes llevadas a cabo durante el Sim-
no protegidas, se constituía como un posio organizado por la Fundación
tema de importancia estratégica del Panthera, Fundación Herencia Am-
país y de América Latina. Este fue un biental Caribe y el Instituto Alexander
aspecto sobre el cual se conocía muy von Humboldt, permitieron entender
poco y tampoco formaba parte de las mejor que muchas de estas especies
24
REFERENCIAS
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mammals. American Naturalist 165: (Eds.). New York: Nova Science.
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Payán, E., C. Carbone, K. Homewood, E. Olson, T. Mathew, R. Hedao, M. Conner
Paemelaere, H. B. Quigley y S. Durant. y G. Hemley. 1998. An ecology-based
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portance of survival in unprotected lands. mammal conservation: The tiger as case
Pp. 603-628. En: Molecular Population study. Conservation Biology 12: 865-878.
Introducción
Colombia cuenta con un Sistema Na- y Área Natural Única. Por su parte, las
cional de Áreas Protegidas (SINAP), autoridades ambientales regionales
que es el conjunto de áreas protegidas, son las encargadas de administrar las
actores sociales y estrategias e instru- categorías de Parque Regional Natural,
mentos de gestión que las articulan, Distritos de Conservación de Suelos,
para contribuir como un todo al cum- Áreas de Recreación, Reservas Fores-
plimiento de los objetivos de conserva- tales Protectoras y Distritos Regionales
ción del país1. Como parte del SINAP, el de Manejo Integrado. Por último, los
Sistema de Parques Nacionales Natura- propietarios particulares y organiza-
les (SPNN) es el encargado de adminis- ciones articuladoras administran las
trar las categorías de Parque Nacional áreas protegidas privadas. Así, el to-
Natural, Santuario de Flora y Fauna, tal de hectáreas protegidas inscritas
Vía Parque, Reserva Nacional Natural en el Registro Único Nacional de Áreas
Protegidas (RUNAP) corresponden a
1
http://www.parquesnacionales.gov.co 168.913,7 km2 y representan un 8,2%
28
Lasso y Sánchez-Duarte
del río Orinoco cerca de Puerto Carreño La arawana plateada realiza movi-
(Lasso y Morales-Betancourt obs. mientos cortos en las épocas de aguas
pers.). Las crías de ambas especies bajas, desplazándose de los lagos y que-
son comercializadas en el mercado bradas a los cursos de los ríos principa-
ornamental. En las riberas del río les (Sánchez et al. 2011b). De la arawana
Putumayo y Amazonas se capturan los azul no se conocen migraciones. Ambas
adultos de O. bicirrhosum en la época especies están amenazadas, Osteoglos-
de aguas bajas y la carne se conserva sum ferreirai bajo la categoría de En Pe-
seco-salada para el consumo humano, ligro y Osteoglossum bicirrhosum como
reservada especialmente para Semana Vulnerable (Álvarez-León y Escobar-Li-
Santa (Sánchez et al. 2011b). Aunque zarazo 2012, Álvarez-León et al. 2012).
los datos son puntuales, se observa
una declinación importante en los
desembarcos de 2000 a 2014. Orden Characiformes
En el mercado de ornamentales Familia Serrasalmidae (Láminas 1c, 3h-i)
los alevinos o juveniles de las arawa- La cachama negra (Colossoma
nas tienen un alto valor, mayor para macropomum) y la cachama blanca
la arawana azul (datos en Puerto Ca- ( P i a ra c t u s b ra ch y p o m u m ) e s t á n
rreño 2009 – 20 dólares; 2012 - 40 distribuidas en las cuencas de
dólares). Para estas dos especies se Amazonas (Apaporis, Mirití-Paraná,
pasó de exportar 96 ejemplares en Caquetá, Cahuinarí, Caquetá,
1999 a 138.658 en 2008, en nueve P u t u m a y o y Va u p é s ) y O r i n o c o
años la exportación se incrementó en (Arauca, Bita, Guaviare, Inírida, Meta
más de un 1.000%. Las exportacio- y Tomo) (Agudelo et al. 2011a, b)
nes de arawana plateada en el 2009 (Lámina 1c). Son recursos pesqueros
fueron de 270.822 ejemplares y de de consumo en su área de distribución
arawana azul 20.980 ejemplares, va- natural y los datos de desembarcos
lor que supera lo exportado en el pe- de estas dos especies en los puertos
riodo de 1999 a 2008. Para el 2010, pesqueros de la Amazonia y Orinoquia
la cuota de exportación de arawana son muy fluctuantes con tendencia
azul ya se había cumplido al 100% a la baja. Adicionalmente, Colossoma
en el mes de agosto, con 1.530 ejem- macropomum y Piaractus brachypomum
plares. De arawana plateada se ex- han sido trasplantadas a las cuencas del
portaron en el mismo año 487.134 Atrato, Magdalena-Cauca, San Jorge y
ejemplares (Barreto et al. 2011, Ajia- Sinú (Gutiérrez et al. 2012a, b).
co-Martínez et al. 2012a). Por medio Las dos especies son migrado-
de la Resolución 3704 de 2010, el Go- ras con un tipo de migración media-
bierno Nacional cerró la pesquería de na (Usma et al. 2013). Colossoma
la arawana azul y dejó condicionada macropomum está categorizada como
la apertura a la realización de estu- Casi Amenazada (Usma et al. 2012).
dios biológico-pesqueros que eviden- Para Colossoma macropomum hay
cien el incremento de la población. normas relacionadas con tallas míni-
Para el 2016 se estableció en 625.000 mas de captura, artes y métodos de
ejemplares la cuota de captura de la pesca y comercialización de alevinos
arawana plateada y la pesquería de o juveniles para uso ornamental (Mu-
arawana azul sigue cerrada. ñoz y Sanabria 2011).
30
Lasso y Sánchez-Duarte
Tabla 1. Distribución por cuenca y subcuenca del género Brachyplatystoma. Fuente: Agudelo et
al. (2011c, d, e), Bonilla-Castillo et al. (2011a, b, c), Ramírez-Gil y Ajiaco-Martínez (2011a, b),
Ramírez-Gil et al. (2011a, b).
Brachyplatystoma
Brachyplatystoma
Brachyplatystoma
Brachyplatystoma
Brachyplatystoma
Brachyplatystoma
filamentosum
platynemum
rousseauxiI
Subcuenca
juruense
tigrinum
vailiantii
Cuenca
Apaporis X X X X X
Caguán X X X X
Cahuinarí X X
Caquetá X X X X X X
Guainía X
Amazonas Mesay X
Mirití-Paraná X
Orteguaza X X X X
Putumayo X X X X X X
Vaupés X
Yarí X
Arauca X X X X
Guaviare X X X X
Guayabero X
Orinoco
Inírida X X
Meta X X X X X
Tomo X X
32
Lasso y Sánchez-Duarte
por otro incluyen un área muy limita- En 2013 se publicó una investi-
da de la distribución de las especies, gación que tuvo por objetivo hacer
que por lo general son los grandes el seguimiento a los proyectos ade-
ríos que forman parte de los límites lantados por parte de las Corpora-
de los parques. De igual forma, los ciones Autónomas y Departamentos
afluentes o tributarios interiores no Administrativos Ambientales que in-
son suficientes – en términos de ex- cluyeran las especies de peces ame-
tensión – para garantizar su protec- nazados publicadas en el primer
ción. Estas figuras podrían beneficiar Libro rojo de peces dulceacuícolas
a aquellas especies que no presentan del 2002 (Mojíca et al. 2002). Como
comportamientos migratorios y que resultado se obtuvo que a nivel de
se encuentren al interior de (p. e. cuencas, la del Magdalena-Cauca
Potamotrygonidae, Arapaimidae, es donde se han realizado el mayor
Osteoglossidae), pero no aquellas número de estudios, seguido por las
especies de amplia distribución y cuencas del Orinoco y Amazonas. El
migratorias, como por ejemplo el bocachico del Magdalena (Prochilo-
caso del dorado (Brachyplatystoma dus magdalenae) fue la especie ob-
rousseauxii). Esta especie registra la jeto de mayor atención, con la que
migración más larga conocida para se desarrollaron las actividades de
una especie de peces de agua dulce, cría y levante de alevinos, repobla-
donde los adultos se reproducen en las miento y determinación de algunos
cabeceras de los tributarios andinos aspectos biológicos. En segundo
de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, lugar se menciona al pataló (Ichth-
los huevos y las larvas son transporta- yoelephas longirostris) y la dorada
dos río abajo hasta la desembocadu- (Salminus affinis), con las cuales se
ra del Amazonas en Brasil, allí pasan efectuó un estudio sobre manejo de
su primeros años antes de migrar río reproductores y reproducción indu-
arriba para completar su ciclo (Bar- cida. También se realizaron repo-
them y Goulding 1997). blamientos con el bagre rayado del
Llama igualmente la atención que Magdalena (Pseudoplatystoma mag-
a pesar de la enorme diversidad íctica, daleniatum) y con el blanquillo del
el país no cuenta con PNN que inclu- Magdalena (Sorubim cuspicaudus).
yan a los peces dulceacuícolas entre En relación al pirarucú (Arapaima
sus objetos de conservación, así como gigas), Corpoamazonia evaluó su
tampoco existen áreas protegidas dedi- potencial para la acuicultura y men-
cadas específicamente a su protección ciona la necesidad de elaborar pla-
y aprovechamiento sostenible (Mojica nes de manejo para Arapaima gigas
et al. 2012a). En el contexto del SINAP, y Osteoglossum bicirrhosum (Sán-
muy pocas áreas protegidas y sistemas chez-Duarte y Lasso 2013).
de áreas protegidas incluyen los siste- Especial atención ha recibido el
mas acuáticos como objetos de con- bagre rayado del Magdalena por ser
servación. Aunque la mayoría de los el pez dulceacuícola más amenazado
parques naturales tienen sistemas flu- del país (En Peligro Crítico). La Auto-
viales como límites, estos ríos no hacen ridad Nacional de Acuicultura y Pesca
parte de sus objetivos de conservación
(Hurtado et al. 2013). 4
http://www.ecopetrol.com.co
34
Lasso y Sánchez-Duarte
(AUNAP) viene desarrollando, en asocio por otro con fines tróficos, además del
con la Fundación Humedales, el pro- intercambio genético.
yecto Conservación del bagre rayado, Otro mecanismo de protección de es-
que tiene entre sus objetivos realizar pecies y ecosistemas es la Convención
la ordenación pesquera de la especie Ramsar. Los humedales no existían en la
en la cuenca Magdalena-Cauca (Valde- legislación nacional antes de la Ley 357
rrama et al. s. f.). Igualmente es una es- de 1997, por medio de la cual Colombia
pecie objeto de estudio financiado por se hizo parte contratante de dicha con-
Ecopetrol como “Vida Silvestre”, que vención (Andrade 2011). Actualmente,
se desarrolla con Wildlife Conservation el país cuenta con seis sitios Ramsar o
Society (WCS) Colombia4. humedales de importancia internacional
Hay instrumentos legales y de ges- que ocupan 711.525 ha del país. La in-
tión ambiental que tienen que ver con clusión de un área Ramsar conlleva para
los ríos, tales como la planificación de el gobierno el compromiso de tomar
las cuencas hidrográficas o los instru- las medidas necesarias para asegurar
mentos de gestión territorial (POMCAS). el mantenimiento de sus características
Sin embargo, ninguno de estos abarca ecológicas5, sin embargo, no es una cate-
de manera simultánea todos los atribu- goría de manejo y por lo tanto no es vin-
tos de la integridad ecológica (IE). Cuan- culante ni obligante en términos legales
do se reconocen en el río propiedades (Hurtado et al. 2013). Los humedales son
como un todo, inspiradas en el concepto piezas fundamentales y muy vulnerables
de IE, se hace evidente un vacío norma- al depender del ciclo hidrológico, por lo
tivo y de gestión ambiental, en especial que se encuentran entre los ecosistemas
en relación con los objetivos de conser- más amenazados globalmente.
vación de la biodiversidad. Así, con base En la Amazonia colombiana, se es-
en la identificación de atributos físicos, tán llevando a cabo otro tipo de inicia-
bióticos, ecológicos y sociales identifica- tiva para la protección de las especies.
dos como parte de la IE de los ríos, se En ellas las comunidades indígenas
argumenta la necesidad de enfoques, han adelantado procesos de acuerdos
conceptos o figuras diferentes como la de pesca, con acompañamiento técni-
de Río Protegido (RP) (Andrade 2011). co de organizaciones no gubernamen-
Según el autor del concepto, un río pro- tales como la Fundación Omacha, la
tegido es un sistema completo de dre- Universidad Nacional de Colombia,
naje que se maneja con el objetivo de Tropenbos Colombia y WWF, para ma-
la conservación de su IE y la condición nejar concertadamente complejos de
básica es que las variables estructuran- humedales como los Lagos de Tarapo-
tes se manejen dentro de los límites de to y Yahuarcaca, asociados a la plani-
funcionamiento normal del ecosistema cie de inundación del río Amazonas
(IE), tomando como referencia un esta- (Duque et al. 2009, Trujillo y Trujillo
do de pre-intervención (Andrade 2011). 2008, Usma 2015). Estos acuerdos han
Otra propuesta para complementar las contribuido a que los pescadores ma-
estrategias de conservación, en especial nejen sus recursos, a través del esta-
del SINAP, son los corredores fluviales blecimiento de reglas de uso que van
de conservación. Estos corredores desde la concertación de las tallas de
permiten por un lado la migración de
las especies con fines reproductivos y 5
http://www.ramsar.org
pesca, las especies y los aparejos per- y represas que limitan en gran medi-
mitidos, enmarcados en la normativa da la reproducción y dispersión de los
pesquera colombiana. Estas iniciativas peces al impedir las rutas migratorias
han mostrado ser una forma efectiva longitudinales y laterales. El compor-
de hacer conservación a través del tra- tamiento de la migración de peces está
bajo coordinado con las comunidades relacionado con la hidrogeomorfología
locales quienes se benefician y mejoran de los ríos de flujo libre. En las últimas
su calidad de vida y su seguridad ali- décadas, las represas han sometido
mentaria (Trujillo et al. 2013). las poblaciones de peces migratorios a
Existen otras herramientas como la presiones severas pues se convierten
inversión de dinero por parte de los sec- en trampas para sus huevos que van
tores de hidrocarburos y mineros, que aguas abajo, cambian el flujo natural
una vez obtienen la licencia ambiental, de los ríos e interrumpen su migración,
deben asignar presupuesto para el estu- causando la reducción de la diversi-
dio y conservación de la biodiversidad. dad íctica e incluso extinciones locales,
Hasta el momento no se han presentado principalmente de especies migratorias
medidas de compensación por afecta- (Usma et al. 2013). Las represas o em-
ción al medio biótico a través de espe- balses pueden actuar como barreras
cies de peces de agua dulce, aunque sí para las migraciones de peces y aislar
de otros vertebrados como las tortugas las poblaciones nativas aguas arriba y
(Resolución 0793 de 2011 del MAVDT). abajo de ellas. Igualmente, se convier-
En relación con el marco normativo, ten en trampas para los huevos que
teniendo en cuenta que la ley de mayor viajan aguas abajo y transforman hu-
jerarquía corresponde a los años 90 – medales lóticos en lénticos (Mojica et
91, que actos administrativos anteriores al. 2012d). Por último, la proyección en
aún siguen vigentes y que las poblacio- el desarrollo de embalses como provee-
nes de peces explotadas han presentado dores de energía hidroeléctrica no es
grandes cambios en los últimos 25 años, un buen augurio para la conservación
se requiere actualizar dicha normativa, de la ictiofauna dulceacuícola presen-
revisando los periodos de veda estable- te en la cuenca Magdalena-Cauca. La
cidos, las tallas mínimas de captura, las distribución altitudinal potencial de los
artes de pesca autorizadas y la captura embalses a lo largo de este eje de los
y comercialización de algunas especies. cauces en la cuenca, generará impac-
Especial atención requiere que la re- tos acumulativos a lo largo de la cuenca
glamentación pesquera sea concertada que afectarán no solo a las poblaciones
mediante acuerdos binacionales o trina- de especies migratorias sino a aquellas
cionales, ya que se trata de especies que endémicas que se encuentran en cau-
realizan migración y por lo tanto son ces arriba de los 1.300 m s.n.m. (Jimé-
recursos fronterizos comunes. nez-Segura et al. 2014).
La principal amenaza que expe-
rimentan los grandes peces es la so- Conclusiones y recomendaciones
bre-explotación (Morales-Betancourt Las amenazas más evidentes a la con-
et al. 2014), aunado a otros factores servación y uso sostenible de los gran-
de índole ambiental como la minería, des peces son la sobreexplotación
contaminación del agua y sobre todo la pesquera y el deterioro de su hábitat, y
construcción de diques, taponamientos las AP no son una alternativa real para
36
Lasso y Sánchez-Duarte
su conservación bajo las premisas lega- mismas no sean más perjudiciales para
les actuales. Así, para tratar de proteger el recurso hídrico y la biota asociada.
dichas especies, hay que abordar estos Es obvio que las figuras de PNN no
dos puntos de manera integral. En re- protegen los ríos que los limitan o de-
lación con el primero se requiere ana- finen geográficamente, y por lo tanto
lizar, actualizar y cumplir la normativa menos aún, las especies que los habi-
relacionada con la administración de tan. Se requiere de una figura más efec-
los recursos pesqueros en Colombia, in- tiva o novedosa para conservar los ríos
cluyendo temas como el establecimien- y planicies inundables, incluyendo las
to de períodos de veda para algunas especies. Las áreas o reservas priva-
especies (de consumo y ornamental), la das de la Sociedad Civil son una buena
definición de tallas mínimas de captura alternativa siempre y cuando puedan
para las especies de mayor importancia funcionar como corredores fluviales
comercial y las artes de pesca utilizadas. (incluyendo sus planicies inundables),
Para el segundo punto, la situación es ya que por lo general son de pequeña
más compleja e implica la participación superficie y no cubren una parte impor-
de todos los sectores (privado, público, tante del área de distribución. Otras fi-
gobierno y ciudadanos en general), en guras como Reservas de Biosfera, áreas
pro de mejorar la calidad del agua don- Ramsar, Reservas de Pesca, etc., imple-
de se desarrollan las especies. Con la ve- mentadas en otros países pudieran ser
locidad de cambio que viene registrando efectivas en Colombia. Por último, es
el país y la intención de poner en mar- fundamental involucrar a los usuarios
cha en estos cuatro años (2014 – 2018), del recurso como actores clave para su
las cinco locomotoras de desarrollo (in- conservación. Existen alternativas para
fraestructura, agricultura, vivienda, mi- ello como los acuerdos de co-manejo u
nería e innovación), se debe pensar en otras medidas derivadas del ordena-
la velocidad de respuesta que se tiene miento pesquero que lleven finalmente
desde el sector ambiental, para que las a la conservación del recurso.
Bibliografía
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Continentales de Colombia. Instituto Agudelo, E., I. Z. Pineda-Arguello, H.
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38
Lasso y Sánchez-Duarte
40
Lasso y Sánchez-Duarte
42
Lasso y Sánchez-Duarte
44
Lasso y Sánchez-Duarte
Anexo 1. Lista de las especies de peces analizadas en este estudio, con su distribución por cuencas,
categoría de amenaza según Mojica et al. (2012), pesos y tallas máximas. Nota: se excluyen las cuencas
del Caribe y Pacífico ya que ninguna de las especies presentes en estas cuencas completa los criterios
biológicos y de uso seleccionados.
CUENCAS MAYOR
CATEGORÍA MAYOR PESO
NOMBRE TALLA
TAXA DE MAGDALENA- REGISTRADO
COMÚN AMAZONAS ORINOCO REGISTRADA
AMENAZA CAUCA (kg)
(cm)
Myliobatiformes
Potamotrygonidae
Raya
Paratrygon
manta, raya 113,5 (Ƃ) 157 (AD - Ƃ)
1 aiereba (Müller VU X X
ceja, raya 24 (ƃ) 114 (AD - ƃ)
y Henle 1841)
manzana
Potamotrygon
Raya, raya 16,5 (Ƃ) 62,5 (AD - Ƃ)
2 motoro (Müller VU X X
motoro 17,8 (ƃ) 52 (AD - ƃ)
y Henle 1841)
Potamotrygon Raya
26,5 (Ƃ) 49 (AD - Ƃ)
3 orbignyi tigrita, raya X X
5,8 (ƃ) 77 (AD - ƃ)
(Castelnau 1855) pintada
Potamotrygon
schroederi Raya 10,5 (Ƃ) 61,2 (AD - Ƃ)
4 VU X X
Fernández- guacamaya 5,6 (ƃ) 52,4 (AD - ƃ)
Yépez 1958
Osteoglossiformes
Arapaimidae
Arapaima gigas
5 Pirarucú VU X 200 300
(Schinz 1822)
Osteoglossidae
Osteoglossum Arawana,
6 bicirrhosum arawana VU X 5,1 100
(Cuvier 1829) plateada
Osteoglossum Arauana
7 ferreirai azul, EN X 2,3 100
Kanazawa 1966 arawana
Characiformes
Serrasalmidae
Cachama
Colossoma negra,
8 macropomum cherna, X X 20 90
(Cuvier 1816) gamitana,
gambitana
Cachama,
Piaractus
cachama
9 brachypomum X X 20 85
blanca,
(Cuvier 1818)
morocoto
Siluriformes
Pimelodidae
Brachyplatystoma
Valentón,
filamentosum
10 plumita, VU X X 120 210
(Lichtenstein
lechero
1819)
Apuy,
manta
Brachyplatystoma
negra,
11 juruense VU X X 7 60
camisa
(Boulenger 1898)
rayada,
siete babas
Brachyplatystoma Baboso,
12 platynemum flemoso, VU X X 5 150
Boulenger 1898 garbanzo
Brachyplatystoma
Dorado,
13 rousseauxii VU X X 40 150
plateado
(Castelnau 1855)
46
Lasso y Sánchez-Duarte
Camiseto
Brachyplatystoma
cebra,
14 tigrinum X 5,7 75
cebra, siete
Bristki 1981
líneas
Brachyplatystoma Blanco
vaillantii pobre,
15 VU X X 5 75
(Valenciennes capaz,
1840) pirabutón
Phractocephalus
hemiliopterus Cajaro,
16 X X 39 131
(Bloch y guacamayo
Schneider 1801)
Pseudoplatystoma
Bagre
magdaleniatum
17 rayado del CR X 70 150
Buitrago-Suárez
Magdalena
y Burr 2007
Pseudoplatystoma
metaense Bagre
18 VU X 12 132
Buitrago-Suárez rayado
y Burr 2007
Pseudoplatystoma
orinocoense Bagre
19 VU X 12 132
Buitrago-Suárez rayado
y Burr 2007
Pintadillo
Pseudoplatystoma
rayado,
20 punctifer VU X 19,5 128
bagre
(Castelnau 1855)
rayado
Pseudoplatystoma
Pintadillo
tigrinum
21 tigre, bagre VU X 32 130
(Valenciennes
rayado
1840)
Sorubimichthys Pejeleño,
22 planiceps (Spix cabo de X X 8 130
y Agassiz 1829) hacha, palo
Zungaro zungaro Amarillo,
23 X X 82 150
(Humboldt 1821) toro
Perciformes
Cichlidae
Cichla monoculus
Tucunaré,
24 Spix y Agassiz X X 9 80
pavón
1831
Cichla orinocensis Tucunaré,
25 X X 7,3 76
Humboldt 1821 pavón
Cichla temensis Tucunaré,
26 X X 7 75
Humboldt 1821 pavón
Lámina 1. Mapa de distribución de Parques Nacionales Naturales Lámina 1b. Distribución de las especies del orden
(PNN) en Colombia y algunas especies de peces dulceacuícolas Osteoglossiformes en las cuencas Amazonas y Orinoco
analizadas en este capítulo. No se incluye la Red de Reservas de la en Colombia. Se resaltan en rojo los principales ríos
Sociedad Civil (RRSC) debido a la escala del mapa 1. a) Distribución donde se encuentra la especie Osteoglossum ferreirai.
de cuatro especies de rayas de agua dulce, Paratrygon aiereba, Se resaltan en amarillo los principales ríos donde se
Potamotrygon motoro, Potamotrygon orbignyi y Potamotrygon encuentran las especies Arapaima gigas y Osteoglossum
schroederi, en las cuencas Amazonas y Orinoco. Se resaltan en bicirrhossum. Hay que mencionar que Arapaima gigas no
rojo los principales ríos donde se encuentran las especies. pasa del Chorro de Córdoba en el bajo río Caquetá.
Lámina 1c. Distribución de Colossoma macropomum y Piaractus Lámina 1d. Distribución de los bagres Brachyplatystoma
brachypomum en las cuencas del Amazonas y Orinoco. filamentosum, Brachyplatystoma juruense, Brachyplatystoma
platynemum, Brachyplatystoma rousseauxii, Brachyplatystoma
tigrinum y Brachyplatystoma vaillanti en las cuencas del
Amazonas y Orinoco en Colombia. Se resaltan en morado
los principales ríos donde se encuentran las especies.
Lámina 2a. Distribución de los bagres de género Lámina 2b. Distribución de Cichla monoculus y Cichla
Pseudoplatystoma. Se resaltan en amarillo los principales orinocensis en las cuencas del Amazonas y Orinoco.
ríos donde se encuentra Pseudoplatystoma magdaleniatum
en la cuenca del Magdalena-Cauca. En morado los
principales ríos donde se encuentra Pseudoplatystoma
metaense y Pseudoplatystoma orinocoense en la
cuenca del Orinoco. En rojo los principales ríos
donde se encuentran Pseudoplatystoma punctifer y
Pseudoplatystoma tigrinum en la cuenca del Amazonas.
Ilustraciones: Donum Studios.
Lámina 3a. Raya manta (Paratrygon aiereba). Lámina 3b. Raya motora (Potamotrygon motoro).
Lámina 3c. Raya tigrita (Potamotrygon orbingnyi). Lámina 3d. Raya guacamaya (Potamotrygon schroederi).
50
Lasso y Sánchez-Duarte
Lámina 3e. Pirarucú (Arapaima gigas). Lámina 3f. Arawana (Osteoglossum bichirrosum).
Lámina 3g. Arawuana azul (Osteoglossum ferreirai). Lámina 3h. Cachama negra (Colossoma macropomum). .
Lámina 3i. Cachama blanca (Piaractus brachypomus). Lámina 3j. Manta negra (Brachyplatystoma juruense).
Lámina 3k. Baboso (Brachyplatystoma platynemum). Lámina 3l. Dorado (Brachyplatystoma rousseauxii).
Lámina 3m. Blanco pobre (Brachyplatystoma vaillanti). Lámina 3n. Bagre rayado del Magdalena
(Pseudoplatystoma magdaleniatum).
Lámina 3ñ. Bagre rayado (Pseudoplatystoma metaense). Lámina 3o. Bagre rayado (Pseudoplatystoma orinocoense).
Lámina 3p. Valentón (Brachyplatystoma filamentosum). Lámina 3q. Pintadillo tigre (Pseudoplatystoma tigrinum).
Lámina 3r. Pintadillo rayado (Pseudoplatystoma punctifer). Lámina 3s. Amarillo (Zungaro zungaro).
52
Capítulo 2. CONSERVACIÓN GRANDES REPTILES EN COLOMBIA
Conservación de grandes
reptiles acuáticos continentales
(tortugas y crocodílidos) en Colombia
Mónica A. Morales-Betancourt y Carlos A. Lasso
Resumen. Los grandes reptiles acuáticos, como las tortugas matamatá (Chelus
fimbriatus; 18 kg; LC), cabezón (Peltocephalus dumerilianus; 11 kg; VU), cha-
rapa (Podocnemis expansa; 60 kg; CR), tortuga del río Magdalena (Podocnemis
lewyana; 8 kg; CR), terecay (Podocnemis unifilis; 12 kg; EN) y los crocodílidos,
caimán aguja (Crocodylis acutus; > 200 kg; EN), caimán llanero (Crocodylus
intermedius; > 200 kg; CR) y el caimán negro (Melanosuchus niger; > 200 kg;
VU) enfrentan muchos retos para su conservación. Las características biológi-
cas y ecológicas de estas especies como la longevidad y el uso diferencial del
hábitat de acuerdo al ciclo hidrológico, los convierte en un grupo complejo
para la conservación. En Colombia se han diseñado varias estrategias para
abordar este tema, como la declaratoria de áreas protegidas, planes de conser-
vación de especies y licencias ambientales, entre otros. Se analizaron algunas
de estas acciones de conservación tanto en áreas protegidas como fuera de
ellas. Se encontró que estas estrategias no han sido efectivas, ya que la imple-
mentación en la mayoría de los casos no se ha realizado de manera continua e
integral. Por otro parte, se recomienda un cambio en el enfoque actual de las
estrategias implementadas e incluir una visión ecosistémica moderna, con la
incorporación de experiencias innovadoras de conservación.
Introducción
Colombia tiene una gran riqueza de Colombia ha desarrollado diferen-
especies de tortugas y crocodílidos, y tes estrategias para la conservación del
ocupa el segundo y primer lugar en patrimonio natural, que incluyen un
riqueza en Suramérica, respectiva- marco político y normativo, la firma de
mente. Desafortunadamente, de las convenios de carácter internacional,
32 especies continentales, conside- la generación de planes o programas
rando ambos grupos, 12 especies y de conservación y la creación de áreas
una subespecie presentan algún gra- protegidas, entre otras. Sin embargo,
do de amenaza (Morales-Betancourt todos estos esfuerzos no han sido su-
et al. 2015a). Según Páez et al. (2012) ficientes, puesto que a pesar que las
y Morales Betancourt et al. (2013a), primeras medidas de conservación se
las amenazas actúan de forma directa, pusieron en marcha desde los años 60,
como lo es la sobre-explotación (captu- el recurso no ha mostrado señales de
ra de individuos y huevos) y de manera recuperación, sino todo lo contario,
indirecta, estas últimas son difíciles de cada vez las poblaciones están más
detectar, cuantificar y manejar. Entre reducidas (Páez et al. 2012), salvo en
estas amenazas se incluyen las siguien- algunos casos muy particulares (p. e.
tes: a) actividades productivas mal caimán aguja, Crocodylus acutus en la
manejadas, como por ejemplo la pesca bahía de Cispata) (Ulloa y Sierra 2012).
(aumento en la captura incidental); la Una de las estrategias para conser-
ganadería (pisoteo del ganado en las var la biodiversidad del país fue el esta-
playas de los ríos durante la época re- blecimiento de un Sistema Nacional de
productiva) y la generación de energía Áreas Protegidas (SINAP). Sin embargo,
(alteración de los ciclos hidrológicos). la mayoría de estas áreas protegidas
b) Alteración del hábitat, mediante la (AP) se encuentran en zonas de altitu-
extracción de arena en las riberas (im- des elevadas o son áreas marinas, que
pacto sobre nidos), la deforestación y dejan por fuera el área de distribución
el cambio en la cobertura vegetal (dis- natural de gran parte de las especies
minuye la disponibilidad de alimento y de tortugas y crocodílidos continenta-
refugio). c) Contaminación de las aguas les, exepto al caimán aguja (Crocodylus
(aunque no se conoce a nivel fisiológico autus), que se distribuye también en
cómo afecta la contaminación a estas áreas marino-costeras. La mayoría de
especies, se han encontrado individuos las tortugas se distribuyen por debajo
con acumulaciones excesivas de mer- de los 2.000 m s.n.m y los crocodílidos
curio). d) Cambio climático, a través por debajo de los 1.400 m s.n.m., sien-
del calentamiento global (el sexo está do más comunes en tierras más bajas
determinado por la temperatura en el (Páez et al. 2012, Morales-Betancourt
estado embrionario). et al. 2013a). Entonces, si las AP no
54
Morales-Betancourt y Lasso
DISTRIBUCIÓN
TALLA PESO
NOMBRE
ORDEN FAMILIA ESPECIE MÁXIMA MÁXIMO
COMÚN
(cm) (kg) Ama. Car. Mag. Or. Pac.
Chelus
Chelidae Matamata LC 53 18 x x
fimbriatus
Peltocephalus 11
Cabezón VU 68 x x
dumerilianus (52 cm)
Testudines
Podocnemis
Charapa CR 90 60 x x
expansa
Podocnemidae
Tortuga
Podocnemis 8
del río CR 50 x x
lewyana (46 cm)
Magdalena
Podocnemis
Terecay EN 52 12 x x
unifilis
Crocodylus Caimán
EN 7 - x x x
acutus aguja
Crocodylia
Crocodylidae
Crocodylus Caimán 428
CR 7 x
intermedius llanero (420 cm)
Melanosuchus Caimán
Alligatoridae VU 5 - x
niger negro
56
Morales-Betancourt y Lasso
Tabla 3. Planes o programas de conservación a nivel local y regional para las tortugas y crocodílidos.
NIVEL DE COBERTURA
ESPECIE FUENTE
REGIONAL LOCAL
58
Morales-Betancourt y Lasso
sido consideradas, como por ejemplo pueden ser una buena oportunidad
el manejo in situ en áreas donde aún para la conservación, aunque esta se
hay relictos poblacionales (Morales-Be- ha dado de manera muy incipiente. Se
tancourt et al. 2015c). En Venezuela se podría mencionar el proyecto Oleoducto
formuló hace ya 25 años, el programa Bicentenario, donde se priorizó a
de conservación para esta especie y se la tortuga morrocoy (Chelonoidis
han liberado 9.282 ejemplares mayores carbonaria) y charapa (Podocnemis
de un año, de los cuales el 85% fueron expansa) para realizar acciones de
en AP. Sin embargo, a pesar de los miles conservación (Resolución Nº 432 de 2015
de animales liberados en el medio sil- del ANLA). Inclusive, algunas empresas
vestre, al parecer las poblaciones más han ido más allá por iniciativa propia. Por
importantes de C. intermedius se en- ejemplo Ecopetrol, en su programa de
cuentran en una fase de decrecimien- responsabilidad social corporativa, creó
to (Jiménez-Oraá 2005, Seijas 2007, el programa de Vida Silvestre, donde se
Espinosa-Blanco y Seijas 2012), hecho incluyen el caimán llanero y la charapa,
asociado probablemente a que los even- para establecer acciones concretas de
tos de caza y saqueo de nidadas no han conservación2. Igualmente, Carbones
cesado (Babarro 2014), lo que ratifica de Cerrejón (La Guajira) estableció
nuevamente la necesidad de implemen- un programa para la conservación de
tar los programas de manera integral. especies amenazadas, que incluyó al
La investigación como herramienta caimán aguja (Báez et al. 2014).
para la toma de decisiones no ha reci-
bido el apoyo necesario (Morales-Be- Planes de conservación de
tancourt et al. 2015a) y la información especies versus planes de
es una limitante para una conserva- conservación de áreas
ción efectiva (Páez et al. 2012, Mora- Otro aspecto a discutir es la efectivi-
les-Betancourt et al. 2013a). dad de tener planes a nivel de especies
Para que los planes sean realmente o a nivel de áreas geográficas defini-
efectivos, se requieren estrategias a largo das, en un contexto de conservación.
plazo (al menos 10 años) dado que son Sería interesante evaluar la posibili-
especies longevas. Este es el caso por dad de identificar áreas de especial
ejemplo de Alligator mississippiensis en importancia para varias especies de
Estados Unidos, que requirió más de 20 tortugas y crocodílidos y realizar un
años para su recuperación y manejo, y manejo integral de dichas áreas, en
un poco menos, la de Crocodylus porosus vez de tener un plan para cada espe-
en Australia (MMA et al. 2002b). En cie. En los últimos años, se ha conside-
Colombia, hay que mencionar el trabajo rado el enfoque por ecosistemas como
con caimán aguja en la bahía de Cispatá, el marco primario de acción del CDB.
el cual ha contado con un poco más de Este enfoque es una estrategia para la
diez años de implementación y con el gestión integrada de la tierra, el agua
que se ha observado una recuperación y los recursos vivos, que promueve la
con tendencia a la estabilidad de la
población (Ulloa y Sierra 2012). 2
http://www.ecopetrol.com.co/wps/portal/es/
Por otra parte, los requisitos ecopetrol-web/nuestra-empresa/sala-de-prensa/
boletines-de-prensa/Boletines-2014/contenido/
asociados a la adjudicación de licencias ecopetrl-y-wcs-se-cpmprometen-con-la-
ambientales (título VIII, Ley 99 de 1993), conservacion-dediez-
60
Morales-Betancourt y Lasso
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62
Morales-Betancourt y Lasso
64
Morales-Betancourt y Lasso
66
Morales-Betancourt y Lasso
Foto: M. A. Morales-Betancourt.
Lámina 1a. Matamatá (Chelus fimbriatus). Lámina 1b. Cabezón (Peltocephalus dumerilianus).
Foto: E. Boede.
Foto: B. Rendón.
Lámina 1c. Charapa (Podocnemis expansa). Lámina 1d. Tortuga del rio Magdalena (Podocnemis lewyana).
Foto: F. Trujillo.
Foto: M. A. Morales-Betancourt.
Lámina 1e. Terecay (Podocnemis unifilis). Lámina 1f. Caimán aguja (Crocodylus acutus).
Foto: E. Boede.
Foto: F. Trujillo.
Lámina 1g. Caimán llanero (Crocodylus intermedius). Lámina 1h. Caimán negro (Melanosuchus niger).
Lámina 2. Registros históricos de Melanosuchus niger, Crocodylus intermedius y Crocodylus acutus en relación a las áreas
protegidas (Parque Nacional Natural-PNN, Santuario de Flora y Fauna-SFF, Vía parque-VP). 1. SFF Los Flamencos; 2. PNN
Tayrona; 3. PNN Sierra Nevada de Santa Marta; 4. VP Isla; 5. SFF Ciénaga Grande de Santa; Marta 6. SFF El Corchal “El
Mono Hernández”; 7. PNN Corales del Rosario y San Bernardo; 8. PNN Paramillo; 9. PNN Los Katios; 10. PNN Utría; 11.
PNN El Tuparro; 13. PNN Sierra de la Macarena; 14. PNN Yaigojé Apaporis; 15. PNN La Paya; 16. PNN Amacayacu.
70
Capítulo 3. CONSERVACIÓN PEREZOSOS EN COLOMBIA
Rehabilitación y liberación de
perezosos (Xenarthra: Bradypodidae y
Megalonychidae) en áreas no protegidas
en Colombia
Tinka Plese
Resumen. Los perezosos de tres dedos (Bradypus variegatus; <5,5 kg; LC) y
perezosos de dos dedos (Choloepus hoffmanni y Choloepus didactylus; <9 kg;
LC) son mamíferos arbóreos de gran tamaño que necesitan espacios boscosos
conservados para cumplir su rol en los ecosistemas naturales. La rápida desa-
parición de los bosques tropicales y su fragmentación son una de las amenazas
más importantes. Esto, unido a la cacería y a la expansión de las fronteras
agrícolas y ganaderas, está poniendo en grave peligro de extinción a toda la
fauna silvestre, en particular a los mamíferos arbóreos. En las últimas décadas
ha habido un incremento de los programas de rehabilitación/reintroducción de
la fauna silvestre, como estrategias de conservación de las especies en vía de
extinción. El fin de un programa de rehabilitación es la liberación de los indivi-
duos y el establecimiento de poblaciones viables para asegurar su permanencia
en el tiempo y el espacio. Las áreas de liberación deben contar con bosques
bien desarrollados, vegetación adecuada para las especies, fuentes de agua y
suficiente alimento, áreas interconectadas por corredores ecológicos a otras
zonas boscosas y a distancias prudentes de obras de infraestructura humanas.
También, contar con el compromiso de conservación por parte de los dueños y
vecinos de los terrenos y con un sistema de protección y seguridad en la zona,
ante la presencia de cazadores o extractores. Previo y durante los procesos de
liberación se debe realizar un proceso de sensibilización de la comunidad. La
conservación con compasión y la activa participación consciente ciudadana
han tenido un impacto en la biología de la conservación. Por su parte, la red
de las reservas naturales de la sociedad civil y la red de reubicadores de fauna
silvestre han brindado las condiciones necesarias para efectuar procesos de
educación, reubicación y control y seguimiento post liberación y han tenido un
alto grado de compromiso en este tipo de procesos en el tiempo.
Abstract. The three toed sloths (Bradypus variegatus; <5, 5kg; LC), and two
toed sloths (Choloepus hoffmanni and Choloepus didactylus; <9 kg; LC) are
large size arboreal mammals that require significant forest areas without
human intervention in order to fulfill their role in the natural ecosystems.
One of the significant threats to their survival is the rapid disappearance of
the tropical forest and its fragmentation. Furthermore, hunting and the ex-
pansion of the cattle farming and agriculture, places especially high survival
pressure on threatened arboreal mammals. In past decades, there has been
Introducción
Los Xenarthra (nombre común xenar- a pesar hasta cinco kilos y medio en
tros) son uno de los grupos de mamí- perezosos de tres dedos y hasta nueve
feros más antiguos del Nuevo Mundo. kilos en perezosos de dos dedos. Exis-
Son descendientes de antepasados gi- ten seis especies de perezosos de los
gantescos tales como los acorazados cuales tres se encuentran en Colom-
gliptodontes y los perezosos gigantes o bia. Los perezosos de Colombia es-
megaterios. Este súper orden compren- tán representados por dos familias:
de tres tipos de animales muy particula- Bradypodidae que incluye perezosos
res, los perezosos, los hormigueros y los de tres dedos (Bradypus variegatus),
armadillos (Gardner 2007). Contiene 31 y Megalonychidae con los perezosos
especies vivientes incluidas en 13 géne- de dos dedos (Choloepus hoffmanni y
ros, los cuales están restringidos al Neo- Choloepus didactylus) (Lámina 1).
trópico (Wetzel 1982, Gardner 2007). La distribución geográfica del
Las especies actuales representan solo perezoso de tres dedos es amplia, se
un pequeño fragmento de un conjunto pueden encontrar desde la península de
de taxones fósiles mucho más diversos Honduras en Centroamérica, hasta el sur
(Delsuc y Douzery 2008). de Brasil (Emmons 1997). Las densidades
poblacionales estimadas son de 0,6-4,5
Los perezosos: distribución y datos animales por hectárea en los bosques
poblacionales secos tropicales de Colombia (Acevedo et
Los perezosos son mamíferos arbóreos al. 2011). En ambientes insulares, como
de gran tamaño que necesitan espa- la Isla Palma en el Chocó biogeográfico
cios boscosos sin intervención humana colombiano, se registra una densidad
(Montgomery y Sunquist 1978, Chia- poblacional de B. variegatus de 0,72 ind./
rello 2008). Los adultos pueden llegar ha, siendo la segunda más alta reportada
72
Plese
74
Plese
ciudadana han tenido un impacto po- en este tipo de procesos que perduran
sitivo en la biología de la conservación. en el tiempo y en el espacio.
Personas naturales, instituciones pri- Por último, los procesos de restaura-
vadas y públicas organizadas en redes, ción ecológica cobran gran importancia
como lo son las redes de reservas natu- para la conservación de los perezosos.
rales de la sociedad civil, las redes de Asimismo, la formulación y estableci-
reubicadores de fauna silvestre (amigos miento de corredores ecológicos, en di-
de fauna) y la Red Colombiana de Res- ferentes zonas del país, puede afianzar
tauración Ecológica, han brindado las la restitución de los servicios ecosistémi-
condiciones necesarias para efectuar cos para el disfrute y aprovechamiento
los procesos de educación, reubicación, sustentable por parte de la sociedad. De
control y seguimiento post liberación de esta manera, las poblaciones de grandes
fauna silvestre. Han demostrado un alto vertebrados arbóreos pueden coexistir
grado de compromiso y permanencia con los humanos en áreas no protegidas.
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76
Plese
Foto: T. Plese.
Lámina 1b. Perezoso de dos dedos de Hoffmann (Choloepus hoffmanni).
80
Capítulo 4. CONSERVACIÓN MANATÍES EN COLOMBIA
Key words. In situ conservation. Aquatic mammals. River systems. Trichechus spp.
Introducción
Colombia tiene el privilegio de tener dos manatí para cada una de las cuencas
especies de manatí en su territorio: el hidrográficas del país, con base en la
manatí antillano (Trichechus manatus) información presentada en mapas de
(Lámina 1) y el manatí del Amazonas (T. distribución de la especie publicados en
inunguis) (Lámina 2). Los manatíes son el Programa de manejo y conservación
mamíferos acuáticos que enfrentan re- de manatíes en Colombia (Caicedo-He-
tos complejos de conservación a lo largo rrera et al. 2005), usando los softwares
de su área de distribución, por lo cual, GoogleEarth y ArcMap. Algunas áreas
según la UICN, T. manatus se ubica en costeras no fueron incluidas, pues la
la categoría de ¨en peligro de extin- metodología se basó únicamente en
ción¨ (Self-Sullivan y Mignucci-Gianno- los mapas de distribución obtenidos
ni 2008), mientras que T. inunguis es de la publicación mencionada. Poste-
considerado “vulnerable” (Marmontel riormente, mediante la herramienta
2008). Los principales riesgos para los Visor Geográfico del SINAP (www.
manatíes en el país son la caza para el parquesnacionales.gov.co/SPNN), se
consumo de la carne y productos aso- sobrepusieron las áreas de uso por
ciados, el enmallamiento en redes de manatí al mapa del SINAP, obtenien-
pesca, la contaminación y la pérdida del do así polígonos de sobrelapamiento
hábitat (Trujillo et al. 2006 a, b). Aun- cuya área fue calculada haciendo uso
que en menor grado, las colisiones con del mismo visor. En este ejercicio se
embarcaciones y el vandalismo (aco- incluyeron todos los espejos de agua
so y maltrato sin razón aparente) po- del área potencial de distribución in-
drían añadir varios animales muertos cluyendo ríos, lagos, caños y otros.
o heridos por año. Es por esto que la
inclusión de sus zonas de ocupación en
el SINAP podría ser considerada como Resultados
una estrategia clave para su manejo Los resultados de este proceso indican
in situ. Sin embargo, este recurso casi que el manatí antillano Trichechus ma-
nunca es viable, como se explica más natus ocupa las cuencas principales,
adelante, por lo que otras alternativas tributarios, complejos cenagosos y pla-
para facilitar la protección de estas es- nicies inundables de los ríos Orinoco,
pecies se adelantan con éxito demostra- Guaviare, Meta, Atrato, Sinú y Magda-
do en algunas de las áreas. lena, en un área aproximada de 33.265
km2. El 9,15% de esta área se contem-
pla dentro de alguna área protegida
Metodología (AP), entre las cuales se encuentran
Manatíes en las áreas protegidas dos PNN (Parque Natural Nacional),
de Colombia dos DMI (Distrito de Manejo Integrado),
Se calculó el área de distribución de un DMI (Distrito Regional de Manejo
82
Castelblanco-Martínez et al.
Tabla 1. Áreas de uso del manatí amazónico y manatí antillano en Colombia y su sobreposición con
las áreas del SINAP. Abreviaturas: ADP= Área de distribución protegida, ADnP= Área de distribución
no protegida, PNN= Parque Natural Nacional, DRMI= Distrito Regional de Manejo Integrado, SFF=
Santuario de Flora y Fauna, PNR= Parque Natural Regional, VP= Vía Parque.
Manatí
11717.36 1730.72 14.77% 85.23% Total: 3
amazónico
PNN Amacayacu
Manatí
33265.35 3043.42 9.15% 90.85% Total: 10
antillano
VP Isla de Salamanca
Caribe 26660.4 3026.31 11.35% 88.65%
SFF Ciénaga Grande de Santa Marta
Total
44982.70 4774.14 10.61% 89.39% Total General: 13
general
84
Castelblanco-Martínez et al.
86
Castelblanco-Martínez et al.
88
Castelblanco-Martínez et al.
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Castelblanco-Martínez et al.
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94
Castelblanco-Martínez et al.
Foto: S. Kendall.
Lámina 2. Manatí amazónico (Trichechus inunguis).
Lámina 3. Distribución del manatí amazónico (Trichechus inunguis) en rojo, y del manatí antillano (T. manatus) en azul, adaptadas
de Caicedo-Herrera et al. (2005). No se incluyen los DRMI para facilitar la visualización.
98
Capítulo 5. CACERÍA DANTA PNN AMACAYACU
Abstract. Recognizing that humans are as much part of the answer as part of
the problem when conserving natural resources in the Amazonia, subsistence
hunting and its effects on lowland tapir´s (Tapirus terrestris; 225-250 kg; VU)
populations, at indigenous reserves and the overlapping zones with national
parks, is explored. Hunting is one of the main interactions between humans
and animals in the Amazonia, but also is one of the most difficult issues for
local conservationists and scientists to deal with. The information produced
working at natural saltlicks for two years in Amacayacu National Park (Co-
lombia), demonstrate the non-significant effect of hunting on the local tapir
population. At the same time, the behavior of tapirs at licks is described, the
usefulness of lick for monitoring purposes explained, and the feasibility of con-
servation outside protected areas is considered.
Introducción
El Amazonas colombiano comprende el La danta de tierras bajas (Tapirus
6,2% del área total de la cuenca ama- terrestris) es el mamífero terrestre más
zónica y el 42% del territorio nacional grande del Neotrópico (225-250 kg) y
(483.164 km2). Cuenta con una densi- por ello una de las especies preferidas
dad poblacional de aproximadamente por los cazadores indígenas (Lámina
3,3 hab/km-2 (Franco 2006) y aproxima- 1a-d). A partir los resultados del trabajo
damente el 17% de su extensión se en- realizado con esta especie entre 2009 y
cuentra bajo alguna figura de protección 2010, este capítulo se propone llamar
(14 Parques Nacionales Naturales, dos la atención acerca de los resultados del
reservas Naturales Nacionales y un san- manejo tradicional que mantienen las
tuario de flora y plantas medicinales). comunidades indígenas sobre la fauna
Sin embargo, ¿es la Amazonia colombia- existente en sus resguardos y por ex-
na una opción eficaz para la conserva- tensión, en la Amazonia colombiana. De
ción a nivel regional y mundial? esta manera, se ilustra cómo el asocio
Para responder a esta pregunta hay con las comunidades indígenas repre-
que entender qué pasa con el 83% “no senta una de las mejores apuestas de
protegido” de la región. La gran mayo- conservación por fuera del esquema de
ría de este territorio “no protegido” está áreas protegidas.
comprendido por resguardos indígenas
(262.171,59 km2), que en algunos casos Cacería en la región amazónica
se traslapan y contienen en su totalidad Hallazgos arqueológicos indican que
a los territorios “protegidos” bajo el es- en la Amazonia, durante la época pre-
quema de parques nacionales (Botero hispánica, existieron altas densidades
y Echeverri 2002). Los resguardos in- humanas que se mantuvieron gracias
dígenas son entonces la matriz donde al uso de una agricultura intensiva que
se encuentran las áreas protegidas y moldeó lo que hoy consideramos silves-
por ello un elemento a tener en cuenta tre en esta zona (Denevan 2001). Estos
dentro de un plan de conservación. mismos hallazgos también indican que,
Los resguardos son territorios desde entonces, la cacería ha sido una
colectivos, imprescriptibles e inalie- actividad fundamental para los pueblos
nables, donde los pueblos indígenas amazónicos (Alexiades 2008). Esta ac-
cuentan con total autonomía para tividad ha resultado en un conocimien-
adelantar actividades que aseguran su to detallado del bosque, su ecología y
bienestar y supervivencia. Una de es- los animales que allí habitan. El conoci-
tas actividades es la cacería de subsis- miento tradicional y las diferentes ma-
tencia, que es considerada como una neras en que los indígenas perciben y
de las principales amenazas para la se relacionan con su medio, son la base
conservación de la biodiversidad en de sus cosmologías. Estas premisas se-
la Amazonia (Peres 2001, 2010). Si se rían a su vez el marco que permitió a
acepta la premisa anterior, la conser- estos pueblos adaptarse al medio y ju-
vación sería incompatible con las ac- gar un papel importante en su conser-
tividades normalmente desarrolladas vación (Reichel-Dolmatoff 1976).
dentro de los resguardos indígenas y Con la incorporación de las armas
por ello la conservación de la Amazo- de fuego dentro de las prácticas de ca-
nia colombiana un imposible. cería indígena y la influencia de la visión
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Figura 1. Área de estudio en el Parque Nacional Natural Amacayacu y traslape con resguar-
dos indígenas. Las zonas en gris oscuro muestran la extensión del traslape de los resguardos
con el parque, en gris claro se muestran las áreas utilizadas para cacería zonas. Los números
indican la localización de los diferentes salados dentro del área de estudio.
1997). De esta manera, se puede ver que límite suroccidental del parque. Su
los efectos de la cacería no son siempre territorio nominal se extiende por
los mismos, mas bien son una comple- fuera del área protegida a pesar de
ja interacción que depende de las espe- que 128,9 km2 son compartidos con
cies objeto, sus tasas de reclutamiento, el parque. Esta comunidad está ubi-
supervivencia y capacidades de carga cada a 10 km lineales del centro ad-
locales que es importante sopesar para ministrativo del parque y el hotel, y
cada caso particular (Bodmer y Robinson es considerada como una comunidad
2004, Milner-Gulland y Rowcliffe 2008). tradicional del pueblo Tikuna. Allí, la
mayoría de sus miembros conservan
Área de estudio el idioma y dependen en gran medi-
El PNA está ubicado en el Amazonas da de la cacería y la pesca para suplir
colombiano, comprende 2.940 km2 de sus necesidades nutricionales diarias.
selva húmeda tropical en el trapecio Mocagua, por su parte, se encuentra
amazónico. El área está sometida a un sobre el río Amazonas, separada de
régimen unimodal de lluvias, con una la estación del PNA por el caño Mata-
estación seca entre julio y agosto y otra mata. Los miembros de esta comuni-
lluviosa entre enero y febrero. La precipi- dad son los trabajadores habituales
tación anual promedio es 3.270 mm y la del parque, lo que ha significado un
temperatura promedio es 26 °C (Ideam importante ingreso monetario para la
2010). El área de estudio presenta tres comunidad de Mocagua y con ello una
tipos principales de vegetación (Maldo- disminución considerable de las acti-
nado 2010): un bosque de tierra firme no vidades de explotación de los recursos
inundable, planos inundables y extensas naturales. Al mismo tiempo, la comu-
formaciones dominadas por Mauritia nidad ha pasado a tener una mayor
flexuosa, conocidas localmente como dependencia del mercado occidental
“cananguchales”. Los planos inundables para suplir sus necesidades.
del PNA son pequeños en comparación Aunque la cacería es una activi-
con otras zonas aledañas ya que el pla- dad altamente apreciada en ambas
no de inundación del Amazonas es más comunidades, la pesca es la actividad
bajo en la orilla opuesta al parque, sobre fundamental para suplir sus necesida-
el territorio peruano. des alimenticias básicas, debido a que
El 10% del área total del parque los costos son bajos y el producto es
se traslapa con diferentes resguardos. de fácil comercialización. En el 2009,
En el sector sur lo hace con el resguar- Mocagua contaba con 20 cazadores re-
do indígena Ticoya (comunidades de conocidos que salían de cacería una o
San Martín de Amacayacu y Palmeras) dos veces por mes en busca de anima-
y el resguardo indígena de Mocagua les grandes como la danta. Los demás
(comunidad de Mocagua) (Figura 1). eventos de cacería se daban de mane-
Aunque la distancia entre los dos res- ra oportunista durante las faenas de
guardos es menor a 10 km lineales, las pesca nocturna, cuando es frecuente
diferencias existentes en las percep- encontrarse con borugos y/o guatines
ciones de su entorno y tradiciones son que frecuenta las orillas de los ríos pe-
radicalmente diferentes. queños (Cabrera obs. pers.).
San Martín de Amacayacu se lo- Durante la misma época, San
caliza sobre el río Amacayacu, en el Martín contaba con 27 cazadores
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Leticia
Figura 2. Delimitación de las tres diferentes áreas del tamaño de la cosecha anual. I. Agua Blanca, II.
Bacaba y III. Pocacuru.
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Leticia
Figura 3. Áreas de influencia estimada para cada salado monitoreado en la zona de estudio. Cada
circulo comprende un radio de 5 km alrededor de cada salado.
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Cabrera
que aseguren la permanencia de los los mismos lugares que se intenta con-
animales en sus lugares tradiciona- servar. Por ello es más beneficioso un
les de caza, y como modelo válido de trabajo en conjunto que una eterna
conservación y uso de la biodiversidad confrontación. Lo que está ocurriendo
por fuera de las áreas protegidas co- en el PNA demuestra que es posible
lombianas. si se implementa un monitoreo con-
Es necesario tener un punto de vis- tinuo de las poblaciones animales y
ta más pragmático, en el cual científi- un manejo eficaz de la cacería, ambas
cos y conservacionistas se reconcilien actividades basadas en el trabajo en
con el hecho de que las comunidades conjunto con las comunidades indí-
indígenas amazónicas han vivido y genas locales. Ese es el reto al que se
seguirán viviendo y haciendo uso de debe responder.
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110
Cabrera
ANEXOS
Anexo 1. Etograma de Tapirus terrestris en los Aspiración: olfateos que ocurren con la probóscide
salados. Cada una de las categorías de compor- en cualquier posición diferente a la de la exploración.
tamiento se identificó y describió con base en
los videos grabados durante 2009 y 2010. Chequeo: manipulación del substrato u otra
sustancia con la probóscide.
Geofagía: ingestión de material edáfico o aguas
con gran cantidad de sedimentos. Flehmen: retracción de la probóscide hacia arri-
ba con exposición de los dientes.
Caminar: movimiento directo entre dos puntos
sin pausa de ningún tipo. Examen genital: punta de la probóscide cerca o
tocando los genitales de otro individuo.
Exploración: movimiento con la cabeza por en-
cima del nivel de los hombros, con la probóscide Vocalización: emisión de sonidos.
hacia arriba olfateando. El individuo se detiene
constantemente y cambia de dirección. Micción: evacuación de orina.
112
Cabrera
Foto: S. Winter.
Lámina 1a. Danta (Tapirus terrestris).
Foto: F. Trujillo.
114
Capítulo 6. DISTRIBUCIÓN DE LA DANTA DE MONTAÑA
Abstract. Although its presence has been confirmed in several localities along the
Central Cordillera in Andes, the distribution of Mountain Tapir (Tapirus pinchaque;
<200 kg; EN) remains unclear in Colombia. We have estimated its potential areas
of current distribution and under future climate change scenarios, considering the
effect of habitat loss, the availability of ecosystems and the role of the current Na-
tional Protected Areas System (SINAP, in spanish) on models for the species in Co-
lombia. The model of environmental suitability estimated an extent of ~28,000 km2
for its occurrence area, with a reduction of 38.11% inferred by the effect of habitat
loss and a net reduction of ~35–47% by effect of climate change. However, the syn-
ergistic effect of both phenomena could represent a greater risk in the short-term,
leading to a net reduction of ~55–65% on the potential distribution models. Despite
that current SINAP included in about 20.89% of the extent of occurrence area for
this species, we observed modification of forest coverture within the APs and ten-
dencies towards to future climate change scenarios. Efforts and strategies of con-
servation along unprotected areas should be promoted to establish and maintain
the connectivity among the species’ populations.
Introducción
La danta de montaña (Tapirus pinchaque) Además, la distribución de la especie
es el mamífero más grande de los Andes no ha sido evaluada desde una pers-
tropicales, puede llegar a pesar hasta pectiva ecológica y geográfica conside-
200 kilos y tener una alzada de hasta un rando los efectos de cambio climático,
metro (Emmons y Feer 1997). Su pelaje los cuales podrían tener importantes
es largo, de 2 a 4 cm y su color varía de implicaciones para su conservación
marrón oscuro a negro, con una línea a escala regional y continental (Orte-
blanca muy característica alrededor de ga-Andrade et al. 2015).
la boca (Lámina 1 a-b). A pesar de ser Las características biológicas de
considerada como una especie bandera la danta de montaña, tales como su
en términos de conservación (Downer comportamiento solitario, el uso de
1996) y de encontrarse en peligro de áreas extensas como territorios, la
extinción (Díaz et al. 2008), ha sido una baja tasa reproductiva (nace solo un
especie poco estudiada en varios de sus individuo en cada parto bianual) y su
aspectos biológicos (Rodríguez-Mahecha longevidad, hacen esta especie vul-
et al. 2006, Cavelier et al. 2011). nerable a la fragmentación y pérdida
En Colombia, la distribución histó- del hábitat, así como al cambio cli-
rica de la danta de montaña está basa- mático. Esto dificulta su recuperación
da en registros aislados de ejemplares poblacional cuando ocurren eventos
depositados en colecciones, entrevistas que modifican drásticamente su há-
y expediciones de campo que sugieren bitat (Padilla et al. 2010). Estudios
una distribución a lo largo de las Cor- previos de la década del 2000, esti-
dilleras Central y Oriental, con límites man que solo un 13% del hábitat de
al norte en el Parque Nacional Natural la danta de montaña está protegido
(PNN) los Nevados y el PNN Sumapaz dentro del Sistema Nacional de Áreas
(Diaz et al. 2008, Lizcano et al. 2002) Naturales Protegidas (SNANP) de Co-
(Lámina 2 a-b). El registro reciente lombia (Lizcano et al. 2002). Dados
de un cráneo colectado en 1911 en el los requerimientos biológicos y eco-
Páramo de Frontino (Arias-Alzate et lógicos de la especie, el hábitat de la
al. 2010) abre las posibilidades para especie incluido en las áreas prote-
pensar que la danta de montaña pudo gidas (APs) podría ser considerado
tener una distribución histórica que in- insuficiente para su conservación, ya
cluyera la Cordillera Occidental, lo que que si se divide el total del hábitat de
hace necesaria una re-evaluación bio- la especie que estaba protegido en la
geográfica de la especie. Es importante década del 2000 (43.274 ha) por su
destacar que, desde los tiempos pre- densidad (550 ha), se tendría una re-
colombinos, áreas importantes de los lación de 79 dantas de montaña bajo
Andes colombianos han sido transfor- protección para la época. Esto resalta
madas de bosque y páramos a cultivos la importancia de promover los tra-
y potreros, incluyendo zonas en el in- bajos de investigación y conservación
tervalo altitudinal habitado por la dan- en las áreas que no forman parte del
ta de montaña, lo que ha ocasionado SINAP, especialmente en aquellas que
una reducción y fragmentación de su han tenido un incremento y recupera-
distribución original (Cavelier y Etter ción de la cobertura boscosa desde la
1995, Etter y van Wyngaarden 2000). década del 2000 (Lizcano et al. 2002,
116
Lizcano et al.
118
Lizcano et al.
Tabla 1. Resumen de las variables bioclimáticas no correlacionadas seleccionadas, con sus valores
de contribución relativa, para la elaboración del modelo de distribución de la danta de montaña
(Tapirus pinchaque).
PORCENTAJE DE
ABREVIATURA VARIABLE BIOCLIMÁTICA
CONTRIBUCIÓN
Bio 08 Temperatura del trimestre más húmedo 37,7
Bio 14 Precipitación del mes más seco 17,6
Bio 19 Precipitación del trimestre más frío 15
Bio 07 Rango de temperatura anual (Bio 05 - Bio 06) 6,5
Bio 03 Isotermalidad (Bio 02/Bio 07) 5,6
Bio 02 Rango de temperatura media diurna 5
Bio 12 Pricipitación anual 4,5
Bio 04 Estacionalidad de la temperatura (desviación estándar x 100) 3,9
Bio 17 Precipitación del trimestre más seco 2,2
Bio 01 Temperatura media anual 2,1
120
Lizcano et al.
alto de los Andes (2.951 km 2; ~17%; ya que su efecto representó una re-
RI=0,24); los cuales en conjunto cubren ducción de las áreas de extensión, que
más del 94% del área de distribución van desde ~35 al ~44% en el escena-
potencial del modelo (Tabla 4). rio RCP 4.5 y del ~37 al ~47% para
el escenario RCP 8.5 (Tabla 2), prin-
Escenarios globales de cambio cipalmente asociada a las tierras ba-
climático y las áreas protegidas jas del centro y sureste de Colombia
de Colombia (Figura 2). En estos escenarios, las
El cambio climático es un factor influ- áreas idóneas predichas tienden a au-
yente en la distribución de la especie, mentar su altitud significativamente
122
Lizcano et al.
Figura 2. Modelos potenciales de distribución del nicho ecológico de la danta de montaña (Tapirus
pinchaque) en dos escenarios de cambio climático futuro (ACCESS 1.0) para el 2050: A) RCP 4.5 (es-
cenario optimista) y B) RCP 8.5 (escenario pesimista). Números corresponden a las áreas protegidas
referidas en la figura 1 y tabla 3.
reducción dramática y una fragmenta- entre los tres modelos climáticos eva-
ción de más del 55% de la cubierta de luados. Esto refuerza la idea de la
vegetación natural (IDEAM et al. 2007, existencia de una alta probabilidad
Sánchez-Cuervo et al. 2012). El efecto de que ocurran cambios significativos
de la pérdida de hábitat (~38%), que en los intervalos de distribución de
incluye un ~13% de vegetación intacta la biota de montaña como resultado
dentro de las APs (Tablas 2-3) limita del cambio climático en el siglo XXI
el intervalo de distribución de la dan- (Bässler et al. 2010, Forero-Medina
ta de montaña a ocho ecosistemas en et al. 2011), lo cual puede poner en
el país, todos ellos relacionados con peligro o llevar a la extinción de mu-
tierras alto-andinas y amenazados chas especies andinas. Así mismo, los
por la expansión de la frontera agríco- cambios altitudinales predichos son
la-ganadera y los asentamientos urba- consistentes con otros estudios donde
nos (Lizcano et al. 2002, Montenegro se predicen migraciones ascendentes
2005, Diaz et al. 2008). de las condiciones ambientales aso-
Las prácticas actuales de usos del ciadas a especies andinas en respues-
suelo inciden de manera importante ta al calentamiento global (Bässler et
en la región de los Andes, donde las al. 2010, Forero-Medina et al. 2011,
actividades antropogénicas pueden Ortega-Andrade et al. 2015).
crear barreras sólidas que impiden el Es importante señalar que el po-
desplazamiento de las especies (Feeley tencial de adaptación de las especies a
y Silman 2010) y ocasionan la fragmen- estos cambios está determinado por su
tación en la conectividad de las áreas tasa de evolución y su capacidad para
de idoneidad predichas por el modelo responder a las modificaciones am-
(Figura 1b). Además, estas modifica- bientales en un período de tiempo rela-
ciones particulares pueden cambiar los tivamente corto (Congdon et al. 1993,
patrones climáticos locales en el pai- Pearson y Dawson 2003). Sin embargo,
saje, incluso en áreas con niveles de los organismos de vida longeva, que in-
conservación altos, y por lo tanto afec- cluyen a la danta de montaña, pueden
tar a las especies (Bässler et al. 2010), no evolucionar rápidamente debido
en especial a aquellas con intervalos a las restricciones demográficas y al
geográficos restringidos, como la danta retraso en el inicio de su madurez se-
de montaña. Como recomendación, los xual (Congdon et al. 1993, Pearson y
esfuerzos de conservación para esta Dawson 2003). Estas características
especie deben concentrarse en progra- biológicas hacen que el cambio cli-
mas que eviten la modificación y pérdi- mático sea una seria amenaza para
da de su hábitat en ecosistemas medios la especie, especialmente si se tiene
y alto-andinos, así como en su manejo en cuenta los efectos sinérgicos de la
y restauración natural. pérdida y exclusión del hábitat deri-
vada de la ganadería y enfermedades
Escenarios globales de cambio potenciales (Lizcano et al. 2002, Díaz
climático y las áreas protegidas et al. 2008, Castellano 2013).
de Colombia Si bien las APs forman parte de
Los patrones de reducción del área las estrategias fundamentales para
potencial de la distribución de la dan- reducir la pérdida de biodiversi-
ta de montaña fueron consistentes dad mundial para cumplir con los
124
Lizcano et al.
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Lizcano et al.
128
Lizcano et al.
Lámina 1b. Individuo silvestre de danta de montaña (Tapirus pinchaque) observado en el río Otún. Parque Regional Ucumari, Colombia.
132
Capítulo 7. CACERÍA DE PARACANA EN COLOMBIA
information of births, sex ratios, deaths and longevity, with variations in dif-
ferent extraction rates of individuals. The simulations show that populations
projected to 100 years show up to a 60% reduction in the population. These
simulations support high extinction risk effects for the species driven by low tol-
erance of the population to hunting or individual removal. Habitat erosion and
lowered pacarana populations may affect their predators, mainly jaguars (Pan-
thera onca; 70 kg; NT), pumas (Puma concolor; 50 kg; LC) and ocelot (Leopardus
pardalis; 10 kg; LC) with a lowered available prey base. Hunting combined with
high niche specificity in the face of habitat fragmentation increases the extinc-
tion risk even more for Colombian Andean pacarana populations.
Introducción
La cacería es una actividad determinan- la guagua loba (Dinomys branickii) y los
te en el manejo de la conservación de guatines o ñeques (Dasyprocta spp) (ver
la fauna silvestre, ya que es una de las Parra-Colorado et al. 2014, Racero-Ca-
principales amenazas para la biodiversi- sarrubia et al. 2008, De La Ossa y De La
dad (Milner-Gulland et al. 2003, Naranjo Ossa-Lacayo 2011). De estas especies,
y Bodmer 2007). La sobre-caza puede en la zona andina la guagua de montaña
llevar a la extirpación local de poblacio- (C. taczanowskii) y el pacarana están
nes e incluso a la extinción global de las amenazados de extinción a nivel global
especies (Peres 2001, Price y Gittleman (Tirira et al. 2008a; 2008b), incluida Co-
2007). En el Neotrópico la cacería no es lombia (Alberico et al. 2006, Ministerio
sostenible sobre todas las poblaciones o de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Te-
especies (Milner-Gulland et al. 2003, Ro- rritorial en Resolución No.383 de 2010)
binson y Bennett 2004, Zapata-Ríos et al. y algunas de sus regiones (p.e. Casti-
2009), sin embargo, es practicada sobre llo-Crespo y González-Anaya 2007).
una amplia variedad de vertebrados te- El pacarana pertenece al grupo de
rrestres. Entre los grupos biológicos más los roedores caviomorfos suramerica-
afectados se destacan algunos mamíferos nos, animales con un par de mamas
ampliamente perseguidos (p.e. Tapirus (tetinas), cuatro dígitos en la parte
spp, Saguinus spp) y otros, como los roe- delantera del pie y tres dígitos en la
dores de tamaño mediano, que son bas- pata trasera, así como característi-
tante apetecidos (Fa et al. 2002, Robinson cas óseas y musculares en la cabeza
y Bennett 2004). Cabe resaltar que existen y mandíbulas que les permiten una
más de una docena de roedores de tama- fuerte mordedura hacia delante. Com-
ño mediano (6-12 kg) y al menos siete es- parativamente con otros roedores, los
tán en Colombia (Solari et al. 2013). caviomorfos tienen cabeza grande, el
Aunque la cacería es ilegal en Co- cuerpo es rechoncho, sus patas y rabo
lombia, con consideraciones para terri- son cortos y sus camadas son poco nu-
torios étnicos, la actividad es frecuente merosas (Lámina 1a). El pacarana es
en algunas zonas y algunas de las espe- de tamaño mediano, un macho adul-
cies cazadas son precisamente roedores to puede alcanzar hasta los 15 kg, se
de tamaño mediano como las borugas o alimenta de vegetales y posee hábi-
guaguas (Cuniculus spp), el pacarana o tos gregarios. White y Alberico (1992)
134
Saavedra-Rodríguez
mencionan que los grupos pueden al- identificado que factores ambientales,
canzar hasta los ocho individuos. como la topografía y el clima, son de-
El área de distribución del pacara- terminantes para su presencia (Saave-
na abarca la región andina y algunas dra-Rodríguez et al. 2014, en prep.).
localidades de la Amazonia peruana y Pese a que el sistema nacional de
brasileña, estando presente en Brasil, áreas protegidas de Colombia parece ga-
Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Ve- rantizar la presencia y persistencia de
nezuela (White y Alberico 1992) (Lámi- los hábitats del pacarana en los Andes, la
na 1 b-d). No obstante, su presencia es especie habita territorios fuera de áreas
discontinua y asociada principalmente a protegidas, donde usa parches y tiras de
los Andes y al piedemonte de las cordi- bosque asociadas a cursos de agua, pues
lleras. Aunque hay más de un centenar allí encuentra refugio y alimento. La po-
de registros de presencia en localidades sibilidad de usar estos hábitats relictua-
a lo largo de la extensión de su distribu- les de los paisajes con matrices de uso
ción en elevaciones entre 300 y 3400 m. antrópico andinos, sugiere que las po-
s. n. m (GBIF; www.gbif.org), en Colom- blaciones posiblemente no estén aisladas
bia (Sánchez et al. 2004, Escobar-Las- y que las tiras de hábitat son elementos
so et al. 2013, Saavedra-Rodríguez et conectores que facilitarían el intercam-
al. 2012a, 2012b, 2014, Arias-Alzate bio de individuos (Saavedra-Rodríguez
et al. 2014) sus patrones de distribu- et al. 2012b). En estos paisajes, los há-
ción y abundancia son poco conocidos bitats están reducidos a parches, la pre-
y muchos autores mencionan su baja sencia humana es mayor y la cacería es
frecuencia en las muestras (p. e. Gómez una amenaza potencial para la dinámica
et al. 2001, Tobler et al. 2008). La esti- de sus poblaciones. No obstante, aún se
mación más reciente establece que en desconoce el estado de las poblaciones,
una localidad de los Andes de Colombia ya que no hay datos ni mucho menos es-
se pueden encontrar hasta ocho grupos tudios que evalúen el impacto de la pér-
por km-2 (promedio = 4,3 individuos por dida de hábitat o de la cacería.
grupo) y que un grupo puede usar hasta El pacarana es cazado por comuni-
dos hectáreas como área de actividad dades indígenas de la Amazonia, aunque
(Saavedra-Rodríguez et al. 2012b). no es una especie apetecida (Sánchez y
El pacarana presenta adaptacio- Vásquez 2007, Lima et al. 2008), y la ex-
nes anatómicas que le permiten vivir tracción de individuos por estas comu-
en zonas escarpadas con cobertura nidades no excede el 5% de la biomasa
boscosa, en donde encuentra refugio consumida por año. En los Andes de
en espacios entre rocas para los gru- Colombia, el pacarana enfrenta presión
pos familiares. En el análisis sobre el de cacería (Saavedra-Rodríguez et al.
uso del hábitat de la especie en los An- 2012a, 2012b, Sierra-Giraldo y Esco-
des de Colombia, Saavedra-Rodríguez bar-Lasso 2014) y la actividad no siem-
y et al. (2012b) encontraron evidencia pre se hace para el consumo de proteína
de la importancia de la disponibilidad (Saavedra-Rodríguez obs. pers.). En algu-
de refugios naturales cerca a cursos nas localidades, los pacaranas son perse-
de agua para los individuos y del ta- guidos y capturados para la diversión de
maño de parches de bosques para la los cazadores (Saavedra-Rodríguez obs.
presencia de la especie en localida- pers.). Este tipo de motivación tiene el
des andinas. Estudios recientes han agravante de concebir la persecución de
136
Saavedra-Rodríguez
Weir 1974, Millar y 1983, Merrit 1984, Tabla 1. Parámetros poblacionales de Dinomys
White y Alberico 1992, Ernest 2003) y usados en la simulación de la dinámica de una
población hipotética.
datos sobre proporción de sexos al na-
cer, fecha de nacimiento y de muerte de VARIABLE VALOR
las historias clínicas sobre la colonia
Número de iteraciones 1000
de pacaranas cautivas en la Fundación
Zoológica de Cali (donde desde los años Número de años 100
ochenta se tuvo el grupo más grande y Definición de extinción Sólo un sexo sobrevive
138
Saavedra-Rodríguez
decir, con las mejores condiciones de permite que haya un número de ani-
hábitat (n0 = 500, K = 700). Por tanto, males disponibles para la reproduc-
se realizaron análisis con datos de ex- ción y, por tanto, las posibilidades de
tracción anual de individuos, desde el crecimiento de la población mejoran
año 0 al 100, para evaluar si la pobla- y disminuye la probabilidad de ex-
ción podría tener capacidad de recupe- tinción. Esta condición reproductiva
rarse en caso de tener la misma tasa de seguramente se ve favorecida por la
extracción anual. Los valores de extrac- disminución del riesgo de depredación
ción de individuos usados fueron: a) 4, como factor de mortalidad, que en el
b) 8 y c) 16 machos cazados, d) 4, e) 8, pacarana se asocia con el uso de refu-
f) y 16 hembras cazados. gios en sitios de difícil acceso para de-
predadores y de usar los refugios como
centro de actividad de los individuos.
Resultados y discusión Pero, la dificultad de acceder a los refu-
Los seis escenarios con cacería predi- gios es precisamente el atractivo para
cen diferentes porcentajes de reduc- la persecución de la especie en algunas
ción del tamaño de las poblaciones. Los localidades de los Andes de Colombia.
escenarios con extracción de machos El pacarana hace parte de la biodi-
disminuyen en cerca del 20% de la po- versidad de los paisajes andinos de Co-
blación inicial y la extracción de hem- lombia y vive en los elementos relictuales
bras muestra valores del 20 al 60%, del hábitat natural. En estos paisajes la
siendo el escenario con extracción de fragmentación ha dejado porciones de
16 hembras al año el que muestran hábitats de diferente dimensión y cali-
disminución más pronunciada. dad que usan varias especies, incluido el
Las simulaciones de dinámica po- pacarana. Así que aún persisten hábitats
blacional, aunque preliminar por la usados por jaguares (Panthera onca), pu-
limitación en los datos existentes, per- mas (Puma concolor), osos (Tremarctos
mite visualizar que el pacarana tie- ornatus), tigrillos (Leopardus sp.), entre
ne las características necesarias para otros carnívoros, de los cuales el paca-
que se considere que las poblaciones rana es presa (White y Alberico 1992).
de especie son propensas a disminuir La presencia del pacarana contribuye
el tamaño si se enfrenta a presiones. en la buena calidad de los hábitats para
En todos los casos analizados de una estos carnívoros en los paisajes andinos
población de 500 individuos, la ten- fragmentados de Colombia.
dencia es a la reducción de hasta del Para los hábitats andinos, la cacería
60%. Por tanto, si los datos y los su- es una fuerte amenaza que se suma al
puestos planteados se cumplen, las detrimento de las poblaciones (Parra-Co-
poblaciones no toleran la extracción lorado et al. 2014) y que no solo afecta
de individuos en las tasas simuladas. a las especies perseguidas sino a las
El resultado obtenido muestra la funciones ecológicas que estas cumplen.
mayor influencia de la disponibilidad Los bosques tropicales agotados por de-
de hembras adultas para la persisten- faunación experimentan reducciones
cia de poblaciones de pacarana ya que drásticas de la dispersión de semillas,
las hembras son la fuente producto- patrones alterados del reclutamiento
ra de progenie. Esto, sumado al com- de árboles y cambios en la abundancia
portamiento social de formar grupos, relativa de especies (Cordeiro y Howe
140
Saavedra-Rodríguez
2001, Wang et al. 2006, Andresen y Lau- Oli 2004). De hecho, Peres (2001) docu-
rance 2007, Forget et al. 2007, Wright et mentó la extinción de poblaciones por
al. 2007). En adición, la ausencia de pre- causas asociadas a la fragmentación y a
sas para grandes carnívoros seguramen- la presión por cacería en una región de la
te limitará su ocurrencia y recrudecerá el Amazonia brasilera.
conflicto con el ganado. Si bien el análisis realizado y los ar-
En comparación con otros roedores gumentos planteados tienen limitacio-
de tamaño mediano, Dinomys presenta nes, estos soportan el principio base de
un relativo tamaño mayor corporal, lar- precaución para la conservación de es-
gos periodos de gestación (ver Jones et pecies amenazadas, de las que se tiene
al. 2009), pequeño tamaño de camada, poca información biológica y, además,
rareza ecológica (bajas densidades y es- son objeto de caza. Para esta aproxi-
pecificidad de hábitat) y dieta herbívora mación teórica básica no es necesaria
(González y Osbahr 2013). En adición, información demográfica detallada,
la especie tiene una singularidad filo- inexistente en gran parte del Neotrópico
genética por ser el único representante y que requeriría grandes inversiones de
viviente de la familia Dinomyidae. Estas tiempo y esfuerzos para obtenerse, para
características intrínsecas de la biología soportar que la cacería sea una amenaza
del pacarana pueden dar idea de la rela- para las poblaciones de ciertas especies.
tiva propensión a la extinción, ya que al- Este análisis puede ser una base
gunas de estas se encuentran asociadas conceptual para el trabajo de especies
al riesgo de extinción en los miembros sobre las que no exista mucha infor-
de un taxón (Purvis et al. 2000, Cardi- mación y sobre las cuales se puedan
llo et al. 2005, Flather y Sieg 2007). A la proyectar escenarios hipotéticos para
vez, en el nivel poblacional, estas mis- obtener tendencias poblacionales. Los
mas características permiten sugerir que resultados que se obtengan, que son re-
las poblaciones de pacarana, en caso de lativos y tendenciales, han de ser la base
enfrentarse a situaciones adversas que para proponer acciones para la conser-
reduzcan la cantidad de individuos (p.e. vación y manejo de especies en paisajes
desastres naturales, o sobreexplota- transformados, donde se combina la in-
ción por caza), tendrían baja capacidad teracción con comunidades humanas y
para recuperarse (Heppell et al. 2000, la conservación de las especies.
Bibliografía
Alberico, M. y K. Osbarh. 2006. Guagua Andresen, E. y S. G. W. Laurance 2007.
Loba Dinomys branickii. Pp. 297- Possible indirect effects of mammal
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M. Alberico, F. Trujillo y J. Jorgenson Panama. Biotropica 39: 141-146.
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de Colombia. Serie Libros Rojos de Arias-Alzate, A., C. A. Delgado-V. y
Especies Amenazadas de Colombia. D. Restrepo Marín. 2014. Registros
Conservación Internacional Colombia notables de la guagua loba Dinomys
y Ministerio de Ambiente, Vivienda branickii (Rodentia: Dinomyidae)
y Desarrollo Territorial, Bogotá, en Antioquia, Colombia. Notas
Colombia. Mastozoológicas 1: 9-11.
142
Saavedra-Rodríguez
144
Saavedra-Rodríguez
Foto: E. Payán.
Lámina 1a. Guagua loba (Dynomis branicki).
Foto: N. Roncancio.
Foto: C. Saavedra.
Lámina 1c. Paisaje en Planes de San Rafael, vertiente oriental de la Cordillera Occidental, Risaralda.
Foto: C. Saavedra.
Lámina 1d. Paisaje en vereda La Paloma, Santa Rosa de Cabal, zona de amortiguación del Distrito de Manejo de Suelo Campoalegre, Risaralda.
148
Capítulo 8. EL OSO ANDINO EN COLOMBIA
Resumen. El oso andino (Tremarctos ornatus; 70-195 kg; VU) es el único oso ver-
daderamente suramericano y su hábitat son los bosques andinos. La expansión
de la frontera agrícola, la cacería por retaliación al conflicto, la infraestructura
vial y la carencia de prácticas efectivas de conservación son sus amenazas. La
cordillera ocupa el 3l,3% del país por encima de los 400 m s.n.m y constituye la
columna vertebral de su estructura fluvial; contiene 326 áreas protegidas (AP): 66
nacionales, 170 regionales y 90 locales, que ocupan 49.528,64 km2, el 10,3% de
la región andina. Los bosques naturales ocupan cerca de 166.779 km2; el 23,6%
están protegidos. El 76,4% de los hábitats del oso son responsabilidad de 27 Cor-
poraciones Autónomas Regionales (CAR’s). Los hábitats potenciales se distribu-
yen en 83 parches. Los parches de hábitats que abarcan un gradiente altitudinal
continuo se localizan en las vertientes andinas del Pacífico y Amazonas, y están
amenazadas por cultivos ilícitos, conflicto armado y desarrollo de la infraestructu-
ra vial no proyectada ambientalmente. Solo un parche tiene más de 5.000 km2 y
ocho Parques Nacionales tienen extensiones entre 1.000 y 5.000 km2. La conser-
vación del oso fuera de las AP es responsabilidad de las CAR’s, y solo cuatro han
afrontado acciones de conservación.
Abstract. The Andean bear (Tremarctos ornatus; 70-195 kg; VU) is the only actu-
al South American bear and its habitat comprises Andean forests. The expansion
of the agricultural frontier, the conflict retaliation hunting, the road infrastructure,
and the lack of effective preservation practices are its threats. The mountain
ranges cover 31.3% of the Colombian territory over 400 m.a.s.l., and consti-
tute the backbone of its river structure. It has 326 Protected Areas (AP’s): 66
nationally, 170 regionally, and 90 locally, which take up 49,528.64 km2, 10.3
% of the Colombian Andean region. 166,779 km2 belong to natural forests, of
which 23.63% are protected. 76.4% of the bear habitats are under the respon-
sibility of 27 Regional Autonomous Corporations (CAR’s). Potential habitats
are located in 83 patches. The habitat patches that cover a continuous altitudi-
nal gradient are located on both the Andean Pacific and Amazon watersheds,
which are threatened by illegal crops, the armed conflict, and the development
of road infrastructure without environmental protection planning. Only one
patch is wider than 5,000 km2, and eight National Parks have areas between
1,000 and 5,000 km2. The preservation of the bear out of AP’s is a task under the
responsibility of CAR’s, and only 4 of them have taken action.
Tabla 1. Condiciones de las cordilleras en Colombia, con respecto al oso andino. Fuente: Vásquez y
Serrano (2009) y Kattan et al. (2004).
150
Rodríguez
LÍMITE SEPTENTRIONAL
SIERRA DE PORTUGUESA
1420000
1420000
920000
920000
420000
420000
BRAZIL
-80000
-80000
-580000
-580000
OCÉANO PACÍFICO
-1080000
-1080000
-1580000
-1580000
¯
-2080000
-2080000
LÍMITE MERIDIONAL
SELVA TUCUMANO-ORANENSE
ARGENTINA
Esri, HERE, DeLorme, MapmyIndia, © OpenStreetMap contributors, and the GIS user community
AMÉRICA EUROPA
FUENTES DEL NORTE
DISTRIBUCIÓN DE OSO ANDINO Cartografía básica 1:100.000 (IGAC, 2012)
ASIA
Coordinador: Edgar Daniel Rodriguez Rodriguez SISTEMA DE REFERENCIA Extensión natural ATLÁNTICO
Fecha:
Proyección: Transverse-Mercator AMÉRICA
DEL SUR
Cartografía Digital: Juan Sebastián Jaramillo Plano Nº: 1 de 1
Noviembre de 2015 Datum: D_MAGNA Posible presencia
Elipsoide: GRS-1980
OCÉANO
Origen de la Zona: Bogotá PAC ÍFICO
Figura 1. Distribución del oso andino en Suramérica. Tomado de Del Moral y Camaro (2011).
el 2013 se talaron 266,05 km2 de bos- Tabla 3. Número de municipios por CAR’s con
que andino (http://institucional.ideam. el posible porcentaje de presencia de osos. Ver
anexo 1 para abreviaturas.
gov.co/jsp/3179, 28 de enero de 2015),
hábitat fundamental para el oso y es
Nº MUNICIPIOS
posible que haya extinciones locales CAR’S DE LA
% DE
PRESENCIA
JURISDICCIÓN
en áreas no protegidas con poblacio-
nes pequeñas y aisladas. CORPOURABA 20 40
El oso se encuentra a lo largo de las
tres cordilleras (ver Figura 4) que ocu- CODECHOCO 21 66,7
km2
CORPOCESAR 24 41,7
Regional 7.212,08
CDMB 13 69,2
Local 802,91
CAS 74 29,7
Total protegido 39.416,41
CORPOBOYACA 91 28,6
Total 383.528,00
CORPOGUAVIO 8 75
* % del área protegida 10,28
CORPOCHIVOR 23 34,8
** Bosques naturales y secunda-
166.778,78
rios, herbazales y arbustales.
CAR 102 15,7
% de área protegida para osos 23,63
CORPORINOQUIA 61 54,1
*** Parques > 1.000 km2 45.536,00
CORPOMACARENA 14 50
Bosques naturales y
secundarios, herbazales y 126.092,47
arbustales fuera de parques CORTOLIMA 44 31,8
152
Rodríguez
75°0'0"W 70°0'0"W
A
JIR
UA
P OG
R
CO
10°0'0"N
R
CORPOCESA
PANAMÁ
CORP OU
CVS
CORPONOR
CSB
RA BA
CORANTIOQUIA CDMB
CAS
E
AR
A
RN
C
YA
CODECHOCO
CO
BO
CORPOBOYACA
O
RP
S
CO
DA
C AL
PO
5°0'0"N
R CORPORINOQUIA
CO
CORPOCHIVOR
CAR
CARDER
CORPOGUAVIO
Q
CR
CORTOLIMA
CVC
CORMACARENA
CAM
CRC
CORPONARIÑO
0°0'0"
CORPOAMAZONIA
BRAZIL
Figura 2. Jurisdicciones de las CAR’s de Colombia. Fuente: Cartografía IGAC (2012) y MADS.
Abreviaturas en anexo 1.
1920000
OCÉANO ATLÁNTICO
La Guajira
1720000
1720000
ico
Atlánt
Magdalena
Cesar
1520000
1520000
PANAMÁ
Sucre
Bolívar VENEZUELA
Córdoba
Nor
te de
San
ta
nder
1320000
1320000
Antioquia Santander
Arauca
Chocó
1120000
1120000
Boyacá
Casanare
Caldas
Risaralda
Cundinamarca Vichada
OCÉANO
ndío
PACÍFICO
Qui
Tolima
920000
920000
Valle del Cauca
Meta
Guainía
Huila
Cauca
720000
720000
Guaviare
Nariño
Caquetá Vaupés
Putumayo
520000
520000
320000
320000
Amazonas
BRAZIL
120000
120000
PERU
¯
-80000
-80000
Esri, HERE, DeLorme, MapmyIndia, © OpenStreetMap contributors, and the GIS user community
OCÉANO ATLÁNTIC O
FUENTES
DISTRIBUCIÓN DE OSO ANDINO
PARA COLOMBIA
Cartografía básica 1:100.000 (IGAC, 2012)
Información sobre distribución: Kattan et al. (2004) Convenciones
Distribución de Oso Andino OCÉANO
PACÍFICO
Figura 3. Distribución de los hábitats potenciales para oso andino. Fuente: tomado de
Kattan et al. (2004).
154
Rodríguez
Tabla 4. Porcentaje de participación de las AP con osos, por categoría y sistema montañoso. Fuente:
Vasquez y Serrano (2009).
% %
SISTEMA km2 % LOCALES %
NACIONALES REGIONALES
Tabla 5. Numero de AP por sistema y porcentaje de participación por categoría. Fuente: adaptado de
Vásquez y Serrano (2009).
TOTAL 130 47 56 27
Tabla 6. Nombre y tamaño de las áreas protegidas según categoría. Fuente: Vasquez y Serrano (2009).
Abreviaturas en anexo 1.
Doña Juana 655,44 RFP Volcán Azufral 12,88 RN Río El Estero 103,67
PNN
Galeras 82,26
La Planada 41,94
156
Rodríguez
Figura 4. Las cordilleras en Colombia. La zona oscura son los ecosistemas de alta montaña.
Fuente: Cartografía básica IGAC (2012).
MEDICINA
PRODUCTO USOS MAGIA RELIGIÓN ALIMENTO ORNAMENTO
TRADICIONAL
Ornamento, chamarreras,
Piel x
monturas, descanso
Carne Alimento x
Báculo Afrodisíaco x
158
Rodríguez
Tabla 9. Nombre y tamaño de las áreas protegidas según categoría de manejo, Cordillera Occidental.
Fuente: Vasquez y Serrano (2009). Abreviaturas en anexo 1.
Cuencas ríos
Paramillo 5.259,63 310,96
Aguita-Mistrato
AMERC
PNR
Munchique 471,3 Cuchilla de San Juan 131,95
Frontino 301,39
RFP
Páramo de Urrao 298,7
Yotoco 12,25
Tabla 10. Nombre y tamaño de las áreas protegidas según categoría de manejo, Cordillera Central.
Fuente: Vásquez y Serrano (2009). Abreviaturas en anexo 1.
Cerro Banderas
Los Nevados 606,35 249,14 Tarqui 13,29
PNR Ojo Blanco
Bellavista II 22,74
La Victoria 18,54
La Rinconada 8,19
El Bremen 5,09
El Trébol 4,79
Pradera 4,35
RFP
Cerro Bravo 3,43
La Gloria 2,28
Altamira-Maupaz 1,65
La Soledad-Potosi 1,25
El Toro 1,08
La Cima I y II 0,72
Corazón-California 0,69
La Palma 0,28
160
Rodríguez
Tabla 11. Nombre y tamaño de las áreas protegidas según categoría de manejo, Cordillera Oriental.
Fuente: Vasquez y Serrano (2009).
Alto Fragua Indi wasi 785,37 Páramo de Berlín 442,72 Alto Rio Choachal 1,59
DMI
Serranía de los
Catatumbo – Barí 1.606,79 3.849,66 El Zarpazo 28,53
Yariguíes
Bosques Húmedos
Chingaza 761,67 65,96 Las Abras 3,31
del Rasgón
Cordillera de Cerro Páramo
2.979,78 114,08 Páramo Alto Rio Gallo 2,34
los Picachos de Miraflores
Cueva de los PNR
75,05 La Siberia 283,56 Pilar y Sumapaz 46,15
Guacharos
Subpáramo
La Bolsa 26,99 Tequendama 0,42 0,35
Hoya Honda
Subpáramo
Cuchilla de Sucuncuca 17,63 Villa Emma o El Rosal 0,36 0,47
Quebrada Cuartas
Río Cravo Sur 47,6 La Corraleja I 1,4 SDFF Pantanos Colgantes 10,73
RN
Río Las Ceibas 133,08 La Despensita 0,45
Guanentá Alto
SFF 103,94 Villa Nueva I 1,34
Rio Fonce
Villarrica 0,55
162
Rodríguez
164
Rodríguez
Autónoma Regional del Guavio, del oso andino en la región del Guavio.
CORPOGUAVIO, sobre consolidado Gachala Cundinamarca. 232 pp.
implementación del programa oso
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Conjunto de herramientas de manejo proporción de sexos y aspectos
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y P. P. Contreras. 2011. Informe
Rodríguez E. D. y S. A. Reyes. 2014. Informe final presentado a la Corporación
técnico del convenio de cooperación no Autónoma Regional del Cesar
200-12-17-258, del 04 de septiembre CORPOCESAR, para la “Implementación
de 2014 suscrito entre la Corporación del plan de acción regional para
Autónoma Regional del Guavio, la conservación del oso andino
CORPOGUAVIO y la Fundación para la (Tremarctos ornatus) en la eco región
Investigación, Conservación y Protección Serranía del Perijá, en marco del
del oso andino Wii, para elaborar el “Plan programa nacional conservación de oso
de acción regional para la conservación andino, en el departamento del Cesar,
166
Rodríguez
Anexo 2. Tesis de grado realizadas en Colombia en los últimos diez años con el oso andino.
POSTGRADO
PREGRADO
DIANA ROJAS
2006 UPTC CAUTIVERIO
LADY COLMENARES
CLAUDIA NEISA
MARÍA OJEDA
2006 ECOLOGÍA
ANA PESCA
168
Rodríguez
Foto: D. Rodríguez.
Lámina 1a. Macho de oso andino (Tremarctos ornatus) a los 2.900 m.s.n.m. en el municipio de Junín, Cundinamarca. 2014.
Foto: L. Linares.
Foto: D. Rodríguez.
Lámina 1c. Tremarctos ornatus.
Foto: Anónimo.
Lámina 1d. Tremarctos ornatus, macho cazado en Jardín, Antioquia, norte de la cordillera occidental.
170
Capítulo 9. LA NUTRIA GIGANTE EN COLOMBIA
Introducción
Al igual que muchas otros grandes ver- La distribución actual de
tebrados que se enfrentaron a procesos P. brasiliensis en las cuencas del Ama-
de transformación y pérdida de calidad zonas y Orinoco en Colombia incluye
de su hábitat, las poblaciones de nu- tributarios de aguas negras y claras,
trias gigantes fueron reducidas seve- ríos de aguas blancas, confluencias,
ramente durante los años cincuenta y lagunas, madreviejas e incluso zo-
sesenta. Lo anterior no solo ocurrió en nas de rápidos en ríos como el Vau-
Colombia, sino también en todos los pés, Caquetá y Orinoco (Carrasquilla
países donde habitaban, debido a la in- 2002, Trujillo et al. 2006, Botello 2009,
tensa cacería a la que fueron sometidas Suárez 2010) (Lámina 1). Estas áreas
para comercializar sus pieles (Donadio de distribución natural de la especie
1978, Trujillo et al. 2006). Este fenóme- se han visto afectadas por la presen-
no se extendió tanto en la cuenca del cia humana y sus sistemas producti-
Orinoco como en la del Amazonas y ge- vos, principalmente por la expansión
neró extinciones locales, especialmente de la frontera agropecuaria y los mo-
en áreas cerca a centros urbanos como vimientos de poblaciones humanas,
Leticia, Inírida y Villavicencio. A par- consecuencia del desplazamiento por
tir de la prohibición de la cacería de el conflicto armado o los intereses eco-
esta especie en 1969, la ratificación de nómicos. Esto también ha creado con-
la Convención CITES en 1972 y la en- flictos, principalmente con pescadores,
trada en vigencia del decreto-ley 2811 ya que su limitada comprensión acer-
de 1974, donde se describieron las ca del deterioro de los ecosistemas y
normas para la administración, pro- el aparente aumento de población de
tección, aprovechamiento y comercio nutrias, los ha llevado a afirmar que
de los recursos naturales renovables las abundancias de peces están dismi-
del país, las poblaciones de las nutrias nuyendo dramáticamente en las áreas
gigantes comenzaron a mostrar una de alta presencia de esta especie. Este
recuperación gradual en ciertas regio- tipo de interacciones entre pesquerías
nes geográficas (Valbuena 1999, Bote- y depredadores acuáticos se está incre-
llo 2000, Carrasquilla y Trujillo 2004, mentando a lo largo de la cuenca del
Valderrama et al. 2010). De igual for- Amazonas, no únicamente con nutrias
ma sucedió en algunos países vecinos gigantes, sino también con delfines
como Perú, Bolivia, Ecuador y Brasil de río y caimanes (Bonilla et al. 2008,
(Carter y Rosas 1997, van Dame et al. Trujillo et al. 2010). A continuación,
2001, Rechearte y Bodmer 2009). Este se presenta la información recopilada
incremento aparente en las poblacio- durante los últimos diez años sobre la
nes y su área de distribución geográ- distribución, los conflictos con pesque-
fica, al igual que el desplazamiento de rías y la historia genética de las nutrias
muchas pesquerías hacia tributarios y gigantes en Colombia.
otros afluentes menores, ha causado
más interacciones y conflictos entre las Metodología
nutrias y los pescadores (Carrera 2003, Se consolidó información sobre la
Trujillo et al. 2006, Carrera 2007, presencia y distribución de la nutria
Rechearte et al. 2009, Rosas-Ribero et gigante en Colombia a lo largo de los
al. 201, Lima et al. 2014). últimos 15 años. Adicionalmente, se
172
Trujillo et al.
Figura 1. Ventanas v evaluadas para la nutria gigante (Pteronura brasiliensis). 1) Río Amazonas; 2) río
Putumayo y Cotué en la zona de Tarapacá; 3) río Caquetá; 4) río Cuduyarí; 5) ríos Meta, Bita y Orinoco;
6) estrella Fluvial de Inírida y 7) Casanare.
174
Trujillo et al.
Tabla 1. Resumen de tipos de conf lictos entre pesquerías y nutrias gigantes en las cuencas del
Amazonas y Orinoco en Colombia.
80
70
60
% RESPUESTAS
50
40
Negativos
Positivos
30
20
10
0
EFI Alto Putumayo Bajo Putumayo Medio Caquetá Río Amazonas
ÁREAS GEOGRÁFICAS
176
Trujillo et al.
%
30
parque Nacional Natu ral La Paya, 30
16
14
12
10
%
0
ae
ae
ae
ae
ae
ae
ae
ae
ae
ae
ae
da
da
id
id
id
id
id
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lid
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m
yt
en
Ch
lo
no
D
en
Lo
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Er
An
Pi
hi
Ct
Cy
ch
Se
oc
Au
Pr
178
Trujillo et al.
40
35
30
25
20
%
15
10
ae
ae
ae
ae
ae
ae
ae
da
id
id
lid
id
id
id
id
ri
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in
nt
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ac
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el
ip
Ci
en
os
m
yt
Ch
lo
en
Er
An
Pi
Ct
hi
ch
oc
Au
Pr
ORINOCO
6000
5000
TONELADAS
4000
3000
Bagres
2000
Peces de escama
1000
0
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
AÑOS
Figura 6. Datos de captura de peces (toneladas) tanto de escama como bagres en la cuenca
del Orinoco entre 1994 y el 2010. Basado en estadísticas pesqueras de CCI.
180
Trujillo et al.
AMAZONAS
10000
9000
8000
7000
TONELADAS
6000
5000
Bagres
4000
Peces de escama
3000
2000
1000
0
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
AÑOS
Figura 7. Datos de captura de peces (toneladas), tanto de escama como bagres en la cuenca
del Amazonas, entre 1994 y el 2010. Basado en estadísticas pesqueras de CCI.
el río Bita, para prevenir la pesca ilegal seguridad alimentaria de las comunida-
con grandes redes que afecta princi- des indígenas, que terminan haciendo
palmente a las poblaciones de pavones parte de la cadena de comercialización
(Cichla spp) y otras especies. Al igual de las especies que tradicionalmente
que en la Amazonia, el descenso de la eran para su consumo. Con lo percibi-
captura de bagres (Agudelo et al. 2000), do por la venta de estos peces terminan
ha significado mayor presión en cíclidos comprando latas de atún para sus fami-
y caraciformes que se venden en Vene- lias (Trujillo et al. 2003).
zuela. Para capturar estas especies, los En Colombia, las áreas de distri-
pescadores han incrementado la pre- bución original de las nutrias gigantes
sión en tributarios y lagos, donde por lo (Amazonia y Orinoquia), son zonas de
general se encuentran las nutrias gigan- difícil acceso y gobernabilidad (Ville-
tes. Desafortunadamente esta situación gas 2009, Galeano 2012). Ahí, los ha-
no ha sido bien documentada, a pesar bitantes han tenido que relacionarse
de las quejas de los habitantes que de- con los ecosistemas y sus componen-
penden de la pesca de subsistencia. tes de forma directa, muchas veces
Una situación similar ocurre en la sin un conocimiento previo, debido a
Estrella Fluvial de Inírida, donde se pre- que son inmigrantes de otras partes
senta un incremento en la captura de del país (Domínguez 2005) donde no
cíclidos y carácidos que son vendidos existen estos ecosistemas y/o especies.
principalmente en Venezuela (Trujillo Las nutrias gigantes, al ser especies
et al. 2014). Esta situación afecta la diurnas, gregarias, ruidosas, curiosas
Figura 8. Red de haplotipos de región control del ADN mitocondrial de nutrias gigantes
(Pteronura brasiliensis). Se incluyen localidades de muestreo en Colombia y los filogrupos
previamente definidos por Pickles et al. (2011). Haplotipos nuevos identificados en Colombia
corresponden a los números 42 – 54. Reimpreso con permiso de la revista Journal of Heredity.
182
Trujillo et al.
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184
Trujillo et al.
186
Trujillo et al.
188
Trujillo et al.
Foto: F. Trujillo.
Lámina 1a. Nutria gigante (Pteronura brasiliensis) en río de aguas negras.
Foto: F. Trujillo.
Foto: F. Trujillo.
Lámina 1c. Nutria gigante (Pteronura brasiliensis). Pareja en río de la Orinoquia.
Foto: F. Trujillo.
Lámina 1d. Nutria gigante (Pteronura brasiliensis) alimentándose de una piraña (Pygocentrus sp).
190
Capítulo 10. GRANDES VERTEBRADOS GUYANA VENEZOLANA
Abstract. The vast forests of the Guiana Shield have high potential for long-
term jaguar (Panthera onca), peccary (Tayassu pecari) and tapir (Tapirus
terrestris) conservation. These remote areas are the ancestral lands of in-
digenous tribes whose livelihood depends of subsistence hunting. In recent
years increasing population growth and sedentary life styles have increased local
hunting pressure of terrestrial vertebrates. Concerned about this situation, in 2004
Ye’kwana and Sanema communities in Venezuela’s Caura river watershed agreed to
protect the basins of some tributaries for inter-communal use and the protection of
wildlife populations (Sömajö). We conducted comparative studies, evaluating medium
and big sized vertebrates (>1 kg) in the Sömajö of the lower Ka’kada and in the influ-
ence areas of Ye’kwana and Sanema. The surveys were carried out in the dry sea-
sons of 2011, 2013 and 2014 in Ka’kada, Yudiña-Ayawaña and Anadekeña-Jüwütüña,
respectively. In each surveyed area between 52 and 58 camera trap stations were
installed. The encounter rates of tapirs, peccaries, anteaters and cracids (Aves: Galli-
formes, Cracidae) were higher in lower Ka’kada than those encountered around com-
munities. These results suggest that the Sömajö is achieving its protection functions,
maintaining a higher abundance of these species than the areas around communi-
ties. This highlights the importance and the potentials of indigenous territorial man-
agement on ancestral lands as a fundamental tool for effective wildlife conservation
in the Guiana Shield.
Key words. Subsistence hunting. Camera traps. Mammals. Birds. Guayana region.
Introducción
La cuenca del río Caura forma parte destinada a la explotación maderera
del bosq ue l luv ioso del Escudo por parte del estado venezolano, bajo
Guayanés venezolano y es un área vas- el criterio de rendimiento sostenido a
ta que se extiende a lo largo de 45.336 través de planes de manejo (Repúbli-
km2 al sur del río Orinoco. Se encuen- ca de Venezuela 1968). Dentro de la
tra dividida en su sección baja y alta cuenca del río Caura se encuentra el
por el Salto Pará, una caída de agua Parque Nacional Jaua-Sarisariñama
de 70 m de altura que impide la na- (3.300 km 2) (República de Venezue-
vegación desde su parte baja y que ha la 1979) y parte de los Monumentos
servido de protección a los bosques de Naturales Serranía de Maigualida
la sección alta. Así, ha mantenido en (2.600 km2) e Ichún-Guanacoco (900
relativo aislamiento a comunidades de km2) (República de Venezuela 1990).
las etnias Ye´kwana, Sanema y Höti, Aunque esto representa un alto gra-
quienes practican la pesca y cacería do de protección, entra en conf licto
de subsistencia como modos de vida con la designación de reserva forestal.
tradicionales (Silva 1996). Estas áreas protegidas existen desde
La cuenca del río Caura es un ba- 1979 y 1990, y no se encuentran bajo
luarte para la biodiversidad a una un manejo, vigilancia o control acti-
escala global y se encuentra catalo- vo por parte del Instituto Nacional de
gada como una Unidad para la Con- Parques (INPARQUES).
servación del Jaguar de la más alta Sectores de la sociedad civil han
prioridad (Rabinowitz y Zeller 2010). discutido acerca de la figura de re-
Forma parte de la Reserva Forestal serva forestal desde hace más de
del Caura, una Unidad Bajo Régimen una década, con el objetivo de lograr
de Administración Especial (ABRAE) una mejor protección. Además, las
192
Perera-Romero et al.
1
Izarra, S. Plan Caura apunta hacia la Área de estudio
protección ambiental y de los ciudadanos. Este estudio se llevó a cabo en tres
Correo del Orinoco, 8 de Junio de 2010. Acceso
25 Julio 2015. Disponible en: http://www. localidades: 1) la sección baja de la
correodelorinoco.gob.ve/ambiente-ecologia/ cuenca del r ío Ka´ kada (2011), u n
plan-caura-apunta-hacia-proteccion-ambiental- área no habitada y proteg ida por
y-ciudadanos/
2
Rangel, C. Gobierno va por su quinto plan las comunidades como “Sömajö”; 2)
contra la minería ilegal. Correo del Caroní, las áreas de inf luencia de las comu-
11 de Junio de 2014. Acceso 25 Julio 2015. nidades de etnia Sanema: Yudiña y
Disponible en: http://correodelcaroni.com/
index.php/politica/item/15018-gobierno-ensaya- Ayawaña (2013), y 3) las áreas de in-
quinto-plan-contra-la-mineria-ilegal-en-bolivar. fluencia de las comunidades de etnia
a. b.
Figura 1. a) Ubicación relativa de las diferentes áreas de estudio y b) disposición de las estaciones de
fototrampeo en cada una.
194
Perera-Romero et al.
a.
Localidad
Kakada
60 Yudiña-Ayawaña
Anadekeña-Juwutuña
TE Promedio ± 1 E. S.
40
20
0
Tayassu pecari Cuniculus Crax alector Myrmecophaga Tapirus Mitu Panthera onca Puma concolor
paca tridactyla terrestris tomentosa
b.
80
Localidad
Kakada
Yudiña-Ayawaña
Anadekeña-Juwutuña
TE Promedio ± 1 E. S.
60
40
20
Figura 2. Tasas de encuentro promedio (eventos.1000 noches-trampa-1 ) de algunas especies por loca-
lidad. a) Especies encontradas con mayor frecuencia en el Sömajö Ka’kada y b) especies encontradas
con mayor frecuencia en las comunidades.
196
Perera-Romero et al.
Tabla 1. Detalles del muestreo realizado para cada una de las localidades estudiadas.
Tabla 2. Eventos y tasas de encuentro promedio por especie para cada localidad. Diferencias significa-
tivas (Mann-Whitney U, p <0.05) entre tasas TE de X Ka’kada-Yudiña, O Ka’kada-Anadekeña,
Y Yudiña-Anadekeña
MAMÍFEROS
Didelphis
Didelphimorphia 4 2,17 ± 1,05 10 4,92 ± 2,08 18 12,86 ± 4,77
marsupialis
Cabassous
2 1,02 ± 1,02 0 0 ± 0 1 0,74 ± 0,74
unicinctus
Priodontes
5 2,76 ± 1,19 12 6,04 ± 1,99 3 1,96 ± 1,11
maximus
Myrmecophaga
Pilosa 50 26,48 ± 5,74 25 10,68 ± 2,49 20 14,41 ± 4,1
tridactyla
Leopardus
10 5,29 ± 1,87 5 1,82 ± 0,8 12 8,4 ± 2,71
pardalis
Carnivora
Leopardus
0 0 ± 0 3 1,78 ± 1,01 0 0 ± 0
wiedii
Herpailurus
0 0 ± 0 2 0,64 ± 0,45 2 1,49 ± 1,04
yagouaroundi
Tapirus
Perissodactyla 39 20,89 ± 3,74 17 7,04 ± 1,89 2 1,44 ± 1,01
terrestris XOY
Tayassu
110 58,06 ± 9,88 9 4,67 ± 2,04 0 0 ± 0
pecari XOY
Artiodactyla
Pecari tajacu Y 30 16,09 ± 3,89 25 11,46 ± 3,21 12 8,56 ± 3,6
Dasyprocta
214 113,74 ± 18,04 423 183,62 ± 28,58 205 144,35 ± 30,47
Rodentia leporina X
Myoprocta
51 27,02 ± 9,48 58 21,79 ± 9,56 25 18,22 ± 12,93
pratti
AVES
Tinamiformes
Tinamiformes 9 4,87 ± 2,97 34 16,08 ± 3,83 41 29,04 ± 6,92
XO
Penelope
3 1,08 ± 1,08 3 1,17 ± 0,68 13 9,23 ± 3,19
jacquacu O Y
Crax alector
54 29,1 ± 4,76 38 20,2 ± 6,82 33 23,47 ± 9,12
XO
Psophia
Gruiformes 87 46,38 ± 10,53 73 30,41 ± 6,72 67 46,47 ± 12,61
crepitans
198
Perera-Romero et al.
a.
Tayassu pecari *
Tapirus terrestris *
Mitu tomentosa
Myrmecophaga tridactyla
Cuniculus paca
Mazama sp.
Myoprocta pratii
Tayassu tajacu
Crax alector *
Psophia crepitans
Cabassous unicintus
Priodontes maximus
Penelope jacquacu
Didelphis marsupialis
Tinamiformes *
Dasyprocta leporina
Dasypus sp.
b.
Puma concolor
Panthera onca
Eira barbara
Leopardus weidii
Puma yaguaroundi
Nasua nasua
Leopardus pardalis
Cerdocyon thous
-6 -4 -2 0 2 4 6
Figura 3. Diferencias en tasas de encuentro promedio entre Ka’kada y las comunidades. a) Especies
no carnívoras y b) especies carnívoras. Los valores positivos muestran que las TE son mayores en
Ka’kada, mientras que los valores negativos indican TE mayores en las comunidades. Las líneas
punteadas agrupan especies con diferencias en valor absoluto menor a dos unidades.
Tabla 3. Especies organizadas por las diferencias en Tasas de Encuentro (TE) entre Ka’kada y
comunidades. * Indica diferencias significativas entre Ka’kada y ambas comunidades. Se muestran
aquellas especies cuyas TE promedio fueron mayores en el área sometida a una menor presión de
cacería (Sömajö Ka’kada), aquellas con TE mayores en las comunidades, y aquellas que no mostra-
ron grandes diferencias. Para esto se consideraron valores absolutos menores a 2 unidades.
Leopardus wiedii
Tayassu pecari *
Pecari tajacu
Myoprocta pratti
Cuniculus paca
Psophia crepitans
de cola blanca (Crax alector) (Figura Ka’kada dejan ver que la mayoría de
3, Tabla 3). De igual modo se regis- los grandes vertebrados se encuen-
traron mayores TE en Ka’kada (aun- tran con más frecuencia en el Sömajö.
que no significativas), para la pava Los registros del tapir, báquiro de ca-
de cola colorada (Mitu tomentosum), chete blanco y el paují de cola blanca
el oso hormiguero (Myrmecophaga fueron significativamente mayores en
tridactyla), la lapa (Cuniculus paca), Ka’kada en comparación con las de-
los venados (Mazama spp.), el picurito más áreas. Esto concuerda con la per-
rabudo (Myoprocta pratti), el báquiro cepción comunitaria documentada en
de collar (Pecari tajacu) y las grullas entrevistas y talleres sobre el estado
(Psophia crepitans), así como para gran- de la fauna alrededor de sus comuni-
des carnívoros como el jaguar (Panthera dades (Perera-Romero y Palma 2012
onca), el puma (Puma concolor) y el hu- a, b, c, Perera-Romero et al. 2012),
rón (Eira barbara). donde se reportó que estas especies
junto con el paují de cola colorada, la
Discusión pava rajadora (Aburria cumanensis),
Los resultados obtenidos represen- las grullas, la lapa, el báquiro de co-
tan el primer punto de información llar (Pecari tajacu) y el mono araña de
para grandes vertebrados del alto vientre amarillo (Ateles belzebuth), se
Caura. Las diferencias en las tasas encontraban antes con mucha faci-
de encuentro entre comunidades y lidad en los bosques de Anadekeña,
200
Perera-Romero et al.
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202
Perera-Romero et al.
204
Perera-Romero et al.
Anexo 1. Listado de especies registradas por foto-trampeo en las diferentes áreas de estudio.
YUDIÑA- ANADEKEÑA-
ORDEN GENERO ESPECIE KA´KADA
AYAWAÑA JÜWÜTÜÑA
MAMÍFEROS
Didelphis marsupialis x x x
Didelphimorphia Didelphidae
Metachirus nudicudatus* x x
Cabassous unicinctus x x
Priodontes maximus x x x
Myrmecophaga tridactyla x x x
Pilosa Mymecophagidae
Tamandua tetradactyla* x x
Leopardus pardalis x x x
Carnivora
Leopardus wiedii x
Puma concolor x x x
Panthera onca x x x
Tayassu pecari x x
Tayassuidae
Pecari tajacu x x x
Artiodactyla
Mazama americana x x x
Cervidae
Mazama gouazoubira x x x
x x x
Sciuridae Sciurus spp.*
x x
Dasyprocta leporina x x x
Dasyproctidae
Myoprocta pratti x x x
AVES
Buteogallus urubitinga* x
Falconiformes Accipitiridae
Daptrius ater*
Tigrisoma lineatum* x x
Mesembrinis cayannensis* x
Leptotila rufaxilla* x x
Columbidae
Geotrygon montana* x x
Anexo 1. Continuación.
Penelope jacquacu x x x
Pipile pipile* x
Galliformes Cracidae
Mitu tomentosum x x x
Crax alector x x x
Pteroglossus torquatus* x
Piciformes Ramphastidae
Ramphastos tucanus* x
206
Perera-Romero et al.
Fotos: Programa Caura-Wildlife Conservation Society.
208
Capítulo 11. FELINOS EN CARIBE COLOMBIANO
large felines and perhaps one that has the greatest impact on mortality of
individuals at the hands of farmers, ranchers and communities. Thanks
to the implementation of PCFC it has been possible to know and under-
stand, with greater precision, the prominent role of felines as bioin-
dicator species, as well as the socio-environmental conflicts associated
with these species.
Introducción
Durante los últimos años las investiga- con irrupción de especies domésticas,
ciones realizadas en la región del Cari- especialmente cuando también se hace
be demuestran que existen numerosos uso de franjas ecotonales (Castaño-Uri-
problemas de conservación del patri- be y González Maya 2012).
monio biodiverso y silvestre de nues- Es evidente, que las áreas prote-
tro país, especialmente en las áreas de gidas son una estrategia muy efectiva
transición entre paisajes protegidos y para conservar espacios naturales y es-
zonas de uso agropecuario o urbano. pecies silvestres, así como asegurar los
La fragmentación y la pérdida de há- servicios ecológicos que estos prestan,
bitat se han catalogado como una de no obstante, resulta indudable que en
las amenazas más importantes para muchas regiones del país, independien-
la biodiversidad y la sostenibilidad del temente de su nivel de representativi-
desarrollo territorial y la disminución dad, estas son insuficientes o su tamaño
progresiva de bienes y servicios del no permite que muchas especies cum-
país (Payán y Castaño-Uribe 2013). plan con funciones de autorregulación.
Los estudios adelantados conjun- Por ejemplo, conservación Internacio-
tamente entre autoridades ambienta- nal y FHAC (2010) obtuvieron mayores
les regionales, el Sistema de Parques valores de riqueza de especies de ma-
Nacionales y algunas organizaciones míferos medianos y grandes, fuera de
no gubernamentales, que avanzan en las áreas protegidas que dentro de las
la implementación del Plan de Con- mismas (Figura 1), sobretodo en la zona
servación de Felinos del Caribe, han relacionada con los Montes de María
podido conocer y entender, con mayor (sectores de Guáimaro y Perico, Cerro
precisión, el papel destacado de los fe- Toro y Cerro Maco).
linos como especies bioindicadoras del En el caso de los felinos, los mayo-
estado de los ecosistemas, señalando res problemas que se presentan para su
los desajustes que pueden observarse sobrevivencia están asociados al estran-
cuando hay desarreglos en sus reque- gulamiento que viven hoy las áreas pro-
rimientos de movilidad y distribución, tegidas por la afectación en sus áreas
así como también los conflictos entre circunvecinas (zonas amortiguadoras),
los entornos, ya que generalmente es- las cuales escasamente cumplen el fac-
tos se encuentran en medio de una tor regulador que demanda la ley como
cobertura boscosa y una matriz del pai- atenuadoras de impactos en áreas nú-
saje intervenido por causas antrópicas cleo de conservación, debido entre otros
210
Castaño-Uribe et al.
a.
b.
Tabla 1. Relación de casos de muertes de jaguares (Panthera onca) documentados entre el 2010 y 2015.
Fuente: FHAC.
SEXO
DEPARTAMENTO MUNICIPIO CORREGIMIENTO AÑO MOTIVO
MACHO HEMBRA
Guajira Fonseca Corralejas 2010 x Retaliación
Guajira Fonseca Puerto López 2010 x Retaliación
Guajira Riohacha Barbacoas 2011 x Retaliación
Guajira Fonseca Conejo 2012 Retaliación
Guajira Fonseca Conejo 2012 Retaliación
Guajira Dibulla Pénjamo 2014 x Retaliación
Magdalena Ciénaga Siberia 2014 Miedo
Magdalena Ciénaga Siberia 2014 Retaliación
Cesar Mariangola Mariangola 2014 x Retaliación
Magdalena Ciénaga San Pedro de la Sierra 2015 x Retaliación
Atropella-
Magdalena Ciénaga La Isabel 2015 x
miento
Guajira La Jagua del Pilar El Plan 2015 x Retaliación
Guajira La Jagua del Pilar El Plan 2015 x Retaliación
aspectos, a que no existe aún un marco muy pocas áreas de transición de há-
regulatorio eficaz para estas áreas que bitat permanente. Casi todas ellas son
están en proceso de transformación áreas del sistema de Parques Naciona-
antrópica y presentan un alto nivel de les y zonas de expansión de actividades
fraccionamiento, el cual es acelerado agropecuarias o urbanas en algunos
por las diferentes formas de uso del sue- casos (PNN Katios, PNN Paramillo, PNN
lo (Payán y Borrego 2005). Sierra Nevada de Santa Marta,) así
FHAC en asocio con Conservación como otras áreas que están en proceso
Internacional, decidió iniciar en año actual de declaratoria como la Serranía
2007 un trabajo amplio y de largo al- de San Lucas y La Mojana.
cance para poder caracterizar y gestio- Las áreas núcleo, sus zonas amor-
nar adecuadamente el problema de los tiguadoras y los débiles corredores que
felinos en la región norte de Colombia, eventualmente las conectan en la ac-
en asocio con las autoridades ambien- tualidad, cada vez presentan mayores
tales nacionales y regionales (Parques problemas de fragmentación. En los
Nacionales y Corporaciones autónomas últimos años (2007-2015) los conflic-
regionales). Como parte de este esfuer- tos entre humanos y grandes felinos
zo se cuenta hoy con un Plan de Con- han ido en aumento hasta niveles que
servación de Felinos del Caribe (PCFC) podrían demostrar que es una de las
el cual es una estrategia inter-institu- áreas del país con mayor cantidad de
cional para investigar y lograr gestión muertes de grandes carnívoros por
en la región, considerando que esta es causa de la retaliación, o por lo menos
una de las áreas con mayores dificul- donde se está haciendo un monitoreo
tades para la conservación de grandes más amplio de estas circunstancias.
felinos y quizás una de las que presen- Gracias a la estrategia interinstitucio-
ta mayor incidencia en la mortalidad nal relacionada con el PCFC, en hechos
de animales a manos de campesinos, verificables se han recuperado desde el
hacendados y comunidades, como re- 2010 no menos de 27 casos de muertes
sultado del conflicto generado entre las de jaguares y pumas (Tabla 1).
212
Castaño-Uribe et al.
Figura 2. Esquema metodológico del plan de Conservación de Felinos del Caribe que ha venido
aplicándose en diferentes regiones del Caribe. Fuente: FHAC-ProCAT (2013).
Tabla 2. Especies por familia y orden de mamíferos registrados para la media y baja Guajira.
ORDEN FAMILIA ESPECIE NOMBRE COMÚN
Dasyproctidae Dasyprocta punctata Ñeque
Cuniculidae Cuniculus paca Guartinaja
Rodentia
Sciuridae Sciurus granatensis Ardilla
Hidrochaeridae Hidrochoerus isthmius Ponche
Canidae Cerdocyon thous Zorro perro
Felidae Puma yaguaroundi Leoncillo
Puma concolor Puma
Leopardus pardalis Tigrillo
Carnivora Panthera onca Tigre
Leopardus wiedii Tigrillo lanudo
Procyonidae Procyon cancrivorus Zorro cangrejero
Mustelidae Conepatus semistriatus Mapurito
Eira barbara Zorro viejo
Marsupialia Didelphidae Didelphis marsupialis Chucha
Lagomorpha Leporidae Sylvilagus floridanus Conejo
Cingulata Dasypodidae Dasypus novemcinctus Armadillo
Artiodactyla Tayassuidae Tayassu tajacu Saíno
Cervidae Mazama americana Cauquero
Parques Nacionales y una serie de insti- que declinó totalmente en el 2006 de-
tuciones y organizaciones no guberna- bido a la cacería furtiva y deportiva por
mentales entre las cuales se encuentra retaliación de los ganaderos, quienes
ProCAT y Panthera, entre otros. pusieron precio a su cabeza, tal como
En total se han realizado muestreos se logró documentar en el Plan de Or-
con cámaras-trampa correspondientes a denamiento de la Cuenca Hidrográfica
5.034 noches-trampa en 41 localidades del Canal del Dique (CI-Cardique 2006).
de los seis departamentos. Hasta el mo-
mento se han registrado 28 especies de Desde 2008 hasta la fecha, se avan-
mamíferos terrestres medianos y gran- zó con Parques Nacionales, en una
des y las cinco especies de felinos espera- gran cantidad de iniciativas, primero
das para el Caribe (2008-2013) (Tabla 2). de caracterización y definición de pre-
sencia-ausencia y abundancia relativa
Estudios de caso de felinos, y luego definiendo estrate-
Para propósitos de este análisis, se con- gias de trabajo educativo y cultural con
sideraran dos estudios de caso, donde la población local, focalizando en San
más se han desarrollado las diferentes Juan Nepomuceno, el Santuario de Co-
acciones en estos últimos cinco años lorados y su zona amortiguadora una
y donde se han aplicado las múltiples gran cantidad de acciones que lograron
estrategias del PCFC, gracias a los consolidar la definición del Corredor de
esfuerzos institucionales de Parques Conservación del Tigre Malibú. Dichas
Nacionales y las Corporaciones Autó- acciones incluyeron: análisis ecológicos
nomas Regionales, tal como se presen- de las poblaciones de felinos; abundan-
ta a continuación. cia relativa, ocurrencia y distribución;
A. Montes de Maria (Bolívar/Sucre). modelos de hábitat potencial; tipología
Incluyendo parte de las estribaciones de conflictos; identificación y rescate
hacia el rio Magdalena, por el costado de sitios arqueológicos asociados a la
oriental y el Canal del Dique hasta su figura del jaguar en la zona amortigua-
Delta en el costado noroccidental. El dora del SFF de Colorados; formula-
PCFC inicia en el 2007 un proceso de ción de estrategias de conservación de
caracterización y diseño de un Corre- la biodiversidad a través de estableci-
dor de Conservación entre el de San- miento de áreas protegidas locales y
tuario de Flora y Fauna (SFF) Montes regionales, ampliación de los PNN exis-
de Colorados y SFF Corchal, conside- tentes, establecimiento de corredores
rando los requerimientos de profun- de conectividad y micro-ordenamiento
dizar y conocer mejor las condiciones predial con campesinos y grandes fin-
y elementos biológicos y ecológicos queros, entre otras acciones.
presentes en particular, relacionados En este contexto se ha trabajado
con la información que se había tenido ininterrumpidamente con muchas ins-
oportunidad de adelantar y obtener en tituciones, empresas y autoridades, así
relación con la presencia del jaguar en como con la comunidad y los actores
los últimos años, que desde Montes de locales con la idea de ampliar las opor-
Maria bajaba hasta el Delta del Canal tunidades de conservación de los gran-
del Dique. Dicha presencia, en determi- des felinos en Montes de Maria y de las
nadas épocas del año, se mantuvo cons- Áreas Protegidas (AP), que de alguna
tante durante los años 50 a 90 hasta manera no están pudiendo cumplir con
214
Castaño-Uribe et al.
Tabla 3. Registro de información fotográfica para Panthera onca. Fuente: FHACC (2013).
HORA
LOCALIDAD MUNICIPIO N W FECHA ESPECIE CAPTURA OBSERVACIONES
(24H)
Camino pedregoso en loma.
Barbacoa Riohacha 11°13.746 72°57.367 7/5/2012 Jaguar 6:36 Bosque seco secundario en
regeneración de 30 años.
Remanente de agua (pozo),
en una microcuenca en la
Barbacoa Riohacha 11°13.266 72°57.349 7/2/2012 Jaguar 5:29:45 finca La Soledad. Horas antes
había llovido, viéndose cambios
en la cantidad de agua.
Remanente de agua (pozo), en
una microcuenca en la finca
Barbacoa Riohacha 11°13.266 72°57.349 7/4/2012 Jaguar 19:15:28 La Soledad. Horas antes había
llovido, viéndose cambios en la
cantidad de agua disponible.
Bosque en ladera de montaña
en buen estado de conservación.
A 200 m hay afloramiento de
El Molino El Molino 10°40.233 72°49.694 5/31/2012 Jaguar 22:48
agua. Este sitio corresponde
a uno de los “sesteaderos”
del ganado en esta finca.
216
Castaño-Uribe et al.
Figura 3. Porcentaje de eventos de depredación por especie de animales domésticos. Fuente: FHAC (2013).
218
Castaño-Uribe et al.
Bibliografía
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Fundamentos para la aproximación de conservación con enfoque
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Castaño-Uribe, C., J. F. González-Maya,
S. A. Balaguera-Reina, D. A. Zárrate- CORPOGUAJIRA y FHAC. 2009.
Charry, A. Cepeda y C. Ange. 2010. Monitoreo comunitario para la
Lineamientos metodológicos, estado de planificación de la conservación:
220
Castaño-Uribe et al.
Lámina 1a. Jaguar (Panthera onca), finca piloto Cuestecita. Lámina 1b. Piel de jaguar, Dibulla, febrero 2014.
Lámina 2c. Proceso colonización en Perija. Lámina 2d. Manglares San Onofre-Canal del Dique.
224
Capítulo 12. JAGUARES Y GRANDES MAMÍFEROS AMAZONAS
Introducción
En la Amazonia los procesos de des- par de metros. Pero el ajuste de un mo-
trucción y transformación están cre- delo estadístico robusto a los datos de
ciendo a grandes pasos (Laurance et al. cámaras trampa cambió este panorama
2001, Soares-Filho et al. 2006) y con (Karanth 1995, Otis et al. 1978).
una red de áreas protegidas insuficien- El uso de cámaras trampa ha per-
te (Bruner et al. 2001, Peres y Terborgh mitido detectar especies crípticas a
1995, Rodrigues et al. 2004), el papel cualquier hora de la noche, reconocer
en conservación de las áreas no prote- animales marcados naturalmente (pun-
gidas toma gran relevancia (Schwartz- tos, rallas y rosetas) y por lo tanto, rea-
man y Zimmerman 2005, Soares-Filho lizar inventarios de especies, así como
et al. 2006). Por lo tanto, para poder estimaciones de abundancia y densi-
desarrollar acciones de conservación dad (Kelly 2008, Rowcliffe y Carbone
a nivel de paisaje es necesario evaluar 2008, Tobler et al. 2008). Hoy en día, el
la contribución de las áreas no prote- foto-trampeo es posiblemente la técni-
gidas en cuanto a la protección de la ca más efectiva para estimar parámetros
biodiversidad regional (Gardner et al. poblacionales de felinos manchados y
2007a, Nepstad et al. 2006). Ignorar el rayados en bosques tropicales (O’Connell
valor de las áreas no protegidas causa- et al. 2011, Rowcliffe y Carbone 2008).
ría un abandono de estas en medio de El Amazonas es el ecosistema más
un incremento de la presión humana y importante para la supervivencia de
niveles mayores de explotación, lo cual los grandes mamíferos de bosques
podría llevar a que las áreas protegi- bajos neotropicales (Sanderson et al.
das queden como islas en un paisaje de 2002), pero increíblemente no hay
aprovechamiento humano (Gardner et muchos datos sobre el estado de po-
al. 2007a, Wells et al. 2007). blaciones más allá de datos asociados
Los datos básicos sobre la abundan- al impacto del consumo de carne de
cia de los animales son necesarios para monte (Payán 2009, Peres 1996b, Pe-
tomar decisiones acertadas, basadas res y Palacios 2007). El conocimiento
en información y que sean relevantes sobre la presencia y el estado pobla-
para acciones de manejo y conserva- cional de estas especies es clave, ya
ción (Gardner et al. 2007c, Olifiers et al. que son las especies focales por exce-
2005). La ausencia de datos robustos de lencia (Boutin 2005, Ray 2005, Ripple
poblaciones de grandes mamíferos sel- et al. 2015). Los cambios en presencia
váticos están asociados a las dificultades y abundancia de carnívoros repercute
de seguimiento de las especies por sus en el incremento de presas, general-
hábitos crípticos y lo inadecuado de las mente herbívoros y meso-depredado-
técnicas de muestreo existentes (Mills res (Terborgh y Estes 2010, Terborgh
1996, Silveira et al. 2009). Los conteos de et al. 2001) y los grandes herbívoros
rastros difícilmente pueden ir más allá de influyen en la diversidad, estructura
detectar presencia y ausencia (Karanth y funcionamiento de los ecosistemas
et al. 2003), y los avistamientos directos (Gordon et al. 2004).
con modelos de distancia requieren de El trapecio amazónico colombiano
enormes esfuerzos de muestreo (Carrillo ha sido identificado como una prio-
et al. 2000) y son poco viables con ani- ridad de investigación a nivel nacio-
males donde la visibilidad no supera el nal (Fandiño-Lozano y Wyngaarden
226
Payán y Escudero
228
Payán y Escudero
230
Payán y Escudero
CATEGORÍA
NOMBRE PESO PROMEDIO
NOMBRE COMÚN GLOBAL DE IAR FOTOS
CIENTÍFICO ADULTOS (kg)
AMENAZA UICN
Priodontes
Ocarro 26 LC 0,18 2
maximus
Mazama
Venado colorado 25 DD 1,41 16
americana
Mazama
Soche gris 18 LC 0,35 4
gouazoubira
Leopardus
Ocelote 10 Vu A2cd 0,27 3
pardalis
232
Payán y Escudero
Bibliografía
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Redford, R. Steneck, y J. Berger (Eds.) Conservation Biology 14: 1580-1591.
234
Payán y Escudero
236
Payán y Escudero
238
Payán y Escudero
240
Payán y Escudero
Foto: E. Payán.
Foto: N. Regnier.
Lámina 1b. Puma (Puma concolor). Nótese la condición Lámina 1c. Venado colorado (Mazama americana).
del revelado de la foto por la humedad.
Lámina 1d. Perro de orejas cortas (Atelocynus microtis). Lámina 1e. Armadillo gigante (Priodontes maximus).
Foto: E. Payán.
242
Capítulo 13. CORREDOR JAGUAR COLOMBIA
Abstract. Conservation of jaguars (Panthera onca; 90 kg; NT), the largest wild-
cats in the Americas, in unprotected lands requires implementation of strategies
to favor local communities and jaguar conservation. In 2011 we designed and im-
plemented a functional and structural corridor for jaguar conservation through a
series of incentives to the local community in the Municipality of Tame in the De-
partment of Arauca, bordering the Cocuy National Park (CNP). We used occupancy
modeling to identify key jaguar conservation sites in the study area (76 cells; 25
km2) and conducted 360 interviews with local people. Jaguars were detected in
56,57% of the sampling units. Prey species were detected in 76,32% - 78,95% of the
sampling units. Probability of habitat use was modeled for jaguar and collared
peccary (Pecari tajacu) using a single state model with seven covariates: propor-
tion of forest, proportion of crops/plantations, proportion of grasslands, distance to
Introducción
La conservación del jaguar en áreas no jurisdicción del municipio de Tame,
protegidas requiere de la investigación departamento de Arauca (Figura 1),
e implementación de estrategias que se realizó un proceso de identificación
favorezcan la calidad de vida de las co- de zonas estratégicas para la conser-
munidades locales y la conservación vación del jaguar siguiendo un diseño
del jaguar in situ. Con este objetivo se sistemático de entrevistas que inclu-
diseñó una estrategia de implemen- yeron preguntas relacionadas con la
tación de un corredor estructural y presencia del jaguar y sus principales
funcional para la conservación del ja- presas, la percepción de la comunidad
guar a través de una serie de incenti- local hacía el jaguar y las principales
vos para la comunidad local en el área amenazas para su conservación.
de amortiguación del Parque Nacional El área de estudio fue divida en 76
Natural El Cocuy (PNN El Cocuy), en el grillas de 5 x 5 km teniendo en cuenta
municipio de Tame, Departamento de el rango de hogar de la especie (Zeller
Arauca en Colombia. El diseño del co- et al. 2011). Se entrevistaron 261 per-
rredor biológico busca contribuir al flu- sonas que representaron 360 entrevis-
jo de especies de flora y fauna entre el tas netas en 57 cuadrículas (75%), 26
ecosistema de bosque subandino y los veredas, dos municipios y dos depar-
ecosistemas de bosque basal de tierras tamentos. El rango de residencia de los
bajas y sabana de piedemonte, asegu- entrevistados en el área de estudio va-
rando el hábitat y la disponibilidad de rió entre los 2 meses y 71 años, y el in-
presas para el jaguar (Lámina 1a). tervalo de edad entre los 16 y 87 años.
244
Díaz-Pulido et al.
246
Díaz-Pulido et al.
Figura 3. Distribución actual de las principales presas naturales del jaguar (Panthera onca) en la zona
de amortiguación del PNN El Cocuy, municipio de Tame, Arauca.
del jaguar (67,8%) y son renuentes a al mes/12 veces al año) y muy frecuente
la idea de conservarlos en sus fincas. (observada más de una vez por mes/13
Entre los sentimientos mencionaron veces al año o más). Teniendo en cuenta
el miedo, que es un animal peligroso que una frecuencia alta de esta especie
y dañino al que hay que matar porque representa una alta disponibilidad de
se come los animales de la gente. Los alimento para el jaguar y por lo tanto,
entrevistados más intolerantes fueron un hábitat más apropiado para la espe-
los que han tenido en sus fincas even- cie, la probabilidad de uso de hábitat se
tos de depredación y coinciden con la calculó teniendo en cuenta la categoría
zona del piedemonte. Los entrevistados “muy frecuente”.
en la zona de la sabana se mostraron Las covariables que influyeron en
más abiertos al diálogo sobre la con- el uso de hábitat del jaguar y el peca-
servación del jaguar. Adicionalmente, el rí en el modelo desarrollado fueron:
5,7% de los entrevistados se muestran proporción de bosque, proporción de
algo tolerantes frente a la presencia del cultivos, proporción de pastizales, dis-
jaguar en sus zonas, siempre y cuando tancia a ríos, distancia a vías, distancia
el animal no les haga daño y se esta- a áreas protegidas y elevación. Las sie-
blezcan estrategias que mitiguen los te covariables fueron utilizadas para
eventos de depredación en sus fincas. generar modelos de estado simple para
cada una de las especies.
Definición del área de Modelo: Logit = a1 + a2 x
implementación del Corredor Jaguar variable i
La información actual e histórica so- Posteriormente, se seleccionaron
bre el jaguar y sus presas en la región los modelos cuyos coeficientes fue-
permitió realizar el siguiente paso para ron significativos (95% de confianza)
la definición del Corredor Jaguar a es- y su relación concordara con el cono-
cala local. Se utilizaron los programas cimiento ecológico de la especie. En el
Presence 3.1 (Hines 2006) y ArcGIS 9.3 caso del jaguar, se seleccionaron dos
(ESRI 2008) para validar la presencia covariables relevantes (proporción de
del jaguar en el corredor diseñado por bosque y la distancia a áreas protegi-
Rabinowitz y Zeller (2010). Se calculó das) y se promediaron ambos modelos.
la probabilidad de uso de hábitat ( ) a El estimado en el modelo de la pro-
partir de los datos de presencia/ausen- porción de bosque estuvo correlaciona-
cia obtenidos para el jaguar en el último do positivamente con ; lo contrario
periodo de tiempo evaluado (2010- sucedió con el modelo de la distancia
2011), y la frecuencia de observación a áreas protegidas, donde se obser-
de la especie Pecari tajacu, considerada vó una correlación negativa (Tabla 1).
uno de los ítems dietarios más impor- Para el caso del pecarí, la covariable
tantes en la dieta del jaguar (Núñez et de proporción de cultivos no fue tenida
al. 2000, Garla et al. 2001, Polisar et al. en cuenta porque, de acuerdo con los
2003, Novack et al. 2005, Weckel et al. entrevistados en el área de estudio, los
2006). En el caso del pecarí, se definie- individuos de esta especie se encuen-
ron cuatro categorías de frecuencia de tran muy frecuentemente cuando hay
observación: ausente (no observada), cosechas de maíz o yuca, siendo estas
rara (observada una vez al año), común épocas del año el tiempo en que más
(observado dos veces al año a una vez los ven. A partir de esto, la distancia a
248
Díaz-Pulido et al.
Tabla 1. Modelos de uso de hábitat seleccionados para jaguar (Panthera onca) y pecarí (Pecari tajacu)
en la zona de amortiguación del PNN El Cocuy, municipio de Tame, Arauca.
Figura 4. Cuadrículas seleccionadas para fortalecer la continuidad del Corredor Jaguar identificado
en el Municipio de Tame, Arauca.
250
Díaz-Pulido et al.
252
Díaz-Pulido et al.
Tabla 2. Número de potreros actuales y proyectados para cada una de las fincas piloto.
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254
Díaz-Pulido et al.
Foto: S. Winter.
Lámina 1d. Pecarí labio blanco (Tayassu pecari).
258
Capítulo 14. CONSERVACIÓN JAGUARES PANTANAL
Abstract. Ranching represents one of the few land uses in which conservation
goals can be advanced. The approximately 950.000 km2 of Bolivian, Brazilian,
Colombian, Paraguayan and Venezuelan savannas that are privately owned and
dedicated to meat production could provide models for wildlife conservation.
Tourism is an important sector of today´s economy and can be the solution to
some environmental problems like the retaliatory hunting and the fear and loss-
es that are generated by the domestic animals predation. We present four case
studies (Fazenda San Francisco, Refugio Ecológico Caimán, Fazendas Jofre Velho
and São Bento) of cattle ranches in which tourism co-exists with cattle husbandry,
using the jaguar (Panthera onca; 70 kg; NT) as a flag species. Two ranches have
active tourism facilities (Miranda Pantanal in the south) and the two functions as
jaguar protection centers (Poconé Pantanal in the north). Ranches have different
husbandry and tourism systems. Our results show that losses caused by large felid
predation on cattle do not exceed 4,11% in the northern areas of the study and
3,7% at Fazenda San Francisco. Revenues produced by tourism largely exceed
losses produced by predation. This model could be replicated in other areas of
Pantanal or flooded savannas, in which ranchers could profit from the presence
of jaguars in their land, favoring conservation by decreasing retaliation hunting
due to predation. Besides the income increase generated for owners and local res-
idents, an increase in jaguar and natural prey populations, and a change in their
attitude would be achieved, because the cease of fear and hate of the jaguar due to
the domestic animals predation problems, with the jaguar becoming a respected
benefactor of their standard of living and education.
260
Hoogesteijn et al.
Métodos
El estudio sigue un diseño de estudio de
caso (Yin 1994). Se seleccionaron ha-
ciendas que tuvieran tres criterios: (1)
una explotación ganadera, (2) presen-
cia y observación de jaguares y (3) ex-
plotaciones turísticas. Los datos fueron Figura 1. Mapa correspondiente al perímetro
obtenidos mediante entrevistas abier- del Pantanal brasilero, en el que se destaca
tas parcialmente estructuradas con la ubicación de los cuatro propiedades: A -
Fazenda Jofre Velho; B - Fazenda São Bento;
asociados, dueños o administradores C – Refugio Ecológico Caimán; D - Fazenda
durante el trabajo profesional y visitas San Francisco.
Infraestructura ganadera
Ganadería
Caiman 20.000 a
(levante)
Estación
17°17’43.59’’S 100 Infraestructura ganadera <200 2,5%
experimental
56°46’44.58’’O
Estación
17°25’46.02’’S 267 Terraplenes 4.000 1,5-2%
experimental
56°40’7.67’’O Carreteras
Tabla 2. Características de la explotación turística para las haciendas estudiadas. En todas las
fazendas la cacería está estrictamente prohibida y no hay presencia de perros.
TARIFA
VISITANTES / AÑO
DIARIA PROYECTOS
FAZENDAa CAMAS ATRACCIONES
CONSERVACIÓN
(APROX.) US$
Observación fauna
Fareo nocturno
Paseo bote, kayak, caballo
San Francisco 42 8000 150 Gadonça, Arara azul
Bicicleta, vehículo
Carne a la brasa
Pesca
Estación Experi-
Hostales Paseo en bote, observación
Jofre Velho 6000 300 mental – Estrategias
(10) jaguar / fauna
anti-depredación
262
Hoogesteijn et al.
Figura 2. Mapa perimetral de la hacienda Fazenda San Francisco. La línea negra presenta los bordes
de la hacienda. La línea blanca corrida presenta la delimitación de los arrozales, la línea blanca pun-
teada presenta la delimitación de la reserva forestal, la línea punteada gris delimita la zona ganadera.
Nótese que la zona ganadera está separada de la reserva forestal por la zona dedicada al arroz.
264
Hoogesteijn et al.
266
Hoogesteijn et al.
Figura 3: Ubicación de las haciendas Fazendas Jofre Velho y São Bento en relación a los ríos Cuiabá,
Piquirí y São Lourenço. La actividad turística de observación de jaguares se realiza desde botes en di-
chos ríos. Las haciendas están ubicadas en sitios estratégicos para esta actividad y además presentan
una oportunidad optima de protección de jaguares ya que se dedican a la conservación de la especie y
colindan con una reserva estadal de fauna.
Grosso, en donde se definen las con- FSB a unas diez haciendas circundan-
ductas adecuadas para la observación tes de la zona, las pérdidas ascienden a
de jaguares (distancia mínima entre US$ 222.000,00 por año, equivalente al
barranca y embarcación, tiempo máxi- 4,1% del ingreso bruto del turismo de
mo de observación, número máximo de observación de jaguares. Un operador
embarcaciones por jaguar). Los autores de la zona calculó que para el año 2014
(RHR, FRT) han podido constatar que recibió 1.100 turistas en su hostal, los
las normas son respetadas por la ma- turistas pagaban un promedio de US$
yoría de los operadores. 1.000,00 por día (incluye todos los servi-
Ambas haciendas presentan un cios), lo que generó un ingreso bruto de 1
potencial turístico excepcional y tienen millón de dólares por año.
como proyecto el desarrollo de una Las ganancias provenientes de la
promotora turística en donde se espe- observación de jaguares pueden cu-
ra poder ofrecer las siguientes activi- brir ampliamente las pérdidas ocasio-
dades: observación de fauna a través nadas por la depredación. Los datos
de paseos diurnos y nocturnos en ca- de la FSB no son extrapolables a todas
mión o caminando, paseos a caballo, las haciendas de Pantanal y las con-
observación de aves, paseos en canoas diciones de todo Pantanal no son idó-
y kayak y avistamiento nocturno o “fa- neas para la observación de jaguares.
reo” de fauna. Para ello hará uso de la Sin embargo, los datos indican que las
estructura de terraplenes y carreteras ganancias por turismo podrían exce-
internas (Tabla 2). Además, la ONG Pan- der considerablemente las pérdidas
thera organiza y financia una escuela que ocasiona la depredación. Aquí se
para los hijos de los empleados y pobla- propone aplicar estrategias anti-de-
dores locales, como un incentivo para predatorias ya probadas y la futura so-
la gente local por la conservación del licitación de un recargo a los turistas
jaguar, esto permite que niños locales para compensar a los ganaderos cir-
tengan un mejor nivel de educación sin cundantes de la zona de observación
tener que vivir alejados de sus familias de jaguares las pérdidas económicas
y a un costo adicional. Seis mil turistas causadas por los mismos (minimizan-
visitan la región anualmente (Tortato et do la consecuente cacería por retalia-
al. 2012), gracias al turismo de avista- ción sobre los jaguares de la zona). La
miento de jaguares y fauna asociado. indemnización podría tener otras for-
Un gasto diario por persona asciende a mas además de la líquida (hospitales,
unos US$ 300.00 por día. Se estima que escuelas, servicios odontológicos).
cada visitante paga un mínimo de US$
900.00 por visita, pues la duración de
su estadía es de tres días en promedio, Conclusiones
lo que permite estimar un influjo bruto Las áreas protegidas de El Pantanal
mínimo de US$ 5.400.000,00 por año. en los estados de Mato Grosso y Mato
En la FSB, el nivel de pérdidas anua- Grosso de Sul son insuficientes en ta-
les de ganado ocasionadas por la depre- maño y número, ya que sólo ocupan
dación ascienden a 1,5–2% del total del el 2,5% de su área total. La conserva-
rebaño, entre 60 y 80 bovinos por año, lo ción de fauna en las áreas privadas
que produce pérdidas de US$ 22.000,00 es vital para el mantenimiento de la
por año. Al extrapolar estos valores de industria del turismo basada en la
268
Hoogesteijn et al.
observación de fauna en general y del locales hacia los grandes felinos. Aho-
jaguar en particular. Los ingresos ori- ra, la actitud de represalia por parte
ginados en la actividad turística que de los ganaderos es menor en Panta-
se apoya en la presencia del jaguar nal norte y esta podría cambiar aún
exceden las pérdidas ocasionadas por más si parte de los ingresos genera-
la depredación del ganado. Esta si- dos por la observación de jaguares
tuación podría facilitar un cambio en llegara al sector ganadero, o si más
la percepción de los ganaderos y por ganaderos se incorporaran a la acti-
ende de la conservación de la especie. vidad turística. Resultados similares
Las promotoras turísticas que fueron encontrados en África, donde
garantizan la observación de jagua- actitudes negativas en relación al león
res cobran tarifas diarias mayores, (Panthera leo), son menos frecuen-
aproximadamente US$ 350, en com- tes en personas involucradas con el
paración a aquellas explotaciones que turismo o que habitan en áreas cer-
no pueden dar la garantía de avista- canas a donde éste es desarrollado
miento US$ 150. En la zona del Pan- en Botswana (Hemson et al. 2009).
tanal Norte, el turismo está asociado Además del aumento en las poblacio-
al sistema barcos-ríos. Esta actividad, nes de jaguares y sus presas natura-
que incluye pilotos y guías, también les y de un mejor ingreso monetario
genera empleo en la industria del generado para propietarios y pobla-
transporte y servicio en las posadas dores locales, se logró un importante
ubicadas a lo largo de la ruta MT 060. cambio de su actitud, que dejaron de
Esta industria depende de la conser- temer al jaguar (por su potencial peli-
vación del jaguar en el área. grosidad) y de odiarlo por los proble-
Las ganancias generadas por el mas de depredación, pasando a ser
turismo han producido un cambio un benefactor respetado de su nivel
en la mentalidad de las comunidades de vida y de educación.
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Foto: R. Hoogesteijn.
Lámina 1b. Jaguar (Panthera onca) cazando. Lámina 1c. Jaguar (Panthera onca).
Foto: R. Hoogesteijn.
Lámina 1e. Cunaguaro (Leopardus pardalis). Lámina 1f. Pecarí de labio blanco (Tayassu pecari).
274
Capítulo 15. CONSERVACIÓN DEL MONO EN COLOMBIA
Resumen. El mono araña café (Ateles hybridus; 9-10 kg; CR) es uno de los
primates más amenazados de extinción en el mundo. Endémico de Colombia
y Venezuela, ha enfrentado una reducción del 80% de su hábitat histórico y
una transformación acelerada de sus hábitats naturales. En Colombia, solo el
3% del área de distribución del mono araña café se encuentra bajo protección
del sistema de áreas protegidas. Los monos araña son: 1) indicadores de la
calidad de los bosques húmedos tropicales; 2) cumplen una función clave en
el mantenimiento de la dinámica de estos ecosistemas y 3) se encuentran en
una de las regiones más intervenidas del Neotrópico y su conservación de-
bería ser priorizada en Colombia y Venezuela. Se describen dos estrategias
para la conservación de A. hybridus: la primera asociada a la declaratoria de
áreas protegidas en el área de su distribución actual, y la segunda asociada al
manejo de los hábitats en matrices productivas en común acuerdo con acto-
res gubernamentales, económicos y sociales. Dado que la mayor parte de su
población está por fuera de áreas protegidas, la conservación de A. hybridus
depende de la protección de estas poblaciones. Su conservación garantizará la
conservación de una inmensa diversidad de especies y ecosistemas.
Abstract. Brown spider monkeys (Ateles hybridus; 9-10 kg; CR) are one
of the most endangered primates in the world. Only found in northern Co-
lombia and Venezuela, approximately 80% of its original habitat has been
destroyed. In the last decades rapid transformation of its natural habitat is
still ongoing. In Colombia, only 3% of its distribution area falls within pro-
tected areas and the status of its populations in protected areas is largely
unknown. Taking into account that: 1) the presence of spider monkeys is
an indicator of high quality habitat; 2) that spider monkeys are important
species in the maintenance of tropical tree diversity and dynamics; and
3) that they inhabit one of the most intervened ecosystems in the Neo-
tropics, conservation efforts aiming to prevent their extinction should be
prioritized in Colombia and Venezuela. Here we describe two non-exclusive
strategies towards the conservation of brown spider monkeys outside of
protected areas: the first one, related to the declaratory of new protected
areas at a National level focus in the priority areas for the conservation of
Ateles hybridus, and the second one related to the management of natu-
ral populations and habitat in productive matrices through conservation
agreements and initiatives in local government agencies, private land owners,
Introducción
En la actualidad, más de la mitad de (Mittermeier et al. 2009) (Lámina 1).
los primates del mundo se encuentran Según la Unión Internacional para
en peligro de extinción (IUCN 2008). la Conser vación de la Nat u raleza
En la región del Neotrópico, los monos (UICN), el mono araña café está “Crí-
araña hacen parte de los vertebra- ticamente Amenazado” (CR) debido a
dos más vulnerables a la destrucción la acelerada pérdida y fragmentación
y fragmentación del hábitat (Michals- de su hábitat (Etter et al. 2006, Link
ki y Peres 2005) y la cacería (Franzen et al. 2013) y a la cacería para con-
2006). Debido a su tamaño (9 a 10 kg), sumo, al uso en medicina tradicional
son presas preferidas de las comuni- y al tráfico ilegal de especies (Link et
dades indígenas y de colonos que se al. 2013). Esta especie fue descrita
alimentan de fauna silvestre (Franzen hace tan solo 15 años (Collins 1999,
2006). Además, la mayoría de las espe- Collins y Dunbach 2000, Morales-Ji-
cies son cazadas para uso medicinal en ménez et al. 2015). Una vez recono-
distintas enfermedades incluyendo la cida como especie, se visibilizó la
anemia, paludismo, reumatismo y lei- falta de conocimiento sobre el estado
shmaniasis (Alves et al. 2010, Link et de sus poblaciones (ver Bernstein et
al. 2013). Su dieta se compone princi- al. 1976 y Green 1978). Sin embar-
palmente de frutos carnosos, por lo que go, desde ese momento, el acelerado
requieren de grandes extensiones de deterioro de los ecosistemas dentro
bosques (Di Fiore et al. 2008) y tienen de su área de distribución histórica
ciclos reproductivos lentos que impi- hizo evidente que esta especie se en-
den que sus poblaciones se recuperen cuentra amenazada de extinción.
fácilmente (Di Fiore et al. 2011). En re- L a d i s t r i buc ión h i s t ór ic a del
sumen, los monos araña son extrema- mono araña café está restringida a
damente vulnerables a la degradación los bosques de tierras bajas del norte
de los ecosistemas en donde viven y a de Colombia y Venezuela. Se encuen-
las amenazas directas como la cacería. tra en la cuenca del río Magdalena
El mono araña café o marimon- en Colombia, nordeste antioqueño,
da del Magdalena (Ateles hybridus) en la Serranía de San Lucas y en las
es uno de los 25 primates más ame- estribaciones del norte de la cordi-
nazados de extinción en el planeta llera oriental de Los Andes (Def ler
276
Luna y Link
Figura 1. Área de distribución histórica del mono araña café (Ateles hybridus) en Colombia y Venezue-
la. Fuente: adaptado de IUCN (2008).
especie son cada vez más fuertes, es- acelerada tasa de conversión del hábi-
pecialmente si se tiene en cuenta que tat disponible para A. hybridus por la
menos del 3% de su área de distri- agroindustria (p. e. palma de aceite) y
bución está contenida dentro de las la ganadería extensiva. En las últimas
áreas naturales nacionales protegidas dos décadas (1990 a 2010) se estimó
(Link et al. 2013). Esto hace prever una pérdida de hábitat que superó el
que su conservación depende en gran 27% del hábitat disponible en 1990.
medida de lo que ocurra con sus po- Esto significa que de los 38.600 km2
blaciones naturales por fuera de las que existían en 1990, se perdieron
áreas protegidas. aproximadamente 10.500 km2 hasta el
En la última década se han regis- 2010, con una tasa acelerada de pérdi-
trado monos araña café en más de 60 da, especialmente en los últimos cinco
localidades en Colombia (ver detalles años (Link et al. 2013). Además, gran
en Link et al. 2013), principalmente parte del área natural que aún existe,
en zonas altamente degradadas y en está fuertemente fragmentada y ex-
fragmentos de bosque pequeños que puesta a fuertes presiones económicas
no garantizan la supervivencia de y sociales en el futuro inmediato.
estas poblaciones (González 2013). En Colombia, tan solo un 3% del
Aún quedan algunas áreas priorita- área de distribución de Ateles hybridus
rias en donde se debe verificar el es- está dentro de las áreas naturales pro-
tado de sus poblaciones, como lo son tegidas y un 1,5% de dicha área está
la Serranía de San Lucas, la Serranía bajo el Sistema Nacional de Parques
de Perijá, el río Catatumbo y el Par- Nacionales, específicamente en el PNN
que Nacional Guatopo (este último en Catatumbo y el Parque Selva de Floren-
Venezuela). Las densidades más al- cia (Roncancio 2012). Uno de los resul-
tas reportadas para la especie están tados más relevantes de los ejercicios
asociadas a fragmentos de bosque de modelación de nicho de A. hybridus
pequeños en donde posiblemente se (Link et al. 2013) es que, en términos
han aglomerado recientemente las del sistema nacional de áreas protegi-
poblaciones que se encontraban en das (SINAP) de Colombia, la categoría
á reas adyacentes y no ha ha bido que ha disminuido en menor propor-
tiempo suficiente para que factores ción su área de distribución en los úl-
denso-dependientes regulen la ca- timos años corresponde a los Parques
pacidad de carga de estos fragmen- Nacionales Naturales (Tabla 1).
tos (Link et al. 2010). Por ende, estos Los estudios realizados sobre
estimativos no son necesariamente los efectos de la fragmentación en la
alentadores sobre el estado de con- ecología de los monos araña en el río
servación de las poblaciones de A. San Juan en Santander, evidencian
hybridus en Colombia. su vulnerabilidad en ecosistemas in-
Dos estudios independientes es- tervenidos. En pequeños fragmentos
timaron que menos del 20% de la de bosque los monos araña consu-
distribución histórica de la especie men una proporción de hojas más
conserva su cobertura natural (Mora- alta que lo reportado para otras espe-
les-Jiménez 2004, Link et al. 2013). cies del género (Di Fiore et al. 2008,
Una de las tendencias más preocu- Link et al. 2011, Montes 2012). Al
pantes que revelan estos estudios es la ser especialistas en frutos maduros
278
Luna y Link
Tabla 1. Pérdida de cobertura boscosa en el sistema de áreas protegidas de Colombia entre 1990 y
2010 según Link et al. (2013). Abreviaturas: Áreas Nacionales Protegidas (ANP) y Reservas Nacionales
de la Sociedad Civil (RNSC).
280
Luna y Link
Figura 2. a) Áreas de bosque interandino remanente b) Hábitat disponible para A. hybridus en su distribución
y sus amenazas en Colombia. histórica. En negro se muestran las áreas con cobertura bos-
cosa, en gris las que han sido deforestada (Link et al. 2013).
e) Mapa de carreteras (líneas blancas con contorno negro), f) Proyectos en el área de distribución de gas y petróleo.
carreteras de doble calzada (líneas gruesas) y ferrocarriles Bloques de exploración (polígonos con rayas diagonales),
(líneas horizontales), carreteras líneas blancas con contorno bloques de explotación (polígonos con puntos), gaseoductos y
negro y carreteras de doble calzada líneas gruesas (Adaptado oleoductos (líneas discontinuas) (Adaptado de mapa Agencia
de mapa elaborado por Invias, 2014). Nacional de hidrocarburos 2014).
282
Luna y Link
estimó en 1990 que una sola familia alta inestabilidad de orden público, por
de caucheros con tres cazadores cazó lo que se han realizado muy pocos estu-
en 18 meses al menos 100 monos dios y se han llevado a cabo muy pocas
araña en un hábitat no fragmentado acciones de conservación concretas.
amazónico, se puede asegurar que la Sin embargo, en las zonas de distribu-
cacería es una de las amenazas direc- ción geográfica de A. hybridus que son
tas más importantes sobre sus pobla- más accesibles, se vienen desarrollan-
ciones naturales (Franzen 2006). do al menos cinco acciones que tienen
Debido a que la mayor parte de las un impacto sobre su conservación: 1)
poblaciones de Ateles hybridus se en- proyectos de investigación; 2) acuerdos
cuentran por fuera de áreas protegidas, privados de conservación y declarato-
su conservación depende de lo que ocu- ria de reservas privadas; 3) acuerdos
rra en estas áreas. Irónicamente, a largo privados de restauración; conservación
plazo y dadas las diferentes amenazas a y desarrollo de estrategias de conecti-
las que se ven enfrentados (Figura 2c), vidad dentro de matrices productivas;
la principal estrategia para conservar 4) proyectos de divulgación, sensibili-
grandes extensiones de hábitat natural zación y apropiación ambiental; y 5)
en el área de distribución de la especie proyectos para generar alternativas
es a través de la declaratoria de Parques económicas sostenibles. Estas acciones,
Nacionales Naturales. Estas figuras de aunque son muy valiosas, se han lleva-
conservación han demostrado ser las do a cabo de manera puntual y ahora
áreas protegidas con menor pérdida de es indispensable implementarlas a ni-
cobertura boscosa en las últimas déca- vel de paisaje.
das en Colombia (Link et al. 2013). La El papel de los proyectos de investi-
conservación de las poblaciones del gación a largo plazo ha demostrado ser
mono araña café en mejor estado depen- clave en la conservación de poblaciones
derá entonces de la declaratoria de áreas naturales de primates (Chapman y Pe-
como el PNN Serranía de San Lucas, el res 2010). Estos estudios a largo plazo
PNN Serranía del Perijá o de otros par- no sólo permiten obtener información
ques nacionales naturales dentro de sus sobre las especies, sus amenazas y los
áreas prioritarias de conservación (Link recursos críticos que requieren para
et al. 2013). sobrevivir, también ejercen un efecto de
Dada la complejidad socio-económi- conservación en la zona donde se desa-
ca que enmarca la declaratoria exitosa rrollan (Pusey et al. 2007, Wrangham y
de áreas protegidas en el corto plazo, la Ross 2008). En conjunto, se ha eviden-
conservación de las poblaciones de mo- ciado que la presencia constante de
nos araña café está fuertemente ligada investigadores en zonas de estudio dis-
a iniciativas y acuerdos locales o regio- minuye la cacería y la destrucción del
nales de conservación. Sin embargo, al hábitat (Campbell et al. 2011), como es
analizar los mapas de distribución ac- el caso de las poblaciones del río San
tual de la especie, se evidencia que las Juan en Cimitarra (Santander) (Funda-
zonas con mayor cobertura boscosa, y ción Proyecto Primates).
por ende prioritarias para la conser- En gran parte del área de distribu-
vación (Figura 2b), se encuentran en ción histórica de A. hybridus, la exis-
áreas de difícil acceso (Figura 2f). Estas tencia de remanentes de bosques ha
áreas también se caracterizan por una estado ligada a decisiones privadas y
284
Luna y Link
Declaración (++)
de áreas protegidas
Tráfico (+)
de especies
Acuerdos privados
(+)
de conservación
y declaratoria (+)
de reservas privadas Consumo
Medicina
(+) tradicional
Proyectos de (+) (p. e. cura de
investigación la anemia)
2
Restauración (+)
y conectividad
(-) Disminución
de individuos
Proyectos alternativas Estado de la en vida silvestre
(+?)
económicas población de los 1
sostenibles monos araña café
(-) Disminución del
hábitat
Divulgación,
(+)
sensibilización
y apropiación
ambiental
(+)
Hidrocarburos
(+)
Tala ilegal
(+)
Minería
(+)
Ganadería
(+)
Agro industria
extensiva
(palma)
(+)
Infraestructura
(vías,
hidroeléctricas)
286
Luna y Link
288
Luna y Link
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290
Luna y Link
292
Luna y Link
Foto: A. Malagón
Lámina 1a. Mono araña café (Ateles hybridus) hembra.
Foto: A. Link
Foto: A.Malagón.
Lámina 1c. Hembra mono araña con cría (Atelus hybridus).
Foto: A. Link.
294
Epílogo
Esteban Payán, Carlos A. Lasso
y Carlos Castaño-Uribe
largas, tienen camadas más pequeñas Carbone et al. 1999). Esto conlleva a
y una crianza más larga (Gittleman y mantener territorios silvestres en un
Harvey 1982). Los crocodrílidos, tortu- estado de funcionamiento adecuado
gas y otros peces grandes, tienen estra- para asegurar cierta soberanía sobre
tegias de vida diferentes que implican los recursos frente a la competencia de
poner muchos huevos, pero pagando los vecinos inter e intra específicos (Du-
el costo energético en una ausencia de rant 1998). Es evidente, en tal sentido,
crianza en algunos casos y unas pro- que la vulnerabilidad de las grandes
babilidades muy bajas, de que muchas especies de carnívoros se acrecienta
de sus crías lleguen a estado adulto y frente a una eventual reducción de sus
mucho menos alcancen una gran talla presas, pues ellas, a su vez por su ta-
(Townsend et al. 2003). maño, están amenazadas no solo por
El uso del espacio es clave para las la persecución de otros depredadores
especies, pues este se incrementa en -incluido el hombre-, sino también por
función del tamaño del cuerpo (Jetz et la pérdida de hábitat (Hernandez-Guz-
al. 2004) y en el espacio (o territorio) man et al. 2011).
está distribuido el recurso alimenticio En consideración de lo anterior, las
que requiere el consumidor para ase- restricciones energéticas definen la es-
gurar su alimentación. Así, en el orden trategia de vida para especies grandes
Carnivora por ejemplo, hay un gran y hacen que estas entren en conflic-
cambio en las estrategias de vida a par- to con los humanos y experimenten
tir de los 22 kg de peso promedio. Los las amenazas derivadas de la perdi-
carnívoros menores a ese peso pueden da de la calidad del hábitat. Este libro
comer presas de menos de la mitad de muestra, en casi todos los capítulos,
su peso e incluso muchos pueden vivir cómo la cacería retaliativa derivada
alimentándose de invertebrados, pero del conflicto que se genera por la com-
las especies mayores a este peso deben petencia de recursos se constituye en
ser depredadores y comer animales una amenaza. Tanto nosotros como
más parecidos a su tamaño corporal los grandes vertebrados, competimos
(Carbone y Gittleman 2002). por recursos vegetales, animales y
Las investigaciones más recientes por el hábitat natural (Kruuk 2002,
demuestran que lo anterior está sus- Woodroffe et al. 2005). Esto implica
tentado en el hecho de que por cada que la conservación de las especies en
10.000 kg de biomasa de presas, se cuestión, requiere de la regulación de
sostiene en promedio 90 kg de bioma- uno de los comportamientos básicos
sa de un carnívoro (Carbone y Gittle- humanos: producir comida. Por lo tan-
man 2002). Es decir, que en el caso de to, no es sorprendente que los gran-
un jaguar (Panthera onca) de 75 kgs des vertebrados estén enfrentados a
se requerirían unos 8,300 kg de bio- amenazas mucho más críticas que las
masa de presas en su territorio para demás especies animales, pues requie-
mantenerlo. Por lo tanto, la densidad ren de una modificación significativa
y territorialidad operan en función del de la conducta humana, tanto de orí-
tamaño de la especie, y todos los cri- genes instintivos como culturales, para
terios anteriores son un reflejo de los su conservación. Este es tal vez, el reto
costos energéticos vitales (Carbone et más grande al que nos enfrentamos en
al. 2005, Carbone y Gittleman 2002, la actualidad y en un futuro próximo.
296
Payán et al.
También, nos lleva a una gran con- en ciudades. Este interés está asociado
clusión, ancla fundamental del presen- al suministro de información y recono-
te volumen: las áreas protegidas y su cimiento por parte de medios televisi-
conectividad funcional no son suficien- vos, digitales e impresos. En cambio,
tes para conservar los grandes verte- la actitud de las comunidades rurales,
brados del país y del Neotrópico (ni generalmente está influenciada por
tampoco del mundo). Entender la re- sus experiencias directas con estos
lación entre fisiología, comportamiento grandes animales que en muchos ca-
y fenómenos poblacionales, es uno de sos han sido negativas. La mayoría de
los grandes retos en la ecología y de la las personas que han experimentado
política pública (Carbone et al. 2010). algún tipo de conflicto con estas es-
Esto es particularmente grave frente a pecies tiene una mala impresión de
un escenario de condiciones ambien- las mismas (Bandara y Tisdell 2003,
tales degradadas, cambio climático y Laundré y Hernández 2010, Naugh-
perdida de la biodiversidad. ton-Treves et al. 2003, Zimmermann
et al. 2005). No obstante, es importan-
Conflicto y percepción entre te resaltar que las poblaciones indíge-
humanos y grandes animales nas de América Latina se excluyen de
El conflicto por recursos y espacio vital esta generalización, y que en su ma-
entre grandes carnívoros, herbívoros, yoría tienen una percepción positiva
reptiles y peces es mundial (Freitas de los grandes animales, ya sea por
et al. 2007, Luck et al. 2004, Røskaft su protagonismo en la cosmogonía e
et al. 2003, Woodroffe et al. 2005). El imaginario étnico -como es el caso de
conflicto se refleja en muchos de los los grandes felinos- o por los valores
bordes de los parques y áreas no-pro- nutricionales frente a los grandes un-
tegidas (Sitati et al. 2003, Wilson et al. gulados (Benson 1998, Fabrizio Sergio
2005, Woodroffe y Ginsberg 1998). El 2006, Jerozolimski y Peres 2003). El
conflicto con grandes animales está tema del conflicto y la problemática
asociado a las altas necesidades ener- de la cacería retaliativa o por miedo
géticas y el de grandes extensiones a ser víctima de ataque por parte de
espaciales, como ya se anotó anterior- grandes carnívoros, será tratado en
mente. Por lo tanto, atender y mane- un próximo volumen de esta serie,
jar el conflicto en áreas no protegidas dado el enorme interés que represen-
que están complementando el valor de ta para los requerimientos de conser-
conservación de áreas protegidas en vación de la biodiversidad.
el mismo paisaje, es crítico para la co- El turismo de observación de fauna
existencia y alcanzar entonces la con- es una herramienta importante para
servación de poblaciones de grandes promover la conservación del bosque
animales a largo plazo. en pie con poblaciones sanas de anima-
Es interesante reconocer que la ac- les grandes (carismáticos). En países
titud de la gente que vive en áreas ru- con estabilidad política el turismo ha
rales o ciudades de países con grandes sido un recurso crítico para conservar
animales es diametralmente opues- grandes extensiones de tierras bien
ta. Hoy día hay un creciente interés y conservadas y lograr un flujo econó-
gran valoración por los grandes ani- mico a la gente local en esta industria
males por parte de personas que viven (Fennell y Weaver 2005, Goodwin y
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Payán et al.
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