los componentes más difíciles actualmente, esto debido a que los espesores de las
piezas son muy pequeños y el problema de la abolladura es quien condiciona el
cálculo. Para su cálculo podría decirse que se requiere el uso casi obligado a través
de ordenador.
- Trenes reversibles: En una sola caja cuarto se efectúan pasadas sucesivas de ida y
vuelta hasta alcanzar el espesor previsto.
Recocido
El proceso de laminación en frío distorsiona la microestructura del acero haciéndola muy frágil y
dura, por tanto, es conveniente someter el acero a un tratamiento térmico de recocido con el fin de
que se regenere la ductilidad del acero para hacerlo trabajable cuando éste vaya a ser doblado o
se pase por los trenes de laminación para obtener las formas deseadas con él, el panel acanalado
de una cubierta, o una chapa grecada, por ejemplo. El proceso de recocido puede realizarse en
hornos en continuo o en hornos de campana o en hornos de cámara abierta que se diferencian en
la temperatura máxima a que debe calentarse el acero y en las condiciones o velocidades de
enfriamiento del proceso. El material entra a estos hornos a temperatura ambiente y es calentado
lentamente aproximadamente a 700-750° C.
Endurecimiento superficial
Debido a las altas temperaturas del recocido, el acero laminado en frío queda excesivamente
blando, por ello, se efectúa un proceso de laminación suave que produce un alargamiento del 1 al
2%, con el que se devuelve la rigidez al acero. Además los rodillos cuentan con la superficie
adecuada para dotar al acero de la superficie deseada.