El nexo de causalidad, entendido como la “necesaria conexión fáctica que debe existir entre
la acción humana y el resultado dañoso producido” es uno de los presupuestos
fundamentales para la prosperidad de cualquier pretensión indemnizatoria en el marco de la
responsabilidad civil. No en vano, se trata de uno de aquellos elementos que resultan
imprescindibles en cualquier tradición jurídica, Generalmente la doctrina sólo admite la
existencia del nexo causal en los delitos de resultado material (como el homicidio y las
lesiones), aceptándola con reticencia en los de comisión por omisión (impropios delitos de
omisión) y por conclusión decimos que se entiende como el enlace entre un hecho culposo
con el daño causado. En los casos de responsabilidad objetiva, el vínculo existe entre el la
conducta y el daño, El vínculo causal es indispensable ya que la conducta del demandado
debe ser la causa directa, necesaria y determinante del daño.
No obstante, esta exigencia de relación entre causa y efecto, se complica, puesto que
pueden ser muy numerosos los factores que pueden influir de forma causal en la producción
de un determinado resultado, esta influencia puede ser tanto directa como indirecta,
existiendo igualmente factores intermedios que den lugar a una pluralidad de resultados.
Para la doctrina del Derecho Penal, la relación causal se ha considerado siempre como un
componente de la acción y el primer elemento del delito, si bien, la más moderna doctrina
que sostiene un concepto estricto de acción que considera la causalidad no como un
elemento del delito sino como un elemento exigido por el tipo en aquellos delitos
denominados de resultado.
TEORIAS DE LA CAUSALIDAD
Von Kries ponía de manifiesto la importante función que los juicios de probabilidad tienen
en la vida práctica, pues las consecuencias probables de una acción pueden servir de
fundamento para valorar la acción como útil o como peligrosa. Es lógico que cuando el
Derecho tiene por objeto la prevención de acciones dañosas prohíba acciones que no solo
han sido condiciones sqn (sine qua non) de daños, sino que también aparecen como idóneas
para producirlos en el sentido que aumentan en una medida importante la probabilidad de
que se verifiquen.
En el mismo orden de ideas, la Corte Suprema de Justicia de Colombia ha dicho sobre esta
teoría que plantea, como postulado causal esencial, que “…de todos los antecedentes y
condiciones que confluyen a la producción de un resultado, tiene la categoría de causa
aquel que de acuerdo con la experiencia (las reglas de la vida, el sentido común, la lógica
de lo razonable) sea el más ‘adecuado’, el más idóneo para producir el resultado, atendidas
por lo demás, las específicas circunstancias que rodearon la producción del daño y sin que
se puedan menospreciar de un tajo aquellas circunstancias azarosas que pudieron decidir la
producción del resultado, a pesar de que normalmente no hubieran sido adecuadas para
generarlo.
Quedó entonces establecido por Mezger que en materia jurídica debe existir una clara
separación entre los fenómenos de la causalidad y responsabilidad, siendo aquella
determinada con base en la equivalencia de las condiciones y ésta mediante el aislamiento
de la causa que fuese relevante para el derecho penal, relevancia esta que fluirá de la simple
interpretación de tipo correspondiente; con el nacimiento de esta teoría de la causalidad
relevante se afirmó que la punibilidad de una conducta dependería entonces de tres
elementos: 1) La relación causal, 2) La relevancia jurídica de dicha relación, y 3) la
culpabilidad del actor
"A" en vía a "B" a un bosque en plena tormenta con la esperanza de que le caiga un rayo y
lo mate. El resultado se produce, sin embargo, al no ser este resultado previsible
objetivamente, la Teoría de la Adecuación negaría la relevancia jurídica causal de la acción
de "A". La Teoría de la Equivalencia no tendría más remedio que afirmar esta causalidad,
porque indudablemente desde el punto de vista natural la acción de "A" fue causa de la
muerte de "B", la Teoría de la Relevancia Jurídica, negaría simplemente la Relevancia
Jurídica de la acción de “A
Esta advierte que la causalidad no es un problema jurídico sino de hecho. Esta teoría parte
de la condición sine qua non, por lo que en una fase inicial se debe hacer una operación
similar a la de la teoría de la equivalencia de condiciones. Una vez realizado lo anterior, se
debe mirar una serie de criterios que llevan a que no se impute la conducta a la persona
como lo son los siguientes: a) Criterio de adecuación: Se hace un juicio de valor ex ante en
donde solo se imputará el daño a aquella persona cuya conducta resulta muy probable como
causa del daño; b) El riesgo general de vida: En toda sociedad hay unos riesgos permitidos
inherentes a la existencia de la sociedad y al momento histórico; c) Prohibición de regreso:
según este criterio a una persona no le es imputable el daño, cuando con su conducta
concurren causas anormales o extravagantes que llevan a la generación de éste; entre otras.