Y
DESVARÍOS
Fabian Recendez
Contenido
Prólogo .......................................................................... 7
Fin .................................................................................. 9
Princesa de metal ....................................................... 11
Sí, estos días son para compartir soledades ........... 13
Eres tú.......................................................................... 18
El inventario ............................................................... 20
La semana pasada y la que viene ............................ 21
Decepcionado ............................................................. 23
La cuchara ................................................................... 63
Tormenta ..................................................................... 76
Destinos....................................................................... 77
Prólogo
7
propia idea de él, yo no lo conozco, lo he soñado
(antes, ya no), no lo busco, lo hice algún tiempo no
lo niego, no siempre estuve loco, antes era estúpido
(me gusta creer que ya no lo soy), digo que no lo
conozco porque con lo que me he topado ha sido
con las ideas que tienen sobre él, y estas lastiman, y
el amor no duele aunque digan lo contrario, tal vez
mate, pero qué no lo hace, pero si es amor ten por
seguro que no duele, tampoco se acaba, pero
bueno, basta de tanta palabrería y volvamos al
principio, aunque aprovechando que hablaba de
los finales, tal vez sea mejor dejar todo aquí, en el
principio, creo seriamente que todos los finales de
alguna manera comienzan desde el principio.
8
Fin
y él lo hizo,
10
Princesa de metal
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fuerte, era una reina y un iceberg, pero en el
fondo bajo todo ese pasado, ese destino, y esa
obligación de verse entera ante el mundo que
la rodea, tras de ese metal; una princesa.
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Sí, estos días son para compartir
soledades
13
Desde tu sonrisa a mi café
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instantes de eternidad en una vida que se
acaba, y tú, ahí estabas, eterna, y yo,
sabiéndolo, pero sin saberlo, aún,
muriéndome.
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El loco y la soledad
Yo te escogí,
porque,
como el resto,
es a ti,
sé que tú me conoces,
porque yo te conozco,
pero gradualmente,
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enseñándome,
a vivir,
a vivir realmente,
esa,
y muriéndose lentamente,
mi muy odiada-querida;
soledad.
17
Eres tú
18
Eres tú, susurrando noventa bums por minuto,
y con cada susurro, de nuevo siento que estoy
vivo.
19
El inventario
20
La semana pasada y la que viene
21
perro para espiar horizontes, pero, tampoco es qué
quiera que vuelvas. Todo pasa, y mi amor por ti,
pasó.
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Decepcionado
23
A veces no se necesitan tantas
palabras
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Me dejas sin palabras
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Déjame ir
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ocultan sus secretos al viento, yo no, yo se los
susurro al oído al universo, y te los susurro a ti;
déjame ir, porque si no lo haces, te voy amar,
como nunca nadie te ha amado, como nunca
nadie lo va hacer, y, como no te lo mereces.
27
La hora del gato
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yo le dijera; "michi michi" "michi michi",
entonces caminaba hacía mí, lento,
despreocupado, como si el tiempo no existiese,
como si yo no tuviera que ir a trabajar o como
si él supiera que así es como hay que tomárselo
(como si la vida ya le hubiera enseñado algo
que a mí no). Se paraba frente a mí y lo
acariciaba mientras le hablaba con una
vocecilla de esas que usan los novios cuando
ya han carecido totalmente de razón, pero lo
hacía sólo para molestarlo, sé que él odiaba
que le hablaran así, entonces, me reía un poco e
incluso se me escapaba una pequeña carcajada
(él siempre tuvo ese efecto sobre mí, entendía
mi sarcasmo), siempre le preguntaba qué tal
había estado su noche, porque sé que eso era lo
de él y sólo pasaba por un bocadillo antes de ir
a dormir, bueno, por un bocadillo, y porque le
gustaba la poesía, nunca se iba hasta que no le
leía un poema, y a mí me gustaba leerle, sé que
él era mucho más profundo que yo y siempre
aprendía un poco de él, el último que le leí fue
"El cuervo" de Edgar Alan Poe, y de eso ya
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hace varias lunas. Cuando se iba nunca
volteaba hacía atrás, nunca se despedía, ese
día, ya casi al perderse dentro de unos
arbustos, se detuvo, y volteó, en sus ojos había
algo, no fue precisamente una despedida, pero
lo supe, porque así es siempre, la eternidad
dura muy poco y él lo sabía, le sonreí
asintiendo, le repetí más para mí que para él
una de las frases de ese poema que le acaba de
leer, él, siguió su camino, y yo, el mío.
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En algún lugar
31
Esta es la última vez que escribo
de ti
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los días, te voy a extrañar, te extraño, pero tú lo
dijiste "nunca te amé".
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El café que no será
34
La discusión
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La chimenea
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era corazón, era algo más, algo mucho más
podrido, algo sin sentimientos, algo
destrozado, algo con la única tarea de hacer
daño, a quien pueda, a quien caiga en sus
besos, en su piel, en su sonrisa, en su aliento,
en su juego). Me gusta el invierno, y a ti
también, pero ni te lo imaginabas, cómo ibas a
saber que en mi invierno hubiera tanto fuego,
tanta rabia, tanta vida, tanta muerte. Me gusta
el invierno, y ahora más, porque aquí, mirando
las llamas, es la única manera en que te puedo
recordar.
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Hasta siempre
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que me roba el corazón para luego
regresármelo a ratos. Es interesante, a mí me
encanta el silencio, creo comprender el silencio,
pero el tuyo me mata una partecita de la
existencia, he tratado de darte toda la
confianza de la que soy capaz, pero no es
suficiente y creo que no puedo darte más, mi
pasado si lastimó esa parte de mi cordura, sé
que tú no tienes la culpa de volverme loco, y
como no quiero lastimarte, aunque realmente
no estoy seguro de que pudiera hacerlo, voy a
cambiar lo que acabo de decir, y como no
quiero lastimarme, creo que es mejor para ti,
no seguir adelante con tu inseguridad, y está
bien, tal vez sólo veas en mí parte de tus
sueños, lamento no serlos todos, pero también
eso me gusta de ti, sabes lo que quieres y en el
fondo sabes que no soy yo, todos los te amo,
todos los suspiros y todos los besos que fuiste
capaz de arrancarme, fueron sinceros, te los di
junto con una parte de mi vida, ahora soy
menos pero soy más, gracias a ti, pero ya basta
de tanto mar de éste que me sale de adentro,
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me alejo, tal vez te duela, o creas y quieras que
te duela, pero ya encontrarás ese alguien que te
robe tus mañanas sin darte cuenta, no pienses
que para mí es fácil, es algo de lo más difícil
que he hecho en esta mi mísera vida.
40
Efecto mariposita
41
imaginar todo el daño, las peleas, los celos...
Las lágrimas.
42
Inviernos
43
Pero cómo te quiero
no es por inteligente.
No es por saber,
no es por no hacerlo.
No es por amor,
no es por el tiempo,
no es por mí,
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y ni siquiera es por ti...
45
Te me acabaste
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Tu corazón fue mío, lo sé, y el mío, latido a
latido, tu nombre deletreaba.
47
Ya no te amo
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cielo, el color perfecto que se concentra para
difuminarse. Que bueno que esta cafetería
abrió temprano (o ¿acaso siempre lo hace?).
“Grande, negro y sin azúcar, para llevar por
favor”. Me busco las llaves, abro una puerta
azul de madera. Me quito el abrigo. Enciendo
el último cigarrillo y arrugo la cajetilla. Miro
por la ventana mientras me bebo mi resaca. En
el bote de basura sólo hay dos cosas, un
arrugado testigo de una noche que pasará
desapercibida, y la constancia de que exististe.
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La princesa aburrida
50
Siempre
51
Elefantes en la cabeza
52
Para la que fue
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amiga, o de la que fue mi amiga... No te digo
adiós, porque sé que antes de una vida sabré
de ti, sé que me extrañas, que extrañas mis
letras, esas que te ayudaron más de una vez.
54
Porque eso es lo que hacen ¿no?,
acabarse.
55
Esa pequeña rosa negra
56
tú, perfecta, como el reflejo de la luna en tus
ojos, y como jamás llegarán a ser estas letras.
57
Gracias por mi tristeza
58
Sí, lo hago
¿Sentir tu piel?
¿Tus latidos?
¿Tomar tu mano?
¿Sentirte a mi lado?
tus ojos,
tu sonrisa,
tus labios,
el olor de tu pelo?
saberte aquí,
no estar solo,
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no preocuparme por el tiempo?
60
Estrés
61
Solsticios y equinoccios
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La cuchara
63
Antes de morirme
y no sentirme muerto,
64
Un San Valentín
65
Negro y sin azúcar con un montón
de pensamientos
67
¿Cómo estás?
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Mi ausencia
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Felicidad
70
Varado en la carretera
71
las tortillas, es triste, no notan como una mosquita
se talla y se talla sus patitas, pero ellos saben qué es
inspiración. Todo se acaba, a veces hasta la
paciencia, hoy es un bello día después de todo, el
invierno se acaba, y yo con él, pero así tiene que
ser, lo bueno es que la grúa llegó.
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Ojalá volviera
73
A veces qué poco es suficiente
74
Sólo vivías ahí
75
Tormenta
76
Destinos
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78