Si bien existen otras referencias que citan la formulación de dietas con probióticos, el
procedimiento que se describirá a continuación cuenta con una serie de elementos asociados a la
patentabilidad de éste.
Estado de la propiedad Industrial.
Ejemplos de aplicabilidad.
1,E+10
Cepa 32, LAPTg
1,E+08 Cepa 32, R
UFC/ml Cepa 32, M
1,E+06 Cepa 32, MRS
1,E+04
1,E+02
1,E+00
0 12 24 36 48 60
Tiempo (h)
1,E+10
Cepa 87, LAPTg
1,E+08 Cepa 87, R
Cepa 87, M
1,E+06 Cepa 87, MRS
UFC/ml
1,E+04
1,E+02
1,E+00
0 12 24 36 48 60
Tiempo (h)
Cepa 32, M
1,E+08 Cepa 32, MRS
Cepa 87, LAPTg
1,E+06
UFC/ml
Cepa 87, R
1,E+00
0 12 24 36 48 60
Tiempo (h)
Al observar estas tres figuras queda claro que no existe un fuerte efecto del medio de
cultivo sobre las cinéticas de viabilidad de los microorganismos. Si bien en algunos puntos
experimentales no se observaron colonias viables para el caldo LAPTg, esto puede deberse a
error experimental o bien a la carencia mínima de nutrientes. En el caso de la Figura 2, para la
cepa 87, la explicación puede estar en un error experimental, puesto que luego de 60 horas la
viabilidad vuelve a encontrarse en el orden de 10e9 Ufc/ml para el caldo LAPTg. Sin embargo,
para todos los medios ensayados ambas cepas alcanzan la fase estacionaria luego de las 24 horas.
Otro aspecto muy importante que debe ser mencionado aquí es que las colonias viables
presentaron diferentes tiempos de incubación, además de diferencias de tamaño para cada medio
de cultivo, siendo siempre las colonias de mayor tamaño y de más rápida incubación en los
medios comerciales Rogosa (R) y MRS. Diferencias importantes fueron además visualizadas en
tinciones de gram efectuadas para distintos tiempos de crecimiento y para los distintos medios de
cultivo. Estos dos últimos aspectos indican que si bien las cepas se encontraban viables en cada
uno de los medios de cultivo, no se encontraban con idéntica actividad metabólica, debido a la
carencia de nutrientes, especialmente en los medios LAPTg y medio en base a permeado de
lactosuero (M). Esto queda demostrado al observar las tendencias de turbidez (540 nm) en
función del tiempo:
5
0
0 12 24 36 48 60
Tiempo (h)
8
Cepa 87, medio M
Cepa 87, medio LAPTg
6 Cepa 87, medio R
Cepa 87, medio MRS
DO
4
0
0 12 24 36 48 60
Tiempo (h)
0
0 12 24 36 48 60
Tiempo (h)
Figura 6. Turbidez (540 nm) en función del tiempo, para ambas cepas
(LAPTg, R, M, MRS, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
En estas Figuras se observa que para ambas cepas sólo en los medios comerciales se
alcanzó una turbidez cercanos o superiores a 3, inversamente a lo ocurrido en los medios LAPTg
y M, donde sólo se alcanzaron valores próximos a la unidad. Estos resultados concuerdan con las
cinéticas de descenso de pH:
6 Cepa 32, M
4,5
3,5
0 12 24 36 48 60
Tempo (h)
6
Cepa 87, M
4,5
3,5
0 12 24 36 48 60
Tempo (h)
Cepa 87, M
5
pH Cepa 87, medio LAPTg
3,5
0 12 24 36 48 60
Tempo (h)
4 Cepa 32, M1
Cepa 32, M2
3
Cepa 32, M3
DO
2 Cepa 32, M4
Cepa 32, M5
1
0
0 12 24 36 48 60 72 84 96
Tempo (h)
Figura 10. Turbidez (540 nm) en función del tiempo, para la cepa 32
(MRS, M, M1, M2, M3, M4, M5, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
Cepa 87, M2
6
Cepa 87, M3
DO
4,5 Cepa 87, M4
Cepa 87, M5
3
1,5
0
0 12 24 36 48 60 72 84 96
Tempo (h)
Figura 11. Turbidez (540 nm) en función del tiempo, para la cepa 87
(MRS, M, M1, M2, M3, M4, M5, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
Cepa 32, MRS
9
Cepa 32, M
Cepa 32, M1
7,5
Cepa 32, M2
Cepa 32, M3
6
Cepa 32, M4
Cepa 32, M5
DO
4,5
Cepa 87, MRS
Cepa 87, M
3
Cepa 87, M1
Cepa 87, M2
1,5
Cepa 87, M3
Cepa 87, M4
0
Cepa 87, M5
0 12 24 36 48 60 72 84 96
tiempo (h)
Figura 12. Turbidez (540 nm) en función del tiempo, para ambas cepas
(MRS, M, M1, M2, M3, M4, M5, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
En cuanto al descenso del pH, estos son concordantes con las tendencias obtenidas para el
aumento en la turbidez, produciéndose de mejor forma en el medio MRS, seguidos por los
medios M4 y M5.
Cepa 32, M5
4,5
3,5
0 12 24 36 48 60 72 84 96
tiempo (h)
Cepa 87, M
5,5 Cepa 87, M1
Cepa 87, M2
5
Cepa 87, M3
pH
Cepa 87, M4
4,5
Cepa 87, M5
3,5
0 12 24 36 48 60 72 84 96
tiempo (h)
5 Cepa 32, M4
Cepa 32, M5
pH
tiempo (h)
Figura 15. Descenso del pH en función del tiempo, para ambas cepas.
(MRS, M, M1, M2, M3, M4, M5, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
Hay que destacar que el efecto favorable alcanzado tanto en la producción de biomasa
como en el descenso de pH en los medios M4 y M5 se deben fundamentalmente a la reducción en
la concentración de acetato en el medio de cultivo. La explicación para esto radica en el hecho de
que estas cepas son productoras de acetato, poseen otros mecanismos metabólicos diferentes que
los de las cepas homofermentativas.
En virtud de lo anterior, se ha planeado el estudio en nuevos medios de cultivo, pero con la
incorporación de magnesio, manganeso y citrato en bajas concentraciones, para el medio de
cultivo M4.
Cepa 32, M
Cepa 32, M1
5
Cepa 32, M2
Cepa 32, M3
4
Cepa 32, M5
Cepa 32, M6
DO
3 Cepa 32, M7
Cepa 32, M8
0
0 12 24 36 48 60 72
tiempo (h)
Figura 16. Turbidez (540 nm) en función del tiempo, para la cepa 32.
(MRS, M, M1, M2, M3, M5, M6, M7, M8, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
7 Cepa 87, MRS
Cepa 87, M
6
Cepa 87, M1
Cepa 87, M2
5
Cepa 87, M3
Cepa 87, M5
4
DO
Cepa 87, M6
Cepa 87, M7
3
Cepa 87, M8
0
0 12 24 36 48 60 72
tiempo (h)
Figura 17. Turbidez (540 nm) en función del tiempo, para la cepa 87.
(MRS, M, M1, M2, M3, M5, M6, M7, M8, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
Figura 18. Turbidez (540 nm) en función del tiempo, para ambas cepas.
(MRS, M, M1, M2, M3, M5, M6, M7, M8, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
5
Cepa 32, M5
Cepa 32, M6
Cepa 32, M7
4,5
Cepa 32, M8
4
0 12 24 36 48 60 72
tiempo (h)
Figura 19. Descenso del pH en función del tiempo, para la cepa 32.
(MRS, M, M1, M2, M3, M5, M6, M7, M8, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
6 Cepa 87, MRS
Cepa 87, M
Cepa 87, M1
5,5
Cepa 87, M2
Cepa 87, M3
5 Cepa 87, M5
Cepa 87, M6
pH
Cepa 87, M7
4,5 Cepa 87, M8
3,5
0 12 24 36 48 60 72
tiempo (h)
Figura 20. Descenso del pH en función del tiempo, para la cepa 87.
(MRS, M, M1, M2, M3, M5, M6, M7, M8, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
tiempo (h)
Figura 21. Descenso del pH en función del tiempo, para ambas cepas.
(MRS, M, M1, M2, M3, M5, M6, M7, M8, 20ºC, 90rpm, pHo = 6.0)
Con estos resultados es posible concluir que estas nuevas cepas en estudio poseen
diferentes exigencias nutricionales que las cepas aisladas desde mujeres. El medio de cultivo M
fue optimizado para cepas vaginales con propiedades probióticas, perteneciendo en su mayoría a
grupos metabólicos homofermentativos.
Hay que mencionar que las pequeñas cantidades de nutrientes incorporada al medio ya
existente no resulta económicamente desventajoso frente a la posibilidad de contar con una
biomasa altamente activa, resistente a entornos adversos y potencialmente con mayor capacidad
para expresar sus propiedades probióticas (en forma de biomasa fresca, a través de un alimento
probiótico, otras). De ninguna manera se pierde el horizonte para la formulación de nuevos
ingredientes semidefinidos a partir de residuos de la industria alimenticia, para la reducción en
los costos de producción en la etapa de cultivo (por lo menos un 30% de los costos totales de
producción)
Para finalizar sólo basta mencionar que debido a la rápida capacidad de adaptación y a la
alta actividad que presentan los microorganismos en medio comercial MRS, se propone en
futuras experiencias modificar el protocolo de activación de las cepas, utilizando caldo MRS y
agitación. En estos momentos se está trabajando en ello y se han encontrado importantes
diferencias entre el protocolo de activación ya establecido y los nuevos protocolos de activación a
utilizar. La literatura muestra además que existe un efecto en la activación de los
microorganismos sobre la etapa de crecimiento y producción de metabolitos en cepas de
Lactobacillus spp.
En cuanto a la producción de CO 2, acetato y otros metabolitos, ellos pueden ser una
potencial fuente de nuevos productos que permitan incrementar el valor agregado del proceso
global.
En las siguientes páginas se muestran los principales resultados obtenidos para las cepas
probióticas estudiadas. Sin embargo, en el APÉNDICE de este informe se muestran algunos de
los procedimientos y metodologías ya utilizados previamente, tanto para las etapas de cultivo
como para las etapas de deshidratación. Un nuevo procedimiento es mostrado en este trabajo y
está asociado a la formulación del alimento probiótico. Este procedimiento consiste en una etapa
de pasteurización del alimento proveniente de la planta Frionatur, una etapa de incorporación de
la biomasa probiótica y una etapa de formulación de pellets de distinto diámetro de acuerdo a los
requerimientos (dependiendo de la talla de los peces a alimentar).
Cultivo de biomasa y formulación de alimento probiótico para su uso en trucha arcoíris
(Toledo, II-2005)
k T T1
log 2 2 (2)
k1 z
Si este valor de “z” es alto significa que es necesario un mayor salto térmico para lograr
una mayor destrucción del microorganismo.
Figura 22. Resistencia térmica de la cepa probiótica 32.
Una respuesta predecible para estos microorganismos es que ellos son más sensibles que
cepas provenientes de organismos terrestres que poseen una temperatura media de 37ºC. Hay que
recordar que estos microorganismos provienen de animales cuyas temperaturas oscilan entre 4-
15ºC. Otro resultado que resulta interesante es que tanto la cepa 32 como la cepa 87 poseen
prácticamente los mismos parámetros de destrucción térmica para las temperaturas ensayadas.
Como era de esperar la mayor reducción decimal se obtuvo a 60 (ºC). Hassan S (2003), quien
trabajó con una cepa de Lactobacillus acidophillus probiótica, demostró que la cepa en estudio
mostraba una mayor termo-resistencia si se encontraba microencapsulada en diferentes gomas y
aditivos como alginato de sodio, goma guar, derivados lácteos, entre otros, con respecto a la
termo-resistencia de la misma cepa, pero no microencapsulada y sin presencia de agentes
protectores (sólo las bacterias libres). Este resultado confirma además que la incorporación de
aditivos puede mejorar la termo-resistencia de los lactobacilos. Sin embargo, el objetivo de este
estudio fue determinar la resistencia térmica de las cepas sin aditivos, pues los aditivos a utilizar
serán incorporados en la etapa de secado, donde influyen una serie de mecanismos sobre la
viabilidad del producto y no se pueden separar los efectos de cada uno de ellos. Por otra parte, la
información aquí recopilada permite confirmar que estas cepas, además de sus propiedades
probióticas, poseen una alta resistencia térmica, lo que la hace potencialmente resistente a futuros
procesos de concentración y secado. Cuando un producto que posee agua libre es secado con aire,
la temperatura de secado se aproxima a la temperatura de bulbo húmedo, que oscila entre los 35-
60ºC, dependiendo de la humedad del aire y de su temperatura de bulbo seco. Ross et al (2000)
determinaron curvas de destrucción térmica entre 55 y 61ºC para cepas de Lactobacillus spp en
un período de tiempo inferior a 5 minutos en todos los casos, por alta pérdida de viabilidad en el
tiempo. Estos autores no determinaron parámetros de destrucción térmica. Bayrock e Ingledew
(10) determinaron que sus cepas de levaduras para uso panario sólo resistían temperaturas
inferiores a 52ºC. Este último resultado es muy alentador si se piensa que las levaduras en general
tienden a ser más resistentes a condiciones adversas que otros microorganismos. Esta propiedad
tecnológica favorable de estas cepas permite predecir que las futuras operaciones de
concentración, deshidratación y alguna otra operación asociada a temperatura será resistida por
ellas, especialmente en el rango comprendido entre 40-50ºC.
Finalmente, se muestran tablas con las constantes de destrucción térmica de ambos
microorganismos y se comparan con los obtenidos para lactobacilos vaginales (obtenidas de
cepario construido durante la ejecución de proyecto Fondef D01 I1121).
Tabla 3. Parámetros de destrucción térmica para cepas de trucha
Cepa T(ºC) k (min-1) D (min)
40 0 inf
50 0,0264 87,12
32
55 0,0309 74,43
60 0,7315 3,14
40 0 inf
50 0,0463 49,68
87
55 0,1682 13,67
60 1,3963 1,65
Cepa Z (ºC)
32 6,93
87 6,76
Cepa Z
31Ra 11.55
44La 7.92
69Ra 8.43
De estas últimas tablas se infiere lo que ya se había mencionado: las cepas de origen
vaginal (hembra a 37ºC) poseen mayor resistencia térmica que las cepas de origen acuático
(truchas a 4-15ºC). Es notable destacar los parámetros de destrucción de la cepa 31Ra, productora
de biopelículas y con altas propiedades probióticas. Estas altas propiedades probióticas se
correlacionan con la resistencia térmica de la cepa, mayor que las demás cepas vaginales y que
las cepas de trucha. Es interesante destacar además que tanto las constantes “k” como el
parámetro “z” de todos los microorganismos (a excepción de la cepa 31Ra) no difieren en
órdenes de magnitud, por lo que existen grandes diferencias en la resistencia térmica de las cepas.
La literatura también avala que la producción de biopelículas y de exopolisacáridos por parte de
cepas de Lactobacillus spp. poseen una mayor resistencia a condiciones y entornos adversos
(Texeira et al., 2004).
El objetivo de realizar estos ensayos es definir la capacidad de las cepas para resistir
entornos químicos adversos. Esto último no está solamente asociado a las propiedades
tecnológicas de las cepas, hay estudios que demuestran que una etapa de estrés previo o durante
el cultivo de bacterias permite que los microorganismos resistan de mejor forma etapas
posteriores de concentración, secado, etc.
Prasad et at (2003) encontraron que una etapa de estrés para una cepa de Lactobacillus
rhamnosus era capaz de mejorar la resistencia a una posterior etapa de secado. Estos autores
utilizaron una etapa de pre-estrés térmico ó de estrés salino (con NaCl), dando mejores resultados
el estrés salino. En el caso del estrés térmico, encontraron una mejor respuesta cuando el
microorganismo fue estresado en la etapa estacionaria de crecimiento, en comparación con el
estrés efectuado en la etapa de crecimiento exponencial. Estos autores asocian las etapas de pre-
estrés a una serie de modificaciones de procesos enzimáticos regulados por el genoma del
microorganismo y cuantificados en su trabajo. Es por ello que resultará de vital importancia
conocer las propiedades tecnológicas de las cepas modificadas por una etapa de estrés previo.
Esta alternativa resulta totalmente factible, pues los resultados obtenidos muestran que ambas
cepas (32 y 87) son capaces de resistir altas concentraciones de NaCl y concentración de ácido
clorhídrico. Sin embargo, estos estudios serán efectuados si no se obtienen los resultados que se
esperan con las cepas originales, debido principalmente a que, como ya se ha mencionado, las
bacterias sufren modificaciones internas y externas, que las hacen alejarse aún más de la cepa
autóctona aislada originalmente.
Kets et al. (1995) encontraron que cepas de Lactobacillus spp y una cepa de Enterococcus
faecium fueron capaces de crecer en medios complejos (semejantes a MRS) en presencia de
NaCl. Luego los autores identifican que las cepas que fueron cultivadas en presencia de sal
soportaron de mejor forma una posterior etapa de secado, por su capacidad de acumular betaína.
Lo que los autores encontraron también es que de las cepas que ellos estudiaron encontraron una
(Lactobacillus bulgaricus) con una muy baja resistencia a la sal en comparación a las demás.
Justamente esta cepa no fue capaz de acumular solutos como betaína y carnitina en la etapa de
cultivo, en ausencia y en presencia de distintas concentraciones de sal. En conclusión, existe una
correlación entre las propiedades de membrana de los microorganismos, que le permiten
acumular solutos compatibles para posteriores aplicaciones tecnológicas, y su resistencia al NaCl
o una potencial etapa de estrés con esta sustancia.
Hay que recordar además que NaCl es una sustancia que se encuentra en diferentes
concentraciones para los distintos cuerpos de agua en los que son cultivados los salmónidos. En
el caso de trucha arcoíris como la producción se realiza en agua dulce, la concentración de esta
sal es baja, mientras que en la producción de salmón, hay una etapa prolongada del proceso de
cultivo de los peces que se efectúa en agua salada. El agua de mar posee una concentración
mayor que 3% (algo superior que 0,5molar).
Las siguientes Figuras muestran las cinéticas de cultivo de las cepas en estudio frente a la
presencia de NaCl (0,5 y 1molar) y la presencia de HCl (pH = 4,5). El pH del ácido utilizado
corresponde al pH medio que posee el estómago de los peces, medido experimentalmente en los
ensayos efectuados en el proyecto.
Figura 24. Densidad óptica (540 nm) en función del tiempo, para resistencia a NaCl y HCl por la cepa 32
Figura 25. pH en función del tiempo, para resistencia a NaCl y a HCl por la cepa 32
Figura 26. Viabilidad en función del tiempo, para resistencia de NaCl y a HCl por la cepa 32.
En las Figuras anteriores se observa que una concentración de 0,5molar de NaCl ó HCl no
afecta el crecimiento de la cepa 32, expresado como producción de biomasa (densidad óptica),
descenso de pH y viabilidad en placas. Es importante resaltar además que esta concentración de
sal no afecta la viabilidad final obtenida en la biomasa. Otro aspecto importante de estos
resultados es que el efecto provocado por HCl es muy semejante al provocado por NaCl
0,5molar, sin embargo, a la luz de lo obtenido por otros autores (Kets 1995, Prasad 2003) es
probable que la respuesta interna de los microorganismos como sus propiedades de membrana,
permeabilidad, expresión de genes, etc., sea distinto en ambos tipos de condiciones de estrés. Lo
que sí está claro es que el efecto que debería provocar un aumento en la concentración de NaCl
sobre los microorganismos sería un aumento en su resistencia frente a condiciones adversas,
como puede ser una etapa de secado o una etapa de concentración. Futuros experimentos
asociados a esto último tenderán a dilucidar el efecto provocado por una etapa de estrés sobre el
microorganismo en cuanto a su capacidad de resistir operaciones de secado y otras condiciones
adversas, tanto de proceso como de aplicación final del producto. Otro aspecto importante es
verificar las propiedades probióticas de la cepa estresada, si se mantienen o son modificadas con
respecto a la cepa no estresada.
De las Figuras anteriores se desprende también que para una concentración de NaCl de
1molar la cepa ve reprimido su crecimiento y su viabilidad, pero no se desactiva. La importancia
de este resultado radica en que esta concentración de NaCl se encuentra por sobre la
concentración de los cuerpos de agua potenciales donde el microorganismo debe ejercer su
efecto. Esta misma conclusión es aplicable para el estrés por pH, la cepa no se desactiva por pH,
sólo ve reprimido su crecimiento, pero el resultado final es casi idéntico que para la cepa no
estresada y que para la cepa estresada con NaCl 0,5molar.
Resultados semejantes fueron obtenidos con la cepa 87. Las Figuras se muestran a continuación.
Figura 27. Densidad óptica (540 nm) en función del tiempo, para resistencia a NaCl y HCl por la cepa 87
Figura 28. pH en función del tiempo, para resistencia a NaCl y a HCl por la cepa 87
Figura 29. Viabilidad en función del tiempo, para resistencia de NaCl y a HCl por la cepa 87
De todos los resultados aquí mostrados es posible concluir que ambas cepas poseen alta
resistencia a NaCl y resistencia a HCl. Los resultados anteriores nos permitirán efectuar futuros
ensayos de crecimiento, secado y estudios de propiedades probióticas y tecnológicas con cepas
estresadas por NaCl.
Estrés térmico
Debido a que la literatura muestra que también es posible efectuar una etapa de estrés
térmico de cepas de microorganismos con el fin de aumentar su capacidad de resistir entornos
adversos, se hicieron estudios de crecimiento de cepas estresadas por temperatura. La selección
de la temperatura y del tiempo debería ser tal que permitiera que luego del tratamiento existieran
microorganismos viables y que además realmente haya un efecto sobre los microorganismos.
Sobre los resultados encontrados de resistencia térmica de los microorganismos se decidió por
efectuar un tratamiento de 30 minutos a 55ºC a las bacterias correspondientes a la etapa de
activación que sirve de inóculo de la bioreacción (bacterias en fase estacionaria).
Figura 30. Curvas de crecimiento (DO a 540 nm) para las cepas probióticas sometidas a estrés térmico.
Figura 31. Descenso de pH en función del tiempo para las cepas probióticas sometidas a
estrés térmico.
Figura 32. Viabilidad de la cepa probiótica 32 en función del tiempo sometida a estrés térmico.
Figura 33. Viabilidad de la cepa probiótica 87 en función del tiempo sometida a estrés térmico.
De las Figuras aquí mostradas se puede concluir que es posible cultivar microorganismos
estresados térmicamente sin aumentar el tiempo de producción. Esto queda en evidencia al
observar las curvas de viabilidad de ambas cepas, comparadas con el control (no estresada). Otro
aspecto importante en resaltar es que ambas cepas mostraron un leve descenso en su dinámica de
crecimiento por el efecto de golpe térmico, pero fue más notorio en la cepa 87. Esto concuerda
con los parámetros de destrucción térmica de los microorganismos, que indicaban que la cepa 32
es levemente más resistente que la cepa 87 a la temperatura ensayada. Al igual que en el caso de
estrés químico, estos resultados indican que es posible cultivar microorganismos estresados por
temperatura, para evaluar sus futuras propiedades probióticas y tecnológicas.
Sin embargo se vuelve a recalcar lo que ya se mencionó: el objetivo de este estudio
siempre ha sido intentar mantener las propiedades de la cepa indígena, por lo que este tipo de
recursos serán utilizados en la medida de los requerimientos del proyecto. La literatura hace
mucho hincapié en cuanto a la modificación en la expresión de genes, cambios en las propiedades
de membrana, etc., que de alguna forma pueden incidir sobre las propiedades probióticas y la
respuesta final de los productos desarrollados. El fin último siempre ha sido desarrollar procesos
que minimicen las posibles modificaciones (genéticas, fisiológicas, etc.) sobre los productos,
pues la génesis de los productos está en un microorganismo naturalmente inocuo y benéfico.
Figura 34. Viabilidad de la cepa 34 en función del tiempo, crecida en medio comercial MRS y en medio en base a
permeado de lactosuero(experimento en duplicado).
Figura 35. Evolución del pH de la cepa 34 en función del tiempo, crecida en medio comercial MRS y en medio en
base a permeado de lactosuero(experimento en duplicado).
Figura 36. Turbidez de la cepa 34 en función del tiempo (DO a 540 nm), crecida en medio comercial MRS
(experimento en duplicado).
A la luz de los resultados es posible observar que esta cepa de lactobacilo crece
adecuadamente tanto en medio comercial como en medio en base a permeado de lactosuero, tal
como ocurrió con las cepas 32 y 87. Con lo aquí obtenido más los resultados proporcionados por
el grupo de Microbiología, será posible cultivar este microorganismo para desarrollo de
productos probióticos para trucha arcoiris en un medio de cultivo técnica y económicamente
factible.
Estudios de resistencia a estrés químico (NaCl y HCl) de esta cepa indican, al igual que
las cepas 32 y 87, que este microorganismo posee potenciales propiedades tecnológicas. La
tendencia que se puede apreciar en las siguientes figuras es la misma que la que se obtuvo para
las otras cepas probióticas: un aumento en la concentración de NaCl hasta un 1molar no inhibe el
crecimiento del microorganismo, sólo produce un retardo en su dinámica de crecimiento.
Similares resultados fueron obtenidos por Melo (2005), para cepas de lactobacilos probióticas de
origen vaginal estresadas con NaCl (en el marco de proyecto Fondef D01 I1121).
Figura 37. DO (540 nm) en función del tiempo, para resistencia a NaCl y HCl por la cepa 34
Figura 38. pH en función del tiempo, para resistencia a NaCl y a HCl por la cepa 34 (el índice P indica “medio
permeado de lactosuero sin químicos”)
Figura 39. Viabilidad en función del tiempo, para resistencia de NaCl y a HCl por la cepa 34 (el índice P indica
“medio permeado de lactosuero sin químicos”)
Formulación de alimento probiótico
Tomando como materia prima alimento fresco formulado por Frionatur (35-40% humedad),
ha sido posible desarrollar pellets para trucha arcoiris de distinto tamaño. Para ello se ha
implementado un molino artesanal. El molino puede operar distribuidores de distinto diámetro,
que forman los pellets (entre 2-4mm). Para el caso de pellets de 2mm de diámetro fue necesaria
la construcción en maestranza de un dispositivo de dosificación, pues los comercialmente
existentes son de 3-4mm. Otro aspecto importante es que el alimento fresco posee una alta carga
bacteriana microbiológica, expresada por el crecimiento en placas no selectivas (LAPTg,
Tripticasa), crecimiento de bacterias Gram-negativas (R2-A) y crecimiento de bacterias lácticas
y/o lactobacilos (MRS, LBS). Como el producto a formular debe ser repetible para cada lote de
producción y además existe un bioensayo a realizar con el alimento, se implementó también un
sistema de pasteurización del producto (65ºC, 30min.), el cual asegura que se ha eliminado toda
la flora microbiana que traía originalmente el alimento, sin éste sufra daños en sus propiedades
nutricionales. A partir de la literatura es posible encontrar los distintos parámetros de destrucción
térmica de los microorganismos presentes en el pescado. Se utilizó esta información debido a que
el alimento que formula la empresa es a partir de una serie de materiales provenientes de la
industria pesquera, más otros materiales de origen vegetal. En la siguiente tabla se pueden
observar parámetros de destrucción térmica de microorganismos asociados a materias primas y
productos de pesquería. Se observan además parámetros de resistencia a pH, actividad de agua,
NaCl.
Tabla 5. Parámetros de resistencia térmica y osmótica de microorganismos asociados a materias primas y productos
de pesquería.
(Microorganisms in Foods, Vol. 1, 1974)
Temperatura
Resistencia
NaCl (%)
Microorganismo Mínima Óptima pH mínimo aw mínimo Térmica
máximo
(D(TºC), min.)
C.botulinum tipo D121(esporas)
10 35 4,0-4,6 0,94 10
proteolótico A, B, F 0,1-0,25
D82,2 0,15-2
(caldo) D80
C.botulinum tipo no
3,3 30 5,0 0,97 3-5 4,5-10,5
proteolótico B, E, F
(producto alta prot.-
grasa)
D55
Vibrio Cholerae 5 37 6,0 0,97 <8
0,24
60ºC por 5 min
Vibrio parahaemolyticus 5 37 4,8 0,93 8-10 reducción de 7
log(10)
Vibrio vulnificus 8 37 5,0 0,94 5
De los datos aquí observados se puede apreciar que existe una amplia gama de resistencias
térmicas de distintos microorganismos, expresadas por el parámetro “D (TºC)” (2,3/k), que representa el
tiempo necesario para reducir 1 ciclo logarítmico del microorganismo a la temperatura TºC. Un caso
especial corresponde al C.Botulinum, microorganismo altamente resistente a temperatura en su forma
esporulada. Sin embargo, sobre los parámetros de destrucción de los demás microorganismos mostrados
en esta tabla se optó por utilizar un proceso de pasteurización a 65ºC por 30 minutos. La probabilidad de
que existan otros microorganismos presentes en el alimento que resistan este tratamiento térmico es
prácticamente nula, porque las materias primas utilizadas en la formulación de este son todas muy frescas.
Ensayos de cuantificación de crecimiento microbiano en los distintos tipos de agares mencionados
muestran que el alimento luego de la etapa de pasteurización no presenta colonias viables. Con este
resultado se reafirma el hecho de que el proceso térmico destruyó la flora microbiana presente en él. Por
otra parte, la selección de la temperatura y el tiempo aseguran la mínima destrucción de componentes
nutricionales valiosos en el producto.
Todos los dispositivos tanto para la etapa de pasteurización como de formación de los pellets son
esterilizables. Finalmente, un sistema de dosificación por atomización de la biomasa ha sido también
implementado para la correcta distribución del probiótico en el alimento. Para mayores detalles en cuanto
a este nuevo procedimiento, se puede en el APÉNDICE.
En cuanto a la formulación de alimentos para salmónidos y animales acuáticos, la literatura señala
una serie de componentes, que dependen fuertemente de la ubicación geográfica de la planta. Sin
embargo, independiente del producto formulado, ellos siempre cuentan con proteínas, hidratos de carbono,
grasas, sales minerales, vitaminas, todos estos componentes provenientes de fuentes animales y/o
vegetales. Es importante resaltar que para los formulados utilizados en plantas de proceso existe escasa
información lo que se atribuye a que la composición e ingredientes que presenta cada formulado forma
parte del “know-how” de las empresas, pues todas las plantas cuentan con equipamiento muy similar,
consistentes principalmente en equipos de mezcla, extrusión y/o pelletización (Muñoz L. Osvaldo, 2004).
Otro aspecto muy importante que debe ser resaltado en cuanto a la formulación de alimentos para
salmónidos es que la comunidad científica hace ya más de 1 década ha puesto una voz de alerta sobre el
uso excesivo de la harina de pescado como ingrediente principal este tipo de productos. Actualmente y
desde hace algunos años se realizan muchos esfuerzos para encontrar fuentes proteicas que compitan con
la harina de pescado tanto técnica como económicamente (Alvarado H., 1995; Muñoz L. Osvaldo, 2004).
Hernández (1987) reporta que existen en Chile 2 tipos de preparados para salmóinidos: los
húmedos y los secos. Este autor menciona que un producto seco se obtiene por mezcla y
extrusión/pelletización de ingredientes secos como harina de pescado, harina de carne y hueso, aceite de
pescado, melaza, harinas vegetales, premezclas de vitaminas, minerales y carotenos naturales y artificiales
para darle el color salmón a la carne. Las dietas húmedas (como es nuestro caso) se obtienen mezclando
40-50% de pescado fresco o subproductos de matadero molidos con un 50-60% de ingredientes secos, los
que básicamente son los mismos usados en la dieta seca
Tabla 6. Comparación de fórmulas, extruidas y pelletizadas para camarones
(Muñoz L. Osvaldo, 2004)
Figura 40. Pérdida de humedad para secado de pellet sin y con tratamiento térmico
(secador el lecho fluidizado, 40ºC, producto 4mm diámetro).
Figura 41. Flujo de agua evaporada para secado de pellet con y sin tratamiento térmico
(secador el lecho fluidizado, 40ºC, producto 4mm diámetro).
Figura 42. Pérdida de humedad para secado de pellet con tratamiento térmico
(secador el lecho fluidizado, 40ºC, producto 2mm diámetro).
Figura 43. Flujo de agua evaporada para secado de pellet con tratamiento térmico
(secador el lecho fluidizado, 40ºC, producto 2mm diámetro).
En las Figuras anteriores se aprecia que para el producto de 2mm de diámetro como de
4mm de diámetro se obtienen un producto con una humedad inferior al 10% en menos de 40
minutos. Sin embargo, el efecto provocado por la disminución en el diámetro de los pellets es
notable, pues en este caso se alcanza una humedad inferior al 10% en menos de 30 minutos,
mientras que para el producto de 4mm de diámetro se alcanza el mismo porcentaje de humedad
después de 40 minutos. Este resultado concuerda con lo esperado y se relaciona directamente con
el área de transferencia de calor y materia (Treybal (1980), Incropera (1996)). Este resultado
concuerda también con resultados previos obtenidos por Melo (2005), quien secó una cepa
probiótica vaginal microencapsuladas en esferas de alginato de sodio en el mismo secador en
lecho fluidizado utilizado en este trabajo. Melo encontró que al disminuir el diámetro de las
perlas de alginato aumentaba la velocidad de secado de estas. Este autor utilizó las mismas
condiciones experimentales utilizadas en este trabajo y obtuvo bacterias probióticas
deshidratadas, con una muy baja pérdida de viabilidad. Actualmente se está trabajando en la
formulación de alimento con biomasa probiótica para su utilización en bioensayos. Este trabajo
se encuentra enmarcado dentro de Memoria de Título en Ingeniería Química de la alumna Natalia
Toledo.
Como ya se mencionó en párrafos anteriores, los productos alimenticios utilizados en
salmónidos se pueden formular húmedos o secos. Es por este motivo que no se ha encontrado
literatura relacionada con la deshidratación de alimentos de este tipo. Los alimentos
deshidratados no son otra cosa que una mezcla de materias primas ya deshidratadas. Sin
embargo, una tecnología como la aquí utilizada no sólo permitirá obtener un bioproducto con
bacterias probióticas viables, sino que asegurará la retención sustancial de factores nutricionales
al trabajar a bajas temperaturas (la operación de secado ocurre a 40ºC). Actualmente se trabaja
también en la deshidratación de alimento probiótico en secador a vacío. Algunos problemas
operacionales y fallos de esta unidad no permitieron efectuar estudios previos en ella antes de la
confección de este informe.
Debido a que actualmente se utiliza como materia prima para la formulación del alimento
probiótico un producto fresco, futuros trabajos tenderán a desarrollar procesos para la obtención
de productos alimenticios probióticos para salmónidos desde mezclas de materias primas secas,
esto último debido a que las grandes plantas procesadoras de alimentos para salmónidos formulan
productos secos. Sin embargo, la alternativa actualmente utilizada no deja de ser atractiva por los
aspectos ya mencionados.
Secado de alimento fresco con biomasa probiótica LPT32. Almacenamiento de producto fresco
y deshidratado.
Debido a que el primer ensayo experimental con trucha arcoíris se efectuó con la cepa
LPT32 en forma de un preparado fresco, se decidió continuar ensayando esta cepa pero alimento
fresco, pasteurizado, reconstituido y con esta cepa probiótica. La siguiente Figura muestra la
viabilidad de la cepa LPT32 en el alimento, almacenada a 4ºC:
1,E+10
1,E+09
1,E+08
ufc/g
1,E+07
1,E+06
1,E+05
0 4 8 12 16 20 24 28 32
tiempo (días)
Figura 44. Viabilidad del microorganismo LPT32 almacenado a 4ºC en alimento fresco y biomasa fresca.
Figura 46. Secado de alimento de 2mm en secador a vacío (60ºC, 10mm Hg), conteniendo biomasa probiótica
LPT32.
Figura 47. Comparación de tecnologías de secado de alimento, conteniendo biomasa probiótica LPT32 para pellet
de 2mm.
Figura 48. Secado de alimento de 4mm en lecho fluidizado (aire, 40ºC), conteniendo biomasa probiótica LPT32.
Figura 49. Secado de alimento de 4mm en secador a vacío (60ºC, 10mm Hg), conteniendo biomasa probiótica
LPT32.
Figura 50. Comparación de tecnologías de secado de alimento, conteniendo biomasa probiótica LPT32 para pellet
de 4mm.
Figura 51. Comparación de tecnologías de secado de alimento, conteniendo biomasa probiótica LPT32 para pellet
de 4mm.
La Figura 51 sólo permite comparar de mejor forma los 2 tipos de secado utilizado y los 2
tamaños de producto, reafirmando lo ya explicado anteriormente. En las curvas de humedad se
observa claramente el efecto del tamaño del alimento, siendo siempre el secado más rápido para
2mm de diámetro. El aspecto más importante que hay que volver a resaltar es el hecho de que en
todas las operaciones efectuadas los microorganismos retuvieron su viabilidad. Una futura etapa
de escalamiento de estos procesos quedará avalada por la tecnología que resulte más atractiva
económicamente.
Figura 52. Almacenamiento de producto deshidratado en función del tiempo (4ºC, 25ºC)
1,E+10 1,E+10
1,E+09 1,E+09
LF1
ufc/g
ufc/g
LF1
SV1
1,E+08 1,E+08 SV1
1,E+07
1,E+07
0 10 20 30 40
0 20 40 60
Tiempo (min)
1 2
Tiempo (min)
Figura 53. Viabilidad en función del tiempo para la biomasa con 72 horas de cultivo: 1: alimento de 2 mm; 2:
alimento de 4 mm.
1,E+10
1,E+10
1,E+09
1,E+08 1,E+09
LF1
ufc/g
ufc/g
1,E+07 LF1
SV1
1,E+06 SV1 1,E+08
1,E+05
1,E+04 1,E+07
0 30 60 0 10 20 30 40
Tiem po (m in) 1 Tiempo (min) 2
Figura 54. Viabilidad en función del tiempo para la biomasa estresada con sal: 1: alimento de 2 mm; 2: alimento de
4 mm.
1,E+11
1,E+10
1,E+09
1,E+08
1,E+07
ufc/g
LF 4ºC
1,E+06
LF 20ºC
1,E+05 SV 4ºC
1,E+04 SV 20ºC
1,E+03
1,E+02
0 7 14 21
Tiempo (días)
Figura 55. Viabilidad del alimento probiótico seco de 2 mm (biomasa con 72 hrs. de cultivo) almacenado.
1,E+10
1,E+09
1,E+08
1,E+07
LF 4ºC
ufc/g
1,E+06 LF 20ºC
1,E+05 SV 4ºC
SV 20ºC
1,E+04
1,E+03
1,E+02
0 7 14 21
Tiempo (días)
Figura 56. Viabilidad del alimento probiótico seco de 4 mm (biomasa con 72 hrs. de cultivo) almacenado.
Tal como se observa en las Figs. 55 y 56, la viabilidad del producto probiótico en la etapa
de almacenamiento mejora notoriamente, al compararlo con la Fig. 52.
Las células en fase estacionaria desarrollan un metabolismo diferente al de la fase de
exponencial (fase de crecimiento exponencial) y durante ella se produce una acumulación y
liberación de metabolitos secundarios. Los microorganismos entran en fase estacionaria bien
porque se agota algún nutriente esencial del medio, porque los productos de desecho que han
liberado durante la fase de crecimiento exponencial hacen que el medio sea inhóspito para el
crecimiento microbiano o por la presencia de competidores u otras células que limiten su
crecimiento. Si se considera que no existe presencia de competidores (medio de cultivo se
considera estéril), la presencia de metabolitos potencialmente tóxicos genera un medio de estrés
que, tal como acontece con el estrés osmótico, confiere resistencia a las bacterias ante una etapa
de secado. 1,E+10
Sin embargo
1,E+09los buenos resultados mostrados con respecto a la alternativa de cosechar la
1,E+08
biomasa a las 72 horas, el costo de aumentar el tiempo de residencia de las bacterias es alto, pues
1,E+07
implica contar con un fermentador de mayor
LF 4ºC capacidad para tal efecto.
ufc/g
1,E+06
LF 20ºC
1,E+05 SV 4ºC
SV 20ºC
1,E+04
1,E+03
1,E+02
0 7 14 21
Tiempo (días)
Figura 57. Viabilidad del alimento probiótico seco de 2 mm (biomasa estresada con NaCl en la etapa de cultivo)
almacenado.
1,E+10
1,E+09
1,E+08
1,E+07
1,E+06 LF 4ºC
ufc/g
1,E+05 LF 20ºC
1,E+04 SV 4ºC
SV 20ºC
1,E+03
1,E+02
1,E+01
1,E+00
0 7 14 21
Tiempo (días)
Figura 58. Viabilidad del alimento probiótico seco de 4 mm (biomasa estresada con sal en la etapa de cultivo)
almacenado.
Las Figs. 57 y 58 muestran los resultados obtenidos con el alimento con biomasa estresada
con NaCl en la etapa de cultivo, es decir, la viabilidad mejora notoriamente al compararlo con el
almacenamiento del producto con biomasa sin alterar, si bien la viabilidad del producto
almacenado se reduce en al menos 1 ciclo logarítmico al cabo de 2 semanas (tanto en el alimento
de 2 mm como en el de 4 mm).
Los efectos del estrés osmótico en la cepa LPT32 ya han sido mencionado en análisis
anteriores, pero es preciso recalcar que este fenómeno otorga una mayor resistencia a este
microorganismo después de una etapa de secado, por modificiación en la estructura de la
membrana celular, por acumulación de solutos compatibles que actúan como agentes protectores,
etc.
Al contrario que lo que acontece con la alternativa de cosechar a las 72 horas la cepa en
estudio, el costo de estresar la biomasa con NaCl no está asociado a invertir en un equipo de
mayor tamaño, sólo comprende el costo de la sal propiamente tal.
Con el procedimiento aquí descrito, se asegura una concentración de 109 ufc por gramo de
alimento. Por otro lado, el costo de producir esta biomasa asciende a 1005 [$/kg alimento] 1. Este
costo es excesivo si se piensa en escalar a una producción de toneladas de alimento, por ejemplo.
Un producto probiótico comercial posee una concentración no superior a 10 8 ufc por gramo, esto
es 10 veces menos que lo que se obtiene en laboratorio. Por lo tanto, puede estimarse que el costo
de elaborar alimento probiótico para truchas también disminuye 10 veces, es decir, a sólo 100
[$/kg alimento].
En cuanto al proceso de elaboración del alimento para truchas la alternativa propuesta en
esta memoria de título equivale a tres etapas extras: una etapa de fermentación, otra de separación
y una de secado.
1
Figura 60. Proceso propuesto para elaborar alimento probiótico para truchas.
Bibliografía
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