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Aerofagia

La aerofagia es un fenómeno fisiológico producido por la ingesta excesiva de aire en el


tracto digestivo, especialmente durante las comidas, es un trastorno digestivo menor,
pero que implica molestias y situaciones, A menudo, es responsable de ascensos de aire
comúnmente conocidos como eructos, que no deben confundirse con el reflujo
gastroesofágico, que tiene síntomas similares. Se puede agravar en presencia de
patologías rinofaríngeas o de hinchazón abdominal, como en el caso de la dispepsia.

La aerofagia, como su nombre indica, consiste en la deglución de aire atmosférico. Una


vez el aire llega al estómago se produce sensación de plenitud epigástrica que se alivia
expulsando el aire ingerido mediante un eructo

Papel del gas en la aerofagia

El rasgo fundamental que caracteriza clínicamente a la aerofagia es que el paciente tiene


la sensación de exceso de gas en el estómago que debe ser expulsado para conseguir un
alivio sintomático. En condiciones normales la cantidad de gas presente en el tubo
digestivo es mínima, entre 100 y 200 ml según diversos estudios3,4. Esto contrasta con
la gran cantidad de gas que llega o es producida en el intestino diariamente (varios litros
de gas). Es decir, que en condiciones normales la tolerancia al gas intestinal es muy
limitada, y ante cualquier incremento de gas se ponen en marcha unos mecanismos de
eliminación muy eficaces que previenen la acumulación en el tubo digestivo. La
interacción entre los mecanismos productores y eliminadores de gas determina el
volumen y la composición final del gas intestinal.

Origen del gas intestinal Básicamente hay 4 fuentes de gas intestinal :

Gas ingerido: normalmente al comer se ingieren cantidades variables de gas. Por


ejemplo, cada deglución va precedida de una burbuja de aire de unos 15 ml. Los gases
ingeridos son gases atmosféricos: nitrógeno y oxígeno.

Reacciones químicas: como por ejemplo la reacción de los radicales ácidos eliminados
del estómago con el bicarbonato duodenal, que producen dióxido de carbono más agua.
Son gases de distinta procedencia, proceden de la neutralización del ácido clorhídrico
gástrico por el CO3H salivar, pancreático y biliar, como es el caso del CO2 ; de la
fermentación bacteriana de polisacáridos con producción de H2 y metano, que en
condiciones normales y en su mayor parte se difundirán a la sangre y se eliminarán por
el aire espirado y el N2 que pasa de la sangre al colon por difusión para ser eliminado

Difusión desde la sangre: los gases difunden de la sangre al tubo digestivo en función
del gradiente de presión y de la difusibilidad de cada gas individual. Sólo tiene cierta
importancia en grandes alturas (escaladores, astronautas). Este gas intestinal tiene varias
formas de presentación:

Síndrome de la burbuja gástrica. Se caracteriza porque el paciente tiene sensación súbita


de plenitud posprandial e hinchazón, que se produce por la acumulación de aire. A
veces puede aparecer dolor en el hipocondrio izquierdo que en algunos casos se irradia
al hombro y el cuello asemejándose a una dolencia coronaria

Eructo. Consiste en la expulsión del aire esofágico o gástrico por la boca, debido a la
relajación del esfínter esofágico inferior. El eructo involunta rio es normal en el período
posprandial y es favorecido por determinados alimentos (café, chocolate, grasas) y por
la distensión del cuerpo gástrico.

Flatulencia. Consiste en la emisión reiterada de gases por vía rectal debido a una
excesiva producción, que depende a su vez de la cantidad de hidratos de carbono no
absorbibles que llega al colon

Fermentación bacteriana: los hidratos de carbono no solubles llegan al colon sin ser
absorbidos y son fermentados por la flora bacteriana del colon, produciendo grandes
cantidades de dióxido de carbono e hidrógeno

Causas

No se conocen las causas exactas por las que se produce la aerofagia. Debe considerarse
más un trastorno de la conducta alimentaria que una enfermedad digestiva.
Normalmente, la aerofagia se deriva de un régimen alimenticio inadecuado,
relacionado con el consumo excesivo de bebidas gaseosas y azucaradas o de ciertos
alimentos, como dulces, pan rallado o goma de mascar. Incluso, puede causarse por
algunos malos hábitos durante la comida, como comer demasiado rápido, favoreciendo
la ingesta de una gran cantidad de aire. También puede producirse debido a problemas
de ansiedad como el estrés.

Desde una perspectiva patológica, es frecuente en aquellas personas que no coordinan


adecuadamente las funciones de tragar y respirar, lo que se produce frecuentemente en
pacientes con problemas mentales.

Síntomas

La aerofagia se manifiesta por una sensación de pesadez estomacal, sensación de


hinchazón y problemas digestivos, los cuales llevan al eructo, que, junto con
la flatulencia, busca aliviar las molestias en la digestión. Ciertamente, cabe destacar que
los síntomas de la aerofagia son muy similares a los de reflujo gastroesofágico. Los
síntomas son:

 Distensión abdominal: causada por la presión de los gases.

 Dolor abdominal: En ocasiones el dolor se traslada a la zona baja del esternón


al presionar el aire tanto al estómago como al corazón. El dolor puede llegar a
confundirse con el que ocasiona una angina de pecho.

 Ruidos intestinales.
 Eructos (sin olor).

Diagnóstico

Se establece el diagnóstico cuando los eructos son repetitivos y molestos, al menos


varias veces por semana y se comprueba la ingesta de aire. El diagnóstico es
básicamente clínico, objetivando la ingesta de aire.

Lo fundamental en el diagnóstico es descartar patologías orgánicas subyacentes que


pueden ser muy variadas: enfermedades del tracto digestivo superior, malabsorción de
hidratos de carbono, sobrecrecimiento bacteriano o alteraciones de la motilidad, entre
otros.

Dispepsia

En términos estrictos, se entendería la dispepsia como un trastorno de la digestión que


suele manifestarse como una molestia epigástrica tras la ingesta.

Etimológicamente, el término dispepsia proviene de griego dys (malo) y pessö (digerir),


lo que vendría a equivaler a «mala digestión». Es un concepto confuso y es difícil
encontrar consenso en cuanto a su definición. Así pues, se entiende por dispepsia el
conjunto de molestias abdominales persistentes o recurrentes, localizadas en el
hemiabdomen superior o el epigastrio, que a menudo están relacionadas con los
alimentos y que comprenden dolor o malestar epigástrico, distensión, eructación,
flatulencia, sensación de plenitud, saciedad precoz y náuseas.

La dispepsia funcional se define como aquélla que no está relacionada con alteraciones
orgánicas (gastritis, esofagitis por reflujo), infecciosas (infección por Helicobacter
pylori), metabólicas (hipotiroidismo, acidosis) o inducidas por fármacos o por alcohol.

Aquellas con una causa orgánica o metabólica identificada en las que si la enfermedad
mejora o se elimina también mejoran o desaparecen los síntomas dispépticos. Entre
ellas están la enfermedad ulcerosa péptica, el cáncer gástrico, las enfermedades
biliopancreáticas, las relacionadas con medicaciones

Aquellas en las que no se ha realizado un estudio, básicamente endoscópico, que


permita establecer fehacientemente si existe o no una causa orgánica de la dispepsia.
Esta categoría no es infrecuente ya que en muchos casos no será absolutamente
necesario realizar exploraciones complementarias

FACTORES PREDISPONENTES

Edad: La prevalencia de dispepsia reciente (la que ocurre en los 3-6 meses anteriores a
la consulta) va disminuyendo con la edad. Sin embargo, el número de dispépticos que
acuden a la consulta aumenta con ésta.

Dieta y hábito alimentario: Parece ser que determinadas dietas pobres en fibra y ricas
en féculas y especias, acompañadas de una mala masticación, ingesta apresurada y con
desorden en los horarios, influyen en la aparición de los síntomas de la dispepsia.

Personalidad psiquiátrica: Las personas hipocondríacas y las personalidades con una


visión y reacción muy negativas frente a los problemas cotidianos están más
predispuestas a presentar dispepsia.

Estrés, respuesta afectiva: Como otros sistemas orgánicos, o posiblemente más, el


tubo digestivo se ve afectado por las variaciones del estado psíquico. La ansiedad, el
miedo, el resentimiento, la hostilidad, la agresividad, la depresión o la desesperanza,
muchas veces producidos por problemas familiares, económicos o sociales, pueden
causar diversas alteraciones motoras, del flujo sanguíneo o secretoras en el aparato
digestivo que se acompañan de diferentes manifestaciones dispépticas.

Obesidad, vida sedentaria: El peso excesivo y la falta de ejercicio físico condicionan


la relajación de la pared muscular del abdomen, lo que lleva a la acumulación excesiva
de gases, a que la motilidad gastrointestinal se vuelva lenta, a que aparezca
estreñimiento y a la aparición de distensión, eructos y pesadez posprandial.

Agentes tóxicos: El tabaquismo, el alcohol y el consumo de ciertos medicamentos,


particularmente los AINE (antiinflamatorios no esteroides), se han implicado en la
aparición de síntomas dispépticos, si bien no se ha demostrado fehacientemente que
sean factores predisponentes de dispepsia
El Equipo de Trabajo de Roma (Rome Working Team), además de una definición
sencilla y clara de dispepsia (dolor o malestar centrado en el abdomen superior),
consideró solamente 4 subgrupos dentro de ella (tipo ulceroso, tipo desmotilidad,
inespecífica o idiopática y tipo reflujo gastroesofágico). Además, elaboraró unos
criterios para poder clasificar cada entidad dentro de alguno de los subgrupos.

Dispepsia tipo ulceroso: Es aquella en la que aparecen tres o más de los síntomas
siguientes: – Dolor que se alivia con la ingesta.

– Dolor que se alivia con la toma de antiácidos/antagonistas H2.

– Dolor epigástrico. – Dolor que en ocasiones despierta al paciente.

– Dolor que presenta remisiones y recurrencias.

– Dolor antes de la ingesta o con el hambre.

Dispepsia tipo dismotilidad: En este tipo de dispepsia el dolor no es el síntoma


dominante sino la molestia en abdomen superior. Se reunirán tres o más de los
siguientes síntomas:

– Saciedad precoz.

– Plenitud posprandial.

– Náuseas.

– Molestias en abdomen superior, a menudo agravadas por la ingesta.

– Arcadas o vómitos recurrentes. – Sensación de hinchazón en abdomen superior no


acompañada de distensión notoria.

Dispepsia inespecífica o idiopática: Es aquella cuyos síntomas no pueden ser


clasificados en alguno de los subgrupos anteriores.

Dispepsia tipo reflujo gastroesofágico: Los síntomas de la dispepsia se presentan


idénticos a los de la enfermedad de reflujo gastroesofágico. La pH-metría de 24 horas
establece el dignóstico diferencial. El paciente, característicamente, refiere los
siguientes síntomas:

– Pirosis.

– Regurgitación ácida o de alimentos.

– Ardor o malestar epigástrico.

Principales plantas utilizadas en el tratamiento de la aerofagia, la flatulencia


Plantas antiflatulentas o carminativas: son aquellas que favorecen la eliminación de los
gases retenidos en el tracto gastrointestinal y previenen su formación. El efecto se
refiere a un efecto antiespasmódico en los músculos estomacales lisos y a un efecto de
disminución de la fermentación en la flora intestinal, favorecen de las secreciones
salivares y gástricas; aumenta el peristaltismo del tubo digestivo y posee propiedades
antiespasmódicas que lo hacen muy útil para combatir los trastornos dispépticos
fermentativos y las flatulencias

 Cominos

 Anís estrellado

 Anís verde

 Hinojo

 Menta

 Angélica

 Alcaravea

 Coriandro

 Hisopo

 Hierba buena

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