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CASO CLÍNICO 4

Paciente varón de 45 años que se opera por cuadro de peritonitis, se encontró apéndice
necrosado con aproximadamente 2000 cc de pues libre en cavidad, se realiza
apendicetomía y el cirujano le consulta si se debe hacer algún procedimiento más:
1).- Cuál es su respuesta?
Debemos realizar un lavado peritoneal con gran volumen (LPGV).
2).-Sustente su respuesta
Se debe usar en promedio 26 litros (20-42) de agua estéril tibia para lavado peritoneal,
logrando erradicar pus y la fibrina depositada entre las asas intestinales. El LPGV puede
curar al paciente con peritonitis purulenta diseminada en la primera intervención, sin
complicaciones quirúrgicas. Quienes son operados usando el Lavado Peritoneal con
Gran Volumen (GVPL o LPGV) se realiza para disminuir mecánicamente la carga
bacteriana intraabdominal.
3).- Cómo manejaría el procedimiento que le realizó el paciente.

Esos pacientes recibieron antibióticos preoperatorios (cloranfenicol: 1 gramo IV/tid más


Gentamicina 80 miligramos IV/tid; se realizaron las intervenciones quirúrgicas
prontamente, usando incisión mediana, aspiración del contenido purulento
intraperitoneal, exéresis apendicular o recepción, luego, lavado peritoneal con más de
20 litros (+- 26L) de agua estéril tibia de los compartimentos peritoneales; se dejaron
drenes laminares transparietales, la herida operatoria se cerró por planos, de la manera
usual, antes de suturar el plano subcutáneo y piel, se lavó la herida operatoria.

Recordemos que los primeros litros se usan para remover la pus y contenido fecal de la
cavidad peritoneal; a partir del décimo primer litro y con la ayuda del chapoteo del
cirujano, el lavado removerá las placas de fibrina adheridas a las asas intestinales, a
partir de estas placas de fibrina es que se forman los abscesos intra-abdominales.

Para la degradación de la fibrina intra-abdominal se requiere la estimulación del sistema


fibrinolítico intraperitoneal, sin embargo, la actividad fibrinolítica está reducida durante
la peritonitis bacteriana.

En estos casos, la función del cirujano es solucionar el origen de la peritonitis, lavar la


cavidad abdominal y retirar los depósitos de fibrina adheridos a las asas intestinales,
abundantes en la proximidad de la perforación intestinal

Al usar la técnica de LPGV logramos retirar la fibrina depositada en la cavidad intra-


abdominal. La mitad de los pacientes con LPGV presentará fiebre durante los primeros
días post-operatorios, esta fiebre no correspondió a complicación alguna, sino a la
persistencia de la reacción inflamatoria peritoneal.

La inflamación abdominal puede persistir después que la infección está curada, los
tratamientos antimicrobianos y quirúrgicos combaten al componente infeccioso, pero no
siempre eliminan la inflamación producida, puede esterilizarse el peritoneo en casos de
peritonitis severa, pero el proceso inflamatorio continúa, esto se manifiesta después de
la operación por fiebre persistente, leucocitosis, que reflejan la inflamación mediada por
citoquinas, en vez de una infección persistente.

Creemos que el tratamiento con LPGV de la peritonitis purulenta diseminada, al no


presentar morbilidad ni mortalidad quirúrgicas, cura al paciente en la primera
intervención, permitiéndole recuperarse antes que los que no usan el LPGV

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